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de Salud (SAS)
Auxiliares
de Enfermería
Servicio Andaluz de Salud (SAS)
Autores
Mª de los Ángeles Hermosilla Cotán Beatriz Rodríguez Moreno
Diplomada Universitaria en Enfermería Licenciada en Psicología
©
Ediciones Rodio, S. Coop. And.
©
Los autores
Segunda edición, abril 2017 (228 páginas)
Diseño de portada: Ediciones Rodio, S. Coop. And.
Edita: Ediciones Rodio, S. Coop. And.
Alameda de Hércules, 32-33. 1.ª planta. 41002-Sevilla
Teléfono: 955 28 74 84. Fax: 955 09 38 48
www.edicionesrodio.com
email: info@edicionesrodio.com
ISBN: 978-84-16963-10-2
ISBN Obra completa: 978-84-16963-15-7
Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra está protegido por la Ley, que establece penas de prisión y/o multas, además de las
correspondientes indemnizaciones por daños y perjuicios, para quienes reprodujeren, plagiaren, distribuyeren o comunicaren públicamente, en
todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte
o comunicada a través de cualquier otro medio, sin la preceptiva autorización.
Índice
Tema 20. Atención y cuidados del paciente en las necesidades de alimentación: Clasi-
ficación de alimentos, dietas, vías de alimentación. Manipulación y administración de
alimentos (nutrición enteral...) ........................................................................................................................................ 11
Tema 21. Atención y cuidados del paciente en las necesidades de movilización. Mo-
vilidad e inmovilidad física, factores que afectan la movilidad. Técnicas de ayuda a la
deambulación. Movilizaciones del sistema músculo-esquelético. Posiciones corpora-
les. Procedimientos de traslado del paciente. Riesgo de caídas, medidas preventivas.
Uso correcto dispositivos de ayuda.............................................................................................................................. 29
Tema 22. Reanimación cardio-pulmonar básica, soporte vital básico. Concepto de ur-
gencia y prioridad. Carro de parada: reposición y mantenimiento del material .................. 53
Tema 23. Medicamentos: tipos de medicamentos, vías de administración, precaucio-
nes previas, durante y tras la administración. Conservación y almacenaje de los medi-
camentos. Vacunas ..................................................................................................................................................................... 83
Tema 24. Atención y cuidados de las úlceras por presión: Concepto, factores de riesgo.
Localización. Etiología. Medidas de prevención. Movilización y cambios posturales...... 103
Tema 25. Atención y preparación del paciente para una exploración o intervención
quirúrgica: Posiciones anatómicas. Atención en las fases: pre-operatorio, intervención
y post-operatorio ......................................................................................................................................................................... 117
Tema 26. Atención y cuidados al paciente de salud mental en los ámbitos hospitalario
y comunitario: concepto de Trastorno Mental Grave, cuidados de necesidades básicas
durante la hospitalización y en atención domiciliaria al paciente y familia cuidadora.... 147
Tema 27. Atención y cuidados en el anciano: Concepto de ancianidad, cambios físicos
asociados con el envejecimiento. Apoyo a la promoción de la salud y educación sani-
taria. Medidas de apoyo a la persona cuidadora del anciano dependiente. Atención a la
mujer en el embarazo y planificación familiar ................................................................................................... 177
Tema 28. Atención y cuidados del paciente en situación terminal/cuidados paliativos
y persona cuidadora. Duelo, tipo y manifestaciones, apoyo al cuidador principal y
familia. Cuidados post-mortem...................................................................................................................................... 203
Referencias ...................................................................................................................................................................................... 221
Presentación
El equipo editorial de Ediciones Rodio, con más de 20 años de experiencia en el sector del
libro para la preparación de oposiciones, pone a tu disposición este eficaz manual para la prepa-
ración de las pruebas de acceso a la categoría de Auxiliares de Enfermería del Servicio Andaluz
de Salud, según el Programa Oficial último.
Este segundo volumen, del temario Específico para esta categoría, comprende nueve
temas (del 20 al 28) convenientemente desarrollados y actualizados.
Con el deseo de ofrecer al opositor un manual eficaz y de garantía, hemos incluido las
respuestas a algunas preguntas solicitadas, referidas a los temas expuestos, en últimas convoca-
torias del Servicio Andaluz de Salud.
De este modo, a lo largo del desarrollo de cada tema, el lector encontrará este icono:
que indica el párrafo donde está situada la respuesta de una pregunta de Exámenes oficia-
les del SAS para esta categoría.
Con estos recursos didácticos, pretendemos dotar al opositor de herramientas útiles
para afrontar con garantías las pruebas selectivas.
Ediciones Rodio presenta el programa completo de Temas para Auxiliares de Enferme-
ría del SAS, dividido en cuatro volúmenes:
– El Temario Común y test (temas y test 1 al 9).
– El Temario Específico, Volumen 1(temas del 10 al 19).
– El Temario Específico, Volumen 2 (temas del 20 al 28).
– El Cuestionario, tipo test, de los Temas Específicos (test del 10 al 28).
Las actualizaciones que se realicen desde este momento hasta la fecha de publicación de
la Convocatoria en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) podrán consultarse en
nuestra página web https://www.temariosoposiciones.com/.
Sólo nos queda desearte el mayor de los éxitos.
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Temario específico
Vol. 2
Tema
Atención y cuidados del paciente
en las necesidades de alimentación.
Servicio Andaluz de Salud (SAS)
Sergio Hidalgo
Diplomado Universitario en Fisioterapia
Técnico Superior en Dietética
Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
Índice esquemático
1. Atención y cuidados del paciente en las necesidades de alimentación.
3. Formas de alimentación
3.1. Administración intermitente
3.2. Administración continúa
3.3. Alteraciones en la Alimentación del Paciente
4. Administración de alimentos
4.1. Alimentación enteral
4.2. Alimentación parenteral
5. Tipos de sondas
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Tema 20. Atención y cuidados del paciente en las necesidades de alimentación
Posición de Fowler
Antes de que llegue la bandeja hacer una limpieza de manos para no ocasionar
infecciones y otras enfermedades, y limpiar debidamente la mesa donde se colocará
la bandeja.
Se le debe colocar al paciente una toalla o servilleta bajo la barbilla para proteger
la bata de manchas.
Se deberá tener precaución con la temperatura de la comida, los alimentes ca-
lientes no deben enfriarse ni los fríos calentarse, ya que pueden ocasionar problemas
digestivos.
La bandeja de la comida debe tener una limpieza adecuada y estar bien posiciona-
da en todo momento para la comodidad del paciente.
Para comenzar, hay que preguntar con qué alimento desea empezar el paciente
para que en todo momento se encuentre cómodo.
Una vez que finalice la ingesta de comida, se deberá recoger todo adecuadamente
y, si es necesario, limpiar al paciente para que no le queden restos de comida.
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
2.2. Dietas
Una dieta es el conjunto de sustancias alimenticias que componen el comporta-
miento nutricional de los seres vivos. El concepto proviene del griego díaita, que sig-
nifica “modo de vida”.
La dieta, por lo tanto, resulta un hábito y constituye una forma de vivir. En oca-
siones, el término suele ser utilizado para referirse a los regímenes especiales para
bajar de peso o para combatir ciertas enfermedades, aunque estos casos representan
modificaciones de la dieta y no la dieta en sí misma.
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Tema 20. Atención y cuidados del paciente en las necesidades de alimentación
Dieta Terapéutica
Dieta Líquida
Comprende caldos sin grasa, infusiones, zumos, batidos. Se dan a pacientes que
necesitan alimentos de fácil digestión y consumo, evitando los condimentos.
Se prescribe para iniciar la vía oral, después de una cirugía, para la preparación de
exámenes radiológicos y endoscópios, algunos casos en pacientes que no toleran la
vía oral por alguna infección del tubo digestivo o por diarreas agudas.
En diarreas está totalmente contraindicado que se disminuya la ingesta de
líquidos.
Dieta Blanda
Es un tipo intermedio entre una dieta líquida y una corriente, comprende alimen-
tos blandos conocidos, asados, no se permiten fritos ni alimentos condimentados, las
carnes deben ser en puré o trituradas.
Está indicada en pacientes con trastornos gastrointestinales, como úlcera y en pa-
cientes con algún impedimento para la deglución o la masticación.
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
Dieta Fraccionada
Es una dieta balanceada, en los requerimientos incluye seis comidas al día y com-
prende los alimentos incluidos en la dieta blanda.
Está indicada en pacientes con intolerancia a las comidas, pacientes con cirrosis,
úlceras de estómago, duodeno, con infartos agudos de miocardio.
Dieta Corriente
Contiene todos los requerimientos nutricionales y no requiere modificación en su
consistencia, debe incluirse alimentos crudos y cocidos.
Dieta Hiposódica
Es una dieta baja en sodio, en la cual se restringe la sal. En la alimentación normal
se aportan entre 10 y 15 gr de sal al día. Un gramo de sal contienen 393 miligramos de
sodio, una cucharadita rasa de sal contiene 2600 miligramos de sal.
La dieta hiposódica es la base del tratamiento dietético de la hipertensión arterial,
cardiopatías, afecciones renales, hepáticas, corticoterapia prolongada, cirugía cardíaca.
La dieta puede variar, en estándar (1500-200 mg Na/día), estricta (600-1000mg
Na/día), severa (200-400mg Na/día).
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Tema 20. Atención y cuidados del paciente en las necesidades de alimentación
Dieta Hipoglúcida
Se controlan los glúcidos y los hidratos de carbono. Esta dieta está indicada en pacien-
tes diabéticos, obesos, con triglicéridos altos, previene que los niveles de azúcar se eleven.
Se recomienda aumentar la ingesta de productos integrales, vegetales, frutas y pro-
ductos lácteos descremados, aceite ricos en grasas mono insaturadas (aceite de oliva,
aguacate, cacahuetes) para así disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos.
A la utilización de la proteína de soja se le ha atribuido un papel importante en el
control de la concentración plasmática de colesterol y de glucosa.
Los monosacáridos son carbohidratos que constan de una sola molécula de azú-
car. Estos azúcares simples le dan un sabor dulce a la comida. No tienen que romperse
durante la digestión ya que son lo suficientemente pequeños como para ser absorbi-
dos. Se absorben en el intestino delgado, donde pasan a través del revestimiento mu-
coso hacia el flujo sanguíneo. El nivel de dulzura y la capacidad para afectar los niveles
de azúcar en sangre varían dependiendo del tipo de monosacárido.
Son monosacáridos:
– Galactosa.
– Glucosa.
– Fructosa.
– Pentosas.
– Alcoholes del azúcar.
Dieta Hiperproteica
Se utiliza para prevenir o corregir la mala nutrición proteinoenergética que está
ligada a una mortalidad u morbilidad elevadas. Mínimo proteico teórico 0.8 gramos
de proteína/kg de peso corporal (ideal).
Dieta astringente
Es aquella dieta pobre en residuos.
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
3. FORMAS DE ALIMENTACIÓN
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Tema 20. Atención y cuidados del paciente en las necesidades de alimentación
4. ADMINISTRACIÓN DE ALIMENTOS
4.1. Alimentación enteral
Es una técnica que suministra, el total o parte de los nutrientes necesarios, al pa-
ciente mediante una vía oral o por una sonda conectada al tracto gastrointestinal.
Cuando es por vía oral, el tubo puede ingresar por la nariz o por la boca, y su ex-
tremo donde los nutrientes son depositados, es decir el estómago, duodeno yeyuno.
Si la vía es gastrointestinal, el tubo se ingresa por una apertura del tracto gastroin-
testinal comunicando al exterior del abdomen. Se denomina alimentación por tubo
enterostomía.
La alimentación enteral está indicada a los pacientes que no pueden alimentarse
por vía oral, o con problemas en el tracto gastrointestinal en su función digestiva
parcial o total.
La alimentación por tubo naseoentérico está indicada cuando el soporte nutricional
es de corta duración, menos de 6 semanas y el tubo por enterostomía más de 6 semanas.
Este tipo de técnica es usada en pacientes con las siguientes características:
– Desnutrición crónica moderada con inanición prolongada.
– Adaptación intestinal por mala absorción, por resecciones intestinales parcia-
les o por transición entre la alimentación parenteral a enteral.
– Pacientes con cáncer.
– Pacientes neurológicos en fase inicial de su alimentación, durante la cual se
emplea una terapia mixta con nutrición parenteral.
– Fallo de órganos y sistema respiratorio, cardiaco renal, hepático, intestinal, sis-
tema nervioso central, fallos de órgano múltiple.
– Enfermedad gastrointestinal-obstrucción esofágica, enfermedad inflamatoria
intestinal, fístulas del aparato digestivo.
– Hipermetabolismo-traumatismo, quemaduras, sepsis y post operatorio de ci-
rugía mayor.
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
20 © Ediciones Rodio
Tema 20. Atención y cuidados del paciente en las necesidades de alimentación
Cepillarse los dientes y la lengua con cepillo y pasta de dientes dos veces al día.
Hay que evitar los labios secos, usando crema hidratante y vaselina.
Por último para retirar la sonda hay que tener en cuenta que las manos del auxiliar
deben estar bien limpias y usar guantes en todo momento. Colocar al paciente en
posición de Fowler y pinzar o taponar la sonda.
Quitar el esparadrapo de fijación con sumo cuidado y solicitar al paciente que
haga una inspiración profunda y una espiración lenta, retirar la sonda suavemente,
con un movimiento continuo y moderadamente rápido.
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
4.1.3. Enterostomías
Una enterostomía es la creación quirúrgica de una abertura a través de la pared
del abdomen hacia el estómago, el duodeno, o el yeyuno, para colocar una sonda de
alimentación.
Las enterostomías se colocan para proporcionar una vía para dar nutrición a indi-
viduos que son incapaces de tomar una cantidad adecuada de nutrición por vía oral, y
que requieren apoyo nutricional a largo plazo (durante más de un mes). Muchos me-
dicamentos también pueden administrarse por medio de la sonda de enterostomía.
El tipo más frecuente de enterostomía es la colocación de una sonda de en-
terostomía en el estómago (gastrostomía). La gastrostomía es ventajosa porque
las alimentaciones pueden administrarse a intervalos en grandes volúmenes
(alimentación en bolo). Las enterostomías colocadas en el yeyuno (yeyunosto-
mía) o en el duodeno (duodenostomía) exigen administración continua. Una
yeyunostomía o duodenostomía se usa cuando hay riesgo de reflujo de la solu-
ción de alimentación hacia los pulmones (aspiración pulmonar).
La alimentación por enterostomía sólo puede emprenderse cuando hay digestión
y absorción normales. Se dispone de diversas soluciones nutricionales para adminis-
tración a través de un tubo de enterostomía. Muchos individuos viven en su hogar
con una sonda de enterostomía.
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Tema 20. Atención y cuidados del paciente en las necesidades de alimentación
Gastrostomía quirúrgica
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
Ventajas de la gastrostomía
Inconvenientes de la gastronomía
La gastrostomía está contraindicada en pacientes con ascitis masiva, fístula diges-
tiva altas, diálisis peritoneal, obesidad mórbida y trastornos de la coagulación.
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Tema 20. Atención y cuidados del paciente en las necesidades de alimentación
En todo momento, debe mantenerse un control exhaustivo del catéter, para pre-
venir la septicemia. Se debe hacer un buen lavado de manos y unas técnicas estériles
adecuadas, mantener la zona de punción limpia, cubierta y protegida. En el cambio
del apósito se recomienda cada 4 días o según protocolo del hospital, y por el contra-
rio, el cambio del equipo es cada 48 o 24 horas.
