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Seminario Diocesano de Tepic

Facultad de Teología

Dios Uno y Trino- Pbro. Lic. Artemio Parra Carrillo


Presenta: Carlos Alexis Pérez Álvarez, 2° (Curso cíclico)
Santa María del Oro, Nay., 16 de diciembre de 2022
El misterio de Dios en la tradición de la Iglesia
Cuestionario

1. ¿Fue explícitamente trinitaria la fe de la Iglesia desde los primeros momentos?


Sí, la vida de la Iglesia es esencialmente trinitaria, en el Nuevo Testamento y en la primera
predicación de la Iglesia, encontramos una Iglesia que celebra y predica su fe en el misterio
de Dios Trino y Uno, y que celebra esta fe en los sacramentos, especialmente en el
sacramento del Bautismo.
2. ¿Cuáles son los testimonios más importantes de la fe trinitaria de la Iglesia
primitiva?
 La praxis bautismal de la Iglesia primitiva es un testimonio de primer orden de que
la fe cristiana es esencialmente trinitaria.
 Los símbolos bautismales, breves resúmenes de la fe cristiana que han constituido
la base de la doctrina trinitaria.
 La liturgia Eucarística también esta ligada al misterio trinitario. La anáfora
comienza dirigiéndose al Padre, por medio del Hijo. En su desarrollo es clara la
distinción e igualdad de las tres divinas Personas.
 Finalmente, la oración cristiana, es otro testimonio de la fe trinitaria, aquí
encontramos las doxologías cristianas que tanta importancia tendrán en el desarrollo
de la doctrina trinitaria.

3. ¿A qué nos estamos refiriendo cuando hablamos de la «monarquía» del Padre?


