Está en la página 1de 8

HORA SANTA POR LA PAZ

Exposición del Santísimo.

M.- En los cielos y en la tierra sea para siempre bendito y alabado.


R.- El corazón amoroso de Jesús sacramentado.
Creemos, Jesús Eucaristía, que iluminas nuestros pensamientos, sentimientos y palabras
para hablar un lenguaje de paz, con gestos de paz que reconstruyan nuestro México.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Canto.

M.- En los cielos y en la tierra sea para siempre bendito y alabado.


R.- El corazón amoroso de Jesús Sacramentado.
Esperamos, Jesús Eucaristía, en tu Palabra que nos llama a la conversión, para que en
ella encontremos la paz interior y así podamos dar frutos de justicia en todo nuestro
país. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Canto.

M.- En los cielos y en la tierra sea para siempre bendito y alabado.


R.- El corazón amoroso de Jesús Sacramentado.

Amamos en ti Señor y en tu presencia Eucarística. Fuerza renovadora de la faz de la


tierra. No nos dejes, quédate con nosotros para que junto a Ti seamos promotores de paz
y de justicia en estas tierras mexicanas. Que amemos lo que es noble, justo y recto para
llevar a nuestra nación a metas altas de desarrollo moral y espiritual.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Canto.

Guía: Todos sabemos que nuestra patria necesita de la oración de todos. En estos
momentos estaremos frente a Jesús Eucaristía, haremos oración y buscaremos reparar los
pecados cometidos contra nuestra nación. Queremos dedicar unos momentos a Jesús
Sacramentado, para que cese y desaparezca todo germen de violencia en México y el
mundo. Haremos oración para que el Señor conceda a los gobernantes de nuestra nación,
su Espíritu Santo, que les inspire designios de justicia, misericordia y paz. Y oraremos
junto a Nuestra Madre, la Santísima Virgen de Guadalupe, para que ella, la Madre del
Amor Hermoso, nos ayude a ser fieles a Jesús amando y respetando a nuestra Patria y al
mundo entero.

Canto
"HAZME UN INSTRUMENTO DE TU PAZ"

Hazme un instrumento de tu paz


donde haya odio lleve yo tu amor
donde haya injuria tu perdón señor
donde haya duda fe en ti.

Maestro ayúdame a nunca buscar


el ser consolado sino consolar
ser entendido sino entender
ser amado sino yo amar.
1
Hazme un instrumento de tu paz
que lleve tu esperanza por doquier
donde haya oscuridad lleve tu luz
donde haya pena tu gozo señor.

Maestro ayúdame a nunca buscar


el ser consolado sino consolar
ser entendido sino entender
ser amado sino yo amar.

Hazme un instrumento de tu paz


es perdonando que nos das perdón
es dando a todos como tú nos das
muriendo es que volvemos a nacer.

Maestro ayúdame a nunca buscar


el ser consolado sino consolar
ser entendido sino entender
ser amado sino yo amar.

Guía: La vida del cristiano en la tierra es una peregrinación hacia la casa del Padre. En
esta peregrinación, el Señor nos llama a la continua conversión, y en este momento nos
ofrece, como mexicanos, la oportunidad de reflexionar sobre el corazón de la vida
cristiana en nuestra nación: «la vivencia de la caridad».

Lector 1: La Iglesia nos ofrece un espacio para la oración y para que crezcamos en el
compartir. Eso queremos hacer en esta Hora Santa, orar juntos para que el Señor
aumente en todos los mexicanos la caridad en el «darse». Queremos permanecer ante Ti,
Señor de la Eucaristía y te pedimos que vivamos en armonía como mexicanos ejerciendo
la caridad en dar y recibir.

Lector 2: En estos momentos de oración fijamos la mirada en el otro, ante todo en Jesús
que está en la Custodia irradiando amor, pero, también desde aquí, y sin dejar de mirarlo
a Él, vamos a mirar a todos los mexicanos con sus necesidades, con sus anhelos, con todo
lo que sabemos que nos pide ejercer la caridad hacia los demás.

