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PROMUEVE DEMANDA POR DAÑOS Y PERJUICIOS.

Sr. Juez:

LEANDRO EDGARDO ARIAS (abogado inscripto al T° 122 F ° 987 C.P.A.C.F), en


mi carácter de letrado apoderado de ELENA GONZALO ERNESTO, D.N.I. 35.459.229.,
con domicilio real en la calle Arturo Illia N° 1290, de la localidad de Adrogue, Prov. de
Bs. As., constituyendo domicilio procesal en la calle Paraná 426, 1 entrepiso,
Departamento 11, y domicilio electrónico bajo la CUIT: 20-33905380-5, a V.S. me
presento y respetuosamente manifiesto.

I.- PERSONERIA

Que vengo a presentarme como letrado apoderado del Sr. Gonzalo Ernesto
Elena, en los términos del Art. 53 de la ley 24.240, ley Defensa del Consumidor, (en
adelante “L.D.C.”).

El citado artículo en su parte pertinente, dice: “…Quienes ejerzan las acciones


previstas en esta ley representando un derecho o interés individual, podrán acreditar
mandato mediante simple acta poder en los términos que establezca la
reglamentación…”

Que de acuerdo a la reglamentación del citado artículo, por medio del


decreto 1798/1994, el mandato podrá ser otorgado por medio de carta poder
certificada por autoridad judicial.

En virtud de ello, se acompaña un modelo de carta poder, sin firmar, para


que cuando V.S. lo disponga, como medida previa a todo pronunciamiento, se cite a
mi mandante a que firme ante la presencia del funcionario judicial que estime
pertinente.

II.- OBJETO

En el carácter invocado y siguiendo expresas instrucciones de mi mandante


vengo a promover formal demanda por daños y perjuicios en los términos de ley
24.240 y ley 26.993, contra: Gustavo Gabriel Magnano, D.N.I. 18.226.167, con

1
domicilio en la calle Lope de Vega 1231, C.A.B.A. y/ o quien resulte civilmente
responsable.

El monto de la presente asciende a la suma de: PESOS TRESCIENTOS


VEINTIOCHO MIL VEINTE ($ 328.020.-), con más lo que V.S. estime prudente
respecto a los intereses, desvalorización monetaria, costas, costos, y/o lo que en más
o en menos surja de las probanzas de autos hasta el momento de su efectivo pago.

IV.- HECHOS

Mi mandante compró en fecha 14/03/2016 el rodado identificado como:


Marca: BMW 120; dominio: GFV-311; año 2007; tipo; Sedan 5 puertas, a la
concesionaria que gira en plazo bajo el nombre de fantasía “Pepe Magnano
Automotores”, siendo el titular del establecimiento el Sr. Gustavo Gabriel Magnano.

Que al poco tiempo de la compra del rodado, esta empezó a fallar y a


presentar defectos, a lo cual mi mandante se comunica con la agencia, solicitando
una solución.

Que tras diversos llamados, e incansables idas y vueltas, finalmente se vio


obligado a mandar la CD N° 741744679, en fecha 3/6/2016 (dentro del marco del Art.
11 de ley 24.240).

Que dicho CD fue respondida, mediante CD N° 736583109, en fecha


10/6/2016, desconociendo los desperfectos, pero poniendo a disposición su taller.

Que a pesar de esta “puesta en escena”, lo cierto es mi mandante jamás fue


recibido, ni atendido por el Sr. Magnano.

Por lo expuesto, se vio obligado a iniciar la mediación previa de consumo


(COPREC), a la cual asistió el Sr. Magnano, y manifestó poner a disposición un taller
para reparar el auto y hacerse cargo del costo de la reparación.

Lo cierto de todo esto, es que se celebraron 2 audiencias, y en ninguna se


pudo solucionar el conflicto.

2
En resumidas cuentas, a más de 1 año desde la compra del rodado, el Sr.
Magnano jamás presto colaboración para reparar el vehículo, y lo único que hizo fue
“bicicletear” al consumidor.

Es por lo expuesto, que mi poderdante se ve obligado a iniciar estas


actuaciones a fin obtener lo que por derecho le corresponde.

V.- RESPONSABILIDAD

Se le imputa responsabilidad al demandado, en virtud de la reglamentación


de la LDC.

