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TOMÁS DE AQUINO (1225-1274)

Nihil est in intellectu quod prius non fuerit in sensu1


Bonum commune praeminet bono singulari unius personae2
I.- INTRODUCCIÓN
Entender el pensamiento de un filósofo presupone conocer, aunque sea brevemente, el
contexto en el que se desarrolla la vida y obra del autor.
La Edad Media (casi 1.000 años, desde la caída del Imperio Romano en el 475, hasta la
toma de Constantinopla por los turcos, en 1453) suele caracterizarse como una época en
la que se produjo un gran éxodo del medio urbano al medio rural, debido
fundamentalmente al despoblamiento de las grandes ciudades romanas. Ello conlleva
importantes consecuencias de diversa índole. Primeramente, la sociedad se vuelve
estamental e inmóvil, lo cual se traduce en una jerarquización social protagonizada por
el vasallaje; la actividad económica disminuye y cambia su naturaleza al ruralizarse.
Por otra parte, la religión cristiana se convierte en la oficial imponiendo su cosmovisión,
su código moral y su acción política. Habitualmente, se conoce con el nombre de
feudalismo a este sistema. La Edad Media suele dividirse en Alta Edad Media (S. V -
XII) y Baja Edad Media (S. XIII-XV).
Durante los casi mil años que duró la Edad Media, el mundo occidental estuvo marcado
por la importancia del cristianismo en todos los ámbitos de la vida. Dios se convirtió en el
centro de todas las preocupaciones e intereses, por lo que suele afirmarse que el
teocentrismo es el rasgo fundamental de esta época. La otra gran religión monoteísta
que apareció en el Medievo y tuvo gran relevancia filosófica fue el Islam.
Se suele describir este período histórico como un momento de estancamiento cultural
entre el esplendor de la antigüedad clásica y el renovado brillo del Renacimiento, y suele
denominarse peyorativamente como edad oscura o edad de la fe, ya que la religión
supuso sin duda un freno para el avance de la ciencia y el arte. Sin embargo, los mil años
que abarca contienen una gran riqueza cultural. Es la época en la que los viejos valores
clásicos se mezclan con los de los pueblos germánicos, son los siglos en los que se
crearon las primeras ciudades, las naciones, los Estados, las universidades, las
catedrales, las fábricas, las máquinas e, incluso, ocurrieron las primeras revoluciones.
La agricultura se hallaba muy poco desarrollada ya que la nobleza, propietaria de la tierra,
era adversa a las novedades y gastaba su dinero en armas y objetos lujosos en vez de
destinarlo a la introducción de nuevas técnicas agrícolas o al mejoramiento de las que ya
1 Nada hay en el intelecto que no haya pasado antes por los sentidos
2 El bien común supera al bien particular

1
existían. Sin embargo, esta situación empezó a cambiar a fines del siglo XI.
Desde el punto de vista socio-económico, supone el paso de un modo de producción
esclavista a un modo de producción feudal 3: las mejoras técnicas en la agricultura y
ganadería (arado de ruedas, aparición de la herradura y sustitución del buey por el
caballo, rotación trienal de cultivos, multiplicación de los molinos de agua y viento...)
cambian las condiciones de trabajo y permiten una mayor independencia de los
campesinos; como se necesita menos tiempo para trabajar la tierra, el trabajo esclavo se
sustituye por el pago en especie o en dinero que los siervos deben entregar a los señores.
Esto provocará poco a poco un crecimiento del comercio, aumentando también la
acuñación de moneda a la vez que aparecen las primeras grandes fortunas.
La sociedad feudal es estamental, dividida en 3 grupos sociales o estamentos,
cerrados y determinados por el nacimiento: la nobleza, el clero y los campesinos (los que
defienden la sociedad con las armas, los que rezan para la salvación y los que la
mantienen con su trabajo). Durante toda la Edad Media, el cristianismo fue la religión
dominante en Europa. Comenzó siendo una religión minoritaria cuyo origen se remonta a
grupos de cabreros en Galilea, pero al poco se volvió una religión perseguida por los
romanos para posteriormente convertirse en la religión oficial del Imperio de la mano de
Constantino I, gracias a la libertad de culto promulgada en el Edicto de Milán (313 d.C.).
Así pues, podemos decir que la Alta Edad Media está marcada por la cristianización
del pensamiento. La idea de un Dios que crea el mundo de la nada (creatio ex nihilo) y
que revela al hombre la verdad con la luz de la fe, reduce a la Filosofía a una mera
defensa de la verdad revelada frente a los necios que niegan a Dios. La cultura,
relegada a los monasterios, pasa a estar en manos del clero.

A finales del siglo VIII y principios del IX se produce el llamado renacimiento


carolingio. Carlomagno quería reconstruir el imperio romano occidental sobre la base de
la religión cristiana. Para fomentar la unidad de la cristiandad, crea una administración
centralizada, impone el latín como lengua administrativa para clero y nobleza y normaliza
una escritura común. Impulsa además un movimiento de renovación cultural potenciando
la construcción de monasterios y escuelas palatinas, germen de las primeras
universidades, suponiendo todo ello un impulso para la cultura y la filosofía que, aunque
no llega al pueblo llano, se hace más accesible a los no clérigos.

3 Según las tesis del materialismo histórico, a lo largo de la historia ha habido distintos modos de producción: el
asiático en el que la propiedad de la tierra es estatal, el modelo clásico esclavista, el feudalismo y el capitalismo,
correspondiendo a cada uno de estos modelo una determinada superestructura política, ideológica, artística y filosófica.

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El siglo XIII, en el cual vivió Tomás de Aquino, está marcado por acontecimientos que
propiciarán los cambios hacia la modernidad. El auge de las ciudades como núcleos de
población en los que se desarrollan actividades diferentes a la agrícola y que, gracias al
anonimato, permiten a la gente liberarse de sus servidumbres ancestrales, es
probablemente la mayor transformación de la época, pues repercute en todos los ámbitos:
en el económico, reforzando el comercio, y en el social, facilitando el surgimiento de una
nueva clase entre la nobleza y el clero: la burguesía. La aparición de los burgos originó
una nueva economía urbana, desaparecida desde el Imperio Romano, que prefigura la
sociedad de la Edad Moderna. Es decir, la sociedad sigue siendo feudal, pero en torno
a las catedrales y a los monasterios (sobre todo en relación con la industria que
supone su construcción) van surgiendo las primeras ciudades y con ellas, la
burguesía dedicada al comercio, la artesanía y la pequeña industria.
Además, en lo cultural, la ciudad se convierte en centro de producción y difusión del
saber. La creación de las primeras Universidades en las grandes ciudades (Bolonia, París,
Oxford) había desplazado a los antiguos monasterios rurales como centros de la cultura, y
hasta en la estética de las grandes catedrales góticas, en las que los espacios ligeros y
luminosos (piensa en las vidrieras y los arbotantes) sustituyen al recogimiento y la solidez
del románico, se refleja esa sociedad que poco a poco se libera de las ataduras de la fe
para recuperar la razón.

3
En el ámbito político empieza a recuperarse el concepto de ciudadano, de tradición
greco-romana, frente al de súbdito, aunque todavía queda mucho camino que recorrer en
ese sentido. En el siglo XIII también florecen las órdenes mendicantes que hacen voto de
pobreza como los franciscanos, los carmelitas y los dominicos. Los dominicos, a cuya
orden pertenece Tomás de Aquino, pretenden “contemplar y dar a los otros lo
contemplado”, lo que supone predicar la palabra de Dios más allá de los muros del
monasterio. Es también una época de grandes transformaciones en la Iglesia, que sigue
manteniendo un férreo control del poder intelectual y espiritual. Comienzan a oírse críticas
a la riqueza acumulada por la Iglesia y surgen voces pidiendo el regreso a la pobreza
evangélica, esencia del verdadero cristianismo. Franciscanos y dominicos empiezan a
tener gran fuerza, sobre todo en la pugna por el control intelectual en el seno de la Iglesia.
La recuperación de la obra de Aristóteles vía filosofía musulmana supuso una
verdadera revolución intelectual en el orbe filosófico del occidente cristiano. Ello es debido
a que la filosofía aristotélica supone una explicación racional alternativa y diferente al
cristianismo acerca del Mundo, del Hombre y de Dios. Ante tal reto, sólo cabían dos
posibilidades en el seno del cristianismo medieval:
 O bien se rechazaba de forma rotunda la filosofía aristotélica por ser un peligro para
el mensaje cristiano, lo que supone despreciar un gran caudal de conocimientos. Esta
opción fue seguida por los franciscanos, que continúan con el agustinismo filosófico
que se asienta en bases platónicas.
 O bien se admite el aristotelismo pero haciendo que encaje con el cristianismo.
Esta opción, la de asimilar o cristianizar a Aristóteles, fue seguida por los dominicos cuyo
ejemplo más palmario es la obra tomista como síntesis del aristotelismo y del
cristianismo.

4
Las Universidades nacidas a partir de las escuelas palatinas, catedralicias y
episcopales, se convierten rápidamente en centros autónomos de saber, que pronto serán
objeto de deseo de las órdenes mendicantes... en la Universidad de París se libró una
auténtica batalla intelectual con figuras tan señeras como San Buenaventura
(franciscano), Siger de Brabante (averroísta latino) y Tomás de Aquino (dominico). No
obstante, también es cierto que un efecto de la creación de las universidades fue lograr
que la cultura saliese de los monasterios.

II.- PRECEDENTES FILOSÓFICOS


1.- PLATÓN (427-347 a.C.)
Hablaremos de su influencia más adelante al tratar de la Patrística.
2.- ARISTÓTELES (384-322 a.C.)4
Discípulo de Platón y preceptor de Alejandro Magno, Aristóteles fue un platónico que
rechazó importantes elementos de la filosofía de su maestro, como la teoría de las ideas
subsistentes y la identificación entre los saberes teórico y práctico.
Si, como sabemos, para Platón el sabio es quien alcanza a conocer adecuadamente el
Bien, conocimiento en el cual culmina el saber teórico y se asienta el saber práctico (ético-
político, de ahí el sabio-gobernante o rey-filósof@) Aristóteles mantuvo, frente a esta
posición, una distinción esencial entre ambos saberes.
Sin embargo, sus diferencias no son sólo doctrinales, sino también de talante y estilo:
Platón escribe diálogos en los que suelen abordarse múltiples cuestiones; Aristóteles, en

4 Para una información más detallada sobre la filosofía de Aristóteles, repasa la UD3.

5
cambio, escribió tratados dedicados a exponer sistemáticamente cada una de las ramas
del saber, contando con un aspecto más riguroso, escolar y sistemático que Platón,
aunque sin la pasión y belleza literaria característicos de los diálogos de su maestro.
Platón, de mentalidad más matemática, será criticado por Aristóteles, cuya mirada es la
que corresponde a un biólogo hijo de un médico: el conocimiento comienza por la
experiencia y después se elabora en el intelecto; nada de dos mundos separados...
El pensamiento de Occidente hasta el S.XIII estará marcado por el predominio
absoluto del platonismo5, que había sido adaptado a las doctrinas de la revelación
cristiana. Esto se debe no sólo a la facilidad de adaptar la filosofía de Platón a las
exigencias de la Revelación, como hizo Agustín de Hipona en el siglo IV, sino también a
que la obra del otro gran filósofo de la Antigüedad, Aristóteles, se había perdido.
La recuperación de Aristóteles fue posible, en el siglo XII, gracias a los árabes. La
mayoría de los textos de los filósofos griegos habían sido traducidos al sirio, del sirio al
árabe y del árabe al latín. Así, los textos de Aristóteles que regresaron a Europa gracias a
la expansión de la cultura árabe proporcionaban un conocimiento incompleto, erróneo y
contaminado de la filosofía aristotélica: muchos textos se habían perdido, se le
atribuyeron obras que no eran suyas, y las traducciones estaban impregnadas de las
interpretaciones platónicas y neoplatónicas de sus traductores.
En el S.XII, el filósofo árabe Averroes hizo una serie de comentarios a la obra de
Aristóteles, intentando evitar interpretaciones platonizantes y conciliarla con las
enseñanzas del Islam. El aristotelismo defendido por este autor se conoce con el nombre
de averroismo. Las principales tesis del averroísmo, adoptadas también por muchos
autores cristianos, eran dos: la eternidad del mundo y la división del alma en dos
partes, una individual y otra divina, compartida por todos los hombres. El alma
divina es inmortal, pero no así el alma individual, por lo que la resurrección de los muertos
no es posible. Por otra parte, Averroes defendía la teoría de la doble verdad6, según la
cual a un mismo problema la razón y la fe pueden dar respuestas distintas; pero esta
solución nunca se consideró satisfactoria por el pensamiento cristiano medieval, de modo
que los pensadores tuvieron que ingeniárselas para dar una respuesta novedosa y

5 Recuerda que la Academia fue fundada alrededor del 387 a.C., y clausurada definitivamente por Justiniano (si
en la Academia rezaba Ἀγεωμέτρητος μηδείς εἰσίτω..., lo mejor que se puede hacer es echarla abajo...) en el
529.
6 Según parece, no obstante, dicha teoría habría surgido más bien de una mala traducción del filósofo cordobés, ya
que en vez de hablar de una doble verdad, lo que Muḥammad ibn Rušd (Averroes) habría propuesto sería más bien
que en los textos sagrados del Corán existe un sentido literal, al que acceden los menos preparados, y un sentido
profundo, al que llegan los filósofos y teólogos; no es recomendable, decía, que a las masas de los creyentes se les
explique el sentido profundo, pues no lo entenderían. En definitiva, estamos ante una nueva versión de lo defendido
por la escuela pitagórica al distinguir entre los acusmáticos y los matemáticos.

