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Constituyentes de las membranas biológicas.

Contenidos de la clase:

- Actualizando el modelo.
- Lípidos.
- Proteínas.
- Azúcares.
- Propiedades físicas de la membrana.

1. Actualizando el modelo.
En esta clase analizaremos los constituyentes de las membranas biológicas, haciendo énfasis en
algunas características propias de la membrana que han permitido actualizar el modelo planteado
por Singer y Nicolson del mosaico fluido.

Actualmente ha sido demostrado que aparte de la fluidez y principalmente la condición de


mosaico de la membrana plasmática, existen otras características que permiten definir su
comportamiento molecular. Ya hemos visto que los experimentos de FRAP permiten demostrar la
diferencia de fluidez de las membranas, por lo cual, podemos asumir que existen restricciones de
movimiento de sus distintos componentes. Por otro lado, existe una asimetría intrínseca de la
membrana que queda en evidencia al comparar la composición de los componentes las hojas
citoplasmáticas y extracelulares. La composición de las membranas plasmáticas tiene una relación
estrecha entre su composición y la estructura, por lo que además podremos suponer que el
espesor de las membranas no siempre es el mismo.

2. Lípidos.
Los lípidos constituyen aproximadamente el 50 % del peso de las membranas, con unos 5 millones
de moléculas por µm2 de estos, los principales representantes corresponden a los
glicerofosfolípidos.

Estas macromoléculas están formadas por un glicerol central y dos cadenas hidrocarbonadas
hidrofóbicas y un grupo polar. Esta característica le otorga su condición de anfipática.

Los glicerofosfolípidos pueden presentar variaciones en las cadenas hidrocarbonadas que


determinarán cambios en la fluidez de una membrana. Por ejemplo, una bicapa lipídica con un alto
contenido de fosfolípidos de cadenas saturadas se traduce en una menor fluidez que otra
membrana formada por fosfolípidos con cadenas hidrocarbonadas insaturadas.

Además, los glicerofosfolípidos pueden diferir en sus grupos polares dentro de los que destacan 4
tipos, pero los importantes y más comunes son:

Fosfatidilcolina: Es el fosfolípido más abundante, también se le conoce con el nombre de lecitina.


Fosfatidilserina: Es un tipo de fosfolípido que, en condiciones fisiológicas, se localiza hacia el lado
citoplasmático de la membrana, sin embargo, durante la muerte celular programada (apoptosis),
puede cumplir funciones de reconocimiento para macrófagos. Esta característica es útil para
detectar células que están realizando este proceso.

Fosfatidiletanolamina: Es el segundo fosfolípido en abundancia, lo podemos localizar


principalmente en el lado citoplasmático de la membrana.

Fosfatilinositol: Es otro tipo de fosfolípido que cumple una función relevante en la vía de
señalización mediada por fosfolipasa C y la formación de fosfatidil inositoles (IP, IP3) y diacilglicerol
(DAG), como veremos en la clase de señalización celular
(https://sketchfab.com/models/b3564ec834f84397a3188edab5e5acd9/embed)

Esfingolípidos: Además de los glicerofosfolípido, existen otro tipo de moléculas lipídicas de


características anfipáticas, estos son los esfingolípidos. Molecularmente se trata de un
aminoalcohol con una larga cadena hidrocarbonada, contienen un ácido graso de cadena larga
adherido al grupo amino de la esfingosina. Las regiones de menor fluidez de la membrana
concentran esfingolípidos. El esfingolípido más abundante es la esfingomielina. Son abundantes en
el sistema nervioso donde destacan los cerebrósidos y los gangliosidos.

Esteroles: El principal esterol de las células animales es el colesterol, molecularmente está


formado de cuatro anillos hidrocarbonados (ciclopentanoperhidrofenantreno) con un hidroxilo en
uno de los anillos, esta particularidad le otorga características anfipáticas. El colesterol lo podemos
encontrar en membranas de células animales, pero no vegetales, donde encontraremos
fitoesteroles.

3. Proteínas.
Las proteínas asociadas a las membranas biológicas cumplen una serie de funciones,
topológicamente pueden encontrarse en la superficie de la bicapa lipídica (proteínas periféricas) o
en insertadas en ella (proteínas integrales). La densidad y cantidad de proteínas en la bicapa
lipídica va a variar dependiendo de la célula, todo esto tiene que ver con el grado de
especialización de cada célula. Por ejemplo, la mielina tiene sólo un 18% de proteínas, ya que es
sumamente importante que tenga alto contenido de lípidos para aislar eléctricamente a la célula,
por otro lado, las mitocondrias tienen un 76% de proteínas.