Mi mandante se encontraba amparado por la garantía legal al tiempo de los


hechos conforme art. 11 LDC – 3 meses desde la compra-, siendo que adquirió el
rodado en fecha 14/3/2016 y ejerció su reclamo fehacientemente mediando CD
enviada en fecha 3/6/2016.

La jurisprudencia ha dicho: “…En este sentido son claras las disposiciones de


la Ley 24.240 que integran el capítulo de 'Cosas Muebles no consumibles', concepto
que comprende justamente a los automóviles y que centra las cuestiones en los vicios,
defectos o roturas que puedan presentar estas cosas y el consiguiente deber del
proveedor de reparar o reemplazar el bien. Así el artículo 11 sienta el principio de la
garantía legal, entendiendo por tal la responsabilidad que la Ley,
independientemente de lo pactado, pone a cargo de todos quienes intervienen en la
cadena de comercialización, por la responsabilidad solidaria que le impone el artículo
13. Asimismo el artículo 12 dispone que los fabricantes, importadores y vendedores
de las cosas mencionadas en el artículo 11, deben asegurar un servicio técnico
adecuado y el suministro de partes y repuestos…(…)…Que teniendo en miras este
panorama legal, no puede entenderse menos aún justificarse, como empresas de la
dimensión de MS Automotores y General Motors de Argentina S.A., parecerían estar
tan incomunicadas como aparece en el expediente administrativo, que luego de
varios meses después de iniciarse el reclamo de la señora Cóspito ante el Organismo
de Aplicación, la apelante dice tomar conocimiento del hecho y de la sanción. Tales
omisiones de notificación o información entre concesionaria y fabricante, además de

3
resultar preocupante para el consumidor, quien se vería totalmente desprotegido
ante estas desaveniencias y negligencias, le quitan seriedad a toda negociación que
se pretenda hacer con estas firmas. Pero, cabe destacar que ello en modo alguno
significa quitar responsabilidad frente al adquirente de 'Cosas Muebles no
consumibles', por parte de quienes por la Ley de Defensa al Consumidor están
mandados a observar su cumplimiento y con lo dispuesto en el certificado de garantía
que la misma Ley prevé…”1

“…Una empresa automotriz puede ser sancionada con una multa por
infracción al artículo 12 de la Ley 24.240 por presentar un automóvil severas
deficiencias de funcionamiento y defectos de fabricación desde el primer momento, a
pesar de tratarse de un producto nuevo dado que, aún cuando se realizaron diversas
reparaciones, los desperfectos no fueron solucionados en los términos de la garantía
otorgada…”2

“…El comprador de un automóvil tiene derecho a que el concesionario le


brinde el servicio de manera eficiente y que, en caso de deficiencia de esa prestación
que a ésta imponen la ley de defensa del consumidor, aun cuando la deleguen en sus
concesionarios, no los exime ni les permite liberarse de la responsabilidad que fija la
norma…”3

Conforme le intercambio telegráfico el Sr. Magnano, reconoce su obligación


de reparar la cosa, pero no lo hace.

VI.- DAÑOS Y PERJUICIOS

6.1.- Daño emergente

En concepto de daño emergente se reclama el valor de la reparación de la


fallas que presenta al automotor, conforme presupuesto que se adjunta, la cual

1
General Motors Argentina S.A. s/ apelación (Ley Pcial. Nº 1480)" - STJ FORMOSA -
13/04/2009
2
20.691/06 “Volkswagen Argentina SA. c/DNCI-Disp 308/02- (Expte S01:122439/02”. C. NAC.
CONT. ADM. FED. , Sala V., Gallegos Fedriani, Morán. 20/03/2007
3
Monti Eduardo Jorge y otro c/ Maynar AG S.A. y otro s/ sumarísimo Tribunal: Cámara
Nacional de Apelaciones en lo Comercial Sala/Juzgado: A Fecha: 9-feb-2012 Cita: MJ-JU-M-
71863-AR | MJJ71863 | MJJ71863
4
asciende a la suma de PESOS TREINTA Y NUEVE MIL SEISCIENTO SETENTA ($
39.670.-).

Conforme presupuesto, se debe realizar: reparación completa de tapa de


filtro, cambio de retenes y junta múltiple, junta tapa de cilindro, junta tapa de
válvula/refrigerante y cambio de aceita. (falla consumo de aceite excesivo)

Me reservo el derecho de ampliar el monto reclamado conforme el desajuste


económico a la fecha del dictado de la sentencia, ya que como advertirá V.S. al
momento de enviar la CD, el presupuesto que poseía mi mandante era de $ 30.000,
es decir, inferior al presupuesto actualizado que se acompaña a la presente.