6
satisfactoria, alcanzándose con Santo Tomás el punto álgido en dicha discusión.
En el Siglo XIII los obispos de París promovieron la prohibición de ciertas enseñanzas
de Aristóteles y de Averroes que eran consideradas heréticas y contrarias al dogma
cristiano. Los averroístas fueron expulsados de la Iglesia y algunos de ellos encarcelados
y privados de su trabajo como profesores en las universidades. Tomás de Aquino fue uno
de los principales críticos del averroísmo, pero su admiración por la filosofía de Aristóteles
–al que se refiere como ”El Filósofo“– le llevó a desarrollar una serie de explicaciones que
hicieron al autor griego compatible con los contenidos de la revelación cristiana. En pocos
siglos, Aristóteles pasaría de estar prohibido por la Iglesia a ser argumentum ad
verecumdiam o magister dixit (argumento de autoridad).

3.- EL HELENISMO7
Se denomina tradicionalmente como “Helenismo” el período de la cultura griega
posterior al reinado de Alejandro Magno. Es decir, que comienza con su muerte (323 a.C.)
y llega hasta finales del S.II d.C. Está caracterizado básicamente por la gigantesca
expansión imperialista de lo griego como elemento civilizador.
La consecuencia más importante de esta revolución alejandrina fue el hundimiento de la
importancia cultural, social y política de la Polis ateniense. Pese a todo, al hundimiento de
dicho ideal que Platón en su Republica y Aristóteles en su Política habían elaborado
teóricamente e incluso reificado, no le siguió el surgimiento de otros organismos políticos
dotados de nueva fuerza moral capaces de constituir un punto de referencia para la vida
moral de los hombres. Así, de ciudadanos se convirtieron en súbditos, surgiendo una
nueva actitud de desinterés e incluso hostilidad hacia el Estado.
El pensamiento griego, al no tener una alternativa adecuada a la polis, se replegó en el
ideal del cosmopolitismo, de manera que el hombre griego se vio obligado a encontrar
una nueva identidad: el individuo. Así, como resultado de la separación entre el
hombre y el ciudadano, surgió también la separación entre ética y política.
Esta época vendrá marcada por la aparición de tres fenómenos culturales de indudable
importancia: las escuelas helenísticas, el florecimiento de la ciencia griega y la
decadencia de la ciencia helenística.
Ptolomeo I8, sátrapa de Egipto (uno de los reinos surgidos tras la muerte de Alejandro,
junto con Siria y Pérgamo), sentó los cimientos de las dos instituciones más memorables

7 Aquí nos hemos reducido a una versión simplificada de este apasionante periodo. Para una información más
detallada sobre el helenismo y sus principales escuelas filosóficas, repasa la UD4.
8 Ptolomeo I fue educado también por Aristóteles, pues cuando éste comenzó la educación de Alejandro de
Macedonia, Ptolomeo recibió al mismo tiempo la educación del Estagirita.

7
de Alejandría: el Museo y la Biblioteca, convirtiéndose dicho museo en el centro
mundial de la vida científica. Cabe destacar que, además de las comidas colectivas, los
miembros del Museo recibían una indemnización con cargo a los presupuestos del
Estado, pudiendo así consagrar todo su tiempo a la investigación y a discusiones entre
ellos o con visitantes, siendo sus miembros clasificados en “filólogos” (textos y gramática,
fundaron la filología) y “filósofos” (menos pensadores especulativos que científicos
versados en matemáticas, astronomía, geografía y medicina). Pues bien, es en este
momento cuando germina el grano sembrado por Aristóteles en la forma de corrección y
perfeccionamiento de sus principios y modelos por parte de sus discípulos inmediatos.
La filosofía helenística
Para dicha filosofía (entendiendo por tal la que se desarrolla desde finales del S.IV a.C.
hasta la conquista por Roma en el S. II a.C.), las preocupaciones principales serán la
felicidad individual y los aspectos éticos, siendo el tema básico el ideal del sabio, el
filósofo que, guiado por la razón, logra la vida buena y el equilibrio emocional.
La separación del individuo de lo que hasta ese momento había sido un ámbito político y
existencial (la Polis) propició, como hemos comentado más arriba, la reivindicación del
mundo entero como patria (el cosmopolitismo como conciencia de igualdad de los
seres humanos únicamente diferenciados por las costumbres y leyes de las diferentes
polis donde habitan, comienza a tomar cuerpo de la mano de las conquistas de Alejandro
Magno) que encontramos en los estoicos y la creencia de que la felicidad del individuo no
coincide necesariamente con el bien del Estado y la comunidad en su conjunto. Las
soluciones éticas ya no son soluciones políticas como en Platón y Aristóteles. Por
ello, surgirán una serie de nuevas escuelas filosóficas, cuyo objetivo es poder dar
soluciones a los problemas actuales de un ser humano cosmopolita.

ACTIVIDAD 1
Explica, según lo estudiado en la UD4, cuáles son las maneras en las que el
escepticismo y el estoicismo influyen en el surgimiento y desarrollo del
cristianismo.
III.- CRISTIANISMO Y FILOSOFÍA
Recuerda que, como hemos dicho anteriormente, el cristianismo comenzó siendo una
religión minoritaria en Galilea, al poco se convirtió en una religión perseguida por los
romanos, y posteriormente se convirtió en la religión oficial del Imperio de la mano de
Constantino I gracias a la libertad de culto promulgada en el Edicto de Milán (313 d.C.).

8
Desde luego, el cristianismo supone uno de los grandes hitos de la historia, ya que
introduce ideas novedosas que alteran notablemente lo dicho por la filosofía griega. La
Verdad ya no debe ser buscada según el recto camino de la Razón, sino que la
Verdad viene revelada en el mensaje cristiano, y el acceso a la misma se consigue
mediante la facultad de la fe. Recordemos que este mensaje se transmite a través de
las Sagradas Escrituras, que son la palabra revelada (Revelación) de Dios.
De este modo, el conflicto fe / razón, que presidirá toda la Edad Media, está servido.
Recordemos algunas de las novedades doctrinales del cristianismo:
- Acerca de Dios: El paso del politeísmo al monoteísmo ha sido sin duda uno de los
momentos más importantes en la historia de las religiones (y del ser humano). Para los
cristianos, Dios es Uno (Platonismo), representado como un ser trascendente y externo al
mundo. Dicha intervención se produce de dos modos: como creador y como providente.
Dios es el creador desde la nada (creatio ex nihilo) del mundo y del hombre, lo que
choca frontalmente con la filosofía griega que, desde Parménides, negaba el paso del no
ser al ser. La creación a partir de la nada implica también una diferencia radical entre Dios
como ser creador y los seres creados, la obra divina.
- Acerca del tiempo: El paso de una concepción circular del tiempo a una concepción
lineal, representa otro hito sin precedentes en la historia. De la concepción del tiempo
cíclico brotada de la realidad inmanente9 (el día y la noche, las fases de la Luna, el
movimiento de los astros, las estaciones, los ciclos de la agricultura, la vida y la muerte, la

reproducción...) que tod@s conocían de manera empírica, se pasa a una concepción


lineal en la cual el tiempo queda ordenado según un Principio (estrictamente Arché, la
“α”, El Génesis) y un Fin (la Omega “Ω”, El Juicio Final o Apocalipsis).
Hasta el afianzamiento del cristianismo, el tiempo no era lineal y único, sino que se
contemplaba desde 3 perspectivas:
- Aión, el tiempo de la eternidad en el cual ocurren los sucesos de Cronos y Kairós
- Cronos, el tiempo de la vida y la muerte, el tiempo concreto de los sucesos de los
hombres y de l@s dios@s

9 Entendemos por inmanente aquello dado en el mundo, por oposición a lo trascendente, que está más allá...

9
- Kairós10, el momento oportuno, en este caso la venida de Cristo. Lo
que hará el cristianismo con el tiempo es lo mismo que ha hecho para
lograr reducir la pluralidad de dioses 11 (politeísmo) a la unidad
(monoteísmo): subsumir estas 3 concepciones bajo una sola forma, de
donde brota el signo de la cristiandad: In hoc signo vinces.
La lucha cristiana por cambiar la concepción del tiempo no es cuestión menor: se trata
de cambiar la weltanschauung (la visión del mundo), ya que en un tiempo circular en
el cual todo vuelve (el Eterno Retorno de lo idéntico que cantaba Nietzsche), la fe
carece de sentido, y ella es precisamente uno de los pilares del cristianismo, pues si
quieres salvar tu alma y evitar que se cumpla la condena, debes tener fe en la Divina
Providencia y comportarte según los dogmas establecidos, aunque no los comprendas:
crede ut intelligas.
- Una metafísica creacionista: La idea de creación es ajena al pensamiento griego,
para el cual la naturaleza es eterna. La revelación cristiana afirma por primera vez la idea
de la creatio ex nihilo: Dios crea el mundo de la nada, siendo conservador y providente.
- Una nueva actitud ante la verdad: La filosofía griega debatía sobre los límites del
conocimiento, y muchos autores reconocían la incapacidad humana de alcanzar la
verdad: escepticismo y relativismo planean continuamente sobre la filosofía griega.
Para el cristianismo existe una verdad absoluta y única, y viene de Dios, es verdad
revelada; la razón por sí sola no puede alcanzarla. Esto plantea el problema razón-fe del
cual hablaremos más adelante.
- Una nueva concepción del ser humano: La imagen del hombre sufre también un
profundo cambio. Ya no es un ser más de la naturaleza, ni un producto del destino, sino
criatura de Dios. Originado por un acto de la voluntad consciente del creador, es además
un ser especial, creado a imagen y semejanza de Dios, y tiene el deber moral de cumplir
el mandato divino. Pero el ser humano es imperfecto y tiene la facultad del libre albedrío:
puede desobedecer a Dios. El mal es, para los cristianos, consustancial al hombre; su
origen está en la libre voluntad. Recordemos que para los griegos la causa del mal es la
ignorancia (intelectualismo moral). Precisamente uno de los temas que se debaten en
teología es “El origen del mal” y cómo puede Dios haber creado un mundo en el que el
mal es posible.
- Una nueva visión de la historia: Mientras los griegos tenían una visión cíclica de la
10 El Kairós o “momento oportuno” se representaba como un corredor desnudo completamente calvo con un
largo mechón de pelo por el cual podías cogerlo cuando pasaba a tu lado... si andabas atento... De ahí el origen
de nuestra expresión “la ocasión la pintan calva”
11 Recuerda lo visto en la UD1 sobre el esquema trifuncional de G. Dumezil

10
historia, la teoría cristiana de la creatio ex nihilo supone la idea de un desarrollo temporal
lineal dirigido por Dios hacia el fin de los tiempos. La historia, que se inicia para los
cristianos con el pecado original, es el escenario de la salvación del hombre.
Además, un hecho histórico se convierte en el centro de la doctrina cristiana: la
presencia de Dios en la historia de la humanidad bajo la figura de un personaje real
(Kairós). No debemos olvidar tampoco que Dios es para los cristianos un ser providente
(capaz de intervenir en asuntos del mundo) y se manifiesta a través de los milagros,
rompiendo con ello las leyes naturales. Esto no es compatible con el logos propio de la
filosofía griega.
Sin embargo, como no contamos con el tiempo suficiente para poder recorrer estos
cambios con mayor detenimiento, debemos considerarlos como ya incorporados a la
marcha de la Edad Media sin detenernos en su génesis y su desarrollo12, y ocuparnos de
aquellas cuestiones más estrictamente filosóficas, que pueden ser reducidas a estas dos:
 Razón y fe: ¿Cuál es la relación que han de mantener los discursos basados en la fe
(religión) con los discursos basados en la razón (filosofía)? Este asunto constituye la
preocupación fundamental del pensamiento de la Edad Media. En general, la razón
(filosofía) se vio relegada a un segundo plano respecto a la fe (religión). La razón
está subordinada a la fe.
 Existencia de Dios: una de las obsesiones medievales consiste en intentar probar la
existencia de Dios mediante pruebas racionales que convenzan a todos, incluso a los
ateos y no creyentes. La existencia de Dios, en el fondo, es un caso particular de las
relaciones entre la fe y la razón, pues se ha intentado demostrar la existencia de Dios
mediante la fe (pruebas sentimentales) y la razón (pruebas racionales).

