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DE FAMILIA Y
COMUNITARIA
Una introducción a los principios
de Medicina de Familia
José Luis Turabián
Doctor en Medicina. Especialista en Medicina de Familia
y Comunitaria. Diplomado en Educación Médica. Ex-coordinador
de la Unidad Docente de Medicina de Familia y Comunitaria
de Toledo. Ex-asesor de la Consejería de Sanidad
de Castilla-La Mancha. Médico de familia del Centro
de Salud Polígono Industrial de Toledo
CUADERNOS DE MEDICINA
DE FAMILIA Y
COMUNITARIA
Una introducción a los principios
de Medicina de Familia
ERRNVPHGLFRVRUJ
© José Luis Turabián, 1995
ISBN: 978-84-7978-192-7
Depósito legal: M. 37.217 -1.994
Vii
Introducción
x
Índice
xiv
1
¿Qué es la
atención
primaria?
¿Existen muchos tipos de «atención primaria»?
Debate sobre la figura del profesional médico que presta sus servi-
cios en AP.
MEDICINA COMUNITARIA
Tres áreas:
— La estimación de la variabilidad biológica. Las características
de las personas (talla, peso, recuento sanguíneo o coeficiente
de inteligencia) varían de una a otra. El estudio de grupos desde
el punto de vista estadístico nos informa de la normalidad y de
la probabilidad de la presencia de riesgos. La información epi-
demiológica sobre grupos puede ser trasladada al paciente indi-
vidual, sobre diagnósticos diferenciales, riesgos...
La epidemiología incluye:
• Medidas de frecuencia: (morbilidad, mortalidad).
• Medición del riesgo.
• Validez de pruebas diagnósticas.
— Los factores que predisponen a la enfermedad. Estilos de vida,
factores sociales, económicos, nutricionales, medioambienta-
les... Prevención.
— La planificación de los servicios de salud. Diagnóstico de salud
y programación. La visión no sólo del individuo que va a la
8
consulta, sino también de los que no van. La organización de
los servicios, su distribución, financiación, evaluación. Planifica-
ción.
Epidemiología
Las medidas de frecuencia.
La medición del riesgo.
La validez de las pruebas diagnósticas.
11
Aspectos que se toman en consideración en la AP
(Portella, 1985)
1. Es el elemento más local de un sistema global.
2. Está insertada lo más cerca posible de la población.
3. Debe responder a las necesidades específicas de la población.
4. Es el primer contacto de la población con el sistema sanitario (la
«puerta de entrada»).
5. Asegura la continuidad en los cuidados médicos que recibe un
paciente.
6. Puede dar lugar a programas de educación para la salud de la
población.
7. Puede desarrollar la potencialidad de todos los recursos que tiene
adscritos, a partir del trabajo en equipo.
Argumentos sobre los que gravita el modelo AP
1. Equidad en el derecho a la salud.
2. Contención de gastos.
3. Integración asistencia-prevención sobre una población definida.
4. Participación de la comunidad/satisfacción del usuario.
5. Trabajo en equipo con el uso de una tecnología apropiada y con-
tinuidad asistencial.
14
La AP necesita de la actividad intersectorial y multidisciplinar.
17
La APS es el Caballo de Troya de la práctica médica
Características de la APS:
— Justicia social e igualdad.
— Autorresponsabilidad.
— Solidaridad internacional.
— Aceptación de un concepto amplio de salud.
Enfermedad Salud
Curación Enfocado
Prevención y curación
Tratamiento Promoción de salud
Cuidado episódico Contenido Cuidados continuados
Problemas Cuidados integrados
específicos
Especialistas Médicos de familia/
generales
Médicos Organización Otros grupos de
personal
Práctica individual Práctica en equipo
Sector sanitario Colaboración
intersectorial
Dominación Responsabilidad Participación
profesional comunitaria
Recepción pasiva Autoparticipación
Lo que no es la APS
1. Pió es un programa de salud para pobres. APS suele confundirse
con una medicina «de segunda» o para los pobres. El concepto de
APS es aplicable a los países subdesarrollados y a los desarrolla-
dos. La APS no es un programa, es una estrategia.
2. /Yo es sólo el primer nivel de atención. Se confunde un concepto
meramente de administración de servicios con la APS en sentido
global.
3. No es prevención primaria. La APS comprende prevención (pri-
maria, secundaria y terciaria), tratamiento, rehabilitación..., pro-
moción.
* La expresión formal de estos valores es: probabilidad ( x 100) de que un niño fallezca
entre el nacimiento y el quinto año de vida. Esto corresponde a los datos de UNICEF sobre
tasas de mortalidad entre menores de cinco años.
Fuente: Tabulaciones de la División de Población de las Naciones unidas.
24
Nuevas estrategias para una nueva era
Nos encontramos en una situación muy distinta a la de Alma-Ata:
— Se sabe mucho más sobre programas de salud en torno a la APS.
— Se han hecho avances en tecnología aplicable.
— Se han identificado nuestros propios fallos.
— Se sabe dónde están los principales problemas.
— Hay modelos y experiencias con éxitos.
26
Los fundamentos conceptuales de la APOC son la evolución de la
epidemiología, la orientación comunitaria de la APS, y la afirmación
de que la AP puede ser la estrategia básica para hacer frente a las
principales necesidades de salud de las comunidades, cuando se
coordinan la atención individual y la medicina comunitaria. Los fun-
damentos metodológicos se basan en el uso específico de la epide-
27
miología, el trabajo mediante programas de salud, y la necesidad de
implicación de la comunidad en todo el proceso.
28
Los Silos constituyen sistemas escalonados de servicios de compleji-
dad variable, en los que los canales de comunicación y de referencia y
contrarreferencia del paciente están claramente establecidos (Gómez
Cabrera, 1991).
En septiembre de 1986, la Resolución XXI de la XXII Conferencia
Sanitaria Panamericana aprobó el documento «orientación y prioridades
programáticas para la OPS en el cuadrienio 1987-1990», en el que se
definen dichas prioridades en tres áreas:
— El desarrollo de la infraestructura de los servicios de salud con
énfasis en la APS.
— La atención a los problemas prioritarios de salud presentes en
grupos humanos vulnerables con programas específicos realiza-
dos a través de servicios de salud.
— El proceso de administración del conocimiento necesario para po-
der realizar los dos aspectos anteriores.
31
Sistema local de Salud
32
Tradicionalmente significa el primer nivel de contacto entre los pa-
cientes o comunidades y los servicios de salud (profesionales).
Es un nivel organizativo de los cuidados sanitarios.
Pero, la Conferencia Internacional de Atención Primaria de Salud de
Alma-Ata, añadió otros dos significados (APS):
— Asistencia sanitaria esencial:
• Nutrición apropiada.
• Educación para la salud (EpS).
• Medicamentos esenciales.
• Inmunización.
• Atención materno-infantil.
• Tratamiento de enfermedades comunes.
• Agua potable y sanidad ambiental.
• Control de enfermedades contagiosas.
— Equidad, acción intersectorial y participación comunitaria.
1°)
3.°)
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36
2
¿Qué es la
medicina de
familia y
comunitaria?
¿Cómo llegar a entender el significado de la medicina de familia y
comunitaria?
38
1. El concepto de medicina de familia
39
El especialista de MFyC es el profesional médico que realiza AP de
alta calidad desde una perspectiva biopsicosocial al individuo, familia y
comunidad. Serán responsabilidades suyas la atención clínica eficiente e
integrada en todo el proceso de la enfermedad, la implicación en el
contexto familiar y comunitario de la población que atiende, desempe-
ñando un papel de catalizador de reacciones comunitarias saludables, el
enfoque multidisciplinario en su práctica a través del trabajo en equipo,
la participación activa en la docencia e investigación dentro de su área
de trabajo, y el uso de la metodología científica de planificación para
conocer y resolver problemas.
Medicina de familia
«La combinación de la competencia profesional con la compren-
sión de la realidad subjetiva de cada individuo con el fin de que consi-
ga sus objetivos de salud personales» {Gene Badía, 1990)
42
La MFyC como especialidad
— El arte del manejo del paciente.
— La relación médico-paciente-familia-comunidad.
— La atención sanitaria integral, global, continuada y coordinada.
Y está en evolución.
43
La MF no es la simple mezcla de una serie de disciplinas hospitala-
rias.
44
Para que la formación específica en MFyC sea la adecuada y pueda
aprovecharse de forma óptima el tiempo dedicado a ella, los licenciados
en Medicina deberían tener un potencial de conocimientos básicos que
les permitiera afrontar, de forma eficiente, la etapa de formación de
postgrado y especializada (Vázquez Díaz, 1992).
La situación actual de los programas docentes universitarios no es en
absoluto adecuada para la consecución de médicos suficientemente ca-
pacitados para afrontar el periodo de especialización. Áreas temáticas
de Medicina Familiar y Comunitaria deberían de ser introducidas en los
curricula, y los MF actuales para asumir el papel de formadores de los
futuros médicos (Vázquez Díaz, 1992).
2. Aproximación a la definición de
Medicina de Familia
Medicina de Familia (definición del American Board of Family Practi-
ce):
REFERENCIAS
49
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50
3
Características
de la medicina
de familia
La historia de los sabios ciegos
53
Las características de la medicina familiar y comunitaria:
1. Accesibilidad.
2. Primer contacto del paciente con el sistema sanitario.
3. El papel en la curación/cuidado de pacientes.
4. Continuidad-longitudinalidad.
5. Aislamiento trabajo en equipo.
6. Aceptabilidad.
7. Amplitud.
8. Coordinación-integralidad.
9. Valoración.
10. ¡Es el verdadero médico hospitalario!
11. Espíritu pionero.
12. Agente del cambio social.
13. Asesor-catalizador.
14. Medicina personalizada.
15. La medicina de familia como «narración».
16. La medicina de familia es femenino.
17. Atención sanitaria orientada hacia la familia.
18. Generalista, no especialista.
19. Atención comunitaria.
1. Accesibilidad
El MF nunca dice: «su problema no es de mi incumbencia».
54
Alteraciones gástricas . . . 6% Erupción cutánea ............... 5%
Alteraciones emocionales . 5% Alteraciones menstruales . 5%
Dolor abdominal ................. 5% Lumbalgia ............................. 5%
Dolor de garganta ............ 4% Cefalea .................................. 4%
Resfriado .............................. 3% Alteraciones urinarias . . . . 4%
Alteraciones menstruales . 2% Alteraciones intestinales . . 3%
55
Un enfermo de cada 250 consultas por problemas de salud es atendi-
do en los hospitales (White, 1961).
De 100 personas que consultan al MF (Murphy, 1992):
56
El MF, al menos al principio, recibe al paciente como un sujeto (llega una
persona que podrá o no tener una enfermedad).
En el hospital, el paciente es recibido directamente como un objeto
(un diagnóstico, una patología, un «caso»).
El MF considera los síntomas del paciente en el contexto de su vida
familiar y comunitaria. Da importancia a los aspectos subjetivos de la
medicina, tanto en términos de comprensión de la perspectiva del pa-
ciente, como de sus sentimientos y valores.
Según datos del INSALCJD para 1992 en España, los usuarios acuden
a los centros de salud una media de 2,4 veces por mes, aunque, confor-
me avanza la edad, aumentan las visitas. El 70 por 100 visita los centros
por problemas de salud, mientras que el resto va para pedir recetas. (El
País, 19 de abril de 1992; 17).
Accesibilidad: significados:
— Horaria. — Accesibilidad al equipo de salud.
— Barreras arquitectónicas. — Sistema de citas.
— Social. — Tiempo de espera.
— Cultural.
58
Accesibilidad
La accesibilidad supone la provisión eficiente de servicios que se
utilizan como primer contacto con el sistema sanitario siempre que
surge una necesidad.
Las siguientes preguntas permiten valorar la consecución de la
accesibilidad por una institución dada:
1. ¿Existen barreras geográficas? ¿De arquitectura? ¿Existen ba-
rreras acerca del horario o de factores de la organización?
¿Hay barreras económicas? ¿Hay barreras culturales? (estruc-
tura).
2. ¿Percibe la población la accesibilidad de la institución? (proceso).
3. ¿Se asocia la accesibilidad con una mejor identificación de los
problemas? (proceso).
4. ¿Hay satisfacción entre los pacientes? (resultado).
(Gervas, 1987)
2. Primer contacto
Habilidades de consulta.
60
La atención clínica del individuo/familia es uno de los papeles do-
minantes de la MF. Incluye, además de tratamiento, prevención, pro-
moción, paliación y rehabilitación.
Prevalencia del
Categoría Prevalencia problema más
(CIPSAP) (%) importante (%)
II Cáncer 0,9 ND
III Endocrino 3,3 DM, 1,4
V Mental 6,6 Neurosis, 4,2
V Meurológico y 16,0 Sentidos, 9,4
I sentidos
VII Cardiovascular 11,2 HTA, 4,1
VII Respiratorio 9,4 Asma, 3,3
I Digestivo 17,2 Úlcera/gastritis,
IX 6,1
10,2 Litiasis renal, 3,7
X Urogenital 3,3 ND
XII Piel 12,4 Artrosis, 6,5
XIII Locomotor
ND. No disponible.
DM. Diabetes mellitus.
4. Continuidad
La medicina de familia presenta la oportunidad única para estudiar la
historia natural de la enfermedad; también permite el establecimiento de
la relación médico-paciente o médico-familia y médico-comunidad (Mo-
rrell, 1991).
El contacto día a día con enfermos incurables es difícil (hay que
aceptar fracasos).
En el hospital lo tienen fácil: se da el alta con «control por su médico
de cabecera».
63
El camino de todos los pacientes empieza y termina siempre en
el MF.
(Scott, 1983)
65
Los pacientes con problemas múltiples no pueden ser fragmenta-
dos en partes
La atención ha de enfrentar todos los problemas a la vez.
66
de las dimensiones sociales de su vida y los obstáculos de todo género
(económicos, profesionales, etc.) que crea la enfermedad.
El MF contempla la historia natural de la enfermedad en todo su
espectro: contempla el ciclo vital humano continuadamente, y nadie
está en mejor disposición que él para observar desde los antecedentes
familiares hasta las consecuencias últimas de cualquier problema de
salud, observando in situ muchos de los factores condicionantes del
estado de salud/enfermedad.
La tasa de movilidad de la población puede ser un obstáculo para la
continuidad de la atención. Se ha comunicado una tasa total de movili-
dad en 5 años, del 13 por 100 para varones y del 17 por 100 para
mujeres con edades entre 20 y 65 años, siendo más atas las tasas en
zonas urbanas que en las rurales, así como en jóvenes frente a personas
de mayor edad.
Probablemente, el 50 por 100 de las personas que dejan de pertene-
cer a una consulta lo hacen por falta de satisfacción con el MF, el 40 por
100 por cambio de domicilio, y el resto por otras razones (Dietrich,
1988; McWhinney, 1988).
Longitudinal
La longitudinalidad depende de la presencia con afán de persisten-
cia de una institución de salud (un centro o un profesional) y de la
decisión de la población de utilizar regularmente dicha institución.
Las siguientes preguntas permiten valorar la consecución de la
longitudinalidad por una institución dada:
1. ¿Puede definir su población? (estructura).
2. ¿Es una institución de presencia permanente? (estructura).
3. ¿Identifica la población a la institución como la fuente habitual
de cuidados primarios, y la utiliza como tal? (proceso).
4. ¿Es posible el cambio adaptativo de la institución como res-
puesta a las necesidades cambiantes de los individuos y de la
comunidad a la que atiende? (proceso).
5. ¿Disminuyen con el tiempo los días de incapacidad por enfer-
medad? (resultado).
(Gervas, 1987)
5. Aislamiento
El aislamiento del MF
Gran parte del conocimiento adquirido postgrado, se debe a la discu-
sión entre colegas estímulo.
Tradicionalmente, el MF trabaja solo, sin supervisión, y al enfrentarse
a síntomas y enfermedades no clasificables, más la necesidad de descri-
67
bir los problemas en términos comprensibles a los pacientes empobre-
cimiento de la práctica y del lenguaje.
El antídoto el trabajo en equipo, la discusión entre colegas. La
discusión con los especialistas hospitalarios.
El MF debe diagnosticar a todo paciente, incluso si lo envía al segun-
do nivel; en este envío se manda el diagnóstico provisional, y pronóstico.
A solas, nadie, ni la persona más dotada, puede realizar una activi-
dad creadora. El trabajo creador consiste en asumir obras distintas, se-
leccionarlas y articularlas.
6. Aceptabilidad
Las actividades sanitarias han de ser aceptables para la población.
El MF considerará las opciones de manejo terapéutico que puedan
ser aceptables por el paciente.
7. Amplitud
La función de regulador de la entrada al segundo nivel asistencial
sobre la base de la resolución de la mayor parte de la demanda asisten-
cial es una función crítica, pues unos criterios de referencia amplios
pueden colapsar el segundo nivel, y criterios excesivamente estrechos
pueden negar a enfermos que lo necesitan los beneficios de una asisten-
cia especializada específica.
8. Coordinación-integralidad
La MF es la especialidad médica que proporciona atención integral a
la salud del individuo, familia y comunidad. Integra y coordina las rela-
ciones entre lo biológico, clínico y lo relacionado a los comportamientos.
Incluye a personas de todas las edades, ambos sexos, sistemas orgáni-
cos afectados o entidades patológicas. Es, para el individuo, familia co-
munidad, un «consejero» en todos los asuntos relacionados con la salud,
68
incluido el uso de servicios sanitarios y sociales. Proporciona unos servi-
cios coordinados e integrales.
Frente a la MF:
El hospital no ha hecho más que desarrollarse, parcelando cada
vez más al hombre enfermo:
— Cirugía.
— Medicina.
Especializaciones por:
— Órgano.
— Edad.
— Sexo.
— Hábitat.
— Nivel de cuidados.
— Funciones.
— Síntomas (unidades del dolor, de HTA...)
(Fernández Merino, 1993)
70
El MF debe ser el que dé la entrada a los distintos especialistas. Si un
especialista, al cual el MF ha enviado un enfermo, considera que existe
un problema que no es dominio de su especialidad, deberá referir de
nuevo al enfermo al MF, para que éste sea quien valore la necesidad o
no de consulta con un nuevo especialista.
Las consultas y envíos cruzados entre especialistas hospitalarios, sin
la participación del médico de familia, deberían evitarse.
Si un enfermo está bajo control de distintos especialistas por varios
problemas colaterales, debe ser el MF quien los coordine, haciendo de
los múltiples problemas, exploraciones y tratamientos, una unidad inteli-
gible para el enfermo y su familia. Debe ser el MF quien señale lo priori-
tario y lo accesorio, así como lo que en ocasión es contradictorio o
incluso perjudicial para el paciente.
Cuando el cuidado del enfermo es transferido a otro médico por la
aparición de un problema mayor, y ha sido necesaria la hospitalización,
la presencia del MF puede aún ser útil, aportando al especialista hospita-
lario una visión global del paciente, dando apoyo psicológico al pacien-
te, e incluso, quizá, un mejor planteamiento de las estrategias de cuida-
do posthospitalario.
En el proceso de derivación hay importantes implicaciones psicológi-
cas poco estudiadas: puede entenderse como una crisis de confianza del
MF en sus propios conocimientos y medios, o del paciente en la capaci-
dad del médico; puede ser una salida airosa a la crisis, devolviendo al
médico y al enfermo la confianza; puede ser un medio para evitar en-
frentamientos con pacientes problemáticos...; puede representar la per-
petuación de la imagen de «maestro» que tiene el MF del hospitalario,
etc. Sin embargo, con frecuencia se relaciona más directamente con la
oferta de servicios secundarios y su accesibilidad . Se ha comunicado
también que son precisamente los MF mejor preparados en un área,
quienes envían más pacientes de ese área médica al segundo nivel, en
relación con el mejor estudio del paciente.
Coordinación
La coordinación exige la suma de las acciones y de los esfuerzos
de los servicios de atención primaria.
Las siguientes preguntas permiten valorar la consecución de la
coordinación por una institución dada:
1. ¿Hasta qué punto se consigue que los pacientes sean vistos
siempre por el mismo proveedor? (estructura).
2. ¿Contienen los registros información pertinente? (estructura).
3. ¿Se reconocen los problemas de los pacientes? (proceso).
4. ¿Se asocia la coordinación con menos episodios de enferme-
dades, con una mayor rapidez de resolución de problemas y/o
con una mayor satisfacción del paciente? (resultado).
(Gervas, 1987)
71
Atención integral
La integralidad es la capacidad de la atención primaria de resolver
la casi totalidad de los problemas de la población atendida.
Las siguientes preguntas permiten valorar la consecunción de la
integralidad por una institución dada:
1. ¿Qué servicios ofrece? ¿Los servicios ofertados responden a
estudios previos de base poblacional? ¿Reconocen los provee-
dores un amplio rango de necesidades de la población? (es-
tructura).
2. ¿Qué piensa la población acerca de los servicios ofertados?
(proceso).
3. ¿Se asocia la atención integral con menos episodios de enfer-
medades o con una resolución más rápida de los problemas?
(resultado).
(Gervas, 1987)
9. Evaluación
El MF utiliza el método científico: planificación y valoración de resul-
tados.
72
10. Médico de familia versus médico
hospitalario
Un médico hospitalario atiende a los enfermos de una sala, una plan-
ta... ¿cuántos son? ¿10, 20, 50 camas-pacientes? un MF atiende una
media de 2.500 «camas»-personas en la comunidad.
«Faltan médicos interesados primariamente en el arte de vivir, y so-
bran de los que se llaman a sí mismos científicos. El ambiente hospitala-
rio es un ambiente artificial y los pacientes hospitalizados representan
sólo una parte de los problemas médicos. Podemos decir de la medicina,
lo que Simone de Beauvoir dijo de la filosofía: "está en la calle". La vida
no está encerrada en las salas del hospital» (Selbourne, 1989).