Lector 3: Señor, reconocemos nuestra pobreza, como ciudadanos y como nación,


ponemos ante Ti nuestra condición de pecadores deseosos de estrenar un corazón nuevo
que haga grande nuestra Patria en la esperanza y en la caridad. Movidos por el deseo de
cambio, nos adentramos en las palabras del salmista que nos invita a la conversión:

Oración con el salmo 50 (Coro1 derecha, coro 2, izquierda)

Coro 1: Misericordia, Dios mío, por tu bondad; por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito, limpia mi pecado.
Coro 2: Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado: contra ti, contra
ti solo pequé, cometí la maldad que aborreces.
2
Guía: En la sentencia tendrás razón, en el juicio brillará tu rectitud. Mira, que en la
culpa nací, pecador me concibió mi madre. Te gusta un corazón sincero, y en mi interior
me inculcas sabiduría. Rocíame con el hisopo: quedare limpio; lávame: quedare más
blanco que la nieve.
Coro 1: Hazme oír el gozo de la alegría, que se alegren los huesos quebrantados. Aparta
de mis pecados tu vista, borra en mi toda culpa.
Coro 2: ¡Oh Dios! Crea en mi un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro no me quites tu Santo Espíritu.
Guía: Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso: enseñaré a
los malvados tus caminos, los pecadores volverán a ti.
Coro 1: Líbrame de la sangre, ¡Oh Dios, Dios, salvador mío!, y cantará mi lengua tu
justicia, Señor, me abrirás los labios, y mi boca proclamará tu alabanza.
Coro 2: Los sacrificios no te satisfacen; si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. Mi
sacrificio es un espíritu quebrantado: un corazón quebrantado y humillado tú no lo
desprecias.
Coro1: Señor, por tu bondad, favorece a Sion, reconstruye las murallas de Jerusalén:
entonces aceptarás los sacrificios rituales, ofrendas y holocaustos, sobre tu altar se
inmolarán novillos.
Guía: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Todos: Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Guía: En un espacio de silencio ante Jesús Eucaristía, pidamos que tenga clemencia de
las penas que afligen a nuestra nación.

Canto

SI YO NO TENGO AMOR

Si yo no tengo amor yo nada soy Señor


Si yo no tengo amor yo nada soy Señor

El amor es comprensivo, el amor es servicial


El amor no tiene envidia, el amor no busca el mal.

El amor nunca se irrita, el amor no es descortés


El amor no es egoísta, el amor nunca es doblez.

El amor disculpa todo, el amor todo lo cree,


El amor todo lo espera, el amor es siempre fiel.

Nuestra fe, nuestra esperanza, frente a Dios terminaran,


el amor es algo eterno, nunca, nunca pasara.

Lector 1: Señor Jesús, herido en nuestra nación por tantos pecados cometidos, te
pedimos que la luz de tu presencia sacramental ilumine los corazones de cuantos somos
habitantes de este país, que nos ayude a distinguir todo lo que sutilmente nos aparta de
tu amor y nos hace alterar la paz y armonía en nuestras relaciones con las personas que
convivimos día con día, con nuestras familias y en nuestra relación contigo. 3
Lector 2: Ayúdanos a estar alertas a la voz seductora del maligno, que nos confunde para
que prescindamos de ti y nos deshumanicemos. Ven en auxilio de estos tus hijos
mexicanos, con quienes quiso quedarse tu Santa Madre María de Guadalupe. Te lo
pedimos a Ti Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Guía: Cristo Rey, tú eres nuestra paz. Mira nuestra Patria dañada por la violencia y
dispersa por el miedo y la inseguridad. Consuela el dolor de quienes sufren. Da acierto a
las decisiones de quienes gobiernan y mantén viva la esperanza en los corazones de todos
los mexicanos. Tú eres nuestro Rey y Señor, queremos consagrar nuestra patria
nuevamente a Tu custodia. Después de cada invocación diremos:

Guía: ¡Cristo vence, Cristo reina, ¡Cristo impera por su amor!