IV.- FILOSOFÍA CRISTIANA13


Para entender la hegemonía del cristianismo en Europa, hay que tener en cuenta que
hizo su aparición en el Imperio Romano en un momento de crisis económica y de
valores, y que ofrecía una doctrina de salvación que las religiones politeístas no
tenían. Influyó también el talante intelectual de los autores cristianos, que se preocuparon
de explicar la nueva doctrina asimilando muchos de los conceptos de la filosofía

12 Para profundizar en este apasionante momento de cambio y configuración del pensamiento occidental, se
recomienda encarecidamente la lectura de (al menos las partes dedicadas al pensamiento medieval) dos obras:
Cosmos, de Michel Onfray, y Agrietar el capitalismo, de John Holloway.
13 Estrictamente hablando, la filosofía cristiana no puede ser considerada una “verdadera filosofía” ya que no
cuestiona sus puntos de partida, ni procede de manera crítica. Sin embargo, la importancia de la misma en la historia
del pensamiento (y en la propia Historia de Occidente) no puede ser obviada.

11
anterior. Se produjo así una cristianización de la filosofía griega y helenística. Primero
fue cristianizado Platón, porque la mayoría de los textos de Aristóteles se hallaban
perdidos, y seguramente también porque la metafísica platónica es mucho más fácil de
asimilar a la metafísica cristiana. Resulta notable el hecho de que la obra de Aristóteles,
inicialmente prohibida por la Iglesia, acabará convirtiéndose en argumento de autoridad.

La filosofía cristiana suele dividirse en dos grandes etapas:


 Patrística: es la filosofía de los Padres de la Iglesia, e intenta una defensa y apología
del cristianismo frente a los ataques que recibió por parte de la filosofía clásica. Al
tratarse de una religión revelada, sustentada en la creencia acrítica y no en argumentos
racionales, el mensaje del cristianismo entró en conflicto con la respetabilidad intelectual
de la filosofía clásica, por lo que los primeros pensadores cristianos debieron echar mano
de los argumentos de la filosofía. Al conjunto de estos pensadores se les denomina
Padres de la Iglesia, y Patrística a dicha etapa, que culminará con San Agustín (354-
430). Esta filosofía, desde el punto de vista cronológico, hay que situarla en la Edad
Antigua, y su influencia más clara es el pensamiento neoplatónico14. El agustinismo
filosófico afirma que la verdad sólo es una y que tanto la razón como la fe son dos
modos diferentes, pero complementarios, de acceder a ella. Por tanto, no debería
existir ningún tipo de conflicto entre ellas, sino una relación de colaboración y de
compenetración, siempre dejando clara la subordinación de la razón a la fe.
 Escolástica: es la filosofía más característica del pensamiento medieval, cuya figura
más eminente es Tomás de Aquino, y cuya influencia más clara es el aristotelismo.
Superado el agustinismo, el acontecimiento filosófico más importante fue la recuperación
de la obra aristotélica (corpus aristotelicum) en casi toda su integridad, a través de
las traducciones de los comentaristas árabes (Escuela de traductores de Toledo...),
quienes a su vez traducían los textos del estagirita del sirio. Esto significó una auténtica
revolución intelectual, dado que por primera vez aparece un discurso racional acerca
de la realidad en competencia directa con el cristianismo. Así, la religión cristiana
tendrá que enfrentarse y tratar de dar respuesta a los desafíos tanto de la filosofía
aristotélica como de la religión y la filosofía islámica 15. Todas las nuevas doctrinas
filosóficas y teológicas que aparecen, irremediablemente, tendrán que dar cuenta
de las relaciones entre el plano de la fe y el de la razón.

14 Aspectos tan característicos de Platón como la dualidad cuerpo/alma, la importancia del alma frente al cuerpo y la
creencia en un mundo trascendente, eran más fácilmente asimilables a las características del cristianismo.
15 Que también florece en este momento de la mano de Al-Kindi, Al-farabi, Avicena, Averroes, Algazel y otros...

12
El término Escolástica procede del latín schola, y designa originariamente el saber
cultivado en las escuelas medievales y enseñado bajo la dirección de un maestro. Por
extensión, pasó a designar el método utilizado en esas escuelas y, dado que la mayoría
de ellas eran escuelas monacales y monasterios, en la actualidad se utiliza para designar
la filosofía cristiana entre los siglos IX y XIV. La preocupación fundamental de la
Escolástica fue conciliar la reflexión racional con la doctrina de la revelación. Así,
ese afán didáctico y racional impregna todas las obras publicadas por autores
escolásticos; los textos que vamos a leer son buen ejemplo de ello. La filosofía
Escolástica se caracterizaba por el recurso a la autoridad, representada por los
textos sagrados de la Biblia y la tradición de los Padres de la Iglesia, pero también
a la razón, que se aplicaba a la interpretación de la autoridad. Supone, pues, un
cierto avance sobre el pensamiento cristiano anterior que consistía sobre todo en
comentarios de los textos sagrados y discursos apologéticos.
El método escolástico alcanza su pleno desarrollo formal con la llegada de las
universidades medievales, entre los siglos XII y XIII. Los instrumentos fundamentales
eran la lectio o lectura de textos, y la disputatio o discusión pública sobre los mismos. La
lectura comentada de textos dio origen a las Glosas Literarias y a los Comentarios
sobre los libros de las Sentencias. Las disputas académicas sobre cuestiones polémicas
se organizaban dos o tres veces por semana, y consistían en la discusión de un tema
establecido previamente sobre el que el maestro daba una respuesta final. En ocasiones
se realizaban disputas de carácter extraordinario en las que un gran escolástico discutía
públicamente sobre diversos temas, sin orden del día programado, con interlocutores
voluntarios. Se dice que Tomás de Aquino era uno de los grandes oradores escolásticos, y
la practica totalidad de las obras publicadas por autores escolásticos está impregnada de
dicho afán didáctico y dialéctico.
El género más importante durante la época de apogeo de la escolástica es La Summa.
Una summa es un tratado en el que se compendia todo el conocimiento disponible en un
determinado campo del saber. El autor expone una tesis y la confronta con tesis
contrarias que después rebate. La "Suma de Teología16" de Tomás de Aquino es el mejor
compendio de teología de la época, pero no adelantemos acontecimientos, pues
tendremos ocasión de comprobar su estructura más adelante.
En la escolástica podemos distinguir tres períodos:

16 Ésta es la verdadera traducción de “Summa Theologiae” si respetamos el genitivo latino, y no “Suma teológica”,
como se conoce tradicionalmente en lengua española dicha obra del aquinate.

13
Periodo de formación, donde destaca, pese a su agustinismo, San Anselmo, famoso
por su argumento ontológico para demostrar la existencia de Dios.
Periodo de madurez (s. XIII) en el que destacan figuras como Siger de Bravante, Alberto
Magno y Tomás de Aquino, es un periodo que destaca por el equilibrio en la relación
entre la razón y la fe.
Periodo de decadencia (s. XIV), donde dicho equilibrio en la relación razón/fe se rompe
en favor de la fe y en detrimento de la razón. Guillermo de Ockham será el autor más
importante de este periodo, y al considerar a la filosofía aquejada de una “inflación
conceptual”, emprenderá un esfuerzo de simplicidad de la misma según un principio de
economía representado por su célebre “navaja”, cuyo lema será “Pluralitas non est
ponenda sine necessitate” (La pluralidad no se debe postular sin necesidad).
En este periodo tuvo lugar una controversia que traspasará su propio ámbito y terminará
por convertirse en uno de los conflictos más famosos de la Historia de la Filosofía: la
Disputa de los Universales, cuyo objeto será dar razón de la naturaleza de los
universales, de las esencias o conceptos, problema sustancial de la filosofía griega, y al
cual Platón y Aristóteles habían dado diferentes soluciones (esencias separadas/ creación
de la mente mediante abstracción de los objetos físicos gracias a la acción de los sentidos
y la razón). Esta disputa contará con dos posturas enfrentadas a raíz del comentario de
Boecio sobre el Isagoge de Porfirio: el realismo y el nominalismo.

El realismo considera que los universales, las esencias,


tienen una realidad propia, son entidades metafísicas
subsistentes y existen independientemente de la mente y
el resto de los cuerpos (Guillermo de Champeaux). Santo
Tomás “militará” en el realismo moderado.
El nominalismo considera que los universales no tienen
ningún valor (son un flatus vocis) y no se refieren a
ninguna cosa concreta; las cosas son individuales y nada
(ningún concepto) hay más allá de la individualidad.
Roscelino y Guillermo de Ockham serán los autores más
importantes de este nominalismo, e inaugurarán una
concepción radicalmente empirista de la filosofía.

14
PENSAMIENTO MUSULMÁN
El pensamiento musulmán tiene una importancia
superlativa en el pensamiento cristiano medieval. Los
musulmanes conocían las obras clásicas y las tradujeron del
griego al persa y luego al latín, y gracias a dichas
traducciones se transmitieron a la Europa medieval. De no
haber sido por estas traducciones, la cultura griega se habría
perdido casi en su totalidad, pero la labor de la intelectualidad
musulmana no se redujo sólo a la de ser mera transmisora de
una tradición cultural ajena, sino que el pensamiento
musulmán leyó e interpretó el pensamiento griego (sobre todo
Aristóteles), desarrollándolo y transformándolo. Esta labor
hará del filósofo griego un pensador contrario al pensamiento
cristiano, aunque luego Santo Tomás verá en el estagirita un
instrumento para difundir el cristianismo, así como el máximo
exponente de la verdadera filosofía.
El islam, religión fundada por Mahoma en las primeras décadas del s. VII d.C., se
presenta como coronación de la revelación de Dios en la Historia. A Moisés le confirió la
Torah, a Jesús el Evangelio, y a Mahoma el Corán. Así, comparte con las religiones
hebrea y cristiana la perspectiva Creación-Revelación-Juicio Final.
Su experiencia fundamental es la de la soberanía del único Dios, “señor de los mundos”,
quedando los hombres y la humanidad en general sometidos al poder de Dios. En su
existencia terrenal, el creyente se ve obligado a luchar con el mundo de los ángeles
rebeldes (cuyo jefe es Iblis, o sea, Shaytan) pero asistido por los ángeles fieles.
El islam da gran importancia al nexo entre religión y derecho (shari´a), relación que ha
sido interpretada de muy diferentes formas según las principales escuelas, entre las
cuales destacan la escuela mutazelí (racionalista, bajo influencia de la filosofía
helenística), la escuela chií y la escuela sunní.

ACTIVIDAD 2
Busca información sobre las escuelas shií y sunní y explica sus principales
características así como sus elementos diferenciadores.

15
Franciscanos contra Dominicos
Sólo es posible entender la filosofía cristiana de la Baja Edad Media desde la pugna
intelectual entre las órdenes mendicantes de los franciscanos y los dominicos. Ambas
órdenes ambicionaban conseguir los puestos más relevantes en las nacientes
universidades europeas y convertir su doctrina en la doctrina oficial de la Iglesia. La
obra de Aristóteles abrió una crisis en el seno del cristianismo, y la recuperación de
su obra trastocó aún más toda esta disputa teológica y de poder. Los franciscanos
rechazaron el corpus aristotelicum e insistieron en su raíz platónica y agustiniana.
Mientras, los dominicos intentaron cristianizar el aristotelismo mediante la obra de
San Alberto Magno y Santo Tomás.