Se debe tener especial cuidado con el manejo de la vía, ya que la alta concentración
del azúcar en la mezcla aumenta el riesgo de infección.
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
Ventajas de la N.P.P
Sencillez para buscar y cateterizar la vía permitida, y no se requiere un personal
muy especializado, es más simple de realizar y las mezclas son más simples de hacer.
Desventajas de la N.P.P
La osmolaridad de la mezcla nutritiva es una de las principales causas de la apa-
rición de flebitis, y su duración es limitada. No puede superar los 8 o 10 días de per-
manencia.
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Tema 20. Atención y cuidados del paciente en las necesidades de alimentación
– Vía periférica, nutrición a través de una vena pequeña, hacia el corazón me-
diante un catéter llamado cavafiz o drums usualmente de antebrazo.
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
5. TIPOS DE SONDAS
Los sondajes pueden ser quirúrgicos y no quirúrgicos. Los sondajes quirúrgicos
o gastro-enterostomías comunican alguna parte del aparato digestivo (generalmente,
estómago o intestino delgado) con el exterior a través de un catéter o sonda que per-
fora la piel.
Los sondajes no quirúrgicos o nasoentéricos consisten en la introducción de una
sonda a través de la nariz hasta el estómago o intestino.
Las sondas son tubos largos y huecos de distinto diámetro. Pueden ser flexibles,
rígidas o semirrígidas. El extremo proximal queda en el exterior y el distal es el que se
introduce en el aparato digestivo.
El calibre de la sonda viene indicado en unidades french. El diámetro se calcula
multiplicando el número de la sonda por 0.33 (una sonda del número 14 tiene un
diámetro de 4.6 mm; para ello multiplicamos 14 x 0.33).
Hay varios tipos de sonda:
– Según el número de vías de entrada que posean:
▷ De una sola vía:
q Rígidas.
q Pezzer.
q Malecot.
▷ De dos vías: como las de Foley y las de silicona.
▷ De tres vías: como las de Foley.
– Según el calibre.
– Según la punta de la sonda:
▷ De punta roma.
▷ De punta olivar.
▷ De punta en pico de flauta.
– Según la dureza:
▷ Rígidas.
▷ Semirrígidas.
▷ Blandas.
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Servicio Andaluz de Salud
(SAS)
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Temario específico
Vol. 2
Tema
Atención y cuidados del
paciente en las necesidades de
Servicio Andaluz de Salud (SAS)
movilización. Movilidad e
inmovilidad física, factores
que afectan la movilidad.
Técnicas de ayuda a la
deambulación. Movilizaciones
del sistema músculo-esquelético.
Auxiliares de Enfermería
Posiciones corporales.
Procedimientos de traslado del
paciente. Riesgo de caídas,
medidas preventivas. Uso
correcto dispositivos de ayuda
Sergio Hidalgo
Diplomado Universitario en Fisioterapia
Técnico Superior en Dietética
Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
Índice esquemático
1. Movilidad e inmovilidad física, factores que afectan la movilidad
2. Ayuda a la deambulación
2.1. Instrumentos de ayuda a la deambulación
2.2. Procedimientos y técnicas a seguir
3. Movilizaciones del sistema músculo-esquelético
3.1. Arcos de movilidad
4. Posiciones corporales
4.1. Decúbito supino o dorsal
4.2. Decubito prono
4.3. Decúbito Lateral
4.4. Sims o semiprona
4.5. Fowler
4.6. Trendelenburg
4.7. Antitrendelenburg o Morestín
4.8. Rose
4.9. Ginecológica o de litotomía
4.10. Genupectoral o mahometana
5. Cambio postural en paciente encamado
5.1. Procedimiento para colocar al paciente en decúbito lateral
5.2. Procedimiento para colocar al paciente en decúbito prono
6. Procedimientos de traslado del paciente
6.1. Traslado de la cama al sillón
6.2. Traslado de la cama a la camilla
7. Riesgo de caídas, medidas preventivas
7.1. Caídas y factores
7.2. Como actuar antes una caída
7.3. Prevención
8. Uso correcto de dispositivos de ayuda
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Tema 21. Atención y cuidados del paciente en las necesidades de movilización
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
c) Escala de Tinetti. Detección del riesgo de caídas a un año vista. Realiza un ras-
treo previo realizando la pregunta ¿teme usted caerse?
d) Escala heteroadministrada. Se cumplimenta entre 8 y 10 minutos. El evalua-
dor debe revisar el cuestionario previamente a la administración. Caminando
el administrador, alrededor del anciano, se le solicita que responda a las pre-
guntas de la subescala de marcha. Para contestar la subescala de equilibrio el
entrevistador permanece de pie junto al anciano (enfrente y a la derecha). La
puntuación se totaliza cuando el paciente se encuentra sentado.
Para llevar a cabo estas actividades de cuidado deberá tener en cuenta una serie
de factores:
– La función muscular o esquelética del paciente: la función muscular permite la
contracción del músculo según el movimiento, y la esquelética es la capacidad
funcional de los huesos para soportar el cuerpo y posibilitar el movimiento.
– Nivel del dolor: la intensidad del dolor referido o manifestado.
– Cuidados personales: actividades instrumentales de la vida diaria, como las
actividades del hogar.
– Control del peso: acciones para conseguir o mantener peso óptimo para su
salud.
2. AYUDA A LA DEAMBULACIÓN
La deambulación o marcha es la forma en la que el paciente camina. Lo normal
es hacerlo en forma activa, con control de los movimientos, en los que se nota coor-
dinación y armonía. La persona se desplaza de acuerdo a su voluntad, siguiendo las
trayectorias que decida. Es normal que presente algún grado de braceo, que no se
desvíe en forma involuntaria del trayecto que desea seguir, que el punto de gravedad
del cuerpo esté centrado sobre su base de sustentación o ligeramente adelante, que los
pasos sean de un tamaño parecido, etc. Esta forma de deambular se altera en distintas
enfermedades. (Manual de Semiologia, 2007).
Los trastornos de la marcha en general se deben al dolor, problemas de articulacio-
nes, debilidad muscular o falta de control del movimiento.
Movimientos pasivos son los que el paciente realiza con ayuda de otra
persona.
Las ayudas a la deambulación son el conjunto de medidas encaminadas a
favorecer el desplazamiento del enfermo, ayudándose de un elemento de apoyo, como
pueden ser muletas, bastones o andadores.
Estos instrumentos son dispositivos que proporcionan un apoyo adicional del
cuerpo al suelo durante el desarrollo de la marcha.
Con esto se pretende que el paciente amplíe su base de sustentación, facilitarle su
desplazamiento, aportarle estabilidad, disminuir una cantidad de peso en ciertas articu-
laciones o aminorarle el dolor por la carga de peso o la lesión de una extremidad inferior.
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Tema 21. Atención y cuidados del paciente en las necesidades de movilización
A) Andadores
Paciente erguido o en decúbito supino. Colocar
el andador delante y al lado del paciente. Los pies
de apoyo del andador deben reposar sobre el suelo
o estar parejos con las suelas de los zapatos del pa-
ciente, que ha de situarse mirando hacia delante, a
15 cms. de distancia el uno del otro.
Con las caderas y las rodillas rectas procuran-
do que las punteras de los pies no se desvíen hacia
adentro o hacia fuera. Por último se debe ajustar la
altura, de forma que la empuñadura del andador
quede a nivel del pliegue cubital de la muñeca.
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
A) Activas
Son aquellas movilizaciones que puede llevar a cabo el paciente por sí mismo, aun-
que debe estar supervisado por un profesional. Consta de movimientos musculares y
articulares de la zona del cuerpo que interese ejercitar.
El auxiliar de enfermería estimulará al paciente encamado, para que mueva los
brazos y las piernas.
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Tema 21. Atención y cuidados del paciente en las necesidades de movilización
B) Activas-asistidas
Es realizado por el mismo paciente con sus propias fuerzas, de forma voluntaria o
automática refleja, corregidos o ayudados por el terapeuta, o bien mediante sistemas
instrumentados. Con el objetivo de mantener o recuperar el trofismo muscular y el
balance articular y evitar rigideces articulares.
C) Activas-resistidas
El paciente realiza una movilización activa contra resistencia externa que se opone
al movimiento. Ellas imponen la participación voluntaria del paciente y descansan en
el trabajo muscular. El objetivo principal será el de recuperar o mantener la función
muscular y facilitar los movimientos articulares, integrándolos en el esquema corpo-
ral, evitando la atrofia muscular.
D) Pasivas
Son aquellas movilizaciones realizadas por el terapeuta sobre el paciente. Este tipo
de movilidad suele ser usada en pacientes que tienen parálisis o algún tipo de aneste-
sia, es decir pacientes que no pueden hacer esfuerzo físico.
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
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Tema 21. Atención y cuidados del paciente en las necesidades de movilización
4. POSICIONES CORPORALES
Las posiciones corporales nos ayudan a la exploración del paciente, su tratamien-
to, la realización de diversas técnicas y pruebas diagnósticas, la prevención de lesiones
y su comodidad cuando está encamado.
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
Decúbito prono
Decúbito lateral
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Tema 21. Atención y cuidados del paciente en las necesidades de movilización
Sims o semiprona
4.5. Fowler
El paciente permanece semisentado, con las rodillas ligeramente flexionadas. El
respaldo de la cama, forma un ángulo de 45º. La posición de Fowler alta es aquella en
la que la cabecera de la cama esta elevada 90º respecto de los pies, y la de semi-Fowler
aquella en la que la elevación es de 30º.
Se emplea en paciente con problemas cardiacos o respiratorios para facilitar acti-
vidades como comer o leer.
Ésta es también la posición anatómica correcta en el procedimiento de co-
locación de una sonda nasogástrica en un paciente consciente y colaborador.
Las almohadas deberán colocarse de la siguiente manera:
a) Detrás del cuello y los hombros
b) Detrás de la zona lumbar.
c) Bajo antebrazos y las manos, para evitar la tensión en los hombros y sujetar los
brazos y manos, si el paciente no los utiliza.
d) Debajo y a los lados de la parte superior de los muslos.
e) Bajo el tercio inferior de los muslos, bajo los tobillos, para elevar talones.
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
Fowler
4.6. Trendelenburg
El paciente permanece tumbado, en decúbito supino, sobre la cama o cami-
lla, en un plano oblicuo de 45º respecto al suelo, con la cabeza más baja que los
pies.
Se emplea para el tratamiento quirúrgico de los órganos pelvianos, como paso
previo para recolocar al paciente, y ante lipotimias y otras situaciones que requieran
un buen aporte sanguíneo cerebral.
Trendelenburg
AnƟtrendelenburg o Moresơn
40 © Ediciones Rodio
Tema 21. Atención y cuidados del paciente en las necesidades de movilización
4.8. Roser
El paciente está tumbado sobre el dorso de su cuerpo, con la cabeza colgando y sus
hombros coinciden con el extremo superior de la superficie de apoyo. Los brazos se
mantienen extendidos a lo largo del cuerpo.
Puede emplearse en exploraciones, en intervenciones quirúrgicas y en algunas ac-
tividades de enfermería, como el lavado de pelo del paciente encamado.
Roser
Ginecológica o de litotomia
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
4.13. Bipedestación
Paciente en posición vertical sobre los pies. Postura indicada para pruebas radio-
lógicas.
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Tema 21. Atención y cuidados del paciente en las necesidades de movilización
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
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Tema 21. Atención y cuidados del paciente en las necesidades de movilización
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
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Tema 21. Atención y cuidados del paciente en las necesidades de movilización
7.3. Prevención
Antes de enumerar los pasos para realizar una buena prevención, deberemos
asegurarnos de que, en la medida de lo posible, los lugares donde se encuentran los
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
pacientes reciban la suficiente luz natural y estén provistos de la luz artificial adecua-
da para proteger la seguridad y la salud de los trabajadores. También deberemos ase-
gurarnos de que, en el suelo, no existen obstáculos, desniveles o aberturas peligrosas
y, en el caso de que los haya, colocar señales de seguridad.
A continuación, describiremos los pasos, a seguir para la prevención de riesgos:
– Identificar los problemas y planificación: Es preciso identificar las zonas claves
de riesgo de resbalones, tropiezos y caídas.
– Organización: Deben establecer con claridad las responsabilidades, para ga-
rantizar la seguridad y la salud en las distintas zonas.
– Control: Comprobar, durante los procesos, todas las actividades, y asegurarse
de que se realizan de forma adecuada las actividades de limpieza y manteni-
miento.
– Supervisión y revisión: Se requiere una revisión periódica.
A) Grúas
Permiten mover pesos muertos de forma segura y son fáciles de manejar. Se com-
pone de un arnés con bandas que pasan por debajo de las piernas, donde se entrecru-
zan y enganchan en los puntos correspondientes; la banda de la pierna izquierda en el
gancho derecho y la derecha en el gancho izquierdo.
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Tema 21. Atención y cuidados del paciente en las necesidades de movilización
B) Andadores
Proveen mayor soporte y mejor equilibrio. Utilizan 4 puntos de apoyo y se colo-
can delante del paciente, a unos 15 centímetros. El andador puede ser fijo o de altura
regulable y la empuñadura debe quedar a la altura de los trocánteres mayores. En
andadores con apoyo del antebrazo la altura correcta será la distancia del antebrazo
al suelo con el codo flexionado a 90º. Los pies de apoyo del andador deben reposar
sobre el suelo y evitaremos que los pies del paciente vayan hacia dentro o hacia fuera.
Se indica en pacientes con debilidad de miembros inferiores, trastornos del equili-
brio, tras periodos prolongados de inmovilidad, con debilidad generalizada o en una
marcha inestable.
C) Bastones
Permiten una marcha autónoma y segura.
1. Bastón común o unipodal: la empuñadura del bastón estará a la altura del tro-
cánter mayor del paciente. El bastón quedará paralelo a la pierna a unos 15 o
20 centímetros hacia un lado y 15 centímetros por delante del pie más cercano.
El codo quedará en ligera flexión, en torno a los 15 o 25º.
La mirada del paciente será hacia delante. El bastón y la extremidad que nece-
sita soporte avanzan simultáneamente.
Marcha con un bastón:
El bastón será colocado en el lado contrario a la pierna afectada. La marcha
se realizará paso por paso, primero avanzamos la muleta o el bastón, después
avanzamos la pierna afectada y de este modo la pierna en buen estado soporta
el peso del cuerpo y por último avanzamos la pierna sana.
2. Muletas o bastón doble: Nos colocaremos en el lado afecto del paciente, lige-
ramente por detrás. Los bastones se usarán de forma contralateral al miembro
afecto. La carga se repartirá entre la pierna y el bastón, evitando sobrecargar
tanto el miembro inferior sano como el dañado.
Marcha con dos muletas
Una vez puesto en pie con las dos muletas, para comenzar la marcha, adelan-
tamos las dos muletas posicionándonos de manera firme en el suelo, y descar-
gamos el peso en ellas para liberar la carga en las piernas. Después avanzamos
la pierna afectada, para que la pierna en buen estado soporte el peso y, por
último, avanzamos esta.
D) Sillas de ruedas
Permite el transporte del paciente en sedestación. Si el paciente tuviera que usar
esta ayuda de forma permanente se tendrá que adaptar a la utilización de la misma.
© Ediciones Rodio 49
Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
E) Barandillas
Evitan que el paciente caiga de la cama, otorgándole seguridad y puede ser una
ayuda para incorporarse en la cama o hacer determinados cambios posturales.
F) Tabla de transferencias
Son útiles para mover al paciente de una camilla a una cama, de la cama a una silla
de ruedas o de una silla de ruedas a un automóvil.
