Diseño Experimental Avanzado OSCAR JOEL CASTRO CONTRERAS

Diseño Experimental Avanzado

T02 – Tipos De Experimentos

PROFESOR: Juan Sosa Segura

ALUMNO: Oscar Joel Castro Contreras

22/08/2023
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El científico y filósofo inglés Peter Medawar (1915-1987), ganador del Premio Nobel en 1960, propone la
existencia de cuatro tipos fundamentales de experimentos:

• Experimentos baconianos (por sir Francis Bacon), que buscan simplemente recopilar datos objetivos del
objeto de estudio.

• Experimentos aristotélicos (por Aristóteles), que, en lugar de descubrir algo nuevo, se plantean
comprobar determinados planteamientos teóricos formulados previamente a través del uso de la razón
pura.

• Experimentos galileos (por Galileo Galilei), que persiguen información clave para distinguir entre
diferentes hipótesis que explican un mismo fenómeno, distinguiendo así entre la verdad y la
especulación.

• Experimentos kantianos (por Immanuel Kant), que consisten en experimentos mentales

(denkenexperimenten, en alemán), o sea, en estudios teóricos de las explicaciones de un fenómeno
dado, aplicando métodos lógicos para descartar las opciones menos probables.
Experimentación baconiana. En los primeros días de la ciencia, se creía que la verdad yacía a nuestro alrededor,
estaba allí para ser tomada, esperando, como una cosecha de maíz, sólo para ser cosechada y recogida. La
verdad se nos daría a conocer si tan solo observáramos la naturaleza con esa amplitud. visión y percepción que
se cree que la humanidad poseía en aquellos días arcadianos antes de la Caída, antes de que nuestros sentidos
se embotaran por el prejuicio y el pecado. Por lo tanto, la verdad está ahí para ser tomada si tan sólo podemos
apartar el velo del prejuicio y las ideas preconcebidas y observar las cosas como realmente son; pero, por
desgracia, podríamos pasar toda una vida observando la naturaleza sin siquiera ser testigos de esas
conjunciones de acontecimientos que podrían revelar gran parte de la verdad si por casualidad se presentaran
en nuestro camino. No sirve de nada, explicó Bacon, confiar en la buena suerte en "la felicidad casual de
acontecimientos particulares" para proporcionarnos toda la información fáctica que necesitamos para
comprender la verdad, por lo que debemos idear sucesos e idear experiencias. En palabras de John Dee, el
filósofo natural debe convertirse en el "archimaestre" que amplía la experiencia. La "electrificación" del ámbar
por frotamiento y la comunicación de propiedades magnéticas a los clavos de hierro de una piedra imán son
buenos ejemplos de los experimentos que defendía Bacon; Nuevamente sabemos qué pasa si destilamos los
licores fermentados una vez, pero ¿qué pasa si destilamos el destilado una segunda vez? Sólo experimentando
de esta manera podremos acumular ese majestuoso montón de información objetiva a partir de la cual, según
el canon erróneo del inductivismo, nuestra comprensión del mundo natural necesariamente crecerá.
Puede haber sido su perseverancia en la experimentación de este tipo, que a menudo implica manipulaciones
desordenadas e incluso olores ofensivos, hizo que los científicos fueran menospreciados por la gente gentil.
Experimentos aristotélicos. Al explicar este segundo tipo de experimentación Peter Medawar siguió el ejemplo
de Joseph Glanvill’s. Este experimento también fue ideado: para demostrar la verdad de una idea preconcebida
o para representar algún complot pedagógico calculado: aplicar electrodos al nervio ciático de la rana y, he aquí,
las patadas; La presentación de la comida del perro siempre precede al sonido de una campana, y 10, la campana
por sí sola pronto hará babear al perro. Joseph Glanvill’s, al igual que muchos de sus compañeros