Con el siguiente cuadro podremos comprender mejor las diferencias filosóficas entre los
franciscanos y los dominicos:
Franciscanos Dominicos
Seguidores del agustinismo de Se propusieron cristianizar a
Filosofía y teología inspiración platónica. Se opusieron Aristóteles, lo que supuso una
El conflicto a la cristianización de Aristóteles. alteración de la teología cristiana.
Fé / Razón El agustinismo más estricto tuvo Con el tiempo se convirtió en la
enorme influencia en la Reforma doctrina oficial de la Iglesia Católica
Protestante
La visión del ser humano es más Tienen más en cuenta todo lo
Antropología espiritual, despreciando lo material relativo a lo material y corporal. Por
y corporal. Así, la carne simboliza ejemplo, se da más importancia a
el pecado los sentidos
El conocimiento es fruto de una
Defienden un conocimiento mezcla ente los sentidos y la razón.
racional y a priori, despreciando los Los sentidos proporcionan el origen
Epistemología sentidos como fuente de del conocimiento y la razón lo
conocimiento (a posteriori). Así, las universaliza. Por tanto, defienden la
pruebas de la existencia de Dios validez del conocimiento a
son de carácter a priori posteriori. Las demostraciones de la
existencia de Dios son a posteriori
El verdadero ser es espiritual, y por Todos los seres tienen sus
encima de todos, Dios (espíritu importancia ontológica. Estos seres
Ontología puro y simple). Las realidades están ordenados en jerarquía,
materiales son de carácter siendo Dios causa primera y causa
secundario, al modo platónico final. Esta ordenación es conocida
como la gran cadena del ser
En la filosofía griega se inspiran en
la figura de Platón. El teólogo Se inspiran en Aristóteles, y Tomás
Autores cristiano de referencia es San de Aquino se convertirá en el autor
Agustín y las figuras más de referencia
destacadas son S.Buenaventura y
Duns Escoto.

16
V.- AGUSTÍN DE HIPONA
Agustín, nacido en el 354 d. C y considerado uno de los padres de la Iglesia, es uno de
los conformadores, a la postre santificados, de la doctrina oficial de la Iglesia de la época.
La Iglesia supondría el establecimiento de la doctrina cristiana dentro del Imperio Romano
y la persecución de las herejías (arrianismo, donatismo,maniqueísmo…). Muere en el 430
d. C en Hipona (norte de África), siendo obispo de esta misma ciudad.

Fe y razón
Para San Agustín, el cristianismo y la filosofía pueden tener un espacio en común. La
filosofía estaría indisociablemente unida a la religión. Por tanto, fe y razón están
intrínsecamente combinadas y compenetradas. Sin anularse ni excluirse, colaboran
estrechamente en las etapas de un proceso intelectual que desemboca, finalmente, en el
amor a Dios.
Veamos a través de la teoría del conocimiento de San Agustín cómo se relacionan la fe
y la razón:
- San Agustín comienza criticando al escepticismo. Para él la existencia de la mente
es indubitable, pues aunque la mente se equivoque o dude, es claro que existe 17. El
escepticismo también se critica, según San Agustín, gracias a las verdades lógico-
matemáticas y a las verdades inmutables no empíricas.
- Tratando de dar respuesta a dos problemas, el de Dios y el del alma, Agustín dirá que
hay una sola verdad pero los caminos que conducen a
ella son dos: la fe y la razón: la razón puede ayudar a la fe
a llegar a la verdad y la fe debe servir de guía para la razón,
dirigiéndola hacia la verdad. Ambos caminos, fe y razón,
confluyen en el interior del hombre, en el alma, de modo que
Agustín defiende un proceso de introspección, de
interiorización, pues en el interior del hombre hay huellas
de lo inmutable y eterno como señales de lo divino. Dios
está en el alma, y ahí debe ser buscado (nuevamente
Descartes...)
- El hecho de que la huella de Dios esté en el alma supone
reivindicar la iluminación como fuente de conocimiento;
para conocer no debemos partir de los datos de la
17 Este tipo de aseveración se verá repetida en la filosofía racionalista de Descartes en la modernidad mediante
su teoría del “cogito ergo sum”, es decir, “pienso luego existo”.

17
experiencia (Aristóteles), sino que debemos buscar en nosotros mismos 18, pero si no
hemos sido iluminados por la gracia divina, todos nuestros esfuerzos serán en vano.
- Dios ocuparía un lugar central, de manera que Dios sería la verdad y el conocimiento
más elevado, así como el fin último de la vida humana. Al entender a Dios como fin
último de la vida humana establece la contemplación de Dios y de toda su creación
como modo de vida más elevado y adecuado. Es por ello que San Agustín afirmará
que una vida beata o la vida consagrada a Dios sería el camino más digno para el
ser humano. La virtud más importante del hombre será la beatitud. En este aspecto
encontramos ciertas similitudes con la filosofía estoica, donde se establece la felicidad en
la identificación del hombre con la naturaleza o el “logos”, esto es, ser uno con Dios,
pues cuanto más cerca se esté de Dios y mejor se le contemple, más feliz será el
individuo. San Agustín fue artífice de la construcción de varios conventos y monasterios
donde se llevaría a la práctica este ideal de beatitud explicado anteriormente.
- Otro punto muy importante de la concepción agustiniana serán las pruebas o
argumentos que esgrime en favor de la existencia de Dios. El primer argumento que
vamos a ver sería la concepción de Dios como supremo ordenador. En Dios están
todas las ideas que luego identificará el alma del hombre después de ser iluminado por el
propio Dios. Esta conceptualización de Dios recibe una considerable influencia del
neoplatonismo con su consideración del Uno-Dios como ente de donde emana toda la
realidad. Del mismo modo se percibe una clara influencia de Platón al comparar esta idea
de San Agustín con la idea de demiurgo. Otra garantía de la existencia de Dios sería la
observación empírica de que la gran mayoría de los pueblos defienden la existencia
de un sumo hacedor; por ello, para San Agustín es deber de la Iglesia demostrar que
estos pueblos en realidad en lo que creen es en (“nuestro”) Dios,19 y para ello sería
necesario convertirles a la fe cristiana, ya que el Dios cristiano es el único y verdadero
Dios.
Aún hoy todavía la Iglesia católica defiende este argumento; de hecho, cuando el
catolicismo hace uso del concepto de religación20, lo hace afirmando que el ser humano
18 Esta interiorización recuerda a la reminiscencia platónica, y anticipa problemas e intereses que adquirirán una
importancia superlativa con el protestantismo (ten en cuenta que de los 2.184 millones de cristianos [por unos 1.600
millones de musulmanes y 13´75 millones de judíos, por completar los datos...], aproximadamente 801 millones son
protestantes....). Lo novedoso en San Agustín frente al autor del “Fedro” será el papel que concede a la fe: en primer
lugar somos conscientes de lo que debe ser creído, en segundo lugar llegamos a ser conscientes de que creer es bueno,
ya que esto en que creemos será el origen de las instituciones y relaciones humanas, y finalmente intentamos aclarar por
medio de la razón qué es la fe, predominando ésta frente aquella en caso de conficto.
19 Ahí tienes el motor evangelizador tan característico de la conquista de América...
20 Algunos (en España, X. Zubiri) han intentado, movidos por intereses ideológicos confesionales, utilizar la
idea de religación para definir filosóficamente a la religión en cuanto dimensión transcendental del ser humano,
aprovechando la etimología tradicional que enseñaron Lactancio y otros, según la cual religio significará religatio.

18
tiende naturalmente a la búsqueda del origen de las cosas y del mundo y por ello recurre
a lo inexplicable, i.e, al concepto de Dios. Otra razón que ofrece sería la existencia de las
verdades eternas que descubrimos, con esto San Agustín establece que precisamente el
origen de estas verdades eternas estarían ligadas a Dios. Esta ligazón de Dios con las
verdades eternas como su origen y fundamento, ya lo hemos observado anteriormente en
Platón, más concretamente en el mito de la caverna, donde es precisamente la idea de
bien la que ilumina al resto de ideas localizadas en el mundo de las ideas, entre ellas las
verdades matemáticas.
La Ciudad de Dios, obra de San Agustín, es el ejemplo perfecto de esta revolución
histórica que no es en el fondo una filosofía de la historia sino una exposición
dogmática del cristianismo insertada en el devenir del mundo, siendo dicha obra la
respuesta de S. Agustín a un hecho histórico concreto: la caída de Roma en poder de
Alarico. En este hecho, ve el devenir humano como un ininterrumpido combate entre
dos reinos invisibles: la Civitas Dei y la Civitas terrena, que no se identifican con la
Iglesia visible y el Estado, sino que serán dos reinos místicos, de manera que la historia
de la Ciudad de Dios no puede coordinarse con la ciudad de los hombres, sino que el
verdadero devenir histórico de la Ciudad de Dios consiste en la peregrinatio hacia una
última meta final. Así, S. Agustín supera el inmovilismo platónico mediante dicha
peregrinatio, responsable del progreso de la historia 21.

De este modo, la tesis que hemos formulado sobre el sentido de la vida (“la vida humana, si tiene sentido, es
porque es una realidad religada”) se podría reexponer de este modo: “si la vida humana tiene sentido es por la
religión”, o bien: “la religión es la que confiere a la vida humana su sentido, su religación” (sobrentendiendo,
desde luego, que “religión” significa “religación del hombre con Dios”)
21 Veremos más adelante las relaciones entre la idea de peregrinatio medieval y la idea de progreso introducida durante
la Ilustración

19
VI.- FILOSOFÍA DE TOMÁS DE AQUINO
Centrémonos ahora pues en la propia figura de Tomas de Aquino. Nació en el castillo de
Roccaseca en 1225. Hijo de Landolfo, conde de Aquino (sur de Italia), ingresó en la orden
de los dominicos en el convento de Nápoles a pesar de la oposición de la familia (que
llegó a secuestrarlo durante un año en un castillo de su propiedad). Estudió en la
universidad de Nápoles y posteriormente ingresó en la prestigiosa universidad de Teología
de París, donde pasaría a ser discípulo de Alberto Magno. En 1256 obtuvo la licenciatura
de Teología donde posteriormente también enseñaría. Además de enseñar Teología en la
universidad de París, estuvo enseñando y escribiendo en diversas ciudades de Francia e
Italia. Volvió a Paris en 1272 y en 1274 fue convocado personalmente por el papa
Gregorio X al segundo Concilio de Lyon. Enfermó durante el viaje y murió en la abadía
cisterciense de Fossanova en 1274.
Las principales obras de Tomás de Aquino son El ente y la esencia, la Suma contra
gentiles y la Suma teológica (Suma de teología), y en este curso nos ocuparemos de esta
última obra, pues además de ser la más importante del filósofo es la que se nos pide
analizar más detenidamente. La filosofía de Tomás de Aquino representa el máximo
esplendor de la Escolástica y supone un intento de sintetizar el mensaje cristiano y la
filosofía griega de Aristóteles; para ello este autor también toma elementos de la filosofía
árabe y platónica.

20
Veamos pues, sin más preámbulos, los aspectos más destacados de su pensamiento.
Razón y fe, filosofía y teología. Para Tomás de Aquino existe una clara distinción entre
la filosofía y la teología, o, lo que es lo mismo, entre la razón y la fe. Esto se produce
porque hay unas verdades que son reveladas y sólo se puede acceder a ellas mediante
la fe y otras verdades que son naturales y se pueden comprender mediante la luz de la
razón natural.
Los artículos de fe, como los dogmas o misterios, solo pueden ser creídos por la fe.
Santo Tomás define la fe como un acto de entendimiento movido por la voluntad a la que
Dios asiste mediante la gracia. Los artículos de fe son inaccesibles a la razón, nos resulta
imposible comprenderlos, y por eso la teología se ocupa de su estudio. La razón se ocupa
de investigar los entes, las cosas naturales; y para ello parte de los axiomas, como las
verdades evidentes en sí mismas, y sus conclusiones se mantienen en el ámbito de lo
racional y lo natural. Se debe encontrar la concordancia entre la razón y la fe. De este
modo el método lógico de la filosofía puede apoyar la fe en su comprensión de la verdad
revelada. De ahí la afirmación de Tomás de Aquino de que la filosofía es ancilla
theologiae, la sierva de la teología.
Es precisamente en este punto de conexión entre la fe y la filosofía donde se establece
un tipo de verdad que ejerce de intermediaria entre las verdades reveladas y las
naturales, son los preámbulos de la fe. Son verdades que requieren de una
demostración racional para la fe, la primera sería la existencia de Dios.
Tomás de Aquino invalida la teoría de la doble verdad promovida por los filósofos
árabes del Medievo (Averroes y Avicena fundamentalmente). Esto es inadmisible en la
escolástica, pues si cualquier verdad de razón se contradice con una verdad de fe
siempre será falsa. Siempre prevalecerá la verdad de fe, la verdad revelada, frente a la
limitaciones de la razón.
Así pues, podemos resumir la postura de Tomás respecto del problema de razón y fe en
los siguientes términos:

- Hay una clara distinción entre razón y fe. Filosofía y teología son ciencias distintas,
y se distinguen, entre otras cosas, por su modo de acceder a los contenidos de los que
trata.
- No hay contradicción entre razón y fe. Si encontramos una contradicción, tenemos
que revisar nuestros razonamientos, porque nos hemos tenido que equivocar en algún
sitio.
- Hay una zona de confluencia entre ambas. En efecto, hay 3 tipos de verdades:

a) Aquéllas a las que sólo puede accederse a través de la fe (artículos de fe).

