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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS


CENTRALES “RÓMULO GALLEGOS”
ÁREA DE POSTGRADO

Ensayo

Autora: Elida Alcalde


Doctor: Franklin Rodríguez

La Victoria, septiembre de 2023


El presente ensayo argumentativo lo realizo a partir de el comienzo
filosófico en el cual los pensadores hablaban de teoría del conocimiento muy
diferente a lo que sucede en la modernidad en la cual los pensadores hablan
de filosofía de la ciencia. Al respecto hace alrededor de 500 años Nicolás
Copérnico puso al Sol en el centro del sistema planetario, Johann Kepler
estableció que las órbitas no son circulares, sino elípticas y Galileo Galilei,
entre otros hallazgos, mostró que el Sol no es el centro de todos los
movimientos y poniendo las leyes físicas en ecuaciones, Isaac Newton cerró
el ciclo de estos dos siglos brillantes y es que desde la perspectiva de los
resultados obtenidos, analizando los principios, el método científico así como
su validez y su verdad a través de las ciencias es que la filosofía se ocupa de
la ciencia.
En este sentido desde el punto de vista del inicio de la revolución científica
se le otorga a Nicolas Copérnico (1473-1543) quien Nació en Polonia y
estudió leyes, medicina, filosofía y bellas artes y, por no dejar, aprendió una
cierta cantidad de astronomía. Estudió todo el sistema de Tolomeo, pero no
era un gran astrónomo, sus observaciones no fueron exactas. Fue un gran
pensador revolucionario del Renacimiento. Resolvió según lo descrito por
Velázquez (2004), que “el viejo sistema de los cielos era una verdadera
maraña y que la Naturaleza no podía ser así” (p.82) . Debido a que en este
periodo se descarta la teoría geocéntrica de Claudio Ptolomeo, considerado
el padre de la astronomía, quien ya en el siglo II d. C. planteó que el centro
cósmico era la Tierra y que a su alrededor giraban los cuerpos celestes. Esta
visión del universo concordaba con las escrituras bíblicas y los dogmas
cristianos. Copérnico reformuló a su manera la teoría Heliocéntrica del
Sistema Solar, formulada inicialmente por Aristarco de Samos con la
publicación de su obra sobre el movimiento de los astros.
Por consiguiente, la diferencia fundamental entre la propuesta de Aristarco
en la antigüedad y la teoría de Copérnico es que este último emplea cálculos
matemáticos para sustentar su hipótesis. Precisamente a causa de esto, sus
ideas marcaron el comienzo de lo que se conoce como la revolución
científica. A partir de la publicación de su libro y la refutación del sistema
geocéntrico defendido por la astronomía griega, la civilización rompe con la
idealización del saber incuestionable de la antigüedad y se lanza con mayor
ímpetu en busca del conocimiento.
Relacionado a lo expuesto ya en siglo XVI Nicolás Copérnico llega a
utilizar una comparación mística entre el sistema solar y la Trinidad, en la
que se sostenía que el universo era en su conjunto la imagen y analogía de
la Trinidad. El Padre era el centro (el Sol), el Hijo las esferas en torno,
mientras el Espíritu era el complejo de relaciones dentro del universo (Khun,
1985). En realidad, la analogía entre Dios y el Sol no era suya, sino que
provenía del culto neoplatónico al Sol. Como señala Ferris (1990), la idea en
sí misma era muy popular en su época, y de hecho no podemos olvidar que
Cristo fue modelado por los pintores del Renacimiento sobre bustos de
Apolo, el dios solar.
Sin embargo, para el momento histórico en el que Copérnico aporta su
teoría no se contaba con un método científico claramente delimitado, ni de
las herramientas conceptuales adecuadas ni de instrumentos como el
telescopio herramientas que permitieran conjugar adecuadamente
experimentación y razonamiento teórico motivo por el cual su teoría tardo en
ser comprobada, esto nos deja claramente un razonamiento que implica el
hecho de que para que toda investigación fluya la misma debe poseer las
herramientas para que se comprobada.
Al igual que Copérnico, Johannes Kepler (1571 – 1630) sostuvo que sería
el Sol el cuerpo celeste más importante y centro de todo el universo. Dedujo
pues las leyes de la dinámica del sistema planetario y dio sentido a las
intuiciones de Copérnico. Pero antes de que esto pudiese ser aceptado, la
posibilidad del sistema tenía que ser establecida por la observación directa.
Este iba a ser el trabajo de Galileo Galilei.
No fue hasta Galileo Galilei (1564-1642), considerado el padre de la física
moderna e importante observador astronómico quien sistematizó y confirmó
los descubrimientos de Copérnico utilizando el telescopio en sus
observaciones. Galilei estableció que la galaxia era una agrupación de miles
de estrellas y que la superficie de la Luna no era lisa, sino que tenía montes
y valles. Descubrió también los satélites de Júpiter y las manchas solares,
reafirmando la idea de que la Tierra no era el centro del universo. Galilei, al
igual que Copérnico, fue duramente cuestionado por la Iglesia católica, que
consideraba las nuevas teorías contrarias a las Sagradas Escrituras. La
investigación científica comenzó a apegarse a una concepción lógica y
matematizada del mundo y del universo.
La idea heliocéntrica del universo, que Copérnico puso en marcha, que
fuera rescatada nuevamente por Kepler y llegara a quedar establecida con
Galileo, es decir, lo que se ha dado en llamar “revolución copernicana”,
implicó una seria derrota para el pensamiento medieval (que aún hoy busca
persistir, como todos sabemos). Kepler necesitó a Copérnico para colocar al
Sol en el centro del Universo, y a Galileo para demostrar que Copérnico
estaba en lo cierto y que los cuerpos celestes no son perfectos. Galileo
reitera pues lo que Copérnico ya había afirmado, basándose en las
observaciones de que disponía sobre los astros. La Tierra, al igual que el
resto de planetas del Sistema Solar, giraba diariamente alrededor del Sol,
que permanecía fijo y que era el centro del Universo conocido hasta
entonces.
En consecuencia, la ciencia moderna comienza a introducir datos
verificables y comprobables que fortalecen el método científico. La
importancia de los aportes de Galileo radica en la aplicación de un método
científico que dio un nuevo valor al papel de la experiencia y de la
matemática en el conocimiento. Se sentaron las bases del método científico
que es aportado por Galileo (problema, hipótesis, experimentación o
comprobación empírica y conclusión) en varios campos desde la medicina, la
matemática, la geografía, la física, hasta la astronomía. la Revolución
Científica significó el corte de la tradición medieval dando paso al
racionalismo y pensamiento moderno, que desplazó la fe medieval como
principio regente de la vida y al nacimiento formal de las ciencias, basadas
en el método científico y en el empirismo racionalista.

Bibliografía

Ferris, T. (1990). La aventura del Universo. Barcelona: Crítica.


García, A. (2010). La unión entre ciencia y poesía en el primer cuarto del
XVIII en Inglaterra. Universidad de Cordoba. Disponible en:
file:///C:/Users/Usuario/Downloads/DialnetLaUnionEntreCienciaYPoesiaEn
ElPrimerCuartoDelXVIII-3353280.pdf consulta: [6 septiembre 2023]
Khun. T. (1985). La revolución Copernicana. Barcelona: Ariel.
Velásquez, H. (2004). Origen, naturaleza y conocimiento del universo.
Cuadernos de Anuario Filosófico. Departamento de Filosofía Universidad
de Navarra.

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