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FACULTAD DE HUMANIDADES

ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

MONOGRAFÍA
“Violencia autoinflingida y Suicidio”

Cabrera Espinoza, Sonia


Chafloque Bisetti, Angie
Navarro Mego, Martyori Lizbeth

Asesor (a):
Altamirano Ortega, Livia

Lima- Perú
2016
ÍNDICE
Epígrafe
Dedicatoria
Agradecimiento
Introducción

CAPÍTULO I
VIOLENCIA AUTOINFLINGIDA: UN PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA

1.1 Definición de Salud Pública


1.2. Definición de violencia autoinflingida y suicidio
1.1.1 Violencia autoinflingida
1.1.2 Suicidio
1.3. Antecedentes
1.3.1 Epidemiología
1.3.2 Antecedentes generales
1.3.3 Consideración actual
1.4 Tipología de la violencia autoinflingida
1.4.1 Autolesión
-Superficial
-Estereotipia
-Auto agresión deliberada
1.4.2 Parasuicidio
1.4.3 Suicidio
- Altruista
-Anómico
-Fatalista

CAPÍTULO II
FACTORES PSICOLÓGICOS DESENCADENANTES
2.1 Factores psicológicos
2.1.1. Trastorno bipolar
2.1.2. Trastorno límite de la personalidad
2.1.3. Depresión
2.1.4. Consumo de alcohol y drogas
2.1.5. Esquizofrenia
2.1.6. Trastorno de estrés res traumáticos

CAPÍTULO III
PERFIL PSICOLÓGICO: PENSAMIENTO Y COMPORTAMIENTO SUICIDA

3.1. Perfil Psicológico


3.2. Pensamiento suicida
3.2. Comportamiento suicida

CAPÍTULO IV
ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO

4.1 Medidas de prevención


4.2 Terapias psicológicas
4.3. Tratamientos farmacológicos

Conclusiones
Referencias bibliográficas

Anexos
¡El castigo de toda mente desordenada es su propio desorden!
AGUSTÍN DE HIPONA (354-430, p.216)
Esta monografía se lo dedicamos a nuestros familiares o apoderados, quienes están
siempre apoyándonos dentro y fuera de nuestros estudios universitarios para cumplir con
nuestras metas y objetivos logrando ser un individuo de éxito.
Ante todo, y en primer lugar agradezco a Dios. También a todos los profesores que nos
brindan andamiajes para seguir con nuestro aprendizaje día a día, para poder lograr
nuestros objetivos y concluir con buenos honores nuestros estudios universitarios.

Introducción
La violencia autoinflingida, es un fenómeno complejo que se ha manifestado desde
el comienzo de la historia, hasta la actualidad, presentando un conjunto de
emociones y comportamientos voluntarios o involuntarios que atentan contra la
salud y la vida del individuo a causa de factores biológicos, sociales, culturales,
religiosos y sobre todo psicológicos que conlleva al suicidio, siento este una crisis de
desesperación tal como lo menciona Gómez Depertuis (1993), de acuerdo a lo que
dice este autor se puede decir que la violencia autoinflingida o también conocida
como autolesión individual se ha presentado desde un comienzo y perdura hasta
hoy en día como un problema de salud pública afectando a toda la humanidad por
igual.

Según la OMS se ha estimado en el mundo que casi un millón de personas mueren


por suicidio, y en España, según el Instituto Nacional de Estadística, se produce
alrededor de 7 suicidios cada cien mil habitantes.

El objetivo de la presente investigación es dar a conocer a la opinión en general a


cerca de la autoagresión como un problema de salud pública, puesto que es un
tema carente de estudios y no muy tocado por la sociedad, ya sea por
desconocimiento o falta de interés. También se proporcionará información del perfil
psicopatológico y social de la conducta suicida.

La presente monografía consta de una serie de procesos empezando por definir la


temática abarcando sus referencias históricas y como este tema ha ido
evolucionando en el tiempo hasta posicionarse en la actualidad como un tema
científico que debería ser abordado desde la óptica de la salud pública. Luego se
abordara los tipos de autolesión por consiguiente se describirá los factores que
desencadenan la autoagresión así también el perfil que tiene una persona a causa
de la conducta suicida, además de brindar datos estadísticos generales para llegar a
como se da en nuestra realidad. Además se brindará estrategias de prevención y
tratamiento para esta problemática.
CAPÍTULO I
VIOLENCIA AUTOINFLINGIDA: UN PROBLEMA DE SALUD
PÚBLICA

Hoy en día, si la persona no tiene una adecuada salud mental, física y social, es propensa a
autolesionarse o a provocarse la muerte al sentirse aislado, desesperado, entristecido,
frustrado.

