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Construcción de una rutina. Por Walt Lees.

Hace miles de años, en el comienzo de la historia, algún


exhibicionista de Neanderthal descubrió un nuevo modo de llamar la
atención. Intuyó que si en su truco favorito (el de hacer aparecer un
guijarro debajo de un cuenco de barro) aumentaba el número de
cuencos y añadía unos cuantos guijarros extra, se hacían posibles
toda clase de apariciones, desapariciones y penetraciones.
Se dio cuenta que el valor de entretenimiento del truco se
multiplicaba por mil. Así nació la Rutina.
Desde entonces, los magos de todos los tiempos han apreciado el
valor que tiene el acoplar sus efectos en rutinas. Piense cuantos de
los llamados trucos clásicos son en realidad rutinas: los Aros Chinos
es una rutina.., las Cartas al Bolsillo es una rutina.., la Cuerda
Cortada y Recompuesta… Las Monedas a trav4s de la mesa.., La
Carta Ambiciosa.., etc., etc. Todos ellos son rutinas.
Así pues, ¿qué es una rutina?. Por lo que a este artículo se refiere
una rutina es:
CUALQUIER PRESENTACION EN LA QUE VARIOS TRUCOS SE
COMBINAN BUSCANDO UN EFECTO ACUMULADO.
Eso es un apetitoso bocado, pero ¿qué entendemos por efecto
acumulado?. Para contestar esta pregunta, trate de imaginarse a
dos magos actuando. El primero toma una cuerda, la corta, la
recompone y la deja. Luego coge una baraja, alguien elige una
carta, él la adivina, y a continuación deja las cartas. Puede que
realice los dos trucos muy bien y obtenga el aplauso que cada uno
de ellos se merece. El publico disfruta con ambos juegos, pero no
hay efecto acumulado. Lo que el público ha visto es a un hombre
que puede hacer un truco con una cuerda y otro con una baraja.
Imagínese ahora al segundo actuante. Necesita una cuerda, y la
produce del aire. Cogiendo unas tijeras la corta en dos trozos, y a
continuación la cuerda queda unida otra vez. Repite todo haciendo
que un espectador corte la cuerda, y la recompone de nuevo. Con
cada repetición el misterio aumenta. Finalmente entrega la cuerda
para que sea examinada, pero esta desaparece al abandonar las
manos del mago.
El segundo actuante puede no ser técnicamente mejor que el
primero, pero con una rutina cuidada ha creado la impresión de que
puede hacer lo que quiera con esa cuerda. Esto es el efecto
acumulado. Al montar una rutina no hay que perder de vista nunca
el efecto acumulado. Eso es lo que tratan de conseguir las rutinas.
Hay cinco principios básicos que generalmente se utilizan en la
construcción de una rutina. Trataremos cada uno por separado,
pero en la práctica las rutinas combinan dos o más de estos
principios.
Como siempre en la magia, no hay nada que sea exacto e
invariable.
El primer principio podríamos llamarlo:
1. MISMO EFECTO - DIFERENTE METODO.
Este es el tipo de rutina en la que el actuante, aparentemente, repite
dos o tres veces el mismo truco. El público va quedando cada vez
más asombrado con cada repetición, porque no pueden pillar al
mago. Y esto es porque suponen que esté repitiendo el mismo truco
y utilizando el mismo método todas las veces.
De hecho, aunque el efecto sigue siendo el mismo, el método
utilizado varía. Al no haber un único método, es imposible
detectarlo.
El efecto acumulado creado por este tipo de rutina es que el
actuante es tan habilidoso que es imposible pillarle.
La construcción de una rutina de este tipo es un proceso lógico.
Primero se decide el efecto que hay que realizar, y luego se
investigan todos los posibles métodos de conseguirlo.
Hay que tener en cuenta que los dos criterios importantes son:
1. Similitud de efecto.
2. Diversidad de método.
Habiendo encontrado todos los métodos disponibles, decidir cuales
son los dos o tres más adecuados para sus fines. La primera vez
que se hace el truco, el público no sabe cual será el efecto, así pues
el mejor método es el más sencillo y directo. Para la última vez,
cuando el publico esté en guardia y acechando como buitres, hay
que utilizar el más sutil y sofisticado. Para la vez intermedia (a
veces, si va a haber ese numero de repeticiones), elija métodos lo
menos parecidos posible al primero y al último.
Los peligros que hay que evitar al construir una rutina de este tipo
son:
• QUE LA RUTINA SEA DEMASIADO LARGA. Recuerde que
por lo que al público se refiere, se esté repitiendo el mismo
truco una y otra vez. Al principio se sentirán curiosos e
interesados, pero una curiosidad frustrada puede convertirse
rápidamente en aburrimiento.

