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“CUARTA.

- En respuesta a los motivos de inconformidad planteados por el


Licenciado Erasmo Olea Pérez, le decimos lo siguiente:”

“Tiene usted razón, en cuanto alega que el juez no debió condenar “por sí” a
lo reclamado por el actor a con las letras a) y b) del apartado de prestaciones
del escrito de demanda.”

“En efecto, el accionante Raúl López Toledo al inicio del rubro de


prestaciones del escrito inicial solicitó lo siguiente:”

“DEL SEÑOR EVELIO JIMENEZ USCANGA:”

A.- “PRESTACIONES:”

“DEL SEÑOR EVELIO JIMENEZ USCANGA:”

““A).- El reconocimiento judicial del contrato privado de


compraventa que tenemos celebrado, de fecha 30 de noviembre del año dos
mil seis, suscrito entre el señor RAUL LOPEZ TOLEDO y el ahora demadado
EVELIO JIMENEZ USCANGA, respecto del lote de terreno número 8,
manzana siete, zona uno, del Municipio de Cosoleaque, Veracruz, con
superficie de 626 metros cuadrados y casa ahì construida, con los linderos
siguientes …””

““B).- Como consecuencia de lo anterior, el cumplimiento de


dicho contrato, consistente en el otorgamiento de la escritura pública que se
obligò a tirar mediante la clàusula tercera del multicitado contrato privado
de compraventa de fecha 30 de noviembre del año dos mis seis, celebrado
entre el suscrito y el ahora demandado EVELIO JIMENEZ USCANGA,
respecto del lote de terrreno número 8, manzana siete, zona uno, del
Municipio de Cosoleacaque, Veracruz, con superficie de 626 metros
cuadrados y casa ahì construida, con los linderos siguientes …””

“El juzgador, en el resolutivo segundo del fallo impugnado estableció lo


siguiente:”
““SEGUNDO.- Se condena a Mirian del Carmen Maldonado Maldonado y/o
Miriam Elizabeth Garcìa Maldonado por sì y como albacea de Evelio Jimènez
Uscanga a firmar ante el notario de la elección de Raùl Lòpez Toledo la
escritura de compraventa respecto del lote de terreno número 8, manzana
siete, zona uno, de Cosoleacaque, Ver., con superficie de 626 metros
cuadrados y casa ahì construida con las medidas y colindancias que se
describen en esta sentencia; apercibida de que en caso de no hacerlo asì; el
titular de este juzgado la firmarà en su rebeldía.””

“De lo anterior, se obtiene que el juzgador violentó lo dispuesto por el


artículo 57 del Código de Procedimientos Civiles vigente en el Estado de
Veracruz, el cual estatuye que las sentencias deben ser claras, precisas y
congruentes con la demanda y la contestación, y con las demás pretensiones
deducidas oportunamente en el pleito, condenando o absolviendo al
demandado, y decidiendo todos los puntos litigiosos que hayan sido objeto del
debate; y que cuando éstos hubieren sido varios, se dará la resolución
correspondiente a cada uno de ellos; y en el caso, el juez en forma incorrecta
condenó a Miriam del Carmen Maldonado por sí, al otorgamiento de
escritura, cuando que tal prestación no se hizo valer en contra de esta, lo que
revela incongruencia en el actuar de aquél, por lo que en reparación del
agravio causado se modifica el fallo apelado para que el resolutivo segundo
quede como sigue:”

“SEGUNDO.- Se condena a la sucesión de Evelio Jiménez Uscanga,


representada por su albacea Miriam del Carmen Maldonado y/o Miriam
Elizabeth García Maldonado para que acuda ante el notario público que elija
el actor Raúl López Toledo a firmar la escritura de compraventa respecto del
lote de terreno número ocho, manzana siete, zona uno de Cosoleacaque,
Veracruz, con superficie de seiscientos veintiocho metros, con las medidas y
linderos descritos en el instrumento público dos mil ochocientos cuarenta y
cinco de veintisiete de diciembre de dos mil cuatro.”

