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FINANZAS PERSONALES

¿Qué es el Dinero?
El témino dinero se deriba de la moneda romana de plata: El Denarius.
Sirve de plataforma intermedia para optimizar el intercambio de bienes y servicios,
evitando las inexactitudes propias del trueque.
Es todo activo o bien generalmente aceptado como medio de pago por los agentes
económicos para sus intercambios y que además cumple las funciones de ser unidad
de cuenta y valor.
Para que un bien pueda ser calificado como dinero se deben satisfacer tres criterios:
 Medio de Intercambio.
 Unidad de Cuenta.
 Conservacion de Valor.
Medio de Intercambio.
Es para evitar las ineficiencias de un sistema de trueque. Cuando un bien es requerido
con el solo propósito de usarlo para ser intercambiado por otras cosas, posee esta
propiedad.
Además, el dinero debe ser un bien ligero y fácil de almacenar y de transportar.
Unidad de Cuenta.
Cuando el valor de un bien es utilizado con frecuencia para medir y comparar el valor
de otros bienes o cuando su valor es utilizado para denominar deudas, se dice que el
bien posee esta propiedad.
La unidad de cuenta significa que es la unidad de medida que se utiliza en una
economía para fijar los precios.
Conservacion de Valor.
Cuando un bien es adquirido con el objetivo de conservar el valor comercial para
futuro intercambio, entonces se dice que es utilizado como un depósito de valor.
El dinero es un depósito de valor pero no el único, cualquier activo que mantenga su
poder adquisitivo a lo largo de tiempo servirá como depósito de valor.
El dinero es resultado de un pacto social, donde todos aceptan entregar sus bienes o
servicios a otros, a cambio de los símbolos monetarios (billetes, monedas, etc.); por
lo tanto, el respaldo del dinero es la suma de los bienes y servicios de la Población; o
sea el PIB.
En general, se tiende a asociar al dinero con los billetes, las monedas o, tal vez, los
cheques. Pero eso no es una muy buena apreciación del concepto dinero, y por lo
tanto no es una muy buena respuesta. Ya que por un lado, los billetes y las monedas
sólo representan a una parte de la oferta del dinero, y, por otra, los cheques no son en
realidad dinero.

¿Entonces qué es el Dinero?


Las definiciones pueden ser muy variadas. En tal caso, entenderemos como dinero a
"cualquier cosa que los miembros de una comunidad estén dispuestos a aceptar
como pago de bienes y deudas".

¿Cómo nace el Dinero?