Según la fe de la Iglesia el Padre es la primera Persona de la Trinidad. En efecto, el Hijo y
el Espíritu Santo proceden realmente de Él. «Monarquía» aquí se entiende por el hecho de
que el Padre es principio y origen de la Trinidad. Esta verdad puede desfigurarse, cuando la
monarquía se comprende como si en Dios hubiese solo una Persona real y absolutamente
divina: la Persona del Padre.
4. ¿Cuál es la afirmación fundamental del monarquianismo?, ¿qué tipos de
monarquianismo hay?
El monarquianismo niega la trinidad de personas por el procedimiento de afirmar
únicamente la persona del Padre. Los caminos elegidos para negar esta pluralidad de
personas en Dios han sido dos: o negar que Cristo sea verdaderamente Dios, o negar que
sea un subsistente realmente distinto del Padre.
Tipos de monarquianismo:
Monarquianismo adopcionista: hace de Cristo un hombre divinizado, es decir, un hombre
“adoptado” por Dios como hijo con tanta fuerza que “puede decirse” que es Dios, pero que
no lo es realmente; no es más que un hombre divinizado. También se le llama modalismo
dinámico, puesto que dice que Jesús es hijo adoptivo de Dios, en el sentido de que en Él
habita especialmente la fuerza divina, la dynamis de Dios.
Monarquianismo modalista: dice que Cristo es Dios, pero niega que sea realmente
distinto del Padre; solamente sería uno de los «modos» en que Dios Padre se nos ha
revelado. Algunos llegan incluso a afirmar que el Padre sufrió en la cruz. De ahí el
sobrenombre de patripasianos.
5. ¿En qué consiste el subordinacionismo arriano?
El subordinacionismo es una herejía consistente en afirmar una subordinación ontológica
en el seno de la Trinidad.
Arrio negó la divinidad del Verbo, concibiéndolo de una naturaleza inferior al Padre. Decía
que el Verbo era un poiema, es decir, una cosa hecha por el Padre, una criatura.
Arrio niega la Trinidad por el camino de negar la igualdad de las Personas. Afirma que hay
en Dios tres personas, pero, de hecho, solamente una es verdadero Dios: el Padre, que es el
único inengendrado, sin principio, ingénito, es decir, el único que no proviene de otro. El
Verbo, al ser engendrado por el Padre, ha recibido el ser y, por tanto, no puede ser Dios.
Cuando Arrio lo llama Dios, entiende que es Dios “por gracia”, no por naturaleza.
6. ¿Por qué la distinción de los conceptos de «naturaleza» y «persona» es tan
importante en la teología trinitaria?
La distinción entre estos conceptos ayudo a formular la enseñanza cristiana sobre el
misterio trinitario.
La pregunta por la naturaleza apunta hacia lo que esas personas tienen en común: aquello
que poseen igualmente; mientras que la pregunta por las personas apunta hacia lo que las
distingue.
La distinción entre “naturaleza” y “persona” tiene como punto de partida la experiencia
universal del género humano. Era lógico aplicar esta distinción en la teología trinitaria
diciendo que en Dios hay una naturaleza y tres personas
7. ¿Por qué se usa en el Credo de Nicea la expresión consustancial o de la misma
sustancia? ¿Qué significa?
Subrayar con el lenguaje más inequívoco posible la generación natural del Hijo por parte
del Padre. El concilio quiere proclamar así, sin dejar resquicio para ninguna ambigüedad,
que el Hijo no es algo hecho por el Padre, sino una comunicación del propio ser del Padre
por modo de generación. La única forma de entender correctamente la afirmación de que el
Hijo es “engendrado" consiste en aceptar que el Hijo recibe la sustancia del Padre. Es una
generación por naturaleza.
A los Padres de Nicea les preocupaba primordialmente afirmar la igualdad de sustancia
entre el Padre y el Hijo, es decir, afirmar que el Hijo es perfecto Dios, como el Padre. El
Hijo y el Padre no solo son “perfecto Dios”, sino que son el mismo y único Dios.
8. ¿Cómo afirma el Símbolo de Nicea la divinidad del Hijo de Dios?
Incluye una glosa de suma importancia, de la esencia (ousía) del Padre: homousios en
griego; consubstantialis en latín.
El Hijo no es algo hecho por el Padre, sino una comunicación del propio ser del Padre por
modo de generación. Se trata de una generación en la que el Padre “entrega”
verdaderamente al Hijo su propia sustancia. No es pues una generación por gracia, sino una
generación por naturaleza. La generación del Verbo no tiene lugar por una «emanación» o
«partición» de la sustancia del Padre: es toda la luz la que brilla en su resplandor.
Quedando claramente profesada la divinidad del Hijo, ya que existe igualdad de sustancia
entre el Padre y el Hijo, el Hijo es perfecto Dios como el Padre.
9. ¿Cuál es la doctrina que sostienen los pneumatómacos?
Niegan la divinidad del Espíritu Santo, dicen que es una criatura, los pneumatómacos solo
aceptaban la presencia del Espíritu Santo en forma subordinada.
10. ¿Qué enseñanzas contiene el Símbolo Nicenoconstantinopolitano acerca del
Espíritu Santo?
Afirmación expresa de la intervención del Espíritu Santo en la concepción de Cristo.
En el ciclo pneumatológico, la divinidad del Espíritu viene ya insinuada en el primer
calificativo que acompaña la mención del Espíritu: “santo”. Se trata de un calificativo
que le aplica el NT y que, tomado en su radicalidad, lo muestra como Persona divina,
pues solo Dios es santo.
Luego se dice que «el Señor», se le atribuye un nombre divino reservando para el
Padre, como era usual, el título Theós.
11. ¿Qué se quiere decir cuando se habla de unidad de naturaleza en Dios y trinidad
de personas?
La naturaleza se refiere a aquello que una cosa es (quid), es decir, a aquello que esa cosa ha
recibido por nacimiento; la persona se refiere a la singularidad de un ser inteligente, a lo
que constituye en “tu” (quis).
La pregunta por la naturaleza apunta hacia lo que esas personas tienen en común: aquello
que poseen igualmente; mientras que la pregunta por las personas apunta hacia lo que las
distingue.
Aterrizándolo al terreno trinitario, podemos preguntarnos:
¿Qué es el Padre? La respuesta es clara: Dios. ¿Qué es el Hijo? La respuesta también es
clara: Dios. ¿Quién es la primera Persona de la Trinidad? El Padre. ¿Quién es la segunda
Persona? El Hijo.
Concluyendo que en Dios hay una naturaleza y tres personas.
12. ¿Cómo explica san Agustín la unidad de Dios?
Las tres Personas participan igualmente de la misma naturaleza divina; esta unidad se
manifiesta en que, fuera de su estricto ser personal, las tres Personas son iguales en todo.
“Aunque sean cosas diversas ser Padre y ser Hijo, sin embargo, la sustancia no es distinta;
porque estos nombres no se dicen según la sustancia, sino según la relación”.
Es por ello necesario expresar en singular todos los atributos propios de la esencia divina.
En cambio, es necesario expresar en plural lo que corresponde exclusivamente a las
Personas, esto para salvaguardar esta unidad de Dios.
13. ¿Qué importancia tiene la relación en la teología agustiniana sobre las Personas
divinas?
Hay algo en el seno misterioso de la esencia divina que dice relación: paternidad, filiación,
espiración; pero esta relación no puede ser accidental en Dios. Un solo Dios, una sola
esencia, una sola sustancia numéricamente idéntica. Al mismo tiempo, sabemos por la
revelación que esta única esencia es poseída por tres subsistentes, Padre, Hijo, Espíritu
Santo, que son un mismo y único Dios. Se trata de tres distintos entre sí, pero idénticos a la
esencia divina. Son distintos única y exclusivamente en lo que tienen de relativos entre sí;
no son distintos con respecto a la misma esencia divina.
No todo lo que se predica de Dios se predica referido a su sustancia, sino referido a tres
que son relativos entre sí: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
14. ¿Cómo distingue san Agustín las relaciones de origen del Hijo y del Espíritu
Santo respecto del Padre?
Lo hace mediante la analogía psicológica, la analogía basada en la vida del espíritu
humano. La procesión del Hijo es parecida a la procesión de la palabra interior, la palabra
de la mente, la procesión del Espíritu Santo es parecida a la procesión del amor, que sigue
necesariamente a la inteligencia.
Mientras que el Hijo procede del Padre por generación y por eso es Hijo, Verbo e Imagen
del Padre; el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo como Amor y por eso es Don.
15. ¿Cómo explica san Agustín la imagen trinitaria en el hombre?
Si Dios es esencialmente Trinidad, en el hombre, creado a su imagen, se encontrará una
huella de esta trinidad en la que se realiza la unidad de Dios.
Para él existe una auténtica analogía, un verdadero parentesco, entre los actos humanos de
inteligencia y de amor, y la íntima vida de Dios constituida también por el conocimiento y
el amor. Al buscar en el hombre la analogía de la Trinidad, la encuentra en la vida del alma,
y la formula con aquellas conocidas expresiones trimembres, mens, notitia, amor (mente,
noticia, amor), o memoria-intelligentia-voluntas (memoria, conocimiento, voluntad).
Así, en lo más interior del hombre, en sus operaciones inmanentes el hombre refleja la
interna unidad y distinción de las personas divinas. Refleja, sobre todo, la mutua
inmanencia de unas Personas divinas en las otras.

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