“En el segundo concepto de agravio, refiere que los considerandos cuarto y


quinto, así como los resolutivos primero, segundo y tercero de la sentencia
apelada, violentaron la figura del litisconsorcio pasivo necesario, porque el
actor Raúl López Toledo reclamó, sólo a Evelio Jiménez Uscanga, el
reconocimiento judicial del contrato privado de treinta de noviembre de dos
mil seis, sin atender que el inmueble objeto de ese acuerdo de voluntades fue
adquirido por este, a través del instrumento público dos mil ochocientos
cuarenta y cinco, del veintisiete de diciembre de dos mil cuatro y según copia
certificada del acta de matrimonio número 00353, el citado Evelio Jiménez
Uscanga contrajo matrimonio con la codemandada Miriam del Carmen
Maldonado Maldonado, el diez de junio de dos mil dos, lo que significa, dice,
que el inmueble se “encontraba en estado de copropiedad” y por tantod, la
acción de reconocimiento de contrato y otorgamiento de escritura, también se
debió de enderezar en contra de Miriam del Carmen Maldonado Maldonado,
con independencia de que en el contrato privado, ésta interviniera como
testigo; que ´por el solo “estado de copropiedad” que guarda el inmueble en
cuestión, derivado del matrimonio que aquella contrajo con el codemandado
Evelio Jiménez Uscanga, su derecho es oponibleal tercero con el que éste
contrató, del que adquirió el cincuenta por ciento, cuyo dominio corresponde
a ambos conyuges, mientras subsista la propiedad.”

“No tiene razón, porque al dar respuesta al primer concepto de agravio, se


arriba a la conclusión de suprimier la parte en la que el juez condenó a
Miriam del Carmen Maldonado del reclamo que hizo el actor, en las
prestaciones a) y b) del escrito de demanda, dado que el accionante no intentó
en contra de esta la acción de reconocimiento de contrato y otorgamiento de
escritura, por lo que ningún agravio le causa que no haya sido llamada a este
controvertido, si no hay condena en su contra respecto de las prestaciones
antes detalladas. Además, Miriam del Carmen Maldonado Maldonado, sí
intervino en el juicio, a través del escrito de contestación a la demanda que
presentó el veintiocho de febrero de dos mil once, en el que en conjunto con el
reo, Evelio Jiménez Uscanga, negó la existencia del contrato privado de
compraventa, cuyo cumplimiento se reclama, pues al efecto expusieron: “pero
como en el mes de diciembre del mismo año dos mil siete, acudimos al doctor
y cuando regresamos nos pudimos percatar que BERNARDO LOPEZ
GUILLEN reitero, hijo del actor, había puesto todas sus cosas en la galera de
la bodega, por lo que decidimos denunciar a Bernardo López Guillén ante el
Ministerio Público de la ciudad de Cosoleacaque, Ver., ya que además nos
pudimos percatar de que había sustraído del interior de nuestro domicilio
diversos documentos de carácter personal, los cuales se negaba a
devolvernos, por lo que además de robarnos nuestras cosas prácticamente
nos estaba despojando de nuestro único patrimonio, que era nuestra
casa…”DE DONDE SE SIGUE, QUE LA ALUDIDA CODEMANDADA
PARTICIPÓ EN EL CONTROVERTIDO QUE NOS OCUPA y por tanto,
tuvo oportunidad de oponer excepciones, aportar pruebas y alegar lo que a
sus intereses conviniera.”

“NO ES OCIOSO DESTACAR QUE EN EL CONTRATO PRIVADO DE


COMPRAVENTA, PRECISAMENTE EN LA CLÁUSULA PRIMERA, EL
VENDEDOR MANIFESTÓ QUE TENÍA EL CONSENTIMIENTO DE SU
ESPOSA, Y ESTA INTERVINO EN EL ACTO, Y SUSCRIBIÓ EL
DOCUMENTO QUE CONTIENE EL ACUERDO DE VOLUNTADES,
CON EL CARÁCTER DE TESTIGO, Y AL RESPONDER A LA
POSICIÓN ADICIONAL NÚMERO DIECIOCHO, ACEPTÓ QUE ESA
FIRMA SI ES SUYA.”

“No ostante lo anterior, como ya se dijo, por respeto al principio de


congruencia, no se debió condenar a la señora Miriam del Carmen
Maldonado Maldonado, por si al otorgar la escritura de compraventa, dado
que el actor no le reclamó esa prestación a ella.”

“Como diverso agravio, indica que el fallo recurrido violentó lo dispuesto en


los artículos 266, 276 Fracción III y 332 del Código de Procedimientos
Civiles, porque el actor ofreció la ratificación de contenido y firma del
contrato privado de compraventa en comento, en caso de que fuera objetada,
pero solo a cargo de Evelio Jiménez Uscanga y Miriam del Carmen
Maldonado, no así de Bernardo López Guillén, a pesar de que el
reconocimiento de la firma de todos los suscribientes, es colegiado y no
parcial, es decir, que el actor debió pedir necesariamente, el reconocimiento
a cargo del señor Bernardo López Guillén, pero no lo hizo, por que a su
parecer, el documento no se perfeccionó; que aún en el supuesto de que los
demandados en lo principal lo hubieren reconocido expresamente, lo cierto es
que uno de los suscribientes no fue llamado para tal efecto.”