73
El objetivo de la MF no es el conocimiento científico por sí mismo,
sino el conocimiento aplicado a la promoción de la salud a través de
medios sociales.
13. Asesor
El MF es un consejero del paciente independientemente del nivel de
atención donde está siendo visto el paciente. Este papel de asesor/de-
fensor incluye ayuda y a su familia para tomar parte activa en el proceso
de decisión clínica. El plan de tratamiento es negociado con el paciente.
El papel de asesor/defensor del MF también incluye el trabajo con la
Administración y sector privado para maximizar la distribución equitati-
va de servicios sanitarios a todos los miembros de la sociedad; asimismo
incluye un papel de catalizador/activador/facilitador de contextos salu-
dables a nivel comunitario (papel del MF en la promoción de salud).
74
¿Cómo alguien no desearía ser esta clase de médico?
18. Generalista
No se precisan «especialistas», sino creadores intuitivos, personas
que puedan integrar una serie de informaciones diversas, extraer sus
propias conclusiones y planificar de un modo genérico.
Es necesario huir de la «especialización» y retomar las visiones globa-
les.
78
¿La MFyC es un área enorme o son varias áreas enormes?
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82
4
Profundizando
en la medicina
de familia y
comunitaria
1. Definición del Médico de familia
84
En marzo de 1979, la Comisión Nacional de MFyC definió la especiali-
dad como:
«una forma de actividad profesional que basándose en los aspectos
cientificos de las disciplinas que las forman, presta asistencia médica
integral y continuada al individuo y a su familia, tanto en los aspectos
curativos como profilácticos de las enfermedades y promociona la salud
a través del fomento de la educación para la salud de la población».
Ejemplo
— Área de contenido: oncología, reumatología, cardiovascular (por
grupos de edades).
— Tareas: toma de la historia, exploración, escribir un informe.
— Características personales: conocimientos, destrezas, integridad,
comunicación médico paciente.
87
Tres factores o dimensiones básicas de la actuación del MF
(Castell, 1987)
Factor específico de la AP. Relacionado con:
— Favorece autorresponsabilización del paciente.
— Sabe hacer educativa la consulta.
— Además de curar, se ocupa de prevenir y rehabilitar.
— No hace tratamiento farmacológico únicamente.
— Está motivado por el trabajo en equipo.
— Participa en sesiones clínicas y bibliográficas.
— Hace control de calidad.
— Trabaja con la comunidad.
Factor de relación interpersonal médico-paciente. Relacionado con:
— Deja expresarse al paciente. Sabe escuchar.
— Da la información adecuada y se asegura que se ha comprendido.
— Da al enfermo un trato personalizado.
— Tranquiliza con su serenidad al enfermo y a su familia.
Factor de eficacia técnica.
— Resuelve con eficacia más del 80 por 100 de los motivos de con-
sulta que se le presentan.
— Sabe diagnosticar con las mínimas exploraciones complementa-
rias.
— Hace formación continuada: se preocupa de desarrollar activida-
des que le permitan «estar al día» de una forma permanente y
continuada.
88
Las diferencias entre MFyC y «médico de cabecera»
(Alonso Hinojal, 1981):
LA BELLA Y LA BESTIA
93
La «espiral» de la atención individual y la comunitaria: una se apoya
en la otra, y viceversa, para elevar el nivel de asistencia prestada en
medicina familiar.
La espiral de la MF
96
El médico de familia no es «supermédico»: no es omniescente, ubi-
cuo, que resuelve todo...
No se trata de conocer más y más; éste es el proceso de aprendizaje
de las «otras» especialidades: conocer más y más de cada vez menos y
menos cosas, lo que lleva a dejar de ser competentes en medicina, e
incluso en la propia especialidad.
97
4. Un ejemplo real
LA MEDICA DE FAMILIA
5. La situación de la Medicina
de Familia en Europa
La situación de la MF en el ambiente europeo
La práctica de MF en la AP varía mucho de un país a otro, y muchos
países del centro y este europeo están ahora transformando sistemas
sanitarios centralizados, en nuevos sistemas basados en la Seguridad
98
Social y en los esquemas de seguros. Existe la tendencia a un mayor
desarrollo en el norte europeo, en donde la MF está muy avanzada con
docencia pre y postgrado y buena integración de otros profesionales en
la AP. En Holanda y Gran Bretaña, la MF es también fuerte y está bien
desarrollada, con progresiva influencia en la estructura y en la gestión de
los servicios sanitarios. En el sur de Europa ha habido un rápido desarro-
llo de la MF, especialmente en España y Portugal, donde existen progra-
mas de formación pregrado en MF. La MF está especialmente bien im-
plantada en Israel, donde las condiciones de los MF son favorables y las
perspectivas de la disciplina son buenas. En otros países del sur de
Europa, la situación está menos avanzada, con un menor reconocimien-
to de la MF como disciplina académica, y sin formación específica pre y
postgraduada.
En Europa Central, la MF está firmemente establecida, pero la ten-
dencia es que su práctica tiende a ser menos integral que en el norte
europeo. En países como Alemania y Suiza, la formación pre y postgra-
duada no está totalmente implantada; en lugar de los MF, en estos paí-
ses, otros especialistas no formados en MF trabajan en el nivel de AP.
En Europa del Este y Europa Central, incluida la ex-unión Soviética,
la atención sanitaria se ha centrado tradicionalmente en una estructura
rígida basada en los hospitales y policlínicas. La MF se ha desarrollado
en diferentes proporciones en estos países; en la mayoría de ellos la
formación pre o postgraduada en MF es escasa, con la excepción de la
antigua Yugoslavia y Hungría, así como en la ex-Checoslovaquia. Con
los grandes cambios políticos y económicos de la Europa Central y del
Este, han aparecido grandes presiones para abandonar los modelos or-
ganizativos de AP y pasar a modelos de mercado libre, por lo que el
papel del MF es inseguro.
La Unión Europea y la MF
El tratado de la Unión Europea, firmado en Maastricht el 7 de febrero
de 1992, es un paso más hacia la futura unidad Europea, es decir, un
espacio común europeo de 2.368.150 km2 para una población de 344
millones de habitantes, tendente a aumentar la democracia (libre resi-
dencia, voto, mayor poder para el Parlamento Europeo, principio de
subsidiaridad...), la eficacia (unión económica y monetaria, nuevas
competencias sobre educación, sanidad, cultura, protección de los con-
99
sumidores, lucha contra la droga...) y más solidaridad (mayor protec-
ción social y mayores derechos para los trabajadores (Fondo de cohe-
sión...).
Aunque Europa presenta los mejores índices de salud, también tiene
problemas, y, si bien la diversidad es uno de los elementos esenciales de
su fuerza, esta diversidad encubre desigualdades en el ámbito de la sa-
lud.
De cara a los acuerdos de Maastricht, los estados miembros de la CE
deben cumplir cinco criterios económicos esenciales:
1. una tasa de inflacción no superior a un 1,5 por 100 de la media
de los tres Estados miembros con el nivel más reducido en este
apartado.
2. Un déficit presupuestario inferior al 3 por 100 del PIB.
3. una ratio de endeudamiento de las administraciones públicas no
superior al 60 por 100 del PIB.
4. una moneda estable, sin devaluaciones y que no sobrepase du-
rante 1995 y 1996 la fluctuación normal del 2,5 por 100 prevista
en el Sistema Monetario Europeo.
5. Tipos de interés a largo plazo que no superen en más de 2 puntos
aquellos de los tres estados miembros con interés más bajo.
A consecuencia de estos requerimientos, la reducción de los déficit
públicos puede tener serias consecuencias sobre la prestación de servi-
cios en los países con sistemas sanitarios de financiación pública. De
esta forma, aunque según los expertos los sistemas de Seguridad Social
no deberían igualarse, de hecho, las políticas de contención en los cos-
tes sanitarios ayudarán a ello. Así, la mayor parte de países contemplan
en sus políticas sanitarias objetivos similares: servicios sanitarios ade-
cuados para todos, igualdad de acceso a los mismos, contención de
costes, maximización de la satisfacción de los pacientes, libertad de
elección de los usuarios e independencia de los profesionales sanitarios.
El tratado de la unión Europea no va a suponer una homologación de
la asistencia sanitaria en los diferentes estados miembros.
A consecuencia de la marcada dependencia de los gastos sanitarios
en el PIB, las mejoras en la asistencia sanitaria serán una consecuencia
de mercado integrado.
En el proceso de construcción de la unidad económica y monetaria
de Europa, el mundo de la Sanidad, como sector económico que es, no
puede quedar al margen.
Las empresas, y no los sectores o los países, son las que compiten en
el mercado. Los centros sanitarios, por tanto, como empresas de servi-
cios, deberán optimizar la relación calidad/coste en la prestación de los
servicios sanitarios, mantener y mejorar su infraestructura productiva,
avanzar en la implantación de sistemas de información económica y
asistencial que permitan conducir la gestión y la situación económico-
financiera del centro y procurar la formación continuada de su personal.
El principal problema del sistema sanitario español parece ser su
100
financiación inadecuada, por lo que se tiende a introducir medidas de
racionalización, entre las cuales se encuentran:
1. Centralización de la función de compra de bienes y servicios, en
el 1NSALUD; las áreas de salud y hospitales atenderán la presta-
ción de servicios.
2. Incentivación de la calidad del servicio y la cualificación profesio-
nal de los gestores.
3. Aumento de la autonomía y responsabilidad en el manejo de los
recursos de cada centro con presupuesto vinculado al logro de
objetivos.
4. Facturación a coste real de los procesos atendidos.
5. Control de las prestaciones farmacéuticas.
6. Regulación de la financiación selectiva de medicamentos.
7. Evaluación de nuevas tecnologías que vayan a ser incorporadas
a la Atención Primaria.
8. Incentivación de la corresponsabilidad de todas las administra-
ciones y la iniciativa privada en la atención a la tercera edad.
9. El desarrollo de estrategias de salud, reorientación de los servi-
cios sanitarios hacia el logro de adjetivos poniendo especial énfa-
sis en la AP, valoración de la reintroducción del pago capitativo
en los EAP, evaluación de la relación coste-efectividad y el desa-
rrollo de medidas de gestión empresarial con la separación de las
funciones de financiación y provisión, así como la introducción
de un sistema de facturación para AP y hospitalaria.
Los acuerdos alcanzados por los miembros de la Comunidad Euro-
pea en Maastrich, en diciembre de 1992, incluyen un capítulo sobre
salud pública, de forma que se concederá una prioridad principal a la
prevención de enfermedades y a la promoción de salud.
Los programas de salud pública sobre cáncer, Sida, toxicología, edu-
cación para la salud, establecimiento de la tarjeta sanitaria para casos
urgentes, y la promoción de la autosuficiencia en productos sanguíneos,
constituyen algunos de los principales capítulos en las prioridades co-
munitarias en materia de sanidad. Además, se trabaja en otras áreas
como la seguridad en el trabajo, productos farmacéuticos, información
en atención médica, investigación y movimiento de los profesionales de
la asistencia sanitaria.
Estos cambios, incluyendo el movimiento de la gente, negocios y
servicios, enfatizarán la importancia del sector sanitario en cada país.
Esta evolución hará que los roles de los médicos de familia y enfermeras
lleguen a ser más comparables y que se desarrollen aún más las discipli-
nas académicas que se aplican en la Atención Primaria.
Los próximos diez años traerán nuevos retos para los profesionales
sanitarios europeos. Sin embargo, no debemos esperar normativas euro-
peas sobre cómo gestionar hospitales o centros de salud, pero sí re-
glamentaciones en relación con actividades de promoción de la salud:
reglamentaciones sobre mínimos en relación con actividades de promo-
ción de la salud, riesgos para la salud, directivas sobre la protección
101
de la mujer embarazada y la mujer con niños pequeños, o para trabaja-
dores con turnos o guardias. Por tanto, la cobertura sanitaria futura ha de
estar basada en las actuales normas nacionales, permitiendo al mismo
tiempo la libre circulación de pacientes y proveedores de los servicios
sanitarios (aunque la posible entrada de médicos extranjeros probable-
mente será mínima). Además se incluyen algunos cambios positivos que
afectan a aspectos de las titulaciones, al reconocer la necesidad de for-
mación postgraduada específica en Medicina General (Medicina de Fa-
milia y Comunitaria en España), antes del ejercicio con plena responsa-
bilidad en el sistema público.
La directiva de la CEE sobre la formación en medicina general de
obligado cumplimiento desde el 1-1-95, viene a reconocer explícitamen-
te la necesidad de formación postgraduada específica en este ámbito
antes del ejercicio con plena responsabilidad en el sistema público. La
respuesta legal y técnica a esta necesidad viene dada en nuestro país a
través del programa de MFyC. Esto exigirá un equilibrio perfecto entre el
número de plazas formativas y el de licenciados en medicina. A la vez, la
CEE contempla los derechos adquiridos y su reconocimiento por el Es-
tado, lo que se traducirá en que todos los profesionales que estén traba-
jando el 1-1-95 en atención primaria, y que no hayan accedido al título
de MFyC a través de los cursos de reciclaje o del Real Decreto 683/1981
(que otorgó el citado título a los médicos que pertenecían en esa fecha al
cuerpo de médicos titulares) tendrán un documento que les garantizará
la continuidad de su ejercicio profesional y que es distinto al título de
especialista de MFyC. (Documento de derechos adquiridos.) De esta
forma deberá encontrarse la vía para que a partir de 1995 no queden
profesionales que no puedan acceder al sistema público, lo que conduce
al aumento de plazas MIR para equilibrarse aceptablemente con el nú-
mero de licenciados, y acelerar el número de cursos de reciclaje.
Por otra parte, no olvidemos que hay ya una estrategia de «conver-
gencia» bien establecida en los 38 objetivos de «Salud para todos en el
año 2000», que en 1984 estableció el Comité Regional para Europa de la
OMS, y que, agrupados por epígrafes, son: igualdad ante la salud, añadir
vida a los años y salud a la vida, estilos de vida y medioambiente sanos,
correcta utilización de prestaciones, énfasis en la atención primaria de
salud, la calidad de los servicios y la investigación, y el apoyo al desarro-
llo sanitario, al proceso de gestión, los recursos humanos y la evaluación
de las tecnologías. El programa europeo de salud para todos está orien-
tado a conseguir un cambio en la concepción de los problemas de salud,
desde una visión medicalista hacia una mayor comprensión de los as-
pectos sociales de la salud.
Las reformas deberán, por tanto, mantener el triple objetivo de efi-
ciencia, control del coste y equidad (gran meta política que no debe
olvidarse).
En resumen, el sector sanitario será más flexible en sus servicios y en
sus sistemas educativos, desarrollándose medidas de gestión empresa-
rial que deberán tener un punto de encuentro con la participación comu-
nitaria en la salud, lo que significará una estrategia de democratización.
102
En este sentido, Maastricht puede marcar la convergencia en la promo-
ción de la salud en las sociedades capitalistas desarrolladas de Europa.
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107
5
La atención
individual/
familiar en la
medicina de
familia
La atención individual en la medicina de familia; componentes
(Morrel, 1991; Marsh, 1991):
1. Resolviendo problemas.
2. La historia clínica en MF.
3. Los síntomas y los diagnósticos en MF.
4. usando el teléfono en MF.
5. La exploración en MF.
6. El cuarto de consulta en MF.
7. Trabajando deprisa en MF. Organización de citas. Gestión del
tiempo.
8. Las pruebas complementarias.
9. La derivación.
10. La asistencia a domicilio.
11. El pronóstico.
12. La prevención-educación.
13. El tratamiento.
14. La atención de urgencia.
Fry, 1986.
112
Soportar la incertidumbre, pero de manera inconformista (Borrell,
1993).
Los diagnósticos patológicos y fisiopatológicos (**) y luego los nosológicos (*) son los únicos que
se mencionan en los libros de texto, pero todos son importantes para el MF.
116
El proceso diagnóstico no debe ser unidimensional (organicista), uni-
direccional (del médico al paciente), ni unilineal (desde la perspectiva
terapéutica biologicista) sino que los criterios diagnósticos organicistas
hay que verlos dentro del contexto del universo simbólico que es vivido
desde una experiencia individual. Además, el proceso comunicacional
bidireccional es fundamental para la comprensión del problema, donde
los síntomas están conectados con la vida social. Finalmente la interven-
ción (desde las visiones multidimensionales y bidireccionales antes des-
critas) adquiere un carácter más amplio que el del tratamiento farmaco-
lógico (Martínez Hernáez, 1993).
«Es más importante saber qué paciente tiene una enfermedad, que
saber qué enfermedad tiene un paciente» (Hipócrates/Osler).
117
Situaciones vitales que pueden desencadenar molestias somáticas
(Corral Corral, 1993)
1. Pérdidas:
— Personales: pérdida de un ser querido por muerte o abandono.
— De cosas: del hogar, de un trabajo.
2. Conflictos:
— Interpersonales: dentro de la familia, con los vecinos o en el
ambiente laboral.
— Intrapersonales: por conflicto de roles o por demandas (ma-
dre-empleada, etc.)
3. Cambios:
— En el desarrollo: adolescencia, menopausia, vejez.
— Geográficos: emigración, cambios de residencia.
4. Inadaptación:
— Interpersonal: por ejemplo, sexual.
— Personal: hogar o trabajo.
5. Estrés:
— Agudo.
— Crónico.
6. Aislamiento.
7. Expectativas fallidas o frustradas.
2. La historia clínica en MF
LA TOMA DE LA HISTORIA CLÍNICA EN MF
Habilidades de comunicación
121
— El MF debe usar la HC en cada consulta anotando lo necesario
para que a otro compañero le sea útil y pueda continuar la asisten-
cia del paciente de forma apropiada. Todos los MF del centro de
salud deben estar de acuerdo en esto (comprometerse a ello).
Es:
historia y su situación real en el momento del estudio (por ejemplo, K =
0.746). Es decir, la probabilidad de que un registro completo sea correc-
to y esté actualmente vigente. Este valor se obtendría de la concordan-
cia entre el registro (historia clínica) y lo obtenido mediante entrevista a
un subgrupo de pacientes cuya historia clínica contenga los registros
esenciales completos: concordancia entre lo relatado y lo registrado en
la historia clínica.
Así, finalmente, un resultado del indicador de continuidad interepiso-
dios (ICI) del 16 por 100 significa que sólo 16 historias de cada 100
contienen información suficiente que permita la continuidad asistencial.
HISTORIA CLÍNICA
123
Historia tradicional
Características principales
Historia Clínica en AP (Orientada por problemas)
— Longitudinal frente a transversal.
— Lista de problemas (noción de «problema de salud»). Activos e
inactivos (pero pueden condicionar la asistencia).
Dos tendencias: recoger sólo problemas potencialmente im-
portantes o todo problema atendido.
124
— Evolución: SOAP
(S) Subjetivo. (O) Objetivo. (A) Análisis del problema. (P) Plan
de acción -» más amplio y flexible que el clásico de diagnóstico y
tratamiento.
La historia clínica orientada por problemas:
La información demográfica, personal, síntomas, signos, pruebas com-
plementarias...
126
127
128
129
La HC en AP es como un rompecabezas que representa la totalidad
de la vida de un individuo. Las diversas piezas se van completando
según se completa la biografía sanitaria del paciente. Se añaden según
avanza el tiempo y permiten la atención longitudinal. En esta imagen,
algunas piezas pueden evitarse si la AP es correcta (prevención, tra-
tamiento correcto que evita complicaciones...), pero la última es ine-
vitable: la muerte.
La historia hospitalaria no puede aspirar a esta globalidad y sería una
pieza más de la HC ambulatoria.
130
La historia de un paciente realmente no se «toma», no nos llega
como un paquete, como un «caso» («Paciente varón de 54 años de
edad, casado, que presenta síntomas de...»). Más bien, las historias y
los casos se construyen y reconstruyen como cuando se esculpe una
escultura (Stein, 1992).
1.a hoja
132
Lista de problemas
133
Primera hoja de evolución
134
Hoja de evolución
135
Antecedentes y datos en la apertura de la historia
136
Segundo ejemplo
1.a hoja
137
Lista de problemas
138
Antecedentes personales
139
Hojas de evolución
140
141
142
La historia clínica manual ideal
(Marsh, 1991)
— Las notas de la consulta en la hoja de evolución deberán ser conci-
sas. Es la historia de una vida, y así cada consulta podría no nece-
sitar más de un par de líneas para la mayoría de los episodios de
enfermedades menores (infección respiratoria de vías altas, gas-
troenteritis, dolores inespecíficos...).
— La escritura debe ser inteligible.
— Los recursos de analíticas y radiografías deberán estar ordenados:
hematología, bioquímica, RX..., quizá al final o al principio de la
carpeta de historia.
— Debe haber una lista de problemas (decidiendo cada centro qué
enfermedades/problemas son sufientemente significativos para
estar incluidos, pero obviamente los problemas principales, como
operaciones o enfermedades mayores, deberán estar). Quizá esta
lista puede ser lo primero de la carpeta de historia (o lo que prime-
ro se mire, aunque esté en último lugar).
— Los resultados de las visitas a los especialistas (consulta externa,
hospital) deberían estar ordenados, y colocados detrás de la lista
de problemas o de los resultados de analíticas y radiografías.
— Las alergias a medicamentos o reacciones adversas deben estar
consignados prominentemente, quizás en un lugar especialmente
visible o en una hoja especial, o con color rojo...
— En otro espacio, junto a la identificación, hay que recoger las ocu-
paciones del paciente a lo largo de los años.
— También historia familiar, concisa; quizá dirigida hacia algunas
enfermedades que pueden estar impresas, pero con espacio para
anotar cosas especiales; como: «hijo único muerto en expedición
al Everest» o «Esposo de la señora de la limpieza». Es importante
hacer genograma en la historia individual.