1.1 Definición de Salud Pública


Actualmente, el bienestar de la sociedad depende de cada uno de los miembros de esta, si
alguno de estos miembros es infectado, la infección aumenta y llega a afectar a toda la
sociedad.

Según la Universidad Católica de Chile (como se citó a OMS, 1946), señala que “salud no
es solamente la ausencia de enfermedad, sino el estado de completo bienestar físico,
mental y social del individuo”. Lo que hace referencia a que si una persona no tiene un
adecuado bienestar físico, social y mental, no está teniendo una buena salud pública;
dirigiéndonos al tema de la autolesión y el suicidio vemos que la estos tres componentes de
la salud son indispensables en el ser humano para no cometer un acto de autodestrucción.
Se podría decir que si una persona no se acepta físicamente podría tener deseos de querer
autolesionarse o acabar con su vida, como vemos en los casos, normalmente de bulimia y
anorexia; del mismo modo una persona que no tenga una adecuada relación con sus pares,
o busca satisfacer al resto, dentro de su desesperación podría dar fin a su vida; de igual
forma sucede con las personas que no tienen una adecuada salud mental, vemos los casos
de esquizofrenia, depresión, bipolaridad, personas que dentro de su trastorno terminan por
acabar con su vida.

1.2. Definición de violencia autoinflingida y suicidio

Hoy en día, la violencia autoinflingida y el suicidio, son consideradas agresiones


intencionales contra uno mismo, y en muchos de estos casos la persona busca la atención
de las personas que lo rodean.
Se podría decir que la persona “[…] que quiere morir desea poner fin a todas las
sensaciones, mientras que el autolesionador en cierto modo pretende estar bien, aliviando
el sufrimiento y el malestar” (Balbi, Boggianim, Dolci y Rinaldi, 2012, p.47).
En conclusión, se podría decir que la violencia autoinflingida y el suicidio terminan de
diferentes maneras, siendo la segunda más trágica que la primera, al ser la muerte del
autoagresor.

1.2.1 Violencia autoinflingida

La violencia autoinflingida se presenta comúnmente en la etapa de la adolescencia,


ya que muchos adolescentes en su búsqueda de su identidad se dejan influenciar por los
pares, siendo en muchos casos parte de grupos de pandillaje, “punks”, “emos”, etc. Sin
embargo, también se manifiesta en personas que buscan la atención de las personas que lo
rodean, como también, al realizarse una autolesión sienten alivio del dolor emocional que
“cargan”.

Las personas que se autolesionan lo hacen con la intención de:

[…] aliviar el estrés, provocar un cambio en los sentimientos de otros o en el ambiente (como recibir
atención, dar pena, quedarse sin ir al colegio), expresar un sentimiento (enfado, tristeza, desacuerdo) o
provocar sentimientos en sí mismo (sentirse real, estimulación) […] (Soutullo, 2010, p.397).

Se puede observar que las personas que se autolesionan no tienen intención de dar
fin a su vida, pero muchas veces las personas no miden la gravedad de las consecuencias
y, en algunos casos, llegan a morir sin haber tenido intención de acabar con su vida.

Sobre la violencia autoinflingida, Balbi et al. (2012, p.47-48), refiere que es un “[…]
un <<comportamiento de autorreferencia intencional que puede manifestarse con
modalidades diferentes, como cortes, quemaduras, heridas o arañazos>>. […] considerado
[…] como un grito silencioso que adopta la forma de un ataque al propio cuerpo”.

Según Soutullo et al. (Como se citó a Posner, 2007), manifiesta que:

Entre las formas más frecuentes de conducta autolesiva no suicida destacan los cortes superficiales,
arañazos, morderse partes del cuerpo, darse golpes y provocarse quemaduras. Algunos autores lo
denominan automutilación o comportamiento instrumental, nominación que hace referencia a que sire
como instrumento para conseguir algo (distinto de la propia muerte) (2010, p. 397).

En conclusión, se podría decir que la violencia autoinflingida, no llega a causar la


muerte de la persona, sin embargo, si causa lesiones ligeras o graves en la persona; siendo
esta la manera como la persona quiere sentirse atendido por su entorno.

1.2.2 Suicidio

En la actualidad, se ven más casos de suicidios en el mundo, y en muchos de


estos, la persona busca huir de la situación de sufrimiento, y encuentra en el suicidio la
mejor manera de ya no sufrir más. Sin embargo, en muchos de estos casos, lo único que
busca la persona es atraer la atención de las personas que lo rodean, sin medir las
consecuencias de sus actos.

