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21 Días

Escuchando a Dios

Un recorrido de oración con


Christian Misch y David Théry
Prefacio por Éric Célérier
Recomiendo encarecidamente la Audioguía, “21 Días para Escuchar la
Voz de Dios.” Realmente aprecio tanto su contenido como su formato.
Yo mismo había desarrollado una audioguía llamada “21 Días a través
del Padre Nuestro,” y sé por experiencia la enorme bendición que ha sido
para miles de personas, y cómo les ha ayudado a crecer en su relación
con el Señor.

Solo considera esto:

• Tenemos la Biblia hoy porque hombres y mujeres oyeron la voz de


Dios.
• El Rey David compuso algunos de los Salmos más hermosos en la
Biblia porque él oyó la voz de Dios.
• Nuestras vidas pueden ser enriquecidas por la sabiduría de los
Proverbios, porque Salomon oyó la voz de Dios.
• El pueblo de Israel recibió los 10 Mandamientos porque Moises
oyó la voz de Dios.
• María supo que iba a traer el Salvador al mundo porque oyó la voz
de Dios.

La voz de Dios también llevó a Noé a construir un arca, a Abraham a


tener un hijo, a Josué a conquistar la Tierra Prometida, a Deborah y
a Gedeón a vencer a los enemigos de Israel. Y los ejemplos podrían
seguir y seguir... ¿Y qué hay de los profetas quienes hablaron de parte
de Dios? Ellos sí que tenían que escuchar la voz de Dios primero.

Sí, ¡Dios habla! Job 33:14 dice, “Sin embargo, en una o en dos maneras
habla Dios; pero el hombre no entiende.”

Imagínate qué ocurriría si pudieras discernir la voz de Dios:

• El Señor guiaría tus decisiones,


• Te mostraría el camino a seguir,
• Te consolaría cuando lo necesites...
• Te daría sabiduría en cualquier situación dada...
Sí, Dios habla en muchas maneras, y escuchar Su voz es algo
extraordinario.

Esta audioguía, inspirada en el libro del Pastor David Théry, “A l’écoute


de Dieu” (A la escucha de Dios), y adaptada por Christian Misch, autor
del email diario Un Milagro Cada Día, es una herramienta extraordina-
ria para ayudarte en tus primeros pasos para aprender a escuchar la
voz de Dios. Esta audioguía es diferente a un libro o un curso. Es un
poco como si Christian y David te tomasen por la mano y te dijesen,
“Sabemos que parece complicado escuchar la voz de Dios. Te vamos a guiar
de día en día, para que puedas aprender a escucharla”. Así que, durante
21 días, no serás inundado con teorías, sino que practicarás la escucha
activa de Dios y, poco a poco, desarrollarás tus oídos espirituales.

Como dice Isaias 50:4, “Jehová el Señor me dio lengua de sabios, para
saber hablar palabras al cansado; despertará mañana tras mañana, des-
pertará mi oído para que oiga como los sabios.”

Estás a punto de entrar en una dimensión nueva de tu vida espiritual.


¡Tu vida realmente va a cambiar!

Muchísimas gracias a Christian y a David por aceptar este desafío. Yo


sé por experiencia que es un gran trabajo crear una guía como esta. En
21 días, es posible ayudar a una persona a crear un nuevo “hábito”, e
incluso una nueva manera de experimentar su relación con Dios. Oro
para que tu recorrido sea bendecido, y me regocijo de antemano por lo
que el Señor está a punto de hacer en tu vida a través de esta guía, “21
Días para Escuchar la Voz de Dios”

¡Gracias por existir!


Éric Célérier,
Fundador de TopChrétien y Jesus.net. Autor del libro “Conexiones Divinas”
Introducción de Christian Misch
Querido/a Amigo/a,

Tanto el Pastor David Théry como yo personalmente estamos muy fe-


lices de que hayas decidido aprender a reconocer la voz de Dios. ¡Esto
marcará el comienzo de una nueva etapa en tu vida espiritual!

En mi propia vida, el hecho de escuchar la voz de Dios marcó un antes


y un después. Desde que conocí a Cristo con 15 años, mi vida se llenó
de amor y de pasión por Jesús, pero diferentes obstáculos frenaron
mi desarrollo espiritual en varias áreas. Problemas familiares, insegu-
ridad, complejos, miedos... son las típicas estrategias que el enemigo
intenta usar para desanimarnos y hundirnos.

En medio de todo eso, aprender a escuchar la voz de Dios y cultivar


una relación cercana con el Espíritu Santo me ayudó a impulsar mi vida
espiritual como nunca antes. Fue el comienzo de un camino que me
ayudó a discernir mejor la verdad de Dios sobre las mentiras que el
enemigo había puesto en mi mente. Eso me ayudó a romper progresi-
vamente las obras de las tinieblas en mi vida, para llenarme cada vez
más de la Presencia de Dios.

Sé perfectamente lo que es sentirse estancado en la oración y en la


lectura de la Biblia, y sé lo que es experimentar un cambio tan radical
que lleve a la oración y a la lectura de la Biblia a convertirse en el mo-
mento estrella del día. Y ese cambio empieza siempre con escuchar la
voz de Dios, y con experimentarle a Él de una manera más real.

He tenido el privilegio de trabajar en la preparación de esta Audioguía


contando con el apoyo del Pastor David Théry. David es una persona
extraordinaria, y sus libros y cursos son de los mejores que he encon-
trado a la hora de crecer en nuestra comunión con Dios, y en los dones
del Espíritu. Esta guía, de hecho, está basada en su libro A l’écoute de
Dieu (“A la escucha de Dios”), el cual ha bendecido a miles de personas
de habla francesa en más de 53 países.
El objetivo de esta formación es acompañarte paso a paso a lo largo
del camino a la intimidad con Dios, y ayudarte a superar los diferentes
obstáculos que encuentres, para que puedas así experimentar plena-
mente la voz de Dios. Puede que empieces a escuchar a Dios desde
el comienzo mismo de esta formación, o puede que tardes un poco
más. Cada persona tiene un ritmo diferente, pero no te desanimes ni
pongas presión sobre ti mismo: solo sigue hacia delante haciendo los
ejercicios de cada día. No te quedes atascado si hay alguno que parece
que no consigues hacer.

A lo largo de esta formación, hemos integrado testimonios de hombres


y mujeres de todas partes en el mundo, quienes comenzaron a oír la
voz de Dios después de escuchar estas enseñanzas. Estos testimonios
tienen varios propósitos:
El primero es inspirarte, provocar fe en tu corazón. Quizá te identifi-
ques con alguno de ellos.
El segundo es darte un atisbo de lo que escuchar la voz de Dios podría
ser en tu propia vida.
El tercero es ayudarte a ver que estas revelaciones son válidas para ti
también, y que, al igual que a ellos, te instruirán en una claridad sobre
la naturaleza de Dios.

Cada sesión dura 15 minutos. Dicho eso, es importante apuntar aquí


que una de las cosas más preciosas que puedes ofrecerle a Dios es tu
tiempo. Aprender a escuchar la voz de Dios es desarrollar una relación
íntima con el Espíritu Santo. Igual que cualquier relación, esto toma su
tiempo. Así que te invito a seguir pasando tiempo en la Presencia de
Dios después de cada sesión, o más tarde en el día.

Oír la voz de Dios es una de las cosas más preciosas que está reservada
para Sus hijos. Es por eso que el enemigo hará lo que sea para desa-
nimarte. Te aseguro que Dios quiere hablarte, aun incluso más de lo
que tú deseas escucharle a Él. ¡Él es el que te está esperando a ti! No
importa cuáles sean los obstáculos que te estén estorbando: ninguno
de ellos te descalifica. No eres un caso perdido: Tú puedes escuchar la
voz de Dios, y estamos convencidos de que esta guía te ayudará para
ello.
Te invito a tener un diario de oración y a escribir en él lo que recibas
durante este tiempo. Escribir lo que recibimos de Dios es muy impor-
tante, es una manera de honrarle a Él, de demostrar nuestra fe, y de
expresar la importancia que atribuimos a Sus palabras.

Es probable que tu lógica y tu razón estén en contra de las experiencias


espirituales que encontrarás en esta guía; quédate tranquilo, vamos a
respaldar lo que te enseñamos con la Biblia. Pero si crees que un Dios-
hombre fue crucificado por tus pecados hace 2.000 años, que Él ha re-
sucitado de la muerte, que Él te da la vida eterna, y que Él está sentado
a la mano derecha del Dios, ¡tu fe ya es suficiente grande como para
creer que Él quiere comunicarse contigo! =)

Vas a experimentar cosas nuevas con Dios durante esta formación, e


incluso después. Estas son cosas que Dios ha planeado para ti, y que
te irá revelando gradualmente por Su Espíritu. Dios no esperará hasta
que yo termine de hablar para conmoverte. Mi papel es sólo dirigirte
a Él con una perspectiva nueva. Puedes tener visiones o experimentar
ciertos sentimientos durante o después de tu tiempo con Dios, lo cual
es normal. Hablaremos sobre esto otra vez en las próximas sesiones.
Simplemente escribe lo que estás experimentando en tu diario.

Te invito a que ores conmigo: Padre, tengo sed de una mayor cercanía
contigo, y me regocijo porque esto es lo que Tú deseas también. Jesús, Tú
me reconciliaste con el Padre para que pudiésemos experimentar una
comunión real; tengo sed de Tus aguas vivas. Espíritu Santo, guíame a las
profundidades de Dios. Me rindo a tí. En el Nombre de Jesús. Amén.

¿Estás listo(a) para comenzar?


¡Eres un Milagro!

Christian Misch
Autor del email Un Milagro Cada Día
21 Días
Escuchando a Dios
Día 1. Jesús está tan cerca de tu
corazón
Enlace de Audio
Hola querido/a amigo/a,

Bienvenido/a a este viaje de oración para escuchar a Dios. La comu-


nicación con Dios es una de las cosas más importantes que podemos
desarrollar en nuestra vida, ya que nos ayuda a crecer y a ser transfor-
mado por Él.

¿Puedo orar ahora por ti?

“Padre, oro para que vengas y te reveles a mi amigo(a) en una manera


realmente especial hoy. Te pido que abras sus ojos y sus oídos espiri-
tuales para que te pueda descubrir más, y de una manera cada vez más
cercana. En el Nombre de Jesús. ¡Amén!”.

Ponte cómodo, y aprovecha para centrarte en Jesús durante los próxi-


mos minutos. Si estás escuchando el audio, puedes cerrar los ojos y
dejar que el sonido de mi voz te guíe durante este tiempo mientras es-
cuchas la música de fondo, si así lo prefieres. Respira hondo, y sonríe.
Piensa en Jesús. Sí, Jesús está aquí, y está tan cerca de ti que lo puedes
sentir casi como si estuviese a tu lado. De hecho, Él está a tu lado ahora
mismo. ¡Él te ama tanto! ¿Puedes sentir cómo fluye Su amor por ti?
Dedica unos instantes para sentir ese amor.
[Selah]

Jesús dijo, “a todos atraeré a mí mismo” (Juan 12:32).

Si estás leyendo este libro electrónico o estás escuchándome, es


porque Jesús te ha atraído exitosamente hacia Él. A veces tenemos
la sensación de que no podemos escuchar la voz de Dios. Algunos
cristianos, de hecho, piensan que no están cualificados para oír a Dios,
pero la verdad es que ya lo han escuchado muchas veces a lo largo de
su vida, aunque sin darse cuenta.

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Querido/a amigo/a, ¿cómo te ha atraído Dios a Él? ¿De qué maneras
te ha hablado, cómo ha llamado tu atención? Te invito a que te inviertas
un momento ahora para recordar todas las veces en la que Jesús te ha
hablado de alguna manera. Quizá fue en una reunión en la iglesia, o a
través de algo que leíste, de una canción, de un versículo, de un sueño,
de una visión, de Su Presencia… Piensa en ello.
[Selah]

¿Lo ves? Dios ya te está hablando. Mi objetivo a través de esta guía


es que puedas aprender a escuchar a Dios de manera regular, y a que
prestes atención a lo que Él está ya diciéndote.

El primer beneficio que recibirás al escuchar a Dios es que llegarás a


conocerlo más íntimamente. La palabra “intimidad” es definida por el
diccionario Oxford Languages como “relación de amistad muy estrecha
y de gran confianza”. Ese es el tipo de relación que queremos conseguir
con Dios. Es un poco como la diferencia entre leer una receta en un
libro de cocina y degustar el plato cocinado: la experiencia no tiene
nada que ver.

¿Tienes el anhelo ardiente en tu corazón de crecer en intimidad con


Dios, querido/a amigo/a? Si ese es tu deseo, necesitarás primero libe-
rarte de todas esas ideas falsas que están tratando de impedirte que
bebas de las aguas vivas que Jesús ha puesto en ti.

“En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz,
diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como
dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del
Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había
venido el Espíritu Santo...”
Juan 7:37-39

En este pasaje, Jesús está anunciando de antemano esos ríos de agua


viva que están disponibles para cada uno de Sus discípulos, para cada
hijo/a de Dios. ¡Sí, eso te incluye a ti, querido/a amigo/a! El Espíritu
Santo vive en ti, por lo que puedes beber de ese río de agua viva que
brota de tu corazón. Este río ha estado en ti desde que naciste de nue-
vo, y Jesús dice que es un río que fluye.

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No se requiere ningún esfuerzo por tu parte, solo tienes que beber de
él. Un bebé sabe beber desde el momento en el que sale del vientre
de su madre. ¡Es la primera cosa que un bebé sabe hacer después de
respirar! Todos los argumentos que procuran descalificarte y hacerte
sentir que tú no puedes, son, por tanto, mentiras del enemigo. Tú eres
un hijo/a de Dios, y puedes beber del río de vida del Espíritu Santo que
está dentro de ti.

Así que tienes que entender, ante todo, que escuchar a Dios no significa
vaciarte para escuchar a una voz externa que viene de las profundida-
des del espacio. No. Escuchar a Dios es enfocarte en el Espíritu Santo,
que vive dentro de ti, y recibir por fe (beber) lo que Él quiere compartir
contigo.

Este es el testimonio de Paolo, que vive en la Isla de la Reunión:

“Al principio, cuando empecé a intentar escuchar la voz de Dios, espe-


raba escuchar una voz desde las “Alturas”, creía que Dios me hablaría
de una forma audible. Las primeras sesiones de escuchar fueron largas,
incluso aburridas… Tras un tiempo, me desanimé y dejé de intentarlo.
El punto de inflexión llegó cuando me di cuenta de que el Señor moraba
en mí, y que Él estaba ya poniendo Sus pensamientos dentro de mí. A
partir de ese momento, empecé a entender cosas que el Señor estaba
diciéndome, y pude ver cómo me estaba animando con palabras de
amor, asegurándome e insistiendo en que no debía tener miedo.

Querido/a amigo/a, ¡Jesús está tan cerca de ti! Te invito a que te tomes
tu cuaderno de oración, y a que escribas esta pregunta: “Padre, ¿cuánto
me amas?”. Calma tu espíritu mientras esperas que Él te hable, y es-
tate atento a cualquier pensamiento, idea o imagen que te venga a la
mente. Cuando te vayan viniendo cosas, escríbelas en tu cuaderno, y
pídele al Señor que te ayude a entender mejor el significado de lo que
te acaba de mostrar.

Te dejo con Jesús. ¡Disfruta de este tiempo en Su Presencia!


Nos vemos mañana

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Día 2. No Temas
Enlace de Audio
Hola, querido/a amigo/a,

¡Felicidades, es tu segundo día! ¿Puedo orar por ti ahora?

“Padre Celestial, oro por mi amigo/a, para que Tú lo liberes de todo


temor hacia Ti. Que Tu amor le traiga consuelo y seguridad . En el
Nombre de Jesus, amén”.

Ponte cómodo, y aprovecha para centrarte en Jesús durante los próxi-


mos minutos. Si estás escuchando el audio, puedes cerrar los ojos y
dejar que el sonido de mi voz te guíe durante este tiempo mientras
escuchas la música de fondo, si así lo prefieres. Sonríe y respira hondo.
No temas: Dios tiene buenas cosas para ti hoy.

Toma unos momentos para recordar las bendiciones y todas las cosas
preciosas que te ha dado a lo largo de tu vida. Piensa en todas las que
puedas. ¿Te acuerdas? ¡Dios te ha mostrado tantas veces Su amor!
Invierte un rato en pensar en estas buenas experiencias con Dios,
mientras aprovechas para darle gracias por todas ellas.
[Selah]

Querido/a amigo/a, ¿Dios te habló ayer en el momento que pasaste en


su Presencia? ¿Hubo algún versículo, un pensamiento, o una imagen te
llamó la atención? ¿Experimentaste Su amor en tu corazón? ¿Quizás
tus ojos se llenaron de lágrimas?

Te animo a valorar estas experiencias. ¡Es el comienzo de una nueva


temporada en tu vida espiritual! Y si no escuchaste nada, quiero
animarte. Las primeras veces en las que se intentan estos ejercicios
pueden ser un desafío. Nuestro amigo David Théry cuenta que, las
primeras veces que hizo este ejercicio, ¡estaba tan estresado que no
escuchó nada en absoluto! Había muchos pensamientos que pasaban
por su mente:

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• ¿Quiere Dios hablar conmigo?
• ¿Qué va a decirme?
• ¿Qué pasa si no me gusta lo que me dice?
• ¿Qué pasa si no le escucho?
• ¿Y si tengo un problema?

Sus pensamientos estaban asfixiando su mente completamente, y le


impedían recibir lo que Dios quería decirme. Yo también recuerdo
tener momentos al principio en el que no sabía realmente si Dios me
iba a hablar, o de qué manera; y eso que Dios ya me había hablado en
varias maneras diferentes: cuando leía la Biblia, los versículos solían
llegarme y hablar a mi corazón.