A lo largo de la historia se ha utilizado una gran variedad de objetos y bienes como
medio de pago, los cuales van desde el ganado hasta la sal.
Los bienes que hacían las veces de dinero, generalmente tenían valor en sí mismos y
constituían lo que se ha denominado dinero-mercancía. Es decir, aquel bien que tiene
el mismo valor como unidad monetaria que como mercancía y por lo tanto, sólo cabía
intercambiarla por otro objeto o grupo de objetos que tuviera igual valor.
En cualquier caso, la mercancía elegida debía reunir una serie de requisitos, como los
siguientes:
 Duradera: La gente no aceptará como dinero algo que se deteriore en poco
tiempo.
 Transportable: Si la gente ha de transportar grandes cantidades de dinero, la
mercancía utilizada debe tener un valor elevado respecto a su peso, de manera que se
pueda transportar con facilidad.
 Divisible: El bien elegido debe poderse subdividir en pequeñas partes con
facilidad sin pérdida de valor, de forma que se puedan realizar pagos pequeños.
 Homogénea: Esta propiedad implica que cualquier unidad del bien en cuestión
debe ser exactamente igual a las demás, ya que, si no, los intercambios serían muy
difíciles.
 De Oferta Limitada: Cualquier mercancía que no tenga una oferta limitada no
tendrá un valor económico.
Debido a que pocas mercancías podían cumplir con esta lista de requisitos y así servir
como dinero, rápidamente los metales preciosos (oro y plata) comenzaron a ser
utilizados y aceptados como medio de pago. De esta manera se evolucionó hacia el
dinero metálico.
El desarrollo del dinero permitió la expansión del comercio a gran escala. En la
antigüedad, el trueque era el sistema comercial por excelencia: se intercambiaban los
productos entre sí (manzanas por trigo, vacas por maíz, etc.), lo que dificultaba la
fijación del valor y el transporte. En cambio, con el dinero, el comercio se simplificó.
En nuestra era el dinero ha cobrado una importancia nunca antes imaginada; hemos
llegado a un punto de dependencia absoluta de él, de modo que sin él no es posible
vivir en sociedad.
Lamentablemente esta tendencia sólo parece consolidarse con el correr de los años y
trae encadenada una pérdida absoluta de los valores morales y sobre todo el sentido
de pertenencia con nuestros pares. Tal es así, que hemos dejado de confiar en la
hospitalidad y de brindarla, porque sin dinero no puede obtenerse nada.
Muchas personas aseguran que el dinero es una especie de dios y no están tan
erradas.
El ser humano ha aprendido a depender tanto de él que incluso es capaz de dejar de
lado sus principios con tal de obtener más dinero, puede robar, matar, abandonar a su
familia, etc.
Además, se ha construido un sistema en el que la palabra necesidad ha sido muy
manoseada y en esa clasificación han entrado bienes que claramente no son de
primera necesidad.
El dinero ha ido evolucionando a lo largo de la historia en su forma y modo llegando
hasta como lo conocemos ahora.
Las nuevas tecnologías han revolucionado los métodos de pago y las transacciones
electrónica llevando el dinero físico (billetes y monedas) a ocupar cada vez un papel
menos importante.
La aparición de la moneda virtual Bitcoin y otras que aparecerán en el futuro puede
marcar el comienzo de una nueva revolución en la historia del dinero tal y como la
conocemos hoy.
De todas maneras la sociedad actual necesita del dinero (en cualquier de sus formas)
para seguir funcionando y progresando, lo importante aunque a veces idílico es
utilizar el dinero para el bien común de la sociedad no solo para unos pocos países o
personas.
PRINCIPIOS RESPECTO AL DINERO

A) DIOS ES DUEÑO DE TODO.


El primer gran principio es éste: Dios es el dueño de todo.
Dios es el dueño de todas las cosas que hay en el mundo.
La Biblia deja muy claro que este mundo y todo lo que hay en él, pertenece a Dios.
Dios es Quien creó todas las cosas; por lo tanto, todas las cosas le pertenecen.
Salmo 24:1 De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan.
Hageo 2:8 Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos.
Salmo 50:10-12 Porque mía es toda bestia del bosque, Y los millares de animales
en los collados. Conozco a todas las aves de los montes, Y todo lo que se mueve en
los campos me pertenece. Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; Porque mío es
el mundo y su plenitud.
Nunca debemos olvidar que Dios es el verdadero dueño de todas las cosas.
Podemos poseer muchas cosas, pero su dueño es Dios.

David reconoció a Dios como propietario de todas las cosas. Él dijo: 1oCro. 29:11
Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor;
porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh
Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos.
Si Dios nos ha dado un ministerio debemos entender que todo lo que ese ministerio
posee pertenece a Dios, por lo tanto debemos cuidar con diligencia de las cosas y
el dinero que El provee para el funcionamiento de ese ministerio.

B) TODAS LAS COSAS PROVIENEN DE DIOS.


El segundo gran principio es éste: todas las cosas provienen de Dios. No sólo
Dios es el dueño de todas las cosas, sino que todo lo que recibimos proviene de él.
No seamos ingenuos al pensar que con mi esfuerzo he logrado lo que tengo y que
por esa razón puedo disponer a mi antojo de lo mío.