Por ello, Balbi et al. (2012, p.53), manifiesta que:


En efecto, no todos los intentos de quitarse la vida son suicidios frustrados: en muchos casos, sobre
todo en la adolescencia, detrás de estos actos no se esconde un verdadero intento de morir, sino el
deseo de provocar una reacción y de crear en su propio ambiente algunos cambios necesarios a través
de una acción más o menos dramática. [...], en muchos casos, el intento de suicidio debe interpretarse
como una estrategia extrema para llamar la atención de los demás y modificar una situación que se vive
como insoportable.

Ortiz, Alonso, Ubis, Ruiz (2011), aportan que:


Las personas con trastorno mental tienen un riesgo elevado de suicidio aproximadamente 10 veces
mayor que en la población general. […] El riesgo es mayor durante los ingresos psiquiátricos y en la
semana posterior al alta, y se mantiene elevado a lo largo de un año tras la hospitalización (p.33).

Con lo que se podría decir que las personas con algún tipo de trastorno mental,
están más propensas a suicidarse, y a veces de la forma más brutal.
Diversos estudios señalan que los métodos de suicidio utilizados son más violentos y letales
(ahorcamiento y precipitación desde altura). Se ha observado que una parte considerable de estos
pacientes toman medidas para asegurarse de la letalidad del suicidio. Varios estudios han confirmado
que el suicidio suele ser impulsivo, con un grado bajo de planificación, por lo que tiende a pensar que es
poco predecible (Ortiz et al,2011, p.33).

Por lo tanto, se podría decir que en algunos casos de suicidio, la persona solo busca
la atención de las personas más cercanas a él mismo, y no buscan acabar con su vida
definitivamente. Pero en casos de personas con algún tipo de trastorno mental, el suicidio
es, en la mayoría delos casos, intencional y definitivo.

1.3 . Antecedentes

1.3.1 Epidemiología
Los datos estadísticos sobre conducta suicida están sobrevalorados por variables como son
los prejuicios familiares y religiosos, las cuestiones políticas, los hábitos culturales, etc.
Estos datos varían enormemente de un país a otro, lo que hace difícil comparar las tasas de
suicidio de los diferentes países. También dentro de un mismo país, las tasas de suicidio
informadas pueden variar según la fuente de los datos, sea ésta la: Organización Mundial
de la Salud, los Ministerios de Sanidad u otras Instituciones.

Según la Organización Mundial de (2004), relata que:

[…] hay más muertes por suicidio que por homicidio, […] en el mundo se
suicidan cada día unas 2700 personas y los intentan 54000, y casi 1
millón de personas muere al año por suicidio […] lo que hace una tasa de
mortalidad de 16 por cien mil habitantes o una muerte cada 40 segundos.
Por otro lado Hawton y Van Heering (2009), nos dice que “La OMS calcula que el suicidio
representa el 1,5% de los fallecimientos en todo el mundo, con especial prevalencia en los
países menos desarrollados”.

Se puede reafirmar entonces que dentro del suicidio y el acto suicida existen muchos casos
en las que uno puede ver a diario como un problema de salud pública dentro de un grupo
social por distintos motivos.

1.3.2 Antecedentes generales

En la India, desde la antigüedad, bajo la influencia de Brahmanismo, los sabios, en la


búsqueda del Nirvana – Liberación de todos los males en modo absoluto -, ocasionalmente
en el transcurso de la fiesta se suicidan. En el caso de los seguidores de la secta, se
suicidan arrojándose de las ruedas del carro de su divinidad.

En el Tíbet y en China, esta doctrina se desarrolló bajo el imperio de Buda. Se distinguen


dos tipos de suicidas: El que busca la perfección y el que huye del enemigo. Las reacciones
suicidas eran a veces masivas.

Transcurrido la muerte de Confucio 500 discípulos se arrojaron al mar en forma de protesta


por la eliminación de sus libros.

Mientras en Japón, se basaron en el honor para justificar o explicar el acto de suicidio, esa
conducta se ve influenciado por la Segunda Guerra Mundial, donde el gobierno del imperio
creó un grupo elite llamado Kamikaze, donde los pilotos de aviones se estrellaban en el
objetivo enemigo de manera intencional.

En la antigua Grecia, los que desobedecían las leyes, eran sancionados al suicidio, y para
ello, la mano derecha era amputada y enterrada fuera del cuerpo como trofeo.

En Roma surgió una serie de suicidios, especialmente, en la época del imperio como
protesta a la dominación. Algunos literatos como Lucano, denominado “El poeta del
suicidio”, influenciaron a la población a cometer suicidio; también filósofos y políticos eran
personajes que al no encontrar una salida se suicidaban para proteger sus bienes de la
rapacidad del tirano, y por último, tenemos en esta época el suicidio de los esclavos,
aunque estaba prohibido por ley.