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redar-
güir, para corregir, para instruir en justicia a fin de que el hombre de
Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
2 Timoteo 3:16-17 (RVR60)

También podía sentir mi corazón latir más rápido cuando escuchaba


ciertos sermones.

… las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.


Juan 6:63 (RVR60)

En varias ocasiones, había tomado decisiones importantes porque


tenía una profunda e íntima convicción, como si un camino hubiese
sido preparado en mi corazón.

Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, En cuyo corazón


están tus caminos.
Salmos 84:5 (RVR60)

Querido/a amigo/a, ¿alguna vez Dios te ha hablado de alguna de estas


maneras? Tómate un momento para reflexionar y agradecerle.

[Selah]

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Personalmente, el pensamiento de escuchar a Dios hablándome de
una manera tan directa como lo hizo con los personajes de la Biblia era
algo que me intimidaba.

¿Y tú? ¿Cuáles son tus temores a la hora de escuchar a Dios?

Tómate algunos momentos para escribirlos sinceramente en tu cua-


derno de oración. Estoy convencido de que al terminar este viaje de
oración, ¡esos temores se habrán desaparecido!

[Selah]

Mientras leía la Biblia, me sorprendió una paradoja: Dios buscaba


hablar a Sus hijos por todos los medio posibles, y aún así, ¡muchas
personas en la Biblia tenían miedo de escuchar a Dios cuando les ha-
blaba! Por ejemplo, cuando Adán escuchó la voz de Dios en el jardín,
se escondió porque tenía vergüenza de su desobediencia. Tenía miedo
de ser castigado.

Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del


día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová
Dios entre los árboles del huerto. Mas Jehová Dios llamó al hombre, y
le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve
miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.
Génesis 3:8-10 (RVR60)

En cuanto a los hebreos, cuando estaban en la base del monte Sinai,


pensaron que iban a morir por haber escuchado a Dios.

Todo el pueblo observaba el estruendo y los relámpagos, y el sonido de


la bocina, y el monte que humeaba; y viéndolo el pueblo, temblaron, y
se pusieron de lejos. Y dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros, y noso-
tros oiremos; pero no hable Dios con nosotros, para que no muramos.
Éxodus 20:18-19 (RVR60)

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El padre de Sansón también tenía miedo de morir porque había visto al
Ángel del Señor anunciar el nacimiento de su hijo. Tenía una perspec-
tiva equivocada de Dios.

Y el ángel de Jehová no volvió a aparecer a Manoa ni a su mujer.


Entonces conoció Manoa que era el ángel de Jehová. Y dijo Manoa a su
mujer: Ciertamente moriremos, porque a Dios hemos visto. Y su mujer
le respondió: Si Jehová nos quisiera matar, no aceptaría de nuestras
manos el holocausto y la ofrenda, ni nos hubiera mostrado todas estas
cosas, ni ahora nos habría anunciado esto.
Jueces 13:21-23 (RVR60)

Su esposa le trajo de vuelta a la realidad al decirle que ¡Dios no hubiese


anunciado esta buena noticia solo para matarlos después!

La razón por la que tenemos estos temores es que escuchamos la voz


de Dios a nivel emocional, en la parte más profunda de nuestro ser, y
no solo con nuestra mente o razón. Podemos estudiar una doctrina y
aun así mantener la distancia con ella, pero cuando escuchamos a Dios
hablando a nuestro espíritu, eso no puede dejarnos indiferentes.

Escuchar la voz de Dios es conocer a Dios mismo.

Querido/a amigo/a, ¿te identificas con estas personas en la Biblia? Si


vieras a Jesús ante ti, ¿correrías hacia sus brazos, o te esconderías
como Adán?

Si Dios fuese a llevarte ahora mismo a Su sala del trono, ¿temblarías


por miedo de ser juzgado, o te acercarías a tu Padre Celestial?

Jesús vino para reconciliarnos con el Padre. Él es quien se sacrificó por


nosotros, para que pudiésemos ser restaurados.

Que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomán-


doles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la
palabra de la reconciliación.
2 Corintios 5:19

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En lenguaje cotidiano, esto significa que Dios te está tendiendo la
mano, que Él sonríe cuando te ve, y que está ansioso por hacer una sola
cosa: abrazarte fuertemente a Su corazón, cubriéndote con Su afecto.

Puedes acercarte audazmente y sin temor al trono de gracia, especial-


mente al que está sentado allí. La sangre de Jesús borró ya tus pecados;
estás vestido/a en la santidad de Cristo.

Escuchar a Dios no es escuchar el veredicto de un juez en un tribunal


de justicia, sino acercarte al Padre amoroso con Jesús a tu lado.

Te invito a que ores conmigo:

Padre Celestial, gracias por el sacrificio que Jesús hizo por mí. A pesar
de no ser digno, Tú me has buscado y me has atraído con Tu amor.
Gracias por demostrar Tu amor por mí mientras seguía mi vida lejos
de Ti. Te pido perdón por mis pecados, y me aparto de ellos. Renuncio a
cualquier distancia que haya entre Tú y yo, y me rindo completamente
a Ti. Elijo creer en Tu bondad, y Te doy gracias, Padre, por darme la paz
contigo. Quiero vivir en Tu intimidad. En el Nombre de Jesús, amén.

Te invito ahora a que imagines que estás en la entrada del salón del
trono de Dios.
[Selah]

Estás en un largo pasillo lleno de ángeles, armados con espadas de


fuego, que están guardando la entrada.
[Selah]

A medida que avanzas, se apartan para abrirte el camino.

[Selah]

Te saludan diciendo, “Bienvenido/a, hijo/a amado/a del Padre!”

[Selah]

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A medida que te acercas a la enorme puerta, te das cuenta de que tu
ropa es de un blanco radiante. ¡Estás vestido/a de la justicia de Cristo!

[Selah]

Ahora estás justo frente a la puerta, y esta se abre ante ti. Una gloria
indescriptible te ciega.
[Selah]
Dios está allí; te está esperando. Te inclinas ante Él.
[Selah]
Él te llama por tu nombre.
[Selah]

Ahora dile, “Padre, aquí estoy. Gracias por Jesús, que me ha abierto un ca-
mino nuevo y vivo para entrar en Tu presencia. Señor, ¿qué piensas de mí?”

Quédate en Su presencia, y escribe los pensamientos espontáneos


que te vienen a la mente, o las imágenes que recibas en tu espíritu.

[Selah]

¡Nos vemos mañana!

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Día 3. Jesús quiere saciar tu sed
Enlace de Audio
Hola, querido/a amigo/a,

¡Enhorabuena, es tu tercer día!

¿Puedo orar por ti ahora?

Padre, oro para que sacies la sed de mi amigo/a con el río de aguas vivas
de Tu amor. Que Tus palabras toquen la parte más profunda de su ser.
En el Nombre de Jesús, amén.

Te invito a ponerte cómodo/a y a darle 100% de tu atención a Jesús


por los siguientes 15 minutos. Si estás escuchando el audio, puedes
cerrar los ojos y dejar que el sonido de mi voz de guíe, si así lo prefieres.

¿Tienes sed del Espíritu Santo hoy? ¡Él quiere saciar tu sed! Tómate
unos momentos para expresar a Dios en tus propias palabras cuánta
sed tienes de Él.
[Selah]

Cuando Jesús vino y enseñó en la tierra, la gente encontró que Sus


palabras eran diferentes de las de los escribas y los maestros de la
ley. Jesús explicó que Sus palabras eran Espíritu y vida (Juan 6:63).
En otras palabras, estaban activas tanto en el reino espiritual como en
el natural, daban vida. Y esta es la razón: las palabras de Jesús venían
directamente del Padre.

¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo
os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora
en mí, él hace las obras.
Juan 14:10

¿Qué impacto tuvieron las palabras de Jesús? Calmaban tormentas;


expulsaban demonios, y sanaban a los enfermos, incluso a distancia
(Marcos 4:39, Marcos 1:25, Mateo 8:8).

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Cuando Dios habla, lo que dice, sucede. Su Palabra se cumple. Él llama
las cosas por su nombre, ¡y llegan a existir! Él es el Creador (Salmos
33:9, 1 Timoteo 6:13).

Es por eso que las palabras de Dios son poderosas para nosotros, son
un alimento para nuestro ser.

Él respondió y dijo: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino


de toda palabra que sale de la boca de Dios
Matteo 4:4

El término “palabra” utilizado aquí viene de la palabra griega “Rhema”.


Esto hace referencia a una palabra que es viva, que nos es dada para
nosotros por Dios en un momento específico.

¿Te has dado cuenta de que cuando lees la Biblia, algunos versículos te
hablan más que otros en ciertas ocasiones? De alguna manera tienen
más peso para ti en ese momento, aunque los otros versículos alrede-
dor son también la Palabra de Dios.

Cuando esto ocurre, sentimos que nuestra alma está siendo alimenta-
da. ¡Podemos incluso llegar a sentirnos satisfechos! Tras esto, necesi-
tamos tiempo para digerir lo que acabamos de leer.

Te invito ahora a que leas de nuevo algunos de los versículos que has
subrayado últimamente en tu Biblia, o a pensar sobre lo que Dios te ha
dicho a través de Su Palabra. Eso encenderá más tu deseo de escuchar
a Dios.
[Selah]

Querido/a amigo/a, Dios quiere saciar tu sed a través de Sus palabras.


Saciar significa “hacer desaparecer la sed o satisfacer una necesidad” .
Tener sed es un elemento esencial para escuchar a Dios.

Jesús dijo, “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.” (Juan 7:37)

¿Cómo puedes aumentar tu sed por Dios?

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En primer lugar, leemos Sus promesas cuidadosamente, y luego nos
nutrimos con testimonios. Los testimonios impulsan nuestra fe para
que podamos tener esperanza en las promesas de Dios, y ponernos en
marcha. Leer y escuchar testimonios es como la sal, ¡nos da sed!

David Théry cuenta que un día estaba enseñando a unos niños sobre
este versículo. Les pidió entonces que hicieran una carrera de relevos
justo después de haber comido un paquete de papas fritas saladas.
Al final de la carrera, le rogaban todos por un poco de agua. Pudo así
enseñarles cómo es la sed que Dios quiere que tengamos. ¡Tiene que
convertirse en una obsesión!

Cuanto más intensa sea la sed, más capaces seremos de superar los
obstáculos que nos quieren impedir saciarla. David sabe esto muy
bien. De hecho, cuando su esposa escuchó la voz de Dios por primera
vez, escribió varias páginas en un cuaderno. Fue una conversación
saturada con el amor y la bondad de Dios. Cuando él leyó lo que había
escrito, tenía lágrimas en sus ojos. Dice que sintió como si Dios se
hubiese acercado tanto a ellos, que podía sentir como si estuviesen
acostumbrados a verle en el televisor y, de repente, hubiese entrado
en la habitación.

Esas páginas provocaron en él una sed intensa de escuchar a Dios.


¿Sabes qué le dijo Dios la primera vez que le habló? Fue algo tan sencillo
como “David, te amo”. Fue un pensamiento tan suave y dulce, y a la vez
tan especial por el hecho de que Dios le llamase por su nombre, que se
sintió abrumado. Había sido cristiano durante varios años, predicaba
el Evangelio, e incluso había tomado cursos en un instituto bíblico.
Podía hablar sobre el amor de Dios durante horas. Sin embargo, David
dice que Dios tuvo que repetir la misma cosa en su espíritu por tres
días seguidos para que se atreviese a escribirlo.

Ese día se dio cuenta de la enorme diferencia que había entre creer
algo con la cabeza, o creerlo con el corazón. Cuando finalmente aceptó
por fe que era el Espíritu Santo quien le estaba hablando, el pensamien-
to continuó en su espíritu: “He estado esperando este momento durante
mucho tiempo. Tengo muchas cosas que decirte.” En ese momento, ¡sintió
que su alma se saciaba como nunca antes!

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Este tipo de experiencias es como si estuviésemos en el desierto y
estuviésemos lamiendo la condensación de una botella de agua, y, de
repente, descubriésemos cómo abrirla y beber la preciosa agua del
interior.

Querido/a amigo/a, ¿ves la diferencia entre un conocimiento intelec-


tual de Dios, y una palabra de Dios en tu corazón? ¡Las palabras de
Dios sacian tu sed!

Te invito a que ores conmigo: Padre Celestial, tengo sed de Ti, de Tu amor.
Te pido que aumentes mi sed y que te reveles a mí ahora.
[Selah]

Querido/a amigo/a, ya que Jesús dice que hay un río de agua viva
dentro de ti, ¿por qué no beber de él? Te invito a que cierres los ojos e
imagines que te estás sumergiendo en el río de vida que tu Padre puso
dentro de ti. No tengas miedo: solo bebe de este agua dulce. Relájate,
sonríe, y después escribe la siguiente pregunta en tu cuaderno: “Padre,
¿qué quieres contarme acerca de este río que haces fluir dentro de mí?”

Concéntrate en el Espíritu Santo, el cual vive dentro de ti, y simple-


mente escribe por fe lo que esté viviendo en tu corazón, ya sea un
pensamiento, una imagen, un versículo, o lo que sea que Dios te esté
mostrando.

Te dejo con Jesús. ¡Sacia tu sed en Él!


[Selah]

¡Nos vemos mañana!

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Día 4. Dios ha puesto Su Espíritu
en ti para poder hablar
directamente a tu corazón
Enlace de Audio
Hola, Querido/a Amigo/a,

¡Bien hecho, estás ya en tu cuarto día!

¿Puedo orar por ti ahora?

Padre Celestial, oro por mi amigo/a, para que le hagas darse cuenta de
lo cerca que estás de él/ella. Ayuda a mi amigo/a a distinguir Tu voz en
su espíritu. En el Nombre de Jesús, amén.

Te invito a ponerte cómodo/a y a darle el 100% de tu atención a Jesús


durante los próximos minutos. Si estás escuchando el audio, puedes
cerrar los ojos y dejar que el sonido de mi voz de guíe, si quieres.
Escuchar a Dios es estar en una conexión de corazón-a-corazón con
Él. ¡Dios vive en tu corazón!

Tómate unos momentos para concentrarte en el amor de Dios en ti, y


para respirar en Su presencia.
[Selah]

Cuando naciste de nuevo, el Espíritu Santo vino a vivir en ti. Es por


eso que te sientes mal cuando cometes un pecado; porque el Espíritu
SANTO vive en ti. Sientes directamente en tu corazón lo que Él piensa
de tus acciones o tus palabras. Sientes Sus sentimientos, hasta el punto
en que crees que son tus sentimientos. Incluso más que eso, tu espíritu
es un solo espíritu con el Señor.

Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.


1 Corintios 6:17

Pablo hace esta declaración en el contexto de la unión íntima entre un


hombre y una mujer. Es por eso que cuando Dios te habla, no necesita

22
usar un micrófono o enviarte un ángel. Puede susurrar Sus palabras en
la intimidad de tu corazón, tanto que Sus pensamientos están íntima-
mente entrelazados con los tuyos.

No necesita concertar una cita tampoco: Él puede hablarte en cual-


quier momento. Es un poco como esos presentadores de televisión
que tienen auriculares y pueden escuchar a la sala de control mientras
hablan con un invitado en el set.

Querido/a amigo/a, piensa en esto: ¿alguna vez has escuchado Su dulce


voz dentro de ti?
[Selah]

¿Alguna vez te has sentido impulsado/a de alguna manera a hacer algo


que no habías pleaneado?
[Selah]

¿Alguna vez has tenido un pensamiento persistente que no te soltaba,


incluso cuando tu mente se oponía?
[Selah]

La gente a menudo dice, “¡Creía que era mi imaginación!”. ¡Pero en ver-


dad era el Espíritu Santo!

Tómate un momento para recordar esos “guiños de Dios” en tu vida,


y también pídele que te revele las veces que no prestaste atención:
Espíritu Santo, muéstrame cuando me hablabas y no me di cuenta.

[Selah]

Dios te puede hablar en cualquier momento, en cualquier lugar, ya sea


que tenga tu atención o no, que te apetece escucharlo o no, y puede
hacerlo, incluso si el enemigo está intentando distraerte.

Ah sí, es cierto: ¡el enemigo también te habla! ¿Alguna vez te has


sentido tentado/a? ¿Has tenido pensamientos impuros? ¿Malos senti-
mientos? ¿Pensamientos insistentes que no querías? El enemigo trata

23
de poner pensamientos en ti, y, a la vez, trata de hacerte pensar que
son tus propios pensamientos.

te habla a través de hacer que parezca que son tus pensamientos.

Es por eso, si eres capaz de reconocer una tentación, también puedes


reconocer la voz de tu Padre.

Es la fe lo que entra en juego en ambos casos. Fe en que tienes un


enemigo y que debes resistirlo.

Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.


Santiago 4:7

Fe en que tienes un pastor que quiere guiarte.

Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen


Juan 10:27

El hecho de que Dios esté tan cerca de tu corazón significa que incluso
llega a usar tu vocabulario, aquello que es significativo para ti. Él pue-
de usar tus recuerdos, una película, una canción que conoces, o una
metáfora basada en las actividades de tu vida. Dios ha venido a vivir
dentro de ti a través de Su Espíritu Santo, y puedes experimentar una
comunión profunda con Él dentro de ti. No tienes que esperar a que Él
venga: ¡Él ya está aquí, todo el tiempo!

Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu


Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompen-
sará en público.
Mateo 6:6

Vamos a hacer un pequeño repaso antes de continuar. Dios te habla


al corazón, el enemigo también lo hace, y tú también, te hablas a ti
mismo. Por lo tanto, es importante que prestes atención a lo que pase
en tu corazón.

