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PARTICIPACIÓN DE LA SEÑORA MINISTRA OLGA SÁNCHEZ

CORDERO DE GARCÍA VILLEGAS, EN LA PRESENTACIÓN


DEL LIBRO INTITULADO: “LA COPROPIEDAD EN EL
DERECHO MEXICANO” DE LA AUTORÍA DE AQUILES
FLORES SÁNCHEZ Y FRANCISCO DAVID FLORES SÁNCHEZ;
EN LA UNIVERSIDAD AMERICANA DE ACAPULCO,
GUERRERO, EL DÍA 25 DE ENERO DE 2013.



“La sociedad moderna


olvida que el mundo
no es propiedad de
una única generación”
Oscar Wilde.
Ilustre poeta y dramaturgo
irlandés.

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Los autores de esta brillante
aportación a la comunidad jurídica,
nos recuerdan la trascendencia de la
propiedad común, que puede ir de
un par de personas titulares de ésta,
a una pluralidad de entes
indeterminados, y en diversos
momentos, haciendo patente, como
dijera el ilustre escritor, legislador y
economista francés divulgador del
liberalismo de la historia, Frédéric
Bastiat: “El hombre no puede vivir
y disfrutar sino por medio de una
transformación y una apropiación
perpetua, es decir por medio de

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una perpetua aplicación de sus
facultades a las cosas, por el
trabajo. De ahí emana la
propiedad”.

Siempre es grato presentar una


nueva producción literaria con la que
se enriquece la comunidad jurídica,
en la que se proyecta el saber y
experiencia de los autores de una
ciencia.

Pero es aún más, cuando ésta


además de la prosperidad académica
que encierra en cada una de sus

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páginas se desarrolla a través de un
lenguaje claro y preciso de una
manera fresca y didáctica, que hace
del lector un auténtico cómplice de
las ideas de sus autores.

Por ello es para mi un honor


presentar la obra de este
extraordinario ensayo que con tanta
dedicación y cuidado nos otorgan a
la comunidad jurídica Don Aquiles
Flores Sánchez y Don Francisco
David Flores Sánchez el día de hoy
aquí en esta distinguida casa de

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estudios; como lo es la Universidad
Americana de Acapulco.

Los autores, con el amplio


conocimiento de una excelsa
investigación sobre el tratamiento
teórico de la institución jurídica
denominada copropiedad, someten a
los ojos del lector los distintos temas
tratados que se desarrollan de
manera didáctica y sencilla en el
estudio de cada uno; la utilidad de
su libro como texto de guía en el
análisis de la copropiedad resulta
innegable y será una obra de

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consulta obligada, tanto para el
estudiante como para el especialista,
pues además de las bondades y
virtudes de la obra, es sumamente
amigable.

Como es fácil imaginarlo el


trabajo va hacer recompensado a
medida que el lector se adentre en la
lectura de cada uno de los seis
capítulos en que han divido la obra a
saber: En el primer capítulo exponen
el tema de la “Genealogía Técnico
Jurídica de la Copropiedad”; en el
segundo hacen un análisis sobre el

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“Tipo y Naturaleza Jurídica de la
Copropiedad en el Derecho
Mexicano”; en el tercero abordan el
“Concepto y Estructura” de esta
figura jurídica; en el cuarto
emprenden un examen “De la
Administración y Disposición
Material de la Cosa Común”; en el
quinto presentan la “Disposición
Jurídica del Derecho de Copropiedad
sobre la Cosa Común, en los Límites
de la Cuota”; y, en el sexto se avocan
al estudio de “La Posesión en la
Copropiedad”.

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Cabe destacar que a través de
cada uno de los capítulos
mencionados los autores no tan sólo
analizan la figura de la copropiedad
como género con base en toda la
bibliografía existente tanto en el
ámbito nacional como internacional
sobre el tema, sino que también
distinguen su origen en las diversas
vertientes de los sistemas jurídicos
internacionales y la diferenciación
con las especies de esta figura, como
son la doctrina alemana, italiana y
francesa, además citan a juristas
mexicanos como son, entre otros

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destacados profesores, como Don
Rafael Rojina Villegas, quienes a
través de sus obras han tratado de
explicar, desentrañar y precisar lo
que es la especie de comunidad
denominada copropiedad.

No obstante, la alusión a la
bibliografía existente en el ámbito
nacional como internacional,
también el trabajo está enriquecido
con ilustración de los criterios
interpretativos del máximo tribunal
constitucional del país en su anterior
integración, así como de algunos

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tribunales colegiados de distintos
circuitos, pero sobre todo se
contienen notas que sirven para
destacar algunas posibles
alternativas de solución que se
pudieren sugerir para resolver
problemas en torno al ejercicio
simultáneo de la facultad de usar la
cosa común, lo que evidencia que
esta obra no tan sólo se agota en
exponer la doctrina internacional y
nacional que sobre el tema existe,
sino que también se realizan
aportaciones que podrían ser de
mucha utilidad para la solución

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práctica de los problemas jurídicos
cuyo origen derive de la copropiedad.