21
b) Aquéllas a las que sólo puede accederse a través de la razón (las que tratan del
mundo natural).

c) Aquéllas a las que puede accederse a través de la fe y de la razón (este tipo de


verdades son los llamados preámbulos de la fe, y son verdades tales que Dios existe y
es uno, que es creador del mundo, etc.).

¿Por qué Dios ha revelado determinadas verdades que la razón podía descubrir por sí
misma? Porque hay determinadas verdades (como por ejemplo: que Dios existe) que son
necesarias para la salvación. A ellas puede llegar la razón, pero el camino es complejo y
quizás no esté al alcance de todos los hombres, por lo que, si Dios no hubiese revelado
tales verdades, muchos hombres quedarían irremediablemente condenados y no podrían
salvarse. Una de esas verdades, como hemos dicho ya, es la existencia de Dios.

A. ANTROPOLOGÍA: EL SER HUMANO. Unión sustancial de alma y cuerpo


El hombre es para Tomás de Aquino la unión sustancial de cuerpo y alma, siendo esta
última principio de vida y de conocimiento intelectual. Esta teoría antropológica se sitúa
contra la concepción de San Agustín de corte platónico.
Esta definición del ser humano, como unión sustancial de cuerpo y alma, está tomada de
Aristóteles y tendrá importantes consecuencias:
i) Rompe con la antropología de Agustín de Hipona que se inspiraba en Platón.
Así, para Aquino, el ser humano es un sustancia única formada dos partes
y no dos sustancias diferentes que se unen.
ii) El cuerpo es la materia y el alma es la forma, la actividad del pensamiento.
iii) Esta unión sustancial, que atenúa el dualismo agustiniano, supone que se
tenga una mejor consideración de lo corporal en todos los aspectos. Por

22
ejemplo:
- En epistemología se revalorizan los sentidos como parte fundamental del conocimiento.
Por tanto, ya no se duda de la fiabilidad de la información sensorial como fuente del
conocer.
- En la ontología reaparece una preocupación por entender y explicar la existencia de los
seres materiales creados por Dios.
- En la ética el cuerpo ya no es la cárcel del alma ni la carne la parte pecadora del ser
humano. El cristiano debe preocuparse de su cuerpo y de su alma.

EPISTEMOLOGÍA: EL CONOCIMIENTO. TEORÍA DE LA ABSTRACCIÓN


Cuando el ser humano conoce el mundo que le rodea, lo hace a través de los sentidos.
Los objetos del mundo afectan a los sentidos (cuerpo) y al intelecto (alma). Mientras los
sentidos captan realidades particulares, el intelecto proporciona el conocimiento
universal. Así, se puede afirmar que el conocimiento se produce por la acción
conjunta e inseparable de cuerpo (sentidos) y alma (intelecto).
La epistemología de este autor, basada en Aristóteles, es conocida como teoría de la
abstracción y parte de dos premisas:
1) El conocimiento se origina a partir de la experiencia sensible.
2) El verdadero conocimiento es de lo universal.
Así, se debe distinguir entre:
i) Conocimiento sensible: el conocimiento particular por los sentidos. No es universal por
lo que no es verdadero, pero será el punto de partida para el conocimiento inteligible.
Véase la primera premisa.
ii) Conocimiento inteligible: es el conocimiento verdadero y universal por la razón o el
intelecto. Véase la segunda premisa.
Aquino propone la teoría de la abstracción para explicar el proceso del conocimiento. La
abstracción es un procedimiento lógico que nos permite sacar conceptos o ideas
generales a partir de la percepción de las cosas particulares, y operaría del siguiente
modo:
1-. Percepción de los seres (sustancias) del mundo físico.
2.- Impresión y recuerdo de esas percepciones en nuestro intelecto o alma.
3.- El intelecto es capaz de sacar (abstraer) las notas características y universales de
cada sustancia, es decir, es capaz de conocer la forma de la sustancia.
4.- La formas de la sustancia es lo universal e inteligible y conforma el concepto válido y

23
conocido por todos.
Por ello, el verdadero conocimiento humano debe originarse en la percepción de
las cosas y hechos particulares (efectos) que hay en el mundo creado por Dios hasta
remontarse hasta la causa o principio de tales efectos (Dios).

B- ONTOLOGÍA: LA REALIDAD. Metafísica creacionista


La ontología de Aquino trata de justificar la existencia de un Dios necesario y la
contingencia de los seres creados. Todos los seres o cosas del mundo físico son
sustancias, que se definen como aquello que existe por sí mismo y no necesita de otra
cosa para existir. Pero estos seres o sustancias están afectados por diferentes principios:

i) Esencia y existencia: La distinción más importante en la obra de Aquino es la que se


refiere a la Esencia y la Existencia. De todos los seres o sustancias podemos indicar su
esencia y su existencia. Por esencia hay que entender aquellas características
fundamentales que hacen que algo sea de ese modo; mientras que la existencia es
el hecho de ser. Pero, ¿qué relación guardan estos dos conceptos? Puede darse de dos
maneras:
 Si la existencia y la esencia coinciden de forma no necesaria, la existencia no
depende de la esencia; entonces estamos hablando de seres posibles o contingentes:
la totalidad de los seres creados por Dios (criaturas). En ellos la existencia y la esencia
son independientes, es decir, dependen de otro (Dios) para existir.
 Si la existencia y la esencia coinciden de forma necesaria, la existencia depende de
la esencia; entonces estamos hablando del Ser Necesario o Dios. Dicho de otro modo,
su existencia no depende de otro ser, porque ya no sería Dios.
Por todo ello, Aquino concluye que:
 Se debe establecer una separación transcendental entre los seres posibles y el Ser
Necesario.
 Se debe defender la creación a partir de la nada, pues el Ser Necesario no
necesita de otro para existir y los seres posibles dependen de la creación de Dios
para existir (Metafísica creacionista). Ahora bien, ¿cómo es esta creación? Aquino
dice que es análoga y por participación.

24
ii) Analogía y participación
Además de la distinción entre esencia y existencia, Aquino necesita de otras para explicar
la realidad de los seres, incluido Dios.
 La analogía es un concepto de Aristóteles, que está a medio camino ente la de igualdad
y diferencia; la analogía consiste en una relación de parecido, cuando ni se es
absolutamente igual ni radicalmente diferente.
 La participación es una noción platónica, que describe la relación que se establece entre
Dios (Ser Necesario) y las cosas creadas (seres posibles o contingentes) que participan
del primero.
Explicación: la combinación de ambas nociones permite distinguir con precisión los
modos de ser. Ya se ha comprobado que el ser tiene diferentes formas de darse: una
piedra no tiene el mismo modo de ser que una persona, por ejemplo. Cuando Aquino dice
que el ser es análogo quiere decir que todos los seres se parecen a uno como referencia
(Dios). Se podrá establecer la siguiente distinción:

 SER POR EXCELENCIA O ANTONOMASIA (DIOS): Es la forma de ser más perfecta.


Es el ser absolutamente perfecto (“pluscuamperfecto”).

 SERES POR PARTICIPACIÓN (SERES CREADOS): Su modo de ser depende de Dios,


por lo que forman parte (participan en cierto grado) de Él. Ahora bien, esta participación ni
puede ser completa ni absolutamente diferente, por tanto ha de ser análoga, esto es, los
seres participados son parecidos a Dios aunque nunca iguales (por ejemplo, la Biblia ya
afirmaba que Dios creó a los hombres a su imagen y semejanza). En otras palabras, los
seres creados participan, de algún modo, del ser de Dios, por lo que hay una relación de
semejanza: los seres participados no son ni absolutamente iguales ni radicalmente
diferentes de Dios.

25
D. DIOS Y SU DEMOSTRABILIDAD 22
Tomás de Aquino llega a la certeza de la necesidad de demostrar la existencia de Dios
bajo dos perspectivas. Una primera al seguir la filosofía de Aristóteles y una segunda al no
creer válida la demostración de la existencia de Dios a priori de San Anselmo 23. Siguiendo
a Aristóteles, Tomás piensa que todo conocimiento humano empieza por los sentidos. Por
ello, la demostración racional de la existencia de Dios solo se puede realizar a partir de
las criaturas – “de abajo a arriba”-. La demostración, para Tomás, es necesaria, porque
Dios, aunque es evidente en sí, no lo es para el hombre. Esto obliga a Tomás a tomar
como partida no el concepto de Dios (San Anselmo), sino la existencia real de los seres.
Es decir, a realizar una demostración a posteriori.
Para Tomás esta demostración no es válida porque parte de la propia esencia de Dios.
La proposición “Dios existe” es evidente en sí misma porque el predicado está incluido
en el sujeto; Dios es existencia, su esencia es existir. Pero para que sea evidente para
nosotros debemos conocer la esencia del sujeto al que hace referencia. Decir que un
triángulo tiene tres lados es evidente en sí mismo pero no para quien no sabe lo que es
un triángulo, aunque la proposición siga siendo verdadera. Teniendo esto último en cuenta
y además lo referido a Aristóteles, Tomás opta por las pruebas a posteriori de la existencia
de Dios, la cuales expondremos a continuación. Para empezar debemos darnos cuenta
de que todas las Vías tomistas para la demostración de la existencia de Dios tienen una
misma estructura argumentativa ya que la propia estructura resulta fundamental para su
fuerza argumentativa:
Punto de partida: Un hecho de experiencia. Por ejemplo, la contingencia 24 o el
movimiento de los seres.
Recorrido lógico: Desarrollo, todo hecho de experiencia obedece necesariamente a una
causa, Se acude así, para su explicación, a un principio metafísico de causalidad. Es
imposible la explicación mediante una serie infinita de causas. Tiene que haber, por el
contrario, una primera causa incausada.
Conclusión: Esa causa primera es Dios. Luego, Dios existe.

22 Uno de los últimos intentos por realizar una d emostración matemática de la existencia de Dios ha
sido llevado a cabo por el matemático Kurt Gödel ( https://es.wikipedia.org/wiki/Prueba_ontol
%C3%B3gica_de_G%C3%B6del )
23 Argumento ontológico de S. Anselmo: “Id quod maius cogitare non potest”. Por “Dios” entiendo “aquel
mayor de lo cual nada puede ser pensado”. Si le negásemos la existencia, caeríamos en una contradicción,
pues es más perfecto el ser que existe que el que no existe. Por tanto, Dios existe”. Crítica: incluye en la
definición del concepto “Dios” la existencia, pero la existencia no es una propiedad que podamos incluir en
una definición conceptual. De igual modo, se podría definir “centauro” como ser existente.
24 Recuerda que lo contingente es lo opuesto a lo necesario... https://www.youtube.com/watch?v=1KBQFLJn9hY

26
LAS CINCO VÍAS DE SANTO TOMÁS DE AQUINO

Primera vía, basada en el movimiento25


También puede aparecer con el nombre de Argumento cosmológico. Por los testimonios
de los sentidos en el mundo las cosas se mueven. Todo lo que se mueve es movido por
otro. Ser movido requiere estar en potencia y para mover es necesario estar en acto. Esta
vía no es colocada azarosamente en primer lugar... para Tomás, siguiendo una vez más a
Aristóteles, la demostración de la existencia del ser supremo a través de la reflexión sobre
el movimiento es la más importante y evidente de las cinco vías. Por lo tanto, es imposible
que una cosa sea al mismo tiempo movida y mueva a su vez, ya que si aceptamos esto
podríamos aceptar una serie infinita de motores que mueven las cosas ad infinitum. De
este modo, se necesita un primer motor que mueva sin ser movido a su vez para romper
esta cadena al infinito. Por consiguiente, ese primer motor, acto puro que mueve sin ser
movido por nadie, es a lo que llaman Dios.
Segunda vía, basada en la causa eficiente
Hallamos que en este mundo de lo sensible existe un orden en el encadenamiento de las
causas eficientes. Por lo tanto, no es posible que una cosa sea causa de sí misma porque
sería anterior a sí misma. Tampoco es posible que la serie de causas infinitas se remonte
hasta el infinito porque siempre hay causas subordinadas y quitada la causa se quita
también el efecto y si no existiese una causa primera no habría causas intermedias. Por
consiguiente será necesario admitir un primer analogado, es decir, una primera causa
eficiente que es la que se consideraría como Dios.
Tercera vía, basada en la contingencia de los seres
En la naturaleza hallamos cosas que pueden ser o no ser, puesto que hay seres que
nacen y mueren, la naturaleza es cambiante. Por tanto, es imposible que estos seres
existan siempre porque lo que es posible que no exista hubo un tiempo en que no existía.
Si no hubiera existido ningún ser, ninguna cosa hubiera empezado a existir y ahora nada
existiría, lo que es claramente falso. Por consiguiente, como no todos los seres son
posibles o contingentes, es preciso que en la naturaleza haya un ser primero necesario,
un ser que no tenga la causa de su necesidad fuera de sí mismo y sea causa de la
necesidad de los demás; y este ser necesario es a lo que todos llaman Dios.