24
¿Qué sucede cuando Dios llama tu atención y te habla a través de un
versículo, un sermón, una oración, o una canción de alabanza? Tu co-
razón late más fuerte, sientes la calidez de Su amor, una paz te inunda,
quizá incluso un escalofrío te recorre…, pero todo eso ocurre, no en tu
cerebro, sino en tu corazón.

¿Alguna vez has usado la expresión, “esa palabra me ha tocado”?

[Selah]

Esto significa que tuvo un efecto en tu corazón, provocó emociones.


Era más que una palabra descodificada por tu cerebro y guardada en tu
memoria. Ya que Dios habla al corazón, te invito a venir y encontrarte
con Él ahí, en tu corazón, dentro de ti.

Jesús dijo, “El que cree en mí [el que se agarra a mí, confía en mí, depen-
de de mí], como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua
viva”
Juan 7:38, RVR60.

Puedes elegir entrar en el espíritu, y encontrarte con el Espíritu Santo


que está en ti. Esto es probablemente lo que experimentas en diferen-
tes ocasiones en la iglesia al estar en el período de alabanza: lo que te
rodea se va desvaneciendo, vas siendo menos consicente de ello, en la
medida en la que tus pensamientos se enfocan en Jesús. A pesar de las
personas que te rodean, estás teniendo un encuentro personal con tu
Salvador.

Esto es lo que significa estar “en el espíritu.”

Te invito a que ores conmigo: “Padre, gracias por poner tu Espíritu en mí,
tan cerca a mi corazón. Espíritu Santo, vengo a encontrarte. Eres amor, y me
sumerjo en Tu amor por mí. Me abandono a mí mismo/a en Tí”
[Selah]

Si estás sintiendo Su amor o Su paz, simplemente mantente enfoca-


do/a, como si estuvieses calentándote cerca de una estufa. No tienes
que hacer ningún esfuerzo... solo abandónate y sumérgete en Su cálido
amor.
25
[Selah]

Ahora, escribe esta pregunta para Jesús: “Jesús, ¿qué quieres decirme
sobre mi corazón?”. Mantente en el espíritu y recibe lo que te venga en
forma de pensamientos, imágenes, sentimientos, y emociones. Luego,
escríbelo en tu cuaderno de oración.
[Selah]

¡Nos vemos mañana!

26
Día 5. Cree que el Espíritu Santo
está en ti y que quiere hablarte
Enlace de Audio
Hola, querido/a amigo/a,

¡Enhorabuena, estás en tu quinto día!

¿Puedo orar por ti ahora? Padre Celestial, el Autor de nuestra fe, Te pido
que aumentes la fe de mi amigo/a y que le ayudes a creer que de hecho es Tu
voz que habla en su corazón. En el Nombre de Jesús, amén.

Te invito a ponerte cómodo/a y a darle el 100% de tu atención a Jesús


durante los siguientes 15 minutos. Sonríe, no te están grabando... pero
tu Padre Celestial Sí que te está mirando con Su bondad y misericordia
;) Si estás escuchando el audio, puedes cerrar los ojos y dejar que el
sonido de mi voz de guíe si quieres. ¡Respira hondo y regocíjate de que
Dios quiera hablarte!

Tómate unos momentos para reflexionar en tu corazón sobre lo que


has experimentado durante estas primeras 4 sesiones.
[Selah]

Abraham, el padre de los creyentes, fue nombrado así por una razón
sencilla: Dios le habló, y él Le creyó. Abraham creyó a Dios cuando dejó
su país sin saber a dónde iba, y creyó a Dios acerca de sus descendien-
tes cuando su esposa era estéril (Génesis 12:1-4, Génesis 15:5-6).

Creyó en Dios; en otras palabras, le obedecía confiando ciegamente


en Él, hasta el punto de estar dispuesto a sacrificar a su hijo Isaac
(Genesis 22). Durante esta última prueba, Abraham demostró de nue-
vo su fe, y Dios lo bendijo. Lo que más me sorprende es que Él dio estos
pasos de fe en obediencia a la voz de Dios. ¡Él estaba convencido que
era Dios quien le hablaba!

Una vez alguien dijo que la palabra “fe” se deletrea R.I.E.S.G.O.


Abraham se arriesgó cuando lo dejó todo para ir a Canaán o cuando
fue al Monte Moriah con su hijo para sacrificarlo. No importa el nivel
27
de intimidad que tengas con Dios, la fe siempre entrará en la ecuación
cuando se trata de escuchar Su voz.

La misma pregunta surge una y otra vez, y todo el mundo se la hace:


“¿Realmente fue Dios quien me habló, o fueron mis propios pensamientos?”

Querido/a amigo/a, ¿alguna vez has tomado riesgos por fe? Tómate
unos minutos para recordar los pasos de fe que diste en el pasado, y lo
que te impulsó a la hora de tomarlos.
[Selah]

Querido/a amigo/a, déjame darte un consejo: Es más fácil aprender


a escuchar a Dios en situaciones en las que el riesgo es bajo, porque
ese tipo de situaciones requieren menos fe. La fe se desarrolla cuando
la ejercitamos. ¿Has notado que Abraham fue demostrando su fe de
manera progresiva? Para poder obedecer a Dios cuando te pida, por
ejemplo, que vayas a otro país y arriesgues tu vida para predicar el
Evangelio, antes tu fe tendrá que ser fortalecida y desarrollada poco a
poco, en las cosas del día a día, en pequeños pasos de fe. Solo entonces
llegarás a estar preparado para dar grandes pasos de fe. Así que ahora
no sería el momento, en tu quinto día de este viaje de oración, para
preguntarle a Dios con quién te vas a casar o si debes vender tu casa.

El primer nivel de fe es creer que Dios quiere hablarte. Puedes


crecer en este nivel de fe al tomarte tiempo de manera regular para
escucharle y hacerle preguntas. Estar preparado/a para escribir es una
demostración de fe, porque manifiesta que crees que Él te va a hablar.
También puedes crecer en tu fe al honrar el Espíritu Santo cuando
sientes un impulso de Él en tu espíritu durante el día. Por ejemplo, si te
surge un pensamiento persistente o una inquietud que no entiendes,
simplemente puedes preguntarle: “Espíritu Santo, sé que vives en mí y
que quieres hablarme. ¿Qué quieres decirme?”.

El segundo nivel de fe es decidir creer lo que te está diciendo sobre Sí


mismo o sobre ti, después de que hayas confirmado que lo que recibis-
te es realmente bíblico (hablaremos más sobre la importancia de este
paso más adelante). Si lo que Dios te está diciendo pone patas arriba

28
todo lo que crees, necesitarás más fe para creerlo, como cuando Dios
le dijo a Sarah que tendría un hijo a los 90 años (Génesis 17:17).

A David, por ejemplo, le costaba creer que Dios pudiera decirle que le
amaba. En mi caso, las cosas que fui recibiendo de Dios en mi corazón
rompieron a menudo muchos de mis esquemas. ¡Escuchar a Dios me
ha liberado de tantas mentiras que creía en lo profundo de mi corazón!

Finalmente, el tercer nivel de fe se manifiesta cuando estás dispues-


to/a a obedecer lo que Dios te dice. Eso podría ser llamar a alguien y
preguntarle qué tal está cuando sientes que el Espíritu está poniendo
en ti esa carga por llamarle, prestar atención a una advertencia del
Espíritu Santo y cambiar tus planes, o tomar decisiones sabias basadas
en Su guía.

Veamos otra vez lo que Jesús declaró:

Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la
Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
Juan 7:37-38

La fe, por lo tanto, es como el grifo que deja fluir el río del Espíritu en
nosotros.

¿Has notado que te he recomendado escribir en tu cuaderno de


oración todo lo que recibes en oración? Esto es más que nada para
ayudarte a expresar tu fe y para que permanezcas en esa fe mientras
escuchas la voz de Dios.A veces un pensamiento nos llega como un
susurro imperceptible. Si lo recibimos por fe, se vuelve más fuerte,
pero si dudamos, se desvanece, dejándonos con nuestro propio razo-
namiento. Por tanto, cuando Jesús dice que debemos acercarnos a Él y
beber, es cuestión de recibir por fe lo que el Espíritu Santo, que vive en
nosotros, nos susurrará en nuestro espíritu.

Te invito ahora a que apliques lo que acabamos de discutir. Ten a mano


tu cuaderno de oración, relájate, sonríe, e imagina que estás en los
brazos de Jesús
[Selah]

29
Ahora escribe esta pregunta: “Jesús, ¿qué quieres decirme sobre mi fe?”
Abre bien tu corazón y bebe por fe lo que está brotando en ti. Después
escribe lo que recibes.
[Selah]

También sugiero esta pregunta: “Padre, ¿qué quieres decirme hoy?”

[Selah]

¡Nos vemos mañana!

30
Día 6. Permanece en silencio y
espera en Él
Enlace del audio
Hola, querido/a amigo/a,

¡Enhorabuena, estás en tu sexto día!

¿Puedo orar por ti ahora?

Padre Celestial, Tú hablabas a Elías en una voz suave y apacible; oro


para que mi amigo/a pueda permanecer en paz ante Ti, como un niño
destetado en los brazos de su madre. Oro para que Tu Presencia se
convierta en su refugio, en un lugar de descanso, y que Tu voz sea clara,
diferente del resto de ruidos, voces y distracciones que nos rodean. En
el nombre de Jesús. Amén.

Te invito a ponerte cómodo/a y a darle 100% de tu atención a Jesús


por los siguientes 15 minutos. Sonríe, respira hondo, y entra en la
presencia del Espíritu Santo dentro de ti.

Si estás escuchando el audio, puedes cerrar los ojos y dejar que el


sonido de mi voz de guíe si quieres. Dios ama cuando permanecemos
en silencio ante Él. Mientras te apartas, Él está allí, esperándote.

Tómate unos momentos para tranquilizar tu alma. Unos momentos de


silencio para contemplar a Dios.
[Selah]

Si estás ansioso/a y agitado/a en tu interior, entrégale tus preocupa-


ciones a Él.

Escribe en algún sitio las tareas que están en tu mente y que quizá
necesites completar después de este tiempo con Dios. Eso te ayudará
a liberar tu mente de estas preocupaciones, para así poder centrarte
bien en este tiempo de escuchar a Dios.
[Selah]

31
Deja que Su amor brille sobre ti.
[Selah]

Una de las reglas básicas de la comunicación es permanecer callado


para escuchar a los demás. De igual manera, para escuchar a Dios
hablarte, debes aprender a pasar tiempo en silencio ante Él. Es posible
que te sientas incómodo/a en silencio, porque quizá en ese momento,
tu sufrimiento interior se vuelve más perceptible. ¿Qué tal si, en lugar
de suprimirlo, se lo entregas a Dios? ¿Y si le pides al Espíritu Santo que
venga y te consuele?

Cuando nuestros hijos lloran y necesita consuelo, los tomamos en


brazos y esperamos, mientras se acurrucan en nosotros. A veces hace
falta tiempo hasta que el consuelo empiece a tomar efecto. Después
de unos minutos, están más calmados y consolados. Te animo a que
le pidas al Espíritu Santo que venga y te abrace, que te tome en Sus
brazos, para que puedas experimentar lo que el salmista comparte en
el Salmo 131: ser como un niño destetado en los brazos de su madre.
En otras palabras, entra en la paz y la seguridad de Su Presencia.

Simplemente dile:“Espíritu Santo, te pido que me abraces, que me tomes


en Tus brazos. Ven y trae paz a mi alma para que no esté incómodo/a mien-
tras espero en silencio delante Ti”

Después, abre las manos para recibirle y deja que Su amor te toque.

[Selah]

La contemplación en silencio es uno de los tipos de alabanza que Él nos


pide.

Mas Jehová está en su santo templo; calle delante de él toda la tierra.


Habacuc 2:20

El silencio es un signo de honor que se otorga a un dignatario que está


a punto de hablar. ¡Toda la tierra está llamada a guardar silencio ante
Dios, porque Dios es Dios! El silencio ante Dios también es una forma

32
de amor. Le estás ofreciendo tiempo de calidad. No es el silencio lo que
Dios ama, sino el hecho de tener toda tu atención.

Después de acercarte a Él con tus alabanzas y oraciones, te invito a


estar quieto/a, permaneciendo en silencio y atento/a ante Él.

Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante


de ti, y esperaré.
Salmos 5:3 (RVR60)

El salmista permaneció quieto delante Dios, esperando Sus respues-


tas. La palabra “esperar” que aparece en este versículo, puede también
traducirse del hebreo como “estar atento” o “vigilar” . Sugiere que es un
tiempo de espera lleno de fe, una vigilancia en el espíritu.

En estos momentos de silencio, en los que tu alma entra en un lugar de


tranquilidad y reposo, el amor y la paz de Dios te llenan, y tu espíritu
puede recibir visiones más fácilmente.

Se puede estar físicamente tranquilo pero inquieto internamen-


te. Guardar silencio ante Dios es difícil para muchas personas. Por eso
te invito a que comiences a practicar y a poner un cronómetro para
permanecer en silencio durante, por ejemplo, 5 minutos al día. Cuanto
más te acostumbres a estar en silencio ante Él, más podrás conectarte
rápidamente con el Espíritu Santo en ti.

Si Dios puede hablarte a través de pensamientos que pone en tu


espíritu, también puede mostrarte una imagen o causar que sientas Su
presencia físicamente o espiritualmente. Sé sensible a estas manifes-
taciones y simplemente responde diciendo, “Gracias, Espíritu Santo, por
permitirme sentir Tu presencia” o “Gracias por Tu paz.” Luego, deja que Él
te sature con Su presencia.

Recuerda una cosa: la fe te permite escuchar a Dios. Cuando guardas


silencio ante Él, cree que Él quiere hablarte. Él mismo eligió poner Su
Espíritu en ti para comunicarse contigo más fácilmente. Esto significa
que no tienes que llamar Su atención: solo tienes que conectarte a la
frecuencia de Su corazón.

33
Te invito a que saques tu cuaderno de oración. Vamos a terminar hoy
escribiendo esta simple pregunta a Dios: “Padre, aquí estoy. Tu hijo te
escucha. ¿Qué quieres decirme?”. Luego permanece atento/a, en silencio,
con los ojos cerrados, mientras suena la música. Después, escribe lo
que pensaste, viste, o sentiste en tu cuaderno.

¡Nos vemos mañana!

34
Día 7. Dios habla a tu espíritu:
tu mente debe someterse a Él
Enlace de Audio
Hola, querido/a amigo/a,

¡Enhorabuena, estás en tu séptimo día! ¡Estás a punto de completar tu


primera semana!

¿Puedo orar por ti ahora?

Padre Celestial, Tú eres Espíritu, y hablas a nuestro espíritu. Te pido


que ayudes a mi amigo/a a someter su mente a Tu Espíritu para que
pueda experimentar completamente lo que Tú quieras revelarle. En el
Nombre de Jesús. Amén.

Te invito a ponerte cómodo/a y a darle el 100% de tu atención a Jesús


durante los siguientes 15 minutos. Sonríe, respira hondo. Si estás es-
cuchando el audio, puedes cerrar los ojos y dejar que el sonido de mi
voz de guíe, si quieres.

Jesús es el Buen Pastor. Él sabe mejor que tú lo que necesitas, a dónde


guiarte, y cómo llegar allí. Estás a salvo mientras le sigas a Él.

Jesús dijo:

Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen.


Juan 10:27

Medita por unos momentos en el hecho de que Jesús es tu Pastor.

[Selah]

Estoy seguro de que habrás notado que en ocasiones, mientras inten-


tas escuchar a Dios, tus pensamientos pueden estar en oposición a
lo que recibes. Puede que te digas: “Esto tiene que ser mi imaginación...
No es lógico. No es posible”. Aunque Dios te ha dado una mente (la cual
es especialmente útil para todo, y en especial para comparar lo que
35
recibimos en oración con la Biblia), recuerda que Dios no habla a tu
mente: habla a tu espíritu.

Quizá no eras muy consciente de que había una diferencia entre tu


espíritu y tu mente, pero sí, la mente y el espíritu son dos cosas dife-
rentes. El apóstol Pablo confirma esto, por ejemplo, cuando dice que
nuestro espíritu puede estar orando mientras nuestra mente está en
reposo (1 Corintios 14:14, RVR60). Tu espíritu es la parte de ti que te
permite estar en comunión con Dios; es tu espíritu el que ha estado
unido con el Espíritu Santo desde que naciste de nuevo (1 Corintios
6:17, RVR60).

A lo largo de tu vida, has usado tu mente para razonar y dictar tus


decisiones. Es por eso que tu mente siempre lucha para mantener
su posición de supremacía sobre tus pensamientos. El apóstol Pablo
escribió a los Gálatas en relación a la batalla que hay entre el espíritu
y los pensamientos:

Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.


Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es
contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que
quisiereis.
Gálatas 5:16-17 (RVR60)

“Para que no hagáis lo que quisiereis”. Es como si no pudieses ser tu pro-


pio amo... Esto puede ser difícil de oír, pero piensa en ello, ¿alguna vez
has tomado malas decisiones estando completamente convencido/a
de que tenía razón?
[Selah]

Querido/a amigo/a, ¡Jesús nos compara con las ovejas! Una oveja sin
su pastor está en peligro: depende de él para estar protegida, y para
obtener su comida. Desde que comenzaste a seguir a Jesús, ¿has to-
mado buenas decisiones que fueron inspiradas por Dios, aun cuando
tu mente se oponía a ellas? Piénsalo por un momento y agradécele por
Su ayuda.
[Selah]

36
La oveja depende de su pastor. De la misma manera, debemos recono-
cer que dependemos de Dios, y que sin Él, no podemos llevar nuestras
vidas correctamente. Las ovejas no están atadas: simplemente siguen
al pastor al sonido de su voz.