1.3.3 Consideración actual

Esta violencia se refiere únicamente a la flagelación , la heridas con armas blancas o el


suicidio, la violencia aparece documentada en el informe mundial de la violencia 2003, de la
OMS, como un conjunto de accione que las personas realizan para provocar o sufrir daño a
ellas mismas, no implica únicamente el suicidio pero hasta el momento las tasas de suicidio
mundiales son la única manera de medirlo ya que sus otras manifestaciones pasan
desapercibidas para los sistemas de salud y de justicia.

Al respecto Sarason (1996) menciona que:

El comportamiento autodestructivo es un aparte de la <especialidad conductual> de


trastornos de la personalidad autodestructivo en los que tanto el comportamiento como
los estados de ánimo son exageradamente cambiantes y hay frecuentes intentos
suicidas con el objetivo de producir en la persona importante, la pareja o en la familia,
<conductas de salvación> que les libren de estas acciones (párr. 5).

Finalmente se concluye que la violencia ha golpeado todos los ámbitos del ser
humano, la encontramos en la violencia experimentada en la guerra, en la calle, en
el sistema de transporte público de una ciudad, la violencia vecinal, la intrafamiliar, la
de pareja y la violencia que puede provocarse la misma persona. Por ello es
indispensable incorporar la explicación del suicidio como un problema social y no
como problema particular. En segundo lugar, se presenta una propuesta de
intervención multidisciplinario y social que incluye al Estado, para contribuir a la
disminución de muerte mundial.

1.4 . Tipología de la violencia autoinflingida

1.4.1 Autolesión
Existen muchas formas de enfrentar la realidad, todo depende del aspecto psicológico de
las personas; también existen formas para no enfrentarse a la realidad, no siendo
consecuente de nuestros actos o también optar por autoinflingirse de manera deliberada
con el fin equivocado de menguar algunos aspectos de la vida.
Se conceptualiza las autolesiones como “las acciones que provocan daño en las personas,
pero que han sido producidos por ellas mismas o autorizadas por ésta. Diferenciaremos los
tipos de autolesión para la mayor comprensión del tema por ello lo delimitaremos como:

· Superficial

En este tipo de autolesión podemos mencionar que el sujeto se realiza cortes, quemaduras,
rasguños, arañazos, tirones del pelo, golpes (sobre todo en la cabeza) debido a un shock
emocional del momento, es una forma de producción de dolor para expresar el sufrimiento
del momento; generalmente este tipo de expresión es utilizada por el sujeto para liberarse
de sentimientos de rabia, ira, tristeza, soledad, rencor y dolor emocional que no se puede
expresar mediante palabras pero que le sirve como liberación de ansiedad o para poder
soportar el sufrimiento psicológico.

En otras circunstancias la autoagresión se utiliza para sentir poder sobre uno mismo.

· Estereotipia

Este tipo de autolesión puede ser o no aceptada por la sociedad en general, pero en un sub
grupo de la sociedad puede estar plenamente instaurada y fomentad. Se divide en dos
grupos, la primera; es el grupo de práctica que consiste en modificarse el cuerpo utilizando
tatuajes, piercings o cortes superficiales en el cuerpo como objeto de decoración o para
seguir una moda. La segunda división se le conoce como ritualista que refleja una tradición
cultural como fundamentación simbólica de conexión a la comunidad. Los Rituales pueden
tener el propósito de curación, de expresión de espiritualidad, o para fines de demostrar un
orden social.

· Auto agresión deliberada

Según el DSM-IV-TR relata que “Es una práctica que consiste en propinarse laceraciones
sobre el cuerpo con la intención o no de suicidarse […] se le conoce como <automutilación
como diagnóstico del trastorno límite de la personalidad> […]”.

1.4.2 Parasuicidio

El para suicidio es considerado un problema de salud pública, por su alto índice de


incidencia y por sus consecuencias a nivel médico y social, en un primer momento los
intentos de suicidio eran considerados como intentos fallidos sin embargo estos “intentos”
no están dirigidos a quitarse la vida, por tal motivo se denominó el termino autolesión, pero
así también era insuficiente, así falta otro concepto que refiriera la frecuente relación que
aparecía en mucho pacientes entre intentos de suicidios previos a un suicidio consumado;
pues era claro la intencionalidad mortal de los intentos previos. Por tal razón en el año 1969
Kreitman introdujo el término Parasuicidio para referirse a todas aquellas conductas suicidas
que no terminaban en un desenlace fatal.

