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Lopez Suarez Maria Elisa

Grado y grupo: IV-16

EL MICROBIOMA INTESTINAL EN LA SALUD Y LA ENFERMEDAD HUMANA

Aquí el resumen se enfoca en la la relevancia de la Iniciativa del Microbioma


Humano, la influencia del microbioma intestinal en la salud y enfermedad, y el
desarrollo de un trasplante de microbiota fecal efectivo para revertir disbiosis
en trastornos específicos.

Introducción: El texto destaca el inicio de la ciencia del microbioma con Elie


Metchnikoff en 1901 y resalta la importancia de la Iniciativa del Microbioma Humano
desde 2007. Se menciona que el 95% de la microbiota corporal reside en el
intestino, especialmente en el colon, con implicaciones significativas en la salud
humana. Se enfatiza la relación entre el microbioma intestinal y diversas
enfermedades, examinando cómo un microbioma saludable contrasta con uno
patológico en el desarrollo de enfermedades. La superficie del intestino es la mayor
de todos los tejidos corporales, estimada en 344 pies cuadrados. La carga
microbiana se concentra principalmente en la luz libre del colon. El cuerpo se
protege mediante el revestimiento epitelial cubierto de una capa de moco, más
densa en el colon distal, donde hay más microbios. Las bacterias asociadas a la
mucosa, ubicadas en criptas y pliegues del colon proximal, interactúan con el
sistema nervioso entérico y tejidos linfoides, separadas por una capa interna de
moco.

Definiciones:
Alfa Diversidad del microbioma intestinal: La diversidad alfa del microbioma
intestinal se evalúa mediante la medición de su número (riqueza) y proporciones
relativas (uniformidad). Las unidades taxonómicas operativas (OTU) se utilizan para
contar y comparar los diferentes organismos en estas mediciones de diversidad alfa.

Diversidad beta del microbioma intestinal: La beta-diversidad del microbioma


intestinal se refiere a la proporción de taxones específicos (filos, familias, especies o
cepas) estudiados simultáneamente, lo que permite analizar la diversidad entre
muestras.

Microbioma saludable: Un microbioma saludable presenta características


consistentes, como una alta diversidad alfa (número total de especies bacterianas) y
una baja proporción de Proteobacteria (filo anaerobio facultativo). Además, la
variación en especies y cepas dentro de Firmicutes y Bacteroidetes es evidente.
Aunque las proporciones de taxones varían entre individuos, estas características
fundamentales contribuyen a definir un microbioma considerado "saludable".
Disbiosis: Un desequilibrio en el microbioma intestinal, se caracteriza por una
reducción en la diversidad alfa, cambios específicos en la diversidad beta y
comúnmente un aumento (más del 10%) en la proporción de Proteobacteria.
En resumen, la dieta influye directamente en la composición y la salud del
microbioma intestinal.

Funciones de un microbioma intestinal sano: El microbioma intestinal


desempeña funciones clave en la salud estructural, bioquímica e inmunológica del
intestino. A nivel estructural, influye en la formación de células epiteliales, uniones
estrechas y el desarrollo del sistema nervioso entérico. La dieta, especialmente la
fibra, es crucial para un microbioma saludable.

Eje intestino-cerebro: El funcionamiento del sistema nervioso central es


fundamental para la salud orquestada por el microbioma intestinal. El intestino y las
visceras se comunican con el cerebro a través de tres importantes vías generales
que en conjunto constituyen el eje intestino-cerebro:

Vía neuronal: En la primera vía de comunicación entre el microbioma intestinal y el


sistema nervioso, aproximadamente 500 millones de neuronas conectan
directamente el tracto gastrointestinal con el cerebro y la médula espinal a través del
sistema nervioso entérico (SNE), también conocido como el segundo cerebro. Esta
conexión es esencial, ya que los animales libres de gérmenes no desarrollan
cerebros completamente funcionales.