“Que la prueba pericial caligráfica, grafoscópica y documentoscópica, corrió


la misma suerte que la anterior, pues solo se ofreció para corroborar las
firmas de los demandados en lo principal, más no la de Bernardo López
Guillén; que si la firma de éste no se sometió a estudio y análisis alguno, aún
cuando los peritos hayan dictaminado que las que aparecen estapadas en el
documento base de la acción corresponden a los demandados en lo principal,
tal medio de prueba no tiene valor probatorio alguno, puesto que no se tiene
la certeza jurídica sobre la autenticidad de la firma de Bernardo López
Guillén, por lo que el Juez, al darle valor probatorio al medio de prueba en
comento, violentó el contenido del artículo 332 del código adjetivo civil.”

“Tales conceptos de agravio son ineficaces para modificar o revocar la


sentencia apelada, PORQUE EN EL CASO NO ERA NECESARIO QUE
SE OFRECIERA EL RECONOCIMIENTO DE CONTENIDO Y FIRMA A
CARGO DE BERNARDO LÓPEZ GUILLÉN, ni que los auxiliares de la
justicia que dictaminaron en este juicio, analizaran la firma de éste ANTE LA
PARTICIPACIÓN QUE TUVO COMO TESTIGO en el contrato privado de
compraventa de treinta de noviembre de dos mil seis, puesto que ningún
reclamo se hizo en su contra, MENOS AÚN SE ESTÁ CUESTIONANDO
LA FIRMA, NI TAMPOCO SE OBJETÓ POR PARTE DEL SEÑOR
BERNARDO LÓPEZ GUILLÉN, el contenido del contrato privado de
compraventa que se aportó como base de la acción principal. Luego, si el
actor ofreció la prueba pericial en comento, en caso de que los demandados
Evelio Jiménez Uscanga y Miriam Maldonado Maldonado, objetaran el
contenido y firma del documento que aportó como base de la acción y éstos
así lo hicieron, agregando que “en ningún momento” firmaron ese
documento, no hay duda de que los peritos Javier Hernández Cancino
Quintero y Nicandro Pérez Delgado, debía versar sobre la firma de éstos,
como así lo hicieron, cumpliento con lo dispuesto por el artículo 232 del
Código de Procedimientos Civiles vigente en el Estado de Veracruz, dado que
se refirieron a los puntos cuestionados.”

“En diverso apartado, refiere que a pesar de los dictámenes en comento, son
contradictorios, pues por un lado, el perito Nicandro Pérez Delgado
dictaminó diciendo que la firma que aparece en el documento base de la
acción principal fue llenada al mismo tiempo de la impresión, el auxiliar de
justicia, Nicandro Pérez Delgado expresó que el documento fue suscrito en
blanco y que el llenado e impresión fue realizado con posterioridad, por lo
que dice que con motivo de esta contradicción, se debió de nombrar perito
tercero en discordia, pero a pesar de no integrarse la probanza en comento,
le concedió valor probatorio, conforme a lo dispuesto por el artículo 232 del
Código Procesal Civil, no obstante la naturaleza colegiada de la prueba
pericial contemplada en el artículo 276 del ordenamiento adjetivo civil
apenas indicado.”

“En respuesta a ello, le decimos que el juez al valorar la prueba pericial, en


la parte que interesa expuso: “… y no obstante que discrepan en cuanto a que
el primero sostiene que las firmas fueron estampadas en el mismo acto en que
se redactó el convenio de que se trata: el segundo (Nicandro Pérez Delgado)
sostiene lo contrario; esto es, que las firmas se imprimieron en el papel en
blanco; es decir que fue llenado con posterioridad; sin embargo, al respecto y
toda vez que por la falta de interés de los contendientes no se designó perito
tercero en discordia para aclarar el punto anterior; y de que ambos
dictaminadores coinciden en que las firmas que calza el documento
denominado contrato privado de compraventa motivo del juicio de fecha 30
de noviembre de 2006 corresponde a los ahora demandado antes
mencionados; y que lo anterior no fue desvirtuado, valorándose el testimonio
de que se trata en términos del artículo 332 del Código de Procedimientos
Civiles, atendiendo a la sana lógica y critica…””.
“Como se ve, el juzgador sí destacó la discordancia que indica, pero agregó
que existió falta de interés por parte de los contendientes para que se
designara perito tercero en discordia, respecto de tal punto, usted nada dice,
lo que implica que lo consintió y por tanto, debe seguir sirviendo de sustento
al fallo apelado.”

“Con independencia de lo anterior, aún en el supuesto de negar valor


probatorio a la prueba pericial de referencia, los demandados en lo principal,
ninguna prueba aportaron para justificar que las firmas que calza el
documento en análisis, no pertenece a su puño y letra.”