Proteínas integrales. Las proteínas integrales entran en contacto con la región hidrofóbica de la
membrana. Pueden ser proteínas unidas parcialmente (monotópicas) o atravesar la bicapa
(transmembrana). La característica propia de este tipo de proteínas es la abundancia de
aminoácidos hidrofóbicos e hidrofílicos, dispuestos de tal manera de ser afines con la membrana.

Proteínas periféricas. Las proteínas periféricas de membrana no interactúan con la región


hidrofobóbica de la membrana, si no que se unen a la membrana de manera indirecta mediante
interacciones no covalentes con proteínas integrales de membrana o directamente mediante
interacciones con las cabezas de los glucolípidos. Se localizan en una cara citosólica o
exoplasmática de la membrana.
Proteínas ancladas a la membrana. Se unen de forma covalente a uno o más lípidos de
membrana. La cadena hidrófoba del lípido se encuentra en una de las capas de la membrana y
ancla a la proteína.

4. Azúcares.
Las moléculas de carbohidratos también cumplen roles relevantes en la estructura y función de las
membranas biológicas. Estas macromoléculas se presentan exclusivamente en la cara extracelular
de la membrana en forma de glicolípidos o de glicoproteínas. Gracias a su hidrofilia coordinan
moléculas de agua para mantener la membrana hidratada, además, posee un rol en la formación
de paredes celulares en hongos y células vegetales o su equivalente en algunas células animales a
la forma de glicocálix. El mecanismo a través del cual se produce estas uniones covalentes de
azucares a la membrana biológica se denomina glicosilación y será analizada más adelante.

5. Propiedades físicas de la membrana.


Fluidez. La fluidez de la membrana depende de la temperatura, la composición lipídica y la
estructura de las colas hidrófobas. Los fosfolípidos con cadenas de ácidos grasos cortas e
insaturadas tienden a ser más fluidas. El contenido de colesterol también influencia la fluidez,
disminuyéndola dentro de un rango de concentración.

Movimientos en la membrana. Debido a la fluidez de la membrana, los distintos componentes


presentan varios grados de libertad de movimiento, mientras que otros se encuentran
termodinámicamente limitado. En el plano de la membrana, en el caso de los fosfolípidos, estos
pueden difundir lateralmente, pueden rotar sobre su eje o presentar movimiento de flexión. Pero,
además, existe un tipo de movimiento que sólo se ha detectado en fosfolípidos denominado "flip-
flop", que corresponde el cambio de cara de la membrana catalizado por enzimas denominadas
flipasas, flopasas y escramblasas. Estos últimos movimientos son relevantes para el
establecimiento de la asimetría de la membrana.

Asimetría. La asimetría es la distribución diferencial de lípidos entre las dos monocapas de lípidos
que componen las membranas. Mientras en el retículo endoplasmático ambas monocapas son
muy similares, pero no idénticas, en cuanto a la composición lipídica, las membranas del lado trans
del aparato de Golgi y los compartimentos post-Golgi suelen tener una clara diferencia de
composición.

Dominios de las membranas. La estructura de la membrana no es homogénea, esto permite la


formación de lugares físicos denominados dominios. Estos dominios se establecen por las
variaciones de sus componentes lipídicos y proteicos. Por ejemplo, existen dominios especializados
en curvar las membranas donde se acumulan la maquinaria proteica que permite la formación de
vesículas, asociados a ciertos fosfolípidos que, por las características de sus cabezas polares,
permiten este proceso.

Otros dominios físicos de las membranas corresponden a acumulaciones de colesterol y


esfingolípidos, que como hemos visto, poseen cadenas hidrocarbonadas más largas, lo que permite
la formación de dominios de mayor espesor. Estas estructuras favorecen el anclaje a la membrana
de proteínas integrales de dominios hidrofóbicos de mayor tamaño, excluyendo proteínas
integrales pequeñas. Estos dominios corresponden a las balsas lipídicas que cumplen un rol
relevante en la transmisión sináptica y la señalización celular.

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