• QUE NO TENGA UN FINAL DEFINIDO, Trate siempre de


trabajar hacia un clímax. La repentina aparición de algo
totalmente inesperado, o la desaparición de un objeto que se
esté utilizando, etc., indicará a todos que el truco ha
terminado.

• ASEGURESE DE QUE EL PUBLICO SE DA CUENTA DE


QUE EL TRUCO VA A ACABAR EN BREVE Y QUE NO LO
VA A ALARGAR INDEFINIDAMENTE. Con algunos trucos,
tales como las monedas a través de la mesa, o las cartas al
bolsillo, pueden ver que se acerca el final. Por otra parte, con
los aros chinos o una rutina del tipo de “dos en la mano y una
en el bolsillo”, no hay ninguna indicación, y demasiadas
repeticiones pueden causar desasosiego.

Al segundo principio básico de las rutinas podríamos llamarlo:


2. DIFERENTES EFECTOS – MISMOS OBJETOS.
En este tipo de rutinas encajan algunas como la clásica "Cubiletes y
Bolas", "Chop Cup", "Bolas de esponja", el "Hanky Panky" de
Koran, etc. Es el tipo de rutina en la que el actuante tiene muy
pocos objetos, y con ellos produce una gran variedad de efectos
diferentes en sucesión.
El efecto acumulado que produce este tipo de rutina es que, dados
unos pocos y simples objetos, el mago puede hacer todo lo que se
le ocurra. Este tipo de actuación siempre tiene un cierto aire de
improvisación, casi como si al mago se le fueran ocurriendo las
cosas conforme va actuando. Este es el principal atractivo, y hay
que explotarlo al máximo.
Construir una rutina como esta es simple. Primero es necesario
decidir qué aparatos se van a utilizar. En segundo lugar, piense
todos los posibles efectos a los que los objetos pueden adaptarse.
Teniendo ya tantas variaciones como pueda, redúzcalas a sólo dos
o tres, eliminando cualquier efecto similar o repetido. Recuerde que
en este tipo de rutina, como oposición al tipo anterior, la variedad
del efecto es la piedra angular.
También es deseable variar los métodos lo más posible, pero la
repetición ocasional de un movimiento o principio es permisible si el
efecto es distinto cada vez. (Así, el efecto magnético del "Chop
Cup" se puede utilizar a lo largo de toda la rutina para obtener
diferentes efectos).
Habrá que montar la rutina como una escena. El primer truco
deberé ser uno fuerte, que capte el interés del público. El efecto
final deberé ser el más espectacular y memorable. Los trucos
intermedios deberán contrastar con estos dos y entre ellos mimos, y
el ritmo deberé ser variado.
El peligro inherente a este tipo de rutinas es:
• LA TENTACION DE INCLUIR DEMASIADOS TRUCOS.
Tenemos que estar en guardia contra esto. Una rutina
demasiado larga es mortal, tanto para el público como para el
actuante. Por lo tanto, incluye únicamente los mejores efectos.
Otro principio de las rutinas es:
3. PREPARACION SECRETA- FINAL IMPOSIBLE.
Este tipo de rutinas se utiliza muy a menudo ante público
compuesto por magos, con mayor frecuencia que ante público
general, aunque hay una o dos excepciones a esta regla: el robo del
reloj, de Carlysle es una de ellas.
El concepto básico es que aunque aparentemente se estén
realizando uno o dos trucos, el actuante se esté preparando
secretamente para una bomba final. Los trucos se realizan como
acto de cobertura y proporcionan la misdirection necesaria para
ocultar los preparativos secretos.
El efecto acumulado de estas rutinas se manifiesta cuando se
alcanza el clímax final y se presenta al auditorio un misterio
inexplicable.
Generalmente la construcción de estas rutinas es bastante
elaborada. El actuante debe decidir el clímax de la rutina. Tiene que
hallar el camino y los medios de preparar ese clímax, bien antes o
durante la actuación. Al hacer esto, tiene que descubrir o inventar
trucos de preparación del terreno que permitan hacer/ocultar los
preparativos secretos. Tiene que tener presente todo el tiempo que
si el público tiene la más ligera idea o sospecha de que se estén
haciendo preparaciones, toda la rutina se volveré nula y sin efecto.
Sin embargo, y después de haber dicho todo lo anterior, hay que
reconocer que mucha de la magia más refinada y asombrosa se ha
producido con este tipo de rutinas.
Los peligros son numerosos. Aquí van unos pocos:
• INCLUIR EFECTOS INFERIORES por razones puramente
técnicas.

