Edición No.

8 - Julio de 2014
E l cierre de nuestro período, en lo que
concierne a la producción de la Carta Ju-
Los tribunales marítimos panameños: Una rídica Apediana (CJA), lo hacemos con el
jurisdicción internacional especializada tema “Los tribunales marítimos paname-
ños: Una jurisdicción internacional espe-
cializada”, documento que deja constan-
cia de lo que ha avanzado el país en esta
Mensaje del presidente materia, de tanta importancia, ya que en
esa labor no solamente está el prestigio
de las unidades jurídicas involucradas, sino la imagen de Pa-
Introducción namá ante el mundo naviero.

La competencia de los tribunales ma- Resaltamos el trabajo investigativo de la socia Fanny De la

rítimos Rosa, autora de esta edición de la CJA, así como del resto de
los integrantes del Consejo Jurídico Consultivo, quienes se
¿Por qué solamente mil dólares? preocuparon por ilustrarnos con una temática de mucha rele-
vancia, sobre todo en las aspiraciones de la nación paname-
Conclusiones ña para posicionarse como un centro internacional marítimo
y de logística.
Recomendaciones
A través de este documento evidenciamos el interés que las
diferentes administraciones públicas le han conferido a la es-
Consejo Jurídico Consultivo tructuración de los tribunales marítimos, desde hace 32 años,
no solamente dotándoles de las correspondientes legisla-
Roberto Troncoso B. – coordinador ciones, del personal especializado y bilingüe, sino también
Ivette Franco creándoles la mística del servicio puntual las 24 horas del dia,
César Ruiloba los 7 días de la semana y los 365 del año. Esta no es una
Peter Chatlani tarea fácil, especialmente en el sector público.
Martha Luna
Leroy Sheffer Pero todo no está consumado, y como lo anota la autora de
Fanny De La Rosa la presente reflexión en las consabidas conclusiones y reco-
Morabia Guerrero mendaciones, aun hay muchos aspectos que necesitan me-
Luis A. Chalhoub jorarse, como la creación de los tribunales de apelaciones,
Rosendo Miranda capacitación del personal en Derecho Marítimo y las corres-
pondientes mejoras salariales, de tal manera de llevar a estas
Asociación Panameña de instancias a los más altos niveles de competitividad.
Ejecutivos de Empresa
Fernando Aramburú Porras
Dirección: Avenida Justo Arosemena y Presidente
Calle 31, frente a la piscina Adán Gordón.
Licda. Fanny De La Rosa
Teléfonos: 204-1500 Fax: 204-1510. Obtuvo su diploma de Licenciada en Dere-
cho y Ciencias Políticas en la Universidad de
www.apede.org Panamá, República de Panamá, y posee una
Maestría en Derecho Corporativo y Financie-
La Carta Jurídica Apediana es una publicación de la Aso- ro, de Widener University, Delaware, Estados
ciación Panameña de Ejecutivos de Empresa, aunque Unidos. Es Agente de Aduanas desde l995.
no representa, necesariamente, la opinión del gremio. Actualmente es socia de la firma De La Rosa
& Segura, oficina especializada en temas de
litigio marítimo y derecho comercial, en donde se desempeña
como abogada y consultora.

Ingresó a la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa en

febrero de 2006. Elegida para ser parte de la Junta Directiva, pe-
ríodo 2009-2010, prisidió la Comité de APEDE Joven y actualmen-
te es la presidenta de la Comisión de Asuntos Jurídicos.

Carta Jurídica Apediana - Julio de 2014

 Los tribunales marítimos panameños:
Una jurisdicción internacional especializada
Introducción
El objetivo de la presente Carta Jurídica
Apediana es realizar una breve reflexión,
acerca de las ventajas competitivas que
tiene Panamá al contar con una “Jurisdic-
ción Marítima Internacional Especializada”
y conocer las valiosas herramientas proce-
sales con que cuenta para la resolución de
conflictos.
Nuestro país es reconocido internacio-
nalmente por la fortaleza de sus servicios
comerciales, bancarios y marítimos. No es
casual que en Panamá se concentre un
Canal, un robusto entramado portuario,
una Zona Libre y una creciente plataforma
logística, que la han posicionado como uno
de los centros de servicios marítimos más
importantes de la región. Hoy día Panamá
cuenta con herramientas eficaces para
favorecer su competitividad en el área ma-
rítima y una de ellas es la de contar con
una Jurisdicción marítima internacional es-
pecializada en la atención de controversias
surgidas en este ámbito.