También, quiero destacar que en


los últimos tres capítulos se analiza
en forma acuciosa el funcionamiento
y operatividad de la copropiedad
como género constituida sobre bienes
inmuebles.

De esta manera, en el capítulo


cuarto denominado “De la
Administración y Disposición
Material de la cosa común” se expone
que la copropiedad puede ser

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regulada de manera convencional, es
decir, que los condueños podrán
establecer todas aquellas reglas
necesarias para un adecuado
funcionamiento de la misma, sin
trastocar el marco jurídico que
establecen los artículos 939, 947,
973 y 978 del Código Civil, pues de
acuerdo con lo que regulan estos
preceptos se explica lo relativo al
funcionamiento de la administración
de la cosa común; la forma en que
operan los principios de unanimidad
y mayoría para la toma de
decisiones; las formas en que puede

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realizarse la administración de la
copropiedad, ya sea que todos
administren para cada caso concreto
que se vaya presentando o que al
inicio del funcionamiento de la
copropiedad establezcan el
procedimiento para realizar la
administración, o también que por
acuerdo de la mayoría se designe a
un administrador de la cosa común;
también se analiza en qué consisten
los actos de administración y cómo
pueden ser valorados según el tipo
de patrimonio de que se trate, esto
es, a guisa de ejemplo cómo se

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clasifica el acto de dar en
arrendamiento una parte o la
totalidad del bien común a terceros
extraños; igualmente se aborda la
forma en que se interpreta el artículo
944 del Código Civil, relativo a la
conservación de la cosa común y sus
gastos; y se proponen algunas
formalidades que deben llevarse a
cabo para lograr una adecuada y
equitativa administración y
conservación de la cosa común.

En el capítulo quinto intitulado


“La Disposición Jurídica del Derecho

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de Copropiedad sobre la Cosa
Común en los Límites de la Cuota”,
cabe destacar el tratamiento que se
da a los contratos e instrumentos
jurídicos más importantes conforme
al artículo 950 del Código Civil que
sirven a todo condueño como medio
para transmitir su derecho de
propiedad que en la copropiedad
tiene en la medida de su cuota, los
cuales son: la compraventa, la cesión
y la hipoteca; también se explican los
posibles efectos jurídicos que se
producen con dicha transmisibilidad

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de la cuota –derecho de propiedad en
la copropiedad- a favor de terceros.

En forma importante, además se


establece el concepto del derecho del
tanto, su naturaleza jurídica, forma
de operar entre copropietarios,
finalidades en la copropiedad, su
sanción por violación y lo relativo a
la procedencia en torno a la renuncia
anticipada de este derecho.

Así, los autores, definen el


derecho del tanto, como aquél que
tiene cada comunero de comprar

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antes que un tercero una parte
alícuota que se deseé enajenar
perteneciente a la comunidad a la
que están sujetos.

Por cuanto a la naturaleza


jurídica de esta figura consideran
que es una institución jurídica
accesoria o derivada de otra, puesto
que presupone que el titular del
derecho se halle colocado en
determinada situación jurídica, lo
que en sí es una institución derivada
del derecho de propiedad que en
copropiedad tiene cada condueño en

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su favor, por ejemplo, el derecho del
tanto establecido a favor del
copropietario requiere que se tenga la
calidad de condueño, o en tratándose
del tanto de un coheredero éste
deberá tener formalmente dicha
calidad.

A lo largo de este capitulo, se


explica que el fundamento de esta
figura está previsto en el artículo 973
del Código Civil, en cuanto dispone,
que los propietarios de cosa indivisa
no pueden enajenar a extraños su
parte alícuota respectiva si el

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partícipe quiere hacer uso del derecho
del tanto, a ese efecto el copropietario
notificará a los demás por medio de
notario o judicialmente la venta que
tuviere convenida para que dentro de
los ocho días siguientes hagan uso de
ese derecho, transcurrido este lapso
se pierde el derecho, mientras no se
halla hecho la notificación la venta no
producirá efecto legal alguno.