1oCro. 29:12 Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en
tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a
todos.
Por el solo hecho de que viene de Dios tenemos que ser buenos administradores de
las cosas y el dinero que El nos ha dado, no tenemos que despilfarrar los bienes
como si no tuvieramos que dar cuenta de ellos.
Debemos recordar que Dios provee para todas las necesidades del ministerio que
El te ha dado, aun las tuyas personales, por lo que debemos administrarlas
correctamente, ya que no son para mi enriquecimiento personal sino para el buen
funciona-miento del mismo.
Tito 1:7 Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador
de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso
de ganancias deshonestas,

1aCor. 4:2 Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea
hallado fiel.
Hechos 17:25 ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo;
pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas.

C) NOSOTROS Y TODO LO QUE TENEMOS PERTENECE A DIOS.


El tercer gran principio es éste: Nosotros y todo lo que tenemos pertence a Dios.
Pertenecemos a Dios por creación.
También nosotros pertenecemos a Dios por redención.
Puesto que nosotros mismos pertenecemos a Dios, todo lo que tenemos también le
pertenece.
Cuando reconozco que todo lo que tengo pertenece a Dios y le entrego todo a Él,
me libro de grandes preocupaciones. Todo es propiedad de Dios, no mía, y Él
puede cuidarlo mucho mejor que yo.
Cuando nos convertimos El se convirtió en nuestro SEÑOR, es decir se convirtió
en nuestro amo, por tanto todo le pertenece a él, y El nos ha dado las cosas para
que las usemos para el engrandecimiento del reino y para nuestro diario vivir.

1a Corintios 6:19–20 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo,
el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque
habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en
vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

D) VIVE CONFORME A LO QUE DIOS PROVEE


El cuarto gran principio es éste: Vive conforme a lo que Dios provee.

1a Tim. 6:8 Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.
Dios tiene un propósito para la vida de cada uno de nosotros, una misión;
oportunidad única que nos ha dado en su plan eterno, no porque él nos necesite,
sino por amor ha determinado darnos un lugar en su obra.
Cada vez que tenemos que hacer una tarea necesitamos los insumos para hacerla.
Si alguien va a construir una casa necesita el dinero, el espacio, los materiales, los
trabajadores, etc. Nosotros necesitamos recursos para cumplir los objetivos.
Del mismo modo que Dios ha prometido la provisión necesaria para nuestro diario
vivir, El proveerá aún más allá, para las cosas a las cuales nos ha llamado, El no ha
determinado que sobrevivamos la vida, sino que la vivamos y que la vivamos
haciendo su voluntad. Él nos dará lo necesario y aún más para hacer esto.
Dios está comprometido con Su palabra, y los principios y promesas que Él se ha
dispuesto a cumplir. Promesas como su Provisión, la Abundancia y la
Sobreabundancia, están esperando para ser reclamadas por todos sus Hijos.
Dios quiere darte lo mejor. Pero lo mejor no es lo que deseamos necesariamente,
Dios no se ha comprometido a darte todo lo que quieras, Dios se comprometió a
proveernos todo lo necesario para cumplir nuestro propósito en la tierra, para hacer
Su voluntad.
Provisión
El diccionario define proveer como “Acción que consiste en proporcionar lo
necesario a alguien para un fin determinado”.
La provisión es necesaria para solventar una necesidad. Podemos dividir la
provisión en dos conjuntos, uno el de lo material, es decir la comida, una casa,
abrigo, todas las cosas para la vida física. El segundo conjunto abarcaría una
provisión espiritual, o sea los dones, la unción y el respaldo de Dios, necesarios
para cumplir la tarea que nos haya asignada para ser cubierta.
Un ejemplo sería, cuando el pueblo de Israel necesitó alimento mientras estaba en
el desierto, Dios los sacó de Egipto, así que Dios proveyó el maná. Exodo 16.
El nunca hace nada de manera parcial o incompleta, Dios siempre tiene cada
detalle de nuestra vida planeado y cada necesidad detectada para ser cubierta.
Abundancia
El diccionario de la RAE define abundancia como “Prosperidad, riqueza,
bienestar”.
Hay una pregunta que debemos plantear: ¿Cómo llegamos a la abundancia en
Dios?, la respuesta a esta pegunta se encuentra en Proverbios 3:9-10
Prov. 3:9 Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y
serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto.
Dios quiere que lo honremos con nuestra mente, con nuestro corazón y con
nuestras cosas. Debemos recordar que todo cuanto tenemos viene de Dios. Todo lo
que tenemos lo tenemos porque así le ha placido a Él que lo tengamos.
Cuando tenemos la comprensión de que Dios es quien nos da todo, es impensable
no honrarlo con todo lo que tenemos, de hecho todo lo que tenemos ni siquiera es
nuestro, es de Él, nosotros solo fungimos como administradores de todo lo que él
ha puesto a nuestro cuidado.
Un problema muy serio en la actualidad es que vivimos en una sociedad
rotundamente materialista. Damos valor a nuestra vida, y a la de los demás, de
acuerdo a la cantidad y calidad de cosas que poseemos; hemos puesto nuestro valor
en las cosas. Eso nos ha llevado a poner a las cosas mismas en un lugar de
preeminencia en nuestra vida.
Dios conoce lo que necesitamos, y Él como padre quiere solventar esa necesidad,
pero es muy diferente lo que necesitamos a lo que deseamos.
Hemos llegado a confundir provisión y abundancia de Dios con tener todo cuanto
nuestros ojos desean. Los cristianos hemos llegado a ser tan materialistas y
superficiales como si no conociéramos en absoluto las cosas mucho más valiosas
que Dios nos ha dado, como Jesús lo dijo:
Mateo 6: 25 “¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido?”.