Los tribunales marítimos de Panamá son
de suma importancia, dada nuestra una
historia marítima, sustentada en una privi-
legiada posición geográfica y la operación
del Canal de Panamá, siendo esta última
de notable valor para el tránsito marítimo
en nuestras aguas. Ante esta realidad de
mantener buques en tránsito constante en
el territorio, que transitan por el Canal, es
que se permite que aquellas embarcacio-
nes que se encuentran envueltas en recla-
maciones nacionales o extranjeras puedan
ser sometidas a la jurisdicción de estos tri-
bunales.
Los tribunales marítimos panameños tie-
nen competencia privativa para conocer
de las acciones derivadas de los actos que
surgen del tráfico, comercio y transporte
marítimo en las aguas jurisdiccionales pa-
nameñas y también fuera de ellas en deter-
minados casos, por lo que el estudio y com-
prensión de la especialidad de los mismos
resulta trascendental.
El objetivo de este ensayo es dar a conocer
aspectos fundametales de los tribunales
marítimos, como lo son su evolución his-
tórica, su organización, su competencia,
las clases de procesos que se ventilan en
ellos, sus características y, en fin, todo lo
concerniente a su estructura y beneficios
que ofrecen a sus usuarios.
Antecedentes
Carta Jurídica Apediana - Julio de 2014
El principal antecedente de la creación de
los tribunales marítimos panameños, se
presenta por la actividad jurisdiccional que
se realizaba en la Zona del Canal a través
de la Corte de Distrito de los Estados Uni-
dos para la Zona del Canal, la que tenía
jurisdicción sobre todos los reclamos civi-
les, penales y marítimos surgidos en la de-
nominada Zona del Canal de Panamá y en
los puertos. Estos reclamos se remitían en
grado de apelación a la Corte de Apelacio-
nes del Quinto Circuito con sede en Luisia-
na, New Orleans.
La Corte del Canal de Panamá cesó ope-
raciones en virtud a la entrada en vigencia
del Tratado Torrijos-Carter, firmado el 7 de
septiembre de 1977.
Con la entrada en vigencia el Tratado del
Canal, a nuestro país se le restituyó el te-
rritorio conocido anteriormente como Zona
del Canal, que incluía la vía acuática, sus
instalaciones y los puertos de Balboa y
Cristóbal, adquiriendo así la plena jurisdic-
ción sobre toda esta área, incluyendo las
controversias surgidas del tráfico marítimo,
antes procesadas por tribunales norteame-
ricanos.
El Código de Procedimiento Marítimo de
1982, fue preparado por una comisión con-
formada por abogados que solían trabajar
bajo el viejo sistema que operaba en la an-
tigua Zona del Canal, y profesionales gra-
duados de universidades de los Estados
Unidos, Inglaterra y Panamá, entre ellos
el Dr. Woodrow De Castro, Lcdo. Roy Phi-
llips, Lcdo. José Angel Noriega, Lcdo. Joel
Medina, Lcdo. Guillermo Márquez Amado,
Guillermo Jurado, entre otros.
En virtud de los antecendentes es innega-
ble la influencia jurídico procesal nortea-
mericana en nuestras actuales normas de
procedimiento marítimo.
La Ley 8 de 1982 reafirma, una vez más,
la posición de Panamá como un país inte-
resado en los temas marítimos y así tener
un lugar importante entre las naciones que
conforman la comunidad marítima interna-
cional, comprometido con el desarrollo de
su marina mercante y la evolución de sus
leyes marítimas. Esta ley procesal crea una
nueva jurisdicción, exclusivamente para las
causas marítimas, basada en principios
que permiten que estas sean decididas
de manera rápida y eficiente, intentando
alejarse de las frecuentes dificultades que
confrontan los tribunales panameños de
otras jurisdicciones.
Es así como a través del artículo tres de
la Ley 8 del 30 de marzo de 1982, se creó
un Tribunal Marítimo con sede en el co-
rregimiento de Ancón, distrito de Panamá.
Hasta el año 2001, únicamente existía un
tribunal marítimo, sin embargo, ese año
fue reformado el Código Judicial mediante
la ley 23 de 1 de junio de 2001 y se creó
el Segundo Tribunal Marítimo que goza de
la misma jurisdicción y jerarquía que el Pri-
mer Tribunal y ambos se mantienen, hoy,
ubicados en el corregimiento de Ancón, en
nuevas sedes en el sector de Balboa.
La ley 8 de 1982 ha sido modificada en dos
ocasiones. La primera por la Ley 11 de 23
de mayo de 1986 y la segunda por la Ley
12 de 23 enero de 2009, inspirada esta úl-
tima en una iniciativa institucional de con-
solidación de la normativa marítima en sus
diferentes ámbitos, en función del perfec-
cionamiento de la Estrategia Marítima Na-
cional, diseñada por el Estado panameño.