— Las historias deben contener un espacio para anotar los recursos
personales potencialmente útiles para la salud de ese individuo y
de otros (profesión, hobbies, habilidades específicas, pertenencia
a grupos...).
— Las historias deben contener un espacio específico para las activi-
dades preventivas: una hoja coloreada para las inmunizaciones,
citologías cervicales, PA, screenings de orina, y peso, mamogra-
fía... Quizás un registro individual como el que propone el progra-
ma de actividades preventivas y de promoción de la salud de la
sociedad española de medicina familiar y comunitaria (PAPPS):
143
Criterios de ordenación en el archivo
— Nombre.
— Fecha de nacimiendo (edad).
— Dirección del domicilio.
— Número Seguridad Social.
— Número correlativo.
— Sexo.
— Consulta.
Métodos para evitar errores en el archivado
— Códigos de colores marcando centenas, miles..., sexo…
— Código de color del último año en que se ha utilizado.
144
El paso de la HC en papel al ordenador
(Marsh, 1991)
Muchos médicos prefieren que sea otra persona la que pase al orde-
nador, después de la consulta, los datos principales. A ellos no les gusta
145
manejar el ordenador delante del paciente. Así el ordenador en la consul-
ta sería sólo para ver la información.
Ventajas:
• Calidad.
• Respeto.
• Concordancia.
En 24 estados de Estados Unidos existen leyes que permiten a los
pacientes acceder a los archivos de los médicos de familia y hospitales.
En otros 7 estados sólo está permitido el acceso a los registros de los
hospitales. Finalmente, en 26 estados sólo pueden acceder los pacientes
a los archivos sobre salud mental.
146
Mapas familiares (Birrer, 1987)
En la MF es esencial obtener unos datos claros de la familia del paciente
y el apoyo social, y tener estos datos en la historia clínica es muy importan-
te para poder compartir información y cuidados entre esas personas.
Problemas:
Es:
— Confuso.
— Complicado más aún en las familias urbanas que (ya) no tienen
una estructura tradicional.
— Largo de hacer (necesita tiempo).
147
Ejemplos de genogramas de historias clínicas del Centro de Salud
del Polígono Industrial. Toledo:
148
149
El círculo familiar
Es el mapa de la «familia emocional» de una persona. La percepción
subjetiva de la familia de una persona. Pueden estar incluidos todos,
algunos o ninguno de sus vínculos biológicos y legales, pero pueden
incluirse animales de compañía, instituciones...
Para hacerlo, se le dice al paciente: «dentro de este círculo, ponga
una serie de pequeños círculos, como usted quiera, que significarán
cualquier persona o cosa que usted considere parte de su familia. Dibuje
también un círculo que le represente a usted. Haga grandes los círculos
para los miembros de su familia que considere importantes y pequeños
para los que considera menos importantes. Ponga cerca de usted los
círculos que considere que están emocionalmente próximos a usted y
viceversa».
La interpretación es importante y puede ser difícil; generalmente ne-
cesita hacerle alguna pregunta: «¿veo que pone su círculo muy cerca del
de su madre?» «¿Eso por qué?» Los comentarios significativos pueden
escribirse al margen.
150
Joaquina, 80 años, vive sola en un pueblo.
La línea familiar
151
En MF más que el estudio o valoración de síntomas, se requiere la
valoración de las «presentaciones de los síntomas»: el motivo de consulta
comienza o enfatiza asuntos importantes para el paciente, y no sólo
síntomas, en un contexto de comunicación. (Rudebeck, 1991.)
El acercamiento del MF debe de ser tal, que cambie el foco principal
de atención: del problema de salud al paciente.
153
Pero los libros de texto están basados en el hospital y escritos por
médicos sólo con experiencia hospitalaria!
154
Piel + 0-5 años
Dermatitis alérgica + contacto ........................................................ 30 %
Impétigo .................................................................................................. 14 %
Enfermedades por sudor.................................................................... 10%
Dermatofitosis ........................................................................................ 4%
Herpes Zoster ........................................................................................ 4%
Psoriasis .................................................................................................. 3%
155
Bronquitis aguda ................................................................................. 6%
Enfermedades esofágicas.................................................................... 5%
Laringotraqueítis .................................................................................... 4%
Neumonía................................................................................................ 4%
IAM........................................................................................................... 3%
156
¿En qué ocupan la consulta los MF (Gran Bretaña)
(Collier, 1990)
Un médico de familia típico con una consulta de 2000-2500 pacien-
tes (15% > 65 años). Suele ver unos 50 pacientes/día (incluyendo 5
avisos).
Las principales categorías de atención médica:
— Enfermedades autolimitadas: 65 por 100 de las consultas.
— Enfermedades crónicas: 20 por 100 de las consultas.
— Enfermedades agudas mayores: 15 por 100 de las consultas.
Actividad en la consulta:
4. Usando el teléfono en MF
El teléfono está asociado con la práctica de la medicina. De hecho,
uno de los primeros teléfonos tras su descubrimiento en Estados unidos,
conectaba a un médico con la farmacia local. Actualmente, el teléfono
es una herramienta importante y «molesta» para los MF, pero que permi-
te un gran aumento de la disponibilidad del MF hacia los pacientes.
(Perkins, 1993.)
161
Usando el teléfono en MF
(Marsh, 1991)
163
¿Cuándo hacer exploración física en MF?
(Morrell, 1991)
En el 50 por 100 de problemas se hace exploración física. (Datos del
centro de salud del polígono industrial Toledo).
Problemas atendidos en MF: 3 grupos
— Claramente serios: hemorragia, dolor abdominal...
Necesitan exploración cuidadosa.
— La mayoría: síntomas que podrían indicar enfermedad seria, pero
que generalmente indican «problemas menores».
— Consultas para información.
Hay que tratar de seleccionar a los pacientes que requieren una ex-
ploración completa: la selección se basa en historia previa, característi-
cas del paciente, inspección general, signos o síntomas clave...
Ya que (por la accesibilidad total):
• Hay un tiempo limitado.
• Hay muchos síntomas «menores».
6. El cuarto de consulta en MF
El cuarto de consulta eficaz (Marsh, 1991)
El MF pasa más tiempo en su despacho de consulta que en ningún
otro sitio en su vida, por lo que debe sentirse como en casa y «está
permitido» que este cuarto refleje sus características (cosas personales,
cuadros, flores, fotos...).
Cuando el cuarto es compartido habrá que compartir los elementos
personales.
En teoría (ideal) el MF debería tener su propio cuarto de consulta.
Aunque no haya consultas, ese cuarto servirá como oficina y estudio.
Además de esto, el cuarto tiene que ser eficaz.
Flujo de pacientes:
Debería haber un flujo establecido de pacientes desde la sala de espe-
ra principal a una pequeña área justo fuera de la puerta del MF. Es mejor
siempre que haya 1 ó 2 personas esperando cuando llega un paciente; si
no éste podría pensar que es el «único» paciente ese día y trata de captar
todo el tiempo para él.
Debería haber señales fuera de la puerta de la consulta, controladas
por el MF, como «señales de tráfico»: «pase», «espere», «ocupado»: esto
evita que el paciente abra un poco la puerta y pregunte... Los pacientes
rápidamente aprenden un sistema como éste y lo aceptan.
La HC o la pantalla del ordenador estarán preparados tan pronto el
paciente entra. Si usamos un sistema de prescripciones crónicas con
impresora en la consulta, ésta debería estar cerca de la silla del paciente,
de forma que éste pueda coger la prescripción tan pronto salga.
La mesa del MF estará situada de forma que pueda ver cómodamente
a los pacientes cuando entran: para poder captar todo de ese momento
de apertura de la consulta médico-paciente.
La consulta usando la esquina de la mesa, es extremadamente popu-
lar en Gran Bretaña (GB). La mesa así tiene menos importancia como
barrera. Quizá el paciente en la esquina derecha de la mesa y el teléfono
y el ordenador en la izquierda. Con la mano derecha se puede tocar al
paciente. Una silla móvil facilita el acercamiento al paciente (incluso en
GB donde siempre hay moqueta!); en todo caso una silla en que se
encuentre a gusto el MF: ¡es la silla en que estará sentado más tiempo en
su vida! En muchas consultas la exploración clásica no es precisa o no
está indicada: basta el acceso silla-silla: para inspección, tomar el pulso,
valorar el edema maleolar, mirar la garganta y auscultar el corazón, sin
levantarse de la silla.
El paciente también necesita una silla confortable. (Ya pasó esa épo-
ca en que el antiguo médico de cabecera no ponía silla al paciente...,
¡para que se entretuviera menos!)
165
Cuando los niños pequeños acompañan a adultos, estos niños tienen
que estar entretenidos: debe haber juguetes.
Debe haber un área separada —con cortinas o biombo— donde esté
la camilla de exploración: el paciente tiene el derecho de desvestirse en
privado. Cuando el MF y el paciente son conocidos desde años puede no
ser necesario, pero debe existir la opción de privacidad. Debe haber
algún mueble donde el paciente pueda dejar su ropa (perchas, silla...).
Mientras el paciente se desviste, el MF puede usar el tiempo: escribir
notas, entrar datos al ordenador...
Debe haber lavabo, y toalla para el MF y para el paciente (indepen-
dientes). Al menos 2 vasos: en ocasiones un sorbo de agua es apreciado
tanto por el MF como por el paciente.
Podría haber música ambiental en la sala de espera y/o en la consul-
ta, a un volumen que no interfiera el diálogo normal, ya que los pacien-
tes suelen encontrarla relajante. (Kabler, 1993.)
Tiempos de consulta:
Gran Bretaña: 6-10'
INSALÜD (1992): 7.7' (EAP)
5.4' (Ambulatorios)
Estados unidos: 10'
Nueva Zelanda: 12'
Canadá: 15'
Suecia: 21'
Duración
real de Tiempo
Hora cita Paciente y problema la consulta de espera
168
9.20 VB Niña. Rinoconjuntivitis 5' 18'
9.25
9.30
9.55
10.25
169
Otro ejemplo: Un día «no masificado» de una consulta de MF del Centro de
Salud del Polígono Industrial (Toledo), 1993.
Duración
real de Tiempo
Hora cita Nombre Paciente y problema la consulta de espera
170
11.15 ERR Mujer, 57 años, lumbalgia. Vacuna 5' 5'
antigripal
— 28 pacientes en 3 h. 55'.
— 3 pacientes consultaron sin cita (el paciente que pidió cita, consul-
tó también por ellos).
— Los dos primeros eran pacientes con problemas crónicos, y había
sido «programados» previamente para ser vistos ese día.
— El paciente que más esperó 48' (el penúltimo paciente; infección
respiratoria de vías altas).
171
— La consulta más larga (además de los dos pacientes programa-
dos): 15' (inhibición lactación. Incontinencia urinaria).
— Sólo los 3 primeros pacientes no esperaron nada.
— Duración media de cada consulta: 8'.
— Tiempo medio de espera: 20'.
172
Organización de la Consulta (De la Revilla, 1992)
La duración media de la consulta probablemente se aproxima a 5
horas/día.
La ubicación temporal de los pacientes programados (citados por
iniciativa del MF) puede ser variable: un espacio específico al inicio de la
consulta, al final, o sin espacios preestablecidos a lo largo del tiempo de
consulta. En cualquier caso se deben prever mecanismos para dar más
tiempo —en general— al paciente programado.
Puede ser un buen hábito el disponer por adelantado —el día anterior,
por ejemplo— de las historias clínicas de los pacientes programados el
día siguiente, y «preparar» la visita: repasar la historia, revisar pruebas
complementarias previas, planificar el curso que tendrá la futura visita
evitando olvidar algún elemento, y favoreciendo una consulta más eficaz.
Otro buen hábito es mantener una breve reunión MF-enfermera (bas-
tan 10') para planificar la tarea del día, comentar enfermos... antes de
empezar el trabajo. Asimismo, otros 10' al final del día para repasar
historias, recoger o anotar datos, preparar tareas con la enfermera, ha-
blar con el médico residente...
11. El pronóstico
Las habilidades del diagnóstico son las más difíciles de adquirir, pero
la reputación del MF depende del pronóstico.
175
Pero esto no se enseña en la carrera, ni en el hospital.
En los libros de texto da la impresión que el pronóstico depende del
diagnóstico, pero como en otros aspectos de la medicina, el pronóstico
depende del individuo: para considerar el pronóstico, tenemos que rela-
cionar la patología con el individuo.
Pero incluso los pronósticos considerados sólo desde el punto de
vista del diagnóstico, están sesgados hospital.
El pronóstico: Recordar
— Lo primero es estar seguro.
— No es un juicio «papal».
— El conflicto de cuanto hay que decir en caso de enfermedad
seria.
— usar palabras que pueda entender ese paciente concreto.
176
Prevención:
— Primaria:
• Consultas específicas.
• Oportunístico.
— Secundaria:
• Screeenings.
• Oportunístico.
— Terciaria:
• En el anciano: capacidad para realizar las funciones normales.
Prevención primaria
— Inmunizaciones.
— Control del niño sano.
— Control del adolescente sano.
— Control del adulto sano.
— Control del embarazo.
Prevención secundaria
— HTA.
— Cardiopatía coronaria-colesterol.
— Obesidad.
— Planificación familiar.
— Citología cervical.
— Control del embarazo.
Prevención terciaria
— Monitorización y controles regulares de las enfermedades crónicas
(HTA, DM, esquizofrenia, enfermedades reumáticas, vascula-
res...).
— Vacunación antigripal.
— Visita domiciliaria regular de los incapacitados.
178
Los términos prevención de salud «oportunística» y «atención antici-
patoria» han sido usados en muchas ocasiones como sinónimos, para
indicar un conjunto de tareas y las oportunidades para realizarlas en los
contactos habituales médico-paciente/familia en atención primaria.
«Ten cuidado al leer libros sobre la salud, podrías morir por culpa
de una errata.» (Mark Twain.)
179
EpS del paciente en la consulta de MF
EpS (es también) un término de moda en atención primaria. Pero su
significado es confuso: para unos es sinónimo de información, consejo o
instrucción; para otros es transformación de los hábitos de vida; para los
más «radicales» es una transformación de la sociedad en su conjunto, de
sus costumbres y cultura.
Según la OMS «hoy la EpS se centra no tanto en formas de comporta-
miento aisladas (tabaco, dieta...), cuanto en el estilo general de vida de
una persona/familia/comunidad.
Fio olvidemos que la misma relación asistencial es una relación edu-
cativa.
Educación
13. El tratamiento
Hay ciertos principios generales de los tratamientos en MF:
1. La mayor droga es el médico.
2. El tratamiento escuchando.
3. El tratamiento aconsejando. Reafirmando, simpatizando, apoyan-
do, aconsejando. No es decirles cómo tienen que vivir sus vidas,
sino por el contrario tratar de valorar el significado de los diferen-
tes aspectos del problema y plantearlo objetivamente al pacien-
te, permitiéndole que tome sus propias decisiones.
4. El tratamiento explicando. Manteniendo el equilibrio entre la in-
formación médicamente deseable y la que es buena para el pa-
ciente.
5. Educación respecto a enfermedades menores.
6. Psicoterapia.
7. Prescripción de fármacos: tratamientos: sintomáticos; específicos.
Escribir claro.
Núm. de fármacos cumplimiento.
Reacciones adversas.
Lo mejor: tener un pequeño repertorio de fármacos formulario
decidido por el equipo y con nombres genéricos.
Evitar combinaciones fijas.
Evitar productos nuevos.
183
Aspectos del cuidado continuado de los enfermos crónicos
(Schellevis, 1993)
1. Organización del cuidado continuado.
2. Tratamientos crónicos.
3. Estándares de calidad de vida.
4. Cumplimiento de los tratamientos.
5. Controles de seguimiento.
184
Fármacos prescritos en 7.212 consultas por grupo farmacológico
(Toledo, 1989)
Grupo farmacológico Núm. (%)
1. (Digestivo y metabolismo) 801 (11.4)
2. (Sangre) 81 (1.1)
3. (Cardiovascular) 840 (11.9)
4. (Piel) 378 (5.4)
5. (Genitourinario y hormonas sex.) 94 (1.3)
6. (Hormonas sistémicas) 74 (1.0)
7. (Antiinfecciosos) 746 (10.6)
8. (Citostáticos) 1 (0.01)
9. (Locomotor) 517 (7.3)
10. (SNC) 1.469 (20.9)
11. (Parasitosis) 12 (0.2)
12. (Respiratorio) 1.569 (22.3)
13. (Sentidos) 221 (3.1)
14. (Varios) 236 (3.3)
Total 7.039 (100)
185
En MF se prescriben significativamente más fármacos en personas
ancianas.
La no-prescripción
Si miramos la consulta como un todo: el escuchar, el preguntar, la
exploración, el diagnóstico, el pronóstico, el dar confianza, los consejos
de autocuidado... Vemos que la importancia de la medicación es menor.
¡Si nos acordamos de esto recetaremos menos!
Las grandes cantidades de fármacos que almacenan en las casas los
pacientes, atestiguan que les recetamos demasiado.
La gran cantidad de enfermedades autolimitada (35 por 100) que ve
el MF podrían resolverse sin recetas (+ 50 por 100 sin patología).
Hay que enseñar-educar a la gente en autotratamiento de trastornos
leves (donde la respuesta del MF es siempre igual, cada vez que consul-
tan). En ocasiones las consultas telefónicas pueden ser adecuadas.
186
Prescripciones repetidas
El MF es la principal fuente de prescripción de medicamentos y el MF
dedica una parte importante de su tiempo a la repetición de recetas.
Todo ciudadano pasará en un período de 5 años por su MF, y en más
de la mitad de estos contactos saldrá de la visita con una receta.
El 20 por 100 de la población general puede estar recibiendo trata-
miento continuado (2 o más meses), con una media de fármacos por
paciente de 3.
El 33 por 100 de todas las prescripciones en MF son crónicas.
Prescripción crónica: «cualquier prescripción realizada por el médico,
en una petición para repetir medicación, sin que haya una consulta di-
recta con el paciente».
187
14. La atención de urgencia
La atención de urgencia
(Atención fuera de las horas de consulta del MF)
188
Paciente Edad Sexo Diagnóstico Hora
EBB 75 Infección urinaria
(Aviso domiciliario)
Varón
Crisis convulsiva 10.30
189
BAP 5 Mujer Adenitis 19.40
23 Varón
FTV Absceso glúteo 24.20
Se deriva al hospital
Sensación de cuerpo
VGG 47 Mujer 24.55
extraño O.D.
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196
6
La relación
médico
de familia-
paciente/
familia en
la consulta
1. La relación médico de familia-paciente
198
¿Médico sobre paciente?
Relación médico-paciente-organización
El médico que está inmerso en un proceso de colaboración interdisci-
plinar sigue siendo el principal protagonista, pero no en solitario y en
una relación bipolar, sino como eje central de una relación plural
Relación médico-doctor
Médicos «malos»
La entrevista MF-paciente
Como médicos de familia practicamos la medicina de forma diferente
a los especialistas hospitalarios: tenemos objetivos diferentes y una rela-
ción diferente con nuestros pacientes, de los que llegamos a tener gran-
des conocimientos de sus sentimientos y carácter como individuos y
familias. Por otra parte, el trato que recibimos de ellos es también dife-
rente.
El origen de estas diferencias es el principal punto de contacto entre
el MF y paciente: la consulta.
202
El MF no puede permitirse el lujo de desconocer u olvidar la entrevis-
ta formal del médico hospitalario (anamnesis, exploración física, investi-
gaciones, diagnóstico, tratamiento y explicación), porque hay ocasiones
en que puede necesitarla; pero en general usará una entrevista menos
formal, jugando con la confianza del paciente y usándose él mismo (el
MF) como la más sofisticada de sus prescripciones. Recordando un
acercamiento integral, sabiendo que muchos problemas no son exclusi-
vamente médicos y no están circunscritos a una determinada especiali-
dad.
El error más frecuente de la «toma de la historia» es convertir la entre-
vista en un interrogatorio, con lo que se obtiene una información muy
parcial y, en general, sesgada de la situación del paciente.
La «anamnesis» («rememoración») no es una actividad meramente
descriptiva, sino interpretativa: el paciente da su versión de los síntomas.
El mero interrogatorio lleva al paciente a una posición de observador
pasivo, con lo que los resultados de las consultas empeoran: insatisfac-
ción de los pacientes, falta de cumplimiento, futuras consultas innecesa-
rias.
Tipos de enfermos:
El desconfiado: no cree en los médicos ni en la medicina, pero
acude por si acaso.
El crédulo: espera milagros (médico-brujo).
El experto: sabe más medicina que los médicos.
Tipos de profesionales:
El técnico sanitario sabihondo: constantemente exhibe su ciencia y
se refugia tras sus conocimientos para impresionar al paciente, al que
considera deficiente mental.
El que cree que el paciente es un conjunto de síntomas o el resulta-
do de un análisis (los especialistas hospitalarios)'.
El enemigo del paciente: le confunden con la enfermedad que hay
que combatir; desconfían de él, le riñen...
El vendedor: tratan al paciente como un cliente, que siempre tiene
razón («privados»).
203
A veces las relaciones entre médico y paciente recuerdan la imagen
de dos boxeadores en momentos bajos, que descansan sus maltrechos
cuerpos uno sobre el otro y, a la vez, dispuestos a dar o recibir un golpe
definitivo.
205
Los médicos tenemos (hemos retenido) un papel de expertos, que nos
hace «conocer mejor los cuerpos de los pacientes que ellos mismos los
conocen» (Roberts H, 1985).