Muchas veces no entenderás por qué Dios te dice algo. Recuerda que
Él lo sabe todo, sobre todos. Él conoce cada pensamiento de cada ser
humano, ¡e incluso conoce el futuro! Por eso confiar en Él es la mejor
decisión. Esto se llama fe: ¡creer lo que Dios dice, por el simple motivo
de que Él es Quien lo dice!

La fe causa que tu mente se someta a tu espíritu y por lo tanto al Espíritu


Santo. Tómate unos momentos para meditar en este versículo:

Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros


caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que
la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis
pensamientos más que vuestros pensamientos.
Isaías 55:8-9

[Selah]

Por lo tanto, la mejor actitud a adoptar es seguir obedientemente al


Buen Pastor al sonido de Su voz. Somete tu voluntad a la voluntad de
Jesús para que puedas seguirlo sin la resistencia de tu mente.

Te animo a que le pidas al Espíritu Santo que te hable sobre el


Pastor. Imagina que estás siguiendo a Jesús, que estás siguiendo
Sus pasos, aunque no entiendes bien el camino por el que Él te está
tomando. Ahora escribe esta pregunta en tu cuaderno: “Jesús, ¿qué
quieres decirme sobre Tu corazón de pastor y mi papel como una oveja?”

Te dejo con el Buen Pastor.

[Selah]

¡Nos vemos mañana!

37
Día 8. Aprender a reconocer Su
voz: Parte 1
Enlace de Audio
Hola, querido/a amigo/a,

¡Enhorabuena, estás comenzando tu segunda semana!

¿Puedo orar por ti ahora?

Padre Celestial, oro por mi amigo/a que tiene sed de escucharte, que
quiere aprender a caminar por el sonido de Tu voz. Te pido que Tu voz
se vuelva familiar para él, y que su fe confíe sin temor en lo que Tú le
digas. En el Nombre de Jesús. Amén.

Te invito a ponerte cómodo/a y a darle 100% de tu atención a Jesús por


los siguientes 15 minutos. Sonríe, respira hondo. Si estás escuchando
el audio, puedes cerrar los ojos y dejar que el sonido de mi voz de guíe
si quieres.

Jesús es tu amigo. Él quiere que lo conozcas más. Te invito a venir a los


brazos de Jesús y a permitir que Su amor te sature.
[Selah]

Quizá te has hecho esta pregunta en los últimos días: ¿Cómo puedo
saber que en realidad es Dios quien me habla? ¿Es posible reconocer
Su voz?

Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. A este abre el
portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las
saca. Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y
las ovejas le siguen, porque conocen su voz.
Juan 10:2-4 (RVR60) (énfasis agregado)

Querido/a amigo/a, cuando Jesús te habla, ¿qué te hace reconocer que


es Él?
[Selah]

38
Jesús dice que Sus ovejas conoces Su voz. Eso significa que todos
podemos escucharle: de lo contrario, ¿cómo podríamos seguirlo? Sin
embargo, el hecho de que todos podamos escuchar a Dios no significa
que todos estemos escuchándole.

Piensa por unos momentos sobre tus amigos y familiares. Cada uno
tiene una voz, un vocabulario, y unas expresiones diferentes que son
exclusivamente suyos. Seguramente podrás reconocer a tus amigos
o familiares sin verlos, solo por el sonido de sus voces. Las personas
cuyas voces reconoces son aquellas que has llegado a conocer. Si me
has estado escuchando durante los últimos 8 días, ¡probablemente
estés empezando a conocer mi voz!

Es muy importante aprender a reconocer la voz de Jesús porque de lo


contrario, corremos el riesgo de seguir al enemigo.

Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz


de los extraños.
Juan 10:5 (RVR60)

¿Cómo es la voz de Jesús? Los pensamientos de Dios reflejan Su ca-


rácter y naturaleza. Dios es amor. Es por eso que Sus pensamientos
están llenos de amor, un amor incondicional. Él es el Dios de gracia; Él
es paciente, compasivo, alentador, bueno, y gozoso. Dios es la fuente
del perdón, el Salvador, y la Verdad. No dirá nada que contradiga Su
naturaleza. Es a través de Su Palabra, la Biblia, que aprendemos a
conocer a Dios para poder reconocer Su voz.

Por ejemplo, si recibes un pensamiento como este: “Acércate a Mi, te


amo, confía en Mí, quiero perdonarte”. Este pensamiento refleja la na-
turaleza de Dios revelada en la Biblia. De hecho, el Señor nos atrae a
Él (Juan 6:44), Él es fiel para perdonarnos (1 Juan 1:9), y es por fe que
recibimos Su gracia (Efesios 2:8).

Cuanto más leas la Biblia, más tendrás una imagen precisa de Dios y
más podrás reconocer Su voz y rechazar lo que no proviene de Él. La
Biblia debe ser tu guía para analizar lo que recibes, no tu mente. De he-
cho, a menudo creemos las mentiras en lo profundo de nuestro corazón

39
que son contrarias a lo que dice la Biblia. Por ejemplo, alguien con baja
autoestima puede creer que es inútil o que no vale nada. Imaginemos
que, en oración, un pensamiento viene a su corazón: “Hijo/a mío/a, te
amo. Eres tan precioso/a para Mí. Eres mi tesoro.”

Esta persona corre el riesgo de rechazar lo que recibe, pensando que


creerlo sería una manifestación de orgullo, o que su imaginación le
está jugando una mala pasada. Sin embargo, la Biblia apoya este pen-
samiento. Jesús nos redimió con el precio de Su sangre, que es más
preciosa que el oro. Somos Su creación formidable y maravillosa,
hecha a Su imagen, y ¡Dios nos amó de tal manera que dio Su Hijo por
nosotros! (1 Pedro 1:18, Salmos 139:4, Juan 3:16)

En los últimos días, ¿has tenido problemas para creer que lo que has
recibido en tu espíritu podría provenir de Dios? Si es así, compara
estos pensamientos con lo que la Biblia dice que es verdad.

[Selah]

Y Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto
has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre.
Éxodo 33:17 (RVR60)

Jesús también puede llamarte por nombre o por un apodo o una ex-
presión que toca tu corazón. Sandrine experimentó esto… aquí está su
testimonio:

Mientras leía “Jesús te llama por tu nombre,” me pregunté, “¿Por qué


Dios no me llama por mi nombre cuando me habla?” Para mí, cada vez
que empiezo a escuchar Su voz, Dios comienza diciendo, “Hija mía.” Y
esta mañana, se hizo una revelación, una conexión… mi madre, cuando
yo era adulta, me dijo estas palabras: “La única cosa lamento es no
poder eliminarte de los registros. ¡Ya no eres mi hija!”. Estas palabras
realmente me hirieron. Esta mañana, entendí por qué Dios insiste en
usar estas dos palabras: ¡Es porque soy Su Hija!

Querido/a amigo/a, si has tenido problemas para escuchar a Dios has-


ta ahora, no te preocupes, estás aprendiendo. Lee la Biblia para que

40
puedas sumergirte en la naturaleza de Dios y reconocer mejor Su voz
cuando Él te habla.

Si has comenzado a recibir Sus pensamientos o imágenes inspiradas


por Él, trata de encontrar versículos que apoyen lo que has recibido. La
imagen no necesariamente estará en la Biblia, pero su significado debe
ser consistente con la naturaleza de Dios.

Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor;


pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre,
os las he dado a conocer.
Juan 15:15 (RVR60)

Ya que Jesús se llama a sí mismo nuestro amigo, ¡desarrollemos esta


amistad! Saca tu cuaderno e imagina que estás sentado/a con Jesús
en la orilla del mar. Él es tu amigo, Su Presencia es lo que más anhela
tu corazón. Ahora escribe esta pregunta en tu cuaderno y pregún-
tale: “Jesús, ¿qué puedo hacer para desarrollar más nuestra amistad?”
Simplemente recibe por fe lo que surja en ti, y escríbelo en tu cuaderno.
Cuando termines, analiza lo que has recibido a la luz de la Biblia.

[Selah]

¡Nos vemos mañana!

41
Día 9. Aprender a reconocer Su
Voz: Parte 2
Enlace de Audio

Hola, querido/a amigo/a,

¡Enhorabuena, estás en tu Noveno día!

¿Puedo orar por ti ahora? “Padre Celestial, oro por mi amigo/a ahora, para
que pueda reconocer Tu voz en medio de todas las demás voces y ruidos
en su corazón. Gracias por el amor y la paz que le das en estos tiempos de
intimidad contigo. En el Nombre de Jesús. Amén”.

Te invito a ponerte cómodo/a y a darle el 100% de tu atención a Jesús


por los siguientes 15 minutos. Si estás escuchando el audio, puedes
cerrar los ojos y dejar que el sonido de mi voz de guíe si quieres. Sonríe,
respira hondo. Jesús está aquí. Él tiene cosas buenas para ti hoy; ábrele
tu corazón y entra en Su amor dentro de ti.

[Selah]

El Espíritu Santo es una persona: Le encanta sorprendernos, encender


nuestra curiosidad, y llamar nuestra atención de manera original.
¿Te ha sorprendido en los últimos días?

[Selah]

Querido/a amigo/a, ¿has recibido pensamientos o imágenes espontá-


neas en los últimos días fuera de tus tiempos de oración? ¡Recuerda
que el Espíritu Santo puede hablar a tu espíritu en cualquier momento!

De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua
viva.
Juan 7:38 (NVI) (énfasis agregado)

Una de las características de los pensamientos de Dios es que brotan


desde nuestro interior. Son espontáneos porque no son fruto de
42
nuestro propio razonamiento. Es un poco como cuando atiendes el
teléfono sin saber quién llama: no puedes predecir lo que escucharás.

Tus pensamientos son el fruto de tu razonamiento, mientras que las


tentaciones del enemigo y los pensamientos de Dios son espontáneos:
vienen de repente, como “de la nada.”

Si hay pensamientos o imágenes que te vienen de manera espontánea


en oración o durante el día, préstales atención. Es probable que pro-
vengan de Dios. Luego, deberías compararlos a lo que enseña la Biblia
sobre la naturaleza de Dios, que es lo que vimos ayer.

El siguiente criterio a comprobar es el efecto que estos pensamientos


e imágenes tienen en tu vida. Cuando Jesús te dice que te ama, puedes
sentir Su amor. Si te dice, “No te preocupes,” Su paz acompaña a Sus
palabras.

Porque él dijo, y fue hecho; Él mandó, y existió.


Salmos 33:9 (RVR60)

Las palabras de Dios contienen vida dentro de ellas; son mucho más
que información. Tus propios pensamientos no tienen este poder
creativo. Los pensamientos de Dios también son muy suaves, como un
susurro que nos llama a escuchar atentamente por fe.

Los pensamientos del enemigo, por otro lado, tienen un efecto negati-
vo, crean miedo, ansiedad, culpa, o desesperación.

El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido


para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Juan 10:10

Algunas personas tienden a no prestar atención a este suave susurro,


se esperan un viento que rasgue las montañas o el sonido de una fuer-
te trompeta. Pero cuando Dios habló a Elías, Dios no estaba en medio
de estas manifestaciones sobrenaturales. Estaba en un suave susurro,
una voz tranquila y apacible.

43
Él le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí
Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los mon-
tes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en
el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el
terremoto. Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el
fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado.
1 Reyes 19:11-12 (RVR60)

Por lo tanto, si quieres ser más sensible a la voz de Dios durante el día,
manténte consciente de Su presencia dentro de ti.

Cada mañana, tómate el tiempo para concentrarte en el Espíritu Santo


en ti y luego, regularmente durante el día, vuelve a concentrarte en
Él. Cuanto más lo hagas, más rápido será, y más durará tu conciencia
de Su presencia. Es en esta comunión del Espíritu que estarás más
receptivo/a a lo que Él quiere comunicarte.

Te invito a que hagas esto ahora. Dile al Espíritu Santo: “Espíritu Santo,
aquí estoy. Me sumerjo en Tu presencia.”

[Selah]

Amigo/a, mío/a, Dios ama encender tu curiosidad porque eso te


acerca a Él. No es frecuente recibir mensajes completos de una vez;
Dios tiende a comenzar una conversación sin que entendamos de
inmediato lo que quiere decir. Su objetivo es iniciar una conversación
con nosotros. Así que, si ves una imagen y no entiendes lo que significa,
en lugar de descartarla, simplemente pregúntale al Espíritu Santo si es
Él quien llama tu atención, y qué significa.

Te invito a que comiences a escuchar al Espíritu Santo ahora. Saca tu


cuaderno y escribe la siguiente pregunta: “Padre, aquí estoy ante Ti.
¿Qué quieres decirme hoy?”. Entra en la Presencia del Espíritu Santo en
ti, y simplemente escribe lo que brota desde tu interior.

Hazle preguntas para continuar la conversación que Él inicia. Luego,


cuando termine de hablar, examina lo que has escrito usando los pasos

44
que hemos visto hoy (espontaneidad, si se asemeja a la naturaleza de
Dios, si es bíblico, y qué impacto tiene en tu vida).

Te dejo con el Espíritu Santo.


[Selah]
¡Nos vemos mañana!

45
Día 10. Escuchar a Dios para no
seguir al enemigo
Enlace de Audio
Hola, querido/a amigo/a,

¡Enhorabuena, estás en tu Décimo día!

¿Puedo orar por ti ahora? Padre Celestial, oro por Tu hijo/a ahora, que
el enemigo ya no tenga acceso a sus pensamientos, que sus mentiras sean
expuestas, y que Tu hijo/a pueda seguirte sin desviarse a la derecha o la
izquierda. En el Nombre de Jesús. Amén.

Te invito a ponerte cómodo/a y a darle el 100% de tu atención a Jesús


durante los siguientes 15 minutos. Sonríe, respira hondo. Si estás es-
cuchando el audio, puedes cerrar los ojos y dejar que el sonido de mi
voz de guíe si quieres.

Jesús es el Buen Pastor. Él te hace descansar en pastos verdes.

[Selah]

Hemos visto que ciertos pensamientos provienen de Dios. Pero si Él


te puede hablar, debes saber que el enemigo también puede hacerlo.

Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz


de los extraños.
Juan 10:5

Querido/a amigo/a, ¿a quién estás escuchando? ¿Qué tipo de pen-


samientos resuenan en tu interior, y quién es su autor?

[Selah]

Todos los problemas de la humanidad empezaron cuando Eva empezó


a escuchar a la serpiente. Gradualmente, las palabras del enemigo la
convencieron, y al final, ella escogió obedecerle a él, desobedeciendo

46
a Dios. La caída trajo muerte, pecado, y enfermedad a la raza humana,
y le dio a Satanás dominio sobre la tierra.

Satanás es el padre de las mentiras, y cada conversación con él tiene el


objetivo de infectarnos. Seguramente estarás pensando ahora mismo:
“¡Pero si yo no hablo con Satanás!”. No tengo ninguna duda al respecto,
pero estoy seguro de que él sí que te habla contigo.

La serpiente no avisó a Eva de las consecuencias de su desobediencia;


Dios ya lo había hecho. La serpiente solo contradijo a Dios al decir, “¡No
morirás!”. Es curioso, pero, si te fijas, en ninguno momento la serpiente
le dice a Eva: “¡Come del fruto del árbol!”. Lo que hizo fue todavía más
retorcido: habló a Eva de tal manera que hizo ella misma quisiese co-
mérsela. La manipuló, y esta manipulación se ha seguido manifestando
durante milenios.

Satanás te envía pensamientos, impresiones, e incluso emociones, con


el objetivo de hacerte creer que son tuyos. Es un truco tan viejo como
el origen de los tiempos. El enemigo te susurra al oído, “¡Soy inútil!”,
y es como una semilla que produce el árbol de baja autoestima si no
lo arrancas de raíz. Te susurra, “¡Es mi culpa!”, sembrando arbustos de
condenación con espinas de culpa dentro de ti.

Querido/a amigo/a, ¿los pensamientos, temores, o emociones negati-


vas envenenan tu vida? Piensa en ello
[Selah]

Querido/a amigo/a, de la misma manera en la que debes prestar aten-


ción a los pensamientos de Dios, debes estar atento/a a los pensamien-
tos del enemigo. Jesús explicó que Sus ovejas huirán de la voz del
extraño porque él es peligroso. Él solo tiene un objetivo: ¡destruirte!

El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido


para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Juan 10:10

En pocas palabras, no todos los pensamientos en tu mente son tuyos.


La buena noticia es que cuanto más te nutres con la Biblia, más podrás

47
reconocer la voz de Dios y la voz del enemigo. Así que, si te das cuenta
de que un pensamiento no proviene de Dios porque está en conflicto
con la Biblia o te aleja de tu Padre Celestial, debes rechazarlo en el
Nombre de Jesús, y confesar la verdad bíblica sobre él.

Por ejemplo, si tienes el pensamiento, “Dios nunca más me permitirá


entrar en Su presencia”, confiesa que Jesús dijo, “...al que a mí viene, no le
echo fuera” (Juan 6:37).

Querido/a amigo/a, nuestros pensamientos más profundos determi-


nan la manera en la que actuamos, así como nuestro comportamiento.

Por tanto, para poder cambiar tu comportamiento, tienes que cambiar


lo que piensas, comenzando por no pensar más lo que el enemigo
intenta poner en tu mente. Personalmente, no creía que estaba pen-
sando mentiras hasta que el Espíritu Santo me las reveló. Después de
renunciar a ellas y confesar la Palabra de Dios, mi vida cambió profun-
damente. Por cierto, esta es una de las promesas de Jesús:

Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.


Juan 8:32 (RVR60)

¿De qué verdad está hablando Jesús aquí? No una verdad general
sobre Su divinidad sino verdades que se oponen directamente a las
mentiras que nos mantienen cautivos.