Algunas de estas tablas llevan rodillos o funda de tela o de vinilo para reducir la
fricción al realizar la transferencia y prevenir pellizcos. Para este mismo fin, se reco-
mienda usar una sábana entre el paciente y la tabla.
Para realizar la transferencia de la cama a la silla de ruedas:
– Colocar la silla de ruedas próxima a la cama y en un ángulo de 30º.
– Bloquear los frenos de la silla y quitaremos los estribos y el reposabrazos del
lado más cercano al paciente.
– Ayudar al paciente a inclinarse y, cuidadosamente, deslizar un extremo de la
tabla de transferencia debajo del muslo que está más cerca de la silla de ruedas.
Mientras se hace esto, apuntar el extremo de la tabla hacia abajo en la cama,
para no pellizcar la piel del paciente.
– Coloca el otro extremo de la tabla horizontal sobre el asiento de la silla de
ruedas, apuntando hacia la esquina del asiento trasero más alejado de la cama.
– Realizar con el paciente varios movimientos rápidos y cortos sobre la tabla. Si
la misma está a la izquierda del paciente, hacerle inclinar la parte superior del
cuerpo ligeramente hacia la derecha antes de cada movimiento. El paciente
puede colocar sus manos sobre la cama y descansar un poco de su peso sobre
sus manos, para que sea más fácil moverse en el tablero.
– Asegurarse de que el paciente no se caiga mientras se mueve a través de la tabla
en varios movimientos pequeños, hasta que esté sentado en la silla de ruedas.
– Retirar la tabla y colocar de nuevo reposabrazos y estribos.
H) Agarraderas
Se colocan en paredes y puertas, evitan resbalones y caídas. Su principal función es
la sujeción del paciente en ellas, sirven para pacientes que tienen todavía cierto grado
de autonomía.
50 © Ediciones Rodio
Tema 21. Atención y cuidados del paciente en las necesidades de movilización
ANEXO
La cabeza está formada por huesos planos, que van a ser el frontal, el parie-
tal (hueso doble), y el occipital.
II Cuneiforme
© Ediciones Rodio 51
Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
Cuello
Occipital
Esternocleidomastoideo
Trapecio
Brazo Hombro Deltoide
Tríceps braquial Infraespinoso
Braquial Redondo mayor
Antebrazo Romboide mayor
Braquiorradial Dorsal ancho
Extensor cubital del carpo Cadera
Cubital Glúteo medio
posterior Glúteo mayor
Extensor
digitorum
Muslo
Aductor mayor
Pierna
Bíceps femoral
Gastrocnemio Semitendinoso
Semimembranoso
Sóleo
Peroneo lateral largo
Tendón de Aquiles
Facial Facial
Frontal
Temporal
Orbicularis oculi
Maseter
Cigomático
Hombro Platisma Orbicularis oris
Trapecio Esternohioideo
Deltoide Esternocleidomastoideo
Brazo Pectoral menor Tórax
Tríceps braquial Pectoral mayor Serrato anterior
Bíceps braquial
Braquial Intercostales
Antebrazo Recto mayor Abdomen
Pronador redondo Oblicuo externo
Braquioradial Oblicuo interno
Palmar mayor Transverso
Pelvis-muslo Palmar menor Muslo
Iliopsoas Tensor de la fascia lata
Pectíneo Sartorio
Aductor largo
Muslo Grácil
Recto femoral
Vasto lateral
Vasto medio
Pierna
Pierna
Peroneo largo Gastocnemio
Extensor largo de los dedos Sóleo
Tibial anterior
52 © Ediciones Rodio
Servicio Andaluz de Salud
(SAS)
22
Temario específico
Vol. 2
Tema
Reanimación Cardiopulmonar Básica,
Soporte Vital Básico.
Servicio Andaluz de Salud (SAS)
Índice esquemático
1. Generalidades
2. Definiciones
2.1. Concepto de paro respiratorio
2.2. Concepto de paro cardíaco
2.3. Concepto de paro cardiorrespiratorio (PCR)
2.4. Concepto de resucitación cardiopulmonar (RCP)
2.5. Soporte vital
2.6. La Cadena de Supervivencia
2.7. DEA (Desfibrilador Externo Automático)
54 © Ediciones Rodio
Tema 22. Reanimación Cardiopulmonar Básica, Soporte Vital Básico
1. GENERALIDADES
La causa más frecuente de paro cardiorrespiratorio (PCR) en el adulto es la car-
diopatía isquémica. En Europa, la principal causa de muerte súbita es de origen car-
diaco, lo cual sucede en la vía pública, en el trabajo, en el domicilio, es decir, fuera de
las instituciones sanitarias. Las posibilidades de sobrevivencia son mayores cuando
el evento ha sido presenciado y cuando los pasos de la Cadena de Supervivencia se
realizan de forma correcta. De ahí que el conocimiento de estos pasos y de la Reani-
mación Cardiopulmonar (RCP) y su adecuada ejecución aumentan las posibilidades
de supervivencia.
Antes de iniciar con la descripción de las distintas maniobras de reanimación,
debemos explicar ciertos conceptos.
2. DEFINICIONES
2.1. Concepto de paro respiratorio
Significa el cese de la respiración funcional de forma espontánea, lo cual provoca
la pérdida del nivel de conciencia de manera progresiva y, como consecuencia, la pa-
rada cardiorrespiratoria (PCR) en menos de 5 minutos.
Es una interrupción brusca, inesperada y potencialmente reversible de la
respiración y circulación espontánea.
Causas:
a) Obstrucción de la vía aérea.
b) Intoxicaciones.
c) Traumatismos torácicos y craneales.
d) Accidentes cerebrovasculares (ACV).
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
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Tema 22. Reanimación Cardiopulmonar Básica, Soporte Vital Básico
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
b) Si, por el contrario, después de una RCP exitosa acuden los profesionales sa-
nitarios especializados, los cuidados postreanimación consistirán en la apli-
cación de técnicas avanzadas para mejorar la recuperación de los pacientes
(soporte vital avanzado). Para que sea efectivo debería iniciarse antes de los
primeros 8 minutos de iniciada la parada cardiorrespiratoria.
Cadena de supervivencia
58 © Ediciones Rodio
Tema 22. Reanimación Cardiopulmonar Básica, Soporte Vital Básico
dad aumenta alrededor del 10%. Pero si se inician las maniobras de RCP, este porcen-
taje disminuye. Por ello, la sobrevivencia de la víctima puede duplicarse o triplicarse
cuando se realizar una RCP precoz.
El objetivo de la desfribilación es que la actividad eléctrica cardiaca se restaure y,
por consiguiente, la circulación espontánea.
Debido a que las paradas cardiorrespiratorias suceden fuera del ámbito hospitala-
rio, se han colocado DEAs en distintos lugares donde, por estadística, suelen ocurrir,
tal es el caso de los aeropuertos, centros comerciales, etc. Estos aparatos son fáciles de
usar, las instrucciones, dadas por mensajes de voz, son muy claras y sencillas.
También se cuenta con el DESA, que es un desfibrilador externo semiautomático.
DEA 1, 2 y 3
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
En los niños de 8 años en adelante, se puede usar el DEA estándar, pero en los
niños de 1 a 8 años se deben utilizar parches pediátricos o un modo pediátrico. No
obstante, si no se cuenta con ellos, usar el DEA del que se disponga. Si el fabricante del
DEA ha puesto en la etiqueta que puede ser utilizado en niños menores, podrá usarse
como lo indiquen las instrucciones.
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Tema 22. Reanimación Cardiopulmonar Básica, Soporte Vital Básico
– Guantes.
– Maquinilla de afeitar.
– Mascarilla facial.
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
– La cabeza debe inclinarse hacia atrás para mantener la vía aérea libre. Incluso,
puede colocar la mano de la víctima por debajo de la mejilla.
– Vigile la respiración de forma regular.
La posición correcta en que debemos colocar a un paciente inconsciente que
necesite cuidados de reanimación cardiopulmonar es en decúbito supino con la
cabeza en hiperextensión.
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Tema 22. Reanimación Cardiopulmonar Básica, Soporte Vital Básico
Algoritmo
SI ESTÁ CONSCIENTE
En este caso:
– Dejamos a la persona como está, sin moverla. Si hubiese algún peligro para la
víctima, tendríamos que alejarla del lugar.
– Investigar qué le ha pasado, y si fuera necesario pedir ayuda.
– Estar reevaluando a la víctima de manera frecuente.
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
SI ESTÁ INCONSCIENTE…
5. Comprobar la respiración
Mientras mantiene abierta la vía aérea, debe VER, OIR y SENTIR en no más de
10 segundos.
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Tema 22. Reanimación Cardiopulmonar Básica, Soporte Vital Básico
6. Llamar al 112
a) Si respira:
▷ Llamar al 112.
▷ Colocar al paciente en posición lateral de seguridad o de recuperación, de
preferencia sobre el lado izquierdo, sin presionar el tórax, y que la vía aérea
esté accesible para poder estar revalorando la respiración. Siempre hay que
tener en consideración que puede haber lesión de la columna.
▷ Vigilar la respiración de la víctima.
b) Si no respira y está solo:
▷ Llamar al 112 y pedir una ambulancia. Si es necesario, tendrá que dejar a la
víctima para llamar.
▷ Busque un DEA (desfibrilador externo automático).
▷ Si hay DEA, aplíquelo.
▷ Si no hay DEA, comience con la RCP.
Si no está solo, hay alguien con usted:
▷ Pídale a la otra persona que llame al 112 (dé su nombre, el lugar donde está,
y decir que la víctima está en parada cardíaca).
▷ Luego dígale que consiga de inmediato un DEA.
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
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Tema 22. Reanimación Cardiopulmonar Básica, Soporte Vital Básico
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
¿NO RESPONDE?
Llame al 112
30 compresiones torácicas
2 ventilaciones de rescate
30 compresiones
SI HAY DEA
1. Póngalo en funcionamiento.
– Cuando abre el aparato, puede activarse de inmediato. Si no se activa de inme-
diato, es que hay que oprimir el botón ON.
– Enseguida quítele la ropa del pecho a la víctima
2. Tome los parches.
– Dentro de los envoltorios se encuentran los parches, sáquelos.
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Tema 22. Reanimación Cardiopulmonar Básica, Soporte Vital Básico
– La forma en que se debe colocar los parches sobre el pecho de la víctima viene
descrito en los envoltorios o en los mismos parches.
3. Colocar el primer parche.
Este parche debe ir por debajo de la axila izquierda.
4. Colocar el segundo parche.
El segundo parche debe colocarse por debajo de la clavícula derecha a un lado del
esternón (paraesternal).
5. No tocar a la víctima.
Una vez que se han colocado los parches, nadie debe tocar a la víctima mientras
que el DEA realiza el análisis del ritmo cardíaco.
6. Seguir las instrucciones del DEA.
Cuando el análisis ha finalizado, el DEA puede dar dos instrucciones:
a) ADMINISTRAR LA DESCARGA:
▷ Indique que NADIE toque a la víctima y verifíquelo luego.
▷ Apretar el botón de descarga.
b) COMENZAR LA RCP.
▷ Si el DEA lo indica, debe iniciar con la RCP inmediatamente comenzando
por las compresiones torácicas, y luego con las respiraciones de rescate.
Si la víctima se despierta, se moviera, abriera los ojos o comenzara a respirar con
normalidad, DETENGA LA RCP. No retire aún los parches. Déjelos. Si la víctima res-
pira con normalidad, pero sigue inconsciente, colóquelo en posición de recuperación,
y vigile la respiración.
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
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Tema 22. Reanimación Cardiopulmonar Básica, Soporte Vital Básico
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Tema 22. Reanimación Cardiopulmonar Básica, Soporte Vital Básico
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
Pasos
– Identificar que el paciente consciente no puede respirar bien, no puede hablar,
no puede emitir sonidos claros.
– Inclinar hacia delante el tronco del paciente, mientras se apoya el pecho sobre
su antebrazo y con la mano se le sujeta la mandíbula. Enseguida dar 5 golpes
enérgicos con la palma de la mano sobre la espalda, en la zona interescapular.
Hacer 5 intentos.
– Si después de 5 intentos no se ha logrado liberar la vía aérea, hay que co-
locarse por detrás del paciente, y abrazarlo por debajo de sus brazos. Una
mano se cierra en puño colocando el dedo pulgar por dentro de la mano.
Esta mano se coloca entre el ombligo y la última porción del esternón
(apéndice xifoides). Con la otra mano sujete la muñeca y comprima con
fuerza hacia arriba 5 veces. (Maniobra de Heimlich).
– Si persiste la obstrucción, alternar los cinco golpes en la espalda con las cinco
compresiones abdominales, hasta que el paciente pueda expulsar el cuerpo ex-
traño o hasta que el paciente quede inconsciente. En caso de que no se resuelva
la obstrucción y el paciente pierda el conocimiento, realizar RCP 30:2.
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Tema 22. Reanimación Cardiopulmonar Básica, Soporte Vital Básico
Valore la gravedad
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
b) Inconsciente
▷ Iniciar maniobras de RCP, y eliminar la obstrucción de la vía aérea que sea
evidente, y evitar hacer barridos con los dedos a ciegas antes de realizar las
ventilaciones.
▷ Hacer reanimación durante 1 minuto antes de salir a buscar ayuda.
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Tema 22. Reanimación Cardiopulmonar Básica, Soporte Vital Básico
Evaluar la gravedad
Tos inefectiva Tos efectiva
Incosciente Consciente Animar a seguir
Abrir la vía aérea 5 golpes en la espalda tosiendo, comprobar
5 ventilaciones 5 compresiones (en el pecho en lactantes) continuamente que no
Iniciar RCP (abdominales en niños mayores de 1 año) se deteriora hacia tos
inefectiva o hasta resol-
ver la obstrucción
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
Resumen
– Los operadores de los teléfonos de emergencias deben ser entrenados para in-
terrogar a las personas que llaman. Esta información debería centrarse en el
reconocimiento de la ausencia de respuesta y la calidad de la respiración. Se
enfatiza la importancia de las boqueadas o “gasping” como signo de parada
cardíaca.
– Todos los reanimadores, entrenados o no, deberían proporcionar compre-
siones torácicas a las víctimas de parada cardíaca. Hacer especial énfasis en
aplicar compresiones torácicas hasta una profundidad de, al menos, 5 cm y
a una frecuencia de, al menos, 100 compresiones/min, permitir el retroceso
completo del tórax, y reducir al máximo las interrupciones de las compresio-
nes torácicas. Los reanimadores entrenados deberían también proporcionar
ventilaciones con una relación compresiones-ventilaciones (CV) de 30:2. Para
los reanimadores no entrenados, se fomenta la RCP con sólo compresiones-to-
rácicas guiadas por teléfono.
– Los dispositivos con mensajes interactivos durante la RCP permitirán a los
reanimadores una retroalimentación inmediata, y se anima a su utilización.
– Se destaca la importancia de la realización temprana de compresiones torácicas
sin interrupciones. Mucho mayor énfasis en minimizar la duración de las pau-
sas antes y después de los descargas; se recomienda continuar las compresiones
torácicas durante la carga del desfibrilador.
– Se destaca también la reanudación inmediata de las compresiones torácicas
tras la desfibrilación; junto con la continuación de las compresiones durante la
carga del desfibrilador, la descarga de la desfibrilación se debería conseguir con
una interrupción de las compresiones de no más de 5 segundos.
– La seguridad del reanimador sigue siendo fundamental. Se reconoce que el
riesgo de daño de un desfibrilador es muy pequeño, sobre todo si el reanima-
dor utiliza guantes. La atención se centra ahora en una rápida comprobación
de seguridad para minimizar la pausa pre-descarga.