• REVELAR EL EFECTO DEMASIADO PRONTO después de


haber hecho las preparaciones. El retrasarlo es importante.
Debe haber, al menos, un truco entre la terminación de las
maniobras secretas y la revelación.

• HACER LA RUTINA DEMASIADO LARGA. Normalmente es


un problema el evitar este peligro. Si trabajamos con una
baraja ordenada a priori, es muy tentador hacer el máximo de
trucos posible que no perturben el orden. Uno o dos serán
suficientes.

El siguiente principio es la rutina de combinación que podríamos


denominar:
4. VARIOS TRUCOS - TODOS HECHOS A LA VEZ.
Este es, posiblemente, el tipo más corriente de rutina.
De hecho es tan frecuente que muy poca gente piensa que es una
rutina.
En su forma más básica, es el tipo de efecto en el que el actuante
muestra 2 cajas vacías, luego coloca un objeto en una de ellas.
Este desaparece de allí y aparece (un duplicado) en la otra. En
otras palabras, se combinan una desaparición y una aparición para
producir una transposición. Los mentalistas utilizan con frecuencia
rutinas de este tipo. Un ejemplo de este tipo es en el que varias
personas eligen cada una un objeto diferente, por medio de una
serie de forzajes. Entonces el actuante adivina su elección, o revela
Lo que había predicho. De forma similar, el cartomago puede hacer
que se elijan varias cartas y que sean devueltas a la baraja, para
luego descubrirlas en rápida sucesión.
Este tipo de rutina es en el que el actuante busca el efecto
acumulado por medio de una serie de clímax que se suceden uno
tras otro. Bien realizado puede resultar muy impresionante.
Para montar una rutina de esta naturaleza, hay que tener en cuenta
que todos los objetos que se utilicen tienen que tener algún
denominador común. La relación existente entre los trucos es la que
ayuda a crear el efecto acumulado. Así pues, tiene que haber una
razón lógica para hacer varios trucos juntos.
También hay peligros que hay que tener en cuenta:
• DEMASIADOS TRUCOS SOLAMENTE CONFUNDIRAN AL
PUBLICO. En estas rutinas es esencial que el público siga de
una manera plena todo lo que esta sucediendo, pues de otra
manera se perderá el impacto del clímax final. No hay que
confundir al público con la inclusión de demasiados objetos
distintos.

• SI TODO LOS FINALES LLEGAN AL MISMO TIEMPO,


TAMBIEN DEBEN HACERLO LOS PRINCIPIOS. AI realizar
una rutina de esta clase, todos los trucos tienen que tener su
comienzo con los preliminares necesarios, antes de que algo
mágico suceda. Y en esta etapa todo tiene que ser acentuado
y doblemente acentuado para que el público no se despiste.
Todo esto puede llevarnos a un largo rato sin que ocurra nada
de gran interés.
Y así llegamos al último principio básico:
5. RUTINA POR PRESENTACION.
1. Charla unida a la rutina. Cuando el. mago cuenta una
historia y utiliza la magia para ilustrar las diversas fases.