La pregunta es ¿Honrarás a Dios con eso material que deseas, o solo es un deseo
egoísta?
1) El primer paso a la abundancia es honrar a Dios con nuestros bienes.
Otro punto muy importante en cuanto a la abundancia es la posición de nuestro
corazón. Nuestro corazón no debe estar inclinado a las bendiciones, sino hacia
aquel que da las bendiciones. Dios nunca nos va a dar algo que nos vaya a alejar
de Él.
Las cosas materiales nos son útiles y ciertamente una estabili-dad financiera es
algo totalmente deseable, pero las cosas nunca serán nuestra felicidad ni nuestra
paz.
El autor de Eclesiastés nos deja esto muy claro:
Eccl. 2:1 Dije yo en mi corazón: Ven ahora, te probaré con alegría, y gozarás de
bienes. Mas he aquí esto también era vanidad.
El autor de Eclesiastés tuvo riqueza más que ningún otro, pero luego de desear
todo lo material que veían sus ojos y poseerlo, supo que las cosas no son lo más
importante en la vida.
2) El segundo paso a la abundancia es no inclinar nuestro corazón ante las cosas.
Prov. 23:5 ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque se
harán alas como alas de águila, y volarán al cielo.
Prov. 27:24 Porque las riquezas no duran para siempre; ¿Y será la corona para
perpetuas generaciones?
3) El tercer paso a la abundancia es bendecir a otros.
Dios pone cosas a nuestro cuidado no solo para satisfacernos nosotros, sino para
bendecir y mostrar el amor de Cristo con otras personas. Las cosas que Dios nos da
no son simplemente cosas, son oportunidades; oportunidades para saldar las
necesidades de otros.
Dios pone abundancia en nosotros, no solo para nuestro disfrute, sino para que
seamos de bendición.
Sobreabundancia
Este tema ha sido de gran controversia, sobre todo por el mal manejo y mal
testimonio con el que se ha tratado. Pero bíblicamente hablando en la única forma
en la que Dios promete sobreabundancia, se trata del diezmo. 2aCor. 9:6
Hay dos puntos de vista equivocados en cuanto al diezmo:
Uno es la llamada teología de la prosperidad.
El otro punto de vista erróneo es que no hay que diezmar ya que no estamos bajo
la ley.
Finalmente lo más importante ante todo es tener nuestra vista y corazón puestos en
Dios. Su naturaleza no cambia aunque cambien nuestras circunstancias. El es Dios
en todo momento y eso es lo que nos define como hijos de Dios, no las cosas que
tengamos. Ser rico no es tener mucho, sino necesitar poco.
Fil. 4:11-13 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme,
cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humilde-mente, y sé tener abundancia; en
todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así
para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que
me fortalece.