– Cuando se trata de una parada cardiaca fuera del hospital, el personal de los
servicios de emergencias médicas (SEM) debería proporcionar RCP de cali-
dad, mientras se dispone de un desfibrilador, se coloca y se carga, pero ya no
se recomienda la realización de forma rutinaria de un período previo de RCP
(por ejemplo, dos o tres minutos) antes del análisis del ritmo cardiaco y la des-
carga. Para algunos SEM que ya han implementado completamente un perío-
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Tema 22. Reanimación Cardiopulmonar Básica, Soporte Vital Básico
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
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Tema 22. Reanimación Cardiopulmonar Básica, Soporte Vital Básico
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Servicio Andaluz de Salud
(SAS)
23
Temario específico
Vol. 2
Tema
Medicamentos. Tipos de
medicamentos, vías de
Servicio Andaluz de Salud (SAS)
administración, precauciones
previas, durante y tras la
administración. Conservación
y almacenaje de los
medicamentos. Vacunas
Auxiliares de Enfermería
Índice esquemático
1. Introducción
2. Definición de medicamento
2.1. Tipos de medicamentos
6. Vacunas
6.1. Tipos de vacunas
6.2. Calendario de vacunación
6.3. Inmunidad
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Tema 23. Medicamentos
1. INTRODUCCIÓN
En este tema se aborda la descripción de los medicamentos, haciendo una especial
mención a los fármacos administrados por la vía oral y por la vía rectal, y a los pro-
tocolos de actuación. Se desarrolla todos los puntos a tener en cuenta en relación a la
administración, conservación y almacenamiento de los fármacos.
Se proporciona una información actualizada sobre la farmacoterapia dirigida al
Auxiliar de enfermería/TCAE, para apoyar y orientar las intervenciones en el uso y
manejo de los medicamentos.
La auxiliar de enfermería/TCAE colabora en la administración de medicamentos
por vía oral y rectal, así mismo aplica enemas de limpieza, salvo en casos de pacientes
críticos. Por ello, el profesional tiene que formarse en este tema y ser responsable, a
la hora de administrar los medicamentos. Con el fin de evitar al máximo cualquier
error, se utiliza siempre la regla de los cinco correctos: usuario correcto, medicamento
correcto, dosis correcta, hora correcta y vía correcta.
2. DEFINICIÓN DE MEDICAMENTO
Sustancia o fármaco que, integrada en una formula farmacéutica, y administrada
interior o exteriormente a un organismo, tiene propiedades para diagnosticar, preve-
nir, tratar, curar o aliviar una enfermedad, síntomas o signos patológicos.
Un fármaco tiene varios nombres:
– Marca registrada: es el nombre comercial, el nombre con el que se vende (As-
pirina).
– Nombre químico: denominación química del nombre del fármaco, o principio
activo (Ácido acetilsalicílico).
2.1.1. Analgésicos
Son aquellos medicamentos que tienen como fin aliviar o eliminar el dolor.
Se dividen en:
– Alivio del dolor de intensidad alta: se usan los opiódides, en el dolor agudo o
crónico de cualquier origen. Entre los más utilizados se encuentra la codeína,
tramadol y morfina.
– Alivio del dolor de intensidad moderada a leve: entre los más utilizados se en-
cuentra el paracetamol que también tiene un efecto antitérmico o antipirético.
© Ediciones Rodio 85
Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
2.1.2. Antibiinfecciosos
Son aquellos medicamentos que tienen como fin prevenir o eliminar los microor-
ganismos.
Dentro de este grupo se encuentran:
– Antisépticos: son aquellos compuestos medicinales, productos químicos, usa-
dos para desinfectar, piel, heridas y cavidades del organismo, es decir, para
eliminar los virus, bacterias u hongos presentes en piel y mucosa.
Entre los antisépticos más conocidos están el alcohol, agua oxigenada, povido-
na iodada y clorhexidina.
– Antibacterianos: utilizados para combatir y eliminar las infecciones produci-
das por bacterias.
– Antivíricos: utilizados para combatir y eliminar las infecciones producidas
por virus.
– Antimicóticos o antifúngicos: utilizados para combatir y eliminar las infec-
ciones producidas por hongos.
2.1.3. Antiinflamatorios
Son aquellos medicamentos que tienen como fin disminuir o eliminar la inflamación.
Se distinguen dos clases dependiendo de si contienen o no esteroides.
– Antiinflamatorio no esteroideo (AINE): se usan para reducir la inflamación
de leve a moderada, calmar el dolor y bajar la fiebre. Entre los más utilizados se
encuentra el ibuprofeno o el naproxeno.
– Antiinflamatorio esteroideo: son los corticoides, tienen una acción antiinfla-
matoria muy potente.
2.1.4. Antihistamínicos
Son aquellos medicamentos que tienen como fin eliminar o disminuir los efectos
causados por la histamina, agente responsable de las reacciones alérgicas.
Algunos de los principios activos con efecto antihistamínico son la ebastina o la
fexofenadina.
Como efecto secundario más importante de los antihistamínicos está la somno-
lencia.
2.1.5. Anestésicos
Son aquellos medicamentos que tienen como fin provocar la insensibilización de
una o más partes del cuerpo. Se dividen en:
– Anestésicos generales: ejercen sus efectos en todo el cuerpo y provocan un
estado de inconsciencia en el paciente.
86 © Ediciones Rodio
Tema 23. Medicamentos
– Anestésicos locales: ejercen su acción sobre una parte del cuerpo, y no provo-
can estado de inconsciencia.
2.1.6. Antidepresivos
Son aquellos medicamentos que tienen como fin combatir los síntomas provo-
cados por una depresión. Normalmente se toman en forma de pastillas durante un
tiempo prolongado, pues no ejercen sus efectos de forma inmediata.
2.1.7. Ansiolíticos
Son aquellos medicamentos que tienen como fin disminuir o eliminar la ansiedad,
dentro de este grupo se encuentran las benzodiacepinas que tiene un carácter hipnó-
tico, es decir inducen al sueño.
Entre los mas utilizados se encuentra diazepam, lorazepam, alprazolam.
2.1.8. Diuréticos
Son aquellos medicamentos que tienen como fin favorecer la diuresis.
Entre los más utilizados se encuentran la furosemida y espironolactona. Se utili-
zan para disminuir los edemas en patologías cardiacas y renales.
2.1.9. Laxantes
Son aquellos medicamentos que tienen como fin favorecer el tránsito intestinal,
tratar el estreñimiento y facilitar la defecación.
2.1.10. Antidiabéticos
Son aquellos medicamentos que tienen como fin disminuir y regular los niveles de
glucosa en sangre.
Dentro de este grupo se encuentran:
– Insulinas: la insulina en condiciones normales, es producida por el organismo
en las células del páncreas. Cuando la función del páncreas falla, se sustituye
por insulinas sintéticas como:
▷ De efecto rápido, insulina Lispro comienzo de acción de 5 a 15 minutos.
▷ De efecto corto, insulina Regular comienzo de acción en 30 minutos.
▷ De efecto intermitente, insulina Lenta comienzo de acción de 1 a 3 horas.
▷ De efecto prolongado, insulina Ultralenta, comienzo de acción de 4 a 6 horas.
– Antidiabéticos orales:
▷ Dentro de este grupo de medicamentos el más conocido es la metformina.
© Ediciones Rodio 87
Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
3.1.1.1. Oral
Consiste en la introducción de medicamentos por la boca, no suelen ser absorbi-
dos a nivel del estómago, generalmente se absorbe a nivel del intestino delgado, donde
existe gran irrigación.
Es una vía muy utilizada por su comodidad, y en la gran mayoría de las veces el
paciente puede tomarlo por sí solo. Es una vía muy segura y económica.
Los medicamentos son absorbidos de una forma lenta, por ello, su eficacia es re-
lativa y existen varios factores que influyen en su absorción, el ph del estómago y la
presencia de alimentos.
Estos medicamentos suelen presentarse de la siguiente forma:
– Sólidas: comprimidos, cápsulas, drogas, etc.
– Líquidas: soluciones, suspensiones, jarabes, etc.
A) Procedimiento de administración de medicamento por vía oral
– Higiene de las manos y colocar guantes.
– Preparación del material: vaso con agua, batea y medicamento prescrito.
– Emplear la técnica de los cinco correctos: usuario correcto, medicamento co-
rrecto, dosis correcta, hora correcta y vía correcta.
– Informar al paciente en todo momento de los pasos a seguir, y explicarle la
importancia de tomarse correctamente el medicamento prescrito.
– Acomodar al paciente en Posición de Fowler o Semi-Fowler (semisentado),
siempre que no esté contraindicada.
– Valorar, en todos los casos, antes de la administración del medicamento, la
capacidad de deglución del paciente.
– Facilitar al paciente el medicamento junto con agua u otro líquido para ayudar
su llegada al estómago.
– Informar al paciente y familiar del nombre del medicamento y la dosis admi-
nistrada.
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Tema 23. Medicamentos
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
3.1.1.2. Sublingual
Es una vía rápida de absorción, el efecto es más rápido que por vía oral, por la gran
vascularización que presenta esta zona.
Se coloca el comprimido debajo de la lengua hasta su completa degradación, se
debe informar al paciente que no debe fumar ni beber líquidos, así como no tragar ni
masticar el comprimido.
3.1.1.3. Rectal
Consiste en la introducción del medicamento a través del ano, hacia el interior del
recto. Se utiliza esta vía cuando existen circunstancias que impiden la vía oral como,
por ejemplo, en el caso de existir vómitos. Es una vía muy utilizada en pediatría. Den-
tro de esta vía se incluyen los supositorios y los enemas.
A) Enemas
Un enema es la introducción por el ano de un líquido destinado al intestino grueso.
Los enemas siempre se deben administrar bajo prescripción médica, y bajo la su-
pervisión de la enfermera.
Nunca se debe de administrar un enema en pacientes que hayan sufrido un trau-
matismo abdominal o intestinal, en pacientes con obstrucción intestinal, apendicitis,
peritonitis y tras intervención quirúrgica reciente.
Si durante la técnica de administración el paciente manifiesta dolor, se debe dete-
ner el procedimiento e informar a la enfermera.
Pueden ser de diversos tipos:
– Enema de limpieza o evacuador. Se administran para favorecer la eliminación
de las heces en caso de estreñimiento, para limpieza, ya sea para una prueba
diagnóstica como una endoscopia, o antes de una intervención quirúrgica.
Existen varios tipos de enemas de limpieza:
▷ Salinos: compuesto de agua templada y sal común.
90 © Ediciones Rodio
Tema 23. Medicamentos
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Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
92 © Ediciones Rodio
Tema 23. Medicamentos
3.1.3.1. Cutánea
Es la aplicación de un medicamento directamente sobre la superficie de la piel,
incluye los medicamentos dermatológicos, como lociones, pastas, ungüentos, cremas,
polvos y parches. Con esta vía, se puede conseguir un efecto local, o general como en
el caso de los parches.
3.1.3.2. Ocular
Es la aplicación de un medicamento sobre el surco conjuntival anterior (pomada),
en la cavidad conjuntival (colirios), con fines de tratamiento, diagnóstico y lubrica-
ción ocular, y de esta manera se logra la absorción del medicamento ejerciendo una
acción local.
3.1.3.3. Genito-vaginal
Es la aplicación de un medicamento en la mucosa genital o a través de la vagina en
forma de óvulo, gel, crema o pomada, comprimidos vaginales y dispositivos intraute-
rinos, para lograr la absorción del medicamento ejerciendo una acción local.
3.1.3.4. Nasal
Es la aplicación de un medicamento en forma de gotas o pomada a través de los
orificios nasales, y de esta manera se logra la absorción del medicamento ejerciendo
una acción local.
© Ediciones Rodio 93
Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
3.1.3.5. Ótica
Es la aplicación de un medicamento por instilación a través del conducto auditivo
externo, deben estar a temperatura corporal de 37 grados centígrados, ya que el tím-
pano es muy sensible al frío, y se debe de evitar administrar más de 3 gotas en cada
oído.
94 © Ediciones Rodio
Tema 23. Medicamentos
Se dividen en:
3.2.1. Extravascular
3.2.2. Intravascular
Entre las mas utilizada está la Intravenosa.
En esta vía no hay absorción, se deposita directamente el medicamento, en el in-
terior de una vena.
Se consigue una respuesta inmediata del fármaco.
La nutrición parenteral se administra a través de esta vía.
© Ediciones Rodio 95
Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
96 © Ediciones Rodio
Tema 23. Medicamentos
© Ediciones Rodio 97
Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
6. VACUNAS
6.1. Tipos de vacunas
6.1.1. Según el estado del Microorganismo
98 © Ediciones Rodio
Tema 23. Medicamentos
6.1.1.3. Toxoides
Los toxoides se obtienen a partir de las toxinas bacterianas producidas por Clos-
tridium tetani y del bacilo diftérico, causantes del tétanos y de la difteria, respectiva-
mente.
Vacunas toxoides: contra tétanos, difteria.
6.1.1.4. Acelulares
Consisten en una mezcla de componentes subcelulares purificados del patógeno
contra el que se quiere inmunizar.
Vacuna bacteriana: contra tosferina.
© Ediciones Rodio 99
Auxiliares de Enfermería. Temario específico. Volumen 2
6.3. Inmunidad
La inmunidad es la resistencia de los seres vivos ante la acción patógena que pro-
viene de microorganismos u otras sustancias extrañas. Existen distintas clases de in-
munidad:
– Inmunidad natural
También conocida con el nombre de innata.
Sirve en la defensa contra gérmenes del medio ambiente. Está formado por
barreras físicas como la piel, y células como los fagocitos.
– Inmunidad adquirida o adaptativa
Puede ser de dos tipos:
a) Natural.
1. Pasiva: transmitida de madre-hijo.
2. Activa: adquirida una vez pasada una infección.
b) Artificial.
1. Pasiva: adquirida a través de inmunoglobulinas.
2. Activa: adquirida a través de las vacunas.
24
Temario específico.
Vol. 2
Tema
Atención y cuidados de las úlceras por
presión: Concepto, factores de riesgo.
Servicio Andaluz de Salud (SAS)
Índice esquemático
1. Introducción
2. Concepto
3. Factores de riesgo
4. Localización
5. Etiología
6. Medidas de prevención
7. Movilización y cambios posturales
7.1. Movilizaciones
7.2. Cambios posturales
1. INTRODUCCIÓN
El problema más frecuente, de los pacientes encamados de larga duración, son las
úlceras por presión (UPP). En este tema, se aborda las medidas terapéuticas actuales
para su prevención. Se desarrolla el tema, ofreciendo una actualización de los cono-
cimientos y de la evidencia científica en la materia, sirviendo de apoyo para poner en
práctica los últimos avances en la prevención y tratamiento de la UPP.
Abordaremos los diferentes factores de riesgo, localización de las úlceras, etiolo-
gía, y sus distintas etapas, se hará una extensa descripción de las medidas de preven-
ción, cambios posturales y la movilización, que significa una mejora importante en
el uso, para evitar su presentación. Realizar una buena evaluación inicial del paciente
ayuda para detectar el riesgo de sufrir úlceras por presión, y es la primera etapa para
su prevención: descripción de la Escala de Nortom.
Los individuos encamados y que presentan una limitación del movimiento, son
los que presentan un aumento del riesgo de sufrir una úlcera por presión. Se incluye
dentro de este grupo las personas mayores, personas paralíticas, personas con enfer-
medades neurológicas degenerativas…
2. CONCEPTO
Una úlcera por presión es una lesión de origen isquémico, afecta dermis,
epidermis y capas profundas, debido a una compresión prolongada.