25 https://www.youtube.com/watch?v=2LyEpA4B9_o Enlace al análisis de la BSO de Interstellar por Jaime Altozano.


Lo suyo sería que vieses el vídeo completo, y que disfrutases de los muchos análisis y explicaciones tan interesantes
como didácticas y entretenidas de este muchacho... si prefieres ir al grano, salta al minuto 13: 30”

27
Cuarta vía, basada en los grados de perfección
Observando la naturaleza se constatan seres que son más o menos buenos, nobles y
verdaderos que otros, e igual ocurre con otras cualidades. El más y el menos se les
puede atribuir según la proximidad que tenga con respecto a lo que es máximo; por
ejemplo, un objeto es más o menos cálido según se aproxime a lo más cálido por
excelencia. Del mismo modo, es imposible que si no existiera tal ser perfectísimo, sería
imposible atribuir ningún tipo de perfección a los seres puesto que no habría referente con
el que hacer comparación alguna. Existe, por consiguiente, algo que es lo verdadero, lo
noble, lo bueno por excelencia, causa de la bondad y de todas las perfecciones de los
seres; y este sería el ser al que consideraríamos Dios.
Quinta vía, basada en el orden cósmico
Vemos en la naturaleza que hay seres desprovistos de conocimiento, como por ejemplo
los cuerpos naturales, que actúan por un fin, no por casualidad sino intencionadamente.
Lo que carece de conocimiento no puede tender a un fin si no lo orienta alguien que tenga
conocimiento, igual que el arquero dirige la flecha hacia el blanco. Siendo esto así, es
evidente que si no existiera una inteligencia ordenadora, sería imposible que hubiera un
orden en el universo o en el mundo. Por lo tanto, existe un ser sumamente inteligente que
dirige todas las cosas a su fin, y este ser es Dios26.

26 Esta argumentación la tendrán en cuenta los deístas de la ilustración para referirse a la existencia de
Dios como si fuese un relojero o un matemático que calculase precisamente todo lo ocurrido o por ocurrir en el
mundo. De este modo, los contenidos religiosos en este caso católicos son totalmente prescindibles pudiendo así
rellenar dicha estructura argumentativa con otro tipo de contenidos religiosos diferentes al cristianismo. Esto
ocurriría del mismo modo en el resto de vías tomistas.

28
CRÍTICA DE LAS VÍAS DE SANTO TOMÁS
1 paso.- Sólo la 1ª, 2ª y 3ª Vía parten de un hecho de experiencia, la 4ª y la 5ª no.
2 paso.- En la primera vía: “todo lo que se mueve es movido por otro” Falso según
principio de inercia de Newton y la subjetividad del concepto de causa según Hume
3 paso.- No se puede demostrar “a priori” la inexistencia de series infinitas en la
naturaleza, si el tiempo es infinito. Pensar en un último de una serie natural es algo que
está más allá de la experiencia, pues empíricamente a cualquier suceso le buscamos una
causa
4 paso.- No está demostrada la unicidad de la última causa. Tampoco está demostrado su
carácter personal o inmaterial. Se podría afirmar la existencia de un ser o seres
necesarias materiales o incluso ningún ser privilegiado, sino el todo de la naturaleza.

C- LA ÉTICA Y LA POLÍTICA
Como ya hemos mencionado anteriormente y sostenido a lo largo de toda la exposición,
la figura de Aristóteles recorre todo el sistema filosófico tomista. En lo que se refiere a la
ética y a la política la influencia de Aristóteles se mantiene, eso sí añadiendo las
características particulares propias del cristianismo de Tomás. Siguiendo, pues, sus raíces
aristotélicas, Tomás está de acuerdo con Aristóteles en la concepción teleológica de la
naturaleza y de la conducta del hombre: toda acción tiende hacia un fin, y el fin es el bien
de una acción. Hay un fin último hacia el que tienden todas las acciones humanas, y ese
fin es lo que Aristóteles llama la Eudaimonía (felicidad). Santo Tomás está de acuerdo en
que la felicidad no puede consistir en la posesión de bienes materiales, pero a diferencia
de Aristóteles, que identificaba la felicidad con la posesión del conocimiento de los objetos
más elevados (con la teoría o contemplación), con la vida del filósofo en definitiva, en su
continuo intento por acercar el aristotelismo y el cristianismo, el aquinate identifica la
felicidad con la contemplación beatífica de Dios, con la vida del santo, de acuerdo
con su concepción trascendente del ser humano. Como podemos observar, la ética de
Tomás mantendrá las características teleológicas propias de la ética aristotélica
añadiendo varias aportaciones, siendo una de ellas la capacidad del ser humano de
hacer el mal, Dios en su inmensa bondad otorga al ser humano la libertad, y lo cierto es
que la libertad implica la capacidad de hacer el mal, cosa nada grata para Dios pero
permitida en aras de un bien mayor (el libre albedrío).
Al igual que en Aristóteles, para Tomás el bien reside en llevar una vida ligada a la
virtud, es decir las virtudes intelectuales y morales. Pero a ellas añade Tomás de

29
Aquino las virtudes teologales propias de la doctrina católica, reflejadas en los
mandamientos y en los sacramentos cristianos. Para Santo Tomás “la ley natural no es
otra cosa que la luz de la inteligencia puesta en nosotros por Dios; por ella
conocemos lo que es preciso hacer y lo que es preciso evitar.” Contiene los
preceptos fundamentales que rigen la vida moral, el primero de los cuales es “debe
hacerse el bien y evitarse el mal” y en el que se fundan todos los demás preceptos de la
ley natural. Dado que la ley natural se fundamenta en la naturaleza humana, y ésta a su
vez en Dios, la ley natural por tanto no es convencional, es inmutable y es la misma para
todos (universal).
La ley natural dentro de la doctrina cristiana se vería reflejada en el mensaje de
Jesucristo “amaros unos a otros como yo os he amado” y más concretamente en el
desarrollo vivencial de los mandamientos entregado por Dios a Moisés, pastor por
excelencia del pueblo elegido por Dios. La ética de S. Tomás es universalista, ya que cree
que hay una ley natural universal, evidente e inmutable inscrita en todas las personas y
que puede ser reconocida por unos y otros entre sí. Dios ha otorgado la vida a todos por
igual y su gracia habita en todos nuestros corazones, de este modo el ser humano se
puede dar a sí mismo normas para su convivencia. De aquí se entenderá que S. Tomás
da una entrada al derecho internacional y por tanto también a la paz universal, ya
que si todos los hombres nos guiamos bajo un mismo credo y admitimos las mismas
normas, reinará la paz en el mundo y en nuestros corazones.
Como ocurría en Aristóteles, la ética y la política están ligadas intrínsecamente. La
política para S. Tomás funciona como una extensión de la ética propiamente dicha. No
obstante, la política para S. Tomás tiene una gran importancia ya que en esta época se
estaba estableciendo el poder de la iglesia a nivel político en la Europa medieval,
pero también se estaba estableciendo y reafirmando el poder de la orden de los
dominicos dentro de la propia iglesia. Al igual que en Aristóteles, el ciudadano debe
incluirse en una comunidad (“el hombre es un animal político”) para desarrollar su
felicidad. El ser humano, para desarrollar su vida virtuosamente, debe convivir con otros
hombres dentro de una comunidad, y evidentemente dicha comunidad para S. Tomás
debe de ser también cristiana. Es decir, la ley natural que habita dentro del ser
humano debe desplegarse también dentro de la propia comunidad, de manera que
la comunidad cristiana debe ser el despliegue final del desarrollo humano. Las
virtudes teologales reflejadas en la vida beata y la práctica de los mandamientos
cristianos se deben desarrollar dentro de dicha comunidad.

30
Pero evidentemente esta comunidad precisa de un guía, de un intérprete de Dios, a
saber, la Iglesia construida por San Pedro bajo mandato divino. Por tanto, la Iglesia
prevalecerá sobre el poder civil. En este mismo orden de cosas, la organización política
ideal deberá reflejar la establecida por la Biblia, es decir el poder divino se refleja en la
almendra divina donde Jesucristo (Dios) ocupa el centro y todo lo demás depende de Él y
gira a su alrededor. Es así que la monarquía reflejará lo establecido por la palabra
divina y por consiguiente será lo más adecuado. Como podemos observar, S. Tomás
mantiene la idea de San Agustín de la prevalencia del poder religioso sobre el poder civil.
Dicha idea debe ser vista de manera implantada, en su presente, donde se constata
definitivamente la caída del poder civil bajo la influencia de la Iglesia. A partir de este
momento, la figura del Papa cobra una importancia central en la política medieval. De
hecho, sólo hay que constatar el poder de la iglesia dentro de las propias monarquías que
se sucedieron en la Europa medieval, desde el imperio carolingio hasta las guerras de
religión (Edad moderna) y pasando por ejemplo por los reyes católicos en España 27.

La consideración tomista del hombre tiene su más importante repercusión en todo lo que
hace referencia a la cualificación de los actos humanos. Sus ideas principales son:

a) El hombre es libre. La libertad es una propiedad de la voluntad humana. La voluntad es


la facultad que «apetece el bien».

b) Los actos humanos son aquellos que se realizan conscientemente. De estos actos e!
hombre es responsable.

c) El fin último del hombre es la contemplación de Dios, soberano bien. Todos los demás
fines de las acciones humanas deben encaminarse a este último objetivo. El mal moral
consiste en no proponerse como fin último la contemplación de Dios.

d) Para lograr este objetivo el hombre debe cumplir lo que impone la ley natural, que es la
presencia en la naturaleza humana de la ley eterna. La ley eterna es e! designio de Dios
sobre los seres naturales, esto es, lo que Dios impuso como fin de todas y cada una de
las naturalezas creadas.

e) La ley natural impone «hacer el bien y evitar el mal». Este precepto se concretiza en el
hombre como conciencia moral u obligación de hacer ciertas acciones y evitar otras. La
razón humana está capacitada para distinguir estos preceptos de la ley natural. La razón
es, de hecho, la que impone cuáles son los contenidos de la ley natural en cada caso.

27 De hecho, su prevalencia será clara hasta que Napoleón decida coronarse a sí mismo...

31
f) La ley positiva es el mandato razonable promulgado por la autoridad competente en
orden al bien común de una comunidad o sociedad. El hombre está obligado a cumplir las
leyes positivas justas. Y son justas todas aquellas leyes que no contradigan la «ley
natural».

g) La Ley positiva es el medio para que el Estado procure el Bien común, que es su
objetivo. La Autoridad civil debe ordenar todo para alcanzar el bien común de los
ciudadanos.

h) Para lograr el bien común debe buscarse la paz, el buen obrar de acuerdo con la ley
natural (moralidad) y los medios necesarios para vivir. Las leyes tienen así que procurar
estos tres objetivos. Si no los procuran son «leyes injustas» y no se está obligado a
obedecerlas. La autoridad que promulga «leyes injustas» se convierte en tiranía y el
ciudadano no debe obedecer al tirano, sino derrocarlo cuando hay garantía de que su
derrocamiento no va a causar males mayores.

Aunque Santo Tomás, como todos los medievales, entendía que la autoridad, también
la civil, viene de Dios, no justifica la tiranía.

