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Las propiedades de la lengua

Corso Elementare di Linguistica Generale. Utet, 2006.


Gaetano Berruto

Capitolo 2
¿Qué propiedades relevantes presenta el código-lengua?
Se revisarán las cualidades presentes en el código-lengua ( =
LVH = lengua histórico-natural):
 algunas de ellas son compartidas con otros códigos
 otras son caracterizantes.
2.1. Biplanariedad
Propiedad obvia de todos los signos: comparecen en ellos
dos planos: una cosa y otra, esto es, un significante -o
expresión, o forma (nombre más equívoco)- y un significado
-o contenido-.
 El significante es la parte físicamente sensible del signo
que cae bajo nuestros sentidos. Sea la voz gato,
pronunciada o escrita.
 El significado o contenido es una parte no materialmente
perceptible, una información: el concepto o la idea de
‘gato’.
2.1. Biplanariedad
Todos los signos están constituidos indisolublemente por
significante + significado.
El código puede ahora definirse como un conjunto de
correspondencias entre significados y significantes.
Un signo es la asociación de un significante y un significado.
Se simbolizarán en lo futuro:
 los significantes con cursivas
 los significados con comillas simples.
2.2. Arbitrariedad
Es propiedad de los signos en sentido estricto.
En su versión más divulgada, consiste en el hecho de que no hay ligazón
motivada naturalmente (relacionada a la naturaleza o a la esencia de las
cosas), ni derivable mediante observación empírica, ni por vía de
razonamiento lógico, entre el significante y el significado de un signo.
El significante gato no tiene de por sí nada que ver intrínsecamente con el
animal ‘gato’.
En la naturaleza de una cosa no hay nada que nos remita a su nombre, que
haga que tal cosa se deba o se pueda llamar así.
No se niega que existan vínculos entre significante y significado. Existen,
pero están dados solo por convención, y son, pues, arbitrarios.
2.2. Arbitrariedad
Si los signos no fuesen arbitrarios, las voces de las varias lenguas debiesen entonces
ser similares para las mismas cosas.
Pero son nombres del gato:
 mace en albanés,
 kedi en turco,
 paka en swahili,
 púsa en tagalo,
 mèo en thai.
El hecho de que gato se diga gatto en italiano, no quiere decir que los gatos de
España y los de Italia sean más parecidos entre ellos que con los de Albania o
Turquía. Se trata de un hecho de parentela lingüística: derivan ambos signos del
lat. cattu(m).
2.2. Arbitrariedad
Si los signos no fuesen arbitrarios, ocurriría igualmente que voces
similares en diversas lenguas deberían designar cosas o conceptos
similares. Pero:
 it. bello ‘bello’
 ing. bell ‘campana’,
 lat bellum ‘guerra’,
 turco belli ‘evidente’.
Se deduce que entre la naturaleza de una cosa (o cualquier rasgo
perceptible de ella) y la palabra que la designa no hay ninguna
relación sino la que pone la convención del sistema lingüístico.
2.2. Arbitrariedad
La arbitrariedad del lenguaje verbal humano
es, sin embargo, más compleja de lo significado
dicho hasta aquí. (‘felino doméstico...’)
Se deberían distinguir 4 tipos o niveles de
arbitrariedad, para lo cual se
puntualizará ahora que en el
funcioanmiento del signo lingüístico no
hay dos, sino en verdad tres entidades en
juego, cuestión que se representa
usualmente mediante el triángulo
semiótico, muy conocido en semiología y
semántica.
(No todos identifican las entidades de los
vértices de manera similar. El autor
presenta la versión que le parece más significante referente
razonable y convincente). (gato) (= realidad externa)
2.2. Arbitrariedad
Hay arbitrariedad: significado
(‘felino doméstico...’)
a.- en la relación entre el signo y
su referente o designatum. Vale
decir, no está motivada ni
natural ni lógicamente.
Entre el objeto silla y el signo
silla ‘silla’ no hay vínculo, ni
natural ni concreto.
significante referente
(gato) (= realidad externa)
2.2. Arbitrariedad
b.- en un segundo nivel es
significado
arbitraria la relación entre (‘felino doméstico...’)
significante y significado.
El significante silla, como
sucesión de sonidos (o de
letras), no tiene, fuera de la
convención impuesta en la
lengua, nada que ver con el
significado ‘objeto para
sentarse’ al cual se asocia. significante referente
(gato) (= realidad externa)
2.2. Arbitrariedad
c.- en un tercer nivel, más profundo, es
arbitraria la relación entre la forma significado
(estructura, organización interna) y la (‘felino doméstico...’)
sustancia del significado (materia,
conjunto de hechos conceptualizables,
significables). Cada lengua recorta en un
modo particular ciertos espacios de
significado -dando cierta forma a una
sustancia determinada-.
Un ejemplo clásico:

significante referente
(gato) (= realidad externa)

it. bosco ‘bosque’; legno ‘madera’; legna ‘leña’