Así también: Arensman y Kerkhof han descrito:


Que desde diferentes perspectivas unos perfiles de pacientes parasuicidas, identificando tres subtipos. El
primero correspondería a un tipo leve de comportamientos parasuicida sin consecuencias fatales, en el
que se usan métodos relativamente poco violentos y que no van seguidos de daños físicos serios. Se trata
de personas jóvenes, que viven acompañadas y que toman pocas precauciones para evitar ser
descubiertos. El tipo severo usaría métodos relativamente más peligrosos y presentaría daños físicos
serios, hablaríamos aquí de población de mayor edad (más de 40 años) que toma más precauciones para
prevenir su descubrimiento, que padece enfermedades físicas o psiquiátricas o problemas de drogas, y
bajo funcionamiento social. Entre ambos grupos se encontraría un tipo mixto, en el que tanto el paciente
como el episodio mostrarían características de los dos grupos anteriores. En nuestra muestra se define
claramente un pequeño subgrupo de pacientes de elevada letalidad. Los otros dos subgrupos no se
delimitan tan claramente, no correspondiendo con una población tan homogénea (párr.5).

Así entonces se concluye que el parasuicidio es un problema importante para nuestra


sociedad ya que refleja las dificultades de una parte de la población con escasos recursos
sociales y económicos de formación y otros que permitan afrontar estos hechos vitales, aun
así a pesar de los riesgos establecidos de determinadas poblaciones no se desarrollan los
recursos necesarios para aminorar estas consecuencias, dado lo complejo del perfil clínico
de estos pacientes se hace necesario un mejor conocimiento de dichos pacientes y así
poder planificar una asistencia integral.

1.4.3 Suicidio

Encontramos tipos de suicidas entre ellos los llamados <suicidios egoístas>, que
se dan en personas excesivamente individualistas. Este tipo de suicidio es más común en
los individuos aislados de los grupos sociales de los que forman parte. (Maldonado,
2003,p.52).

Así tenemos a tres tipos de suicidas:


· Altruista
Excesiva "integración" del individuo al medio al que pertenece, esto hace que se encuentre
muy comprometido con la sociedad. Se somete con abnegación a las leyes y costumbres
del medio que lo rodea, de tal modo que se suicida porque piensa que ese acto es un deber
o una norma disciplinaria que debe cumplir para comprometerse con la sociedad. Un
ejemplo es el "Harakiri" practicado en las antiguas sociedades japonesas.

Según Javier Miravayes (2009, p.22), el Harakiri quiere decir:

[…] en japonés 'abrirse el vientre',[…] ritual de suicidio practicado en Japón, […]


este tipo de muerte estaba restringido a la nobleza […]más tarde se extendió a
todas las clases sociales, […] también engloba cualquier suicidio cometido para
limpiar el honor personal o familiar.

Por otro lado según la Enciclopedia Shotokai de Karate-do y Artes Marciales Japonesas
(1995-2013, p.12), nos dice que el Harakiri:

Para los Samuráis, […] significaba un asunto de honor, y la muerte por vejez y
por causas naturales no era algo deseable. […] los antiguos griegos creían que
una muerte noble, temprana y violenta era un signo de predilección de los dioses,
su ideal era (Vivir bellamente y morir de manera hermosa).

Podemos decir entonces que el suicida altruista es una forma de morirse por una
causa más social, ya sea por el honor o por un signo de predilección de los dioses según lo
manifestado anteriormente.

· Anómico
La anomia es la falta de normas y de leyes que regulen la actividad humana y generalmente
se produce en momentos de crisis sociales agudas, de transformaciones en las estructuras
y valores culturales.

Según Emile Durkheim (1858-1917, p.49), explicó:

[…] que no es cierto que las sociedades pudieran actuar libre de normas, valores
y leyes […], algunas personas no soportan los cambios en estas normas y formas
de vida y llegan al suicidio. Por ejemplo, cuando una persona se divorcia o se le
muere un ser querido, lo cual genera alteraciones en su estructura y ritmo de
vida.

Por ello se puede deducir que el suicida anómico realiza el crimen cuando pasa por un
conjunto de situaciones nuevas o de adaptación, por el cual no llegan a soportar el
desequilibrio que esta causa en su proceso emocional y terminan por cometer un acto
contra su propia vida.

· Fatalista

Es la versión opuesta al anterior. Aquel sucede por el cambio de normas que regulen la
conducta humana. Este afecta a aquellas personas que no aceptan las normas y se sienten
reprimidas en sus sentimientos, pasiones y limitados en su futuro. Pueden ser hijos de
padres estricta y agresivamente disciplinados o extremadamente moralistas.
Durkheim (1917,p.52), explicaba que este tipo de suicida se consideraba “[…] de poca
importancia en su época, creía que se originaba cuando un individuo está excesivamente
regulado por la sociedad. La opresión del individuo produce un sentimiento de impotencia
ante el destino o la sociedad.”