“En efecto, toda vez que es un documento privado signado por las partes
contendientes en lo principal y no proveniente de un tercero, pues según se
observa en el apartado de “VENDEDOR”, aparece signado, por Evelio
Jiménez Uscanga y en el de testigos por María del Carmen Maldonado, de
conformidad con lo dispuesto por el artículo 22 del Código de Procedimientos
Civiles, tenía la carga procesal de justificar la falsedad que le atribuyeron,
pero como se desprende de autos, no lo hicieron, pues no se les recibió ningún
medio de prueba para justificar que no signaron el mutialudido contrato
privado de compraventa de treinta de noviembre de dos mil seis.”

“En apoyo a lo anterior, consideramos oportuno transcribir las siguientes


tesis:”

“DOCUMENTOS PRIVADOS Y CORRESPONDENCIA EN EL JUICIO


CIVIL, SI SON OBJETADOS CORRESPONDE A QUIEN SE ATRIBUYA SU
AUTORÍA Y LOS REDARGUYA DE FALSOS LA CARGA PROCESAL DE
DEMOSTRAR DICHA CIRCUNSTANCIA (LEGISLACION DEL ESTADO DE
NUEVO LEON).”

“DOCUMENTOS PRIVADOS. CARGA DE LA PRUEBA PARA ACREDITAR


LA OBJECIÓN RESPECTO DE LA AUTENTICIDAD DE LA FIRMA
CONTENIDA EN ELLOS.”

“En el último concepto de agravio, señala que le agravió que se otorgara


valor probatorio a las copias certificadas de la investigación ministerial
COSOL/1097/2009, específicamente al dictamen pericial que corre agregado
en esas actuaciones, practicadas por un perito de la Procuraduría General de
Justicia del Estado de Veracruz, el cual, en la jurisdicción civil, no puede
adoptar el carácter de prueba pericial, pues es el criterio de un solo perito,
que en todo caso, es dable valorarla como una documental, pero no como una
prueba pericial, dado que en esta materia, tal probanza es colegiada; que
además, trillado es que las actuaciones penales, sólo se valorar como
indicio.”

“Es infudado lo que se alega y por tanto inoperante, para modificar o revocar
el sentido de la sentencia impugnada, habida cuenta que el juez no valoró los
datos que existen de la investigación ministerial COSOL/1097/2009, en los
términos que refiere.”

“Ciertamente, el juzgador en el considerando cuarto del fallo apelado, hizo


alusión y transcribió lo comunicado por el Agente el del Ministerio Público
respecto a la investigación ministerial COSOL/1097/2009, pero no menos lo
es que al analizar las excepciones opuestas por los demandados en lo
principal manifestó: “…y el escrito presentado ante el Agente del Ministerio
Público Investigador mediante la cual hacen una denuncia de hechos en
contra de Bernardo López Guillén y Raúl López Toledo y que se concatena
con el informe rendido por el ciudadano Agente del Ministerio Público
Investigador de Cosoleacaque, Ver., de fecha 26 de febrero del año en curso a
la investigación COSOL/1097/2009, determinándose el no ejercicio de la
acción penal el 14 de octubre del 2010, con valor probatorio, visibles a fojas
91 y 92 y 217 del expediente de igual manera no le trae beneficio alguno a los
demandado de que se trata, en virtud de que no desvirtuaron la operación de
compraventa a que se refiere el contrato de fecha 30 de noviembre del año
2006 y referente al lote de terreno descrito con antelación.”

“De lo anterior, se obtiene que el juez en modo alguno concedió valor al


dictamen que refiere, sino que dijo que los datos aportados por la
investigación ministerial antes referida, no le arrojaron beneficios a los reos,
dado que estos no desvirtuaron la existencia del contrato de compraventa que
el actor aportó como base de la acción principal.”

“En las relatadas circunstancias, al resultar parcialmente fundados los


conceptos de agravio propuestos por el Licenciado Erasmo Olea Pérez, se
modifica el resolutivo segundo de la sentencia apelada para que quede como
sigue:”

“SEGUNDO.- Se condena a la sucesión de Evelio Jiménez Uscanga,


representada por su albacea Miriam del Carmen Maldonado Maldonado y/o
Miriam Elizabeth García Maldonado para que acuda ante el notario Público
que elija el actor Raúl López Toledo a firmar la escritura de Compraventa
repecto del Lote de terreno número ocho, manzana siete, zona uno de
Cosoleacaque, Veracruz, con superficie de seiscientos veintiocho metros, con
las medidas y linderos descritos en el instrumento público dos mil ochocientos
cuarenta y cinco del veintiséis de diciembre de dos mil cuatro”

“RESUELVE”

“PRIMERO.- Por las razones y para los efectos precisados en la


consideración cuarta de este fallo se modifica la sentencia apelada.”

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