Vía inmune: La segunda vía por la cual los microbios afectan la función corporal es
a través de los efectos en las señales inmunes del tejido linfoide asociado al
intestino (GALT). GALT). Más del 70% de las células inmunitarias del cuerpo residen
en GALT, y la actividad del microbioma en este tejido influye en la inmunidad innata
a través de receptores que reconocen cambios en el microbioma y tejidos dañados.
GALT colabora con el tejido linfoide asociado a la mucosa (MALT) para proteger al
cuerpo de posibles patógenos.

Vía endocrina: La tercera conexión entre el intestino y el cerebro es a través del


sistema endocrino intestinal. Aunque las células enteroendocrinas (CEE)
constituyen menos del 1% de las células epiteliales intestinales, el intestino es el
órgano endocrino más grande debido a la gran cantidad de células epiteliales.

Patogenia de enfermedades y trastornos mediados por microbioma: La


distribución anormal de la microbiota en el intestino afecta la función intestinal,
impactando la motilidad y secreción hormonal, especialmente en enfermedades
neurodegenerativas. La alteración de la barrera mucosa y las uniones estrechas
contribuye a la permeabilidad anormal en enfermedades como la inflamación
intestinal y la obesidad.

Enfermedades y trastornos asociados a la disbiosis:


Infección por Clostridioides difficile (ICD): En la infección por Clostridioides
difficile (ICD), los antibióticos alteran el microbioma intestinal, debilitando las
defensas y permitiendo la germinación de esporas de C. difficile, causando
inflamación en la mucosa colónica.

Trasplante alogénico de células madre: En el trasplante alogénico de células


madre, la reducción de la diversidad del microbioma intestinal contribuye a la
morbilidad y mortalidad, la enfermedad del injerto contra el huésped y la posterior
infección de la mucosa.

Trastornos de vasculitis del tejido conectivo: La disbiosis en el intestino y la


cavidad bucal, incluyendo la microbiota dental y salival, está vinculada al desarrollo
de artritis reumatoide, siendo un objetivo clave para la prevención y terapia.
Además, datos iniciales sugieren que el microbioma puede influir en el lupus
eritematoso sistémico, la esclerosis sistémica, el síndrome de Sjögren y la
enfermedad de Behçet.

Trastornos metabólicos, obesidad y enfermedad del hígado graso no


alcohólico: La dieta occidental, rica en grasas animales y carbohidratos digeribles,
conduce a la obesidad y disbiosis. En pacientes con enfermedad del hígado graso
no alcohólico (NAFLD), se observan alteraciones en el microbioma. Estos factores
provocan disfunción metabólica hepática, acumulación de grasa, inflamación y
fibrosis. Estudios en animales y humanos sugieren la implicación del microbioma en
el desarrollo del daño hepático asociado a la esteatosis, donde ratones libres de
gérmenes alimentados con dietas ricas en grasas muestran resistencia a la
esteatosis y mejor tolerancia a la glucosa y sensibilidad a la insulina.

Transporte de resistencia a los antimicrobianos: El uso frecuente de antibióticos


aumenta las proporciones de anaerobios facultativos en el microbioma intestinal. El
trasplante fecal mejora la diversidad del microbioma y reduce la resistencia a los
antibióticos al reemplazar los anaerobios facultativos con anaerobios estrictos.

Eficacia de vacunas y agentes inmunoterapéuticos: Las vacunas eficaces en


regiones industrializadas pueden no ser útiles en países en desarrollo debido a la
falta de estándares nutricionales y la necesidad de GALT en las respuestas
inmunitarias.
En la inmunoterapia contra el cáncer, el éxito puede depender de la presencia de un
microbioma intestinal intacto, y el microbioma juega un papel en la reversión de las
respuestas tisulares y colitis inmunitaria inducidas por la inmunoterapia, demostrado
por la fecal microbiota transplantation (FMT).
Trastornos neurodegenerativos: enfermedad de Parkinson (EP), esclerosis
múltiple (EM) y enfermedad de Alzheimer (EA): En trastornos neurodegenerativos
como la enfermedad de Parkinson, se observa disfunción gastrointestinal,
especialmente estreñimiento, antes del deterioro neurológico. La neuroinflamación
cerebral y los cambios en la permeabilidad de la mucosa podrían complicar la
disbiosis en la EP. El eje intestino-cerebro podría estar implicado, ya que
α-sinucleína puede propagarse desde el intestino al sistema nervioso central,
contribuyendo a la degeneración neuronal. En enfermedades como Alzheimer y
esclerosis múltiple, la microbiota anormal se asocia con permeabilidad intestinal,
activación inmune y neuroinflamación, contribuyendo a la patología
neurodegenerativa.