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contemporáneos de la Royal Society, sentía el mayor desprecio por Aristóteles, cuyas enseñanzas consideraba
importantes impedimentos para el avance del aprendizaje. En Plus Ultra escribió así sobre tales experimentos:
"Aristóteles... no usó ni utilizó experimentos para erigir sus teorías: pero, habiendo planteado arbitrariamente
sus teorías, su manera fue forzar a la experiencia a sufragar y ceder el visto bueno a sus proposiciones
precariotas."
Experimentos galileanos. Ni el baconiano ni el aristotélico sino más bien el galileano es el sentido en el que la
mayoría de los científicos utilizan hoy la palabra experimento.
Un galileano es un experimento crítico, uno que discrimina entre posibilidades y, al hacerlo, nos da confianza
en la visión que estamos adoptando o nos hace pensar que necesita corrección.
El hecho de que Galileo hubiera nacido en Pisa hizo inevitable que su superlativo experimento crítico sobre la
aceleración gravitacional fuera considerado por todos como ejecutado mediante el lanzamiento de balas de
cañón de diferentes pesos desde la Torre Inclinada. En realidad, se llevó a cabo sin poner en peligro la vida.
Galileo vio este tipo de experimento como la prueba a la que sometemos nuestras hipótesis o las implicaciones
que se derivan de ellas.
Debido a la asimetría de la prueba que se presenta a continuación, los experimentos muy a menudo no se
diseñan de tal manera que demuestren que algo es cierto, sino más bien para refutar una "tesis nula". Como ha
señalado Karl Popper, las leyes generales pueden interpretarse de manera que prohíban la ocurrencia o niegue
la existencia de ciertos fenómenos o eventos. Así, la "ley de la biogénesis" declara que todos los seres vivos son
y siempre fueron progenie de seres vivos y, por tanto, puede considerarse que prohíbe la generación
espontánea, la existencia de seres vivos, cuya eficacia se volvió extremadamente dudosa debido a los brillantes
experimentos de Louis Pasteur sobre la putrefacción bacteriana. Asimismo, la Segunda Ley de la Termodinámica
prohíbe la ocurrencia de una gran cantidad de fenómenos que no ocurren ni siquiera en estos días permisivos.
Todas las prohibiciones impuestas por la Segunda Ley son otras tantas variantes del principio que habla de la
extrema improbabilidad de que pase espontáneamente de un estado más probable a uno menos probable.
Desafortunadamente, estas prohibiciones incluyen muchas empresas plausibles y que parecen rentables para
diseñar máquinas auto energizantes o máquinas de movimiento perpetuo o para usar veinte galones de agua
de baño tibia para hervir una tetera para el café, etc.
Esta posibilidad de convertir muchas hipótesis en una forma negativa explica por qué tantos experimentos
intentan refutar una hipótesis nula: aquella que niega la validez de una hipótesis que se está investigando. El
mismo principio se aplica a muchas pruebas estadísticas, donde un ejemplo de R. A. Fisher es tan bueno como
cualquier otro: un bebedor de té que dice ser siempre capaz de decir si la leche ha entrado primero o último se
expone a il cimento, en el que la nula La hipótesis es que su puntuación de aciertos y errores bien podría deberse
únicamente a la suerte.
Aunque estas diversas consideraciones pueden explicarse lógicamente, la mayoría de los científicos las captan
con tanta rapidez y naturalidad que parecen casi instintivas en la forma en que se ocupan de sus asuntos. Rara
vez se dice que una serie de experimentos "prueben" la hipótesis bajo investigación, ya que la larga experiencia
sobre la falibilidad humana ha enseñado a los científicos a decir más bien que sus hallazgos o análisis
experimentales "son (o no) consistentes con" las hipótesis bajo investigación. investigación experimental.