206
Tipologías de las consultas (de los encuentros cara a cara
médico-paciente) en medicina familiar:
1. Rutina
Son visitas por relativa- — «Simple». Pacientes que presentan:
mente simples, no múlti- — «Fácil». — Infección aguda me-
ples, de «problemas cor- — «Simplemente otro nor.
porales», para los cuales resfriado». — Trauma menor.
los médicos suelen creer — Peticiones simples de
que tienen soluciones dis- examen general.
ponibles. Puede usarse un — Necesidad de tranqui-
protocolo establecido de lizar sobre que la tos
manejo de la consulta. leve no tenía nada que
(Es el tipo de consulta ver con el cáncer de
más frecuente). pulmón que mató al
amigo de su padre.
2. Dramas
Estas visitas forman parte — «Complicado». — Agudización de una
de series de visitas co- — «Difícil». enfermedad crónica.
nectadas, relacionadas — «Problemático». — Malas noticias.
con incertidumbre, con- — «Visita de malas no- — Desorden familiar.
flicto, desacuerdo MF-Pa- ticias». — Fatiga crónica.
ciente, desórdenes fami- — Lumbalgia.
liares, incumplimiento, o
explicación de malos re- Estas consultas se van re-
sultados como diagnósti- pitiendo a largo del tiem-
co de cáncer, diabetes o po, involucran conflictos
síndrome de Down. (El o/y emoción. Son consul-
médico puede tender a tas teatrales y suele haber
hacer un drama de cada audiencia (generalmente
visita). la familia).
3. Ceremonias
La 1.a visita en un drama — «Campo de minas» — «A propósito».
suele no ser planeada — «Ya que estoy aquí».
(por el médico), y éste la — «Nuevo diagnóstico de
resuelve con un esquema enfermedad crónica».
rápido. El deseo del médi-
co es «ganar tiempo». El
médico sigue estos pasos:
1. El paciente debe sa-
ber que le creemos.
2. El médico debe saber
cuál es el temor prin-
cipal del paciente.
207
Tipo de consulta Términos descriptivos Ejemplos
3. ¡Por el amor de Dios,
el MF debería poner
el fonendo encima
del paciente!
4. El MF debe dar espe-
ranzas y algo que ha-
cer al paciente hasta
la siguiente visita.
208
Estilo de consalta «cerrado» (Stott, 1983)
Está relacionado estrechamente con el proceso formal de toma de la
historia que aprende el estudiante, y por esta razón es el más usado.
La meta del MF es centrarse en los síntomas específicos del paciente
y sus asociaciones. Por ejemplo, cuando el paciente refiere dolor, el MF
considerará si necesita preguntar una serie de cuestiones para descubrir
su localización, distribución, tiempo en que comenzó, características,
relación con otros síntomas, etc.
Esta técnica limita grandemente al enfermo y le obliga a una partici-
pación pautada por el MF. El MF habla frecuentemente, hace preguntas
directas, interrumpe al paciente para aclarar puntos oscuros y limita la
entrevista a lo que él considera importante.
Desde luego, éste estilo ofrece muchas cosas atractivas: ayuda al MF
a evitar errores de omisión que podrían originar fallos de diagnósticos
orgánicos, ayuda a revisar muchos tópicos rápidamente y a concentrar-
se en los que se consideran importantes, las entrevistas son fáciles y el
sistema de citas se puede llevar con más facilidad. Para los especialistas
que atienden a pacientes que han sido seleccionados por los MF, este
sistema es quizás el mejor, pero para el MF tiene muchas limitaciones.
Las razones por las que solemos elegir el modelo «cerrado» de con-
sulta:
1. La influencia de la educación.
2. Factores culturales y sociales.
3. La presión del trabajo.
4. La autoridad.
210
4. Clarifica el tema mediante la observación en vez de mediante
preguntas: «usted parece decirme que el dolor se corre a...».
5. Interpreta la postura, gestos..., del paciente, «parece que usted
no está satisfecho con esto»...
6. La atmósfera en la consulta es tranquila y atenta, pero no
lenta. Hay tiempo para discutir sobre las razones del consejo o
del tratamiento o de la investigación.
7. La mayoría de las consultas terminan por mutuo acuerdo, en-
tre clínico y paciente.
8. El modelo de consulta varía de paciente a paciente.
Se ha comunicado que los estudiantes de último año son menos
sensibles a los problemas de los pacientes que los de primer año, pero
estas técnicas «abiertas» pueden aprenderse.
Los pacientes tienen siempre el deseo de «que se les permita ha-
blar».
Osler recomendaba a los estudiantes que «escucharan al paciente,
que está diciéndonos el diagnóstico».
Tiempo libre.
Discusión con colegas.
Relajación.
Rutinas de descanso.
Variedad.
Ambiente agradable y personal.
213
Cuestiones básicas al comienzo de una consulta de MF:
(Álvarez Montero, 1993):
1. La relación médico-paciente.
2. La atención a los pacientes con problemas de salud más graves.
3. La gestión del tiempo.
215
Cinco tareas básicas que deben ser asumidas por la familia
1. Socialización o desarrollo de habilidades sociales.
2. Atención o aporte de alimentos y protección.
3. Afecto o relación de cariño o amor y suministro de cuidados.
4. Reproducción y relaciones sexuales.
5. Estatus o legitimación y transmisión de las características del
grupo social de origen.
217
Primera consulta:
MEDICO: Le voy a mandar un medicamento para quitarle todos los
síntomas, el malestar, el dolor de garganta y todo eso...
PACIENTE: Sí, más que nada es lo que más me molesta porque
parece ser cuando te duelen los huesos...
M.: Y eso se va a poder tomar una cada 8, 6 u 8 horas según como se
encuentre y además de eso, eh..., unos sobrecitos para ayudarle a es-
pectorar, porque la tos sobre todo es por el moco, se le cae por detrás,
de la nariz a la garganta, y le produce esa tos y esa irritación, antes de
acostarse por la noche, lávese las fosas nasales, se... limpia bien la nariz
con unas gotitas de suero o de agua sal.
P.: Ah, sí.
M.: Y si se ducha, pues quédese un ratito en el baño con el vapor o
algún recipiente de agua caliente: lo puede dejar en la habitación un rato
antes de acostarse para que la habitación esté húmeda, que no esté el
ambiente seco, porque... y le permita respirar mejor y pueda descansar
más.
(Pausa larga. Escribe).
M.: Bueno... en principio este catarro le va a durar 4 ó 5 días más....
hum... en los sobres estos que es para el moco, mientras tenga tos, pues
hasta que se acabe la caja eh?, es uno cada 8 horas también. Y el otro
pues sobre todo cuando tenga más malestar o bien se lo toma cada 6 o
cada 8 horas según como se encuentre.
P.: Lo otro que ... esto que son ¿comprimidos o...?
M.: Son...eh... para la tos son los sobres, lo otro son unos comprimi-
dos. ¿De acuerdo?... Hasta luego.
Segunda consulta
MEDICO: ¿Se ha vacunado usted de la gripe?
PACIENTE: No, que tengo día para el día 4.
M.: ¿Ha comido usted alguna cosa?
P.: Sí, he comido una _____ que he visto encima de la mesa y me ha
apetecido.
M.: _____ le veía granitos ahí.
M.: Diga, ah...
P.: Ah...
M.: Otra vez.
P.: Ah...
M.: ¿No duele? ¿Y cuando traga tampoco?
P.: Tampoco.
M.: ¿Los oídos?
P.: No... los oídos...
M.: Abra la boca, ¿le molesta ahí?, ¿le duele?, no. ¿Qué iba a decir de
los oídos?
P.: No, que tuve unos días que...que me dolían, pero yo creo que era
a consecuencia de las muelas... ¿sabe?
M.: ¿Tiene caries?
218
P.: Sí, me sacaron dos juntas y pase unos días muy malos.
M.: Y ¿qué oído era, el de el lado de las muelas?
P.: ______
M.: ¿Ha tenido molestias al orinar?, ¿escozor o picor?
P.: No.
M.: Poquita cantidad muchas veces...
P.: Normal.
M.: ¿Y las reglas son abundantes?
P.: Bueno, la regla mía ya...se perdió hace muchos años.
M.: Y ¿no ha manchado?
P.: No...
M.: Nada, lleva ya muchos años sin manchar...
P.: Llevo ya lo menos... 15 años.
M.: Y ¿no ha tenido manchados en esos 15 años, no?
M.: Súbase el jersey_________ de pecho.
P.: _____ me salen cuando quieren.
M.: Súbase el jersey por detrás.
M.: ¿La tensión se la ha tomado en alguna ocasión?
P.: Sí, me la he tomado.
M.: ¿Y la tenía bien?
P.: La tenía bien, la última vez que me la tomaron en el pueblo, la
tenía bien.
M.: ¿Cuándo se la tomó?
P.: Hará 3 meses o por ahí.
M.: Y estaba bien, ¿no?
P.: Estaba bien.
M.: Respire por la boca. Póngase de pie. ¿Aquí le duele?
P.: Sí, sí.
M.: _______
P.: Pues mire... _______
M.: ¿Cada vez más?
P.: Sí, y así en un lado también.
M.: ¿Ahí?
P.: Sí.
M.: ¿Por aquí le duele, no?
P.: No..., vamos, me duelen los riñones y eso, pero...
M.: ¿Le baja el dolor por la... por atrás... por las nalgas...?
P.: No.
M.: ¿Por la pierna, por detrás?
P.: No...
M.: Y aquí en los riñones, ¿no nota dolor?
P.: Sí, sí.
M.: Si... Ayer no tenía usted nada de dolor y hoy sí.
P.: Bueno..., los riñones cuando quieren me duelen, pero
hoy ______
M.: Habitualmente, ¿come bien?
P.: (Jocosamente.) Como bien, me sujeto. Luego, estos días allí en el
pueblo...
219
M.: ¿Está triste o decaída, de algo?
P.: Yo..., los nervios cuando quieren me dan y...
M.: ¿Y ahora cómo se encuentra?
P.: Pesh... no ... yo me encuentro muy bien ahora.
M.: ______
P.: Sí...
M.: ¿Y eso por qué?, ¿tiene problemas?
P.: No señora, no tengo...
M.: Pero no sabe por qué.
P.: No tengo más problemas que es que me falta mi marido y es lo
único que tengo en la cabeza, pero luego no tengo ningún problema.
M.: Siéntese.
P.: Tengo seis hijos y están siempre pendientes de su madre.
M.: O sea, que está triste y no sabe por qué.
P.: No, es ordinario, se conoce ______
M.: _______se ha sentido, peor, más decaída...
P.: No...
M.: _______
M.: Otra vez ha tenido esos dolores, ¿no?, así generalizados.
P.: Sí.
M.: Pesa usted mucho... o ha pesado mucho... porque aquí ponía
100, y ha perdido mucho, no pesará 100 ahora, ¿no?, pesará...ochenta
y-
P.: Ochenta y ocho, por ahí.
M.: Tiene usted la tensión alta... le hicieron una vez... le vieron el
fondo de ojo y todo... el ojo, tuvo que ir al oculista.
P.: Sí... la última vez que _____ aquí tenía la tensión... la baja creo
que la tenía alta.
ACOMPAÑANTE: Pero luego se la controlaron y la tenía muy bien, hasta
ahora.
M.: ¿Dieta no hace, no? Es que a veces cuando se gana peso, se
abusa un poquito de la sal, pues todo eso contribuye a la tensión alta.
P.: Y llevo una temporada que sí, se ha casado mi hija y he tenido
bodas y ya he comido cosas de sal.
M.: Se ha pasado un poquito, no.
P.: Sí...
M.: Es que yo, los datos que tengo aquí es de hace ya 2 años, enton-
ces están ______
M.: ¿usted vive aquí todo el año, o pasa temporadas _______ ?
P.: Yo vivo aquí, lo que pasa es que tengo un hijo soltero en el pueblo
y...
M.: ¿Qué pueblo es?
P.: Tembleque.
M.: Tiene una plaza muy bonita y _______
P.: Sí, y... eso. Y estoy allí, y allí pues suelo ir al médico, pero de
higos a brevas, a ver como estoy.
M.: Se va a sentar, le voy a mirar otra vez, siéntese usted ahí.
M.: Tiene usted un brazo muy grueso, y no llega bien el aparato.
220
P.: ¡Bueno! pues cuando esas... no me lo podían poner.
M.: La tiene alta ¿eh?
P.: ¿Mucho?
M.: Tiene 17-10.
M.: Vamos a hacer varias cosas, va a intentar, a empezar a hacer una
dieta y no tomar nada de sal, ¿de acuerdo? y va a venir a la que... ¿está
viviendo ahora en el Polígono?
P.: _______pero vamos, a ratos.
M.: Bueno, pues sería conveniente donde esté que le tomaran la ten-
sión otras dos veces, ¿eh?, la próxima semana una vez...
ENTRA ALGUIEN: ¡Hola buenos días!
TODOS: Buenos días.
ALGUIEN: El sobre este.
P.: La próxima semana sí se puede venir.
M.: ¿Va a estar aquí?
P.: Porque como, es que como mi hijo viene todos los días...
M.: Y es importante que haga dieta, entonces. Va a pedir cita a la
enfermera, nuestra enfermera, y luego ella ya cogerá esta historia,
para... que siga con usted la dieta, para que le diga pues... lo que come
cada día y que le aconseje ella lo..., lo dé también la dieta que... para
perder el peso, que le tome otra vez la tensión para ver si sigue alta y
mientras tanto no va a tomar sal para ver si con eso contribuimos a que
se normalice. ¿Ahora está más nerviosa, o no?
P.: No... no estoy nerviosa no.
M.: Tenía problemas de estómago usted ¿no?, por lo que he visto por
aquí.
P.: Algunas veces me ha dolido el estómago, pero ahora no...
M.: Bueno, le voy a mandar en principio como no le he visto que
tenga catarro ni nada, solamente ese dolor generalizado, le voy a man-
dar un calmante, un... gelocatil®. Se puede tomar hasta cuatro al día,
para que le quite los dolores y la molestia, no produce daños al estóma-
go, lo puede tomar con tranquilidad, eso mientras que tenga ese decai-
miento y esos dolores de espalda, a mí me parece que es todo muscular,
pero claro que tiene mucho peso, y eso también contribuye a que le
duela más la espalda y todo eso. Y luego que quiero controlarle la ten-
sión, si vemos que se mantiene a pesar de lo que hace... alta habrá que
ponerle tratamiento ¿eh?, tendrá que tomar pastillas, o sea, que es mejor
que se tome en serio la dieta... ¿de acuerdo?
M.: No es una dieta muy exagerada ¿eh? Es de 1.500 calorías que la
puede hacer y sin sal. Inténtelo, ¿vale?
P.: Procuraremos, a ver. Y entonces ¿cuándo dice que vuelva? ¿La
semana que viene?
M.: La va a ver la enfermera, ¿eh?, le va a hacer el control y luego
volverá aquí en un mes, pero en ese mes la ha ido viendo la enfermera,
le ha tomado la tensión y le ha ido controlando lo de la sal y a ver cómo
ha ido evolucionando, de todas formas ante cualquier cosa que ella no-
tara me lo iba a decir. ¿De acuerdo? O sea que le voy a poner aquí que
para dentro de un mes pida hora para mí.
221
P.: La cartilla... está ahí, en el bolso.
M.: ¿Es pensionista, Teresa?
P.: Sí, sí.
M.: ¿Vive sola o vive con algún familiar?
P.: No, vive mi hija conmigo.
M.: Bueno, pues como has venido con ella ya sabes lo que tiene que
hacer ________ un poquito también, la animas ¿eh?
P.: ______ porque tengo tres hijas y tres hijos.
M.: Es familia numerosa.
P.: (Sonrisa) Familia numerosa...
M.: Bueno, esto es para los dolores que tiene ¿eh?, los dolores de la
espalda.
P.: Sí, sí.
M.: Esto es para mí, ahora pide cita, le darán una hojita y le dirán el
día que tiene que venir, para mí, para mí que soy a primera hora y,
mientras, también pide cita para la enfermera, ¿eh?
P.: Eso, allí en la entrada...
M.: Eso es, sí. Se lleva la dieta, sería conveniente también que se
diera unos paseítos, ¿eh?
P.: ¡Sí señora! sí, eso sí.
M.: Dé unos paseítos, la cama dura..., quite la almohada, no se aga-
che mucho, intente... pues utilizar los medios, y la imaginación para no
doblar la espalda, pues... flexionando las rodillas sólo, con la espalda
recta, descargando todo el peso que cargue de la compra _______o del
carro, entre los dos brazos, que no tire sólo de un lado, que si no un
remo pues se cansa más que el otro y la espalda empieza a doler. ¿De
acuerdo?
P.: ¿Sabe usted también cuándo eso?, pues cuando me pongo a co-
ser y me duele.
M.: Claro. Por eso lo mejor, en vez de estar mucho tiempo haciéndo-
lo, pues hágalo todos los días un ratito.
ACOMPAÑANTE: (Interrumpiendo.) Entonces, ¿hay que volver aquí
ahora?
M.: No, aquí ya no, aquí simplemente pedir, allí en el mostrador pide
usted cita para esta consulta y para la enfermera que le tiene que contro-
lar dos veces más la tensión ¿eh?
ACOMPAÑANTE: De acuerdo, hasta luego.
M.: Hasta luego.
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7
Sistemas
de salud.
Organización
e historia
del sistema
sanitario
español
Gestión,
administra-
ción, dirección
1. Sistemas de salud
230
4. Modelo de Seguro Privado, caracterizado por:
— Compra privada de la cobertura sanitaria (por parte de los
individuos o determinadas empresas).
— Financiación por los individuos y/o cuotas de los empresarios.
— Provisión de servicios sanitarios de tipo privado, con ánimo
de lucro.
(Estados unidos)
Atención primaria:
... atención sanitaria de primera línea; no limitada a pacientes de
determinada edad; el lugar donde el paciente tiene el primer contacto
con el médico y tiene acceso directo a él.
Atención secundaria:
... atención sanitaria de naturaleza especial, generalmente más so-
fisticada y complicada que la de atención primaria.
OMS, 1974 (Horder, 1986)
231
Niveles de atención:
— Autocuidados.
— Atención primaria profesional.
— Atención secundaria especializada.
— Atención terciaria súper especializada.
(Watkins, 1988)
233
El marco teórico y político sobre el cual se sustenta la atención de
salud a toda la población se ha desarrollado durante las últimas décadas
desde formas más simples a más complejas:
(Watkins,1988)
Los objetivos de la AP
Acceso adecuado
(Sin barreras económicas, geográficas, falta de médicos...) Según la
clasificación de Donabedian (1984) de la asistencia médica en relación
con la medición de la calidad, la evaluación de la estructura concierne
con la adecuación del edificio, equipamiento, cualificaciones del perso-
nal, tiempo de espera...
Proceso adecuado
La idea básica, aunque cuestionable, es que, si el proceso es bueno,
los resultados serán buenos. La evaluación del proceso está basada en la
relevancia, nivel de registro..., de la historia médica, examen físico,
pruebas de laboratorio, diagnóstico y tratamiento subsiguiente. Hay dos
enfoques: 1) medir la efectividad del MF para responder a la demanda
médica; y 2) la habilidad para detectar necesidades no expresadas por la
demanda (el MF está situado en el lugar ideal para detectar la totalidad
del «iceberg» de la enfermedad, lo que puede hacerse orientándose hacia
un riesgo a nivel de consulta: nivel de inmunización, por ejemplo, o
hacia grupos de riesgo en la comunidad: ancianos...).
235
Previamente a que evaluemos cualquier proceso de asistencia, debe-
mos elegir unos criterios o estándares de asistencia adecuada. Muchos
de estos estándares son cogidos de la literatura de otros países (Estados
unidos), pero deben tomarse con precaución; sería preferible que estos
criterios se decidiesen in situ; además un motivo de la auditoria es pro-
vocar cambios positivos en el comportamiento del sanitario, y esos cam-
bios ocurren más fácilmente cuando el propio médico ejerce un papel
importante en la elección de los criterios que servirán de base para la
evaluación de su proceso.
Las fuentes de datos usadas para establecer los criterios de asistencia
médica pueden examinarse de dos formas:
— Métodos no-experimentales. Los estudios descriptivos se usan fre-
cuentemente para evaluar la asistencia sanitaria, pero cuando se
emplean resultados para comparar consultas o centros, puede ha-
ber problemas para interpretarlos, porque es difícil asegurar que
las poblaciones que son comparadas sean similares.
— Métodos experimentales. Están directamente dirigidos a demostrar
qué proceso de asistencia es mejor en términos de resultados. La
mayoría de los estudios usan diseños randomizados con grupo
control.
El uso de problemas clave: parte de la premisa de que determinados
problemas de salud podrían servir como «indicadores» de la calidad de la
asistencia médica.
Resultados adecuados
La medición del resultado puede realizarse únicamente en relación
con los recursos disponibles según las prioridades dentro del Sistema
Nacional de Salud. Además de variables clínicas, pueden valorarse:
muerte, enfermedad, discapacidad, disconfort, satisfacción, salud positi-
va y costes. Hay problemas especiales en las definiciones del resultado
del tratamiento del MF en enfermedades crónicas (los tratamientos en sí
mismos producen síntomas, las posibilidades de los mismos son limita-
das...); así en estas situaciones es importante medir resultados en térmi-
nos de nivel funcional y recursos movilizados para aliviar la situación.
Realmente es difícil definir qué es lo que los MF aceptan como asis-
tencia clínica «buena o adecuada», para poder establecer estándares
contra los que juzgar la práctica (y aun peor en enfermedades crónicas o
cuando se intentan valorar aspectos sociales y psicológicos junto a los
clínicos).