E) NO TE ESFUERZES EN HACERTE RICO.


La Biblia es clara en cuanto al deseo de acumular muchas riquezas, no es pecado
llegar a ser rico, lo malo es cuando quieres hacerte rico a costa de cualquier cosa.
Durante los tiempos siempre ha habido hombres de Dios que han tenido mucho
dinero, por ejemplo Job, Abraham, David, Salomon, etc.
Estos hombres acumularon muchas riquezas, mas sin embargo su corazón estaba
con Dios. Todo tiene que ver con el corazón y no con las poseciones.

1aTim. 6:10 Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual
codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos
dolores.
No necesariamente tienes que ser rico para amar el dinero, porque es, como ya
dijimos, un problema del corazon. Siendo pobre puedes amar el dinero.
La Biblia nos advierte contra los planes rápidos y faciles de hacerse rico, tienes
que tener cuidado por que dice la Biblia:
Prov. 23:4 No te afanes por hacerte rico; sé prudente, y desiste.
Dios no provee, ni estamos aquí para estar acumulando riquezas, nuestras
poseciones así como el dinero deben ser usados para glorificar a Dios, aunque Dios
tambien nos da para nuestro confort y distraccion.
Debemos mantenernos libres de toda avaricia, codicia y envidia, todas estas cosas
van en contra de lo que aprendemos en la Biblia.
Avaricia: Afán desmedido de poseer y adquirir riquezas para atesorarlas. Lc 12:15;
Heb 13:15
Codicia: Afán excesivo de riquezas. Deseo vehemente de algunas cosas buenas. Pr
21:26
Envidia: Emulación, deseo de algo que no se posee. Dolor o desdicha por no
poseer uno mismo lo que tiene el otro. Prv 14:30.
En tu afan de hacerte rico evita endeudarte, no busques dinero en otro sitio que no
sea tu trabajo. Buscar financiar tu estilo de vida con deudas no es sensato.

F) NO HAGAS DEL DINERO TU DIOS.


Como hijo de Dios debes tener cuidado con no volverte un idolatra del dinero, en
Col. 3:5 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza,
pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;
Jesus dijo en Mat. 6:24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá
al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir
a Dios y a las riquezas.
No podemos servir a Dios y al dinero al mismo tiempo.
1Tim. 6:9 Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en
muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y
perdición;
1Tim. 6:17 A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la
esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da
todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.
G) AHORRA E INVIERTE
Si quieres las bendiciones de Dios en tus finanzas, debes aprender a ahorrar e
invertir para el futuro.
La Biblia dice mucho acerca de hacer inversiones financieras.
Prov. 21:20 Tesoro precioso y aceite hay en la casa del sabio; mas el hombre
insensato todo lo disipa.
En Japón, el promedio de ahorro es el 25% de sus ingresos. Los europeos 18%.
Cuantos no tenemos ahorro o gastamos más de lo que ganamos.
No practicarmos el principio de invertir en el futuro.
Para ayudarte a ahorrar dinero... Cuándo vas a comprar algo, pregúntate;
¿Realmente necesito esto? Y luego se lo suficientemente honesto.
Un principio fundamental financiero es este: cuando gastas tu dinero, se va. Sin
embargo cuando ahorras tu dinero, tu dinero trabaja para ti. La mayoría trabajamos
para nuestro dinero en vez de dejar que nuestro dinero trabaje para nosotros. Si lo
haces a la manera de Dios, puedes salir de deudas y ser bendecido.
La Biblia nos enseña que cuando el dinero llega con facilidad, desaparece
rápidamente, pero el dinero que recoges poco a poco crecerá.
Prov. 13:11 Las riquezas de vanidad disminuirán; pero el que recoge con mano
laboriosa las aumenta.
No se trata de la cantidad que ahorres. Es la consistencia del ahorro. Ahorra poco a
poco. Dios nos da una prioridad en Prov. 24:27 Prepara tus labores fuera, y
disponlas en tus campos,Y después edificarás tu casa.
Desarróllate, ahorra e invierte para el futuro.
Así que págale a Dios primero, y segundo págate a ti mismo. Cuando ahorras, estás
haciendo que tu dinero trabaje para ti.