Conformación de los tribunales
marítimos panameños
Actualmente existen dos (2) tribunales ma-
rítimos, cada uno cuenta con un juez, un
juez suplente, un secretario, un asistente
del juez, un alguacil, al menos dos oficiales
mayores, un portero, un contador y perso-
nal subalterno para otras funciones. Los
jueces actuales son: en el Primer Tribunal
Marítimo, el Lcdo. Calixto Malcom; y en el
Segundo Tribunal Marítimo, la Lcda. Gisela
Agurto.
El personal que integra los tribunales marí-
timos panameños es bilingüe y debe tener
conocimientos en materia marítima, ade-
más debe cumplir horarios especiales de
trabajo, debido a que los tribunales están
disponibles las veinticuatro (24) horas del
día, los 365 días del año, a la comunidad
marítima internacional, con el fin de ejecu-
tar secuestros marítimos e iniciar procedi-
mientos judiciales por reclamaciones que
se presenten. Recordemos que la mayor
parte de las naves que están involucradas
en los reclamos judiciales se encuentran de
manera temporal en aguas panameñas y
requieren que sean secuestradas a través
de diligencias judiciales de carác-
ter urgente.
La última reforma
estableció la
creación del Tribunal de Apelaciones Ma-
rítimas que contará con tres magistrados,
un magistrado suplente, un secretario, un
asistente legal para cada magistrado, al
menos dos oficiales mayores y el personal
subalterno que sea necesario. A pesar que
esta reforma a la Ley de Procedimiento
Marítimo fue promulgada hace ya 5 años,
el Tribunal Marítimo de Apelaciones no ha
sido implementado aún y todavía se man-
tiene como tribunal competente, para co-
nocer de las apelaciones de los tribunales
marítimos, la Sala Civil de la Corte Supre-
ma de Justicia.
La competencia de los tribuna-
les marítimos
La competencia del tribunal marítimo es
sumamente especial para Panamá y Lati-
noamérica, principalmente por ser una ins-
tancia especializada que conoce de causas
internacionales. Entre sus usuarios encon-
tramos actores del comercio y la industria
marítima, pudiendo mencionar a marinos,
a quienes se les adeudan sus salarios o
que procuran obtener indemnizaciones
laborales producto de actos negligentes o
culposos por parte de los propietarios de
las naves; también a propietarios de naves,
fletadores, transportistas, aseguradoras,
suplidores de bunkers y suplidores de otras
necesidades para las naves, quienes en-
cuentran en los tribunales marítimos pana-
meños una oportunidad de poder resolver
sus controversias.
La Ley de procedimiento marítimo señala
en su artículo 19 que estos tribunales son
los competentes para conocer de todo
asunto que se refiera a transporte, tráfico
y comercio marítimo, que ocurra dentro de
las aguas jurisdiccionales panameñas, sin
embargo, la misma Ley prevé en este artí-
culo que cuando estos casos sobre tráfico,
transporte y comercio marítimo ocurran
fuera de la jurisdicción panameña, el tri-
bunal marítimo panameño podrá ser com-
petente, siempre que ocurra alguno de los
siguientes supuestos:
1. Cuando las respectivas ac-
ciones vayan dirigidas contra la nave o
su propietario, y la nave sea secuestrada
dentro de la jurisdicción de la República de
Panamá, como consecuencia de tales ac-
ciones.
2. Cuando el tribunal marítimo
haya secuestrado otros bienes
pertenecientes a la parte
demandada, aunque
Carta Jurídica Apediana - Julio de 2014
esta no esté domiciliada dentro del territorio
de la República de Panamá.
3. Cuando la parte demandada
se encuentre dentro de la jurisdicción de la
República de Panamá y haya sido perso-
nalmente notificada de cualesquiera accio-
nes presentadas en los tribunales maríti-
mos.
4. Cuando la nave o una de las
naves involucradas sea de bandera pan-
ameña, o la ley sustantiva panameña resul-
te aplicable en virtud del contrato o de lo
dispuesto por la propia ley panameña, o las
partes se sometan expresa o tácitamente
a la jurisdicción de los tribunales marítimos
de la República de Panamá.
Algunas figuras jurídicas en el
proceso marítimo panameño
Ante las diversas situaciones que pueden
surgir en el ámbito marítimo, ya sea con
fundamento en responsabilidades contrac-
tuales derivadas de contratos de la explo-
tación del buque o de tipo extracontractual
por daños ocasionados por culpa o negli-
gencia en actividades o relaciones maríti-
mas, el Código de Procedimiento Marítimo
presenta diversos tipos de secuestros y no-
vedosas figuras procesales para hacer el
desarrollo de los procesos más eficientes
y dinámicos.