Todos: ¡Cristo vence, Cristo reina, ¡Cristo impera por su amor!
Lector 1: ¡Salve, Tú eres nuestro único libertador!, ¡oh Cristo Jesús!
Todos: ¡Cristo vence, Cristo reina, ¡Cristo impera por su amor!
Lector 2: ¡Salve, Tú eres el ungido del Padre!, ¡oh Cristo-Jesús!
Todos: ¡Cristo vence, Cristo reina, ¡Cristo impera por su amor!
Lector 3: ¡Salve, Tú recibiste en herencia la tierra!, ¡oh Cristo-Jesús!
Todos: ¡Cristo vence, Cristo reina, ¡Cristo impera por su amor!
Lector 4: ¡Salve, tu trono son los cielos!, ¡oh Cristo-Jesús!
Todos: ¡Cristo vence, Cristo reina, ¡Cristo impera por su amor!
Lector 5: ¡Salve, tu corona son las almas!, ¡oh Cristo-Jesús!
Todos: ¡Cristo vence, Cristo reina, ¡Cristo impera por su amor!
Lector 6: ¡Salve, tu cetro es la misericordia!, ¡oh Cristo-Jesús!
Todos: ¡Cristo vence, Cristo reina, ¡Cristo impera por su amor!
Lector 7: ¡Salve, tu púrpura es tu sangre!, ¡oh Cristo-Jesús!
Todos: ¡Cristo vence, Cristo reina, ¡Cristo impera por su amor!
Lector 8: ¡Salve, Tú reinarás por siglos infinitos!, ¡oh Cristo-Rey!
Todos: ¡Cristo vence, Cristo reina, ¡Cristo impera por su amor!
Lector 9: ¡Sí, por Ti, oh Cristo-Rey, reinan los reyes y los gobernantes administran
justicia!
Todos: ¡Cristo vence, Cristo reina, ¡Cristo impera por su amor!
Lector 10: ¡Por Ti, oh Cristo Rey, la autoridad legítima tiene fuerza de mando y dicta las
leyes!
Todos: ¡Cristo vence, Cristo reina, ¡Cristo impera por su amor!
Lector 11: ¡Por Ti, oh Cristo-Rey, y sólo por Ti es noble y es santo el obedecer en
obsequio a Ti, Rey de amor!
Todos: ¡Cristo vence, Cristo reina, ¡Cristo impera por su amor!
Monitor: Unidos con todos los santos y beatos mexicanos, te aclamamos con el Pontífice
de Roma, ¡oh Rey de Reyes!, te bendecimos, te adoramos, te amamos, rogándote, Jesús,
que, desde hoy, nos hagas sentir en las almas, en las familias y en la sociedad de nuestra
Patria que Tú eres el Monarca absoluto, que Tú eres nuestro Dueño y Señor, Rey inmortal
de los siglos.

Todos en voz alta, tres veces, dicen: ¡Cristo vence, Cristo reina, Cristo impera por
su amor!
4
TU REINARAS
Tú reinarás, este es el grito
que ardiente exhala nuestra fe
Tú reinarás, oh Rey bendito
pues tu dijiste ¡Reinaré!.

Reine Jesús por siempre,


Reine su corazón.
En nuestra patria, en nuestro suelo
Que es de María la nación (2)

Tú reinarás dulce esperanza


Que el alma llena de placer
Habrá por fin paz y bonanza
Felicidad habrá doquier.

Tú reinaras en este suelo


Te prometemos nuestro amor
Oh buen Jesús danos consuelo
En este valle de dolor.

Tu reinaras, reina ya ahora


En esta casa y población
Ten compasión del que te implora
Y acude a ti en la aflicción.

Tu reinaras toda la vida


Trabajaremos con gran fe
En realizar y ver cumplida
La gran promesa ¡Reinare!