6.2.- Daño Moral

Conforme las prescripciones del código C.C.C.N. la reparación debe ser plena,
abarcando todo daño cuando lesione un derecho o un “interés” no reprobado por el
ordenamiento jurídico – Art. 1737 -.

El daño moral es comprensivo de toda modificación disvaliosa que pueda


sufrir una persona, en cualquiera de las múltiples facetas “intangibles” de su recurso
vital, que no se agota en el simple dolor, sino que va mucho más allá, abarcando toda
proyección en la subjetividad que pueda reputarse como perjudicial o negativa.

La jurisprudencia sostuvo:"…Entendiéndose por daño moral la modificación


disvaliosa del equilibrio espiritual del sujeto a raíz de un hecho antijurídico, que no
necesita ser probado por no ser autónomo de la lesión misma, la sola turbación de un
derecho de la personalidad es daño moral y con ello, sin más, nace el derecho a la
reparación."4

“…La indemnización por daño moral tiende a reparar la privación o


disminución de aquellos bienes que tiene una valor precipuo en la vida del hombre, y

4
CApel., CC San Isidro, sala II, mayo 21-985, Aspron, José H. c.Magañan de Cóppola, Hebe y
otro) LL, 1985-E, 57.
5
que son la paz, la tranquilidad del espíritu, la libertad individual, la integridad física, el
honor y los demás sagrados efectos…”5

Que mi mandante lleva MAS DE 1 AÑO, esperando que el Sr. Magnano le


repare el auto.

Que en la respuesta de su CD, resalta que es “una agencia con un larga e


intachable trayectoria en la zona, y siempre se manejó con sus cliente con absoluta
claridad y transparencia”.

Pues si fuera tan buena la agencia, como el Sr. Magnano alega, mi mandante
no estaría iniciando este proceso.

Que fíjese V.S. que debería ser la agencia involucrada quien debería hacer
todo lo posible por solucionarle el problema al consumidor, y no este, quien lo tiene
que perseguir legalmente, e iniciar todo este proceso judicial, para conseguir una
solución satisfactoria.

En virtud del perjuicio que sufrió mi mandante, en haber confiado es una


“prestigiosa agencia”, y a más de 1 año de haber adquirido el rodado, nadie se lo
reparo, y seguramente lo será por más tiempo, hasta que se este proceso llegue a su
final, se reclama la suma de: PESOS QUINCE MIL ($ 15.000.-)

6.3.-Daño Punitivo

6.3.1.- Definición

Acorde con los fundamentos del C.N.C.C., se reconocen tres funciones a la


responsabilidad civil: Preventiva – Punitiva – Resarcitoria. Dentro de la función
punitiva, encontramos el instituto de los “daños punitivos”– Art. 52 bis LDC- que ha
sido importado en la Argentina, siendo el primer país con bases en el derecho
continental en incorporar esta figura típica del Common Law.

5
(CACiv., Sala D, 30/3/79 – De Angelis Roca, Alfonzo Humberto c. Sociedad A.V.E.C.A.S.A –
Fallo N° 28.632 – J.A. 1979 – III- 421)
6
Se ha definido al daño punitivo como “…sumas de dinero que los tribunales
mandan a pagar a la víctima de ciertos ilícitos, que se suman a las indemnizaciones
por daños realmente experimentados por el damnificado, que están destinados a
punir graves inconductas del demandado y a prevenir hechos similares en el
futuro…”6

Se trata de una multa civil cuya finalidad es prevenir y desalentar conductas


particularmente graves, dolosas o groseramente negligentes del proveedor,
principalmente en aquellos casos en que el costo de reparar los eventuales daños
causados es significativamente menor que los beneficios obtenidos.

Los Fundamentos del Proyecto de Ley que incluyó el art. 52 bis en la LDC y el
Dictamen de las comisiones de Defensa del Consumidor, de Comercio y de Justicia de
la Cámara de Diputados de la Nación que trataron tal proyecto, explican que “con el
daño punitivo se trata de desbaratar la perversa ecuación que aconseja dejar que se
produzca un perjuicio pues, en sí, resulta más económico repararlo en los casos
singulares que prevenirlo para la generalidad”.