H) CONFIAR EN DIOS COMO MI FUENTE


Es importante que le confíes a Dios tus finanzas. Si quieres que Dios te bendiga
económicamente, debes continuar enfocarte en que Él es la fuente de tus finanzas y
el que suministra tus necesidades.
¿Qué significa esto? Significa que la fuente de mis ingresos no es mi trabajo, el
trabajo es la herramienta qué el usa para proveer.
Déjame ilustrarlo de esta manera: Cuando abro la llave del agua, realmente el agua
no viene del grifo. Sé que el agua realmente proviene de un yacimiento. Solo viene
a mí a través del grifo. De la misma manera, los ingresos que Dios te quiere dar,
provienen a través de un trabajo. El trabajo es la llave el conducto que Dios usa, si
una llave se cierra o un trabajo Dios abre otra llave, otro trabajo porque es la fuente
es Dios.
El no solamente es la fuente de tus finanzas es la llave de tu seguridad. Si vas a
buscar seguridad tienes que ponerla en algo que nada ni nadie te lo pueda quitar.
Puedes perder tu dinero, tus ahorros, tu trabajo, tu casa, la gente que amas, lo único
que no te pueden quitar es el amor incondicional de Dios, por eso te sugiero que
pongas tu seguridad no en cuanto es lo que tienes sino que cuanto Dios te ama.
¿Como sabes que tu confianza no está en Dios sino en algo mas? Preocupaciones.
La preocupación es la luz de alerta que tu seguridad no la tienes puesta en Dios.
Hay creadores y hay consumidores, hoy en día hay más consumidores de la
economía que productores de economía.
Somete tus planes Dios, tendrán éxito, matrimonio, familia, tu vida. Sólo Dios
puede darte la Seguridad Financiera.
Prov. 16:3 Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados.

I) VIVE POR UN PRESUPUESTO


Luke 14:28 Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta
primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?
Haz un presupuesto para todo lo que vayas a emprender, ya sea personal o
ministerial, debes hacer un presupuesto. El no hacer un presupuesto es sinonimo de
perdida y/o fracaso.
Luke 14:29 -30. No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda
acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este
hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.
Hay mucha gente descuidada con su dinero, lo gastan y dicen ¿Que se hizo el
dinero? La manera de evitar que esto suceda es llevar hacer un presupuesto y llevar
el registro de todos los gastos.
Cuando manejas correctamente tu dinero, tu no preguntas a ¿A donde se fue? sino
lo mandas a donde debe ir.
Tener un presupuesto es la mejor manera de manejar tu dinero, a menos que ganes
o tengas ingresos ilimitados y aún así necesitas saber en donde esta.
La mejor manera de perder tu dinero y la paz es a traves de las deudas y siendo
fiador de otro. Nolo hagas.
Prov. 11:15 Con ansiedad será afligido el que sale por fiador de un extraño; Mas el
que aborreciere las fianzas vivirá seguro.
Prov. 17:18 El hombre falto de entendimiento presta fianzas, y sale por fiador en
presencia de su amigo.
Prov. 20:16 Quítale su ropa al que salió por fiador del extraño, y toma prenda del
que sale fiador por los extraños.

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