Guía: Los Obispos mexicanos nos han dicho que lo primero que hay que hacer para
superar la crisis de inseguridad y violencia en nuestra nación es la renovación de cada
uno de los habitantes de nuestra patria. México será nuevo sólo si nosotros mismos nos
renovamos. Nuestros pastores nos dicen que la novedad de nuestra vida en Cristo dará
origen a formas nuevas de relacionarnos con las personas con las que convivimos día con
día, nos permitirá construir comunidades sanas y justas, nos capacitará para solucionar
de manera pacífica los conflictos y para ser misericordiosos con los que sufren (Que en
Cristo nuestra paz México tenga vida digna, 189). Oremos juntos a Cristo Eucaristía
buscando esta renovación integral, ya que tenemos la certeza de que Dios siempre
escucha nuestras plegarias, que vuelve su rostro hacia nuestras miserias, ve nuestras
opresiones y esclavitudes. En esta Hora Santa acudamos a él para que, con mano
poderosa y brazo fuerte, nos de su sabiduría y fuerza para que vivamos una auténtica
conversión; en este momento en que nuestra patria sufre la violencia que se ejerce sobre
la dignidad de las personas y que clama al cielo el don de la justicia y de la paz. Después
de cada petición respondemos: R. Señor, Señor perdona a tu pueblo. México, México
convierte al Señor tu Dios. 5
R. Señor, Señor perdona a tu pueblo. México, México convierte al Señor tu Dios.

Lector: Porque hemos permitido que la violencia se incrementara en nuestra patria.


Oremos. R.
Lector: por la soberbia envilecedora, por los abusos de superiores o intermediarios, las
exigencias exageradas y faltas de respetos en los inferiores. Oremos. R.
Lector: por los que se hacen sordos y ciegos a los que claman o reclaman por la paz y la
justicia. Oremos. R.
Lector: por los que presumen con vanidad y se jactan de sus riquezas, despreciando y
humillando a sus iguales. Oremos. R.
Lector: por el injusto reparto de riquezas y salarios, por la usura, negocios sucios y
adulación. Oremos. R.
Lector: Por el incumplimiento de los deberes religiosos, profesionales, laborales y
sociales. Oremos. R.
Lector: Por la negación de derechos y libertades de los obreros, emigrantes e indigentes.
Oremos. R.
Lector: Por el erotismo y sus manifestaciones, sus promotores y propagadores, por los
corruptores de los débiles, seductores de los necesitados y escandalizadores de los
jóvenes y los niños. Oremos. R.
Lector: Por el desprecio al sacramento del matrimonio, con ataques e ironías, se
ridiculiza su santidad, se limitan sus frutos y se defiende el aborto. Oremos. R.
Lector: Por los malintencionados, iracundos, blasfemos, rencorosos, violentos, que
trastornan el orden social y hacen imposible la armonía. Oremos. R.
Lector: Por los que tienen envidia, vengativos, murmuradores, calumniadores, resentidos
y pesimistas y no colaboradores en bien de los necesitados. Oremos. R.
Lector: Por los que odian y siembran odio, provocan guerras, por los que roban y
encubren, por los que mienten, por los que matan. Oremos. R.
Lector: Por la persecución religiosa en contra de la Iglesia católica. Oremos. R.
Lector: Por los cristianos que no practican su fe, los que descuidan su formación, por los
que no edifican y escandalizan, por los que desertan y desunen. Oremos. R.

Canto.

Guía: Invoquemos a nuestros santos y beatos mexicanos, todos tan amantes de Jesús
Eucaristía, para que ellos, que gozan ya del banquete celestial, nos ayuden a interceder
por la paz de nuestra patria y del mundo entero.

San Felipe de Jesús, ruega por nosotros.