2.2. Arbitrariedad
d.- también es arbitraria la relación entre
forma y sustancia del significante: cada significado
lengua organiza a su manera la elección (‘felino doméstico...’)
de sus sonidos pertinentes -
considerando una naturaleza
primeramente fonético-acústica de los
significantes-.
Cada lengua distingue así, de manera
eventualmente distinta a otras lenguas,
las entidades relevantes de la materia
fónica.
 Cf. el lat. ănus ‘vieja’ y ānus ‘anillo’,
pero decir en cast. casa o caasa da igual.
significante referente
(gato) (= realidad externa)
2.2. Arbitrariedad
Hay excepciones a la arbitrariedad radical de los signos lingüísticos.
Hay signos lingüísticos que aparecen parcialmente motivados.
 Es el caso de las onomatopeyas y de voces que indican sonidos
animales, que reproducen en sus significantes caracteres físicos de
lo designado: palabras y voces onomatopéyicas como tintineo,
susurrar, rimbombante o quiquiriquí imitan en la sustancia de su
significante el sonido o ruido que designan y presentan un aspecto
más o menos icónico.
 Serían entonces más íconos que símbolos o signos en sentido estricto.
2.2. Arbitrariedad
 Sin embargo, las onomatopeyas poseen un grado de
integración en la convencionalidad arbitraria del sistema
lingüístico (así tintineo reúne tintín + -eo, sufijo nominal
“arbitrario”), y una especificidad que las hace
parcialmente distintas de lengua a lengua, aunque el
referente sea idéntico (así, al quiquiriquí castellano
corresponde el cocorico francés, el cock-a-doodle-doo
inglés, el kukeluku holandés).
2.2. Arbitrariedad
 Más estrictamente icónicos parecen ser los ideófonos,
expresiones imitativas o interjecciones descriptivas que
designan fenómenos naturales o acciones, como bum/boom
‘gran fragor’, gluglú ‘tragar agua’, cuyo estatus de palabra de
la lengua es dudoso.
2.2. Arbitrariedad
La posición marginal del material icónico en las lenguas ha
sido relativizada últimamente.
Se observa que algunos recursos gramaticales de las lenguas
obedecen a principios de iconismo. Los plurales agregan
material respecto de los singulares en las lenguas: esta
agregación de material -usualmente sufijos- es imitación
de una mayor cuantía o número (niño, niño-s; child, child-
ren; Kind, Kind-er, indon. anak, anak-anak...).
2.2. Arbitrariedad
Otra perspectiva que supone más motivación en los signos
lingüísticos es la que enfatiza la importancia del
fonosimbolismo según el cual, por ejemplo, la vocal /i/,
cerrada, se relaciona con cosas pequeñas, como en it.
piccino, mínimo, ing. little, en sufijos diminutivos como it.
–ino, cast. –ito, -ico, -ín... A tal tipo de afirmación se le
puede hallar numerosos contraejemplos (cf. macizo, ing.
big, o corto, ing. small).
Así, si bien hay excepciones parciales al principio de la
arbitrariedad, ellas no lo ponen en crisis.
2.3. Doble articulación
Propiedad muy importante. En su forma plena solo se da en la lengua: es
característica de ella. Los anglosajones la llaman dualidad de estructuración.
Consiste en que los significantes de un signo se articulan en dos niveles distintos.
En un primer nivel un significante se puede descomponer en segmentos provistos
de significado y que son reutilizados para formar otros signos:

gato gat- -o
‘felino doméstico’ ‘uno solo, singular’

reaparece en gatito y gatear. reaparece en topo, libro, o bello


2.3. Doble articulación
gato gat- -o
‘felino doméstico’ ‘uno solo, singular’

reaparece en gatito y gatear. reaparece en topo, libro, bello

Estas son unidades de la 1ª articulación, y no son descomponibles en otras unidades