Igualmente se alude a que el fin


mediato que persigue este derecho es
el de terminar con el estado de
copropiedad a través de la

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consolidación, pues ésta se logra si
uno de los copropietarios, en virtud
del derecho del tanto adquiere las
partes alícuotas de sus demás
condueños con lo cual habrá de
realizarse un acrecentamiento de
cuotas en su calidad de
copropietario, lográndose así
extinguirse la copropiedad por
consolidarse la propiedad en favor de
una sola persona, y sobre el
particular se cita el criterio
sustentado por la Tercera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la
Nación, en su anterior integración,

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sobre la finalidad del derecho al
tanto, así como los criterios que han
sostenido los tribunales colegiados
del Primero y Décimo Sexto Circuito
en relación a este tema.

Finalmente, quiero destacar el


estudio que se realiza de los efectos
de la sanción a la violación del
derecho del tanto, que en materia de
copropiedad es uno de los aspectos
más importantes y que a lo largo de
este trabajo se explica de forma clara
y precisa para que sea perfectamente
comprendido por el lector, ya que la

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transgresión a este derecho
obstaculiza uno de los fines que el
legislador civil quiso imponer con su
establecimiento, que es el relativo a
lograr la extinción del Estado indiviso
a través de la consolidación, pues el
Código Civil en su artículo 973 prevé
la causa que produce el
incumplimiento del derecho del
tanto, pues en su parte final reza:
“Mientras no se haya hecho la
notificación la venta no producirá
efecto legal alguno”.

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Asimismo, los autores
expresamente señalan la posición
que sobre el tema adoptan en
relación a renunciar anticipadamente
al derecho del tanto por parte de los
demás copropietarios desvirtúa la
finalidad que este derecho persigue,
ya que no es factible que exista un
estado de indivisión permanente
pues acorde con el artículo 939 del
Código Civil “nadie está obligado a
permanecer en la indivisión”.

En el último capítulo denominado


“La Posesión en la Copropiedad” (las

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facultades de disfrute y de uso), se
realiza una breve interpretación
sistemática de algunos dispositivos
del Código Civil que regulan el
referido tópico, ello, con la finalidad
de conocer si la posesión plural –
coposesión- entre copropietarios se
regula en el derecho civil mexicano o
no, concluyendo que la referida
codificación sí regula y permite el
ejercicio plural de la posesión en la
copropiedad; respecto a la
coposesión en la copropiedad- se
trata lo relativo a las acciones
jurídicas que de ella derivan, para

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ello se inicia con la presentación de
las dos grandes corrientes
doctrinales que sobre esta temática
los estudiosos del derecho han
elaborado, determinando en el
apartado “Lineamientos en el sistema
jurídico mexicano, relativos a la
coposesión”, las cuales consisten en
que en la primera cada copropietario
tiene la posesión de la totalidad de la
cosa siendo aquélla conjunta al tener
en cuenta que existen copropietarios
que igualmente pueden poseer toda
la cosa, sin embargo dicha posesión
está limitada por la concurrencia de

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las otras posesiones exactamente
iguales que gozan los demás
copropietarios. En la segunda teoría
se sostiene que en materia de
posesión entre los copropietarios,
éstos poseen en nombre propio de un
modo limitado, ya que el límite lo
relacionan a la proporción de la
cuota con que cuentan, y además
son simples detentadores respecto a
la parte de los demás copropietarios.

En este trabajo se explica que el


legislador civil mexicano es ecléctico,
porque toma ciertos matices de una y

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otra de dichas corrientes. En el
apartado citado se contienen notas
que sirven para destacar algunas
posibles alternativas de solución que
se pudieren sugerir para resolver
problemas en torno al ejercicio
simultáneo de la facultad de usar la
cosa común.

Lo anterior es una visión general


de lo que constituye la presente obra,
la cual, se reitera, analiza el tema de
la copropiedad como género en forma
completa y sencilla como lo han

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logrado los autores hace meritorio el
esfuerzo realizado.

En efecto, es en extremo difícil


escribir sobre una materia como la
institución jurídica que ahora nos
ocupa sobre la que se ha llamado la
atención de casi todos los tratadistas
desde hace mucho tiempo, no
obstante me lleva a concluir que el
tema tratado, como lo digo al
prologar este libro, seguirá dando
pábulo a la controversia.

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Sólo me resta decir que como
podrá apreciar el lector una vez que
tenga el ejemplar en sus manos
advertirá que es una obra que
responde a ubicar en la legislación
Civil Federal y su homólogo en el
Estado de Guerrero el problema de
cuál es la naturaleza jurídica de la
copropiedad.

Finalmente, no me queda más que


felicitar a los autores, Don Aquiles
Flores Sánchez y a Don Francisco
David Flores Sánchez, por ésta
esplendida aportación al foro, con la

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que se nutre la bibliografía jurídica
en temas de derecho Civil, y
agradecerles el hacerme partícipe de
este éxito, del que seguramente,
continuarán otros más.

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