1. El procedimiento ordinario
El principal procedimiento contenido en
nuestra norma procesal es el procedimien-
to ordinario, el cual conserva ese dinamis-
mo a través de fases muy puntuales, las
cuales podemos resumir así:
- Presentación de la demanda y
secuestro.
- Comparecencia del demandado,
quien puede solicitar el levantamiento del
secuestro y contestar la demanda en un
término de treinta días.
- Si la contestación de la demanda
incluye excepciones de previo y especial
pronunciamiento, el juez celebrará una au-
diencia especial.
- Atendidas y en firmes las excep-
ciones o incidencias de previo y especial
pronunciamiento o si no las hubiere, el
juez fijará una audiencia preliminar donde
se procurará dejar establecido cuáles son
los puntos no controvertidos y limitar así
la audiencia ordinaria a aquellos puntos o
hechos que requieren se probados. Asi-
mismo se limitará el número de peritos y
testigos que se utilizarán en la audiencia
ordinaria, las materias de los peritajes y se
fijará la fecha de la audiencia ordinaria.
- Presentación de pruebas veinte
días antes de la audiencia ordinaria y cinco
días antes de la audiencia las contraprue-
bas.
- Celebración de la audiencia or-
dinaria en la cual el juez dictará sentencia
o lo hará con posterioridad, la misma será
apelable ante la Corte Suprema de Justicia,
Sala Civil (próximamente ante los Tribuna-
les de Apelaciones Marítimas).
A lo largo del proceso y hasta la fecha
programada para la audiencia ordinaria,
las partes podrán presentar los asegura-
mientos de pruebas (discoveries) que sean
necesarios con las limitaciones y proteccio-
nes que la propia ley prevé. Más adelante
explicaremos esta valiosa herramienta pro-
batoria denominada “discoveries”.
2. Los procesos in rem y la
figura del secuestro marítimo
Nuestra norma de procedimiento marítimo
presenta procesos especiales para mate-
rias como el abordaje, ejecución de hipote-
cas navales, procesos de limitación de res-
ponsabilidad y el proceso de ejecución de
créditos marítimos privilegiados, resaltando
esta pluralidad de procedimientos, el grado
de especialización de nuestros tribunales.
La existencia de la figura del crédito marí-
timo privilegiado, como aquella ficción jurí-
dica que otorga capacidad a la nave para
ser demandada y ser tenida como parte
del proceso y que permite la persecución
contra la nave directamente por las deudas
que esta genere, es decir, la nave adquiere
esa personificación para poder ser deman-
dada.
Esta posibilidad de poder demandar a la
nave sólo puede verificarse mediante la
existencia de un proceso idóneo (in rem),
que permita que una nave sea considerada
demandada y eso lo regula en Panamá el
proceso de ejecución de crédito marítimo
privilegiado. Por ejemplo, si una persona
en un puerto en Asia suministra un com-
bustible a una nave, la cual zarpa de ese
puerto y no cancela la deuda, será necesa-
rio establecer si de acuerdo a la legislación
aplicable (generalmente la ley del lugar en
donde se suministró el servicio), el crédito
que surge por el suministro de combustible
tiene la categoría de privilegiado, de ser
así, este suministrador de combustible do-
miciliado en Asia podrá contactar a un abo-
gado panameño para que esta nave que
fue beneficiada con el suministro, al pasar
por las aguas panameñas (tránsito por el
Canal de Panamá), pueda ser sometida a
una acción in rem, o sea, ser demandada y
secuestrada, para que sus representantes
comparezcan en nombre de la nave y en-
frenten la causa que se le reclama.
En cuanto a los secuestros que realiza el
tribunal marítimo, tienen otras funciones
además de servir como garantía para ob-
tener las resultas del proceso. Por un lado,
sirven para adscribir competencia sobre
causas que surjan contra personas que no
se encuentran domiciliadas en la República
de Panamá, es decir, un demandado que
no se encuentre en territorio panameño,
pero su nave se encuentra en aguas pa-
nameñas, permitirá que con su secuestro,
el propietario-demandado se vea obligado
a comparecer y defender su causa. Por el
otro lado, como explicamos en el ejemplo
anterior, el secuestro servirá también para
ejecutar créditos marítimos privilegiados.
Estas ventajas procesales, vienen fortaleci-
das por elementos como la inmediación del
juez al evaluar la demanda que se le pre-
senta, servicio las 24 horas, facilidad para
la presentación de pruebas en copias y en
idioma inglés para cumplir la prueba indi-
ciaria que exige la ley, el efecto de notifica-
ción de la demanda una vez se aprehende
físicamente la nave y costos legales que re-
sultan significativamente más económicos
que otras jurisdicciones.