portadoras de significado.
Todo signo lingüístico es analizable en al menos una unidad de 1ª articulación:
 la abuel-a re-part-e la tort-a
Estas unidades de la primera articulación son llamadas morfemas y son aun signos:
los más pequeños de la lengua.
2.3. Doble articulación
En un segundo nivel los morfemas se descomponen en unidades más pequeñas que
ya no portan un significado autónomo: son solo meros trozos de significante.
Combinándose estos trozos en sucesión dan lugar a la primera articulación.
Así el morfema gat- se descompone en g-a-t. Estos elementos mínimos de la
segunda articulación serán llamados fonemas.
Todo signo lingüístico es descomponible en unidades de la segunda articulación:
 l-a a-b-u-e-l-a r-e-p-a-r-t-e l-a t-o-r-t-a
Nótese que algunas unidades de la primera y de la segunda articulación coinciden
en su forma. Sea la –a final de torta o de abuela. Son a la vez unidades de la
primera articulación, si las consideramos con su significado, y son a la vez
unidades de la primera articulación, si las consideramos solo como sonidos.
2.3. Doble articulación
Esta propiedad del lenguaje es fundamental: no hay otros códigos
naturales que posean en plenitud esta doble articulación.
Ella permite a la lengua una gran economía. Con un número
limitado de unidades de la 2ª articulación (unas pocas decenas,
ladrillos elementales sin significado), se puede construir un
número grande (en teoría, ilimitado) de unidades con significado.
La lengua funciona combinando estas unidades menores para formar
un número indefinido de unidades mayores.
Si a cada significado correspondiese un sonido único inanalizable,
imagínese las complicaciones insuperables que ello implicaría.
2.4. Trasponibilidad de medio
El significante posee la cualidad de ser trasmitido (o realizado o
sustanciado o actuado o manifestado) a través del medio aire (canal
fonético-acústico), en la forma de secuencias de sonidos
producidos por el aparato fonatorio, y que como ondas sonoras
son recibidas por el aparato auditivo.
Pero también a través del medio luz (canal visivo o gráfico) en la
forma de dibujitos trazados sobre el papel u otro medio-soporte.
Esta es la llamada trasponibilidad de medio.
Aunque los signos se pueden trasmitir oral o gráficamente, y en
principio todo mensaje oral es trasferible, el carácter oral es
prioritario al visivo: al punto que se sostiene que la fonicidad es
una de las propiedades del lenguaje humano.
Excurso: 2.4.1. Lengua hablada y
lengua escrita
El lenguaje hablado es antes que nada antropológicamente prioritario al
escrito: todas las lenguas que han sido escritas han sido habladas,
pero no a la inversa.
Miles de lenguas, sobre todo en África y Oceanía, no han
desarrollado una convención gráfica que permita escribirlas (ello
se debe a contingencias histórico-sociales: si surge la necesidad,
siempre se puede dotar de un sistema de escritura a cualquier
lengua).
La importancia que hoy se le da a la escritura es reciente.
Pero a diario hacemos estadísticamente muchas más cosas oral que
escritamente (pues sus usos y funciones son más amplios).
Excurso: 2.4.1. Lengua hablada y
lengua escrita
La lengua hablada es prioritaria también ontogenéticamente (esto
es, en relación al individuo): cada humano aprende primero,
de manera natural y espontánea, la lengua hablada.
Solo posteriormente, y con adiestramiento específico, aprende
a escribir.
Excurso: 2.4.1. Lengua hablada y
lengua escrita
La lengua hablada es prioritaria filogenéticamente (esto es, en relación a la especie
humana):
Los primeros indicios de escritura (pictográfica) se remontan hasta el 5000 aC;
rastros de escritura propiamente tal (cuneiforme) remontan al 3500 aC (Uruk,
Mesopotamia); la escritura alfabética remonta seguramente al 1300 aC (¿entre
los fenicios?).
Los orígenes del lenguaje hablado son mucho más antiguos: prescindiendo de las
hipótesis sobre su origen, la paleontología presume que ya el Homo habilis o el
Homo erectus tuvieron signos lingüísticos -es decir, hace 3 millones de años-; con
más seguridad el Homo neanderthalensis (100-50 millones de años) y aun mayor el
Homo sapiens sapiens (desde hace 30 mil años).
Excurso: 2.4.1. Lengua hablada y
lengua escrita
El canal fónico-acústico presenta ventajas biológicas y
funcionales respecto del canal visivo:
 la recepción del mensaje es contemporánea a su emisión
 la ejecución hablada es más rápida que la escrita
 el mensaje es evanescente, no entorpece el canal, lo deja
rápidamente libre (la permanencia puede también ser
vista como una ventaja: scripta manent, verba volant).
Excurso: 2.4.1. Lengua hablada y
lengua escrita
En la sociedad moderna, sin embargo, lo escrito cuenta
con una prioridad social. Una lengua evolucionada debe
tener una forma escrita, lo escrito tiene mayor prestigio,
utilidad social;
 es el instrumento con el que se fija y trasmite el cuerpo
legal, la tradición cultural, literaria y del saber científico;
 es la norma de la instrucción escolar;
 tiene validez jurídica (es el caso de la firma), etc.
Excurso: 2.4.1. Lengua hablada y
lengua escrita
Sin embargo, la realización hablada y la escrita no son mera
trasposición la una de la otra. Lo escrito nace como fijación de lo
oral, pero después desarrolla características propias.
 No todo lo hablado puede ser fijado en lo escrito: entonación,
rasgos paralingüísticos que acompañan la comunicación oral.
 Tampoco a la inversa: las mayúsculas o la disposición del texto en
la página no pueden trasmitirse en lo hablado.
Ambos medios son, pues, distintos y con rasgos irreductibles el uno
al otro.
2.5. Linearidad y carácter discreto
Propiedad de los signos lingüísticos y de los significantes
también.
Linearidad: el significante se produce en una sucesión en el
tiempo, o en el espacio. Esta sucesión implica que no
podemos entender el mensaje hasta que no se ha
desarrollado (otros tipos de signo son percibidos como
un todo: sean las señales viales, los gestos...).
La linearidad es una condición que hace posible la doble
articulación, se liga a ella.
2.5. Linearidad y carácter discreto