En términos generales puede decirse que se requiere para su aplicación un


comportamiento gravemente reprochable por parte del proveedor y que la
indemnización compensatoria resulte insuficiente para disuadir conforme con los
estándares sociales.

Los daños punitivos ha sido aplicados en varios precedentes, se cita:


“Machinan Diarena Hernández Nicolás c/ Telefónica de Argentina s/ reclamo contra
actos de particulares.”7; “De la cruz c/Renault Argentina s.a.”8; “Rueda Daniel c/
claro amx argentina s.a.”9; “Pescatori, Leonardo g.v. Auto Haus s.a. y otro.”10;
“Castelli, María Cecilia c/Banco de Galicia y Buenos Aires s.a. s/Nulidad de acto

6
Pizarro, Ramón D., Daños punitivos, en Derecho de daños, Segunda Parte, La Rocca, Buenos
Aires, 1993, pág. 291).
7
Expte. nº 143.790 camara de apelaciones en lo civil y comercial de mar del plata (buenos
aires) – sala ii – 27/05/2009.
8
Juzgado de primera instancia civil y comercial de concepción del uruguay n. 1, 25/11/2009
9
cciv y com. rosario, sala ii, 29/07/200, la ley 2010-f, 397 (ar/jur/628990/2010).
10
cámara 4ª de apelaciones en lo civil y comercial de córdoba, 13/09/2012, (abeledoperrot n°:
ap/jur/2412/2012
7
jurídico”11; “Raspanti, Sebastian c/Amx Argentina s.a. – ordinarios – otros –recurso de
apelacion”12; Peri Daniel Alberto c/ Banco Supervielle s.a. y otros s/daños y perj.
del./cuas. (exc. Uso aut. y estado)13

Se destaca a V.S. el fallo “De la cruz c/Renault Argentina s.a”, dado que es
sustancialmente análogo a la presentes actuaciones, donde se discutió un
desperfecto técnico y el incumplimiento de los proveedores en hacer efectiva la
garantía legal, condenando a los demandados por daños punitivos.

6.3.2.- Procedencia de su aplicación

El Art. 52 bis: Daño Punitivo. “Al proveedor que no cumpla sus obligaciones
legales o contractuales con el consumidor, a instancia del damnificado, el juez
podrá aplicar una multa civil a favor del consumidor, la que se graduará en función
de la gravedad del hecho y demás circunstancias del caso, independientemente de
otras indemnizaciones que correspondan. Cuando más de un proveedor sea
responsable del incumplimiento responderán todos solidariamente ante el
consumidor, sin perjuicio de las acciones de regreso que les correspondan. La multa
civil que se imponga no podrá superar el máximo de la sanción de multa prevista en el
artículo 47, inciso b) de esta ley.”

Los requisitos de su procedencia son:

1.- Incumplimiento de obligaciones legales o contractuales: Acá vemos que el


legislador dio un marco amplio, incluyendo conforme la vieja distinción del Código
Civil de Velez, la responsabilidad contractual y extracontractual.

Nos encontramos frente a un caso de incumplimiento legal, dado que el


demandado incumplió el deber de la garantía legal impuesto por la ley.

11
Cámara primera de apelaciones en lo civil y comercial sala ii, bahía blanca, 28/08/2014, la
ley 2014 –e, 495 (ar/jur/44655/14)
12
Expte. nº 1751961/36. Excma. Cámara Sexta de Apelaciones en lo Civil y Comercia
13
Expte. nº 114937. 27/04/2016 ‐ juzgado civil y comercial n° 2 - Bahia Blanca.

8
2.- A Instancia del Damnificado: Como no podría ser de otro modo, una multa
no puede ser impuesto de oficio por el juzgador, así que expresamente dejo
constancia que mi mandante solicita la aplicación de la misma.

3.- Dolo o negligencia grave: Este requisito no surge del articulado, pero la
doctrina ha elaborado que para que proceda el mismo, debe existir dolo por parte
del proveedor, o al menos una culpa grave, es decir “…caracterizada por la presencia
de dolo (directo o eventual) o, como mínimo, de una grosera negligencia…."14

Que como observará V.S., se encuentra acreditado el dolo o negligencia


grave, ya que a más de 1 año, el demandado no fue capaz de solucionarle el
problema al consumidor.

