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Magistrado Ponente:
ARTURO SOLARTE RODRÍGUEZ
Ref: 41298-3103-001-2002-00015-01
ANTECEDENTES
LA DEMANDA DE CASACIÓN
CARGO ÚNICO
Tras recordar que a voces del artículo 1627 del Código Civil, el
acreedor no puede ser compelido a recibir cosa distinta a la
debida, así la ofrecida tenga un mayor valor, afirmó el
recurrente que si la recibe, “aquel [el deudor] no puede alegar
que dio algo de mayor valor a lo, acorde con el título, debido”,
lo que al tiempo traduce que “el solvens no puede exigir del
accipiens creditoris que le reembolse el exceso que lo otro
dado tiene en relación con lo debido, como tampoco demandar
la rescisión, a pretexto de ser de (…) mayor valor y haber
‘sufrido’ lesión enorme”, como quiera que su propósito, el del
deudor, no fue el de enajenar un bien sino el de “solventar” o
extinguir la deuda preexistente, comportamiento que
indiscutiblemente debe considerarse realizado de “buena fe y
con inequívoco alcance: solucionar la obligación”.
CONSIDERACIONES
“5…
DECISION
8
El alcance de la doctrina legal probable puede verse en sentencia de C-836 de 2001,
en que se definió sobre la inexequibilidad del artículo 4º de la ley 169 de 1.896,
norma que modificó el artículo 10º de la Ley 153 de 1887.
A.S.R. EXP. 2002-00015-01 61
La digresión anterior es pertinente, porque en
apariencia hubo cambio en el parecer de la Corte a partir de
la sentencia de 31 de marzo de 19829, para negar desde ahí
la lesión enorme en la dación en pago. No obstante, la
realidad es bien otra, porque, sin desconocer que
efectivamente allí la Corporación negó que hubiera acción
rescisoria en la dación en pago, lo cierto es que vistos los
perfiles del asunto que entonces fue debatido, ellos no
permiten tomar tal negativa como precedente. Acontece que
ese litigio giró alrededor de un acuerdo concordatario que la
demandante celebró con sus acreedores, mediante el cual
éstos autorizaron la venta de los activos de la concursada a
otra sociedad, que asumió el pago total de los pasivos de la
deudora, circunstancia que difiere con mucho de un litigio
sobre lesión enorme en el contrato de dación en pago; tanto
es así, que el estudio probatorio de la Corte concluyó que los
bienes de la concordada “pasaron a ser de propiedad de un
tercero, Los Tigrillos Limitada, que a su vez asumió la
obligación de recoger un pasivo por valor de $2.431.404,90”;
todo lo cual permite inferir que el negocio allí juzgado dista,
como se ve, de aquel en que se transfieren bienes a los
acreedores con el fin de extinguir una obligación anterior. Por
lo demás, aunque la sentencia en sus consideraciones alude
a la exclusión de la lesión enorme en la dación en pago, el
recurso de casación fracasó por razones de técnica como
puede verse en los literales 6, 7, 8, y 9 del fallo que ahora se
evoca como guía de interpretación. Entonces no estaríamos
hoy en posibilidad de saber si los magistrados que
suscribieron la sentencia lo hicieron inspirados por el
9
Gaceta Judicial CLXV, Pág. 64.
A.S.R. EXP. 2002-00015-01 62
argumento de que la lesión enorme es ajena a la dación en
pago, regla que en verdad se enunció pero que jamás se
aplicó, o con fundamento en la falta de técnica de la
demanda, defecto este que excluyó el estudio de fondo del
asunto.
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En sentencia de 4 de julio de 1968, caso de Ladureau Vrs. Gibello-Meto, la Corte
de Casación Francesa sostuvo: “attendu, d’autre part, que les juges dáppel, apres
avoir admis, a bon droit, que la dation en payement suivait les regles de la vente
quant a la rescisión pour lesion” .
15
Fecha ut supra,
16
Sentencias de 17 de julio de 2006, Exp. No. 17191 y 30 de enero de 2007, Exp. No
2889-01.
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EDGARDO VILLAMIL PORTILLA
Magistrado