Una UPP puede aparecer en cualquier parte del cuerpo que no esté protegida por
músculos o tejido graso.
En decúbito supino, las partes corporales más expuestas son, principalmente, el
sacro, los talones y los codos, mientras que en decúbito lateral son el trocánter menor
del fémur y los tobillos.
3. FACTORES DE RIESGO
El factor causal principal es la presión, sin embargo la humedad, la fricción de la
piel y desgarro de los vasos capilares que la nutren contribuyen a aumentar el riesgo.
Los factores de riesgo que conducen a las úlceras por presión son:
Factores intrínsecos:
– Alteraciones en el estado de salud:
▷ Sistema inmunológico: carcinomas, infecciones.
▷ Estado de conciencia: desorientación, Alzheimer, demencias.
▷ Piel: heridas, anasarca, falta de elasticidad, sequedad de piel.
▷ Sistema circulatorio: úlceras varicosas, mala circulación.
▷ Nutricionales: diabetes, caquexia, obesidad, desnutrición, deshidratación.
4. LOCALIZACIÓN
Las UPP habitualmente, se desarrollan en los puntos de apoyo del cuerpo que
corresponden a las prominencias óseas. También nos podemos encontrar UPP en
pacientes portadores de sondas urológicas y nasogástricas, en el empleo prolongado
de mascarillas o gafas de oxígeno, bajo las férulas de inmovilización y prótesis.
De una forma general, se puede decir que, cualquier parte del cuerpo que sufra
una presión aumentada sobre ella, y ésta se prolongue en el tiempo, tiene un riesgo de
aparición de úlceras.
Por orden de frecuencia en su aparición, se encuentra: sacro, talón, maléolos ex-
ternos, glúteos, trocánteres, omóplatos, isquión, occipucio, codos, crestas ilíacas, ore-
jas, apófisis espinosas, cara interna y externa de rodillas, maléolos internos y bordes
laterales de los pies.
Según la posición del paciente la localización de las upp son:
– Decúbito supino o dorsal: la persona está tumbada sobre su espalda, con los
brazos y las piernas extendidas y próximas al cuerpo, sobre un plano paralelo
al suelo.
Las zonas de mayor riesgo son talones, sacro, codos, omoplatos, y zona occipital.
Decúbito dorsal
– Decúbito lateral: la persona está tumbada (en un plano paralelo al suelo) so-
bre un lado de su cuerpo. La cabeza debe mantenerse en el mismo plano del
cuerpo.
Las zonas de mayor riesgo son orejas, acromion, costillas, caderas, trocánter,
cóndilos y maléolo.
Decúbito lateral
Acromión
Oreja Maléolo
Costillas Trocánter Cóndilos
Decúbito prono
Acromion
Dedos Genitales
Rodillas Mejilla
(hombres) Mamas
(mujeres)
5. ETIOLOGÍA
La etiología o causa principal de las ulceras es “la presión”. Ya sea una presión alta
ejercida durante un periodo de tiempo corto, o bien una presión corta ejercida durante
un periodo de tiempo largo. Son más susceptibles el tejido subcutáneo y el músculo, bas-
tando presiones de 60-70 mmHg durante 1-2 horas para producir daños irreversibles.
El segundo componente esencial en la aparición de la úlcera es la “isquemia”, es-
pecialmente en las prominencias óseas. La presión ejercida en dichas áreas oprime los
vasos sanguíneos, cuando transcurre un corto periodo de tiempo aparece un eritema.
Las úlceras se clasifican según su extensión en:
– Estadio 1: eritema de la piel que no se blanquea.
– Estadio 2: pérdida cutánea que se limita a la epidermis o dermis.
– Estadio 3: necrosis cutánea con compromiso del tejido subcutáneo.
– Estadio 4: compromiso muscular u óseo.
Estadio 1 Estadio 2
Estadio 3 Estadio 4
6. MEDIDAS DE PREVENCIÓN
Las úlceras por presión son evitables, aproximadamente en un 95%, por lo que la
obligación de la prevención es la prioridad principal, mejor que centrarse únicamente
en el tratamiento de las úlceras ya establecidas.
En el protocolo general de tratamiento se emplea suero fisiológico, cremas
a base de colágeno y cubrirlo con apósitos estériles, evitándose soluciones an-
tisépticas.
Existen una serie de factores que se deben tener en cuenta a la hora de prevenir la
aparición de una úlcera. Los factores a tener en cuenta son:
– Vigilancia de la piel:
▷ Conservar la piel del paciente aseada y libre de humedades.
▷ Observar el estado de la piel con regularidad.
▷ Emplear geles de ph neutro.
▷ Emplear agua templada para la higiene del paciente.
▷ Secado minucioso y sin roces.
▷ No emplear perfume directamente sobre la piel.
▷ Emplear loción hidratante.
▷ Disminuir la fricción con apósitos protectores.
– Vigilancia de la dieta:
Un correcto estado nutricional del paciente contribuye de manera positiva en
la prevención. Es preciso controlar, de modo particular, la dieta de ancianos
con depresión, problemas gastrointestinales, disfagia, pérdida de apetito o
cualquier otra alteración que conlleve un descenso en la cantidad o calidad de
los alimentos ingeridos.
La dieta debe ser equilibrada, rica en proteínas, vitaminas y minerales.
Por las lesiones, se elimina gran cantidad de líquidos. La hidratación evita que
la piel se arrugue, formando excesivos pliegues. Se debe facilitar con regulari-
dad el aporte de líquidos como agua, leche, zumos, infusiones, etc. En pacien-
tes que presenten disfagia, se pueden ofrecer gelatinas o zumos espesos.
– Vigilancia de la incontinencia del paciente:
▷ Observar y mudar siempre que precisen los colectores, pañales, empapade-
ras…
– Vigilancia en la movilización:
▷ Conservar una alineación corporal y distribución del peso de forma ade-
cuada, impidiendo el contacto directo con las prominencias óseas entre sí.
▷ Prevenir el movimiento de arrastre.
▷ En posición de decúbito lateral, no sobrepasar un ángulo de 30º.
Escala de Nortom
ESTADO ESTADO
ACTIVIDAD MOVILIDAD INCONTINENCIA
GENERAL MENTAL
4. BUENO 4. ALERTA 4. CAMINANDO 4. TOTAL 4. NINGUNA
3. DÉBIL 3. APÁTICO 3. CON AYUDA 3. DISMINUIDA 3. OCASIONAL
2. MUY
2. MALO 2. CONFUSO 2. SENTADO 2. URINARIA
LIMITADA
1. DOBLE
1. MUY MALO 1. ESTUPOROSO 1. EN CAMA 1. INMÓVIL
INCONTINENCIA
Interpretación
Presenta un rango total de 1 a 20 puntos.
Una puntuación total de 14 puntos o menos, indica que el paciente es de riesgo y
deben adoptarse medidas preventivas.
Cuanto más bajo sea el total de puntos, el riesgo es mayor.
Interpretación orientativa de la puntuación:
– De 5 a 9 puntos: Riesgo muy alto.
– De 10 a 12 puntos: Riesgo alto.
– De 13 a 14 puntos: Riesgo medio.
– De 14 puntos: Riesgo mínimo/sin riesgo.
7.1. Movilizaciones
Para realizar las movilizaciones existen unas normas generales tales como:
– Organizar el espacio donde se va a trabajar, eliminando los componentes que
puedan estorbar.
– Evaluar la carga a trasladar (medidas somatométricas del individuo).
– Efectuar el impulso con los músculos mayores y más fuertes (muslos y piernas).
A) Paciente colaborador
La movilización se realiza de la siguiente manera:
En este caso con una sola persona es suficiente.
1. Colocarse próximo a la cama del enfermo, frente a él y a la altura de su cadera.
2. Solicitar al paciente que se sujete a la cabecera de la cama y flexionando sus ro-
dillas, debe poner la planta de los pies apoyadas sobre la superficie de la cama.
3. Situamos nuestros brazos por debajo de las caderas del paciente.
4. Solicitar al paciente para ejercer fuerza con sus pies y brazos e intentar elevarse.
5. En ese momento cuando la auxiliar con sus brazos deben facilitar al paciente
subir hacia la cabecera.
6. En pacientes ágiles, puede realizar él solo esta movilización.
B) Paciente no colaborador
La movilización se realiza de la siguiente manera:
Realizar la movilización entre 2 personas.
1. Colocarse cada persona a un lado de la cama, frente al paciente.
2. Debemos colocar los pies separados así como las rodillas ligeramente flexiona-
das.
3. Retirar la ropa superior de la cama así como la almohada del paciente.
4. La auxiliar de enfermería/TCAE introduce un brazo por debajo del hombro
del paciente y el otro debajo del muslo. Sujetan al paciente y lo levantan con
cuidado hasta llevarlo a la posición deseada. Se recomienda, para realizar esta
técnica, el uso de una entremetida.
25
Temario específico
Vol. 2
Tema
Atención y preparación del paciente
para una exploración o intervención
Servicio Andaluz de Salud (SAS)
Índice esquemático
1. Generalidades
2. Las cirugías
2.1. Clasificación de los procedimientos quirúrgicos
2.2. Factores de riesgo
2.3. Fases de la cirugía
3. Drenajes quirúrgicos
3.1. Tipos de drenaje
4. Curaciones
4.1. Generalidades
4.2. Técnica curaciones
4.3. Seguimiento de las heridas
4.4. Complicaciones de las heridas
4.5. Secreciones que pueden drenar a través de las heridas
1. GENERALIDADES
El papel del auxiliar de enfermería en los pacientes que serán sometidos a inter-
venciones quirúrgicas es fundamental. Por lo general, el paciente se encuentra an-
sioso, con estrés ante la proximidad del evento quirúrgico. Y si bien es cierto que
enfermería tiene un rol activo en la preparación física como psicológica del paciente,
el auxiliar de enfermería, dada su cercanía con el paciente, puede transmitir confianza
y seguridad al paciente.
Entre las funciones del auxiliar de enfermería en la exploración del paciente
se encuentran:
– Recibir y orientar a las personas que acuden a la consulta.
– Calmar la intranquilidad y la ansiedad del paciente mediante una información
clara y concisa.
– Ayudar a desvestirse y vestirse, si es preciso, a la persona por explorar.
Antes de que un paciente sea intervenido, debe cumplir con una serie de requisi-
tos. Dentro de este círculo intervienen muchos profesionales, el o la auxiliar de enfer-
mería, celadores, médicos, enfermeras, personal administrativo, etc., y cada uno debe
cumplir funciones específicas. Para el buen desempeño del trabajo y volver más ágiles
los procesos con miras a que la atención al paciente sea la mejor, que es el objetivo
primordial, es importante conocer el funcionamiento del sistema.
2. LAS CIRUGÍAS
clínica enfermera. Se toman los signos vitales, se citan alergias, hábito tabáquico, ingesta
de alcohol, todas las intervenciones realizadas con anterioridad, enfermedades crónicas,
medicamentos que toma el paciente (si toma anticoagulantes, tranquilizantes, antibió-
ticos, diuréticos, etc.), exploración física, etc. Se solicitan: ECG, radiografía de tórax o
estudios complementarios. El papel del auxiliar es colaborar en lo que se le solicite para
facilitar la realización de los mismos. Además de lo anterior, hay que observar al pacien-
te: si tiene indicios de alguna infección, tos, fiebre, dificultad para respirar e informarlo.
Los pacientes no pueden comer entre las 6 a 12 horas previas a la intervención,
ni ingerir agua en las últimas horas tampoco. Si el estómago se encuentra lleno, los
pacientes podrían vomitar y parte de este contenido podría irse a las vías respirato-
rias inferiores (pulmones). Esta preparación también comprende nutrición, descanso,
medicamentos, etc.
En cuanto a los remedios de herbolario, estos deben ser suspendidos por lo menos
2 semanas antes de la cirugía.
Una vez que el paciente ha ingresado, portará su pulsera de identificación. El pa-
ciente debe defecar en las horas previas. En ocasiones se solicita la administración de
un enema de limpieza. Corroborar que el paciente no haya comido ni bebido nada
dentro de los horarios estipulados. Verificar que no porte prótesis, ni joyas, lentillas,
audífonos, dentaduras movibles… El paciente debe ducharse antes de la cirugía. Hay
instituciones donde se les pide a los pacientes que se duchen por la noche o por la
mañana, antes de la intervención. Las uñas deben estar cortadas y sin pintar. Los pa-
cientes no deben entrar al quirófano maquillados. Y dependiendo del procedimiento
será preciso colocarles un gorro quirúrgico. Si el cabello es largo, se puede trenzar. El
descanso adecuado previo a la cirugía es recomendable.
– Antes de rasurar, solicitar a las demás personas que se retiren, para respetar la
intimidad del paciente. Se colocará una toalla por debajo de su cuerpo para que
el agua que se derrame sea absorbida en la toalla. Si se tiene que rasurar la zona
perianal, se colocarán un orinal por debajo de los glúteos.
– Si el procedimiento es en la cabeza, conviene antes de rasurar cortar el cabello
en dicha zona con unas tijeras. Una vez cortado, antes de afeitar, se humedece
la zona con agua tibia, puede ayudarse colocando un poco de espuma y dejar
que actúe por un minuto.
– Rasurar el área quirúrgica indicada, según el procedimiento que se va a realizar.
– Lavar la zona rasurada con agua tibia para eliminar todos los restos de jabón,
espuma o pelo.
– Aplicar enseguida antiséptico, enjuagar y secar.
– Revisar la piel.
– Aplicar la solución alcohólica de povidona yodada con gasas estériles.
– Cubrir la zona con una gasa estéril, ayudándose con esparadrapo.
– Ayudar a la persona a colocarse la bata, si puede, sino, colocársela.
– Identificar que sea el paciente y, una vez corroborado, colocarle la pulsera de
identificación, y dejarla en un lugar cómodo.
– Quitarse los guantes, desecharlos, lavarse las manos, anotar el registro, e infor-
mar alguna incidencia.
Tipos de zonas que deben lavarse y desinfectarse dependiendo de la operación quirúrgica a realizar
Decúbito supino
Decúbito prono
Decúbito lateral
Ginecológica Genupectoral
Sims o semiprono
Fowler Tredelemburg
2.3.3.2. En el quirófano
Dentro del quirófano estará una enfermera, el auxiliar de enfermería, el aneste-
siólogo, el ayudante del cirujano. La instrumentista es una enfermera quirúrgica. Es
la persona responsable de preparar la mesa que contenga el material quirúrgico y
quien colaborará con los cirujanos, proporcionándoles los materiales que necesiten.
El circulante, por su parte, brinda apoyo tanto al equipo de cirujanos, como al anes-
tesiólogo y a la instrumentista, como sería, solicitar los servicios radiológicos para el
quirófano, solicitar paquetes de sangre, preparar las muestras para llevarlas a analizar
al departamento de Anatomía Patológica. El circulante puede ser una enfermera o un
auxiliar de enfermería, depende del centro de que se trate. Todo el material que se uti-
lice, como gasas y demás, deberá contabilizarse. El cirujano o los cirujanos, antes de
iniciar el cierre, solicitarán conteo de gasas. La suma de ese material sucio con el lim-
pio (el que todavía se encuentra en la mesa de la instrumentista) debe coincidir con
las gasas que previamente haya contado la instrumentista antes de usarlo. Significa
que la instrumentista, cuando coloca su mesa, contabiliza las gasas que tiene. De esta
manera, se tiene la certeza de que no se queda ninguna gasa en el interior del cuerpo
del paciente. Si esto sucediera, acarrearía complicaciones médicas al paciente, además
2.3.3.3. La anestesia
El método de anestesia que se utilice dependerá del tipo de intervención, del es-
tado de salud del paciente, de su edad, peso, sexo, talla, antecedentes médicoquirur-
gicos, alergias, estado psicológico, etc. También influyen las preferencias técnicas del
anestesiólogo y del cirujano.