6.3.3.- Cuantificación del daño punitivo

Para fijar el monto de los daños punitivos, se ha dicho que sus premisas
ineludibles son: a) que no es un resarcimiento; b) que es una sanción; c) que tiene
incidencia la gravedad de la falta; d) que debe cumplir una función preventiva
disuadiendo al infractor de reincidir en conductas análogas.

Siguiendo la Jurisprudencia que surge de fallos ya citados “Castelli, María


Cecilia c/Banco de Galicia y Buenos Aires S.A. s/nulidad de acto jurídico” y “Peri
Daniel Alberto c/ Banco Supervielle s.a. y otros s/daños y perj. del./cuas.
(exc.usoaut. y estado)”, se propone la aplicación de la fórmula matemática como
método de cuantificación del daño.

Ha dicho en este sentido la Suprema Corte de Buenos Aires que el empleo de


fórmulas financieras o actuariales para el cálculo de indemnizaciones, o al menos el
conocimiento de los resultados que arrojan, es útil para no fugarse ni por demasía ni
por escasez del área de la realidad y brindar, cuanto menos, un piso de marcha
apisonado por la razonabilidad y objetividad que pueden extraerse de esos cálculos.15

14
Lorenzetti, Ricardo Luis, Consumidores, 2ª edición, Santa Fe, Rubinzal-Culzoni, 2009, pág.
563.
15
S.C.B.A. in re “Domínguez”, Ac. 83.961, del 1 de abril de 2004, JUBA
9
Como señala el precedente citado ut-supra “…El quid de la cuantificación del
daño punitivo radica en una cantidad encuadrable en el concepto de sanción con
función estrictamente preventiva que no sea inferior ni superior a la suma necesaria
para generar incentivos económicos suficientes en el infractor como para disuadirlo
de incurrir en conductas análogas, postura que ha sido aprobada por unanimidad en
el citado Tercer Congreso Euroamericano de Protección Jurídica de los
Consumidores…”

No estamos aquí ante una indemnización o reparación por daño alguno


sufrido por la víctima, sino ante un instrumento preventivo sancionador, que ha
elegido como destinatario a la víctima, con la sola finalidad de fomentar la denuncia
de prácticas lesivas del orden económico integral.

El voto ilustrado del Juez de Cámara, Dr. Peralta Mariscal trae a colación un
concepto de primordial importancia, cual es el de “Incumplimiento eficiente”,
definiendo el mismo como aquella situación que se presenta cuando el infractor a
una norma tiene incentivos económicos para desviarse de la conducta debida. Esto
ocurre si la condena esperada por el daño a los consumidores es inferior a las
ganancias ilícitamente obtenidas por el incumplimiento de una norma.

En el caso en particular, el demandado decidió no cumplir la garantía legal,


entregando a mi mandante un rodado con desperfectos y no hacerse cargo.

Que tienen incentivos a hacer esto, ya que sabe que la probabilidad de ser
condenada por esto daños y perjuicios es baja, y aunque así fuera, pagando solo los
clásicos rubros de daño emergente y daño moral, todavía le sigue siendo más barato
en términos económicos incumplir la norma e intentar seguir estafando a los
consumidores, que hacer lo debido.

El daño punitivo busca que el deudor internalice las consecuencias de la baja


probabilidad de condena, lo que se logra obligándolo a pagar a un damnificado los
daños provocados a los demás afectados que no hicieron el reclamo ante la
autoridad jurisdiccional, de este modo se compensa el daños punitivos con la escasa
probabilidad de ser sentenciado.

10
De no castigar a la concesionaria con una multa civil, jamás corregirá su
conducta, dado que como todas firmas, busca maximizar la rentabilidad, e incluso
mediante prácticas desleales y abusivas.

La fórmula propuesta por el brillante académico bahiense Dr. Matias


Irigoyen Testa ("Cuantificación de los daños punitivos: una propuesta aplicada al
caso argentino", en Castillo Cadena, Fernando y Reyes Buitrago, Juan -coordinadores:
Relaciones contemporáneas entre derecho y economía, Coedición Grupo Editorial
Ibañez y Universidad Pontificia Javeriana, Bogotá, 2012, págs. 27 a 61; trabajo
acreedor de un prestigioso premio internacional -Asociación Latinoamericana y del
Caribe de Derecho y Economía, año 2011, http://www.derechouns.com.ar/?p=3912),
quien mejoró la fórmula tradicional propuesta en los Estados Unidos de
Norteamérica para calcular daños punitivos (Cooter, Robert D., “Punitive Damages
for Deterrence: When and How Much?”, 40 Ala. L. Rev. 1143 1988-1989), tiene en
cuenta el resarcimiento por daños reparables que corresponden a la víctima, la
probabilidad de que un damnificado decida transitar todo el periplo necesario y logre
una condena resarcitoria por los padecimientos infligidos, y su relación con los daños
punitivos.