Es importante señalar que cuando se trata
de secuestros, para que el tribunal adscriba
competencia sobre causas surgidas en el
extranjero o que los demandados tengan
su domicilio fuera de Panamá o que el se-
cuestro se realice para ejecutar un crédi-
to marítimo privilegiado, el juez exigirá al
demandante- secuestrante una caución
de mil dólares americanos (US$ 1,000.00)
para cubrir los daños y perjuicios que se
puedan sufrir, situación muy distinta cuan-
do el secuestro sea solamente para garan-
tizar las resultas del proceso, cuya caución
será similar a la que conocemos en otras
jurisdicciones donde el juez fijará una cau-
ción entre el veinte y treinta por ciento de la
cuantía de la demanda.
¿Por qué solamente mil dólares?
La reglas de procedimiento marítimo no se
limitan a exigir mil dólares solamente, sino
que imponen una obligación probatoria al
secuestrante de que debe probar indiciaria-
mente o prima facie la existencia del recla-
mo, los hechos generadores del reclamo e
inclusive la razonabilidad de la cuantía de-
mandada, asimismo demostrar que en la
ley aplicable al reclamo existe un privilegio
sobre el crédito reclamado, etc. Es decir,
el juez debe tener una idea bastante clara
que el reclamo es razonable y sustentable,
Carta Jurídica Apediana - Julio de 2014
que se puede evidenciar la existencia de
alguno de los hechos, que las partes son
las involucradas en los hechos del caso, de
allí, que la ley establezca de manera espe-
cial que la solicitud de secuestro en estos
casos, debe ir siempre acompañada de la
demanda.
3. El apremio
Ante la gran responsabilidad que mantie-
nen los jueces marítimos de decretar se-
cuestros contra naves que realizan ope-
raciones altamente onerosas, la ley prevé
que en caso que la parte secuestrante haya
actuado de mala fe, por error o negligencia,
pero haya logrado el secuestro de la nave,
el demandado o alguien que tenga interés
sobre el bien secuestrado podrá advertir al
Juez que el secuestro no debió dictarse, ya
sea porque existía un acuerdo previo de no
secuestrar o porque el bien secuestrado no
perte nece al demandado o porque de tra-
tarse de un secuestro para la ejecución de
un crédito marítimo privilegiado, ese crédito
se encuentra extinguido o es inexistente.
El Juez una vez advertido de la petición de
un recurso de apremio, citará al demandan-
te-secuestrante para que en el término de
la distancia comparezca para que sustente
su secuestro, de no lograrlo, el juez ordena-
rá el levantamiento inmediato del secuestro
y condenará en costas al secuestrante. De
igual manera, el juez marítimo será compe-
tente para conocer vía incidental en el mis-
mo proceso, la determinación de los daños
y perjuicios que el secuestrado sufrió mien-
tras el secuestro estuvo vigente.
Esta es la forma extraordinaria en que se
logra levantar un secuestro temerario, sin
embargo, no podemos dejar de mencionar
que todo demandado podrá levantar en
todo momento el secuestro de la nave, con-
signando el valor de su precio o mediante
una suma que garantice el pago de la cuan-
tía de la demandada, sus intereses por tres
años, las costas por el trabajo en derecho
que hayan sido fijadas temporalmente en el
auto que decretó el secuestro y los gastos
que se hayan consignado en concepto de
custodia y mantenimiento de la nave (la ley
exige la suma inicial de US$ 2,500.00).
4. Mecanismos de terminación
anticipada del proceso
El procedimiento marítimo permite, en ca-
sos especiales, tramitaciones sumarísimas
para la obtención de sentencias, por ejem-
plo en casos en que de la demanda y la
contestación de la demanda y de las prue-
bas que existan en el expediente, se deter-
mina que no existen hechos controvertidos
y que la discusión se limita a una sobre el
derecho aplicable a la controversia, cual-
quiera de las partes podrá solicitar previa-
mente a la celebración de la audiencia pre-
liminar, que el juez dic te sentencia en base
al Procedimiento Abreviado que establece
el Código de Procedimiento Marítimo, me-
diante la celebración de una audiencia es-
pecial.
Por otro lado, en caso que la demanda no
haya sido contestada por el deman dado, el
procedimiento faculta al juez, en caso que
el demandante lo solicite, a dictar sentencia
si de los hechos y las pruebas se deduce
la existencia del derecho, toda vez que un
indicio a favor del demandante surgirá en
virtud de la falta de contestación.