Coronación de Carlos I-V, Cornelius I. Schut (sin fecha conocida de realización)

32
Consagración de Napoleón, Jacques-Louis David (1806)

ACTIVIDAD 3
Compara ambos cuadros, explicando cuál es su relación de coincidencia/diferencia
desde los aspectos que hemos tratado en esta UD.

VI.- RELACIÓN CON LA FILOSOFÍA MODERNA E ILUSTRACIÓN: DESCARTES


En cierto modo, la filosofía de la Edad Moderna hay que entenderla como una reacción
crítica ante el predominio de la Escolástica. Un claro ejemplo de esa crítica a la
Escolástica es Descartes, quien intenta construir un edificio filosófico a partir de
evidencias que resistan cualquier atisbo de duda. Así, este autor aplica la duda metódica
contra todos los principios vigentes de la filosofía escolástica. Es decir, Descartes busca
un nuevo método que reforme todo el saber anterior, el de la filosofía escolástica. Ese
método nos garantizará encontrar verdades para construir el nuevo edificio del saber.
Además, el concepto de evidencia de Descartes es una crítica del que defiende Tomás de
Aquino. Para Descartes, la evidencia es una verdad que se presenta de modo claro y
distinto al entendimiento, por lo que la idea de lo evidente en sí pero no para nosotros
que defiende Tomás de Aquino no tendría cabida en la filosofía cartesiana. Por otro
lado, la filosofía cartesiana, como ejemplo del Racionalismo, supone una crítica directa

33
contra la filosofía tomista de corte aristotélico y un acercamiento a los principios del
platonismo (innatismo, dualismo, etc.). El valor del conocimiento sensorial es puesto en
duda por Descartes, pues los sentidos en ocasiones nos engañan, y por tanto no
podemos fiarnos de ellos. Por el contrario, Tomás de Aquino (siguiendo a Aristóteles),
defiende que todo nuestro conocimiento comienza por los sentidos, y que, actuando sobre
la imagen sensorial, el entendimiento es capaz de abstraer la forma o esencia de la
sustancia conocida. En este aspecto, no en otros, se puede decir que Tomás de Aquino es
empirista, tal como Descartes le identifica en el Discurso del método, cuando dice que «la
máxima que los mismos filósofos admiten como verdadera en las escuelas, y que dice
que nada hay en el entendimiento que no haya estado antes en los sentidos...».
Trataremos ahora el tema del texto: la existencia de Dios. Recordemos que Tomás de
Aquino defendía las pruebas a posteriori. En cambio, Descartes desconfía de los
testimonios de los sentidos, por lo que ataca las demostraciones a posteriori que parten
de la experiencia sensible. Descartes se presenta como partidario del argumento
ontológico (el que formuló Anselmo de Canterbury) (prueba a priori). En el Discurso del
método, Descartes reproduce el argumento ontológico que Tomás de Aquino rechaza en
la Suma Teológica. Así, para demostrar la existencia de Dios, Descartes usará tres
argumentos diferentes:
Prueba 1: Demostración a partir de la idea de infinitud o perfección. La idea de infinito
ha de tener una causa proporcional, es decir, ha de estar causada por una naturaleza o
sustancia también infinita. Sólo Dios es un ser infinito y perfecto, luego Dios existe. La
idea de infinitud no puede proceder del interior de uno como una idea facticia ni tampoco
de la realidad externa como una idea adventicia, luego es una idea innata.
Prueba 2: Demostración a partir de la idea de finitud y contingencia del hombre. El
hombre es un ser finito, limitado y contingente, pero paradójicamente posee la idea de
perfección. Evidentemente, si el hombre fuese causa de sí mismo, se habría dado todas
las perfecciones. Pero puesto que el hombre no es perfecto y, por tanto, no depende de sí
mismo, su existencia depende de otro ser que sí posee todas las perfecciones que éste
piensa. Ese ser sólo puede ser Dios y es perfecto.
Prueba 3: Argumento ontológico. Descartes retoma el argumento de Anselmo de
Canterbury. La idea de perfección ha de existir de forma necesaria en la realidad, pues de
otro modo ya no sería perfecta. Evidentemente, la idea de perfección o infinitud sólo se
puede corresponder con Dios. Por tanto, Dios existe y es perfecto. (Descartes es
consciente de los inconvenientes de este argumento, por lo que le concede una

34
importancia secundaria.) Se puede decir, por tanto, que el carácter apriorístico de las
pruebas cartesianas se debe al racionalismo de su filosofía. Es decir, según Descartes, la
idea de Dios es la de un ser perfecto, presente en todos nosotros por ser innata. Esta idea
de Dios, como ser perfecto, ha de existir de forma necesaria; por tanto que Dios, ser
perfecto, es o existe, es tan cierto como lo pueda ser una demostración de geometría. La
idea de Dios en la Modernidad y la Ilustración sufrió importantes modulaciones. Por
ejemplo, aparecen posturas acerca de la existencia de Dios que no podrían darse en la
Edad Media como el deísmo y el ateísmo. El deísmo es una doctrina que afirma la
existencia de Dios, pero niega su naturaleza personal y providente. Por tanto, el deísmo
está cercano a la noción de religión natural que se basa en la razón y niega las religiones
positivas por basarse en la Revelación y en la superstición. El filósofo francés Voltaire
sería un ejemplo de claro de defensor del deísmo. Los ejemplos del ateísmo en la época
moderna son escasos, el éxito de esta doctrina se producirá durante la Edad
Contemporánea.
Debate en la BBC entre Russel y Copleston28

ANÁLISIS DE LOS TEXTOS DE TOMÁS DE AQUINO


Esquemas Suma Teológica: Q.2, art.1, 2 y 3

CUESTIÓN 2: SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS


El propósito de Aquino consiste en demostrar la existencia de Dios por medios racionales,
más allá de las pruebas por la fe, pues estas solo convencerían a los creyentes. Se
intenta, entonces, de racionalizar el dogma cristiano, por ejemplo, se recurre a la filosofía
aristotélica. Por tanto, Aquino, en esta cuestión, analizará el enunciado “Dios existe” y lo
hará en tres pasos:
 Artículo 1: se trata de dilucidar si la proposición “Dios existe” es una verdad
evidente.
 Artículo 2: se trata de dilucidar si la proposición ”Dios existe” es una verdad
demostrable.
 Artículo 3: se trata de demostrar la existencia de Dios por cinco vías distintas.

A continuación, veremos la estructura de dichos artículos sobre la Cuestión 2.

28 https://www.youtube.com/watch?v=bb1y0hYhEEQ

35
ARTÍCULO 1: ¿DIOS ES O NO EVIDENTE POR SÍ MISMO?
Objeciones (argumentos contrarios a la opinión del autor): argumentos por los que
parece que la existencia de Dios es evidente por sí misma.
i. Porque es una idea innata.
ii. Porque si conocemos qué es Dios (esencia), hay que admitir su existencia.
ARGUMENTO ONTOLÓGICO.
iii. Porque se identifica a Dios con la verdad y negar la verdad implica una
contradicción, luego Dios existe.

En cambio (postura que va a defender el autor): “Dios existe” es una verdad evidente por
sí misma, pero no para nosotros.

Solución (argumentos del autor): “Dios existe” es una evidencia en sí misma, pero no
para nosotros.
i. Definición de evidencia: las proposiciones evidentes son aquellas en las que el
predicado está incluido en el sujeto. Pueden ser de dos tipos:
A. Evidentes en sí mismas y para nosotros: cuando todos conocen en qué consiste el
sujeto y en qué el predicado. Ej.: el todo es mayor que la parte.
B. Evidentes en sí mismas pero no para nosotros: cuando se desconoce en qué consiste
el sujeto y/o en qué el predicado. Ej.: lo incorpóreo no ocupa lugar.
ii. La proposición “Dios existe” es evidente en sí misma pero no para nosotros.
A. Es evidente en sí misma ya que en Dios sujeto y predicado son lo mismo. Esencia y
existencia coinciden.
B. No es evidente para nosotros porque no sabemos en qué consiste Dios, el sujeto.
iii. Por tanto, necesitamos demostrar su existencia a partir de lo que es más conocido
para nosotros: los efectos de Dios, es decir, lo que Dios ha creado.
Respuestas a las objeciones (refutación de las objeciones arriba mencionadas):
i. No es una idea innata. El conocimiento acerca de Dios es general y confuso (por
ejemplo al identificar a Dios con la felicidad), por lo que el conocimiento de la existencia
de Dios no es evidente, hay que demostrarlo.
ii. Se afirma que el conocimiento de Dios es evidente porque la idea de Dios implica su
existencia (CRÍTICA AL ARGUMENTO ONTOLÓGICO), pero:
 No todo el que oye la palabra “Dios” entiende que con ella se expresa lo más
inmenso que se pueda pensar. Ej.: algunos piensan que dios es corpóreo.

36
 Aun entendiendo por Dios lo más inmenso que se pueda pensar, eso no significa
que ha de darse en la realidad.
 Si no se reconoce previamente que en lo real existe algo que es superior a cuanto
se pueda pensar, no se puede deducir que Dios existe en la realidad. Esto es rechazado
por ejemplo, por los ateos.
 Por tanto, el conocimiento de la existencia de Dios no es evidente.
iii. Se afirma el conocimiento de la existencia de Dios por la
existencia de la verdad. Así:
 Que la verdad exista, es evidente por sí mismo.
 Pero que exista la verdad absoluta, no es evidente para nosotros.
 Por tanto, que “Dios existe” no es evidente para nosotros, necesita demostración.

ARTÍCULO 2: LA EXISTENCIA DE DIOS ¿ES O NO ES DEMOSTRABLE?


Objeciones (argumentos contrarios a la opinión del autor): argumentos por los que
parece que la existencia de Dios no es demostrable por la razón.
i. Porque la existencia de Dios es un artículo de fe. Los artículos de fe no son
demostrables por la razón. La existencia de Dios no es demostrable.
ii. Demostración a partir de la causa ( propter quid): porque para demostrar algo hay
que saber lo que es (esencia). Pero acerca de Dios no sabemos qué es, sino qué no es.
La existencia de Dios no es demostrable. ARGUMENTO ONTOLÓGICO.
iii. Demostración a partir de los efectos ( quia): Si no se puede demostrar la existencia
de Dios a partir de la causa (véase lo dicho más arriba), entonces sí a partir de los
efectos. Pero para que la causa pudiera ser demostrada a partir de los efectos, estos
tendrían que ser proporcionales a la causa. Los efectos de Dios no son proporcionales a
Dios (causa), pues los efectos son finitos y Dios es infinito. No se puede demostrar la
existencia de Dios a partir de los efectos.
En cambio (postura que va defender el autor): la existencia de Dios sí se pude demostrar
a partir de los efectos, de lo que ha creado (efectos) Dios (causa).
Solución (argumentos del autor): hay dos tipos de demostración: una por la causa, otra
por los efectos.
i. Demostración por la causa: se llama “a causa de” (propter quid): es la primera en el
orden de la realidad.
ii. Demostración por los efectos: se llama “porque” (quia): es la primera en el orden del
conocer.

37
A. El efecto se nos presenta como más evidente que la causa (lo conocemos primero), y
por los efectos podemos conocer la causa, ya que:
B. Los efectos dependen de la causa (en el orden de la realidad).
C. Dado un efecto, necesariamente se ha dado antes una causa.
iii. Por tanto, la existencia de Dios (como causa) es demostrable a partir de los efectos.

Respuestas a las objeciones (refutación de las objeciones arriba mencionadas):


i. Se dice que la existencia de Dios es un artículo de fe y no se puede demostrar. La
existencia de Dios, en cuanto puede ser conocida por la razón natural, no es artículo de fe
sino preámbulo de la fe.
ii. Se dice que la existencia de Dios se tendría que demostrar a partir de la causa, de
la esencia. Para probar la existencia de algo es necesario partir de su definición nominal
(lo que significa el nombre) y no de la definición esencial (lo que es). CRÍTICA AL
ARGUMENTO ONTOLÓGICO.
iii. Para demostrar la existencia de Dios a partir de los efectos tendría que haber
proporción entre la causa y los efectos.
A. Así, por efectos no proporcionales a la causa, no se puede tener un conocimiento
exacto de la causa.
B. Pero, por cualquier efecto se puede demostrar que la causa existe.
C. Luego, por los efectos divinos se puede demostrar la existencia de Dios, pero no
podemos alcanzar un conocimiento exacto de su esencia.

ARTÍCULO 3: ¿EXISTE O NO EXISTE DIOS?