La fórmula a aplicar es la siguiente: D = C x [(1 – Pc) / (Pc x Pd)]

“D” representa el daño punitivo a determinar;

“C” representa la cuantía de las indemnizaciones compensatorias por los


daños provocados;

“Pc” representa la probabilidad de ser condenado por la indemnización


compensatoria de daños provocados;

“Pd” representa la probabilidad de ser sentenciado por daños punitivos,


condicionada a la existencia de una condena por resarcimiento compensatorio;

Volviendo a citar al Dr. Peralta Mariscal, este comentaba en aquel fallo“…La


constatación de las probabilidades que constituyen dos de las variables de la fórmula
(“Pc” y “Pd”) es un problema de gran dificultad, aunque no concierne a la técnica de

11
cálculo sino a la engorrosa acreditación de la cuestión de hecho que constituye su
presupuesto; es un problema jurídico y no matemático que, en el caso, consiste en
determinar la probabilidad de que un banco sea sentenciado a resarcir los daños
provocados a los clientes a través de actitudes antijurídicas como la constatada en
autos…”

En el caso, esta parte entiende que la probabilidad de ser condenado el


demandado por la indemnización compensatoria de daños (El término “Pc” de la
fórmula señalada), es del 20 %.

Es decir, que 20 de cada 100, estarían dispuestos a buscar un abogado,


realizar su reclamo, transitar todo el proceso judicial e incurrir los costos que esto
implica.

Muy pocos personas deciden iniciar un juicio, dado que antes de iniciarlo, ya
perdieron plata y tiempo de sus vidas, y para empezar el reclamo se requiere más
dinero y tiempo.

Los proveedores saben que muchos usuarios no reclaman, ya que juegan con
que el consumidor reparará el desperfecto de alguna manera, lo llevara a un taller y
pagará el arreglo, sin tener que esperar la burocracia del cumplimento de la garantía
legal.

Por eso y en resumidas cuentas, la cantidad de condenas potenciales que


pueden recaer sobre el demandado, donde efectivamente realice un pago por los
daños ocasionados, se estima que es baja.

Ahora nos referiremos a la probabilidad de ser sentenciada por daños


punitivos (El término “Pd” de la fórmula señalada), y en este caso, dicha probabilidad
se estima en un 80 %.

Prueba de esto es la actitud de menosprecio, y desinterés total que ha


demostrado el demandado, dado que repito A MÁS DE 1 AÑO NO LE REPARO EL
AUTO, BENEFICIENDOSE DE LA VENTA DEL MISMO, PERO SIN ASUMIR EL COSTO DE
LA GARANTIA LEGAL.

12
Este tipo de situaciones, donde el tomador de decisiones, se lleva el beneficio
de su decisión y traslada el costo a otra persona, se lo conoce –dentro de corriente
de “Law&Economics”, como externalidad negativa.

Al Sr. Magnano nadie lo obligo a vender el auto mi poderdante, sino que el


voluntariamente realizo el intercambio, ya que valoró más tener $ 250.000 (precio de
la operación), que quedarse con el auto en su agencia.

Si fue beneficioso para él realizar la operación, después no puede pretender


trasladar el costo de la reparación del auto, que el mismo vendió con el desperfecto,
al consumidor.

Se estima que la probabilidad de ser condenado por daños punitivos es alta,


dado que no ha manifestado ninguna intención de solucionarle el problema al
consumidor, violando así la ley y el legítimo interés de mi mandante en obtener la
reparación en debido tiempo y forma.

El dolo empleado por el demandado es alevoso, y merece ser condenado, a


modo de efecto ejemplificador, para evitar que estas prácticas se repitan con otros
consumidores.

Para finalizar, pasaremos a cuantificar el daño punitivo pretendido, de


acuerdo a los fundamentos expuestos.

En primer lugar, volvemos a traer la formula señalada: D = C x [(1 – Pc) / (Pc x


Pd)], la cual pasaremos a completar con las cifras correspondientes:

C = Indemnización por daño emergente, y daño moral.