5. ¿Qué sucede si los hechos
del caso ocurren en aguas del
Canal de Panamá?
Resulta interesante que la Ley otorga al
tribunal marítimo de Panamá jurisdicción
y competencia privativa en las causas que
surjan en aguas panameñas relacionadas
al tráfico, comercio y transporte marítimo,
sin embargo, remite a las leyes de la Auto-
ridad del Canal cuando se trate de hechos
ocurridos en sus aguas.
Para ahondar un poco en esto, es impor-
tante que recordemos que en las manio-
bras que se realicen en las aguas del Ca-
nal, ya sea para el tránsito en la vía o en la
entrada a puertos, a estas embarcaciones,
la Autoridad del Canal del Panamá les asig-
na un piloto o práctico, quien de manera ex-
cepcional releva al Capitán de la nave del
control sobre ella, siendo el piloto respon-
sable de la navegación durante el tránsito
o maniobra. Es imprescindible resaltar que
esta situación es especialísima, ya que en
cualquier otro lugar que no sea el Canal de
Panamá, los pilotos o prácticos son aseso-
res del Capitán y nunca este último pierde
el mando y control de la nave, como ocurre
en la vía acuática panameña.
Ante esta particular situación, la ley de la
Autoridad del Canal de Panamá crea una
responsabilidad especialísima y su verifica-
ción la reglamenta a través de un proceso
que obliga a cualquiera embarcación que
sufra algún daño en aguas del Canal, a
solicitar una investigación a una Junta de
Inspectores del Canal de Panamá,
quienes por con ducto de
una audiencia, con la pre-
sencia de los
testigos, indagará sobre los hechos del
caso y determinará, mediante una opinión,
la posible responsabilidad que tenga o no
el Canal de Panamá. Una vez emitida esa
opinión, el afectado reclamará el pago de
los daños a la Autoridad del Canal y si
esta rechaza el reclamo, podrá, entonces,
el afectado formalizar una demanda contra
la Autoridad del Canal de Panamá ante los
tribunales marítimos panameños.
6. Los “discoveries” o asegura-
mientos de pruebas
Una de las figuras más dinámicas y nove-
dosas dentro del procedimiento marítimo
es el “Discovery” o “Aseguramiento de
Prueba”, el cual, a nuestro concepto, es
uno de los pilares fundamentales de este
procedimiento. Esta institución procesal de
aseguramiento de pruebas representa un
enorme avance en comparación con el pro-
cedimiento de la jurisdicción civil ordinaria
y, particularmente, en cuanto a la recaba-
ción de las pruebas.
La figura del “Discovery” tiene su antece-
dente inmediato en la Reglas Federales de
Procedimiento Civil de los Estados Unidos
de América. Este proceso probatorio se rea-
liza a lo largo del procesamiento, en el cual
las partes pueden intercambiar libremente
todo tipo de documentos e información y
tienen la obligación de proporcionarle a la
otra parte la información y documentación
que esta última solicite, salvo algunas res-
tricciones.
Los “Discoveries” se caracterizan porque
en la mayoría de los casos se llevan a cabo
sin la intervención del tribunal de la causa;
un ejemplo de ello son las “declaraciones
juradas de parte o depositions”, herramien-
tas procesales con las cuales el abogado
puede citar a un testigo a declarar a sus
oficinas y en donde el juzgado comisiona a
un funcionario para que comparezca para
grabar esta declaración y también se le da
traslado a la contraparte para que compa-
rezca.
El interrogatorio se realiza en la oficina
del abogado, sin intervención del tribunal.
Es importante señalar que este testimonio
debe seguir ciertas reglas para que pueda
ser utilizado en la audiencia ordinaria. Pri-
meramente ese testigo deberá comparecer
en la audiencia ordinaria para que frente al
juez dicte su testimonio, lo que
brinda una enorme ven-
taja a los abogados, ya
Carta Jurídica Apediana - Julio de 2014
que de antemano conocen lo que los tes-
tigos van a decir y pueden darse cuenta si
se contradicen en la audiencia, para lo que
tendrán la oportunidad, a través de las vías
procesales, de disputar el testimonio.
Los “Discoveries” se basan, fundamen-
talmente, en seis herramientas a saber:
la toma de declaraciones juradas o depo-
sitions, la toma de declaraciones por testi-
monio escrito, los interrogatorios escritos,
suministro de documentos, los exámenes
físicos y mentales y las aceptaciones de
hecho.