Objeciones (argumentos contrarios a la opinión del autor): argumentos por los que
parecen probar que Dios no existe.
i. La existencia del mal prueba que Dios no existe. Si Dios es el bien infinito, el mal
no puede existir. El mal existe. Dios no existe.
ii. Dios no es necesario para explicar la realidad (lo que se puede explicar con pocos
principios no se debe explicar con muchos). Supuesto que Dios no existe, toda la realidad
se puede explicar sin recurrir a él, porque:
A. La realidad natural se puede explicar por leyes naturales.
B. La realidad humana por medio del entendimiento y de la voluntad.
C. No es necesario recurrir a la existencia de Dios.
En cambio (postura que va defender el autor): pero la existencia de Dios pude ser

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probada por la fe, por lo que Dios existe.
Solución (argumentos del autor): la existencia de Dios puede ser probada de cinco
maneras (cinco vías tomistas):
1. Vía del movimiento
i. Punto de partida: es un hecho de experiencia que en este mundo hay movimiento.
ii. Aplicación del principio de causalidad: todo lo que se mueve es movido por otro.
A. El movimiento es el paso de la potencia al acto.
B. El móvil está en potencia respecto al motor, que está en acto.
C. La potencia no puede pasar al acto más que por un ser que está en acto.
D. No es posible que una cosa esté simultáneamente en potencia y en acto respecto de
lo mismo. Aplicado al movimiento, esto supone que todo lo que se mueve es movido por
otro, y este por otro.
iii. Este proceder no se puede llevar indefinidamente: si no hay un primer motor, no
habría motor alguno.
iv. Es necesario llegar a un primer motor inmóvil en el que todos reconocen a Dios.
2. Vía de la causalidad eficiente
i. Punto de partida: es un hecho de experiencia que en el mundo sensible hay un
orden de causas eficientes.
ii. Aplicación del principio de causalidad: algo no puede ser causa eficiente de sí
mismo, pues sería anterior a sí mismo, luego ha de ser causado por otro.
iii. Imposibilidad de un regreso infinito: en las causas eficientes no es posible proceder
indefinidamente porque en todas las causas eficientes hay orden.
A. Si se quita la causa, se quita el efecto. Si en el orden de las causas eficientes no
apareciera la primera, no se darían tampoco ni la última ni la intermedia. Tampoco habría
efecto último. Lo que es falso.
iv. Es necesaria una primera causa eficiente a la que llamamos Dios.
3. Vía de la contingencia
i. partida: hecho experiencia: las cosas pueden existir o no existir, son contingentes.
ii. Aplicación pp. causalidad: las cosas que pueden no existir, no han existido siempre.
A. Si sólo hubiera seres contingentes, entonces en un tiempo en que nada existió.
B. Si hubo un tiempo en que nada existió, entonces es imposible que algo empezara a
existir y, por tanto, nada existiría, lo que es falso.
C. Por tanto, además de seres contingentes, es preciso algún ser necesario.
iii. Imposibilidad de un regreso infinito: no es posible que haya una cadena infinita de

39
seres necesarios.
iv. Por tanto, es preciso admitir un ser absolutamente necesario, todos le llaman Dios.
4. Vía de los grados en la perfección de los seres
i. Punto de partida: nos encontramos que en las cosas se dan valores en diversos
grados de perfección.
ii. El más y el menos se atribuye a las cosas según su proximidad a lo máximo.
iii. Y lo máximo en cualquier género de perfección es causa de todo lo que en aquél
género existe.
iv. No aparece en el texto: (En la serie de seres que son la causa de perfección
limitada no puede procederse hasta el infinito).
v. Por ello, existe un ser supremo que tiene toda perfección en grado máximo y es
causa última o primera de toda perfección: Dios.
5. Vía del orden del mundo
i. Hay cosas que no tienen conocimiento (inteligencia) y, sin embargo, obran según
un fin.
ii. Las cosas que carecen de conocimiento no se dirigen a su fin si no las dirige
alguien que entienda y conozca.
iii. No aparece en el texto: (No es posible una serie infinita).
iv. Luego existe un ser inteligente que dirige todas las cosas naturales a su fin, y a
esto se llama Dios.
Respuesta a las objeciones (refutación de las objeciones arriba mencionadas):
i. Dios permite el mal para sacar de él un bien.
ii. Ni la naturaleza ni el ser humano se explican por sí mismos:
A. La naturaleza obra por un fin determinado por Dios.
B. La razón y voluntad humanas son mudables y perfectibles. Requieren un principio
inmutable y necesario.

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GLOSARIO DE CONCEPTOS
ACTO (actus): es la realización de lo que está en potencia; aquello que hace ser a lo que
es. El ser realizado que ya ha adquirido una forma. Se opone a potencia y sirve, junto con
el concepto de potencia, para explicar el movimiento como el paso de la potencia al acto.
Este par de conceptos se utiliza en la primera vía. La noción de acto tiene una pluralidad
de sentidos, siendo los fundamentales los siguientes: El cambio o movimiento, la acción,
la forma y el ser.
ARTÍCULO: Las Sumas fueron el género filosófico por excelencia del siglo XIII. La Sumas
son como enciclopedias cuyo propósito era totalizar y sistematizar un determinado saber.
En ellas se desarrollaba una disciplina, ya fuera filosofía, teología o derecho. Summa
significaba el punto culminante de una cosa, lo esencial de ella (summa rerum son los
puntos principales de un asunto), y también el conjunto o generalidades (summa belli es
la dirección de las operaciones militares en una guerra). Una Suma Teológica, como
formula Pedro de Poitiers, es el compendio inequívocamente formulado de cuanto hay
que creer y cuanto hay que hacer para la aserción de la fe y la conformación de las
costumbres. Las Sumas estaban estructuradas en cuestiones y estas se dividían en
artículos. Estos últimos tienen su origen en el método de Sic et non (podría traducirse por:
No, pero…) de Abelardo, que recogía enfrentadas una serie de opiniones de apariencia
contradictoria, precedidos de una introducción en la que indica los medios para resolver
las divergencias.
ARTÍCULOS DE FE (articula fidei): Conjunto de proposiciones teológicas cuya verdad no
puede ser demostrada por la razón, ésta tan solo puede defenderlas o hacerlas
razonables. Son proposiciones cuya verdad es evidente en sí, pero no para el
conocimiento humano. Estas verdades son reveladas por Dios y contenidas en la Doctrina
Sagrada o Teología Sagrada. Son los dogmas de la trinidad de Dios, la resurrección del
cuerpo, encarnación y creación. A estas verdades solo podemos acceder mediante la
gracia o la revelación divina.
CAUSA-EFECTO (causa-efectus): se denomina causa al principio del cual algo procede o
se sigue necesariamente, es decir, el efecto. Siguiendo a Aristóteles la causa puede ser
de cuatro tipos: material, formal, eficiente y final. La utilización del principio de causalidad
y la interpretación de Dios como causa trascendente hace posible un conocimiento
analógico del primer principio. El principio de causalidad en el ámbito ontológico formula
una relación de semejanza entre la causa y el efecto, que posibilita el conocimiento de la
causa a través del efecto.

41
DEFINICIÓN (definitio): según Aristóteles, la definición esencial expresa la esencia
permanente de una cosa, mediante el género y la diferencia específica. Para que una
definición sea científica la conexión entre los términos o conceptos que la constituyen
debe realizarse por vía demostrativa. En nuestro texto encontramos dos tipos de
definición: la definición real mediante la cual se indica la esencia o naturaleza de una
cosa, y la definición nominal mediante la cual se indica lo que significa un nombre.
DEMOSTRACIÓN (demostratio): procedimiento discursivo que tiene como fin derivar la
verdad de una proposición. Aristóteles fue el primero en analizar y definir la noción de
demostración como la forma de silogismo que deduce una conclusión verdadera a partir
de unas premisas verdaderas. Posteriormente Averroes, siguiendo a Aristóteles, realiza la
distinción entre razonamiento deductivo (propter quid) o inductivo (quia), en los que
partiendo de un antecedente verdadero se obtiene un consecuente verdadero. DIOS
(Deus): en la teología es definida la esencia de Dios con los siguientes atributos:
simplicidad (no tiene composición alguna), perfección, bondad, infinitud, inmensidad,
inmutabilidad, eternidad y unidad. Dios es el ser cuya esencia consiste en existir, como el
ser donde esencia y existencia se identifican, como el ser que tiene la existencia por sí
mismo, en suma, como el ser necesario. Por Dios entendemos un ser personal supremo,
que es distinto del mundo y creador del mundo.
EVIDENCIA (evidentia): es la verdad patente para un entendimiento. Esta verdad se
manifiesta en el juicio, cuya expresión es la proposición. Una proposición es evidente
cuando se conocen los términos (sujeto y predicado) que la integran. Una proposición es
evidente en sí misma y para nosotros, si nosotros conocemos el contenido del sujeto y del
predicado, y éste está incluido en la definición del sujeto. Una proposición es evidente en
sí misma, pero no para nosotros, cuando desconocemos el contenido de uno de los
términos.
FE (fides): esta facultad humana es definida por Tomás de Aquino como el acto del
entendimiento que asiente a la verdad divina por el influjo de la voluntad, que, a su vez es
movida por la gracia divina. El acto de razón es realizado por la acción eficiente del objeto
sobre el entendimiento y la actividad de este sobre aquél.
NECESARIO (necesarius): aquello que no necesita de una causa exterior para existir y
que tiene la capacidad de existir por sí mismo. En el contexto de la tercera vía se refiere a
Dios que tiene en si la razón de su necesidad.
POSIBLE (possibilis): aquello que puede existir o no existir. En el contexto de las vías se
refiere a los seres contingentes o criaturas, generables y corruptibles que necesitan de

42
una causa exterior para existir y dar razón de su existencia.
POTENCIA (potentia): modo de ser intermedio entre el no ser y el ser en acto.
Generalmente indica carencia o privación de una forma. La potencia esta ordenada al
acto y requiere la intervención de un ser en acto. La potencia a la que se refiere Tomás de
Aquino en la primera vía es la potencia pasiva o capacidad de ser cambiado y no la
capacidad de cambiar o potencia activa. Se opone al acto.
PREÁMBULOS DE LA FE (praembula fidei): Conjunto de verdades reveladas por Dios
que pueden ser conocidas y demostradas por la razón humana y que son necesarias para
la salvación humana. No confundir con los artículos de fe, que son verdades que el
hombre no puede demostrar ni conocer.
PRINCIPIO (principius): se denomina así a todo aquello de lo que algo procede. Existen
dos tipos de principios: lógicos y ontológicos. Los principios lógicos son los antecedentes
con relación a los consecuentes. Son un conjunto de verdades que no necesitan
demostración, pero toda demostración se basa en ellos. Son evidentes e indemostrables.
Los principios ontológicos son aquello desde donde algo y por lo que algo es, son las
causas que dan raz6n de los efectos.
PROCESO AL INFINITO (regressus ad infinitum): es la formulación de la sucesión sin fin
en la serie de motores, causas eficientes, causas necesarias, causas de perfecciones e
inteligencias rectoras de las cuales una es causa de otra en la medida en que esta otra es
causa. Se debe tener en cuenta que Tomás de Aquino no plantea el proceso al infinito en
el campo de las matemáticas o de la física, sino en el campo de la metafísica. La
negación de la serie infinita supone la imposibilidad de formular un recorrido sin fin en la
serie de causas que den razón del efecto de que partimos y por tanto la formulación de
una causa primera.
PROPOSICIÓN (propositio): es la unidad mínima de significado y está compuesta por dos
términos: el sujeto y el predicado o atributo, más la cópula. Puede ser verdadera o falsa y
adoptar las siguientes formas: universal, particular, afirmativa y negativa. En el texto
aparecen dos tipos de proposiciones que modernamente se denominan analíticas y
sintéticas.
RAZÓN (ratio): el conocimiento racional es el conocimiento natural del hombre y se
explica mediante la teoría de la abstracción. Este acto de conocimiento se origina por la
acción del objeto sobre las capacidades cognitivas del sujeto, es decir, arranca de lo
manifiesto a los sentidos pero es complementado por el dinamismo de las facultades del
sujeto y su criterio de verdad es la evidencia.

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VERDAD (veritas): adecuación o correspondencia entre el entendimiento y la cosa. La
verdad se da en el juicio al afirmar o negar el enunciado o proposición. Este tipo de
verdad se denomina semántica o lógica, frente a la verdad ontológica o verdad del ser.

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