Por otro lado, según la revista PsicoWisdom en su artículo Factores, estadísticas y otros
datos sobre el Suicidio publicado el 5 de abril del 2016, nos dice que:

“[…] Este tipo de suicidios, se da cuando el individuo decide quitarse la vida,


como consecuencia de una sociedad con normas excesivamente rígidas. Un caso
extremo, sería el del esclavo que se suicida, por no poder soportar la situación
que vive.”

Por consiguiente, se dice que el suicida fatalista, es aquel individuo que tiene la idea de
suicidarse porque hay demasiada presión de grupo, ya sea con factores – los más
conocidos- económicos, emocionales y neurológicos.

CAPÍTULO II
FACTORES DESENCADENANTES DE LA VIOLENCIA
AUTOINFLINGIDA Y EL SUICIDIO
2.1 Factores psicológicos

En la mayoría de las ocasiones el individuo que realiza un acto suicida pone en juego su
vida para que esta cambie, ya que lo que busca es cambiar la vida que tiene en la
actualidad por otra, porque la que vive está llena de un sufrimiento inaguantable. Para otros
las ideas de suicidio surgen como una expresión extrema de un deseo de escapar a
problemas o situaciones que la persona concibe como intolerables, insostenibles e
irresolubles. La persona con ideación suicida piensa que es una carga para la sociedad en
donde no sirve para nada ni tiene un principio o fin de ser.

Según Sidley, 2001 añade que:

Los tres trastornos psicológicos más importantes que se han asociado con los intentos suicidas son:
fracaso en la resolución de problemas interpersonales, altos niveles de desesperanza con respecto al
futuro y una mala regulación del afecto (p. 46).

Los factores psicológicos que causan el suicidio pueden ser varias, pero entre las
más comunes pueden ser las que mencionaremos a continuación unas más graves que
otras, pero fuertemente están vinculadas a esta actitud de autolesionarse.

2.1.1 Trastorno bipolar

Es un trastorno mental grave y recurrente que se va extendiendo a lo largo de la vida y que


se caracteriza por cambios en el estado de ánimo con fases de manías, hipomanías o
mixtas que generalmente se alternan con episodios depresivos.
Según el CIE-10 (1992), está incluido dentro de los trastornos del humor ubicado así con el
código F31 refiriendo lo siguiente:

Trastorno que se caracteriza por dos o más episodios en los cuales el humor y los niveles de actividad del
paciente están significantemente alterados. [...], humor elevado y un aumento de la energía y la actividad
(hipomanía o manías), y otras, en un humor bajo y una disminución de la energía y la actividad (depresión)
[…] (p. 92).

Por consiguiente el trastorno bipolar es una enfermedad mental grave en la que se


presenta hipomanías y manías, además de depresión. Todas estas características juntas
hacen que un individuo pueda llegar a suicidarse o autolesionarse de forma consciente e
inconscientemente en algunos casos por su trastorno.
2.1.2. Trastorno límite de la personalidad

El TLP es una enfermedad distinguida por los cambios bruscos de estados de ánimo,
comportamiento e interacción social, presenta también signos de depresión, trastornos de
ansiedad, de alimentación, etc.

Según el DSM-V (2000), con el código 301.83 nos define a este trastorno como:

Patrón dominante de inestabilidad de las relaciones interpersonales de la autoimagen y de los afectos, e


impulsividad intensa, que comienza en las primeras etapas de la edad adulta y está presente en diversos
contextos, y que se manifiesta por cinco o más de los criterios de diagnóstico (p. 364).

Pero para el CIE-10 (1992), encontrándose este trastorno en el código F60.31, lo define
como:

Trastorno de personalidad en el que existe una marcada predisposición a actuar de un modo impulsivo sin
tener en cuenta las consecuencias […]. Existe predisposición a tener arrebatos de ira y violencia, con
incapacidad para controlar las propias conductas explosivas. Asimismo hay predisposición a presentar un
comportamiento pendenciero y tener conflictos con los demás, en especial cuando los actos impulsivos
propios son impedidos o censurados […] (p. 162).

Por lo que el TLP presenta características más notorias en las relaciones interpersonales,
siendo incapaz de controlar los impulsos y emociones. Esto puede ser ocasionalmente una
de las causas del suicidio involuntario.