Queda también relacionada a su significante en primer término la


propiedad de los signos lingüísticos de ser discretos.
Esta propiedad refiere al hecho de que las diferencias entre las
unidades de la lengua son absolutas, no cuantitativas ni relativas.
Vale decir, los límites entre un elemento y otro son precisos, tal que
los elementos son distintos y separables.
Así las clases de sonidos están bien separadas y pala : bala son signos
claramente distintos. Una pronunciación intermedia se reconduce
a una de las dos formas, no a una voz que quiera decir algo entre
ambas. Son signos digitales, y no analógicos (términos de la teoría
de la comunicación).
2.5. Linearidad y carácter discreto
Consecuencia interesante del carácter discreto es que la
intensificación del significante no implica la
intensificación del significado.
El significado lingüístico de gato dicho en voz baja o alta es
exactamente el mismo.
Un ¡ay! en voz baja implica un dolor pequeño; a otro más
intenso le corresponde un dolor fuerte: los gritos y
algunas interjecciones son signos no-lingüísticos, dotados
de variación continua.
2.6 Omnipotencia semántica,
plurifuncionalidad y reflexividad
También llamado omniformatividad o ilimitación del campo de
acción: en la lengua es posible dar expresión a cualquier
contenido.
Al menos, todo mensaje que se formule mediante otro
código es vertible en la lengua, pero no a la inversa.
Mediante la lengua se puede hablar de todo, aunque la
afirmación es difícilmente probable (¿se pueden traducir
propiamente ciertos lenguajes artísticos?).
2.6 Omnipotencia semántica,
plurifuncionalidad y reflexividad
Tal vez conviene mejor hablar de plurifuncionalidad o
pluripotencia: la lengua permite cumplir con un listado
amplio de distintas funciones.
Se trata de una lista abierta entre las cuales se puede:
 expresar el pensamiento
 trasmitir información
 instaurar, mantener, regular relaciones sociales
 externalizar sentimientos y estados de ánimo
 resolver problemas -empleo científico, por ej.-
 crear mundos posibles -empleo literario, por ej.-
2.6 Omnipotencia semántica,
plurifuncionalidad y reflexividad
Se puede aquí atraer una clasificación de funciones de la lengua realizada por el
lingüista de origen ruso Roman Jakobson. Identifica 6 funciones en base a un
esquema del evento comunicativo.
Realizar un acto de comunicación lingüistica implica activar estas 6 funciones, una
de las cuales puede prevalecer:
 el mensaje lingüístico centrado en expresar sensaciones del hablante tiene
función expresiva: ¡qué hermosa sorpresa!
2.6 Omnipotencia semántica,
plurifuncionalidad y reflexividad
 el mensaje lingüístico centrado en especificar aspectos del código
o a calibrar el mensaje en el código tiene función metalingüística: he
dicho rallar con doble ele.
 el mensaje lingüístico centrado en informar sobre la realidad
externa tiene función referencial: el tren a Rancagua sale del andén 2
2.6 Omnipotencia semántica,
plurifuncionalidad y reflexividad
 el mensaje lingüístico que busca provocar una reacción en el oyente tiene función conativa
(lat. conor ‘esforzarse’): ¡cierra la puerta!
 el mensaje lingüístico centrado en verificar y destacar el canal de comunicación y el
contacto físico y sicológico entre los comunicantes tiene función fática (lat. fari ‘hablar’):
¡aló!, ¡hola, Juan!