Esta figura tiene una enorme ventaja fren-
te al derecho probatorio del procedimiento
civil ordinario, y es que la verdad material
sale a la luz en una etapa muy temprana
del proceso, en donde generalmente se ini-
cia una vez presentada la contestación de
la demanda y no en una etapa tardía como
lo es al final de la práctica de pruebas den-
tro del proceso. Esta ventaja favorece los
arreglos extrajudiciales o en su defecto
contribuye a limitar los temas sobre los
cuales el juez va tener que pronunciarse.
En el evento en que haya alguna negativa
por alguna de las partes en suministrar la
información solicitada, la Ley de Procedi-
miento Marítimo establece sanciones, las
cuales pueden ser pecuniarias, pero más
allá de la sanción pecuniaria el hecho de
rehusarse a suministrar voluntariamente un
aseguramiento de prueba es considerado
por el juez como un grave indicio en su
contra; inclusive la falta de contestación de
una petición de aseguramiento de prueba
consistente en aceptaciones de hecho, el
juez tendrá como aceptado el hecho que
se dejó de contestar.
7. Hipoteca naval
En el año 2008, bajo un criterio de actuali-
zación integral de las normas marítimas se
incluyó la ley de puertos, asimismo se re-
guló una nueva ley de Comercio Marítimo,
la cual, en su articulado, incluye normativa
actualizada sobre Hipoteca Naval, tanto
para su constitución y registro, de mane-
ra que para los armadores internacionales
fuese atractivo el registro de sus naves, por
las facilidades en la anotación de sus gra-
vámenes.
De esta manera, el Código de Procedi-
miento Marítimo incluyó en sus reformas
del 2009 un procedimiento especializado
para la ejecución de hipotecas navales,
con características muy atractivas, el cual
resalta su flexibilidad al momento de pre-
sentar la demanda, con requisitos básicos
como demostrar la existencia de la deuda
y una certificación de la inscripción de la
hipoteca. De esta manera el juez podrá
secuestrar la nave bajo la modalidad de un
proceso in rem y con esta acción ejecuta-
da se notificará a la demandada, tenien-
do la misma treinta días para contestar la
demanda en la cual tendrá que proponer
todas las defensas o excepciones que a
bien tenga, para que se convoque una au-
diencia especial en la que se conocerán las
defensas y el fondo del caso para emitir la
sentencia final.
Conclusiones
Luego de analizada la estructura del proce-
dimiento marítimo, sus antecedentes y su
importancia dentro de un grupo de normas
y elementos diseñados para consolidar una
Estrategia Marítima Nacional, podemos
concluir lo siguiente:
1. El Procedimiento Marítimo pa-
nameño tiene como fin la atención de usua-
rios nacionales e internacionales para la
resolución de controversias que surgen en
el comercio, tráfico y transporte marítimo.
La mayor parte de los marinos del mundo,
suplidores de combustibles y otras nece-
sidades para embarcaciones, armadores,
fletadores de naves, dueños de carga,
propietarios de remolcadores, armadores
que han sufrido abordajes, aseguradoras
que han pagado reclamos marítimos, entre
otros, pueden encontrar en los tribunales
marítimos panameños una alternativa para
presentar sus causas y garantizar el pago
de sus recla mos mediante el secuestro de
las naves involucradas en el caso.
2. Panamá ha actualizado la ma-
yor parte de su legislación marítima, tal
es el caso del Código de Procedimiento
Marítimo, incorporando novedosas figuras
como el procedimiento de hipoteca naval y
el procedimiento de abordaje a procesos ya
conocidos como el procedimiento de ejecu-
ción de créditos marítimos privilegiados,
procedimiento de limitación de responsabi-
lidad del armador, entre otros. Esta actua-
lización va de la mano con los avances que
procura el Estado panameño en consolidar
una plataforma logística que responda a los
objetivos y misiones de la Estrategia Maríti-
ma Nacional.
3. Un sistema dinámico de obten-
ción de pruebas (“discoveries”) se convier-
te en un verdadero atractivo, que garantiza
procesos menos rigurosos y costosos en
materia probatoria facilitando la obtención
y presentación de pruebas, lo cual lo distin-
gue de otras jurisdicciones.
t 4. La posibilidad de obtener sen-
tencias en plazos muy cortos ante la inexis-
encia de hechos controvertidos o ante la
falta de comparecencia de los representan-
tes de la nave o las personas demandadas,
permite la satisfacción de créditos de ma-
nera eficiente.
5. La industria marítima panameña
cuenta con peritos calificados en diferentes
áreas como investigación de accidentes,
suministros de “bunkers”, operaciones de
varias naves, avalúos de naves, expertos
en estructuras de buques, seguridad en el
mar, procedimientos de reparación y entra-
da a diques, en fin, una gama de expertos
que permite a las partes y a los tribunales
ser auxiliados en aspectos técnicos por es-
tos expertos y obtener una sentencia acor-
de a derecho sustentada en serios criterios
náuticos y legales.