Una vez que el paciente se encuentra en el quirófano, los anestesiólogos pueden
administrar: anestesia general, regional, local o sedación consciente. En la anestesia
general, el paciente se encuentra inconsciente e inmóvil. En la regional, el paciente
experimenta la pérdida de sensaciones de una parte de su cuerpo. Es decir, el paciente
se encuentra consciente, aunque puede estar sedado. Para ello, el anestesiólogo puede
recurrir al bloqueo nervioso, a la anestesia intrarraquídea, a la anestesia epidural o
a la anestesia regional intravenosa. En la local, el paciente presenta pérdida de las
sensaciones en un sitio determinado, como puede ser una parte de la piel por una tu-
moración. En la sedación consciente, el paciente experimenta disminución del estado
de conciencia, sin pérdida de su autonomía respiratoria, y es capaz de responder a los
estímulos físicos y verbales. Se suele administrar este tipo de anestesia en aquellos
pacientes que serán sometidos a una broncoscopía, por ejemplo.
2.3.3.4. Instrumental
Existe una gran diversidad de instrumentos quirúrgicos que dependen del tipo de
procedimiento que se realizará. No obstante, los más usuales son los siguientes, y los
hay de varios tamaños y diseños:
– Instrumental de corte: bisturí, hojas de bisturí y tijeras. Ejemplo: tijeras de
Metzenbaum.
– Pinzas de disección: sirven para separar los tejidos.
– Pinzas hemostáticas: sirven para hacer hemostasia de los vasos sanguíneos
sangrantes. Hay pinzas con y sin dientes.
– Separadores: como su nombre lo indica, sirven para separar los órganos. Los
hay manuales y estáticos. Los manuales tendrán que ser sostenidos por los
ayudantes del cirujano; los estáticos se sostienen solos, gracias al sistema de
engranaje del instrumento.
– Instrumental para sutura: que sirven para afrontar las heridas. Hay de distintos
tipos.
– Instrumental de tracción para cirugías abdominales: se usan para separar órga-
nos abdominales sin lesionarlos. Ejemplos: Fórceps de Duval, de Babcock, etc.
– Instrumental para intervenciones traumatológicas: estos instrumentos tienen
la particularidad de ser elementos muy duros, ya que se trabajará con los
huesos.
– Instrumental para cirugías laparoscópicas: este tipo de cirugías son las más
frecuentes. Para realizarlas, se abren pequeños orificios a través de los cuales se
insertan tubos. Inicialmente, se introduce dióxido de carbono con la finalidad
de separar las paredes de la cavidad. También se introduce una cámara para
poder ir visualizando todo el procedimiento a través de una pantalla, que po-
drá mirar el cirujano y su ayudante.
– Circulación: para mirar el estado cardiovascular, los parámetros que nos ayu-
dan son la tensión arterial y la frecuencia cardiaca. La hemorragia, los efectos
de la anestesia y los trastornos electrolíticos pueden desencadenar complica-
ciones cardiovasculares. La hemorragia a veces puede no ser visible, cuando se
trata de una hemorragia interna, y en ocasiones podemos evidenciarla a través
de los drenajes. No es normal que un drenaje se llene de sangre en grandes
cantidades y de forma constante, o que los apósitos se llenen de mucha sangre
continuamente.
– Temperatura: hay que mantener la temperatura corporal. La anestesia, debido
a que disminuye la función orgánica del paciente, reduce su metabolismo y,
por tanto, la temperatura corporal. También la misma intervención quirúrgica
permite la pérdida de calor. Los pacientes, entonces, al despertar sienten frío.
En ese sentido, hay que abrigarlos para mantener su temperatura. El control
de ésta también se enfoca en caso de aumento de la misma. Es normal que se
incremente un grado o grado y medio, pero luego se normaliza. Si esta no dis-
minuye y, por el contrario, se incrementa, puede ser signo de infección.
– Equilibrio hidroelectrolítico: es importante vigilar el estado de hidratación del
paciente: sus mucosas orales, la turgencia de la piel, la uresis y la cantidad. A los
pacientes que han sido intervenidos y que permanecerán varios días ingresa-
dos, que poseen drenajes, por lo general, se les solicitan analíticas para verificar
el estado electrolítico.
– Estado neurológico: los pacientes deben estar conscientes y saber responder al
tiempo, al espacio (dónde están) y a la persona (quiénes son). Su fuerza moto-
ra y la sensibilidad deben estar conservadas. Salvo que se trate de una cirugía
neurológica, tanto el personal médico como el de enfermería se encargarán de
verificar estas funciones. Pero el auxiliar puede observar estas funciones en los
pacientes, desde cómo caminan o caminaban previo a su cirugía, si no tiene la
fuerza suficiente en una mano para sostener un vaso, etc.
– Integridad de la piel y de la herida: los auxiliares deben estar atentos a la pre-
sencia de lesiones nuevas en la piel, que pudieran reflejar alergias o sensibilidad
a los fármacos. Si detectan petequias o hematomas, quemaduras, y reportarlo
de inmediato.
– Aparato genitourinario: a veces, dependiendo de la cirugía, los pacientes no
presentan uresis sino hasta después de 6 a 8 horas. Es preciso verificar que
no tengan globo vesical (retención de orina). Después de este período, deben
tener una uresis espontánea y normal. Su ausencia hay que reportarlo de inme-
diato, o si los pacientes refieren dolor en abdomen inferior, deseos de orinar y
dificultad para hacerlo.
– Aparato gastrointestinal: después de una cirugía, los pacientes se mantienen
en dieta absoluta durante unas horas. Los anestésicos disminuyen la motilidad
gastrointestinal, de ahí que los pacientes también refieran náuseas. En ocasio-
nes, puede haber distensión abdominal. Cuando aparecen los movimientos pe-
ristálticos, se inicia la tolerancia con líquidos, si no existe contraindicación y si
tampoco hay distensión. Si estos son tolerados, se continúa con sólidos.
– Control del dolor: el dolor es un aspecto muy subjetivo, ya que todos tenemos
umbrales diferentes, es decir, la tolerancia es diferente de persona a persona.
Un dolor muy intenso puede chocar a un paciente, puede dificultar que reali-
ce sus actividades de forma normal. Hay que preguntarle al paciente cómo se
siente, si siente dolor, y si lo siente, una forma de poder hacernos una idea es
basándonos en una escala (EVA). Le preguntamos al paciente cuánto le duele
del 1 al 10. Siendo 1 mínimo, y 10 lo máximo de dolor.
– Postura y movimiento: si el paciente todavía no ha recuperado la movilidad
completa, hay que ayudarlo a cambiar de posición de forma segura, siempre y
cuando no exista contraindicación. De esta manera también prevenimos las úl-
ceras de presión. Al paciente hay que estimularlo a moverse, a que se incorpore
poco a poco. Esto es porque la actividad física disminuye las molestias digesti-
vas, los problemas circulatorios y respiratorios. Puede hacerle movilizaciones
pasivas de las extremidades y cambios posturales, tanto como sea necesario.
Los cambios de postura de los pacientes anestesiados deben hacerse de forma
lenta, para permitir que el aparato circulatorio se adapte a los cambios de la
distribución de la sangre.
del paciente, de si orina, de si refiere que le falta el aire, de si lo mira más pálido y debe
informarlo de inmediato.
El personal de enfermería es quien se encarga de la monitorización, no obstante,
dado que los auxiliares también están muy cerca de los pacientes realizando labores
de apoyo a enfermería, también deben estar atentos a la evolución de los pacientes, e
informarlo de inmediato si fuera el caso.
El paciente operado se da de alta de la sala de recuperación cuando se ha verificado
que sus signos vitales se han mantenido normales y constantes durante, por lo menos,
una hora. Que su vía aérea está permeable, que no presenta dificultad para respirar,
en otras palabras, que no tiene problemas respiratorios. El paciente debe estar cons-
ciente y despierto, alerta, y debe responder a las órdenes. Además se comprueba que
puede mover las 4 extremidades, que el color de su piel es normal, que tiene un buen
llenado capilar, que no hay datos de cianosis que se miran en los lechos ungueales. Las
soluciones intravenosas deben estar permeables. Se verifica también que los apósitos
estén intactos, y que no haya salida excesiva por los drenajes o tubos. El paciente debe
estar orinando.
3. DRENAJES QUIRÚRGICOS
La colocación de bolsas de ostomía, la colocación de sondas Foley, las curaciones y
otros diferentes tipos de drenajes están bajo la supervisión del personal de enfermería.
No obstante, todo auxiliar debe tener conocimiento de qué son y para qué sirven. El
conocimiento general de estos aspectos le permitirá comprender la fisiopatología del
paciente de manera global, se sentirá familiarizado con estos dispositivos, sin temor,
y podrá darse cuenta cuando alguna situación que se presente no corresponda con la
normalidad para que lo notifique de inmediato.
El drenaje es un dispositivo, ya sea catéter o sonda, que se coloca en una cavidad
natural, o en aquellos espacios que han sido formados por una herida quirúrgica o
traumática, cuya finalidad es la de permitir el paso del contenido de dicha cavidad al ex-
terior, es decir, fuera del cuerpo del paciente. Este contenido puede ser aire, sangre, pus.
Objetivo de los drenajes:
– Eliminar la acumulación de líquidos.
– Disminuir el dolor después de la cirugía.
– Reducir al mínimo las cicatrices.
– Prevenir la formación de hematomas y seromas.
– Disminuir la contaminación de las heridas.
– Servir de profilaxis de fugas de los conductos secretores.
capilaridad o la gravedad. Cuando un líquido sube o baja a través de un tubo fino (que
se denomina capilar) a esto se le denomina capilaridad. La adherencia a este tubo o
capilar también dependerá de otros factores como el tipo de líquido, el grosor del tubo
(mientras más fino, mayor la adherencia), de la viscosidad. Los drenajes que actúan
per capilaridad son el Penrose y el drenaje cigarrillo.
b) La fuerza de gravedad
En este caso, el extremo interno del drenaje o tubo se encuentra a una mayor al-
tura que el extremo terminal que se encuentra fuera del cuerpo. De tal manera que
el líquido se desplaza desde arriba hacia abajo del tubo. Entre ellos, podemos citar: el
tubo de Kher, los tubos de silicona, el drenaje pleural simple y el Saratoga por declive.
Algunos drenajes
4. CURACIONES
4.1. Generalidades
Todas las heridas, la colocación de drenajes, tubos y demás requieren de curacio-
nes diarias. Las curaciones ayudan a que las heridas cierren y previenen las complica-
ciones. En todas, hay que buscar procesos inflamatorios, aumento de la temperatura
local, hiperemia, dolor que puedan indicar que existe un proceso infeccioso. Hay que
vigilar que todos los drenajes o sondas estén permeables, es decir, que no estén oclui-
dos total o parcialmente. Si están fijados a la piel, mirar que estén bien fijados, que no
se haya soltado un punto y que la sonda o drenaje estén bien sujetos. En el caso del
pleurovac, vigilar que las columnas de líquido sean las correctas, que esté el disposi-
tivo horizontal, que la piel del paciente se encuentre en buenas condiciones, es decir,
que además de verificar que no existan datos de infección, mirar que no haya escape
de aire hacia los tejidos. Cuando esto sucede, al palpar la piel se produce una sensa-
ción de crepitación, lo cual se denomina enfisema subcutáneo. Esto puede suceder,
por ejemplo, en un paciente con una fractura de costilla que ha hecho un neumotórax.
El cirujano estipula en qué momento se iniciará la cura de las heridas. Hay quienes
dejan transcurrir 24 a 48 horas antes de quitar el apósito. Otras no requieren tanto
tiempo, y se indica cambiar los apósitos cuando estos se llenen de secreciones. Antes
de proceder a una curación, esperar 30 minutos para que el analgésico haya hecho
efecto en el paciente. Al retirar el apósito, hay que tener cuidado de jalar los drenajes
(si los hubiere).
26
Temario específico
Vol. 2
Tema
Atención y cuidados al paciente
de Salud Mental en los ámbitos
Servicio Andaluz de Salud (SAS)
Índice esquemático
1. Introducción
2. Fisiopatologías
2.1. Concepto de salud mental
2.2. Concepto de Trastorno Mental y Trastorno Mental Grave. Principa-
les enfermedades mentales
1. INTRODUCCIÓN
La reforma psiquiátrica en España fue iniciada, de manera formal e institucional,
mediante la promulgación en 1986 de la Ley General de Sanidad, que reconoció la
asistencia psiquiátrica como una prestación más del Sistema Sanitario. Este paso ori-
ginó la sustitución del Hospital Psiquiátrico, como proveedor exclusivo de atención, a
un modelo de orientación comunitaria. Esto ha puesto de manifiesto las necesidades
asistenciales de estos pacientes, que no son otras que las derivadas de su acceso a una
ciudadanía plena: atender las manifestaciones clínicas de la enfermedad y el deterioro
en el funcionamiento general del sujeto, paliar los déficits sociales que acompañan al
desarrollo de la patología y que contribuyen a agravarla, modificar las barreras socia-
les que impiden su inserción plena y garantizar el respecto a sus derechos. Además,
junto con las prestaciones consideradas como estrictamente sanitarias, se debe ofre-
cer cobertura a la rehabilitación psicosocial de las discapacidades y facilitar la aten-
ción a la necesidad de apoyo social y comunitario, de inserción laboral y alojamiento.
Por ello, es imprescindible que todos los profesionales encargados de la asistencia
en Salud Mental, trabajen de manera conjunta, formando un equipo multidisciplinar
de consulta y apoyo social y clínico, a pacientes y familiares. Los auxiliares de enfer-
mería, como profesionales asistenciales clínicos que son, deben conocer las estrate-
gias propuestas por las autoridades y organismos competentes en la materia, para la
mejora del desarrollo asistencial clínico y la reinserción completa de estos pacientes
en la sociedad.
– Trastornos depresivos:
▷ Trastorno depresivo mayor: se caracteriza por uno o más episodios depre-
sivos mayores, pero, con mayor perpetuidad en el tiempo y mucho más
agudos. Tiene alto riesgo de cronificarse y es mucho más frecuente en mu-
jeres. El paciente presenta un humor depresivo, pérdida de la capacidad de
interesarse y disfrutar de las cosas, y una disminución de la vitalidad que
puede llegar incluso, a un cansancio extremo. Un síndrome depresivo pre-
senta alteraciones patológicas a nivel emocional, cognitivo, conductual y en
la regulación biológica del propio organismo.
▷ Trastorno distímico: estado de ánimo crónicamente depresivo, con larga
duración temporal y sin haber variaciones de humor a lo largo del día. Los
síntomas más específicos son: falta o exceso de sueño (hipersomnia), fatiga,
pérdida o aumento del apetito, angustia, pérdida de capacidad de concen-
tración. Presenta larga duración (al menos dos años).
– Trastornos bipolares: quedan definidos por la OMS como: “psicosis afectiva
que puede aparecer ya en forma depresiva, ya maníaca, en forma sucesiva o
con un intervalo de normalidad”. Los síntomas más característicos de la fase
maníaca son: excitación, euforia, hiperactividad, insomnio, manifestaciones
de alegría excesiva y comportamiento violento o autodestructivo. Durante la
fase de depresión suele ocurrir lo contrario: apatía, hipoactividad, profunda
tristeza, culpabilidad… Se ha demostrado una cierto carácter genético en estos
trastornos.
gún estímulo físico exterior concreto, pero que la persona asegura sentir. Las más fre-
cuentes son las auditivas (el enfermo incluso dialoga con estas voces, discute y rebate
sus argumentos), visuales, olfativas, gustativas, táctiles y cinestésicas (alteraciones de
los órganos internos que le causarán una muerte inminente o bien, sensación de que
alguien o algo se los roban).