 el mensaje lingüístico que explota potencialidades insertas en el mensaje y características
internas del significante y del significado tiene función poética: tres tristes tigres...
2.6 Omnipotencia semántica,
plurifuncionalidad y reflexividad
Gracias a la función metalingüística la lengua se puede usar como metalengua o
metalenguaje. La lengua de la que se habla entonces es una lengua-objeto. A tal
propiedad se la llama a menudo reflexividad.
Esta propiedad parece ser exclusiva del lenguaje verbal humano. No parece existir
en los demás códigos de comunicación.
Se desarrollaría tarde en el ser humano. A los 6 años se le pregunta al niño: –Dime
una palabra larga. –Tren.
2.7. La productividad
Esta séptima propiedad (también llamada productividad ilimitada, apertura, no finitud o
creatividad) se relaciona con la de la doble articulación y con la de la omnipotencia semántica:
siempre se puede crear mensajes nuevos, no producidos nunca antes, y hablar de cosas
nuevas -la lengua no está limitada al mundo existente-.
Se producen nuevas combinaciones de significantes y significados. Pero también las mismas
secuencias se aplican a situaciones nuevas.
De un inventario cerrado se transita a un inventario abierto, gracias a la doble articulación:
2.7. La productividad
La productividad es una creatividad regular o normada por reglas. Con un número
limitado de principios y reglas se alcanza un número ilimitado de productos.
La recursividad es una propiedad formal de las reglas: significa que las reglas son
reaplicables al producto ya producido con ellas.
Sea la regla de sufijar. Se la reaplica una y otra vez:
 acto - actual - actualizar - actualizable - actualizabilidad
Sea la regla de construir una frase con nombre y verbo:
 Juan corre
 Luisa ve que Juan Corre
 Marcos dice que Luisa ve que Juan corre.
Teóricamente la recursividad no tiene límite, pero sí se la coloca el usuario, que
acepta solo una cierta longitud y complejidad de palabras o frases (somos
usuarios finitos de un sistema infinito).
2.8. Distanciamiento y libertad de
estímulos.
El distanciamiento es un corolario de la omnipotencia
semántica.
Distingue al lenguaje humano de los sistemas de
comunicación animal: se puede formular mensajes de
cosas lejanas en el tiempo, en el espacio, respecto del
tiempo y lugar en el que se produce el mensaje o se da la
interacción comunicativa.
Un gato puede maullar y comunicar que quiere comer.
Pero no puede comunicar que ayer tenía hambre.
2.8. Distanciamiento y libertad de
estímulos.
Con la lengua se puede hablar incluso de cosas abstractas,
independientes del tiempo y del espacio.
Se puede hablar de una experiencia sin haberla sufrido.
Los signos lingüísticos no remiten simplemente a estados
de emisor que lo inducen a comunicarse, sino a una
elaboración conceptual que este hace de la realidad
externa.
2.8. Distanciamiento y libertad de
estímulos.
La lengua es, pues, independiente de la situación inmediata. La
situación, y nuestras reacciones a ella, no son causa ni
necesaria ni suficiente de la emisión del mensaje.
Los comportamientos animales estudiados por los
etólogos, como los gritos de alarma de los macacos, son
detonados como reacción instintiva por la presencia de
un depredador.
Hay un determinismo en tal comunicación.
2.9. Trasmisibilidad cultural