Querido/a amigo/a, ¿quieres liberarte de las mentiras que el enemigo


ha sembrado en ti sin tu conocimiento? Te invito a pedirle al Espíritu
Santo que te las revele. En primer lugar, saca tu cuaderno de oración.
Relájate y concéntrate en el Espíritu Santo en ti, el Espíritu de verdad.
Ahora, escribe esta pregunta: “Espíritu Santo, ¿cuál es la mentira que me
mantiene cautivo/a?”. Permanece en paz por unos momentos y simple-
mente escribe lo que te venga.
[Selah]

Después escribe: “Espíritu Santo, ¿cuál es la verdad que quieres que yo


crea?”. Recibe la verdad que viene a tu espíritu. Puede ser en la forma
de un pensamiento, un versículo bíblico, o una imagen. En ese caso,

48
pregúntale el significado de la imagen. A continuación, revisa lo que
la Biblia dice al respecto para asegurarte de que sea bíblico, luego
renuncia a la mentira en voz alta y confiesa la verdad.

Es posible que creas en varias mentiras. Si es así, haz lo mismo con


cada mentira que crees y confiesa regularmente las verdades que el
Espíritu Santo te ha revelado.

Personalmente, hago este ejercicio cuando no me siento libre para


obedecer a Dios.
[Selah]

¡Nos vemos mañana!

49
Día 11. Hablar en lenguas para
activar tu espíritu
Enlace de Audio
Hola, querido/a amigo/a,

¡Enhorabuena, estás en tu Undécimo día!

¿Puedo orar por ti ahora?

Padre Celestial, oro por mi amigo/a ahora. Espíritu Santo, ven a ayu-
darle a orar, edifica su ser interior, y dale a Tu hijo/a acceso a las cosas
que el Padre nos ha dado a través de Su gracia. En el nombre de Jesús.
Amén.

Te invito a ponerte cómodo/a y a darle el 100% de tu atención a Jesús


por los siguientes 15 minutos. Sonríe, respira hondo. Si estás escu-
chando el audio, puedes cerrar los ojos y dejar que el sonido de mi voz
de guíe si quieres.

El Padre nos envió el Espíritu Santo, el Espíritu de la revelación, para


guiarnos en nuestra vida espiritual (Efesios 1:17). No estás solo/a. Solo
tienes que rendirte totalmente al Espíritu Santo, y dejar que te guíe.
En tus propias palabras, ahora invita al Espíritu Santo a darte revela-
ciones durante este tiempo de oración.
[Selah]

Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han
subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los
que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque
el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién
de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre
que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el
Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo,
sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos
ha concedido.
1 Corintios 2:9-12

50
Dios ha preparado cosas para ti, porque te ama. Es un poco como un
padre que prepara una búsqueda del tesoro para sus hijos. Esconde
cosas para que las puedan encontrar, pero les da pistas; de lo contrario,
sería imposible encontrar el tesoro.

De la misma manera, el Espíritu Santo está contigo para guiarte a las


cosas que Dios ha preparado amorosamente para ti. Querido/a ami-
go/a, te invito a expresar a Dios cuánta sed tienes de saber las cosas
que tu Padre Celestial ha preparado para ti.
[Selah]

¿A veces no sabes cómo orar? El Espíritu Santo está aquí para ayudar-
nos mientras oramos. El apóstol Pablo dependía mucho del Espíritu
Santo para orar.

Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué


hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo
intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña
los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a
la voluntad de Dios intercede por los santos.
Romanos 8:26-27 (RVR60)

Estos suspiros y gemidos que menciona son los de oración en el


Espíritu, orando en lenguas. Orar en lenguas es un don que Dios ha
provisto para todos Sus hijos. Es una promesa Jesús hizo antes de
ascender al Cielo:

Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera


demonios; hablarán nuevas lenguas;
Marcos 16:17 (RVR60)

Aunque hablar en lenguas es una señal milagrosa cuando los oyentes


lo entienden como lo hicieron durante el Pentecostés (Hechos 2), es
especialmente ventajoso para el que está orando en el Espíritu. De
hecho, orar en lenguas es orar en el Espíritu y no con la mente.

51
Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi enten-
dimiento queda sin fruto.
1 Corintios 14:14 (RVR60)

Ya que nuestros pensamientos a menudo interfieren con lo que reci-


bimos en nuestro espíritu, hablar en lenguas nos permite hacer des-
cansar nuestra mente y activar nuestro espíritu: en otras palabras, nos
permite estar más atentos para recibir lo que Dios nos está diciendo.

Querido/a amigo/a, por favor, entiende que hablar en lenguas no es


una señal de madurez o de perfección.

Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a


ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.
1 Corintios 13:1

Orar en lenguas no es una distinción entre cristianos, sino una “he-


rramienta” que Dios nos da para edificarnos en el Espíritu. De hecho,
orar en lenguas es permitir que el Espíritu Santo ore a través de mí y
especialmente por mí. Cuando oro en lenguas, el Espíritu Santo le pide
a Dios lo que realmente necesito, según la voluntad del Padre.

El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica…


1 Corintios 14:4

Imagina que tu espíritu es como una casa hecha de piedra. Cada vez
que hablas en lenguas, el Espíritu Santo añade una piedra que te edifi-
ca a nivel espiritual.

David cuenta cómo pasaron cuatro años entre su bautismo en agua y


su bautismo en el Espíritu Santo. Ese día habló en lenguas, y un gozo
indescriptible le llenó. Cuenta que fue como si hubiese fuego en sus
brazos, los cuales tenía extendidos hacia Dios, así como en su cara.
Estaba tan conmovido por Su amor que lloró. Desafortunadamente,
debido a la falta de enseñanza al respecto, no hizo del hablar en len-
guas un hábito durante sus tiempos con Dios.

52
Cuando descubrió que podía crecer espiritualmente al hablar en len-
guas, comenzó a hacerlo más a menudo y por periodos de tiempo cada
vez más largos. Fue entonces cuando pensamientos inspirados comen-
zaron de repente a surgir en él. Tal fue así, que decidió convertirlo en
un hábito. De hecho, al principio miraba su reloj para asegurarse que
oraba en lenguas durante al menos 10 minutos sin parar.

Curiosamente, mi experiencia con el Espíritu Santo fue similar a la de


David. A veces los Cristianos tenemos miedo del Espíritu Santo y de
hablar en lenguas. De hecho, para nuestra mente es algo incomprensi-
ble. ¡Puede parecer una locura!

Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en


lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?
1 Corintios 14:23

Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios;


pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios.
1 Corintios 14:2

Es por fe que deberíamos hablar en lenguas regularmente, creyendo


que el Espíritu Santo está intercediendo por nosotros, que le estamos
hablando misterios a Dios, y que Él nos está edificando.

En mi caso, desde el momento en el que empecé a hablar en lenguas


de una forma más regular, pude experimentar un crecimiento en mi
discernimiento espiritual, así como más claridad y fortaleza en todas
las áreas. Hoy en día es una de las claves más importantes de mi vida,
de las que más me permite estar en comunión con Dios y escuchar Su
voz. David cuenta que experimentó una mejora a la velocidad del rayo
en su vida espiritual cuando comenzó a hablar en lenguas durante una
hora cada día.

Aquí tienes el testimonio de Claire, una chica que atendió uno de los
seminarios de formación de David, que ilustra la importancia de hablar
en lenguas:

53
“Tenía bloqueos para hablar en lenguas. Pensaba más en lo que estaba
diciendo que en dejarme guiar por el Espíritu Santo. Así que le pedí
al Señor que me mostrara qué era este bloqueo. Mientras estaba en
silencio y escuchando la voz del Señor, dejé que Él me guiara. Una
imagen me vino: estaba junto al mar, que estaba impresionantemente
tranquilo, y el Señor me susurró, “Este es tu bloqueo.” Al principio, no
entendí lo que quería decir. Luego me desafió, diciendo, “Empieza a
hablar en lenguas”. No me atreví hacerlo, y me aseguró, “No tengas
miedo de nada; ten confianza”. Tan pronto como empecé a hablar en
lenguas, el mar se inquietó. Cuanto más hablaba, más las olas venían y
me refrescaban, y una voz me dijo, “¡Sigue!”. Cuanto más lo hacía, más
refrescada y vigorizada me sentía. Ahora sé por qué hablar en lenguas
es edificante: porque refresca y fortalece mi espíritu. ¡Gloria a Dios!”

Querido/a amigo/a, si todavía no hablas en lenguas, quiero orar por ti


ahora para que el Espíritu Santo, quien ya está dentro de ti, haga que
este lenguaje de oración brote de ti hacia el exterior. No tengas miedo:
solo ríndete a Él y confía en Él con tu lengua.

Padre, te pido ahora que sumerjas a mi querido/a amigo/a en Tu río,


que bautices a Tu hijo/a en Tu Espíritu y que le des un lenguaje de
oración para que pueda orar y ser edificado/a en el Espíritu Santo. En el
Nombre de Jesús. Amén.

Ahora, abre tu boca y alaba a Jesús, deja que Su río brote en ti y se


desborde, deja que Su gozo te llene y Su amor te sature. Si ya hablas en
lenguas, te invito a orar en el Espíritu durante varios minutos mientras
suena la música, sin parar. Al final, comienza a escuchar a Dios y pídele
que te diga qué quiere decirte. Escribe en tu cuaderno lo que has reci-
bido, y luego examínalo como dijimos en días anteriores.

[Selah]
¡Nos vemos mañana!

54
Día 12. Ven a los brazos del Padre
Enlace de Audio
Hola, querido/a amigo/a,

¡Enhorabuena, estás en tu décimo segundo día!

¿Puedo orar por ti ahora? Padre Celestial, gracias por adoptar a mi ami-
go/a como hijo/a tuyo. Te pido que le reveles la grandeza de Tu amor para
que ningún temor pueda impedir que disfrute de Tu presencia. En el nombre
de Jesús, amén.

Te invito a ponerte cómodo/a y a darle el 100% de tu atención a Jesús


por los siguientes 15 minutos. Sonríe, respira hondo. Si estás escu-
chando el audio, puedes cerrar los ojos y dejar que el sonido de mi voz
de guíe si quieres.

Querido/a amigo/a, el Padre te ama tanto. Te ama más de lo que puedas


imaginar; Su amor por ti es constante, incondicional. Te ha llamado Su
hijo/a. Ven a Sus brazos y expresa tu amor a Él en tus propias palabras.

[Selah]

Querido/a amigo/a, cuando piensas en Dios el Padre, cuando te acer-


cas a Él, ¿cómo lo imaginas en tu mente? ¿Qué emociones sientes en tu
corazón?

[Selah]

Dios es amor, pero a la mayoría de Sus hijos les resulta difícil orar.
Jesús dijo,

Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu


Padre que está en secreto...
Matteo 6:6

Te está esperando allí en el lugar secreto. Pero muchos cierran sus


puertas y se quedan afuera por temor a molestar a Dios.

55
La imagen que tienes de Dios es una construcción mental basada en
verdades, pero también en mentiras que has creído a lo largo de tu
vida, influenciadas quizá por tu propia relación con tus padres. Cada
uno de estos pensamientos provoca actitudes de tu parte hacia Dios.

Si ves a Dios con los brazos cruzados, pasivo y frío, es probable que
subconscientemente piensas que Él es insensible a tus dificultades.
Estos pensamientos, a su vez, provocan una falta de deseo en ti de
acercarte a Él, o el enojo por esta supuesta falta de atención por Su
parte.

Si te imaginas a Dios sentado en un trono inaccesible, entonces es


posible que hayas llegado a la conclusión de que ni siquiera te conoce,
y que es imposible tener intimidad verdadera con Él. Puede que enton-
ces busques llamar Su atención con largas oraciones, o con actuaciones
religiosas.

Si tu padre terrenal te abandonó, puedes sentir miedo de apegarte


a Dios, por miedo de que Él también te pueda abandonar en algún
momento.

Si tus padres fueron demasiado exigentes, estaban llenos de crítica,


o no te mostraban afecto, tu corazón probablemente no querrá escu-
char lo que Dios desea decirte por miedo a ser herido/a.

Todos estos conceptos erróneos de Dios pueden convertirse en blo-


queos o limitaciones para escuchar Su voz.

¿Quieres estar más cerca de Dios y conocerlo como realmente es?


Díselo en tus propias palabras ahora mismo.
[Selah]

Veamos juntos a lo que dice la Biblia acerca de tu Padre Celestial:

Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi


sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamien-
tos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te

56
son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí,
oh Jehová, tú la sabes toda. Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí
pusiste tu mano.
Salmos 139:1-5

¿No es Efraín hijo precioso para mí? ¿no es niño en quien me deleito?
pues desde que hablé de él, me he acordado de él constantemente.
Por eso mis entrañas se conmovieron por él; ciertamente tendré de él
misericordia, dice Jehová.
Jeremías 31:20

Yo apacentaré mis ovejas, y yo les daré aprisco, dice Jehová el Señor.


Yo buscaré la perdida, y haré volver al redil la descarriada; vendaré la
perniquebrada, y fortaleceré la débil
Ezequiel 34:15-16a (NLT)

Porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré


Hebreos 13:5b

Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y


en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas.
Isaías 40:11 (NLT)

Yo con todo eso enseñaba a andar al mismo Efraín, tomándole de


los brazos; y no conoció que yo le cuidaba. Con cuerdas humanas los
atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo
de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida.
Oseas 11:3-4

Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y


a Jesucristo, a quien has enviado.
Juan 17:3

Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi


Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.
Juan 14:23

57
Pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y
habéis creído que yo salí de Dios.
Juan 16:27

Querido/a amigo/a, ahora deja que Su Palabra libere la verdad en tu


corazón y expulse todo temor que puedas tener hacia Él.
[Selah]

Tu Padre Dios está muy cerca de ti, y está muy atento a lo que estás
experimentando. Créelo cuando oras, para que puedas estar abierto
para recibir Su consuelo. Dios piensa en ti todo el tiempo, Él está lleno
de ternura hacia ti.

Puedes confiar en Su ayuda porque Su amor por ti no es el producto de


tus peticiones… Él te amó primero. El Padre es fiel: nunca te abandona-
rá. Su amor es profundamente afectuoso.

Jesús vino para revelar al Padre, para que pudiéramos acercarnos a Él


y estar en Sus brazos. Él insiste en el hecho de que el Padre mismo nos
ama. La vida eterna es conocer a Dios… en otras palabras, es estar en
comunión verdadera con Él.

Te invito a hacer esta oración: “Padre, gracias por amarme. Hoy elijo
renunciar a la mentiras de que eres distante, frío, indiferente, pasivo, exi-
gente, crítico, o de que estás demasiado ocupado. Perdono a mis padres
por no representarte correctamente. Acepto con alegría la verdad de que
eres bueno, cálido, afectuoso, atento, de que ser cercano, lleno de bondad y
misericordia, y de que quieres estar en comunión conmigo. Gracias, Padre,
porque soy Tu hijo/a amado/a. Acudo a Tus brazos y recibo Tu amor.

Te invito a sacar tu cuaderno ahora y a escribir la siguiente pregunta:


“Padre, ¿qué quieres decirme sobre Ti?”

Concéntrate en Su amor y escribe las imágenes o pensamientos espon-


táneos que recibes. Luego, examina lo que has recibido, comparándolo
con la Biblia.

¡Nos vemos mañana!

58
Día 13. Sentir el Amor del Padre
Enlace de Audio
Hola, querido/a amigo/a,

¡Enhorabuena, estás en tu Décimo Tercer día!

¿Puedo orar por ti ahora? Padre Celestial, te pido que le muestres tu


afecto a mi amigo/a ahora mismo. Ven y toca su ser entero, para que sea un
testimonio de que en verdad eres Tú quien le está hablando. En el Nombre
de Jesús. Amén.

Te invito a ponerte cómodo/a, y a darle el 100% de tu atención a Jesús


por los siguientes 15 minutos. Sonríe, respira hondo. Si estás escu-
chando el audio, puedes cerrar los ojos y dejar que el sonido de mi voz
de guíe si quieres.

Dios te ama tiernamente. Dale gracias ahora por haberte adoptado.

[Selah]

Querido/a amigo/a, Dios te creó. Él es Espíritu y no tiene cuerpo, pero


sin duda Él puede tocar tu cuerpo. Mostramos nuestro afecto a los que
amamos a través de abrazos o de una sonrisa, que son expresiones no
verbales de amor, aprecio y aliento. Si nosotros tenemos esta capaci-
dad, Dios también la tiene, porque fuimos creados a Su imagen.

Ahora que has estado escuchando a Dios más de cerca, ¿le has sentido
de una manera especial? La Biblia contiene muchos encuentros con
Dios donde los humanos experimentaron física o emocionalmente el
contacto con su Creador.

Por ejemplo, Elisabet sintió que Juan el Bautista saltó de alegría den-
tro de ella cuando María, que ya estaba embarazada de Jesús, vino a
saludarla.

59
Porque tan pronto como llegó la voz de salutación a mis oídos, la cria-
tura saltó de alegría en mi vientre.
Lucas 1:44 (RVR60)

Los discípulos que se encontraron con Jesús en el camino a Emaús no


creyeron en Su resurrección, a pesar del testimonio de las mujeres
que se encontraron la tumba vacía y que se encontraron incluso con
ángeles que les dijeron que el Señor estaba vivo. Estos dos discípulos
estaban cegados por su incredulidad y tristeza. Pero cuando Jesus les
habló, aunque no lo reconocieron al principio, sentían que su corazón
ardía en su interior. Esto fue una prueba para ellos de que era de ver-
dad Jesús quien les habló, antes de desaparecer ante sus ojos.

Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros,


mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?
Lucas 24:32

¿Alguna vez has sentido un escalofrío al escuchar un versículo, o la


letra de una canción de alabanza? ¿Nunca lloras cuando Dios se acerca
a ti? ¿Sientes que Su paz te abruma o la calidez de Su presencia se ma-
nifiesta en tu cuerpo de forma física? Puede incluso que puedas sentir
temblores o como si una corriente eléctrica te recorriese cuando el
Espíritu Santo viene y te toca. ¿Alguna has bailado delante de Él o te
has reído debido a que Su gozo te ha llenado tanto que no has podido
contenerlo? ¿Alguna vez sentiste un rayo del sol en tu cara como si
estuvieses afuera en la luz brillante del sol? ¿Has experimentado una
sensación de pesadez o de fuego en tus manos al levantarlas hacia
Dios?

