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EL HAMBRE UN PROBLEMA MUNDIAL

El hambre mundial (también, hambruna mundial) es un problema que afecta a muchos países, uno
de los peores problemas en el planeta y también se refiere a desnutrición (falta de nutrientes) La
desnutrición sigue representando hoy día un problema en la mayoría de los países en desarrollo,
afecta principalmente a grupos específicos de la población como los niños, niñas, mujeres en edad
reproductiva y ancianos. Tiene repercusiones sobre varios aspectos en la vida de una comunidad,
que le impiden desarrollar plenamente su potencial.

En el planeta contamos con recursos suficientes para alimentar a toda la población y aun así más
de 821 millones de personas padecen hambre. A nivel mundial se desperdician 1,300 millones de
toneladas de alimentos. Simplemente el desperdicio de alimentos en México serviría para evitar el
hambre que padecen 7 millones de mexicanos.

El Programa Mundial de Alimentos asegura que hoy en día hay 925 millones de personas
desnutridas en el mundo.

Entre las principales causas del hambre, señala el citado organismo, están los desastres naturales,
los conflictos de la pobreza, y la causa más desastrosa: Los países con mayor peligro son también
los que pasaron por guerras, como Burundi, Eritrea, Liberia, Sierra Leona o la República del Congo.
la falta de infraestructura agrícola y la sobreexplotación del medio ambiente. El alza de los precios
de los alimentos en el mercado internacional ha sido la principal causa de este incremento, pero
las causas que provocan el hambre son numerosas y complejas: políticas comerciales injustas,
pobreza, falta de acceso de agua potable, desastres naturales, violencia y conflictos armados, o
pandemias, son algunas de ellas.

Para poder solucionar el hambre mundial podemos hacer:

Empecemos con cambiar nuestros hábitos de consumo actuales; comenzar a consumir más
productos locales, planificar y comprar sólo lo que se necesite realmente, para evitar el mayor
número de desperdicios; aprender el manejo seguro de alimentos, tener un almacenamiento
adecuado en los hogares y así mismo comprender las fechas de consumo preferente para prevenir
y reducir el desperdicio de alimentos. Acciones sencillas como no tirar la comida que sobre en casa
y congelarla para consumirla más tarde, pedir para llevar la medias porciones en restaurantes si no
se tiene mucha hambre y comerla en casa; contribuyen de manera positiva al problema.

La posibilidad de unir el trabajo propio al de miles de manos para combatir un problema global es,
probablemente, una de las mejoras formas de invertir nuestro tiempo o la contribución económica
que deseemos hacer. En este caso, desde Ayuda en Acción, te recomendamos siempre que
analices en qué proyecto y cómo se destina tu aportación.

Incluso en espacios tan fértiles como en buena parte de África es necesario generalizar el uso de
abonos y cultivos de cobertura para poder seguir produciendo alimentos. En la actualidad, se
empieza a temer por un descenso notable en la producción.
El hambre en el mundo afecta en la sociedad, Por ejemplo, en las regiones donde existen conflictos
armados, la población no puede seguir cultivando y produciendo sus alimentos. Además se
produce un aumento de la inflación por la situación en guerra de los países, provocando una
subida de precios en los alimentos.

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