236
El autocuidado/autoayuda y la participación comunitaria deben
ser hechos del sistema de AP {Brooks, 1986)
Ratio de la
media del
Duración ingreso neto
consulta Horas de Salario medio
(minutos) trabajo/semana a nivel nacional
Alemania 9 49 2,9
(pago por acto)
EE. UU. 14 53 2,8
(pago por acto)
Reino unido 8 38 2,7
(capitación)
Francia 14 54 2
(pago por acto)
ex-URSS ND ND 1,7
(salario)
ND: No disponible
(Majnoni D'intignano, 1992)
Más del 70 por 100 del presupuesto sanitario se gasta en los últi-
mos 6 meses de vida; más del 55 por 100 de las muertes ocurren en
los hospitales; más del 60 por 100 del presupuesto sanitario lo consu-
men sólo el 10 por 100 de la población; menos del 25 por 10 de los
pacientes que acuden a los servicios de urgencias requieren realmen-
te de estos servicios. Sólo 1 de cada 10 pacientes a los que se les
practican maniobras de reanimación cardiopulmonar en urgencias
sale vivo del hospital, pero sólo 1 de cada 10 que dejan el hospital
vuelve a su trabajo; menos del 7 por 100 del presupuesto se dedica a
la promoción de salud. Los gastos sanitarios suponen una media de
400.000 pts anuales a cada familia española. (Villar, 1993).
240
Las Áreas de Salud, funciones y estructura. Las Zonas Básicas
de Salud
MUNICIPIO
En España, la asistencia sanitaria del Sistema Nacional de Salud se
fundamenta en dos niveles: Atención Primaria y Atención Especializada.
Cada uno tiene unas peculiaridades propias y características definitorias.
La Atención Primaria es el pilar básico de la asistencia sanitaria, sien-
do, por tanto, la vanguardia del sistema respecto al paciente, en su doble
vertiente: asistencial y de prevención de la salud. La responsabilidad de
la atención sanitaria, asistencial y preventiva, es asumida por médicos
especialistas en medicina de familia y comunitaria, pediatras y personal
sanitario y no sanitario, que constituyen el Equipo de Atención Primaria.
La Medicina de Atención Especializada, segundo eslabón de la cade-
na, abarca tanto la medicina especializada extrahospitalaria (ambulato-
rios) como la intrahospitalaria (hospitales).
La puerta de entrada al sistema de servicios de salud se ubica en el
primer nivel, donde se otorga una atención integral, permanente, conti-
nuada, participativa y programada al individuo, familia, comunidad y al
medio en que ésta vive y trabaja. El responsable de esta actuación es el
médico especialista en medicina de familia y comunitaria. Si el proceso
objeto de la visita es solucionado, la actuación sanitaria concluye en este
primer nivel. Si, por el contrario, el paciente precisa de atención especia-
lizada, éste es remitido al especialista correspondiente (extra o intrahos-
pitalario).
El paciente, bien porque haya tenido un episodio de brusca aparición
que requiere la hospitalización, bien porque precise la intervención ur-
gente del dispositivo de las «urgencias» de un hospital de referencia,
puede también llegar directamente por esta vía al especialista intrahos-
pitalario.
242
Niveles de la asistencia sanitaria en España
Nivel primario de atención (Atención Primaria). El especialista en
Medicina de Familia y Comunitaria es el responsable sanitario sobre el
que descansa la parte nuclear y más básica del sistema. A este res-
pecto, la buena praxis de este especialista constituye la pieza funda-
mental para la actividad y correcto funcionamiento del sistema. La
resolución de problemas asistenciales y la optimización de las deriva-
ciones de pacientes al nivel secundario de atención (atención espe-
cializada) son la clave para el control del gasto sanitario y el «desaho-
go» del sistema.
Nivel secundario de atención (Atención Especializada): Especialis-
tas hospitalarios. (Hospital/Consultas externas).
El modelo anterior:
244
Esta reforma constituyó el gran cambio del sistema. Se pudo
hacer por la existencia de la MFyC. Es la reforma más importante
que ha habido en España, y aún está en curso (Coexistencia de
los dos modelos).
1985. Primer programa docente de la especialidad de MFyC.
1985. — Ley de incompatibilidades.
— Aparece el plan nacional de la droga.
1986. — Elecciones generales.
— Ley general de sanidad. SNS.
— 25 por 100 de la población cubierta por EAP.
1988. — Transferencias a Valencia y País Vasco.
— Supresión de la Beneficencia.
1989. — Universalización del derecho a la asistencia sanitaria pública.
— Financiación mayoritaria del SNS por ingresos del Estado:
• Financiación por el Estado........................................... 70 %
• Financiación por el sistema de la S.S. (contribuciones del
trabajador y empresario) ............................................... 25%
• Otros...................................................................................5 %
— Elecciones generales. Tercer triunfo socialista.
— Informe del defensor del pueblo sobre las urgencias hospitala-
rias (muchas debían de haber sido resueltas en AP y era una
vía habitual de ingreso sin trámites administrativos).
— Programa de cita previa (tenía como precedente el realizado
en el País Vasco. Ahora lo incorpora el INSALUD).
— Huelga de médicos titulares (por discriminaciones retributivas
y de horario respecto a otros funcionarios).
— Real Decreto 264/1989 de 10 de febrero. Se desarrolla el curso
de perfeccionamiento para la obtención del título de MFyC a
partir del artículo 8 del decreto de 1978.
199. Resolución 23 de diciembre de 1989. Instrucciones de desarrollo
del curso de perfeccionamiento en cumplimiento del anterior de-
creto.
1990. — Comisión Abril.
— Ley del medicamento.
1991. Transferencias a Navarra y Galicia.
1992. — Maastrich.
— «El agujero negro de la deuda». (Presupuesto insuficientes).
245
Características del sistema sanitario español:
— Cobertura universal gratuita.
— Coexistencia de asistencia privada: el 10-15 de los españoles
tiene una póliza de seguro privado.
— El 17 por 100 de los hospitales trabaja sobre la base de benefi-
cios económicos: parcialmente de enfermos privados o por
contratos con la S.S.
— Los hospitales psiquiátricos siguen siendo de carácter manico-
mial y están aislados del SNS (diputaciones...).
— La salud dental no está cubierta.
— Los profesionales sanitarios son asalariados del sistema.
— Formación específica en MFyC.
— Centros de salud.
— Mecanismos legales de participación comunitaria (Consejos de
salud.)
— Es un sistema centralizado, aunque se transfiera a las CC.AA
(quizá éstas son más centralistas aún).
— Muchas CC.AA (sin transferencias) planifican, pero no gestio-
nan.
246
Los servicios regionales de salud: un esquema
248
— Ticket moderador de algún tipo (!).
— Degradación de la asistencia primaria, que tiene menos medios
de los suficientes.
— Separar financiación ( Administración central y autonómica)
de gestión o compra ( áreas de salud), incluyendo criterios de
mercado y eficiencia.
— Complementariedad de los recursos públicos y privados en la
gestión.
— Separar presupuestos de asistencia y prevención/promoción.
— De usuario a cliente (cuando dueño?).
— Separar lo accesorio del sistema de lo fundamental (de la soli-
daridad). Hay un conjunto de valores en los que se está de
acuerdo, pero en la cuestión de la solidaridad no se puede me-
ter todo; hay que decidir en cada momento con los recursos
(impuestos) que se recaudan, lo que es o no merecedor de la
solidaridad del sistema. (Porque la gente, según mejora su nivel
de riqueza y formación va a querer más salud.)
— No hay dinero en el Banco de España para atender la salud
mental.
249
Reequilibrando la política de atención sanitaria hacia la salud
(Sakellarides, 1992)
250
3. Gestión. Administración. Dirección
Gestión significa:
— ¿Descentralización?
— ¿Aumento de la libertad de elección del paciente/cliente?
— ¿Separación entre financiación y provisión de servicios?
— ¿Competición entre proveedores?
— ¿La calidad como meta?
(Están interrelacionadas).
256
La decisión en el grupo
Lo cognitivo
Acuerdo Desacuerdo
Decisión
Acuerdo administrativa Votación
Lo preferencial
Comité
Desacuerdo Consenso asesoramiento
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259
8
El centro
de salud.
Planificación.
Modalidades
de atención.
El trabajo en
equipo. Casos-
estudio
1. Centros de salud. Ejemplos. Funciones
¿QUÉ ES UN CENTRO DE SALUD?
263
es decir, se atenderá al ser humano como una totalidad, como una
unidad física, psíquica, y social. Este nuevo sistema que se brinda a la
población implica tanto a sanos como a enfermos, y se va a valorar
tanto la promoción de la salud como la recuperación de la enferme-
dad. El objetivo básico del Centro de Salud es la salud, la salud como
ambiente y forma de vida. El trabajo sanitario se va a orientar hacia
los principales problemas de la comunidad, y éstos podrían incluir,
además del tratamiento apropiado para las enfermedades, la promo-
ción de una nutrición adecuada, la salud de la madre y del niño, las
vacunaciones, la educación sobre los principales problemas de salud,
las acciones sobre los factores de riesgo como tabaco, alcohol y ritmo
de trabajo, el control de las enfermedades crónicas, los servicios y
cuidados para los ancianos, entre otras. Pero para la consecución de
estas metas es indispensable que la comunidad y los individuos con-
tribuyan con su máximo esfuerzo a su propio desarrollo sanitario. La
salud no puede ser impuesta, es precisa la voluntad de la población.
El interés de la población por sus propios problemas de salud y su
participación activa para resolverlos es un factor esencial para el éxito
del Centro de Salud.
264
En vías de desarrollo
Demasiados enfermos para un solo facultativo, una infraestructura
obsoleta y un número de médicos insuficiente, han hecho del primer
nivel asistencial del sistema sanitario español un servicio, aún en vías
de desarrollo.
La creación, hace quince años, de la especialidad de Medicina de
Familia y Comunitaria (SEMFYC) fue el pistoletazo que marcó el ini-
cio de una lenta reforma, fruto del replanteamiento de la situación de
la sanidad española.
Mario Soler Torroja, vicepresidente de SEMFYC explica: «nos plan-
teamos crear un modelo de atención primaria de salud fundamentado
en el abordaje integral a ésta a través del trabajo de equipos de aten-
ción primaria multiprofesional ubicados en los centros de salud. El
objetivo es promover una formación adecuada de los especialistas y
ofrecer un trabajo de calidad». Así, desde 1984, con una filosofía basa-
da en la defensa de la salud pública aparecieron en España, de forma
dispersa, centros de salud, sustitutos de los tradicionales ambulatorios.
Las actividades de promoción de la salud y de prevención de en-
fermedades son llevadas a cabo por profesionales cualificados, mien-
tras que el trabajo en equipo y el intercambio de conocimientos entre
los médicos completan la actividad de los dispensarios.
«En los centros de salud —comenta Soler— el paciente es tratado
como se merece. Cuando llega por primera vez a la consulta se le
abre su historial y se estudia el entorno que le rodea. Independiente-
mente del motivo por el que el paciente acude a la consulta, intenta-
mos prevenir enfermedades y promover hábitos sanos».
El equipo de trabajadores que integran estos centros está formado
por médicos, enfermeras, trabajadores sociales, celadores y personal
administrativo. A partir de 1995, para trabajar en el Sistema Nacional
de Salud, los médicos tendrán que tener la especialidad de Medicina
de Familia, mientras que los que finalizaron la carrera antes de esa
fecha podrán prescindir de esta titulación al considerarse que poseen
derechos adquiridos, que la administración reconocerá emitiendo un
certificado.
En estos momentos, el número de centros de salud en el territorio
nacional, independientemente de los existentes en algunas comunida-
des autónomas, ronda el millar. A pesar de los avances experimenta-
dos, el proceso de reforma del primer nivel asistencial sanitario es
lento. El nuevo modelo no llega aún al 60 por 100 de la población
atendida en los centros de salud y puede, como ha ocurrido con los
ambulatorios, perder el sentido de «buena intención», para el que fue-
ron creados. «La existencia de dos modelos diferentes, los ambulato-
rios y los centros de salud, es negativa, ya que esto puede provocar
una falta de igualdad en el servicio prestado al paciente. Es necesario
que las autoridades aceleren la creación del nuevo modelo para que
todos los ciudadanos sean atendidos en centros de salud.»
265
Lo que los pacientes quieren saber del Centro de Salud
(Fenell, 1989):
266
6. ¿Cuánto tiempo hay que esperar?
7. ¿Se puede hablar por teléfono con el médico de familia?
8. ¿Escucha el médico de familia?
El Centro de Salud tiene que ser accesible a la comunidad a todas
horas y tener una base local. La participación comunitaria tiene que ser
una prioridad principal, y esto no quiere decir una institución formal
(Consejo, comité...), sino que el Centro de Salud responda a las necesi-
dades locales con recursos flexibles.
El punto final y más importante es cambiar la concepción de las
relaciones entre comunidad y Centro de Salud. En vez de intentar mejo-
rar la salud favoreciendo el uso de los servicios en el Centro, la dirección
es la contraria: la meta debe ser fortalecer los recursos de salud de los
hogares y comunidad. Esto significa que el centro de salud llega a ser la
base de programas que se extienden dentro de la comunidad, en vez de
tirar de la comunidad hacia el Centro de Salud.
Se requiere una estructura flexible y adaptable para esta tarea, una
estructura en la cual las habilidades y la especialización del profesional
sean más accesibles a los clientes, pero basándose más que en una
tarea individual en otra de grupo que se enfrenta a un problema. El
profesional sanitario no puede entenderse como un individuo aislado
que ayuda a un cliente, sino como un grupo de profesionales con distin-
tas habilidades que ayudan a clientes/vecinos/comunidades. Estos «usa-
rios» podrían participar en la discusión individual y colectiva y compartir
decisiones. Los cambios en las estructuras no son fáciles; se requiere
flexibilidad, no burocracia, para adaptarse a los rápidos cambios de
nuestra sociedad (The Health of the nation, 1992).
268
Ejemplos de Centros de Salud:
Estadio de casos
Lo primero:
269
1986
Personal: 4 MF; 1 Pediatra; 5 ATS; 1 Aux clínica; 1 Aux. adminis-
trativo; 1 Celador; 1 Asistente social*; Equipo de Salud Mental (Psi-
quiatra, Psicólogo, ATS); 4 MIR. MFyC.
* Compartido con otro Centro.
Sistema de información
HORARIO (1986):
Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Sábado
(TURNO ROTATIVO)
12.30-13.00 Descanso-archivo
URGENCIAS
13.00-14.30 Consulta programa
14.30-15.00 Archivo-codificación
urgencias
15.00-17.00
(Turno rotativo)
«Indicadores asistenciales»
(Media enero-octubre 1986):
270
271
Evolución de los objetivos principales
272
Descripción del Área de Salud de Toledo, 1991:
El área de Toledo abarca una población de 361.143 habitantes y
está vinculada a un Hospital General, un Hospital Geriátrico, un Hos-
pital de Parapléjicos y concertada con el Hospital Provincial y el Hos-
pital Psiquiátrico de la Diputación. Está constituida por 31 zonas de
salud, 15 de las cuales son atendidas por EAP que realizan activida-
des asistenciales, educativas y administrativas en sus respectivos
Centros de Salud. Existen dos EAP que atienden a población exclusi-
vamente urbana, dos equipos de Atención Primaria mixtos (población
urbana y rural), siendo el resto de los EAP rurales. Posee dos Centros
de Salud acreditados para la docencia y un total de diecinueve resi-
dentes de Medicina de familia y comunitaria (1991).
La población adscrita a cada zona de salud varía entre 4.000 habi-
tantes la más pequeña y 16.000 habitantes la mayor. Las isócronas
varían de unas zonas básicas de salud a otras, estando siempre por
debajo de 30 minutos respecto a su Centro de Salud, no siendo así la
isócrona al Hospital de referencia que en algunos casos puede ser de
hasta 60 ó 70 minutos.
El primer Centro de Salud comenzó a funcionar en 1984, y desde
entonces se fueron abriendo progresivamente otros.
273
cepción-información y administración-gestoría. Área de des-
canso de atención continuada. Almacén. Salas de espera y
aseos públicos.
Recursos materiales: Agua, electricidad, calefacción y te-
léfono.
Mantenimiento: Asegurar el servicio de limpieza-lavande-
ría.
B) Recursos materiales: Material inventariable (dotación básica
estándar).
Material fungible: tanto sanitario como material de oficina.
Lencería: dotación básica.
C) Recursos humanos: Facultativos: un médico/2.500 habitan-
tes. Un ATS/2.500 habitantes. Un auxiliar administrativo/
10.000 habitantes.
D) Situación administrativa: Deberá ser publicada definitivamen-
te la zona básica de salud en el diario oficial de Castilla-La
Mancha (DOCM).
Integración firmada, facilitando información a los profesio-
nales sobre su nueva situación laboral y retributiva.
Reunión informativa con los Municipios integrantes de la
zona.
Realización de taller de incorporación y apoyo posterior con profe-
sionales ajenos al equipo.
Estrategia de funcionamiento en el primer año:
A) Áreas de organización: Reglamento interno. Organización de
guardias. Creación de comisiones de trabajo.
B) Área asistencial: utilización de sistemas de información. Apro-
ximación al diagnóstico de Salud de Zona. Consultas concer-
tadas y programadas. Protocolos.
C) Área de relaciones con la comunidad: dar una información
básica a la población y crear el Consejo de Salud.
Recursos humanos en el área de Toledo:
— Médicos generales: en Equipos de Atención Primaria, 95.
de cupo, 14.
de APD, 114.
— Pediatras: en Equipos de Atención Primaria, 13.
de cupo, 8.
— Enfermeras: en Equipos de Atención Primaria, 97.
en consulta, 33.
APD, 69.
— unidades de apoyo: psicólogos, 3.
fisioterapeutas, 3.
trabajadores sociales, 9.
274
Estructura del Centro de Salud del polígono industrial en 1991
Espacios físicos
Uno por médico (hay cinco médicos de familia y tres pediatras).
Uno por enfermera (hay 8 enfermeras).
Uno para la asistente social.
Uno para la matrona.
Una sala de juntas.
Una biblioteca.
Un área de recepción-información y administración.
Un área de descanso de atención continuada (dormitorios, aseos,
estar y cocina).
Un almacén.
Salas de espera.
Cuatro espacios para residentes.
Un espacio para el coordinador de docencia.
En este centro funciona el servicio de urgencias durante 24 horas y
cubre la población adscrita al centro de salud del polígono y Santa
Bárbara, de Toledo, una urbanización a unos 10 km de Toledo (Las
Nieves) y 2 pueblos, Burguillos y Nambroca.
276
+ Centro de Salud de Lisson Grove.
• Consultas de Médicos Generales.
■ Hospitales.
277
dos), W.C., cocina y cuarto administrativo con una secretaria que usa el
ordenador y una pequeña biblioteca con 20 ó 30 libros, y otro pequeño
despacho que comparte una administrativa y un médico. Hay además
otro pequeño despacho administrativo.
En 1991, el equipo estaba buscando un nuevo edificio, para trasla-
darse y poder competir, con mejor nivel de confort, con otros MF.
Este equipo cuenta con: 5 MF (dos de ellos a tiempo parcial, ya que
el resto de su tiempo trabajan en la docencia) y dos médicos residentes.
El staff (todos empleados por los MF):
— Administrador.
— Seis recepcionistas.
— una secretaria.
— una enfermera.
— Un operador de ordenadores (tiempo parcial).
El resto del staff dependiente del NHS (para los 3 equipos de este
edificio y para otros centros):
— una enfermera comunitaria (de distrito).
— Dos enfermeras visitadoras para niños (incluye vacunaciones...).
— una enfermera visitadora para ancianos.
— Una enfermera psiquiátrica.
— Un trabajador social.
Una semana típica del MF (a tiempo completo):
— Consulta de 8,30 a 11,30 AM, viendo ~15 pacientes (10 minu-
tos/paciente).
— Escribir cartas (envíos a especialistas), llamadas de teléfono: de
11,30-12,30.
— Comida. 13-14 PM. Un día a la semana —a veces 2 ó 3 por sema-
na— hay a esta hora una reunión durante la comida de todo el
equipo, incluyendo enfermeras del NHS, pero no personal admi-
nistrativo, excepto que la reunión sea de carácter administrativo
—muy raro—. La gente se trae su bocadillo o las administrativas
los preparan allí y se toma té o café. En la reunión se discuten
pacientes en los que es necesaria la coordinación.
— De 14 a 15 PM: visitas domiciliarias.
— De 15 a 18 PM: consulta.
Sistema de guardias: a cada médico le corresponde una tarde por
semana (de los 5 «con plaza») y un fin de semana cada 6 semanas.
Todos tienen contratado en mayor o menor extensión un servicio de
otros médicos para hacer los avisos que surjan.
Agregados al EAP
Enfermeras de distrito ......................................... 3
Enfermeras visitadoras ....................................... 2
Matronas................................................................ 2
Otros (posibles)
Psicólogo, consultor, trabajador social, etc. ... 2
Total....................................................................... 32
279
Estructura de personal de un «Centro de Salud típico para una
población de 20.000 habitantes en Finlandia» (Kekki, 1986)
MF ......................................................................... 5-10
Enfermeras............................................................ 8-15
Enfermeras de salud pública.............................. 10-15
Fisioterapeutas...................................................... 1-2
Psicólogos ............................................................. 1-2
Dentistas................................................................ 5-6
Trabajador social ................................................. 1
Aux. Enfermería ................................................. Variable
Ayudantes ............................................................. 4-6
Técnicos laboratorio ........................................... 2-3
Técnicos RX .......................................................... 1-2
Personal administrativo ....................................... Variable
Personal de mantenimiento................................. Variable
282
1. Función de atención directa: promoción, prevención, protección,
cuidado y/o recuperación, rehabilitación y educación para la sa-
lud. A través de programas de salud.
2. Función formativa: pregrado y postgrado del personal de AP, y
de los miembros del EAP.
3. Función investigadora.
4. Función administrativa.
5. Función de fomento de la participación comunitaria. Consejo de
Salud...