Todas estas reacciones son bíblicas y normales en la Presencia de Dios.

El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama; y el


que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré
a él.
Juan 14:21

60
Si alguna vez has sentido la presencia de Dios de alguna de estas
maneras, te invito ahora a agradecerle en tus propias palabras por
manifestarse a ti.
[Selah]

Querido/a amigo/a, Dios es real.

Cuando oras, no estás hablando al aire, ¡tus palabras no son vacías!


Dios viene a encontrarse contigo, y se manifiesta a ti. En otras palabras,
te muestra Su presencia en una manera concreta, tangible, y palpable
para que estés seguro/a de que Él está allí.

Puedes decirle a Dios: “Gracias, Señor, por Tu amor que me llena; gracias,
Señor, porque puedo sentir Tu fuerza en mi interior. Haz lo que quieras en
mí, toda mi vida es tuya y tienes control total, Espíritu Santo”.

Si todavía te cuesta escuchar Su voz pero sí sientes Su presencia, es un


buen comienzo. Persevera en seguir buscando Su presencia, y una vez
que se manifieste a ti, ábrele tu corazón aún más… ¡no pasará mucho
tiempo hasta que empieces a escucharle!

Querido/a amigo/a, la razón por la que te hablo de la manifestación


de la Presencia de Dios es porque puede ser un testigo adicional en
tu interior cuando escuchas la voz de Dios. Si, por ejemplo, estás
dudando que lo que has recibido (o estás recibiendo) en tu mente sea
de Dios, pero sí que sientes este testimonio interno de la Presencia
de Dios, entonces tu fe puede confiar en él para atreverse a continuar
escuchando lo que el Espíritu te dice.

¿Esto te ha pasado durante los últimos días? Piénsalo un momento, a la


luz de lo que acabo de compartir contigo.

[Selah]

Este testimonio interno no sustituye el proceso de examinar lo que


has recibido a la luz de la Biblia, pero si le prestas atención, te ayudará
a recibir más revelación.

61
Querido/a amigo/a, hoy, te animo a pedirle a Dios que venga y te to-
que. Relájate y abre las manos, con las palmas hacia el Cielo, como si
estuvieses esperando un regalo. Dios mismo es el regalo. Puede que
te sorprenda la manera en la que se manifestará a ti, pero confía en el
Espíritu Santo. Cuando comiences a sentir su Presencia, simplemente
dile: “Gracias, Señor, por Tu presencia. Te pido que aumentes la manifes-
tación de Tu Espíritu en mí. ¡Más, Señor!”. Cuando termine la música,
escribe lo que sentiste en tu cuaderno.

Dile ahora: “Padre, prometiste que vendrías y te manifestarías al que te


ama y guarda Tus mandamientos. Aquí estoy… Te pido que vengas y te
manifiestes a mí. En el Nombre de Jesús. Amén”. Espéralo, Él viene…¡Está
tan cerca de ti! Te invito a orar suavemente en lenguas si puedes.

[Selah]

¡Nos vemos mañana! No te olvides de que Él te puede tocar en cual-


quier momento.

62
Día 14. Atesora lo que recibes
Enlace de Audio
Hola, querido/a amigo/a,

¡Enhorabuena, estás en tu Décimo Cuarto día!

¿Puedo orar por ti ahora?

Padre Celestial, gracias por las preciosas palabras que le has dado a Tu
hijo/a. Te doy gracias porque tienes mucho más para darle. Que su fe y
su sed aumenten a través de revelaciones más precisas. En el Nombre
de Jesús. Amén.

Te invito a ponerte cómodo/a y a darle el 100% de tu atención a Jesús


por los siguientes 15 minutos. Sonríe, respira hondo. Si estás escu-
chando el audio, puedes cerrar los ojos y dejar que el sonido de mi voz
de guíe si quieres.

Tu cuaderno seguramente está comenzando a llenarse con todo lo que


Dios te ha dicho. Te animo a tomarte unos momentos para releer lo
que has recibido del Señor durante los últimos días.
[Selah]

Querido/a amigo/a, lo que has recibido hasta ahora es un inicio, un vis-


tazo de lo que Dios quiere hacer en ti. ¿Tienes sed de más? Comparte
esto con Dios ahora mismo en tus propias palabras.
[Selah]

Una buena manera de demostrar tu sed de Dios es valorar lo que ya


has recibido, meditar en ello, pensar en estas preciosas revelaciones
en tu corazón. Por eso quiero hablar contigo hoy sobre la importancia
de tener un cuaderno.

David comparte con nosotros que, durante mucho tiempo, descuidó


el hecho de escribir todo lo que Dios le estaba diciendo. Sin embar-
go, desde que empezó a apuntarlo todo en un cuaderno, comenzó a
progresar de manera constante en su vida espiritual. De hecho, David

63
relee cada año su cuaderno del año pasado y hace un resumen. Es un
verdadera aliento para él el leerlo y releerlo sin reservas.

En mi caso, el tener un cuaderno de oración en el que apuntar todo


lo que hay en mi corazón y lo que recibo de Dios se ha convertido en
una clave para mi vida espiritual. Tengo un cuaderno aparte en el que
pongo solo mis experiencias con Dios, quitando las preguntas sin res-
puesta. Si, ¡yo también hago a menudo preguntas a las que no recibo
respuesta! Pero prefiero concentrarme en lo que Dios me ha dicho
que en lo que no me ha dicho.

Si Dios me dice la misma cosa una y otra vez (¿te ha pasado alguna
vez?), ¡es porque es especialmente importante! A menudo anoto en mi
cuaderno las oraciones contestadas, los testimonios y las bendiciones
que he recibido. Juntarlos me ayuda recordar en pocos minutos todo
lo que Dios ha hecho en mí, para mí o a través de mí durante el año.

Tenemos la tendencia a recordar los problemas y a olvidar rápidamen-


te las bendiciones. Eso nos puede llevar entonces a desarrollar una
actitud de lamento en lugar de agradecimiento. Recordar lo que Él ha
hecho me ayuda a consolidar más mi fe para el futuro, ya que estoy
seguro de que Su fidelidad será siempre nueva y completa.

El hecho de releer este cuaderno varias veces, me ayuda a profundizar


mi entendimiento acerca de las revelaciones que he recibido. Como
seres humanos, tendemos a distraernos y a olvidar las cosas fácilmen-
te. Pero cuanto más recordamos las cosas que Dios nos habla, más
fácilmente podremos renovar nuestra mente.

No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la


renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la
buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Romanos 12:2

Al releer lo que Dios me ha ido mostrando, puedo enfocarme y hacer


un seguimiento a aquellas áreas que estaban “en construcción” dentro
de mí. A veces, de hecho, es muy práctico poner palabras claves o

64
incluso escribir o imprimir frases y pegarlas en las paredes, para así
poder recordarlas constantemente.

Querido/a amigo/a, ¿tenías ya un cuaderno de oración? ¿Te gusta esta


idea? Tienes la oportunidad de tener una herramienta que será extre-
madamente útil para este viaje de oración. Te aconsejo que te crees
uno, ya sea con una liberta física o electrónicamente en el ordenador o
el teléfono. ¡No te arrepentirás!

Por cierto, no olvides escribir la fecha antes de cada nueva entrada en


tu cuaderno. Cuando releo mi cuaderno, también me doy cuenta de lo
que he aprendido con el tiempo. De hecho, Dios a menudo tiene que
repetirme algo varias veces hasta que logo asimilarlo y hacer de ello
un hábito.

Por lo demás, hermanos, gozaos en el Señor. Para mí no es molestia el


escribiros las mismas cosas, y para vosotros es útil.
Filipenses 3:1

Evaluar tu progreso es muy alentador. Recordar el viaje que has hecho


también fortalecerá tu alma para el futuro.

Además, cuando releo mi cuaderno con Dios, Él me desafía. De hecho,


a veces Dios me da directivas a través del aliento y de las revelaciones.
Al releer las cosas que me ha ido diciendo, puedo comprobar mi grado
de obediencia y proactividad, y puedo así luchar mejor contra un po-
deroso enemigo: ¡la procrastinación!

De hecho, en muchas ocasiones, ¡me doy cuenta de que, sin querer,


puedo llegar a ser mi peor enemigo! Por ejemplo, Dios puede decir-
me que le dé prioridad a un cierto proyecto. Un mes después, podría
volver a leer mi cuaderno y ver que ni siquiera he iniciado el proyecto,
aunque Dios me dijo 4 veces desde entonces que lo convirtiera en una
prioridad. Entonces me enfrento con mi terquedad, y esto me empuja
a obedecer, y me desafía para el futuro, ya que la obediencia verdadera
debe ser rápida.

65
Querido/a amigo/a, ya que has progresado en los últimos días, te
animo a hacerle a Dios preguntas sobre lo que has recibido, visto, y
sentido durante tus últimos días. Por ejemplo, ¿cuál es el significado
de esa visión que recibiste, o de esa sensación de calidez que sentiste,
o de ese sueño que tuviste?

Inicia una conversación al escribir la pregunta que te gustaría hacerle a


Dios en tu cuaderno, luego relájate y entra en la presencia del Espíritu
Santo en ti. Escribe lo que espontáneamente te venga. Puedes enton-
ces continuar la conversación sobre el mismo tema o mencionar uno
nuevo. Aprovecha estos minutos para hacer esto.

[Selah]

¡Nos vemos mañana!

66
Día 15. Quédate un poco más
Enlace de Audio
Hola, querido/a amigo/a,

¡Enhorabuena, acabas de completar tu segunda semana!

¿Puedo orar por ti ahora?

Padre Celestial, oro por Tu hijo/a ahora. Te pido que fortalezcas su fe


y que le des aún más sed de estar en Tu presencia, de escuchar Tu voz.
Que Tus revelaciones sean más preciosas que el oro en su corazón. En
el Nombre de Jesús. Amén.

Te invito a ponerte cómodo/a y a darle el 100% de tu atención a Jesús


durante los siguientes 15 minutos. Sonríe, respira hondo. Si estás es-
cuchando el audio, puedes cerrar los ojos y dejar que el sonido de mi
voz de guíe si quieres.

¿Disfrutas pasando tiempo con Dios? El tiempo que inviertes para


estar con Él es tiempo de calidad, y Él valora eso enormemente. De
hecho, Él ama tu presencia, también. Piénsalo por un momento: ¡A
Dios le encanta tenerte sólo para Él!
[Selah]

Desde que empezaste a escuchar a Dios, ¿tus tiempos de oración han


cambiado? ¿Tienes la sensación de que Dios está más cerca de Ti?
Tómate un momento para agradecerle por su cercanía.

[Selah]

El pastor David Théry cuenta que, cuando oraba por las mañanas en
su iglesia en Quebec, Dios le solía pedir en ocasiones que se quedase
un poco más con Él, mientras me preparaba para hacer su trabajo pas-
toral. Las primeras veces, esperaba algún tipo de revelación especial o
una experiencia extraordinaria. Dice que le llevó un tiempo compren-
der que Dios simplemente disfrutaba estando con él, como un amigo.

67
Querido/a amigo/a, ¿quieres ser amigo/a de Dios? Aunque el Padre te
hizo su hijo/a cuando naciste de nuevo, la amistad es algo que se desa-
rrolla y está reservada para aquellos que buscan estar en la Presencia
del Padre.

Hay muchas promesas asociadas con el hecho de convertirse en amigo


de Dios. Aquí hay una que me gusta especialmente:

El SEÑOR es amigo de los que le temen; a ellos les enseña su pacto.


Salmos 25:14 (NTV)

La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, Y a ellos hará


conocer su pacto.
Salmos 25:14 (RVR60)

Así como la gente confía en sus amigos más cercanos, contándoles sus
secretos, Dios revela Sus secretos a Sus amigos.

Desde el principio de este viaje de oración, te he invitado a que pases


15 minutos cada día escuchándome y escuchando a Dios. Estamos en
el día 15, y me gustaría felicitarte por tu perseverancia. Has estado
más de 3 horas y 30 minutos hasta ahora.

Ahora quiero sembrar la idea de que puedes experimentar MÁS.

Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su


compañero. Y él volvía al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun,
su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo.
Éxodo 33:11

Josué no salió del tabernáculo. Entendía que era el mejor lugar en el


que podía estar, el lugar donde Dios habló a Moises. ¿Hubieses que-
rido estar en el lugar de Josué y permanecer en el tabernáculo? Elías
también fue un hombre que caminó en la Presencia de Dios. Esa era su
única calificación, y Dios lo usó poderosamente.

68
Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab:
Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia
ni rocío en estos años, sino por mi palabra.
1 Reyes 17:1 (RVR60) (énfasis añadido)

María, la hermana de Lázaro, también entendía que escuchar a Dios


era lo mejor que podía hacer.

Pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la


cual no le será quitada.
Lucas 10:42

En el tiempo de Josué, Dios solo hablaba en el tabernáculo. En el tiem-


po de Elías, se dirigía sólo a los profetas, y luego, la única manera de
escuchar a Jesús era estando a Sus pies, junto a Él.

La buena noticia para nosotros es que podemos escuchar al Espíritu


Santo en cualquier momento, en cualquier lugar, porque Él mora den-
tro de cada uno de los hijos de Dios. Por eso Jesús dijo,

Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no


me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo
enviaré.
Juan 16:7

Querido/a amigo/a, ¿te das cuenta de que es mejor tener al Espíritu


Santo en ti que tener a Jesús físucamente delante de ti?

Si Jesús llegara a tu casa para cenar, ¿le darías toda tu atención? Estoy
seguro de que no atenderías el teléfono y que el televisor estaría
apagado. Estoy seguro de que harías todo lo posible para mantenerlo
allí el mayor tiempo posible. El Espíritu Santo está aquí todo el tiempo,
pero depende de ti detenerte y tomar tiempo con Él.

Querido/a amigo/a, ¿qué te impide quedarte un poco más con Jesús?

[Selah]

69
Recientemente, hablé con un amigo que, como tú, había escuchado
esta enseñanza sobre la voz de Dios y se había tomado 10 minutos
cada día para escucharle. Mi amigo estaba contento por ese tiempo
de intimidad. Varios años después, durante un seminario, fue animado
a invertir una hora entera de silencio cada día durante 5 días para es-
cuchar a Dios. ¡Recibió revelaciones tan fuertes del Señor que su vida
dio un vuelco!

Querido/a amigo/a, quiero compartir contigo hoy lo que Jesús me dijo:

“Mi hijo, quédate un poco más…”

Esta sesión dura 15 minutos como las demás, pero hay un segundo
enlace con solo música instrumental que dura 15 minutos. Puedes
escucharlo las veces que quieras, tantas veces como tu sed te impulse.

Te invito a que ores conmigo:

“Padre, aquí estoy. Tengo sed de Ti. Quiero ser Tu amigo/a, disfrutar
profundamente de Tu presencia, hacer de Ti mi deleite. Espíritu Santo,
Te pido que me perdones por descuidar en ocasiones mi búsqueda de
comunión contigo. Elijo hoy perseguirte con todo mi corazón. En el
Nombre de Jesús. Amén.”

Saca tu cuaderno, relájate, y abandónate en los brazos de Padre. Pídele


a Jesús que te hable sobre este versículo:

Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad;


porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que
oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.
Juan 16:13

“Señor, ¿qué quieres decirme sobre el Espíritu Santo?”

[Selah]

70
Simplemente escribe lo que espontáneamente te venga. Luego escri-
be: “Espíritu Santo, ¿qué quieres revelarme hoy?”. Escribe lo que recibas
en tu cuaderno, y luego examínalo a la luz de la Biblia.

[Selah]

¡Nos vemos mañana!

Enlace a la pista instrumental

71
Día 16. Mira con tus ojos
espirituales
Enlace de Audio
Hola, querido/a amigo/a,

¡Enhorabuena, estás en tu Décimo Sexto día!

¿Puedo orar por ti ahora?

Padre Celestial, oro por Tu hijo/a ahora y te pido que abras sus ojos
espirituales y que le des visiones. Muéstrale lo que estás haciendo. En
el Nombre de Jesús. Amén.

Te invito a ponerte cómodo/a y a darle el 100% de tu atención a Jesús


durante los siguientes 15 minutos. Sonríe, y respira hondo. Si estás
escuchando el audio, puedes cerrar los ojos y dejar que el sonido de mi
voz te guíe si quieres.

Uno de los nombres de Dios es “el Dios que me ve.” Agar, la sierva de
Abraham, llamó a Dios con este nombre después de darse cuenta de
que Él la estaba cuidando mientras huía sola en el medio del desierto.
(Génesis 16:13)

A medida que sigas avanzando en este viaje de oración, te darás más y


más cuenta de que Dios te ve. El está atento a tu fe y a tu perseveran-
cia. Tu Padre Celestial se regocija con tu progreso.
[Selah]

Querido/a amigo/a, ¿has tenido imágenes mentales, “visiones,” des-


de el comienzo de esta formación? Quizá no te atreviste a llamarlas
visiones, pero has visto cosas. Algunas de ellas son fáciles de com-
prender. Otras son misteriosas y puede que hayas pensado que eran
producto meramente de tu imaginación. Pero si piensas en retrospec-
tiva, te darás cuenta de que estas imágenes te impactaron. Tocaron tus
emociones y despertaron tu curiosidad, quizá tanto que ya no puedes
ignorarlas. Si no te atreviste escribirlas o dibujarlas, hazlo ahora, o

72
lee de nuevo las visiones que recibiste espontáneamente durante los
últimos días.
[Selah]

Así como puedes escuchar a Dios en tus pensamientos, también puedes


ver lo que Él te muestra. Recibir visiones es una promesa de Dios para
todos los hijos de Dios, anunciada por primera vez por el profeta Joel,
y citada más adelante por el apóstol Pedro en el día de Pentecostés.

Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda


carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes
verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños
Hechos 2:17

Hay diferentes tipos de visiones, empezando por sutiles imágenes


mentales, hasta llegar a visiones del mundo espiritual, como la que
tuvieron Eliseo y su siervo cuando vieron los carros de fuego de Dios
que les protegían.

Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que
vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el
monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrede-
dor de Eliseo.
2 Reyes 6:17

Quiero darte algunos consejos sobre cómo responder mejor a las visio-
nes. En primer lugar, debes saber que las visiones son un primer paso
para una conversación con Dios. Él las inicia para llamar tu atención.
Por eso es importante enfocarte en lo que ves, sin intentar razonar en
tu mente, para que no te pierdas nada de lo que Él te está mostrando.
Te recomiendo que describas lo que viste o incluso que lo dibujes, si
lo prefieres, en tu cuaderno. Luego, pregúntale al Espíritu Santo qué
significa esa visión.

Las visiones son poderosas porque hacen que sea posible comunicar
mucha información de golpe, más que las palabras pueden hacerlo.
Si tuvieses que describir un paisaje con palabras para que alguien

73
pudiera experimentar lo mismo que si lo estuviese viendo, ¡sería casi
imposible!

Cuando las visiones son imágenes sencillas, el mensaje nos habla de


inmediato. Por ejemplo, si te ves en los brazos de Dios, esa sensación
de consuelo y de seguridad se quedará grabada poderosamente en tu
corazón.

Quiero compartir contigo este precioso testimonio de Nicole:

Estaba en el Espíritu, y después de unos minutos en la Presencia de


Dios, me vi en un gran jardín. Todo era enorme y maravilloso. Los árbo-
les eran muy verdes con grandes hojas, y había enormes frutas en los
árboles. Fue asombroso. Me sentía tan maravillosamente en ese jardín.
Entonces vi un camino, y Jesús me estaba esperando allí. Me tomó de
la mano, y caminamos hacia una cascada y un gran río. Jesús me dijo
que si bebía de este río, nunca más tendría sed. Nunca más me faltaría
nada. Después, me tomó en Sus brazos y me abrazó fuerte. Mi corazón
latía rápido, como una prometida llena de amor por su amado. Tenía
una fuente de amor por Él dentro de mí; mi corazón ardía en mi interior,
y una sensación de paz y serenidad me llenaba. No pude contener mis
lágrimas.

Me preguntaba después si era normal tener sensaciones así. Ayer por la


mañana, mi lectura diaria me dirigió a Oseas 2:19-20. En este pasaje,
¡Dios habla de hacer a Israel su prometida! Esta visión me hizo darme
cuenta de la grandeza del amor de Dios por mí, mucho más de lo que
las palabras pueden expresar. ¡Gracias, Señor, por esta visión!

Este testimonio nos hace a todos querer tener este tipo de experien-
cia, ¿no es así? ¡Es para ti también, querido/a amigo/a!

Algunas visiones son misteriosas, pero recuerda que, dado que Dios es
su autor, lo único que tienes que hacer es escucharle: Él te revelará su
significado. El profeta Zacarías tuvo muchas visiones, y a veces no las
entendía todas. Así que le preguntó a Dios el significado de lo que vio:

74
Volvió el ángel que hablaba conmigo, y me despertó, como un hombre
que es despertado de su sueño. Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: He
mirado, y he aquí un candelabro todo de oro, con un depósito encima,
y sus siete lámparas encima del candelabro, y siete tubos para las
lámparas que están encima de él; 3Y junto a él dos olivos, el uno a la
derecha del depósito, y el otro a su izquierda. Proseguí y hablé, diciendo
a aquel ángel que hablaba conmigo: ¿Qué es esto, señor mío? Y el ángel
que hablaba conmigo respondió y me dijo: ¿No sabes qué es esto? Y
dije: No, señor mío. Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es
palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza,
sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.
Zacarías 4:1-6

Así que no caigas en la trampa de creer que una visión misteriosa no


proviene de Dios solo porque no la entiendes. Escríbela en tu cuader-
no, y luego pregúntale a Dios acerca de ella. Quizá entiendas lo que
significa después.

Una cosa más: Dios puede darte una visión en cualquier momento.
Entonces, si una imagen espontánea te viene a la mente, préstale
atención y pregúntale al Espíritu Santo sobre ella.

Ahora, te animo a que saques tu cuaderno y escribas la siguiente pre-


gunta: “Espíritu Santo, te encomiendo mis ojos espirituales. ¿Qué quieres
mostrarme hoy?”.

Relájate, cierra los ojos, y no hagas ningún esfuerzo para intentar ver
algo. Sólo mantente enfocado/a en la Presencia de Dios en ti. Si ves
algo, mira cuidadosamente, y luego descríbelo en tu cuaderno mien-
tras le haces preguntas al Espíritu Santo.
[Selah]

Puedes continuar este tiempo si quieres y quedarte con Dios un poco


más...

¡Nos vemos mañana!


Enlace a la pista instrumental

75
Día 17. Escucha a Dios en la noche
Enlace de Audio
Hola, querido/a amigo/a,

¡Enhorabuena, estás en tu Décimo Séptimo día!

¿Puedo orar por ti ahora?

Padre Celestial, gracias por revelarte a tu hijo/a. Te pido que bendigas


sus noches, que protejas su mente al dormir, y que tengas encuentros
con él/ella en sueños. En el Nombre de Jesús. Amén.

Te invito a ponerte cómodo/a y a darle el 100% de tu atención a Jesús


durante los siguientes 15 minutos. Sonríe, y respira hondo. Si estás
escuchando el audio, puedes cerrar los ojos y dejar que el sonido de mi
voz de guíe, si quieres.

Querido/a amigo/a, cuando duermes, Dios te cuida.

He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel.


Psalms 121:4

Te invito a que le agradezcas por Su protección con tus propias


palabras.
[Selah]

Dios no sólo te guarda, sino que te habla también. ¿Nunca tienes sue-
ños que te dejan con una fuerte impresión al despertarte? ¿Has tenido
algún sueño así desde que este viaje de oración comenzó?

[Selah]

Querido/a amigo/a, cuando duermes, tus pensamientos descansan,


pero tu espíritu permanece despierto. Tu espíritu no necesita dormir.
De hecho, Dios puede hablarte en ocasiones más fácilmente en la
noche porque tus pensamientos no interfieren con lo que Él quiere
comunicarte.

76
(...) Y se le apareció Jehová a Salomón en Gabaón una noche en sue-
ños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé. Y Salomón dijo:
(...) Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y
para discernir entre lo bueno y lo malo; (...) Y le dijo Dios: Porque has
demandado esto, (...) he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; (...)
Cuando Salomón despertó, vio que era sueño.
1 Reyes 3:4-15

Salomón tuvo una conversación con Dios en un sueño. El Señor le


hizo una pregunta, y escuchó la respuesta de Salomón mientras este
dormía. Cuando se despertó, Salomón recordó el sueño que le había
parecido tan real. De hecho, fue real en el Espíritu. Dios entonces
bendijo a Salomón según lo que le prometió esa noche.

Un sueño es simplemente una visión que tiene lugar mientras el


cuerpo duerme. Tiene ciertas características que quiero contarte
para que no te pierdas lo que Dios te está revelando en la noche.

En primer lugar, es importante tener tu cuaderno cerca en la noche


para que puedas escribir tus sueños tan pronto como te despiertes.
Esto es porque tienden a desaparecer de nuestra memoria con rapi-
dez. Como tu espíritu está despierto en la noche, recuerda que puedes
actuar en tus sueños: por ejemplo, puedes rechazar una tentación,
invocar a Jesús, o escoger despertar. No tienes que sufrir ni soportar
malas cosas en tus sueños.
[Selah]

Personalmente, no tenía sueños ni les daba mucha importancia hasta


que el Espíritu Santo me impulsó a estudiar este tema en la Biblia. Fue
e ntonces cuando descubrí que Dios frecuentemente usa los sueños
para hablar con la gente, incluso con aquellos que no creen en Él.

Así que, si estás orando por alguien cuyo corazón está endurecido,
puedes pedirle a Dios que hable a esa persona en un sueño (como el
sueño de Abimelec en Génesis 20, los sueños de Faraón en Génesis 41,
y los sueños de Nabucodonosor en Daniel 2).

77
Pero si Dios te advierte en un sueño, puede ser porque no haya podido
llamar tu atención de ninguna otra manera. Dios confía tanto en la
eficacia de los sueños, que es la manera que escogió para dirigirse a
José, el esposo de María. A través de un sueño, Dios le instruyó para
que huyera de Herodes, quien quería matar a Jesús.

Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en


sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye
a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá
que Herodes buscará al niño para matarlo. Y él, despertando, tomó de
noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto,
Mateo 2:13-14

Aunque los sueños no son siempre una cuestión de vida o muerte,


no deberíamos dejar que lo que Dios nos dice en ellos se pierda por
el camino. Ahora te invito a que le digas a Dios en tus propias palabras
que quieres tomar la decisión de escucharle de una manera más atenta
en la noche también.
[Selah]

Si tus sueños a veces son misteriosos, es normal. Puedes acercarte a


Dios y preguntarle qué significan, como hizo José, porque las interpre-
taciones de sueños le pertenecen a Él.

Ellos le dijeron: Hemos tenido un sueño, y no hay quien lo inter-


prete. Entonces les dijo José: ¿No son de Dios las interpretaciones?
Contádmelo ahora.
Génesis 40:8

Querido/a amigo/a, como José o Daniel, puedes orar para recibir


interpretaciones así como pedirle a Dios la capacidad de interpretar
sueños tú mismo.

A estos cuatro muchachos Dios les dio conocimiento e inteligencia en


todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión
y sueños.
Daniel 1:17

78
Quiero terminar diciendo esto: ten la expectativa de que Dios te
va a hablar en tus sueños. Ora antes de dormir para que Él te visite
durante la noche.

Bendeciré a Jehová que me aconseja; Aun en las noches me enseña mi


conciencia.
Salmos 16:7

Si hay un sueño específico que recuerdas, te animo a que lo escribas en


tu cuaderno ahora y le pidas a Dios que te lo explique.

[Selah]

Si no tienes un sueño ahora mismo, simplemente abre tu corazón y


pregunta a Dios qué quiere decirte hoy. Oro para que sueñes con Dios
esta noche.

Puedes continuar este tiempo si quieres y quedarte con Dios un poco


más…

¡Nos vemos mañana!


Enlace a la pista instrumental

79
Día 18. Observa el fruto y
persevera
Enlace de Audio
Hola, querido/a amigo/a,

¡Enhorabuena, estás en tu Décimo Octavo día!

¿Puedo orar por ti ahora?

Padre Celestial, gracias por todo lo que has hecho y por todo lo que vas
a hacer en la vida de Tu hijo/a. Oro para que este viaje de oración sea
un punto de inflexión en su vida, para que haya un “antes” y “después”
radicalmente diferentes. Que las palabras que has sembrado en su co-
razón produzcan frutos abundantes en su vida y en la vida de aquellos
que están a su alrededor. En el Nombre de Jesús. Amén.

Te invito a ponerte cómodo/a y a darle el 100% de tu atención a Jesús


durante los siguientes 15 minutos. Sonríe, y respira hondo. Si estás
escuchando el audio, puedes cerrar los ojos y dejar que el sonido de mi
voz de guíe, si quieres.

Dios está aquí. Él está mirando tu vida y sonriendo; está orgulloso de


tu progreso. Fija tu atención en Su amor por unos momentos.

[Selah]

Querido/a amigo/a, ¿has visto el fruto en tu vida de escuchar a Dios du-


rante los últimos 17 días? ¿Qué nuevas experiencias has tenido? ¿Has
sido capaz de expresar por escrito en tu cuaderno de oración lo que
has experimentado? ¿Puedes calmarte y escuchar más rápidamente
que antes? ¿Ha cambiado tu imagen de Dios? ¿Tu fe se ha desarrolla-
do? ¿Se ha fortalecido tu identidad como hijo/a de Dios? ¿Tienes más
confianza en tu capacidad para escuchar la voz de Dios? Tómate unos
momentos para reflexionar sobre todo esto.

[Selah]

80
Te invito a que le des gracias a Dios por tu proceso de crecimiento en
tus propias palabras.
[Selah]

Querido/a amigo/a, este viaje de oración pronto llegará a su fin, ¡pero


no por ello deberías dejar de escuchar a Dios! Al contrario, escuchar
a Dios debería convertirse en uno de los fundamentos de tu vida
espiritual.

Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen


Juan 10:27

Tu conexión con Dios se está desarrollando de día en día, pero tú eres


el que decidirá si continúa creciendo o si se detendrá. Si ciertas perso-
nas a tu alrededor se burlan de ti o no te entienden, ten compasión por
su ignorancia, y no dejes que te desanimen.

Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos
de Dios.
Romanos 8:14

Si sientes que eres la única persona escuchando a Dios en tu comu-


nidad Cristiana, ¡sé una persona influyente allí donde estás, en lugar
de mezclarte con la multitud! Recuerda que, así como tú has tenido
tu propio recorrido, con tus dudas y temores, y que fue por fe que
descubriste lo que Dios tenía preparado para ti, igualmente cada
persona está en su propio recorrido. Cuanto más tu vida dé los frutos
propios de escuchar a Dios, más crecerán tu credibilidad e influencia.
Por lo que es importante que siempre adoptes una actitud humilde,
respetuosa, y llena de amor hacia los demás.

En lugar de decir “Dios me ha hablado”, sencillamente obedece lo que Él


te haya dicho, y cuando la gente te pregunte cuál es tu secreto, enton-
ces podrás compartírselo ;)

Ahora tengo buenas y malas noticias para ti. La mala noticia es que
seguramente cometerás algunos errores durante tu desarollo, pen-
sando que has escuchado a Dios, y en ocasiones podrás tener una

81
interpretación incorrecta de una visión o de un sueño. Eso normal,
estás aprendiendo. Siempre tendrás que arriesgarte y dar un paso de
fe cuando Dios te hable. No hay un “nivel experto” donde la fe ya no sea
necesaria.

Hay un pasaje sobre esto que me fascina. Es cuando Dios habla a


Moisés en la zarza ardiente y le pide que libere a su pueblo.

Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a


Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel? Y él respondió: Ve, por-
que yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado:
cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este
monte.
Éxodo 3:11-12

La señal de si Moisés había escuchado realmente a Dios iba a ser el


cumplimento de las promesas que Dios le dio. Esta es la fe que agra-
da a Dios: la que confía en Él, y, como consecuencia de ello, obtiene
promesas cumplidas. En otras palabras, el fruto es el resultado de la
obediencia por fe.

Así que, si cometes errores, ¡no te descalifiques ni rechaces todo por


completo! En su lugar, sigue el consejo de Pablo:

No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno.


1 Tesalonicenses 5:20-21

Querido/a amigo/a, cuando comes pollo, ¡comes la carne y escupes los


huesos!

La buena noticia es que tu habilidad de examinar, interpretar, y


discernir la voz de Dios crecerá con la práctica, en la medida en la
que permanezcas firmemente conectado a las Escrituras. Además, si
te rodeas con cristianos que tengan una mentalidad espiritual, podrás
compartir con ellos lo que recibes en el Señor, y ellos podrán hacer lo
mismo contigo, para que podáis crecer juntos. No lo olvides:

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Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos.
1 Corintios 13:9

Es por eso que la vida cristiana normal tiene lugar en el contexto de


una relación con el cuerpo de Cristo, en una familia espiritual. Nadie
puede pretender ser autosuficiente en su relación con Dios. Nos nece-
sitamos los unos a los otros.

Así que si actualmente estás aislado/a, te invito a que le pidas al


Espíritu Santo que te guíe a una iglesia donde puedes continuar a cre-
cer en Dios. No dudes en hacer un pequeño proceso para encontrar
una buena iglesia.

Querido/a amigo/a, te animo ahora a que saques tu cuaderno. La mejor


manera de perseverar en un camino lleno de peligros es estar seguro de
que el destino vale la pena. Te animo a que ahora tomes tu cuaderno, y
que te concentres en el Espíritu Santo en ti. Esto es lo que sugiero que
le preguntes a Dios: “Padre, ¿qué pasará en mi vida si sigo escuchándote?”

[Selah]

“Padre, ¿qué quieres decirme sobre mi progreso?”

[Selah]

Puedes continuar este tiempo si quieres y quedarte con Dios un poco


más.

¡Nos vemos mañana!


Enlace a la pista instrumental

83
Día 19. Su Palabra es tu seguridad
Enlace de Audio
Hola, querido/a amigo/a,

¡Enhorabuena, estás en tu Décimo Noveno día!

¿Puedo orar por ti ahora?

Padre Celestial, gracias por no dejar a Tu hijo/a solo/a solo, sino guiarle
a descubrir la vida guiada por Tu Espíritu. Te pido que le guíes en las
Escrituras, y que le hagas inquebrantable. Te pido que abras Sus ojos a
los tesoros de Tu Palabra. En el Nombre de Jesús. Amén.

Te invito a ponerte cómodo/a y a darle el 100% de tu atención a Jesús


durante los siguientes 15 minutos. Sonríe, y respira hondo. Si estás
escuchando el audio, puedes cerrar los ojos y dejar que el sonido de mi
voz de guíe, si quieres.

Querido/a amigo/a, ¿te das cuenta del privilegio que es tener una
Biblia en tu idioma? Millones de personas no tienen este privilegio.
Algunas porque en sus países está prohibido tener una Biblia; otras,
porque la Biblia no ha sido traducida en su idioma todavía. Te animo a
que expreses tu gratitud a Dios por tener Su Palabra escrita.