2.1.3. Depresión

La depresión es el trastorno mental que tiene que ver más con los cambios de humor y
estados de ánimo siendo este el que más a menudo se asocia con el suicidio.
Comprendemos entonces que la depresión se debe a un conjunto acumulado de
ansiedades no conclusas dadas durante un tiempo determinado. Si bien sabemos es una
potente fuerza que no puede ser controlada convirtiéndose así en un comportamiento
suicida, por lo que tiende a ser indistinguibles estos dos trastornos juntos.

Según la OPS (2003) en su Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud nos dice
que:

La depresión desempeña una función destacada en el suicidio y se piensa que interviene en


aproximadamente 65%–90% del total de suicidios, […] el riesgo parece ser mayor cuando no siguen su
tratamiento […]. Se ha estimado en alrededor de 12% a 15% el riesgo de suicidio durante toda la vida en
las personas afectadas por depresión grave y bipolar […] (p.209).
Por consiguiente las personas con depresión tienden hacer más propensas a un
suicidio, ya que piensas que no tienen tratamiento alguno. Esto se puede dar más en
mujeres que en hombres por la predisposición que puede adquirirse durante un tiempo
determinado, mientras sea tratado no llegaran a cometer actos de esta intensidad.

2.1.4. Consumo de alcohol y drogas

La drogadicción es una enfermedad que consiste en la dependencia de sustancias que


afectan el sistema nervioso central y las funciones cerebrales, produciendo alteraciones en
el comportamiento, la percepción , el juicio y las emociones ahora dependiendo del tipo de
droga y la cantidad y la frecuencia con la que se consume puede producir alucinaciones ,
provocando sensaciones de euforia o desesperación , tan es asi que pueden terminar
lastimándose asi mismo, incluso puede llevarlo a la muerte, asi mismo el alcohol es una
enfermedad que consiste en padecer una fuerte necesidad de ingerir alcohol etílico,
ocasionando en la persona una dependencia, el adicto no tiene control sobre los límites de
su consumo.

El express de drogas, incluyendo el alcohol, produce expres niveles de mortalidad y


discapacidad en el Hemisferio que en el resto del mundo. Es un factor de riesgo importante
en el caso de sesenta enfermedades y express asociadas a expressio, violencia que
puede ser hacia otras personas o asi mismas. El express de drogas en el Hemisferio es
muy variable entre los países, tanto en términos de la expressio del uso, como del tipo de
sustancia. Esta variabilidad genera importantes interrogantes, sobre esta problemática cuál
o cuáles deberían ser las mejores políticas para enfrentarlos. En general, el uso del alcohol
y drogas corresponde a un afán de huir de la realidad. Esta adicción proporciona una vía
de escape, un alivio temporal a los problemas personales, expressio o sociales. También
son una puerta de salida frente al vacío existencial presente en el interior de la persona, el
cual la lleva a volcarse en búsqueda de salidas ilusorias que llenen dicho vacío.

Según la CONACID (2003), expresa:

Este problema puede ser abordado desde dos puntos de vista conductuales, uno en el cual se consume
drogas de uso terapéutico (benzodiacepina, anfetaminas, barbitúricos, etc.), de forma ilícita o que no se
ajustan a un tratamiento médico específico, con el objeto de obtener los efectos psico-estimulantes o
depresores de estas drogas; el otro punto de vista es el que tiene que ver con el consumo de drogas de
uso no terapéutico (drogas ilícitas), como lo son la cocaína, la marihuana, la heroína., etc., por medio de
su acción sobre el sistema nervioso central, son capaces de producir cambios emocionales, perceptivos,
de conciencia y comportamiento en individuo. En ambas conductas el uso de las drogas es de forma
excesiva generándose dependencia física, psíquica o adicción, lo que ocasiona, en la mayoría de los
casos, un grave deterioro psico-orgánico y de comportamiento social (p.4).

Se concluye que el consumo de estas drogas se ha manifestado con fuerza en las


últimas décadas, transformándose asi en un problema social ya que va en aumento, asi no
solo se ven perjudicadas los adictos que la consumen ya que muchas veces estas personas
se hacen daño así mismo si no también a su entorno que también dañan como la familia,
por ello se requiere ser enfrentado por diferentes grupos de nuestra sociedad tales como
municipio, iglesia, estado, y sobre todo la familia.

2.1.5. Esquizofrenia

La esquizofrenia es un trastorno mental severo que afecta al pensamiento, las emociones y


el comportamiento. Es la forma más frecuente de trastorno mental severo y afecto a una
persona de cada 100. Es poco frecuente antes de la pubertad y más probable que
comience entre los 15 y los 35 años. Esta enfermedad con frecuencia dura toda la vida.

Este trastorno generalmente afecta la capacidad de pensar. A veces los


pensamientos surgen y desaparecen rápidamente. Muchas veces el paciente no parece
epressi atención a las cosas, no se puede concentrar en un tema y se distrae fácilmente.