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No debería emprenderse ningún experimento sin una idea preconcebida clara de las formas que podrían
adoptar sus resultados; porque a menos que una hipótesis restrinja el número total de posibles acontecimientos
o conjunciones de acontecimientos en el universo, el experimento no arrojará información alguna. Si una
hipótesis es totalmente permisiva (si es tal que todo vale), entonces no somos más sabios. Una hipótesis
totalmente permisiva no dice nada.
El "resultado" de un experimento nunca es la totalidad de los resultados observables; El resultado de un
experimento es casi siempre la diferencia entre al menos dos conjuntos de observaciones. En un experimento
simple de un factor, los dos conjuntos de observables se denominan "experimento" y "control". En el primero
se permite que el factor investigado esté presente o ejerza sus efectos, y en el segundo no. El "resultado" del
experimento es entonces la diferencia entre las lecturas o recuentos en el experimento y el control. Un
experimento ejecutado sin control no es de estilo galileano, pero aun así podría calificarse como un experimento
al estilo baconiano, es decir, como una representación un poco artificial de la naturaleza, aunque no muy
informativa. En la realización de lo que se pretende que sea un experimento crítico, las cualidades a las que hay
que aspirar son la claridad del diseño y la minuciosidad en la ejecución.
Experimentos kantianos. El baconiano, el aristotélico y el galileano no son los únicos tipos de experimentos.
También hay experimentos mentales; Kantianas, las llamo en honor a la hazaña conceptual más impresionante
en la historia de la filosofía: la sugerencia de Kant de que en lugar de aceptar la opinión común de que nuestras
intuiciones sensoriales están modeladas por "Objetos" por lo que se percibe deberíamos tomar la opinión de
que el mundo de la experiencia está modelado por el carácter de nuestras facultades de intuición sensorial.
"Este experimento tiene tanto éxito como se podría desear", comentó Kant con complacencia, y esto lo llevó a
formular su conocida opinión de que el conocimiento independiente de toda experiencia puede existir; Razonó
que tanto el espacio como el tiempo son formas de percepción sensorial.
La intuición y como tal son sólo "condiciones de la existencia de las cosas como apariencias". Antes de descartar
tal opinión como una mera fantasía metafísica, los científicos deberían reflexionar que la fisiología sensorial está
adquiriendo una tendencia cada vez más kantiana. Otro famoso experimento kantiano es el que genera las
geometrías clásicas no euclidianas (hiperbólicas, elípticas) reemplazando el axioma de las paralelas de Euclides.
(o algo equivalente) con formas alternativas. Las proyecciones demográficas y económicas son otros ejemplos
de la experimentación kantiana: "Veamos qué seguiría si adoptáramos una visión algo diferente...
La experimentación kantiana no requiere ningún aparato excepto a veces una computadora. Las formas de
experimentación características de las ciencias naturales son baconianas y galileanas; sobre ellos, se puede
decir, descansa toda la ciencia natural. En las ciencias históricas, conductuales y principalmente observacionales,
las actividades exploratorias normalmente terminan en la formulación de opiniones cuyas implicaciones pueden
comprobarse mediante estudios sociológicos de campo, datación por carbono, determinación de los hechos del
asunto, referencia a documentos históricos o un telescopio a una región predeterminada del cielo. Todas estas
actividades son de espíritu galileano, es decir, son evaluaciones críticas de ideas.
El efecto de la experimentación galileana es preservarnos de la indignidad filosófica de persistir
innecesariamente en el error. Cualquier científico experimentado sabe en su corazón lo que es un buen
experimento: no sólo es ingenioso o está bien ejecutado en cuanto a técnica; es algo bastante agudo; una
hipótesis hace bien en haberla hecho frente. De este modo

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El mérito de un experimento reside principalmente en su diseño y en el espíritu crítico con el que se lleva a cabo.
A veces se necesitarán aparatos elaborados y costosos, pero nadie debería dejarse engañar por la noción
romántica de que cualquier científico digno de ese nombre puede llevar a cabo un experimento sin más aparatos
que hilo, lacre y unas cuantas latas de frijoles vacías; No existe ningún método concebible mediante el cual se
pueda estimar un coeficiente de sedimentación con una lata de frijoles y un hilo, a menos que alguien sea capaz
de hacer girar la lata alrededor de su cabeza más de mil veces por 5 segundo. Por otra parte, los científicos
deben actuar con discreción al respecto. el costo y la complejidad de los instrumentos que sienten que necesitan
utilizar. Antes de apoderarse de costosas plantas y de los servicios de sus colegas día y noche, los científicos
deben asegurarse de que sus experimentos valgan la pena. Bien se ha dicho que "si no vale la pena hacer un
experimento, no vale la pena hacerlo bien".