La lengua se trasmite por tradición al interior de una sociedad y


cultura.
Las convenciones que constituyen la lengua pasan de una generación
a otra por enseñanza-aprendizaje espontáneo, no por información
genética hereditaria.
Todo ser humano conoce y aprende al menos una lengua: la de la
comunidad en la que nace y tuvo una socialización primaria. Puede
aprender, por trasmisión cultural, siempre otra.
Se aprende siempre la lengua del ambiente en el que crecemos.
Signos de los animales son en su mayoría instintivos, trasmitidos
genéticamente.
2.9. Trasmisibilidad cultural
Pero esto no quiere decir que el lenguaje humano es un hecho únicamente cultural.
Hay un componente innato y genético importante: es el que provee la facultad del
lenguaje, es la predisposición a comunicar mediante una lengua, que provee
casillas vacías que se llenan con materiales culturales del ambiente circunstante,
las que especifican cómo se realizan las propiedades universales innatas
mediante una lengua aprendida.
La interacción de la componente natural-innata con la cultural-aprendida hacen que
si hasta la edad de 11-12 años un niño no es sometido a estímulos lingüísticos
del entorno cultural el desarrollo de la lengua se bloquea.
Hasta esa edad la capacidad de desarrollar una lengua es sorprendentemente rápida
y sencilla; después aprender una segunda lengua es un proceso fatigoso que rara
vez conduce a competencias similares a las del hablante nativo.
2.10. Complejidad sintáctica
Siguen 2 propiedades menos ligadas a la naturaleza de los signos y
más ligadas a la naturaleza y configuración interna del sistema
lingüístico.
La primera se relaciona con la propiedad de la linearidad. Los
mensajes lingüísticos, a diferencia de los de los demás códigos
naturales, alcanzan una elaboración estructural, con jerarquías de
relaciones de concatenación y funcionales entre elementos
dispuestos linealmente.
La disposición de los elementos de un signo lingüístico en él no es
nunca indiferente, y las relaciones entre sus elementos dan lugar a
una trama densa, perceptible en la sintaxis del mensaje.
2.10. Complejidad sintáctica
Tienen relevancia en la trama sintáctica los siguientes aspectos:

a.- el orden de los elementos:


 la pelota tocó el palo
qué toca y qué es tocado se comprende solo por el orden de los elementos.

b.- las relaciones de dependencia entre elementos no contiguos:


 el libro de Chomsky sobre las estructuras sintácticas
donde estructuras sintácticas no depende del precedente Chomsky sino de libro.

c.- las incrustaciones:


 el jinete que corre sin fusta está venciendo la carrera
que corre sin fusta es una estructura que está incrustada en el jinete está venciendo la carrera.
2.10. Complejidad sintáctica
d.- hay partes del mensaje que informan de la estructura sintáctica:
 sean, todas las conjunciones coordinantes (y, pero...), o las subordinantes (que,
por qué).

e.- hay posibilidad de discontinuidad de la estructuración sintáctica. En alemán,


por ejemplo:
 Paul macht das Fenster auf
 lit. Pablo hace la ventana arriba
 Brigitte hat einen Apfel gegessen
 lit. Brigitte ha una manzana comido (paréntesis verbal).

Todos estos factores otorgan a los mensajes lingüísticos una complejidad sintáctica
alta.
2.11. Equivocidad
La lengua posee por último una propiedad interesante en cuanto código: es
equívoca.
Es equívoco el código que fija correspondencias no biunívocas, sino plurívocas
entre una lista y la otra lista de los asociados.
La lengua posee doble plurivocidad entre la lista de los significados y la lista de los
significantes:
 a un único significante puede corresponder más de un significado (fenómeno de
la homonimia y de la polisemia) -sea carga ‘cantidad de energía’, ‘asalto’,
‘capacidad plena’, 3ª persona presente del verbo cargar-;
 a un único significado pueden corresponder varios significantes (fenómeno de la
sinonimia) -sea ‘aferrar mentalmente’, que puede asociarse con entender,
comprender, cachar, o ‘parte anterior de la cabeza’ con cara, rostro, faz-.
2.11. Equivocidad
La equivocidad pareciera una desventaja desde el punto de vista
lógico-formal, pero no es un defecto desde el punto de vista de la
organización del sistema lingüístico, antes representa un valor: la
equivocidad se conecta con la omnipotencia semántica y la
productividad, contribuyendo a la extraordinaria flexibilidad del
instrumento lingüístico y su posibilidad de expresar experiencias
nuevas.
Por otra parte, los problemas que pueden derivar de la equivocidad
son desambiguados mediante el contexto, que interviene en la
interpretación de los mensajes.

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