PRENOTANDAS RITUAL DE LA RECONCILIACIÓN Y PENITENCIA
La Iglesia en su actividad misionera y evangelizadora, ha hecho siempre suyo el mensaje de
Jesús: “conviértanse y crean en la Buena Nueva” (Mc 1, 15), palabras que diariamente se renuevan para hacer viva y actual esta recomendación que nos hace nuestro Señor para nuestro camino de salvación. Es por ello, que la Iglesia en su gran sabiduría y acogiendo la invitación del Concilio Ecuménico Vaticano II y según lo establecido en la Constitución Sacrosanctum Concilium, quiso elaborar un ritual para la RECONCILIACIÓN y la PENITENCIA, libro litúrgico de suma importancia en la práctica de dicho Sacramento, ya que la Iglesia no sólo proclama el deseo de conversión, sino que también “ofrece el medio más excelente” para que el hombre se reconcilie con Dios, con los demás y consigo mismo, a través de la experiencia de la Confesión. El Decreto de la Sagrada Congregación para el Culto Divino, puntualiza entonces la urgencia que se tiene de revisar el rito y las fórmulas de la Penitencia, “para que los fieles comprendan más plenamente la eficacia de este Sacramento”, así, esta Congregación preparó con diligencia en el año de 1973 la nueva Ordenación de la Penitencia que fue aprobada gustosamente por la autoridad del Papa Pablo VI, “para que en los capítulos respectivos sustituyera a los del Ritual Romano” que se encontraban vigentes hasta la fecha. Es importante destacar, que todo el contenido de este Ritual manifiesta el deseo sincero que tiene la Iglesia de acercar al penitente a Dios, porque la riqueza teológica, espiritual, doctrinal, magisterial y espiritual que contiene, profundiza en la relación sincera y coherente que debe tener el género humano con su Creador. Es de ahí, que este libro litúrgico encierra en sí mismo todo un conglomerado de la misericordia divina. Todo el contenido de este Ritual, está enmarcado en siete capítulos que contienen no sólo el rito de la reconciliación de un penitente, sino que también contiene un rito para la reconciliación de varios penitentes “en el cual, la confesión y la absolución de cada uno se insertan en una celebración de la Palabra de Dios”, manifestando así el aspecto comunitario del Sacramento. Además, se cuenta también en uno de sus capítulos con un rito “para la reconciliación de varios penitentes con confesión y absolución general”, según las normas y circunstancias aprobadas por las Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe. De igual manera, el Ritual contiene: absolución de censuras, dispensa de irregularidad, ejemplos de celebraciones penitenciales, leccionario y tres apéndices que enriquecen sobremanera al Ritual (Esquema para el examen de conciencia, fórmulas para la oración litánica y Cánones sobre el Sacramento de la Reconciliación). En síntesis, el Ritual de la Reconciliación y Penitencia en todo su contenido, manifiesta la disposición de la Iglesia de hacer más práctico dicho Sacramento, según las circunstancias pastorales del lugar y de la situación que se viva. Además, acoge lo propuesto por el Concilio Vaticano II de hacer más claro la naturaleza y el efecto del Sacramento.