2. Insertar trucos de unión. Digamos que un mago desea


realizar un truco utilizando una bola de billar, y seguir con un
truco de cigarrillos. Puede formar una rutina con los dos
juegos insertando un truco en el que la bola de billar se
transforme en un pitillo.

3. Aparatos entrelazados. El actuante hace un truco con una


cuerda. Luego coge un gran aro y hace un juego con la
cuerda y el aro. A continuación deja la cuerda y hace un truco
con el aro, etc...

4. Tener un tema. Por ejemplo, el cartomago puede empezar


por hacer que dos cartas cambien de lugar. Después sigue
haciendo que cuatro ases cambien de sitio con cuatro reyes,
luego todas las cartas rojas cambian de sitio con las negras,
etc., etc...

En ninguno de los casos anteriores hay una razón técnica para


hacer la rutina. El motivo es simplemente realzar La presentación.
Este tipo de rutina no se utiliza demasiado en la magia de cerca,
aunque "School for Croupiers" de Bobby Bernard, explicado en el
vol. 2 de Close-Up de Lewis Ganson, es un ejemplo, lo mismo que
"Prize winning act" de Kevin Fox en el que describe tos diversos
trabajos que ha realizado.
En magia de cerca este tipo de rutina es generalmente más
adecuada para competiciones y para shows de magos que para
trabajos comerciales, aunque algunos magos, sin duda, han tenido
éxito en esta esfera.
Los peligros son:
• DESLIZAMIENTO DEMASIADO SUAVE DE UN TRUCO A
OTRO, no permitiendo que el público reaccione. Un público
que se siente ignorado pronto pierde interés.

• AÑADIR TRUCOS EXTRA CON EL UNICO FIN DE


CONTINUIDAD, haciendo una rutina demasiado larga.
Así pues, estos son los principios más importantes que subyacen en
la mayoría de las rutinas.
Existen otros, pero son más limitados en sus aplicaciones.
Generalmente estén limitados a un tipo específico de aparato o
efecto. Este artículo trata de comentar el amplio espectro de las
rutinas en términos generales.
Habiendo comentado ya los principios básicos, aquí van algunos
puntos sobre el tema en general:
• EFECTO ACUMULADO, que ya ha sido mencionado varias
veces como la rezón básica para construir rutinas en primer
lugar.. Una rutina bien construida esté pensada para crear un
efecto acumulado específico. Este efecto tiene que estar en la
mente del creador desde el primer momento en que se
concibe la rutina. Tiene que ser la línea maestra a la que se
acople toda la rutina.

• LA DURACION DE LA RUTINA es
otro punto que hay que acentuar repetidamente.
Evidentemente no hay una duración standard para las rutinas.
La pregunta de qué duración debe tener una rutina es como
decir qué largo debe tener una cuerda. Debe ser
suficientemente larga para crear el efecto acumulado, pero no
más. Una rutina demasiado larga es una mala rutina.

• EL FINAL DE LA RUTINA debe llegar cuando usted crea que


el público ya ha visto suficiente. Si los trucos seleccionados
han sido cuidadosamente elegidos, la atracción puede
terminar después de acabar cualquiera de ellos.

El actuante es el único que sabe que esta haciendo una


rutina.

El es el único que sabe que hay más o mejores juegos a


continuación.

No se obligue nunca a llegar al clímax de la rutina contra


viento y marea. Es mejor hacer una pausa después de cada
fase y asegurarse de que el público quiere seguir. Si no lo
desean, usted ha acabado con un buen juego y la cosa
termina ahí.

EN UNA BUENA RUTINA EL CONJUNTO ES MEJOR QUE LA


SUMA DE LAS PARTES. EN UNA MALA RUTINA OCURRE LO
CONTRARIO.

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