Cáncer colonrectal: Tanto la dieta como el microbioma intestinal desempeñan un


papel clave en la patogénesis del cáncer colorrectal. La dieta influye en la
composición del microbioma, con algunos alimentos promoviendo un microbioma
patógeno y la inflamación intestinal. Los pacientes con cáncer colorrectal exhiben
anormalidades en la diversidad β de sus microbiomas intestinales.

Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII): Los pacientes con enfermedad de Crohn


y colitis ulcerosa tienen microbiomas distintos, con una disminución de anaerobios
estrictos, y abundantes especies productoras de metabolitos relacionados con la
patogénesis de la enfermedad, indicando adaptación al estrés oxidativo en la
enfermedad inflamatoria intestinal (EII).

Síndrome del intestino irritable (SII): El SII es un trastorno gastrointestinal crónico


común asociado con hipersensibilidad visceral, dolor abdominal y cambios en el
patrón intestinal. El microbioma intestinal es anormal con alteración en la diversidad
β en comparación con las personas sanas normales. Las alteraciones de la
microbiota se han asociado con cambios en los niveles fecales de los SCFA en
comparación con los controles saludables.

Trastornos alérgicos y asma: El microbioma intestinal se comunica con el


microbioma respiratorio, que afecta al brazo del ayudante T2 del sistema
inmunológico adaptativo en la atopia y el asma haciendo del microbioma un área
objetivo para el tratamiento de una variedad de trastornos alérgicos.

VIH/SIDA: La microbiota intestinal en las personas con VIH alberga una microbiota
única que está asociada con la inflamación persistente y la activación de las células
T Además, la terapia contra el VIH se asocia con cambios en el microbioma que
influyen en la respuesta al tratamiento.
Centro de investigación de microbioma de houston: La Kelsey Research
Foundation y el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas,
Houston, han establecido el Centro de Houston para la Investigación del
Microbioma. Colaborando con diversas instituciones médicas, se centra en
documentar enfermedades relacionadas con la disbiosis y buscar formas de
controlarlas o revertirlas mediante la restauración del microbioma.

Conclusiones: El eje microbiota-intestino-cerebro es un sistema de comunicación


bidireccional que implica vías neurológicas, inmunológicas y neuroendocrinas
integradas que están influenciadas por los metabolitos de la microbiota y afectan la
homeostasis y la salud. El nervio vago, un componente del sistema nervioso
parasimpático, detecta metabolitos de la microbiota y transmite información al
sistema nervioso central. Las contribuciones fisiológicas del microbioma intestinal
orquestadas por los 100 billones de bacterias que residen en el intestino, ya sea
como bacterias luminales asociadas a la mucosa o libres se relacionan con la gran
superficie del intestino, 100 veces más grande que la superficie de la piel, con el
tejido linfoide asociado al intestino que contiene el 70% de las células inmunes del
cuerpo con abundantes células enteroendocrinas que liberan grandes cantidades de
hormonas que actúan local y sistémicamente. El crecimiento de los datos apoya la
idea de que los cambios en la proporción de poblaciones bacterianas y el
crecimiento excesivo de algunas cepas pueden causar y promover estados de
enfermedad en lugar de representar eventos secundarios. Muchos grupos, incluido
el nuestro, están explorando el valor de la reversión de la disbiosis como una forma
de mejorar la salud y tratar o prevenir enfermedades. El futuro traerá grandes
avances en la ciencia del microbioma, a medida que los investigadores exploran los
límites del microbioma intestinal y la industria farmacéutica invierta cientos de
millones de dólares en el desarrollo de nuevos productos.

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