Dentro de los trastornos psicóticos más frecuentes, podemos distinguir:
Esquizofrenia: la OMS la define como: “grupo de psicosis en las que se presenta
una deformación fundamental de la personalidad, una distorsión característica del
pensamiento, una sensación de ser dominado por fuerzas extrañas, delirios que pue-
den ser extravagantes, percepción perturbada, anormalidades en el aspecto y que no
se ajustan a la situación real, y autismo. Sin embargo, se mantiene usualmente una
conciencia clara y una capacidad intelectual intacta”. Los cambios de conducta más
evidentes que puede sufrir un esquizofrénico, y que van a llevar a su diagnóstico,
son: disminución del rendimiento en todos los sentidos, aislamiento de la sociedad,
lenguaje empobrecido, tendencias interpretativas en cuanto a su propia vida, risas
incoherentes e injustificadas, apatía, mala higiene personal, cambios en los hábitos de
alimentación y alteraciones sensoperceptivas.
CRITERIOS
A. Síntomas característicos Ideas delirantes, alucinaciones, lenguaje de-
sorganizado (p. ej., descarrilamiento frecuente
o incoherencia), comportamiento catatónico
o gravemente desorganizado, síntomas nega-
tivos.
B. Disfunción social/laboral Desde el inicio de la alteración, una o más
áreas importantes de actividad, como son el
trabajo, las relaciones interpersonales o el cui-
dado de uno mismo.
C. Duración Persisten signos continuos de la alteración du-
rante al menos 6 meses.
D. Exclusión de los trastornos esquizofrénicos El trastorno esquizofrénicos y el trastorno del
y del estado de ánimo estado de ánimo con síntomas psicóticos se
han descartado debido a:
– No ha habido ningún episodio depresivo
mayor, maníaco o mixto concurrente con
los síntomas de la fase activa.
– Si los episodios de alteración anímica han
aparecido durante los síntomas de la fase
activa.
E. Exclusión del consumo de sustancias y de El trastorno no es debido a los efectos fisioló-
enfermedad médica gicos directos de alguna sustancia (p. ej., una
droga de abuso, un medicamento o de una en-
fermedad médica)
Cuadro 1: Criterios diagnósticos DSM IV para la esquizofrenia
CRITERIOS
F. Relación con un trastorno generalizado del Si hay historia de trastorno autista o de otro
desarrollo trastorno generalizado del desarrollo, el diag-
nóstico adicional de esquizofrenia sólo se rea-
lizará si las ideas delirantes o las alucinaciones
también se mantienen durante al menos 1 mes.
Cuadro 1: Criterios diagnósticos DSM IV para la esquizofrenia
PROGRAMAS COMUNITARIOS
S
DE REHABILITACIÓN
– Rehabilitación en régimen de
Centro de Salud Mental día.
– Programas de empleo con apo-
yyo.
ATENCIÓN HOSPITAL
GENERAL Unidad de cuidados prolongados
– Unidad de hospitalización
– Urgencias 24 horas
– Interconculta
– Hospital de Día
nor de edad con trastorno mental, derivada desde las unidades de salud mental
comunitaria de su ámbito de influencia.
– Prestar apoyo asistencial a requerimiento de otros dispositivos asistenciales de
salud mental.
– Desarrollar programas asistenciales específicos para la atención a las necesi-
dades planteadas por las unidades de salud mental comunitaria, o la generada
por las instituciones públicas competentes en materia de atención y protección
de menores.
– Asegurar la continuidad asistencial y de cuidados, tanto en el ámbito hospitala-
rio como en el comunitario, con independencia de que el ingreso de la persona
menor de edad se produzca en la propia unidad, o en otros servicios de hospi-
talización del área hospitalaria o del área de gestión sanitaria correspondiente.
– Apoyar y asesorar al resto de los dispositivos asistenciales de salud mental en
su ámbito de influencia, en el desarrollo de programas de atención a la salud
mental de la población infantil y adolescente.
Las funciones del HDSM, en relación con las personas con problemas de salud
mental, son las siguientes:
– Prestar atención especializada, en régimen de hospitalización diurna, a pacien-
tes derivados desde las unidades de salud mental comunitaria de su ámbito de
influencia, mediante el desarrollo de programas individualizados de atención.
– Dar el alta al paciente del hospital de día de salud mental e informar de la
misma a la unidad de salud mental comunitaria de referencia, al objeto de
garantizar la continuidad asistencial y de cuidados. Si se considera conveniente
la derivación a otros dispositivos asistenciales de salud mental, se realizará en
coordinación con la unidad de salud mental comunitaria.
– Realizar las correspondientes interconsultas cuando el hospital de día de salud
mental se encuentre ubicado en un centro hospitalario que carezca de unidad
de hospitalización de salud mental.
– Participar en el desarrollo de programas comunitarios de atención a pacientes
de alto riesgo o con trastorno mental grave, que se desarrollen por las unidades
de salud mental comunitaria u otros dispositivos asistenciales de salud mental
encargados de desarrollar los programas mencionados.
Según el artículo 12 del Decreto 77/2008, de 4 de marzo, los objetivos que tienen
las UGCSM son: el desarrollo de la actividad asistencial, la promoción de la salud, la
prevención de la enfermedad, los cuidados de enfermería, la rehabilitación y el apoyo
a la integración social de las personas con problemas de salud mental. Estas Unidades
asistenciales deberán estar integradas por profesionales de diversas categorías y áreas
de conocimiento, que trabajarán conjuntamente, para la consecución de los objetivos
propuestos (art. 13). Este personal se encontrará sujeto a movilidad dentro de los dis-
positivos asistenciales de salud mental pertenecientes al ámbito del área hospitalaria
o área de gestión sanitaria correspondiente, si las necesidades de organización así lo
requieren y de acuerdo con la normativa vigente. Todos los facultativos especialistas
en psiquiatría que presten servicios en los diferentes dispositivos asistenciales, parti-
ciparán en la realización de jornada complementaria para la asistencia urgente en los
dispositivos asistenciales de salud mental de referencia, de acuerdo con la normativa
vigente (art. 20).
– Evaluar las actuaciones realizadas y los resultados obtenidos, así como la participa-
ción en programas generales de evaluación y acreditación establecidos por la Di-
rección Gerencia del Servicio Andaluz de Salud, con criterios de orientación hacia
los resultados en salud, la mejora continua y la gestión eficiente de los recursos.
– Realizar las actividades de formación continuada necesarias para adecuar los
conocimientos, habilidades y actitudes del personal de la unidad a los mapas de
competencias establecidos para cada categoría profesional, así como participar en
aquellas otras actividades formativas adecuadas a los objetivos de la unidad de ges-
tión clínica.
– Realizar las actividades de formación pregraduada y postgraduada correspondien-
te a las diferentes categorías profesionales y áreas de conocimiento, de acuerdo con
los convenios vigentes en cada momento en estas materias.
– Participar en el desarrollo de proyectos de investigación y otros estudios científicos
y académicos relacionados con los fines de la unidad, de acuerdo con los criterios
generales y prioridades establecidas por la Dirección Gerencia del hospital o Ge-
rencia del área de gestión sanitaria.
– Aquellas otras que estén fijadas en los acuerdos de gestión clínica u otras de análo-
ga naturaleza que le puedan ser atribuidas por la Dirección Gerencia del hospital o
Gerencia del área de gestión sanitaria.
Una vez que el paciente, especialmente si es senil, recibe el alta de la Unidad de Salud
Mental, puede ser necesario realizar una serie de cambios en el domicilio o lugar donde re-
side, sobre todo para evitarle posibles peligros. Dentro de estas medidas, podemos destacar:
– Reemplazar las escaleras por rampas.
– Evitar los suelos demasiado pulidos.
– Colocar barandillas de seguridad en los pasillos y cuartos de baño.
– Adaptar la altura de la cama a las posibilidades del enfermo, siempre intentando que
pueda acostarse y levantarse por sí mismo.
Dentro de los cuidados generales a todos los pacientes con problemas mentales que
deban ser atendidos o asesorados por un auxiliar de enfermería, destacan los siguientes
aspectos:
Cuidados sobre higiene corporal:
Los pacientes con trastornos mentales, en ocasiones, descuidan su higiene (incluso, en
algunos trastornos es considerado como un síntoma). El auxiliar de enfermería deberá ha-
cer especial énfasis en este aspecto, tanto si es él mismo quien debe hacerlo o quien debe
aconsejarlo. Dentro de las medidas higiénicas más importantes, destacan dos: la higiene de
los pies y de la piel.
Relacionados con los pies. Los pies son zonas muy delicadas y sensibles ya que sopor-
tan todo el peso de nuestro cuerpo. Es normal que, por ello, requieran cuidados especiales.
El objetivo principal es evitar la aparición de complicaciones podológicas que pudieran su-
poner al paciente un agravio de su salud. Para ello, se pueden realizar una serie de medidas
generales:
– Aplicar diariamente lociones hidratantes específicas para pieles sensibles, en las zo-
nas más delicadas como el talón y los espacios interdigitales.
– Hacer baños curativos para evitar posibles descamaciones y durezas. Sería reco-
mendable hacerlos, al menos, una vez en semana y sumergiendo los pies en agua
con jabón pH neutro durante 30- 35 minutos.
– Realizar friegas con alcohol si la sudoración o el olor son excesivos.
– Limpiar bien y concienzudamente las uñas y cortarlas con frecuencia.
– Limar la planta con piedra pómez para eliminar células muertas en descamación.
Relacionados con la piel. La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano, llegan-
do a alcanzar casi el 20% de nuestro peso corporal. Además, hay muchas enfermedades
características de esta zona corporal. Para hacerse una idea de la importante de sus cuida-
dos, el 32% de las consultas especialistas de 2016 en Andalucía fueron a causa de patologías
dermatológicas. Dentro de las medidas a seguir para una correcta higiene, son:
– Aplicar cremas hidratantes y dermoprotectoras después del baño para evitar la des-
camación excesiva.
– Prevenir la aparición de escaras, si el paciente se encuentra inmovilizado. Para ello,
se deberán recurrir a cambios frecuentes de postura e hidratación máxima de las
zonas en contacto con soportes de descanso.
– Evitar los baños frecuentes con jabón y abundante agua para evitar sequedad y des-
camación excesiva.
los familiares, hacen que el cuidado de enfermos mentales se convierta en una gran
angustia y desconsuelo por parte de los familiares, que no saben responder ante las
demandas asistenciales de la persona con el trastorno mental.
Todo esto hace imprescindible la labor del Auxiliar de Enfermería como vehículo
formador e informador a la familia de aquellos pacientes mentales que necesiten cui-
dados especiales. También deberá servirles de apoyo asistencial, en aquellas tareas que
o bien no puedan o bien no sepan realizar.
Dentro de las propuestas que deberá hacer a los familiares y/o cuidados del pa-
ciente, se destacan:
– Definir un cuidador principal dentro de la familia. La rutina es una demanda
imprescindible para muchos enfermos mentales y el cambio de persona que los
atiende puede conllevar un agravio de su estado. Esta persona también será la
encargada de la comunicación con los profesionales clínicos y de la planifica-
ción de las citas médicas o de otra cualquier índole.
– Evitar la agitación del paciente y aquellas situaciones que pudieran ocasionarle
la aparición de una crisis de ansiedad o de alguna otra relacionada con su pa-
tología.
– Observar, vigilar y tutelar al paciente, especialmente en las primeras fases de
adaptación al tratamiento y tras el regreso al domicilio tras el alta hospitalaria.
– Si el enfermo no tiene suficiente autonomía o su capacidad mental está fuer-
temente mermada, explicar las pautas cotidianas a seguir en cuanto a aseo,
limpieza, tareas domésticas o alimentación.
– Definir y mantener, lo máximo posible, una rutina diaria al paciente, evitando
situaciones que puedan ocasionarle una pérdida de control personal.
– Evitar posibles fugas o escapes del paciente, especialmente en situaciones agu-
das de su enfermedad o en aquellos que, al no tener suficiente capacidad men-
tal, puedan extraviarse o perderse.
– Asegurar una correcta higiene del paciente.
– Evitar malos hábitos de alimentación y el sobrepeso (muy habitual en pacientes
psiquiátricos sin control familiar).
– Esforzarse y concienciar al paciente en que debe tener la máxima autonomía
posible, dentro de sus posibilidades.
– Establecer el tiempo que el enfermo deberá destinar, diariamente, a la realiza-
ción de ejercicio físico.
– Asegurar y planificar los chequeos médicos.
– Conseguir que el paciente pierda lo menos posible su capacidad de sociabili-
zación.
– Promover actividades mentales que mejoren las capacidades intelectuales de
aquellos enfermos con problemas de retraso mental.
– Dar mucho apoyo emocional al paciente.
– Acompañar y revisar todas las acciones que estos pacientes tengan con el resto,
siempre y cuando estos contactos estén autorizados por un médico.
– Permanecer presentes siempre que el paciente utilice material de riesgo con el que
pueda atentar contra su vida.
– Seguir las indicaciones médicas, que quedarán recogidas en la hoja de curso
clínico.
(PIT). En este documento se recogerán todos los datos relevantes del paciente para que
su asistencia clínica, tanto en el área de Psiquiatría como en cualquier otra, sea más rápi-
da y eficaz. Por lo tanto, deberá contar con: diagnóstico y pruebas iniciales del paciente,
los responsables que lo atendieron, los seguimientos de las evaluaciones periódicas y así
como las necesidades que se pueden prever tendrá el paciente. Deberá estar consensua-
do por los profesionales asistenciales y el paciente.
Durante la atención de un enfermo de TMG todos los profesionales asistenciales
deberán estar unificados y en consenso para que las medidas adoptadas con el paciente
sean realizadas con una actitud empática y de apoyo, primando esto en cualquier situa-
ción clínica.
Todos los profesionales están obligados a tener una relación, tanto con el enfermo
como con la familia, lo más favorecedora posible hacia una alianza terapéutica a largo
plazo. Además, deberán ser partícipes de los diferentes métodos asistenciales existentes.
El Auxiliar de Enfermería, como miembro del equipo asistencial, deberá conocer de
primera mano y colaborar en un buen desarrollo de las necesidades expuestas anterior-
mente y de las diferentes intervenciones terapéuticas que existen para los pacientes con
TMG. Para este tipo de pacientes, existen en la actualidad 3 tipos de intervenciones en
cuanto a tratamiento:
Intervenciones biológicas:
– Tratamiento farmacológico: deberá ser aquel que mayor eficacia tenga en el pa-
ciente, con el mínimo de efectos secundarios. Suele ser cambiado o combinado
a lo largo de la evolución del paciente. El Auxiliar de Enfermería deberá velar
por la buena adhesión y cumplimiento del paciente a la posología indicada por
el médico.
– Terapia electroconvulsivas: Tratamiento psiquiátrico que consiste en inducir
convulsiones mediante el uso de impulsos eléctricos. Se ha utilizado con ciertos
beneficios en enfermos con cuadros de depresión mayor prolongados y en tras-
tornos de manía. Deberá ser indicado por un especialista médico.
Intervenciones psicológicas:
– Psicoterapia: Se realiza a través de procedimientos y técnicas psicológicas para
paliar o remitir la sintomatología de las enfermedades mentales. Suele ir combi-
nado con tratamiento farmacológico. Durante las sesiones, el Auxiliar de Enfer-
mería deberá prestar ayuda a los pacientes y colaborar en que las sesiones sean lo
más satisfactorias posibles.