San Junípero Serra, ruega por nosotros.
Santos Cristóbal Magallanes y compañeros mártires, rueguen por nosotros.
San Rafael Guízar y Valencia, ruega por nosotros.
San José María de Yermo y Parres, ruega por nosotros.
Santa María de Jesús Sacramentado Venegas, ruega por nosotros.
Santa María Guadalupe García Zavala, ruega por nosotros.
San Juan Diego, ruega por nosotros.
San Antonio, Cristóbal y Juan, niños mártires de Tlaxcala, rueguen por nosotros.
San José Sánchez del Río, ruega por nosotros. 6
Santa Concepción Cabrera de Armida, ruega por nosotros.
Beato Miguel Agustín Pro, ruega por nosotros.
Beatos Cristóbal, Antonio y Juan, rueguen por nosotros.
Beatos Juan Bautista y Jacinto de los Ángeles, rueguen por nosotros.
Beatos Anacleto González Flores y compañeros, mártires, rueguen por nosotros.
Beato Bartolomé Laurel, ruega por nosotros.
Beatos Pedro Zúñiga y Luis Flores, rueguen por nosotros.
Beato Bartolomé Gutiérrez, ruega por nosotros.
Beato Elías del Socorro Nieves, ruega por nosotros.
Beato Sebastián de Aparicio, ruega por nosotros.
Beata María Vicenta de Santa Dorotea, ruega por nosotros.
Beata María Inés Teresa del Santísimo Sacramento, ruega por nosotros.
Todos los santos y beatos mexicanos, rueguen por nosotros.
Guía: María Reina de la Paz.
Todos: Ruega por nosotros.

Guía: Señor Jesús, Tú eres nuestra paz, mira nuestra nación ultrajada por la violencia y
dispersa por el miedo y la inseguridad. Consuela el dolor de quienes sufren. Da acierto a
las decisiones de quienes nos gobiernan. Toca el corazón de quienes olvidan que somos
hermanos y provocan sufrimiento y muerte por doquier. Dales el don de la conversión.
Protege a las familias, a nuestros niños, adolescentes y jóvenes; a nuestros pueblos y
comunidades. Que, como discípulos misioneros tuyos, ciudadanos responsables, sepamos
ser promotores de justicia y de paz, para que, en Ti, nuestro pueblo tenga vida digna.
Amén.
Canto antes de la bendición:

"CANTEMOS AL AMOR DE LOS AMORES"

Cantemos al amor de los amores,


cantemos al Señor,
Dios está aquí,
venid, adoradores, adoremos
a Cristo Redentor.

GLORIA A CRISTO JESÚS,


CIELOS Y TIERRA
BENDECID AL SEÑOR,
HONOR Y GLORIA A TI,
REY DE LA GLORIA.
AMOR POR SIEMPRE A TI,
DIOS DEL AMOR.

Por nuestro amor oculta en el Sagrario


su gloria y esplendor;
para nuestro bien
se queda en el santuario esperando
al justo y pecador. 7
Oh gran prodigio del amor divino,
milagro sin igual;
prenda de amistad,
banquete al peregrino dó se come
el Cordero celestial.

Jesús piadoso Rey de las victorias,


a Ti loor sin fin;
canten tu poder,
autor de nuestras glorias,
cielo y tierra
hasta el último confín.

Al pie de tu sagrario nos convidas


a recibir tu amor;
porque tú, Jesús,
al alma das la vida
y la llenas de fuerza y valor.

Oración Conclusiva:

Ministro: Nos diste Señor, el pan del cielo.


Todos: Que en sí contiene todo deleite.

Ministro: Oh Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu


pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo
y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu
redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Todos: Amén.

Reserva del Santísimo.

Canto Final:

QUE VIVA MI CRISTO


QUE VIVA MI CRISTO, QUE VIVA MI REY,
QUE IMPERE DOQUIERA TRIUNFANTE SU LEY

QUE IMPERE DOQUIERA TRIUNFANTE SU LEY,


VIVA CRISTO REY, VIVA CRISTO REY.

También podría gustarte