En ciertas situaciones las personas con esquizofrenia no pueden determinar lo que es o no


relevante, pierden la capacidad de hilar los pensamientos en una secuencia lógica de
manera que se presentan desorganizados y fragmentados. Esta pérdida de continuidad
lógica llamada “trastorno del pensamiento”, puede dificultar mucho la conversación. En
general, cuando las personas alrededor del paciente no entiende lo que este dice, se
sienten incomodas y tienden a evitarle, contribuyendo a su aislamiento social. La gravedad
de los síntomas y la larga duración de la enfermedad tienden a causar un alto grado de
discapacidad. Los medicamentos y otros tratamientos usados para la esquizofrenia sirven
para reducir y controlar los síntomas, solo si se siguen de la manera indicada por el médico.
No se ha identificado una causa única para la esquizofrenia. Los científicos todavía no han
descubierto qué factores son necesarios para que se produzca. Se siguen realizando
investigaciones y el entendimiento sobre genética, neurociencia y ciencia conductual para
ayudar a los científicos y profesionales de la salud a comprender mejor las causas de este
trastorno y encontrar una manera de predecirla y evitarla.

Así lo refiere vieweg (1995):


Los síntomas de la esquizofrenia pueden hacer que los pacientes encuentren muy
difícil identificar o explicar con precisión los síntomas de los trastornos 8 somáticos y
seguir los tratamientos. Además, la estigmatización a la enferme- dad puede impedir
que algunos trastornos somáticos sean detectados o tratados. Por eso, es importante
que los psiquiatras actúen de manera coordinada con los médicos generales para
enseñarles cómo la esquizofrenia puede modificar la presentación, la evolución y las
respuestas al tratamiento habituales de procesos médicos y quirúrgicos comunes
(párr4).

En mi opinión el trastorno de esquizofrenia alcanza la mayor posibilidad si un pariente


cercano lo padeció, ahora también es importante el apoyo de la familia ya que su proceso
de recuperación va a depender si continua de manera estricta su tratamiento, la
esquizofrenia es una enfermedad de la que aún se tiene muchas dudas y que
constantemente se hacen nuevos descubrimientos, por ello se hace necesario estar
constantemente actualizado sobre este trastorno que a cualquiera nos puede pasar.

2.1.6. Trastorno de estrés restraumáticos

El trastorno por estrés postraumáticos (TEPT) es uno de los pocos trastornos psiquiátricos
que se definen por su etiología más que por su sintomatología, su inicio depende de una
exposición única o repetida a un acontecimiento traumático, el test comienza en momentos
diferentes dependiendo de la persona, pueden desarrollar síntomas nuevos y más serios
que puede durar meses o hasta años más tarde, este trastorno le puede afectar a
cualquiera incluso a niños. Existe la evidencia de que la suceptilidad a un estrés
postraumáticos suele ser genético, el trastorno a menudo se acompaña por epression,
abuso de sustancias o uno o más trastornos de ansiedad. Una de las primera preguntas que
surge al enfrentarse a un paciente que ha desarrollado un TEPT es qué factores pueden
haber facilitado la aparición del cuadro. Ante esto podemos plantearnos que hay factores de
riesgo que pueden justificar el TEPT o bien que el paciente carece de mecanismos de
resiliencia que le permitan adaptarse a la situación traumática. Los factores de riesgo
dependen del hecho traumático y del sujeto que lo padece.

Asi lo refiere Beatriz Vera Poseck (2006):

La capacidad del ser humano para afrontar experiencias traumáticas e incluso extraer
un beneficio de las mismas ha sido generalmente ignorada por la Psicología
tradicional, que ha dedicado todo su esfuerzo al estudio de los efectos devastadores
del trauma. Aunque vivir un acontecimiento traumático es sin duda uno de los trances
más duros a los se enfrentan algunas personas, supone una oportunidad para tomar
conciencia y reestructurar la forma de entender el mundo, que se traduce en un
momento idóneo para construir nuevos sistemas de valores, como han demostrado
gran cantidad de estudios científicos en los últimos años. Algunas personas suelen
resistir con insospechada fortaleza los embates de la vida, e incluso ante sucesos
extremos hay un elevado porcentaje de personas que muestra una gran resistencia y
que sale psicológicamente indemne o con daños mínimos del trance (párr, 2).

Finalmente se concluye que vivir una experiencia traumática, e sin duda una situación que
modifica la vida de una persona, además no se puede olvidar que en situaciones extremas
el ser humano tiene la oportunidad de volver a construir su forma de entender el mundo.

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