Que por daño emergente se reclama la suma del presupuesto que se


acompaña, es decir, $ 39.670.

Que a este valor hay que agregarle el monto reclamado por daño moral, es
decir $ 15.000.

Sumando todos los montos de la demanda, este arroja como base de cálculo
del término “C” de la fórmula la suma de: $ 54.670.
13
D = C x [(1 – Pc) / (Pc x Pd)]

D = 54.670 x [ ( 1 – 0,2 ) / ( 0,2 x 0,8 ) ]

D = 54.670 x [ ( 0,8 ) / ( 0,16 ) ]

D = 54.670 X [5]

Daño Punitivo = $ 273.350.

El demandado podría haber previsto que si existe una muy baja probabilidad
de ser condenado (Pc = 20%, es decir que veinte personas de cada cien estarían
dispuestas a iniciar un juicio y, eventualmente ganarlo) por el daño total provocado
de $ 54.670 (daño emergente + daño moral), teniendo una condena “esperada” por
este rubro de solo $ 10.934 ($ 54.670 x 20%), irrisoria cantidad que resulta
insuficiente para disuadirlo de seguir cometiendo este tipo atropellos a los
consumidores y usuarios. Sin embargo, si además puede prever que recibirá una
condena de $ 273.350, por daños punitivos con una probabilidad del 80% (Pd),
condicionada a que exista una condena por daño provocado (Pc = 20%), tendrá una
condena extra “esperada” por esta multa civil de $ 43.736 ($ 273.350 x 0,8 x 0,2).

Cabe entonces colegir que si por cada caso similar en que incurra tendrá una
condena total “esperada” (daño provocado más daños punitivos) que asciende a $
54.670 ($ 10.934 + $ 43.736 -proporción de daño punitivo más proporción de daño
provocado-), seguramente corregirá su accionar para el futuro (ya no le resultará
eficiente incumplir la conducta debida) y se ajustará a los estándares sociales de
diligencia requeridos tanto para la protección de los intereses económicos de
consumidores y usuarios, cuanto para que no se viole el derecho a recibir un trato
equitativo y digno, todo lo cual halla amparo en el art. 42 de la Constitución Nacional.

Antes de finalizar este capítulo, y parafraseando el voto del Dr. Mariscal, esta
parte asume que el 20% y el 80% de probabilidades que, respectivamente, se
incluyeron como variables en la fórmula aritmética utilizada, son relaciones opinables
y que el demandado encontrará razones para argumentar que se ha sobreestimado
la probabilidad o, por el contrario, que se ha subestimado. Pero al haber dado los

14
fundamentos que hay detrás de las probabilidades -y por lo tanto permitir su
cuestionamiento -, no se viola el Derecho de defensa (art. 18 de la Constitución
Nacional), pudiendo el demandado alegar lo que estime pertinente.

VII.- RECLAMO TOTAL

Atento a lo expuesto en el acápite anterior, el monto total de la demanda,


teniendo en cuenta el daño moral y el daño punitivo, asciende a la suma de: PESOS
TRESCIENTOS VEINTIOCHO MIL VEINTE ($ 328.020.-), o lo que en más o menos
resulta de las probanzas de autos

- Daño Emergente: $ 39.670

- Daño Moral: $ 15.000

- Daño punitivo: $ 273.350

- Total: $ 328.020

VIII.- CALCULO DE INTERESES

Se peticiona a V.S. la aplicación del art. 770 del C.N.C.C. con respecto al
cómputo de los intereses y su capitalización.

IX.- PRUEBA

Si perjuicio de que rige el principio de la carga dinámica de la prueba, siendo


el demandado quien deberá probar sus dichos y aportar todos los elementos
conducentes al esclarecimiento de la cuestión debatida – art. 53 LDC-, esta parte
ofrece:

9.1.- Instrumental

Se acompaña la siguiente prueba documental; (3) Acta de conciliación ante


el COPREC, sin acuerdo; (2) Cartas documentos; (1) Presupuesto; (1) Titulo
automotor; (1) Boleto de compra venta; (1) Recibo de seña.

15
Que con respecto al título automotor, se solicita a V.S. que disponga la
certificación de la copia que se acompaña, a fin de poder retirar todo el titulo
original.

9.2.- Informativa

Para el supuesto e improbable caso de que el demandado desconozca cierta


documentación, solicito en subsidio:

- Se libre oficio al correo argentino a efectos de que informe la


autenticidad de las CDs, informe si fueron debidamente recibidas y por
quien.