283
Papel de la comunidad: los elementos representativos de la comu-
nidad (asociaciones de vecinos, educadores, mujeres, sindicatos,
ayuntamiento, jóvenes...) formarán un consejo de salud, el cual debe
intervenir en el desarrollo y funcionamiento del centro, participando
en el proceso de planificación de programas «horizontales» de salud,
en la organización del centro, y en su evaluación.
2. Planificación
El MF que se dedica sólo a la medicina curativa espera la consulta
del paciente; atiende una demanda; la iniciativa de la acción proviene
del paciente; el MF mantiene una actitud pasiva.
El MF que tiene funciones curativas, de prevención y promoción, no
sólo atiende a la demanda, toma la iniciativa, tiene una actitud activa.
Su responsabilidad es mayor y más compleja que la del médico ante
el paciente individual; además asume un papel de «coordinador» en el
equipo y comparte su responsabilidad con la población.
285
Tomar la iniciativa es trabajar mediante programas para mejorar la
situación de salud de la zona.
Planificación = Transformación
(proceso de cambio intencionado» resultado de una acción).
Planificación = Proceso de aprendizaje
(proceso educativo donde el objetivo es dotar de autoridad a la pobla-
ción para organizarse)
Sistemas de planificación
Racional Pragmática
— Técnica; tecnocrática. — Participad va; acción comuni-
— Métodos objetivos y «duros», taria; política.
cuantitativos. — Métodos subjetivos y «blan-
— Lógica «per se». Se sigue sin dos», cualitativos.
desviarse del camino lógico. — Adaptativa, por etapas, gra-
— Frecuentemente no tiene en dualista y oportuna.
cuenta las dificultades y la fac- — Tiene en cuenta la factibilidad.
tibilidad. — Menos importancia del papel
— Importancia del papel del ex- del experto.
perto. — El plan posible o realizable.
— El plan ideal. — Intenta integrar los elementos
— Se pretende que no existan in- políticos.
fluencias políticas.
Tipos de planificación
— Normativa: marca las líneas generales.
— Estratégica: concreción de líneas generales. Asignación de recur-
sos.
— Operativa: ejecución de programas.
287
Plan de salud
Programa de salud
• Uni/multifactorial.
• Programa específico (subprograma).
Programa encaminado a la solución de un problema específico
(p. ej., HTA) o de una necesidad concreta (p. ej., planificación fa-
miliar).
288
Las fases de planificación:
1. Revelación del problema.
2. Importancia del problema.
3. Factores predisponentes-consecuencias.
4. Definición de objetivos.
5. Medios de intervención.
6. Acción.
7. Evaluación.
289
Las fases de un programa
Pero a veces...
1. Entusiasmo.
2. Desilusión.
3. Pánico.
4. Búsqueda del culpable.
5. Castigo del inocente.
6. Honores para los que no participan.
290
Cuestiones
a resolver Etapas Acciones
¿Cómo hacer? Determinación de la Medios y métodos
¿Con quién? estrategia de acción. de acción.
¿A qué precio?
¿En qué momento?
¿Qué ha pasado? Evaluación. Evaluación en el
¿Cómo hacer la pró- curso y al finalizar la
xima vez? acción. Cuantitativa
y cualitativa.
291
Diagnóstico de salud
Diagnóstico de salud
Es el proceso de valorar y definir las necesidades, oportunidades y
recursos involucrados en la iniciación de programas de salud comuni-
taria,
Es un proceso dinámico» que comparte estadísticas cuantitativas
de salud y enfermedad e indicadores demográficos, con información
cualitativa sobre factores sociodemográfieos, culturales y políticos.
Incluye la imagen que la comunidad tiene de sí misma y de sus metas,
su pasado, su historia, sus cambios, sus recursos y sus capacidades
para las actividades de salud.
El diagnóstico de salud no tiene interés en sí mismo; es para cono-
cer la dirección de la acción.
El proceso de realizar un diagnóstico de salud es la primera opor-
tunidad para que los vecinos participen en el proyecto de salud.
Diagnóstico de salud
Objetivos:
1. Definir la magnitud de los problemas, tal como se presentan y su
repercusión social.
2. Identificar los factores causales o condicionantes que tienen una
función específica en la presentación e intensidad del pro-
blema.
3. Analizar las relaciones entre el nivel de salud y los factores con-
dicionantes para orientar la aplicación de medidas para reducir
o controlar el problema.
Descripción de la situación de salud
Hay que plantearse las siguientes interrogantes:
1. ¿Qué datos recoger?
Indicadores de salud.
2. ¿Dónde recogerlos?
Fuentes de información.
3. ¿Cómo describirlos?
Presentación de los datos.
Indicadores de salud
• Definición. Conjunto de datos que nos expresan, generalmente de
forma numérica, datos relativos al nivel de salud y a sus factores
condicionantes.
• Indicadores básicos:
— Biología humana.
Nivel de salud.
Datos de morbi-mortalidad.
— Estilo de vida y medioambiente.
• demográficos,
• socioeconómicos,
• medioambiente.
294
— Asistencia sanitaria.
a) Recursos.
b) Utilización de servicios.
295
Diagnóstico de salud
No es analizar a la comunidad, es analizar con la comunidad.
Nivel de cooperación-indicador de lo preparada que está la co-
munidad
No es para separar problemas de salud, sino para ver la dimen-
sión sanitaria de todos los problemas.
Diagnóstico de salud
El proceso de identificación de problemas es intelectual y emo-
cional.
Las habilidades requeridas no son sólo las de recogida y análisis,
sino las de consulta, comunicación y consenso comunitario.
Recordando los trabajos que hay que realizar para elaborar el diag-
nóstico de salud, nos encontramos que tenemos que estudiar me-
dioambiente, demografía, factores climáticos, sociales, vivienda...
Toda esa información sólo nos permite establecer un mapa exclusi-
vamente topográfico de la situación, acorde con el modelo biomédico.
Para dar el salto hacia una visión integradora, tenemos que ayudar-
nos de otras disciplinas: antropología, sociología.
La enfermedad no es solamente un problema biológico sino una
construcción sociohistórica.
Necesitamos conocer
¿Cuál es el sistema de valores de la comunidad? ¿Qué conocimien-
tos sobre la enfermedad desarrolla la comunidad, tanto a nivel popular
como culto? ¿Qué instituciones de atención genera?
Evaluación de las necesidades de salud:
Se centra en los problemas de salud, intentando encontrar los prin-
cipales.
El concepto de diagnóstico de salud comunitaria es amplio: intenta
entender las diferentes y múltiples facetas de la comunidad: cultura,
valores, normas, liderazgo, estructura de poder, medios de comunica-
ción, red informal de cuidados, instituciones comunitarias, historia...
Un buen diagnóstico de salud nos informa de cómo vive la gente en
la comunidad, cuáles son los principales problemas de salud, qué inter-
venciones serán probablemente más eficaces y cómo podría ser eva-
luado el programa.
296
— Tenemos que conocer los intereses de la comunidad: quiénes son
los miembros de la comunidad y cómo se organizan; los sistemas
de valores, las estructuras sociales, las relaciones personales, los
grupos de especial riesgo, las relaciones entre las organizaciones,
las personas más activas e influyentes (especialmente en rela-
ción con los grupos, organizaciones y profesionales que tengan
intereses más cercanos con el problema que tenemos entre ma-
nos).
También, medios de comunicación.
— Tenemos que usar las estructuras comunitarias existentes: que
los miembros y las organizaciones definan los problemas y las
posibles soluciones en las cuales se involucrarían.
«Activar» o «estimular», la organización comunitaria: dando
información sobre salud, riesgos, comportamientos y posibles in-
tervenciones a los miembros de la comunidad, en forum comuni-
tario..., constituyendo comités...
El MF (EAP), a través de la aplicación de métodos antropológicos,
desarrolla una comprensión desde dentro de la comunidad y su cultura.
El MF comienza a ver el mundo desde el punto de vista de la cultura
del grupo diana.
No sólo aprende a entender la cultura en sí misma, sino cómo la
cultura constituye la realidad y crea los significados. Al mismo tiempo,
el sanitario, conserva una perspectiva externa, de agente de cambio.
Apoyándose en esta dualidad de entendimiento cultural y cambio
social planificado, es como el sanitario construye el programa de salud.
Comunidad-diagnóstico de salad-planificación
«unidades de identidad»
297
«Mancomunidades
de solución»
— Mortalidad.
A partir de los certificados de defunción del INE clasificada
según la clasificación internacional de enfermedades (OMS).
— Morbilidad. Mide las enfermedades.
A partir de las historias clínicas;, altas hospitalarias, registros
especiales, EDO, encuestas específicas.
Prevalencia enfermedades crónicas.
Incidencia enfermedades agudas o de corta duración.
299
• Revisar bibliografía.
• Técnicas de grupo nominal (consenso).
5. La preocupación de la comunidad/repercusión social.
6. La evolución en el tiempo.
Criterios de priorización
— Importancia del problema.
— Capacidad de intervención.
300
Debe seguir un razonamiento lógico; es decir que lo que decida-
mos hacer sea necesario para lograr la meta que nos proponemos, y,
por otro lado, que las medidas sean suficientes para ese fin.
Objetivos y metas
1) Prevención primaria:
— Enseñanza de higiene a las madres.
2) Prevención secundaria:
— Tratamiento precoz realizado por las madres.
— Pauta de tratamiento médico.
301
Objetivos:
Describen los pasos mediante los cuales se consigue lo deseado.
Cualidades que deben tener los objetivos:
— Específicos: claros, definiendo con precisión.
— Adecuados: importantes, contribución útil hacia el fin.
— Verificables: «la prueba del oye papá» (Compton, 1992):
Oye papá, ven y verás...
Objetivo: apreciar la literatura española.
Oye papá, ven y verás cómo he apreciado (disfrutado) este
libro.
Es imposible; es un mal objetivo.
Objetivo: resumir El Quijote.
Oye papá, ven y verás (leerás) mi resumen de El Quijote
Es posible; es un buen objetivo.
Metas
De poco serviría formular objetivos sin especificar qué «cantidad»
queremos lograr. Aunque resulte a veces aventurado, sobre todo si
no existen experiencias previas, es preciso fijar metas claras.
Las metas son:
— Objetivos definidos en cantidad y tiempo.
— Han de ser alcanzables.
— Pueden presentar problemas por la ausencia de indicadores
fiables, difícil definición de plazos (historia natural de la enfer-
medad) y difícil cuantificación.
Ejemplo: Meta. Disminuir la mortalidad infantil en un 30 por 100
en un plazo de 3 años.
304
Servicios «mínimos» de los EAP
1. Vacunaciones en el niño.
2. Revisiones en el niño sano»
3. Vacunaciones gripe.
4, Vacunación tétanos.
5, Atención a grupos de crónicos,
6, Atención domiciliaria a enfermos inmovilizados y terminales.
305
RELACIÓN HORIZONTAL
Diálogo
Sanitarios + Vecinos = Crítica
Colaboración
RELACIÓN VERTICAL
Sanitarios
expertos
sobre = antidiálogo, dependencia
pacientes,
vecinos
306
3. Protocolos clínicos
«Recomendaciones establecidas con el propósito de influenciar las
decisiones sobre las intervenciones sanitarias» (Wall, 1993).
«Pautas desarrolladas sistemáticamente para ayudar al clínico sobre
decisiones correctas en relación en los cuidados sanitarios de proble-
mas específicos.»
Los protocolos clínicos resumen:
— Los datos científicos sobre el problema de salud.
— Resultados de las intervenciones.
— Preferencias del paciente.
El uso de protocolos clínicos es una buena estrategia para:
1. Disminuir las variaciones de atención clínica.
2. Definir la atención correcta.
3. Mejorar los resultados de salud.
307
Los protocolos son un medio para facilitar y garantizar una asi-
tencia de calidad, pero no son un fin en sí mismos.
Los protocolos clínicos pueden transformarse en estándares de
atención sanitaria.
308
Los protocolos no son una herramienta de culturización de los pro-
fesionales, sustitutivos de libros, revistas y estudio, sino un instrumento
para la acción (Buitrago, 1992).
En relación a los protocolos... Recordemos:
1. La incapacidad del médico para entender la naturaleza del sufri-
miento puede producir intervenciones, que, a pesar de ser téc-
nicamente adecuadas, no solamente sean incapaces de aliviar
el sufrimiento, sino que se conviertan en sí mismas en fuentes
de nuevos padecimientos (Corral Corral, 1993).
2. El protocolo se centra en el proceso técnico (diagnóstico y tera-
péutico), pero no debería olvidar el componente interpersonal
(Gervas, 1991).
3. Para la elaboración de protocolos clínicos con aplicación a pa-
cientes concretos, deben considerarse los datos propios de
cada práctica y lugar, que dependen de la organización interna
y otras circunstancias (López Encuentra, 1991).
309
La evaluación de la AP suele sistematizarse en tres apartados
(Otero, 1988):
1. Estructura. Índices:
A) Espacio físico:
— Metros cuadrados instalaciones.
— índice consultas/médico y consultas/enfermería.
— Mobiliario.
B) Personal:
— índice de personal/población.
— Número de trabajadores sociales/administrativos...
— Régimen jurídico.
— Movilidad del personal.
C) Medio:
— índices demográficos, económicos, nivel cultural...
2. Proceso:
— Actividad médica, enfermería... (PROTOCOLOS)
3. Resultado:
— Estado de salud de la población.
310
Las visitas domiciliarias son la «joya de la corona» de la MF.
— Ocurren espontáneamente cuando el paciente o la familia consi-
deran que el enfermo lo está tanto que es inapropiado desplazar-
se a la consulta.
— En los últimos años (en los Centros de Salud de España, Gran
Bretaña...) están disminuyendo, ya que los MF ponen cada vez
más pegas para hacerlas. Consumen mucho tiempo, y así el MF
trata de enseñar a los usuarios cómo usar correctamente los ser-
vicios.
5. El trabajo en equipo
«La peor pandilla es aquella que está formada por un solo hombre.»
George Bernard Shaw (John Hunt Lecture, 1992).
El equipo de AP
¡No se puede esperar que todos los roles, conocimientos y habilida-
des necesarias en AP sean requisito de una sola persona.... y que man-
tenga su salud mental!
El trabajo sanitario en equipo significa que diferentes personas pro-
cedentes de diferentes disciplinas trabajan juntos para la asistencia a
pacientes...
312
El trabajo en equipo depende inevitablemente de las de las personali-
dades de la gente que trabaja junta, pero también del contexto social en
cual cooperan:
• Roles.
• Implica cooperación e involucra relaciones sociales.
• Implica que el equipo tiene unas metas.
313
La población de un país y los MF no son homogéneos: debemos abrir
cualquier posibilidad a la forma en que se concreta un equipo de salud
en AP.
PERSONAL
NO MEDICO
MEDICO
MESA
LA OTRA IMAGEN
PROFESIONALES
MÉDICOS Y
NO MÉDICOS
MEZCLADOS
(PACIENTES,
LA GENTE
(Marsh, 1991)
314
El campo de las demandas de salud que se hacen al MF es uno
de los más grandes en el sector salud, y además son demandas cam-
biantes: el MF tiene que adaptarse y el EAP es la red de seguridad
que se lo permite.
En MF hay, cada vez más, una enorme demanda: expansión de cui-
dados paliativos, cirugía ambulatoria, hospitalización a domicilio, etc.
Equipo multidisciplinario
El cuidado médico eficaz, y aún más la conservación y promoción de
la salud, requieren de un enorme rango ele habilidades más allá de las de
315
los médicos de familia: enfermería y otros profesionales sanitarios y
para sanitarios, que tradicionalmente han estado subordinados y explo-
tadas por nuestros predecesores médicos.
Nuestras propias habilidades médicas sobrevivirán en la medida en
que esos otros profesionales desarrollan las suyas.
El trabajo en equipo es más un proceso que un fin en sí mismo, y se
da siempre que dos o más profesionales interactúan para resolver pro-
blemas.
El trabajo en equipo presupone la capacidad de colaborar como cole-
gas en vez de establecer una relación de superior y subordinado.
El equipo de salud es un grupo de personas que comparten una meta
común de salud y objetivos comunes, determinados por las necesidades
de la comunidad y para cuyo logro cada miembro del equipo contribuye
de acuerdo con su competencia/habilidades, respetando las funciones
de los demás.
La forma y el grado de esa coordinación varían y tienen que ser
determinados por cada comunidad de acuerdo con sus necesidades y
recursos. No existe una fórmula universalmente aceptable para la com-
posición del equipo de salud, pues los requisitos varían según el proble-
ma de salud pública de que se trate.
317
En el desarrollo de la AP en los últimos 50 años se ha pasado de un
EAP tipo I a otro EAP tipo II, según una progresión algebraica (Stott,
1993):
320
El equipo de atención primaria podría elaborar un manifiesto que
definiera las metas comunes del equipo. (Adelaide Medical Centre Pri-
mary Health Care Team, 1991.)
• Definiendo los servicios ofrecidos.
• Definiendo los papeles de los miembros.
• Definiendo la política de prescripciones (por ejemplo: uso de gené-
ricos, formulario básico, prescripción de antibióticos y benzodiaze-
pinas, declaración del centro como lugar «libre de representantes
de la industria farmacéutica»...).
• Definiendo los programas realizados.
• Definiendo la política de docencia e investigación.
• Definiendo la política de control de calidad.
1. Introducción
2. Delimitación geográfica
322
Estas funciones del EAP serán marcadas y desarrolladas en lo
objetivos de cada año, especificados en la memoria del año anterior.
323
5. Organización
324
k) Participar en las reuniones del consejo de salud de la
zona.
El nombramiento del coordinador será refrendado por las autorida-
des sanitarias competentes a propuesta de los miembros del EAP. Su
duración será de 3 años, estando sujeto a evaluación periódica por los
miembros del EAP y dependiendo el resto de los miembros adminis-
trativamente del coordinador.
325
Funciones
1. La asistencia médica ambulatoria y domiciliaria de las perso-
nas de más de 14 años de edad, protegidas por la S.S. en el
caso del médico de familia y de los menores de esa edad en el
caso de pediatría.
2. La permanencia en el centro durante el horario establecido y el
cumplimiento de los horarios previstos de consulta, visitas do-
miciliarias, trabajo comunitario y programas de salud y sesio-
nes clínicas y del EAP.
3. Cumplimentación y curso de los documentos oficiales que se
deriven de la asistencia sanitaria prestada, así como de los
documentos del sistema de información del Centro de Salud.
4. Realizar las actividades de docencia e investigación.
5.3.2. Área de enfermería-funciones
— Proporcionar cuidados directos e integrales al individuo, familia
y comunidad a su cargo, a través de acciones dirigidas a la
promoción de la salud, la protección de las enfermedades y
accidentes, la rehabilitación de las personas y la asistencia en
caso de enfermedad, contribuyendo a la mejora del medio físico
y social. Estas acciones irán dirigidas tanto a la demanda es-
pontánea en régimen normal y de urgencia como a la atención
de forma programada, teniendo en cuenta siempre al grupo fa-
miliar y su entorno, desarrollándolas en equipo con el resto de
profesionales, procurando la atención de salud integral, coordi-
nada y continuada de la población.
— Prestar cuidados de enfermería a los individuos en caso de inva-
lidez, mobilidad aguda y crónica en consulta y a domicilio, se-
gún protocolos previamente establecidos por el EAP o prescrip-
ciones específicas de los facultativos.
— Realizar visitas domiciliarias para la atención integral del indivi-
duo y familia en las siguientes modalidades: demanda, conti-
nuación de la asistencia y programada.
— Colaborar en la captación, control y seguimiento del enfermo
crónico.
— Realizar educación para la salud a individuos y grupos, en con-
sulta, domicilio y comunidad.
— Participar y colaborar en la planificación, organización, evalua-
ción y ejecución de los programas y subprogramas de salud
que se desarrollen en el centro y su dirección cuando proceda.
— Planificar y evaluar la atención que presta a individuos, grupos
y comunidad.
— Registrar las actividades planificadas y realizadas, así como la
evolución y resultados obtenidos.
— Colaborar y participar en la formación de estudiantes y profe-
sionales de salud, así como en la formación continuada que se
establezca.
326
— Participar en los proyectos de investigación de salud y enfermería.
— Participar en la rehabilitación y reinserción social.
5.3.3. Área de auxiliares de enfermería. Funciones
1. Participar en la elaboración de diagnóstico de salud de la zona,
la planificación, organización y evaluación de los programas
de salud y actividades que se realicen en el centro.
2. Colaborar en las labores, que estén asignadas al personal de
enfermería, de prevención, promoción de la salud y rehabilita-
ción dirigidas a individuos, grupos y comunidad.
3. Proporcionar cuidados de enfermería a personas sanas o en-
fermas en relación con la higiene y aseo, alimentación y elimi-
nación, actividad y reposo, observando y comunicando a la
enfermera las alteraciones, modificaciones e incidencias en re-
lación con las personas que atiende así como con su entorno.
4. Colaborar con la enfermera en la participación en pruebas de
diagnóstico y tratamiento, así como participar en la adecuada
utilización, conservación y limpieza de los recursos materiales.
5. Participar en aquellas actividades que contribuyen a la mejora
de la salud de la población de la zona, que se planifican por la
coordinadora de enfermería y están en consonancia con su
nivel de titulación.
5.3.4. Área de trabajo social
Objetivo del trabajo social en un Centro de Salud
Colaborar en el estudio y tratamiento de los factores sociales que
condicionan la salud individual, familiar y comunitaria; promoviendo
la organización y participación de la población en defensa de la salud.
Funciones de trabajadores sociales:
A) Propias de su actividad:
— Atención individualizada, a través de la consulta, mediante ac-
tuaciones de asistencia y prevención, información y reinserción.
— Atención o trabajo comunitario.
1. Participar en el estudio y análisis de la incidencia de los
factores del medio socioeconómico, medio-ambientales, fa-
miliares, en el proceso de salud-enfermedad de los indivi-
duos y población de la zona.
