Nicolás Copérnico nació el 19 de febrero de 1473 en la ciudad de

Thorn en Polonia; fue un hombre renacentista que destaca como

matemático, astrónomo y católico.
Copérnico fue un hombre que dedicó casi toda su vida al estudio y a
la observación. Los datos que recopiló durante años fueron
plasmados en su gran Obra, Sobre las revoluciones de los orbes
celestes, en la que expuso la teoría de que los astros giran alrededor
del Sol conocida como la teoría heliocéntrica; esta teoría ya había
aparecido el térmico con Aristarco de Samos, un antiguo astrónomo
griego que formuló tal modelo unos dieciocho siglos antes.
Este cambio en la comprensión astrónomica tuvo profundas
implicaciones ciéntificas y filosóficas.
Cuestionó las nociones tradicionales sobre el lugar de la humanidad
en el universo y estimuló una reevaluación de las bases de
conocimiento.
Un dato curioso es que en ese entonces todavía no se había
inventado el telescopio, pero observando los eclipses de luna y el
movimiento de los planetas y las constelaciones, acabó por encontrar
una explicación a lo que veía, hacia 1514. Además, Copérnico utilizó
muchas observaciones de astrónomos anteriores, algunas de las
cuales no eran del todo precisas.
Copérnico trajo un cambio paradigmático en la astronomía, propuso
un modelo heliocéntrico argumentando que la Tierra y otros planetas
orbitan alrededor del Sol, desafiando la visión geocéntrica en la que
la tierra esta en el punto central predominante. Su obra principal,
"De revolutionibus orbium coelestium" publicada en 1543, presentó
esta teoría revolucionaria, aunque no fue plenamente aceptada en su
tiempo. Posteriormente, las observaciones de Galileo Galilei y
Johannes Kepler respaldaron las ideas de Copérnico consolidando la
revolución Copernicana asentando las bases para la cosmología
moderna. Este cambio no solo transformó la comprensión del
cosmos, sino que también impactó profundamente en la forma en
que la humanidad se ve a sí misma en relación con el universo.
Vemos estas ideas como contrarias a las de la Iglesia católica, que
consideraba a la humanidad y a la Tierra como el centro propio y real
del universo de Dios. Podríamos decir que la ciencia venció a la
teología.
A pesar del intento de la Religión Católica de ocultar las teorías de
Copérnico en los siglos siguientes, pensadores como Galileo y
Newton contribuirían a aumentar los conocimientos sobre el
movimiento y las características de los planetas, las lunas y las
estrellas. Por eso se dice que Copérnico fue uno de los primeros
protagonistas de la revolución científica iniciada en el Renacimiento.
La Revolución Copernicana marcó el comienzo de la era moderna en
la astronomía y la ciencia, impulsando un enfoque más centrado en la
evidencia empírica 'y el método científico.