9.3.- Confesional

Se cite la demando a absolver posiciones a tenor del pliego que


oportunamente se acompañará, autorizándose a mi parte a formular preguntas
recíprocas a tenor de lo normado por el art. 415 del C.P.C.C.N.

9.4.- Pericial técnica

Solicito se designe perito único de oficio, de especialidad mecánico, a fin de


que inspeccione el rodado de mi poderdante e informe:

- Fallas que presenta el automotor.

- Presupueste reparación, de acuerdo a los materiales más la mano de


obra.

- Cualquier otra dato de interés, que considere conducente para el


esclarecimiento de los hechos.

9.5.- Testimonial

Para el supuesto e improbable caso de que el demandado desconozca, el


presupuesto adjunto, se ofrece como testigo al Sr. Leonel Ernesto Morello, con

16
domicilio en la calle Av. Rosales 1130, El Palomar, Prov. de Bs. As., al solo efecto que
se expida sobra la verosimilitud del presupuesto adjunto.

X.-CUESTIONES PROCESALES

Dado las especiales características de este tipo de procesos, la novedad de la


ley 26.993 y la ausencia de los Tribunales Nacionales de Consumo, considero
pertinente remarcar:

10.1.- Competencia

V.S. es competente en virtud de lo establecido en el Art. 76 de la ley 26.993,


toda vez que el demandado es un comerciante en forma de unipersonal, y la
compraventa de cosas muebles, reviste el carácter de acto mercantil.16

10.2.- Normas procesales aplicables

Rigen plenamente las normas del art. 53, en cuanto el plazo para contestar la
demanda, oponer excepciones, fundar recursos, fijar audiencia, etc.

10.3.- Exención del pago de tasa de justicia

Conforme lo prescribe el Art. 53 de la LDC las acciones judiciales que se


inicien de conformidad con la presente ley, gozaran del beneficio de justicia gratuita.

10.4.- Tipo de proceso

De acuerdo al Art. 53 de la LDC, las acciones judiciales que se inicien con


fundamento en la misma, tramitarán baja el proceso de conocimiento más abreviado
que rija en la jurisdicción.

En virtud de lo expuesto, corresponder otorgarle la vía SUMARÍSIMA.

10.5.- Publicidad de las sentencia

16
REYES SABRINA LORENA c/ COCA COLA FEMSA DEBUENOS AIRES S.A. Y OTROS s/ORDINARIO
(Sala E)
17
Conforme lo prescribe el Art. 56 de la ley 26.993 y el art. 54 bis de la 24.240
la sentencia que recaiga en autos deberá ser publicada de acuerdo ley 26.856.

10.6.- In dubio pro consumidor

Conforme lo prescribe el Art. 3 de la LDC, en caso de duda acerca de la


interpretación de los principios de la ley, prevalecerá la más favorable al consumidor.

XI.- RESERVA DE CASO FEDERAL

Para el hipotético e improbable caso que V.S. no hiciere lugar a las


consideraciones fácticas y jurídicas expuestas y, por ende, rechace la presente acción,
hago expresa reserva del caso federal para ocurrir por la vía del artículo 14 de la ley
48 ante la Corte Suprema.

XII.- DERECHO

Fundo el derecho en el art. 42 de la CN, ley 24.240, ley 26.993, doctrina y


jurisprudencia aplicable al caso.

XIII.- AUTORIZACIONES

Se autoriza a la Dra. Magali Belén Aulicino TªVIII Fª187 CALM, Anabel Karina
Arias y/o a quienes estos designen a consultar el expediente, extraer fotocopias,
retirar copias, oficios, etc. y a realizar toda otra gestión que resulte necesaria para el
impulso de la presente acción.

XIV.- PETITORIO

A V.S peticiono:

(i).- Se me tenga por presentado, por parte, y por constituido el domicilio


electrónico. Se cite a mi poderdante a firmar la carta poder.

(ii).- Se tenga por presenta la prueba documental y por ofrecida la restante.

(iii).- Se corra traslado de la demanda, por el plazo de ley.

(iv).- Se aplique el computo de intereses conforme lo solicitado.


18
(v).- Oportunamente se dicte sentencia, condenando a los demandados a
abonar los rubro reclamados, con más sus intereses, costos y costas del judiciales.

Proveer de conformidad

SERA JUSTICIA.-

19

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