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1. Fenómenos eléctricos de la fibra cardíaca: El corazón tiene un sistema de conducción eléctrica que
coordina la contracción de las células cardíacas. Esto se refleja en el electrocardiograma (ECG),
que registra la actividad eléctrica del corazón.
2. Débito cardíaco: El débito cardíaco es la cantidad de sangre que el corazón bombea por minuto y
está regulado por factores como la frecuencia cardíaca y el volumen sistólico.
3. Regulación de la presión arterial: La presión arterial se mantiene dentro de ciertos límites gracias
a mecanismos de regulación que involucran el sistema nervioso autónomo, hormonas y la
regulación de la vasoconstricción y vasodilatación.
4. Regulación vascular periférica: La resistencia de los vasos sanguíneos periféricos es fundamental
para regular la presión arterial y el flujo sanguíneo a diferentes tejidos.
5. Factores que modifican el flujo coronario: El flujo sanguíneo en las arterias coronarias que nutren
el corazón es esencial para su funcionamiento y puede ser influenciado por factores como la
demanda de oxígeno y la dilatación de los vasos coronarios.
6. Circulación venosa y capilar: La circulación venosa regresa la sangre al corazón, mientras que la
circulación capilar permite el intercambio de nutrientes y desechos en los tejidos.
7. Circulación cerebral, esplénica, renal y cutánea: Cada uno de estos sistemas circulatorios tiene
características y funciones específicas en el suministro de sangre a diferentes órganos y tejidos.
8. Fases del ciclo cardíaco: El ciclo cardíaco consta de varias fases, incluyendo la sístole y diástole,
que están relacionadas con fenómenos eléctricos, mecánicos y hemodinámicos en el corazón.
En resumen, la fisiología cardiovascular abarca el estudio de la función del corazón, la circulación
sanguínea y los mecanismos de regulación que permiten mantener un flujo sanguíneo adecuado en el
cuerpo.
La presión arterial es un indicador crucial de la salud cardiovascular. Se mide en dos números: la presión
arterial sistólica y la presión arterial diastólica. La presión arterial sistólica representa la fuerza ejercida
por la sangre en las arterias cuando el corazón se contrae (sístole), mientras que la presión arterial
diastólica es la presión en las arterias cuando el corazón se relaja entre latidos (diástole).
La presión arterial alta, también conocida como hipertensión, es una condición en la que la presión arterial
es crónicamente elevada. Lo peligroso de la hipertensión es que a menudo no presenta síntomas
evidentes, lo que la convierte en una "asesina silenciosa". Si no se controla, puede provocar graves
problemas de salud, como ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardíaca e
insuficiencia renal.
El tratamiento de la presión arterial alta suele implicar una combinación de cambios en el estilo de vida y,
en algunos casos, medicamentos recetados. Los cambios en el estilo de vida pueden incluir una dieta baja
en sodio, ejercicio regular, control del estrés, reducción del consumo de alcohol y dejar de fumar.
El electrocardiograma (ECG o EKG) es una herramienta fundamental en el diagnóstico y seguimiento de
problemas cardíacos. Esta prueba registra la actividad eléctrica del corazón a lo largo del tiempo y se
representa gráficamente en un trazado. En un ECG normal, se pueden observar una serie de ondas que
representan diferentes fases del ciclo cardíaco.
Cada complejo en el electrocardiograma consiste en una serie de deflexiones o ondas. Estas ondas
incluyen la onda P (que representa la despolarización auricular), el complejo QRS (que representa la
despolarización ventricular) y la onda T (que representa la repolarización ventricular). Estas mediciones
proporcionan información sobre el ritmo cardíaco, la conducción eléctrica y la función cardíaca en general.
El ECG también es útil en el seguimiento de enfermedades cardíacas crónicas. Al comparar los ECG
actuales con los anteriores, los médicos pueden evaluar los cambios en la actividad eléctrica del corazón
y determinar si ha habido algún deterioro en la función cardíaca a lo largo del tiempo. Esta información
es valiosa para el diagnóstico y la gestión de enfermedades cardíacas.