2. Estudiar hábitos, actitudes y valores que benefician u obs-
taculizan el acceso a mejores niveles de salud.
3. Identificar y registrar las instituciones, asociaciones y gru-
pos de autoayuda de la zona, así como de los recursos so-
ciales existentes.
327
4. Informar y asesorar sobre prestaciones, recursos.
5. Promover la organización de los distintos sectores de la po-
blación (trabajadores, jóvenes, mujeres,...) para hacer po-
sible su participación en la salud.
6. Orientar y capacitar a la población para que identifiquen
sus problemas y necesidades y se enfrenten a éstos en la
búsqueda de soluciones utilizando los cauces establecidos
o creando los necesarios para cubrir esa necesidad.
7. Coordinar los distintos grupos sociales e instituciones so-
ciales y sanitarias.
B) Respecto al EAP:
1. Aportar la valoración y tratamiento social para la atención in-
tegral del paciente.
2. Canalizar las demandas de la comunidad al EAP.
3. Orientar y asesorar en materia de desarrollo y participación
comunitaria de la zona de salud.
1. Consultas
Es la actividad de encuentro y comunicación entre individuo y
algún miembro del EAP para el conocimiento y solución de algún
problema de salud, realizada en las horas del Centro. Habrá dos mo-
dalidades.
a) Espontánea o a demanda
Se realiza sin previa citación. El paciente solicita la cita para ese
día o siguientes. El tiempo promedio de su duración será de 5 a 6
minutos.
b) Programada
Se entienden por tales las consultas concertadas previamente por
el sanitario, pudiendo estar la actividad en ella realizada, incluida o no
en alguno de los protocolos o programas específicos del Centro o de
la consulta. El tiempo promedio será de 10 a 12 minutos. Se tenderá a
que progresivamente la consulta programada vaya ocupando la ma-
yor parte del tiempo dedicado a consulta.
2. Visitas
Es la actividad de encuentro del personal EAP con el paciente y/o
familia, que se realiza en el domicilio de los mismos. Los avisos recibi-
dos antes de las 9 horas serán cumplimentados durante el resto del
día, sin perjuicio de las situaciones de urgencia que serán atendidas a
la mayor brevedad.
331
Esta actividad puede ser también programada o a demanda, y
realizada por cualquiera de los miembros del EAP según el objetivo de
la visita.
Es conveniente que, siempre que sea posible, el miembro del EAP
contacte telefónicamente con la persona que demanda la visita, ya
que, a veces, una breve conversación y algunas orientaciones pueden
evitarla dirigiendo al paciente al Centro, donde siempre será mejor
atendido.
3. Atención de urgencias
333
Trabajador
Función Médico Enfermera social Coordinador
Atención directa
Consulta 50% 35% 25% 40%
Terreno
comunitario 25% 35% 45% 20%
Formación
Investigación 15% 15% 15% 15%
Administrativa 10% 15% 15% 25%
DE LUNES A VIERNES
8.00-9.00 h SESIÓN-REUNIÓN EAP
9.00-12.30 CONSULTA ESPONTÁNEA
12.30-13 h Descanso
13.00-14.30 h CONSULTA PROGRAMADA
14.30-15.00 h CODIFICACIÓN-ARCHIVO
15.00-17.00 h Turno de guardia
Sábados de:
9.00-15 h Turno de guardia
7. Prohibición de fumar
334
9. Derechos de los miembros del EAP
Metas, tareas:
1. ¿Tenemos un fin común?
2. ¿Cuál es este fin?
3. ¿Estamos de acuerdo en nuestra tarea?
4. ¿Cómo definimos la tarea adecuadamente?
5. ¿Podemos medir la tarea para así saber si se cumplió?
Roles:
6.
¿Tenemos claro cuál es nuestro papel en el equipo?
7.
¿Tenemos claro cuáles son los papeles de los otros?
8.
¿Están estos roles en conflicto, y si es así, dónde?
9.
¿No podemos cumplir totalmente nuestro rol? (por ejemplo so-
brecarga de trabajo).
10. ¿Somos capaces de cumplir nuestro papel evitando sus posi-
bles limitaciones? (por ejemplo, no somos capaces de tomar
decisiones o tememos las denuncias...).
Procedimientos
11. En la toma de decisiones, tenemos claro:
a) ¿Cuál es la información relevante?
b) ¿Cómo hay que llevar a cabo la decisión?
12. Las decisiones generalmente se toman...
a) ¿Por unanimidad?
b) ¿Por mayoría?
c) ¿Por el coordinador?
d) ¿Por defecto?
13. Cuando se toma una decisión, ¿se lleva a la práctica o se ol-
vida?
14. ¿Realiza el EAP un seguimiento de sus decisiones y resultados,
y aprende de sus errores y éxitos?
15. Cuando aparece un conflicto...
a) ¿Sé ignora?
b) ¿Se permite que una persona decida?
c) ¿Se llega a un compromiso?
d) ¿Se revisan soluciones alternativas?
16. ¿Cada miembro tiene oportunidad de hablar o son uno o dos los
que siempre hablan?
17. ¿Se sienten libres para cambiar las reglas del grupo?
18. ¿Se malgasta el tiempo o hay acuerdo sobre las tareas priorita-
rias?
336
19. ¿Se reúne el EAP suficientemente y en las circunstancias co-
rrectas, y es adecuado el tamaño del EAP?
20. ¿Se concentran los miembros del EAP en las tareas adecuadas
o malgastan el tiempo intentando impresionar o hacer cosas
irrelevantes?
Relaciones interpersonales
21. ¿Son los miembros sensibles a como son otros miembros?
22. ¿Puede el EAP tolerar fallos y decir apoyo mutuo, en vez de cul-
pabilizar?
23. ¿Es alta la moral del EAP?, y si no lo es, ¿por qué?
24. ¿Puede cualquier miembro preponer fórmulas mediante las
cuales el trabajo en equipo podría mejorar?
La primera función del equipo debe ser que se organice para trabajar
como un equipo que ofrece servicios. Para ello, sus miembros reflejarán
tan cercanamente como sea posible la demografía de la población que
atiende:
• Muchos ancianos más enfermeras...
• Minoría étnicas (gitanos) más trabajadores sociales.
• Cambios estacionales de demanda más MF...
La segunda función; el equipo debe tener una función docente entre
los miembros del equipo y sobre «alumnos» de su disciplina. MF resi-
dentes y estudiantes de medicina; enfermeras estudiantes enfermería,
etc., pero incluso más administrativos estudiantes de auxiliar admi-
nistrativo...
337
La tercera función: una función de evaluación del trabajo (audito-
rías).
Tareas:
— Clásicas de enfermería: curas, inyecciones, extracciones de san-
gre.
— Cuidados a pacientes crónicos/ancianos (protocolos).
— Visitas domiciliarias.
— Cuidados preventivos.
— Educación para la Salud.
— Cuidados a niños-puericultura.
— Rehabilitación.
— Planificación familiar.
— Cuidados terminales.
— Contestar el teléfono.
— Hacer las citaciones.
— Recibir a los pacientes.
— Contestar las preguntas de los pacientes.
— Recoger el correo.
— Controlar el flujo de pacientes.
— Hacer las citaciones al hospital.
— Mecanografías, cartas y documentos.
— Mantener archivos y registros.
— Manejar el ordenador.
— Mantener la biblioteca.
— Mantenimiento de almacén.
338
Prémiame no perder la paciencia cuando esté buscando durante
horas un papel que más tarde se encontrará en la mesa del coordinador.
Ayúdame a entender y ejecutar todas las instrucciones sin ninguna
explicación.
Permíteme saber, sin que me lo digan, dónde están, qué hacen y
cuándo volverán los médicos.
Prémiame con la previsión de no tirar, tal como me ordenaron,
historias clínicas que me las pedirán unos días después.
Las reuniones son cruciales para identificar los objetivos del EAP y
favorecen el trabajo en equipo (Hobbs, 1992).
Las sesiones o reuniones del EAP, más que «clínicas» han de ser de
tal forma y contenido que sean motor de trabajo en equipo, que favo-
rezcan la conexión entre profesionales y que tengan una traducción
práctica en el contexto real de forma inmediata.
339
La variable más importante del éxito en el EAP es la preparación
individual, pero ésta depende de los elementos organizativos (progra-
mas, protocolos...) y del trabajo en equipo (Délas, 1991).
La preparación-formación para el ejercicio de nuestra propia profe-
sión, por sí sola, no es suficiente para poder aplicar nuestros conoci-
mientos en el EAP. Es preciso también una formación multiprofesional
para adquirir experiencia del trabajo coordinado y resolver los conflictos
que surgen en el trabajo en equipo aprendiéndolo, haciéndolo.
El médico de familia
De la historia deducimos que la señora García tiene un ACV leve, que
está consciente y es capaz de moverse; con ayuda, a menos que la
situación se deteriore podría ser atendida en casa.
No sabemos si presenta incontinencia (lo que no sería raro, o en todo
caso aparecería en cuanto que hubiera una extensión del ACV).
La situación del señor García tampoco parece que sea la adecuada
para pensar en hospitalización; se podría atender en casa.
Probablemente con rehabilitación, psicoterapia y terapia ocupacional
y del lenguaje, la señora García se podría recuperar y volver a cuidar al
señor García (a menos que su demencia aumente), ¿lo que implicaría la
admisión en un asilo (del matrimonio)?
La enfermera
Probablemente el EAP decidiría que la enfermera es el profesional
más importante en esta crisis. Se concentraría en ayudar a la señora
García para que pueda hacer por ella misma las cosas. Tras la toma de la
historia de enfermería centrada en las actividades de la vida diaria, se
valoraría en qué grado la hemiparesia había afectado a su habilidad para
cuidar de ella misma y de su marido. Se valorarían nuevos obstáculos:
distancia de la cama al baño, también adecuada nutrición pensando en
perder algo de peso...
Rehabilitación...
Quizá el señor García puede ayudar.
También habría que hablar con el hijo.
Apoyo emocional al matrimonio.
Valoración social y económica.
Plan de visitas domiciliarias ¿incluso por la noche, que es cuando el
señor García tiene los episodios de confusión?
Trabajador social
Su papel podría ser muy dependiente del pronóstico médico.
Comida a domicilio.
Sistema de alarma si hay algún problema.
Ayuda de vecinos.
Cambio de vivienda (a otra más cómoda, sin escalera...).
¿Ingreso en una Residencia?
341
2.° Caso estudio-trabajo en equipo
Teresa era una mujer de 68 años que había sido atendida en el Cen-
tro de Salud durante los últimos 8 años. Presentaba desde su juventud
una artritis reumatoide sero-positiva severa que actualmente estaba
muy avanzada, con importantes desviaciones, luxaciones y deformida-
des de manos y pies. La constitución de Teresa era muy frágil, con
estatura baja y delgadez importante. Desde hacía años precisaba la ayu-
da continua de otras personas para levantarse de la cama, ir al baño,
comer, etc. Tenía dolores óseos diarios y se medicaba con analgésicos y
antiinflamatorios no esteroideos (AINE).
Teresa era soltera y vivía con su hermana Carmen, de 64 años, casa-
da y con una hija, que vivía con su marido e hijos en otra ciudad. El
marido de Carmen, aunque esperaba jubilarse pronto, aún estaba en
activo, trabajando en una panadería, con horarios invertidos, de forma
que dormía durante el día.
La vivienda era un tercer piso, pequeño y sin especiales acondiciona-
mientos para la vida diaria de Teresa, que, por ejemplo, no podía bajar y
subir sola los tres pisos sin ascensor.
Carmen estaba sana a excepción de presentar hipotiroidismo en tra-
tamiento farmacológico y obesidad.
En los últimos meses, Teresa comenzó a referir más dolor del habi-
tual; se usaron diversos AINE sin mejoría. Finalmente se le prescribieron
corticoides sistémicos. Sin embargo, no mejoró. Durante el día y la no-
che, Teresa se quejaba de dolor, no pudiéndose levantar prácticamente
de la cama, lo que daba más trabajo a Carmen y creaba problemas con
el descanso del marido de Carmen. Fue enviada al reumatólogo. Éste,
entre otras cosas, indicó una exploración radiológica digestiva con con-
traste. Durante la prueba se produjo una perforación intestinal que obli-
gó a derivación quirúrgica de aparato digestivo a piel.
Al ser dada de alta, Teresa se encontraba con dolores osteoarticula-
res similares y con una ostomía, y Carmen con un nuevo problema de
Teresa que tenía que cuidar.
Se realizó una sesión en el Centro de Salud para discutir las conse-
cuencias de estos problemas y las responsabilidades de cada profesio-
nal.
El médico de familia
De la historia deducimos que Teresa, por una parte, no se va a bene-
ficiar de nuevas consultas con reumatología, que va a precisar AINE
continuamente y que requiere cuidados familiares permanentes, además
de atención a la ostomía, lo que no puede hacer la enferma personal-
mente. Por tanto, descartada la hospitalización, se podría tratar y cuidar
en casa, a menos que la edad y/o problemas laborales de la hermana y
su marido hiciera pensar en la admisión en un asilo con cuidados de
enfermería y médicos.
342
La enfermera
Su papel se centraría en enseñar los autocuidados oportunos de la
ostomía y la vigilancia de los signos de alerta ante hipersensibilidad de la
zona. Debería conocer qué es lo enseñado previamente a la familia en el
Hospital, y partir de ahí. Probablemente podría explorar si es aceptado el
ofrecimiento de contacto con grupos de autoayuda de ostomía. Asimis-
mo, debería dar apoyo emocional a la paciente y la familia, reevaluar
obstáculos caseros para favorecer el máximo posible de autonomía, así
como reorganización de las habitaciones de la casa para evitar molestar
el descanso del marido de Carmen. Valoración social y económica. Posi-
blemente podría hablar en alguna ocasión con la hija de Carmen. Por
último tendría que decidir un plan de visitas domiciliarias. Quizá debería
ayudar a Carmen a perder peso para que;, estando más ágil, pudiera a su
vez mover más fácilmente a Teresa.
La trabajadora social
Ayuda de los vecinos, grupo de autoayuda de ostomía: ¿cambio de
vivienda?, ¿valoración de posible ingreso en una Residencia? Reevaluar
ayuda del marido de Carmen: ¿otro horario?, ¿jubilación? Valorar otras
ayudas (una persona a tiempo parcial para liberar unas horas a Car-
men...).
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346
9
Salud,
enfermedad,
bienestar,
necesidades
de salud,
problemas
de salud,
promoción
de salud
1. La salud
348
Salud
A pesar de que han pasado siglos de lucha contra la enfermedad el
concepto de salud es contemporáneo a nosotros; aún no está clara-
mente definido, y además la idea de salud ha ido cambiando dentro
de las modificaciones socioculturales.
Salud
Ausencia de enfermedades e invalideces.
Aspectos negativos de la definición
— Precisa límites entre normal y patológico.
— El concepto de normalidad se modifica con el tiempo.
Comprende:
— Calidad ecológica, sanitaria y social del ambiente de vida hu-
mana.
— Ecodesarrollo socioeconómico.
— Promoción de la salud.
— Lucha contra la enfermedad.
Salud familiar: se refiere al funcionamiento de la familia como agente
social primario. Se dice que una familia es normofuncional cuando es
capaz de cumplir las tareas que le están encomendadas, de acuerdo con
la etapa del ciclo vital en que se encuentre y en relación con las deman-
das que percibe desde su ambiente externo o entorno. (De La Revilla,
1992.)
350
Salud: respuestas armónicas, ordenadas.
Salud:
— Vivacidad.
— Desarrollo.
— Deseo de vivir.
351
La salud/enfermedad no son acontecimientos que ocurren exclusiva-
mente en el ámbito privado de nuestra vida personal, sino que aconte-
cen en el denso tejido social y ecológico.
352
Salud
Vitalidad, capacidad de resolver problemas, capacidad de crear
modos nuevos y más gratificantes de vivir.
Dunas
353
Salud como «caos»
2. La enfermedad
No existen tantas dificultades para definir la enfermedad como en-
contrábamos en el caso de salud. Sí es cierto que ha habido una evolu-
354
ción histórica del concepto de enfermedad y que existe igualmente un
importante componente subjetivo a la hora de establecer su definición.
1. Un nivel biológico.
2. Un nivel individual, en el cual la enfermedad es traída a la con-
ciencia de los actores particulares.
3. Un nivel social, que hace referencia al proceso por el cual la
enfermedad adquiere un significado reconocido socialmente y
permite el desarrollo de intervenciones específicas.
La definición de salud de la OMS es, en parte, responsable de una
corriente de opinión hacia el «saludismo»: la salud es deseable y la enfer-
medad crónica o minusvalía es una anormalidad; representa el fracaso
del individuo y el sistema de salud; un sistema de salud perfecto debería
estar en condiciones de curarlo todo; la enfermedad crónica es incluso
un fracaso social, ya que en una sociedad ideal todo el mundo debería
disfrutar de una salud perfecta. Así se entiende que las personas fuertes
y en buena forma física son mejores que los débiles y en malas condicio-
nes físicas. Además cualquier desviación de la salud o minusvalía debe
corregirse hasta donde sea posible, intentando que esa persona sea
«normal». (Wagner, 1991.)
356
No es la salud, sino la enfermedad y la discapacidad lo que repre-
senta la normalidad.
El problema no es cuál es el porcentaje de enfermedad (discapaci-
dad) en la población, sino qué porcentaje de discapacidad hay en
cada persona: todos tenemos problemas y enfermedades.
Salud
358
El verdadero bienestar implica y refleja una cualidad de «ser capaz».
359
La salud positiva es el bienestar verdadero («ser capaz») más la no-
ción de «sentirse apto», con sus ingredientes físicos, mentales y sociales,
de forma balanceada.
4. Promoción de salud
La promoción de salud está en un «cruce de caminos».
Conceptos
1. La promoción mira desde fuera de los servicios de salud la pro-
blemática de la salud-enfermedad.
2. La salud es vista desde diferentes ángulos.
3. Se produce una ampliación del objeto de trabajo.
4. Orientación hacia la promoción en sentido estricto.
5. La importancia de lo cultural.
6. Intersectorialidad.
7. Carácter dinámico y activo.
8. Necesidad de incorporar información cualitativa.
9. Hincapié en los aspectos positivos.
10. La importancia de confiar en la gente y en el éxito de las acciones.
362
11. El presente es importante.
12. El consenso como instrumento de trabajo.
13. Actuando sobre toda la población.
14. Los recursos se generan en el propio proceso de trabajo.
363
1. Necesidades existentes y demanda expresada; inexistencia de
servicios = descontento de la población.
2. Necesidades existentes y servicios disponibles; inexistencia de
demanda = subutilización de servicios.
3. Demanda expresada y servicios disponibles, inexistencia de ne-
cesidades reales = gasto innecesario de servicios e ineficiencia.
4. «Óptimo.»
364
Niveles de intervención en la salud
(Determinantes de la enfermedad)
(Tarlov, 1988)
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10
El modelo
médico, el rol
de médico y
de enfermo.
Las fuentes
de cuidados
sanitarios
fuera de la
medicina
tradicional o
«científica»
1. La crisis de la salud
Hasta hace poco tiempo se mantenía el punto de vista de que las
mejoras de la salud en los países desarrollados se debían a los avances
de la medicina científica y terapéutica, pero actualmente esta idea está
en «crisis».
Nos encontramos en una situación paradójica: hemos logrado los
máximos progresos en salud, pero la población refiere encontrarse sub-
jetivamente peor que hace 100 años (Barsky, 1988).
Asistimos a una corriente crítica respecto a las limitadas posibilida-
des de la ciencia y la técnica para contribuir por ellas mismas a la salud.
Orígenes
373
3. Paradigmas sanitarios
Asistimos a la disolución del paradigma bio-médico (Paradigma: teo-
ría preponderante).
4. El modelo médico
375
MODELO MÉDICO
378
El nivel de salud está condicionado por el entorno, y éste está
determinado por las políticas de que nos dotamos.
1.a Fase de la salud pública. Tiene lugar hace 150 años en las ciuda-
des industriales del norte de Europa, como respuesta a las cifras de
mortalidad y morbilidad en la clase trabajadora que vivía en la pobreza
más miserable. Crecen las ciudades, llegando población procedente de
zonas rurales atraída por la revolución industrial. En Liverpool, que había
sido un pueblo de pescadores en 1650, tenía 60 000 h en 1770 y
120 000 h en 1820, de los que 1/3 vivían hacinados en los sótanos de las
casas, con suelo de tierra, sin ventilación ni letrina, y con alrededor de
16 personas por habitación: epidemias de TBC, neumonía, tos ferina,
sarampión, viruela, cólera.
Como respuesta a esta situación comienza a desarrollarse un conoci-
miento de salud pública basado en la mejora de estándares de vivienda e
higiene (planteamiento ambiental-higienista).
Los problemas de salud que dan lugar, con más frecuencia, al uso
de la medicina alternativa:
— Lumbalgia.
— Cefalea.
— Artritis/artrosis.
— Dolor musculoesquelético.
— Insomnio.
— Depresión.
— Ansiedad.
(Eisenberg, 1993).
384
Los usuarios con más capacidad de autocuidarse visitan al médico
con menor frecuencia y permanecen menor número de días en el
hospital.
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386
11
Los
determinantes
de la salud
y su
repercusión
en medicina
de familia y
comunitaria*
* En Colaboración con Benjamín Pérez Franco. Especialista en Medicina de Familia y
Comunitaria. Centro de Salud La Estación. Talavera de la Reina.
1. Determinantes y riesgos de la salud
392
Hay otros comportamientos que tienen dramáticas secuelas en la
morbilidad y mortalidad de la gente y que nos pueden pasar desaperci-
bidas en la consulta del médico de familia:
La tortura.
La violencia, la agresión.
Las violaciones.