[Selah]

Querido/a amigo/a, todos tendemos a ver en la Biblia lo que valida


nuestras experiencias o creencias. Es un poco como usar gafas de co-
lores que nos impiden ver bien otros colores. No es sólo leer la Biblia:
necesitamos que el Espíritu Santo nos ayude a entender Su Palabra.

Los Fariseos en los tiempos de Jesús memorizaban la Escrituras, pero


cuando Jesús cumplió ante sus ojos las profecías que ellos sabían de
memoria, no le reconocieron como el Mesías. ¡Es más, querían matarlo!

Para realmente entender la Biblia con la ayuda del Espíritu Santo,


debemos estar dispuestos a cambiar, dejar de aferrarnos a nuestras

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perspectivas, y abrirnos a ser enseñados por el Espíritu Santo. La
Palabra de Dios es viva, y está inspirada por el Espíritu Santo. Es pode-
rosa para transformarnos.

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redar-
güir, para corregir, para instruir en justicia.
2 Timoteo 3:16

Te invito a que pongas “tus gafas” a los pies de Jesús, y que le pidas
que abra tus ojos espirituales y tu entendimiento para comprender Su
Palabra.
[Selah]

Querido/a amigo/a, ¿cuál es el lugar de la Biblia en tu vida? Cuanto


más aspiras a llevar una vida guiada por el Espíritu, más debes nutrirte
con la Palabra de Dios. Recuerda que Dios te habla de la manera que
Él escoge en cada momento, y que tu escucha no es un medio para
forzarle a responderte con un tipo concreto de revelación espiritual.

En varias ocasiones, Dios nos habla directamente a través de la


Palabra. De hecho, David Théry cuenta cómo, en muchas ocasiones en
las que necesitaba respuestas, ha sentido que Dios le decía: “Lee Mi
Palabra”. Así que, si tu cuaderno incluye preguntas no contestadas, ¡es
totalmente normal!

Cuando Jesús estuvo en la tierra, no respondió a todas las preguntas


de Sus discípulos. No tienes que esperar a que Dios te hable para
obedecer lo que ya te dice la Biblia. Por ejemplo, ya sabes que tienes
que perdonar, no hace falta que esperes a que Dios te lo diga. De igual
manera, tienes que apartarte del pecado, y huir de casarte con alguien
que no sea cristiano, ¡aunque hayas tenido un sueño al respecto!

Querido/a amigo/a, el mundo espiritual es muy vasto, y tu enemigo


tratará de alejarte de Dios por cualquier medio. Es por eso que nues-
tra referencia y autoridad final debe ser la Biblia. Por ejemplo, puedes
ver ángeles en tus visiones, y es algo precioso, pero debes saber que
los ángeles jamás aceptarán adoración. Son mensajeros y siervos de
Dios, enviados para cumplir Su Palabra.

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Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de
luz.
2 Corintios 11:14

Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas;


yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de
Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la
profecía.
Apocalipsis 19:10

Así que siempre debes considerar lo que la Biblia nos enseña como
superior a cualquier revelación que puedas tener en el Espíritu.
Esto te protegerá de las artimañas del enemigo.

Querido/a amigo/a, quiero transmitirte una imagen que te ayudará


a permanecer en las Escrituras. La Biblia es como un trampolín. Un
trampolín te permite saltar alto y hacer trucos acrobáticos. Cuanto
más saltes hacia abajo en un trampolín, más alto rebotarás. De manera
similar, la Biblia inspira nuestras experiencias espirituales. Cuanto más
profundizamos en la Palabra de Dios, más descubrimos los misterios
de Dios, y más experiencias tenemos con el Espíritu Santo.

Estas experiencias pueden parecer “acrobáticas” para la mente racio-


nal, como pueden ser el tener visiones, el hablar en lenguas, o el hecho
de escuchar la voz de Dios. Pero mientras estés dentro del trampolín
(la Biblia), estás a salvo. Lo que es peligroso es saltar en un trampolín,
dar una voltereta hacia atrás, y aterrizar de espaldas en la tierra, al
lado del trampolín. No dejes que el aspecto de las sensaciones te im-
pida examinar si tu experiencia es bíblica o no. Es por eso deberías
siempre examinar lo que has recibido con la Biblia, y no sólo con tus
pensamientos.

Con respecto a las visiones y sueños, estas pueden no estar necesaria-


mente en la Biblia, pero sus interpretaciones deben estar de acuerdo
con las Escrituras.

Una persona me escribió y compartió conmigo que tuvo una visión. No


entendía su significado, y le parecía absurdo. No podía encontrar nada

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en la Biblia que la apoyara, y pensaba que era sincllamente producto
de su imaginación. Entonces la describió en su cuaderno sin mucha
confianza.

¿Tienes curiosidad por saber cuál fue su visión? Fue una visión de un
pato torpe, visto desde atrás, moviéndose lento pero seguramente, ca-
minando de lado a lado en un camino recto mientras se dirigía hacia el
horizonte. Al preguntarle a Dios qué significaba, la respuesta de Dios
fue casi instantánea: “¡Mantente humilde!” El pato representaba a esta
persona, y su caminar con Dios.

¿Entiendes lo que quiero decir, querido/a amigo/a? Los patos no se


mencionan ni una sola vez en la Biblia; sin embargo, ¡la humildad sí!
La visión que esta persona tuvo, combinó un aspecto natural que es
familiar a nosotros (los patos y lo «patosos» que son, su torpeza), con un
aspecto bíblico (la humildad). ¡Dios tiene sentido del humor! =) Pero la
clave aquí es que fue una visión totalmente válida, que habló además
al corazón de esta persona de una manera muy directa.

Te animo ahora a que saques tu cuaderno, y a que empieces a escuchar


a Dios. Regocíjate en la seguridad que Su Palabra escrita te da en tu
vida. Escribe esta pregunta en tu cuaderno: “Señor, ¿qué quieres decirme
sobre Tu Palabra?”
[Selah]

También puedes hacerle esta pregunta: “Señor, ¿qué quieres decirme


hoy?”
[Selah]

Después de escribir lo que venga a tu espíritu, examina lo que has


recibido a la luz de la Biblia. Puedes continuar este tiempo si quieres y
quedarte con Dios un poco más…

¡Nos vemos mañana!


Enlace a la pista instrumental

87
Día 20. Llevar una vida guiada por
el Espíritu
Enlace de Audio
Hola, querido/a amigo/a,

¡Enhorabuena, estás en tu Vigésimo día! Wow!

¿Puedo orar por ti ahora?

Padre Celestial, oro por mi amigo/a, para que Tú aumentes su confian-


za en escucharte y en tomar buenas decisiones. En el Nombre de Jesús.
Amén.

Te invito a ponerte cómodo/a y a darle el 100% de tu atención a Jesús


durante los siguientes 15 minutos. Sonríe, y respira hondo. Si estás
escuchando el audio, puedes cerrar los ojos y dejar que el sonido de mi
voz de guíe, si quieres.

Dios tiene planes de paz y de gozo para ti. Dale gracias por esto en tus
propias palabras.

[Selah]

Querido/a amigo/a, Dios tiene buenos planes para tu vida. Pero


sólo se cumplirán si te asocias con Él. Tu Padre Celestial no es como
un novelista que escribe un libro donde tú eres el protagonista. Él no
decide todo en tu vida. De hecho, Dios te creó con un libre albedrío.
Es una prueba del inmenso amor que Dios tiene por ti. Él te permite
escoger escucharle o no.

Ser guiado/a por Dios es un poco como conducir con un GPS. Para que
un GPS sea útil, hay varias condiciones que tienen que cumplirse.

En primer lugar, tienes que introducir tu destino en el GPS. Es como


cuando le pides a Dios Su ayuda para tomar una decisión. Tienes que
pedirle específicamente.

88
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da
a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
Santiago 1:5

Si tienes el GPS encendido pero no lo miras, o la música en tu coche


suena más fuerte que las instrucciones, hay muchas posibilidades
de que no llegues a tu destino. Es como la oración: una vez que le has
hecho una pregunta a Dios, tienes que comenzar a escuchar, eliminar
distracciones, y prestar atención. ¡Dios puede hablarnos de muchas
maneras!

Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré


para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja.
Habacuc 2:1

Cuando el GPS está configurado en un idioma extranjero, puedes es-


cucharlo si quieres, pero no entenderás nada. En los últimos días, has
aprendido a reconocer la voz de Dios. Lo sé, puedes estar pensando
que acabas de comenzar, pero confía…¡seguirás progresando!

Finalmente, una vez introducido el destino, fijado el idioma y apagada


la radio, puedes decidir seguir las instrucciones del GPS o no. Sería
ridículo culpar al GPS si no seguimos cada uno de los pasos, pero eso
es lo que hacemos a menudo. A menudo la gente nos dice, “Pastor, ¡pero
yo oré sobre esa decisión!,” y yo pregunto, “¿Y qué te dijo Dios?” Muchas
veces, no tienen una respuesta.

Querido/a amigo/a, ¿te das cuenta de que el Espíritu Santo, que es


Dios y es omnisciente (es decir, sabe todo), vive en ti? Puedes entonces
tomar buenas decisiones al confiar en Él. Tómate unos momentos para
meditar en este versículo:

Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros


caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que
la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis
pensamientos más que vuestros pensamientos.
Isaías 55:8-9

[Selah]
89
El apóstol Pablo menciona que la paz de Cristo gobierna en nuestro co-
razón (Colosenses 3:15). Así que deberíamos estar atentos a la paz de
Dios en nuestro corazón. Cuando el Espíritu Santo quiere advertirnos
de peligro, puede escoger retirar Su paz. La ausencia de paz debería
ser una señal que nos ayude a tomar decisiones.

Pero ten cuidado: si la ausencia de paz es como una señal de Stop,


su Presencia no es siempre equivalente a un semáforo en verde.
De hecho, podemos engañarnos, tener el corazón endurecido, ser
seducidos y tentados. Podemos también carecer de fe al escoger una
solución más cómoda. En cada una de estas soluciones, una paz falsa
puede hacernos creer que estamos dentro del plan de Dios.

Así que, aquí está mi consejo para tomar buenas decisiones: Asegúrate
de tener confirmación de varias fuentes diferentes. Puede estar en uno
o varios versículos, consejo que has recibido, un sueño, un pensamien-
to o una visión que recibiste en oración, la paz de Dios, circunstancias
particulares, una convicción interna, una palabra profética, el acuerdo
de tu cónyuge, y/o la sabiduría que proviene de la comprensión de las
Escrituras.

Al asegurarte que tienes muchas confirmaciones, evitarás tomar


malas decisiones. Recuerda que una buena decisión no significa que
tendrás un camino sin obstáculos: tendrás que ser capaz de confiar en
todo lo que has recibido de Dios para superar las dificultades que se
presenten.

Mientras has estado aprendiendo a reconocer la voz de Dios a lo


largo de estos días, quizá has querido pedir Su consejo para todas tus
decisiones. Te sugiero que evites hacerle preguntas cerradas que
tengan respuestas de “sí” o “no.” Corres el riesgo de tener problemas
para distinguir Su voz de tus pensamientos o inventar una respuesta si
Él está en silencio. En vez de eso, escoge preguntas abiertas, como por
ejemplo: “Señor, ¿qué piensas de esta elección? ¿Qué quieres decirme sobre
esta decisión?”. Luego, después de examinar lo que has recibido a la luz
de las Escrituras, añádelo a los otros aspectos de tu proceso de tomar
una decisión.

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De esta manera, evitarás desanimarte o cometer errores significativos.
Decisión tras decisión, tu confianza en Dios profundizará, y tu vida se
parecerá cada vez más a lo que Él ha planeado para ti.

Querido/a amigo/a, te invito ahora a que saques tu cuader-


no. Concéntrate en el Espíritu Santo en ti y pídele que te hable sobre
estos versículos:

Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos


me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará
mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Salmos 23:1-3

Deja que Sus pensamientos vengan a ti y simplemente escribe lo que


recibes.
[Selah]

Puedes entonces hacerle preguntas sobre decisiones futuras o ante-


riores. Nunca es demasiado tarde para cambiar de dirección.

[Selah]

Puedes continuar este tiempo si quieres y quedarte con Dios un poco


más…

¡Nos vemos mañana!


Enlace a la pista instrumental

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Día 21. Conocer gente en el
Espíritu
Enlace de Audio
Hola, querido/a amigo/a,

¡Enhorabuena, estás en tu Vigésimo Primer y último día!

¿Puedo orar por ti ahora?

Padre Celestial, oro por mi amigo/a, para que Tú recompenses su per-


severancia y sed de buscarte abriendo nuevas dimensiones en su vida
espiritual, y para que sus relaciones sean transformadas por ello. En el
Nombre de Jesús. Amén.

Te invito a ponerte cómodo/a y a darle el 100% de tu atención a Jesús


durante los siguientes 15 minutos. Sonríe, y respira hondo. Si estás
escuchando el audio, puedes cerrar los ojos y dejar que el sonido de mi
voz te guíe, si quieres.

Dios quiere bendecir tus relaciones.


[Selah]

Las relaciones son una de las áreas donde escuchar a Dios hace la
mayor diferencia. Después de todo, Dios conoce cada corazón.

De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según


la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos
así.
2 Corintios 5:16

Conocer a alguien, según la carne, es mirar lo que vemos y escuchamos


de la persona, lo que él o ella hace. Pero el Espíritu Santo conoce las
profundidades del corazón de cada persona, sus motivos y pensamien-
tos secretos. Conocer a alguien según el Espíritu es ver a esa persona
como Dios la ve.

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¿Por qué es importante ver a la gente desde la perspectiva de Dios?
Porque las apariencias pueden engañarnos. ¿Alguna vez te han enga-
ñado las apariencias, querido/a amigo/a?
[Selah]

Esto le pasa a todo el mundo. Por ejemplo, le pasó al profeta Samuel:

Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de


su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira
el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero
Jehová mira el corazón.
1 Samuel 16:7

En esta historia, Samuel fue atraído por la alta estatura del hermano
de David, mientras su padre ni siquiera pensó en llevar al pequeño
David ante el profeta. Sin embargo, David era el que había llamado la
atención de Dios. Dios había visto su corazón, aunque ni siquiera su
propio padre se había fijado.

Puedes pedirle a Dios que te hable acerca de tus hijos y de tu cónyuge,


para que puedas amarles y ayudarles de la mejor manera posible.
Escuchar a Dios te protegerá de la seducción y de la adulación, y te
ayudará a conectar con aquellos con los que Dios quiere conectarte de
una manera más rápida.

Cuando Dios me permite conocer a alguien, soy ahora más prudente


que antes y no juzgo por las apariencias o por sus palabras. Por otro
lado, a veces Dios me impulsa a confiar en alguien más rápido de lo
normal. Bernabé, por ejemplo, consideró a Pablo como un hermano
antes que cualquier otro de los demás discípulos. Es fácil entender
el por qué: Pablo perseguía a la Iglesia justo antes de su conversión
radical.

Cuando llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos; pero


todos le tenían miedo, no creyendo que fuese discípulo. Entonces
Bernabé, tomándole, lo trajo a los apóstoles, y les contó cómo Saulo

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había visto en el camino al Señor, el cual le había hablado, y cómo en
Damasco había hablado valerosamente en el nombre de Jesús.
Hechos 9:26-27

David Théry cuenta que un hombre impregnado de un alto nivel de


ocultismo se había unido a su iglesia. Había abandonado totalmente
sus prácticas al precio de costosas renuncias, y los signos de su conver-
sión eran claros. Sin embargo, David todavía tenía reservas sobre él.
Un día, le vio en una tienda, y después de saludarlo cordialmente pero
sin afecto, el Espíritu Santo le dijo, “¡David, él es tu hermano!”. Tocado
por esa palabra, volvió para decírselo y para darle la bienvenida de
todo corazón a la familia de Dios.

Querido/a amigo/a, antes de asociarte o de separarte de alguien, pre-


gunta a Dios cómo Él ve a esa persona. Si te cuesta perdonar a alguien,
pídele al Espíritu Santo que te dé Su perspectiva sobre esa persona.
Cuanto más ves a las personas como Dios las ve, menos las juzgarás, y
estarás más preparado para amarlas con Él las ama.

Te invito a que saques tu cuaderno y le pidas al Espíritu Santo que


te hable sobre alguien cercano a ti. Escribe esta primera pregunta:
“Espíritu Santo, ¿acerca de qué persona quieres hablarme?”. Escribe el
primer nombre que viene a tu espíritu. Luego escribe esta pregunta:
“Espíritu Santo, ¿qué quieres decirme sobre él/ella?”.

Concéntrate en Jesús y no en la persona. Estás buscando la opinión de


Dios, no la tuya :)
[Selah]

Puedes continuar este tiempo si quieres y quedarte con Dios un poco


más...

Enlace a la pista instrumental

94
Querido/a amigo/a, ¡lo que has experimentado durante estos 21 días es
solo el comienzo de lo que Dios tiene planeado para ti!

Si no has podido escuchar a Dios, te invito a que repitas estos 21 días.


Recuerda, tanto David como yo tuvimos problemas al principio para escu-
char a Dios. Hemos recibido varios testimonios de personas que experimen-
taron avances mientras escucharon la audio guía por segunda vez.

Quiero concluir orando por ti:

Padre Celestial, gracias por Tu hijo/a que ha pasado este tiempo es-
cuchándote. Oro para que esto se convierta en su nueva manera de
vivir y que la vida de mi amigo/a dé fruto abundante. Oro para que
Tu hijo/a entre completamente en su destino, y en las obras que has
preparado de antemano para él, a medida que progresa en este viaje
de escucharte. En el Nombre de Jesús. Amén.

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