– Entrenamientos en habilidades sociales: Consisten en la aplicación de técnicas
psicológicas enfocadas a mejorar las habilidades sociales del enfermo y en una
futura y venidera inclusión en la sociedad. El Auxiliar de Enfermería deberá
realizar las mismas funciones especificadas en la psicoterapia, con una especial
atención al acompañamiento y apoyo del enfermo y la familia durante el proceso.
Intervenciones sociales:
Su cometido fundamental es favorecer y aumentar la autonomía de los diferentes
pacientes con TMG y mejorar sus habilidades sociales para su entera integración en
la vida ciudadana. Durante las mismas, el papel del Auxiliar de Enfermería es muy
importante, siendo partícipe del apoyo que estos enfermos necesitan, al igual que ani-
mar y empatizar con la familia para facilitarles el proceso de aceptación del trastorno
y su rehabilitación.
Para realizar esto, existen varios programas, destacando dos por su utilizad y su
gran frecuencia de uso:
– Programas residenciales: Atención basada en el control 24 horas por parte de
personal de apoyo. Son las denominadas “Casas Hogar”.
– Programas ocupaciones: Atención basada en el control, algunas horas del día,
por parte del personal de apoyo. Suelen incluir técnicas de enseñanza de habi-
lidades domésticas y de manejo cotidiano.
27
Temario específico
Vol. 2
Tema
Atención y cuidados en el anciano.
Concepto de ancianidad, cambios
Servicio Andaluz de Salud (SAS)
Índice esquemático
1. Introducción
2. Atención y cuidados en el anciano: concepto de ancianidad, cambios fí-
sicos asociados con el envejecimiento
2.1. Concepto de ancianidad
2.2. Cambios físicos asociados con el envejecimiento
2.3. Requisitos del personal de Auxiliar de Enfermería/TCAE para traba-
jar en una Unidad de Geriatría
3. Apoyo a la promoción de la salud y educación sanitaria
4. Medidas de apoyo a la persona cuidadora del anciano dependiente
4.1. Pautas de actuación del cuidador o del Auxiliar de Enfermería/TCAE
5. Atención a la mujer en el embarazo y planificación familiar
5.1. Atención a la mujer en el embarazo
5.2. Planificacion familiar
1. INTRODUCCIÓN
El término envejecimiento actualmente no se identifica con enfermedad ni inca-
pacidad, se puede orientar como una etapa más de la vida, en la cual el individuo está
más vulnerable a modificaciones físicas y biológicas del organismo.
En este tema se aborda la ancianidad con una información completamente actua-
lizada. Se realiza la descripción de ancianidad empleando las definiciones utilizadas
por la OMS y por la especialidad de geriatría.
Las personas mayores experimentan en esta etapa de su vida, una serie de cam-
bios, en este capítulo se describen dichos cambios teniendo en cuenta al individuo en
su globalidad: aspectos biológicos y sociales.
El Auxiliar de Enfermería/TCAE, como profesional dedicado al cuidado del in-
dividuo, tiene que cumplir una serie de requisitos para desarrollar su labor en las
unidades de geriatría, para ello tiene que formarse en habilidades y capacitaciones,
dirigidas al ámbito de la gerontología.
En esta etapa de la vida, como consecuencia de los cambios que se producen, es
de gran importancia la promoción de la salud, llevada a cabo mediante actividades de
educación sanitaria.
En este capítulo, se aborda también las funciones del Auxiliar de Enfermería/
TCAE en la atención a la mujer en el embarazo, parto y puerperio, tratando también
el tema de la planificación familiar.
Incluyendo las últimas tendencias en este campo, conocimientos específicos sobre
el embarazo y la preparación al parto.
Se desarrolla el tema de la planificación familiar, entendida ésta como una herra-
mienta fundamental para que las personas puedan vivir una sexualidad saludable.
Geriatría
Es la rama de la medicina dedicada a los aspectos preventivos, clínicos, terapéuti-
cos y sociales de las enfermedades de los ancianos.
Gerontología
Los tejidos y las células del organismo, debido a agentes exógenos, tales como fac-
tores físicos, químicos y biológicos, y por otra parte los agentes endógenos: tumores,
autoinmunidad y las alteraciones genéticas causan o bien una funcionalidad insufi-
ciente de la célula o que ésta no actúe dando lugar a una lesión.
Existen unas transformaciones que se deben al paso del tiempo y que tienen carác-
ter continuo e irreversible, son las siguientes:
– Cambios en la composición corporal: disminuye el tejido muscular y aumenta
el porcentaje de grasa. Este factor se ha relacionado con las alteraciones bilia-
res, hiperlipemias, la hipertensión etc.
– Descenso del agua corporal total: esto influye en los procesos relacionados con
la dilución, como la ingesta de medicamentos diurético, y en la termoregula-
ción, dando lugar a una mayor probabilidad de deshidratación.
– Descenso de la masa ósea: con una mayor probabilidad en la población feme-
nina, en los dos años siguientes a la menopausia, y que se manifiesta con una
elevada fragilidad ósea y un elevado riesgo de osteoporosis.
nes en la memoria y suele dar origen a periodos de amnesia, sobre todo relacionado
con el factor tiempo (olvidos de acontecimientos recientes).
El carácter y la personalidad no suelen verse modificadas, a menos que se originen
cambios a nivel fisiológico. La capacidad de adaptación suele estar reducida por el
temor a los acontecimientos nuevos y desconocidos.
Los problemas de sobrepeso se observan con una menor incidencia entre la po-
blación anciana, y afecta más a las mujeres que a los hombres. Una vez instaurada la
obesidad, generalmente en la etapa adulta, requiere un tratamiento que se basa en
cambios en la dieta, desarrollo de ejercicio físico y apoyo psicológico.
El individuo anciano tiene que controlar a diario los niveles de ingesta de calorías,
sal, calcio, agua, fibra dietética, proteínas y otros nutrientes para reducir el riesgo de
complicaciones.
Promover la vacunación
La vacuna estacional, recomendada a toda la población anciana, es la vacuna an-
tigripal, ya que entre las personas que tienen alto riesgo de tener complicaciones rela-
cionadas con la gripe están precisamente los mayores de 65 años.
La OMS recomienda la vacunación antigripal anual masiva en este grupo de per-
sonas como estrategia para reducir la incidencia de enfermedad y la mortalidad aso-
ciada a ésta.
Otra vacuna aconsejada en esta franja de edad es la vacuna contra el neumococo.
repercute directa o indirectamente en la figura del cuidador, así como de las personas
que lo rodean.
En ocasiones la figura del cuidador es llevada a cabo por Auxiliares de Enfermería/
TCAE en el domicilio de la persona dependiente, por ello, es de gran importancia
conocer las medidas de apoyo.
Existe una serie de factores que influyen a la hora de desarrollar el papel de cuidador:
– El grado de salud física y mental de la persona cuidadora.
– Nivel de conocimiento sobre la enfermedad, tener capacidad para cuidar y re-
solver problemas o dificultades que pueden ir apareciendo en la evolución de
la enfermedad.
– Nivel de colaboración y asistencia, el reparto de tareas y obligaciones, así como
el apoyo emocional, que recibe del núcleo familiar.
– Disponer de una acomodación de la jornada laboral: simplificación o cambios
en los turnos de trabajo para poder disponer de tiempo libre.
– Ayudas institucionales.
– Nivel de incapacidad de la persona dependiente, la evolución de la enfermedad
y las complicaciones.
Periodo Embrionario
Desde el día 18 hasta el día 55 de la gestación.
Periodo Fetal
Desde la 8ª semana de gestación hasta el nacimiento.
Hay un desarrollo y maduración de los diferentes órganos.
Hasta la 8ª semana de gestación se habla de embrión y, a partir de aquí, de feto.
Las sustancias nutritivas son transportadas al feto por la placenta, que posee dos
arterias y una vena.
Educación maternal
Consiste en un programa de formación dirigido a futuros padres, que incluyen
actividades de entrenamiento físico y psíquico dirigidas hacia el embarazo, parto y
puerperio.
En el programa de educación maternal se resuelven dudas y temores relacionados
con el embarazo y parto, se informa sobre los cambios fisiológicos y molestias habituales.
En la educación maternal se imparte los conocimientos necesarios para reconocer
situaciones de riesgo, tanto para la madre como para el feto. Se informa de los dere-
chos que tienen tanto padres como recién nacidos, (recogido en el Decreto 101/95,
18 Abril).
También se enseñan los diferentes tipos de analgesia en el parto, así como los di-
ferentes tipos de partos. Se refuerza la importancia de la Lactancia Materna (técnicas
y consejos).
El programa está formado por 10-12 sesiones normales, y una visita al hospital la
sala de partos, los quirófanos y tomar contacto con el medio hospitalario.
DSE
– Organizar la mesa del recién nacido con un campo estéril con gasas, tijeras y
la pinza del cordón.
– Facilitar la ropa esterilizada al acompañante que solicite presenciar el parto,
con bata, calzas, gorro y mascarilla..
– Ayudar a la gestante en la camilla del paritorio, colocándola en posición gine-
cológica.
– Realizar el aseo perineal de la gestante y rasurado parcial si precisa.
– Colaborar con la matrona y el médico en todo lo necesario, asumiendo tareas
propias o bien delegadas.
– Mantener al recién nacido en contacto, piel con piel, con su madre.
– Realizar al aseo perineal de la puérpera, colocación de compresas, hielo si
precisa, cambiar de camisón y pasar a la paciente, con ayuda del celador, a la
cama.
Sala de partos
28
Temario específico
Vol. 2
Tema
Atención y cuidados del paciente
en situación terminal/cuidados
Servicio Andaluz de Salud (SAS)
Índice esquemático
1. Introducción
1. INTRODUCCIÓN
Los Cuidados Paliativos fueron incorporados en España ha finales del siglo XX,
desde esa fecha hasta la actualidad, los cuidados a los pacientes terminales, se focaliza
en toda la extensión del enfermo, como persona, comprendiendo que ésta tiene unas
exigencias individuales, y bien definidas, que se encuentran en constante transforma-
ción y crecimiento.
La atención y cuidados del paciente en situación terminal tiene como ob-
jetivo principal intervenir en el cuidado de los síntomas, garantizar el control
de la autonomía, defender los derechos de la persona, proporcionar compa-
ñía, asegurar los valores y estilos de vida, considerar la particularidad, lograr el
bienestar, la calidad de vida, la continuidad de los cuidados.
En esta unidad se aborda el tema del duelo en su totalidad tratando los diferentes
tipos de duelos y sus definiciones. Se realiza una descripción de las etapas de la muerte
según el modelo Kübler-Ross.
El tema del cuidador principal es tratado, en primer lugar, definiendo la figura del
cuidador, y después se realiza una amplia descripción de uno de las patologías más
frecuente en este grupo: el síndrome del cuidador.
Colchón anƟescara
Sueño y descanso
En este tipo de pacientes es muy frecuente las alteraciones del ritmo circadiano; el
reposo y el descanso son aspectos muy importantes, ya que permiten un cierto grado
de recuperación del cansancio del enfermo.
Estado de
Actividad
vigilia
Ciclo
circadiano Dormir
(no-REM)
24 h Descanso
Reposo
Soñar
(REM)
La etiología suele ser muy variada: dolor, fatiga, miedos, angustias, incontinen-
cias…
Pautas de actuación
– Emplear técnicas de relajación mediante la musicoterapia o masaje.
– Proporcionar un espacio tranquilo, temperatura agradable, sin ruidos, ilumi-
nación adecuada.
– Proporcionar una bebida caliente, leche o infusión, inducen el sueño.
– Dar la posibilidad al individuo que se sincere y expresar su malestar y mie-
dos, reduce el nivel de estrés y angustia. Sentirse acompañado, y la seguri-
dad de que siempre hay alguien pendiente de él, facilita conciliar el sueño.
Mantenimiento de la higiene personal y protección de la piel
Es fundamental una buena higiene personal del paciente y mantener la integridad
tisular, así evitaremos la aparición de problemas.
Pautas de actuación
– Proporcionar masajes agradables, ayudan al retorno venoso y a tranquilizar al
paciente.
– Fomentar una piel limpia, sin humedades y con buen nivel de hidratación,
usando gel neutro para el aseo cotidiano. Emplear empapaderas que actúan
absorbiendo la humedad.
– Las curas de las fístulas o de lesiones tumorales es función del personal de
Enfermería.
– Mantener un buen nivel de higiene buco-dental. Es un problema frecuente en
este tipo de pacientes, una higiene deficiente desencadena problemas e impe-
dimento para comunicarse y alimentarse. Realizar cepillado de los dientes y
lengua, utilizando un dentífrico y cepillo suave para evitar la irritación o lesión
de la mucosa.
– La aparición de la xerostomía, o boca seca, se puede aliviar ofreciendo líquidos
a pequeños sorbos, realizando enjuagues tras las comidas.
– Hidratación de los labios, empleando cremas labiales o hidratantes. No se reco-
mienda el uso de vaselina, ya que puede aumentar la sequedad.
Comunicarse con otras personas, creencias, valores personales
Evitar la pérdida paulatina de autonomía e independencia, que provocan, tanto en
el paciente como en su entorno más cercano, un grado elevado de miedo, ansiedad,
malestar y preocupación.
Pautas de actuación
– Promover y ayudar al individuo a tomar una determinación sobre su enferme-
dad y cuidados.
– Conservar la autonomía e independencia del individuo, motivar a la persona
para realizar las tareas que pueda llevar a cabo. Auxiliar al paciente con distin-
tos dispositivos como andadores, sillas de ruedas, etc.
– Respetar las creencias religiosas del paciente, facilitando la práctica de las
mismas.
4ª etapa: Reajustar
Sus características son:
Reconstruir la forma de ser, retomar el control de la propia vida, disminución
gradual del estrés, aumento de energía física y emocional.
La persona realiza un balance entre lo que ha perdido y lo que le queda, y lo que
ha aprendido.
Saludable o positivo
La persona tiene que reincorporarse al mundo a partir de una nueva identidad,
en el cual no esta incluido el ser querido fallecido, lo que no significa que se vaya a
olvidar.
Emergente
El sufrimiento aparece por etapas, fechas o circunstancias.
Anticipado
Precedido con tiempo y pleno conocimiento de la situación, permite prepararse
anímicamente.
Retardado
Es un duelo inhibido o reprimido. Se puede tener una reacción emotiva en el mo-
mento de la pérdida, pero no va en proporción con el significado de la pérdida de un
ser querido.
Crónico
Es un pesar inusitadamente intenso que no disminuye con el tiempo y, por lo tan-
to, se transforma en una manera de ser.
Patológico
El duelo anormal puede presentarse de diversas maneras, que va desde el retraso
del duelo, o la ausencia de éste, hasta un duelo muy intenso y prolongado.
Negado
Es la ausencia de la expresión del duelo en el momento de la pérdida.
Extraordinario
Ocasionado por situaciones críticas de la muerte; aborto, suicidio, homicidio, tor-
tura, cuerpos sin aparecer, guerras, etc.
3.3. Manifestaciones
A continuación, se describe una lista de las manifestaciones más comúnes:
– Sentimientos:
▷ Tristeza.
▷ Enfado.
▷ Culpa.
▷ Ansiedad.
▷ Soledad.
▷ Fatiga.
▷ Impotencia.
▷ Anhelo.
▷ Alivio.
▷ Insensibilidad
▷ Confusión.
– Conductas:
▷ Soñar con el fallecido.
▷ Evitar recuerdos.
▷ Suspirar.
▷ Llorar.
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