6. La oferta panameña sobre las
facilidades para el registro de buques y
constitución de hipotecas navales viene a
complementarse con un proceso sumarí-
simo de ejecución de hipoteca navales, lo
que garantiza al acreedor la facilidad de
acudir al país de registro, obtener fácilmen-
te un secuestro de encontrarse la nave en
Panamá y rematar el bien para satisfacer el
crédito hipotecario.
7. La existencia de medidas de
protección instauradas en el procedimiento
marítimo, permite a diferentes actores de
comercio marítimo que, ante la sospecha
evidenciada de un fraude a acreedores me-
diante intentos del traspaso de la nave o
la instauración de gravámenes, pueden los
tribunales ordenar a las autoridades nacio-
nales para el Registro de Naves de Pana-
má que se prohíba el cambio de propietario
de la nave y la no inscripción de graváme-
nes que afecten la nave, siendo esto una
alternativa para aquellos casos donde el
tribunal marítimo sea competente, pero la
nave no se encuentre en aguas territoriales
Carta Jurídica Apediana - Julio de 2014
panameñas.
8. La comunidad marítima internacional ha
mantenido interés en utilizar las instancias
panameñas y anualmente se tramitan en-
tre ciento veinte casos promedio, que van
desde pequeños reclamos salariales de
marinos en barcos de bandera extranjera,
hasta grandes reclamos por daños sufridos
en materia de abordaje.
Consideramos que a nivel internacional,
los actores de comercio podrán facilitar la
recuperación de sus deudas e indemniza-
ciones, asimismo a nivel local, empresas
como aseguradoras que han pagado recla-
mos de sus aseguradores por daños a la
carga u otros riesgos marítimos, una vez
subrogados en los derechos de sus ase-
gurados podrán comparecer al tribunal ma-
rítimo para recuperar las sumas pagadas
cuando existan terceros responsables de la
pérdida sufrida. La ocurrencia de aborda-
jes, reclamos por entregas de bunker, su-
ministros a naves, así como reparaciones
realizadas por empresas nacionales a nivel
local, también se benefician con la existen-
cia de los tribunales marítimos y sus diná-
micos proceso.
Recomendaciones
1. Consideramos que se hace ne-
cesario el inicio del funcionamiento de los
tribunales de apelaciones para eliminar la
mora judicial que actualmente se sufre por
los casos que se encuentran en la segunda
instancia ante la Sala Civil de la Corte Su-
prema de Justicia.
2. Una vez en funciones el tribu-
nal de apelaciones, será necesario que,, de
manera conjunta con los tribunales maríti-
mos, realicen esfuerzos integrales para la
revisión de los siguientes puntos:
a. Conformación y distribución
adecuada del personal entre ambas instan-
cias.
b. Capacitación del personal en
materia de Derecho Marítimo a través de
becas, cursos y capacitaciones conjuntas
con los gremios del sector marítimo.
c. Mejoramiento de salarios y
beneficios para los funcionarios por el ca-
rácter especial de ser un tribunal que debe
estar disponible las veinticuatro horas del
día y que su personal requiere conocimien-
tos especializados y el dominio del idioma
inglés, al igual que el constante manejo de
leyes extranjeras y convenciones interna-
cionales que regulan los diferentes aspec-
tos del ámbito marítimo.
d. Dotar a los alguaciles de mejo-
res herramientas legales para sus funcio-
nes de custodios de las embarcaciones y
de ejecutores de los remates de las naves,
a fin de obtener mejores resultados en los
ejercicios de las ventas judiciales.
e. Realizar trabajos de compila-
ción de jurisprudencia en conjunto con la
Escuela Judicial o cualquier otra entidad,
para que todas las autoridades judiciales
en la Jurisdicción Marítima realicen deba-
tes y logren unificar criterios en diferentes
materias marítimas para realizar aportes
en la formación de derecho, tanto en ma-
teria sustantiva como en la unificación de
criterios para la implementación de proce-
dimientos.
A treinta dos años de la creación de los
tribunales marítimos en Panamá, en-
contramos una jurisdicción segura de su
deseo y capacidad de jugar un rol prota-
gónico en la solución de los conflictos que
puedan surgir en materia marítima, garan-
tista de la seguridad jurídica que desean
encontrar los inversionistas y lista para
posicionar a Panamá dentro de los países
más competitivos en materia de justicia
marítima.
Los tribunales marítimos de Panamá son de
suma importancia, dada nuestra una histo-
ria marítima, sustentada en una privilegiada
posición geográfica y la operación del Canal
de Panamá.