La crueldad, la explotación, los malos tratos. La falta de tratamiento de
los residuos industriales. Los comportamientos institucionales,
políticos y sociales que inducen a la pobreza, la marginación y el paro.
La codicia, el fraude, la corrupción el racismo.
Estilos de vida o modos de vida. Es una categoría sociológica que
refleja las formas típicas, estables y repetidas de la actividad vital de las
personas.
El modo de vida refleja lo social en lo individual.
• Actividad.
• Consumo.
• Factores sociopolíticos.
• Cultura.
• Familia.
El modo de vida es el resultado de la personalidad individual, de la
colectividad y de la sociedad, en relación con las condiciones naturales y
sociales.
Los estilos de vida tienen una raíz social
(Seymour, 1991)
— Hubo un enorme cambio de estilo de vida con la Revolución Neolí-
tica o Agrícola: bruscamente, hace tan sólo 10 ó 12 000 años, la
gente descubrió que podían plantar semillas, cultivar cereales y
domesticar animales salvajes. Esto originó un enorme cambio del
estilo de vida; la gente comenzó a permanecer establemente en un
lugar, y tenía que trabajar para cultivar cereales, guardar la cose
cha y procesarlos para obtener comida. Tuvieron que aprender a
construir edificios permanentes. La población comenzó a crecer y
comenzaron las dificultades entre la oferta y demanda de tierra
cultivable y así comenzaron las guerras. Otras muchas cosas re-
sultaron de esta revolución: ciudades, literatura, arte, monarquía,
religión...
— Otro cambio de estilos de vida se produjo con la Revolución Indus-
trial: millones de personas dejaron la tierra y fueron a las ciudades,
dependiendo de las máquinas, viviendo en condiciones desfavora-
bles...
— Ahora estamos a la mitad de la Revolución Tecnológica, que nue-
vamente produce grandes cambios de los estilos de vida: medios
de comunicación tecnológicos, avances técnicos...
393
El estilo de vida de un grupo social (Erben, 1992)
Factor Ejemplos
395
Cuando se aborda el estudio del comportamiento humano desde
un marco interaccionista, la conducta se explica en función de la inte-
racción de tres factores:
— La persona.
— La situación.
— La actividad.
1. Pensamientos y sentimientos
Están modelados por nuestros conocimientos, creencias, actitudes y
valores.
Conocimientos: proceden de la experiencia, la información. Pueden
en general comprobarse (el fuego quema).
396
Creencias: proceden de nuestros padres, abuelos... Las aceptamos
sin intentar demostrar que sean ciertas. Cada país y cada comunidad
tienen sus propias creencias (las embarazadas no deben comer huevos
porque si lo hacen tendrán un parto difícil, o bien los conocidos antojos).
Actitudes: reflejan nuestros gustos y aversiones. Proceden con fre-
cuencia de nuestras experiencias o de las personas próximas. Como una
vez que fue al Centro de Salud, al señor X se le trató mal, el señor X ha
creado una actitud negativa o desfavorable hacia el personal sanitario.
Valores: son las creencias y normas más importantes para nosotros.
Las personas de una misma comunidad comparten muchos valores, una
forma de esforzarse por hacer triunfar esos valores es la cooperación.
3. Los recursos
Una tercera razón del comportamiento de las personas es si disponen
o no de recursos:
— Tiempo: para realizar el comportamiento.
— Dinero: para realizar algunos comportamientos.
— Servicios.
— Técnicas.
— Materiales.
4. Cultura
Las formas de comportamiento, creencias, valores y uso de recursos
de una comunidad, constituyen una pauta o modo de vida cultura.
1. Son adquiridas.
2. Son relativamente estables (difíciles de cambiar).
3. Son la raíz de la conducta.
(Tones, 1993)
400
hacer ejercicio físico o no, cuando viene cansado de una larga jornada de
trabajo?
Por otra parte, la toma de decisiones de forma individual es cada vez
más vulnerable en un contexto en el que no existe una cultura de la
salud que pueda equilibrar el enorme desamparo del hombre frente a los
consorcios que se enriquecen a costa del sufrimiento y la muerte.
401
Los MF que se quedan en los pacientes activos están perdiendo
innovaciones importantes en su disciplina académica y en la AP.
402
¿Cómo ayudar a cambiar el comportamiento?
1. Usando la fuerza.
2. Dando información.
3. Mediante la discusión y participación.
Educación para la salud (EpS).
403
(Paradigma médico/cartesiano)
404
Más modernamente, McKeown (1978), ha demostrado que en la dis-
minución de enfermedades infecciosas (patrón epidemiológico domi-
nante en el siglo XIX) han influido de manera trascendente mejoras en la
alimentación (tuberculosis), saneamiento (fiebre tifoidea, cólera y disen-
tería), cambios en la virulencia del germen (escarlatina) y vacunas (vi-
ruela), mientras que otros conocimientos (identificación de gérmenes) y
la aparición de tratamientos específicos (antimicrobianos) han desem-
peñado un papel menor (Ashton, 1990).
No cabe duda, a la luz de los conocimientos actuales, que la reduc-
ción de la morbimortalidad por las causas predominantes en este mo-
mento (cardiovasculares, tumores, accidentes) se debe basar sobre todo
en actuaciones sobre el medio ambiente, físico y social, y sobre los
hábitos de vida. Abundando en este sentido, es clásico el estudio de
Dever, 1976, en el que analiza la relación entre los recursos invertidos en
diversos determinantes de la salud y su contribución potencial a la re-
ducción de la mortalidad.
405
La importancia de un entorno saludable:
— Los clorofluorocarbonos, todavía utilizados como propulsantes de
aerosoles y en la fabricación de frigoríficos, destruyen la capa de
ozono, con lo que, por cada 10 por 100 de reducción en el ozono
columnar total, se produce un aumento del 1,5-2 por 100 de rayos
ultravioletas B que llegan a la superficie de la tierra.
— Los gases de «invernadero» (CO2, metano, óxido nitroso, clorofluo-
rocarbonados) pueden calentar la temperatura del planeta. La
temperatura de la superficie de la tierra ha aumentado 0,6° C en
los últimos 100 años, y se esperan subidas de 2-5° C en los próxi-
mos 50-100 años, que ocasionarían una elevación del nivel del
mar que podría ser catastrófica.
— La lluvia acida producida por el óxido de nitrógeno y el dióxido de
azufre, afecta a grandes zonas de las tierras de cultivo y bosque.
Cada año se destruye un área del bosque tropical del tamaño de
Austria, y esto afecta también a la biodiversidad.
— Las toxinas eliminadas en vertederos se filtran lentamente hasta
llegar a las aguas subterráneas, y los pesticidas no biodegradables
todavía entran en la cadena alimenticia.
406
Actualmente, es posible que el médico de familia esté tratando
problemas de salud relacionados con la contaminación medioambien-
tal: asma y bronquitis por neblinas cargadas de contaminantes, infec-
ciones gastrointestinales y de oído debidas al agua marina contamina-
da, pérdida de audición y problemas psicológicos originados por el
ruido medioambiental (Godlee, 1992).
407
Determinantes Principales factores
Hábitos de vida Tabaco, alimentación no sana, alcohol, condiciones
nocivas laborales, estrés patogénico, falta de ejerci-
cio, malas condiciones materiales, consumo inco-
rrecto de fármacos, inestabilidad familiar, bajo nivel
cultural, alto nivel de urbanización.
Biología del Predisposición a enfermedades degenerativas, pro-
hombre babilidad de desarrollar enfermedades hereditarias.
Medio ambiente Contaminación del agua, del aire, del suelo, cambio
de fenómenos atmosféricos; radiaciones.
Servicios Inefectividad de las medidas profilácticas, baja cali-
sanitarios dad de la asistencia, asistencia sanitaria no oportu-
na, falta de accesibilidad.
408
Las características sociales que rodean a la persona son:
— Creencias culturales.
— Costumbres familiares.
— Normas sociales.
— Prácticas comerciales (incluida la publicidad y el marketing).
— Políticas.
— Legislaciones.
Los determinantes son los precursores de los procesos biológicos, a través de los
cuales la enfermedad llega a manifestarse. Se superponen y son interactivos.
Visión del paradigma
"Bio-médico"
409
Las intervenciones en los niveles inferiores de la pirámide son más
eficaces (visión de la promoción de la salud). La gente necesita médicos
de familia con visión biológica, pero no sólo con esa visión, que es
demasiado corta para construir efectivamente la salud.
410
especialmente de la alta tecnología como intervenciones que garantizan
el bienestar individual.
Los médicos hemos estado atentos al vértice de la pirámide: al diag-
nóstico y tratamiento de la enfermedad.
Los riesgos fisiológicos que originan parámetros químicos y fisiológi-
cos de enfermedad son los atendidos por los médicos; pero olvidamos
los factores conductuales y sus circunstancias anteriores.
La medicina (y su enseñanza) permanece encerrada en una visión
estrecha y restrictiva debido a su perspectiva biológica exclusiva. Quizá
esa visión estrecha fuera apropiada en el siglo XIX, pero ahora los pa-
cientes necesitan médicos con visión biológica, pero no sólo con esa
visión (que es demasiado corta para, basándose en ella, construir un
acercamiento efectivo a la salud y a los cuidados médicos cuando apa-
rece la enfermedad.).
411
Determinantes de la salud (un modelo ampliado):
1. Política pública.
2. Sociedad, cultura y ambiente.
3. Comunidad/apoyo social.
4. Comportamientos personales/habilidades.
5. Servicios de salud.
412
La meta de prevenir las enfermedades crónicas en la comunidad, a
través de modificar factores de riesgo, hábitos de vida y comportamien-
tos, sólo puede conseguirse mediante cambios en el ambiente social y
físico: «Contexto de vida».
413
El mándala es un símbolo circular del universo. El individuo (com-
puesto de cuerpo, mente y espíritu) está en el centro, pero no aislado: la
familia juega un papel vital en el establecimiento de valores de salud,
actitudes y hábitos. Los efectos de la familia están amortiguados por los
de la comunidad y la cultura; la familia actúa como la estructura más
importante en la mediación entre las personas y las instituciones socia-
les.
Los cuatro determinantes de Lalonde se han modificado a efectos de
construir el mándala: biología, comportamiento, ambiente psicosocial
(estatus económico, presión del grupo, publicidad, apoyo social...), y
ambiente físico.
Un modelo con partes interactivas: un modelo ambiental-holístico
viendo la salud desde todas las perspectivas; viendo una unidad cuerpo,
mente y espíritu; un acercamiento de interrelaciones.
(Erben, 1992)
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416
12
El papel del
médico de
familia en la
promoción
de la salud *
PARTICIPACIÓN COMUNITARIA
Promoción de salud
Promoción de la salud
La PS se construye en 5 áreas:
1. Aumentando el acceso a la salud.
2. Desarrollando un medio ambiente (en su sentido social y físi-
co) que conduzca a la salud»
3. Favoreciendo las redes sociales y el apoyo social
4. Promoviendo los comportamientos de salud positiva y las es-
trategias para hacer frente a los problemas,
5. Aumentando el conocimiento y la diseminación de informa-
ción.
419
¿Cuáles son las implicaciones de la práctica de la EpS?
420
Promoción de la seguridad en el trabajo.
Promoción de una sexualidad sana.
Promoción de la salud dental. Vigilancia
de las embarazadas. Vigilancia de la
salud infantil. Detección precoz del
cáncer. Detección y prevención de la
HTA.
422
La Medicina de Familia (MF) es una disciplina académica y una
especialidad médica que se aplica a la AP. Como disciplina engloba:
un núcleo de conocimientos distinguibles de los de otras especialida-
des, un campo específico de acción: el individuo, la familia y la comu-
nidad, y un área activa de investigación y enseñanza. Como especiali-
dad engloba: el arte del manejo del paciente, la relación médico-
ciudadano-consumidor/comunidad, la atención sanitaria integral (cu-
rativa, preventiva y de promoción de salud), global (biológica, psíqui-
ca y social), continuada y coordinada (Anónimo, 1984) .Además, la
disciplina aparece como respuesta a la presión pública y a las necesi-
dades sociales, como crítica a la fragmentación y despersonalización
(Geyman, 1990). La MF dirige sus acciones no sólo al individuo me-
diante servicios personales de prevención y curación, sino hacia la
colectividad mediante acciones sobre el medio físico, químico, bioló-
gico, social, cultural y estético.
423
rrollado. La ruptura de factores sociales (vivienda, empleo...) conduce al
uso de los servicios médicos. La «buena salud» no necesita de sistema
sanitario.
424
Gutiérrez Morlote, 1993). En la base de este debate están en realidad los
nuevos modos de concebir la salud y la labor sanitaria, así como los
cambios de cometidos y de relaciones con los ciudadanos-clientes y
entre los propios sanitarios. El «otro» modelo sería aquel en que el sani-
tario adopta una posición que le permite actuar mejor sobre los determi-
nantes de la salud. La crisis de la salud lleva a transformar el paradigma
médico en el paradigma de la PS. Junto a ello, el modelo de asistencia
sanitaria tradicional se transforma en AP, y éste debe transformarse en
APS.
425
4. La «flecha» de buena salud aumenta de tamaño y permanece
fuera del sistema.
5. El sanitario adopta una posición que le permite actuar mejor so-
bre los determinantes.
(3rd European Conference of the International union for Health Education, 1993)
426
Si el ángulo se hace menor, el individuo estará en una mejor posición
para avanzar.
Reducir el ángulo: éste es el papel de los especialistas de medicina de
familia y comunitaria.
Reducir el «ángulo» es el papel de los sanitarios de AP, y esto se
consigue mediante la participación y la intersectorialidad. Desde luego
no se trata de que los sanitarios tomen la responsabilidad de mejorar los
factores socioeconómicos de la comunidad. Lo que importa es darse
cuenta de los límites del modelo médico y ponerlo en su lugar correcto,
como una parte de un todo mucho más amplio, moverse desde una
visión microscópica hasta alcanzar una visión mucho más amplia.
La integración de asistencia, prevención y promoción, sólo puede ser
un objetivo de un EAP multidisciplinario, de forma que las tareas puedan
distribuirse de una forma negociada entre los miembros del EAP y los
proveedores informales de la comunidad. Hay que empezar a utilizar la
visita médica para la PS/PC: hay que resolver la demanda de «otra ma-
nera» (Stange, 1993; III jornadas de salud pública de la CAM, 1993). Hay
que redefinir los conceptos de salud y enfermedad: los MF han de ayudar
a que la gente se mantenga autónoma, solidaria y gozosa, respetando su
libertad de escoger y de estar informada, y tratándola como personas
adultas; así se vencerá la enfermedad (Oliver, 1992).
427
Los médicos de familia tenemos que dar paso a la imaginación
para mejorar el nivel de asistencia y salud.
428
Esto, en muchas ocasiones le lleva a buscar el caso raro. Cada día es
igual al anterior; los éxitos son efímeros; cada día regresan los mismos
pacientes con los mismos problemas y nunca vemos a determinados
individuos. Este proceso consume mucha energía. El MF «se quema». No
hay realmente progreso del nivel de salud ni progreso personal del sani-
tario. Hay que salir de aquí, hay que proyectarse a nuevos objetivos.
Para romper el círculo necesitamos la participación de la gente (McDo-
nald, 1993; Gott, 1991).
429
El papel del MF es el de agente de cambio o desarrollo; ayuda a los
individuos/miembros de grupos/comunidad a aumentar su autoesti-
ma y confianza en sus propias ideas y habilidades: esto es la esencia
de su experiencia terapéutica, Es un eslabón que une la cadena de
comunicación, facilitando la máxima utilización de los recursos del
individuo/grupo/comunidad, y así la autoayuda y la independencia
(Chalk, 1992).
430
La actuación del MF debe tender a facilitar la «elección informada del
ciudadano-cliente-consumidor adulto», es decir, facilitar el desarrollo de
su capacidad para elegir entre un conjunto de alternativas de su compe-
tencia para hacer lo que ellos piensan que es importante para ellos y su
comunidad (Baric, 1990), facilitando los procesos de reflexión personal
y colectiva que permitan la toma consciente y racional de decisiones
saludables, basándose en la EpS participativa (Winkler, 1992; Chalk,
1992). La facilitación del «ser capaz» de la gente requiere muchas activi-
dades que están fuera del área sanitaria (grupos de consumidores, movi-
mientos sociales, cooperativas, vivienda...), pero el MF tiene que identi-
ficar estas actividades y actuar en ellas: investigando-informando
(dando a conocer los problemas de salud de la comunidad) (Puska,
1992), colaborando-educando (tomando conciencia del déficit de capa-
cidad de los grupos desfavorecidos, haciendo que participen en un pro-
ceso educativo concienciador: agentes de salud, movilización social...),
y defendiendo-favoreciendo que la población tenga acceso a los recur-
sos políticos, económicos, sociales y educativos y, que los use eficiente-
mente: trabajando con grupos de autoayuda, colegios, lugares de traba-
jo..., medios de comunicación, líderes de la comunidad... (Swift, 1987).
Hace falta no solamente responder a las necesidades democráticas y
deseos de los ciudadanos de influir en las decisiones públicas. Hace falta
también sensibilizar a los que toman las decisiones sobre los aspectos
pluridimensionales de los intereses de la población y sobre los impactos
generales y específicos de sus decisiones (Vuori, 1992). El reto para el
MF es establecer una relación más directa entre lo que hace y los resul-
tados, en términos de mejora de salud, tanto para individuos como para
la comunidad. Para lograr esto, el MF tiene que movilizar la acción local
mediante «alianzas de salud» y explorar con organizaciones y grupos
comunitarios los temas de salud (The Health of the Nation, 1992).
Elección
431
Los papeles del MF en la PS/PC
— Catalizador.
— Agente de cambio o desarrollo.
— Estimulador.
— Facilitador.
— Animador.
— Asesor.
— Consejero.
— Mediador.
— Negociador.
— Enlace.
— Aliado.
— Apoyo.
— Recurso.
— Coordinador.
— Investigador (Co-investigador).
— Informador.
— Colaborador.
— Educador/educando.
— Defensor.
— Organizador (temporalmente).
432
Hay que resituar el saber médico en una práctica de alcance trans-
formador. El MF debe recordar que ante la comunidad tiene dos ta-
reas:
1. una de carácter predominantemente técnico.
2. Otra de carácter social.
Y la primera está sometida al feed-back de la segunda, que nos
ubica en la realidad, que nos recuerda el origen de la enfermedad y
los factores de riesgo individuales, que nos muestra las raíces de los
determinantes de la salud y enfermedad que dan lugar a comporta-
mientos y hábitos de vida. Las acciones correctoras tienen raíces so-
ciales en lugar de fundamentos técnicos.
433
Necesitamos que la práctica profesional no se reduzca a la repetición
de una rutina de patrones establecidos, sino que sea una práctica cues-
tionadora donde permanentemente se pregunta por, y se busca el senti-
do y la orientación de las acciones del ejercicio profesional. Necesitamos
lograr un quehacer comprometido, donde el estilo de trabajo sea una
visión del espacio y tiempo que dé lugar a preguntas, y pida respuestas
sobre el sentido de la profesión, transformando el contexto social y
transformándonos nosotros mismos hacia el futuro, con acciones con-
juntas con las comunidades, y así elevar el nivel de comprensión social
en su conjunto y de los procesos de salud-enfermedad en particular (De
Infante, 1992).
434
¿Qué tareas?
— Apoyando a los grupos comunitarios.
— Conociendo y utilizando las redes de apoyo informal a nivel
local.
— Actuando como recurso para los grupos comunitarios.
— Facilitando el comienzo de iniciativas de PS.
— Adaptando el Centro de Salud para favorecer el diálogo: son
puntos facilitadores de democracia participativa.
— Proporcionando ayuda técnica.
— Sensibilizando a la población mediante un «nuevo» proceso de
EpS: dotar a la gente de autoridad para organizarse, enfrentar el
problema, y educar ellos mismos a otras personas.
Rompe la rutina
435
Cambio
1. A nivel individual:
— Amplía el papel del personal de salud.
— Ayuda a clarificar metas y a responder a los cambios.
436
2. A nivel de equipo:
— Ayuda a clarificar objetivos.
— Proporciona feed-back para evaluar y responder a los cam-
bios.
— Fomenta el trabajo de los pacientes en su propia salud y a que
tengan contribuciones positivas a la marcha de los servicios
de salud.
— Facilita la EpS y la medicina preventiva.
— Aumenta la efectividad de los servicios de salud.
— Aumenta la satisfacción del trabajo en el EAP y reduce recla-
maciones y quejas.
— Ayuda a la toma de decisiones de planificación.
— Proporciona un elemento de aprendizaje a los profesionales de
la salud.
HABLAR MENOS
MIRAR MAS
437
Algunos ejemplos de PS en la MF: Ejemplo
- Educación de pacientes para promover auto- EpS en asmáticos,
cuidado en sus enfermedades. Educación uso de medicación.
de profesores sobre problemas de salud Educación a profe-
comunes, para lograr un mejor manejo en la sores.
clase, por ejemplo, de niños asmáticos o
epilépticos.
- Aumentando el interés de la comunidad Campaña de mass-
sobre riesgos de salud. media.
- Formando grupos de autoayuda entre la Grupos de padres,
gente que comparte las mismas situaciones grupos de apoyo a
sobre enfermedad. enfermos con cáncer.
- Creando redes sociales entre población en Sistemas de con-
riesgo (ancianos, emigrantes...). Ayudando tactos en el barrio.
a los vecinos, grupos y agencias a desarrollar Desarrollo comuni-
habilidades y lograr recursos para tomar en tario, organización/
sus manos asuntos relacionados con la acción comunitaria.
mejora de la salud y la vida en la comunidad,
como servicios de atención infantil,
transporte público, cruces señalizados frente
a las escuelas, menos polución ambiental.
- Promoviendo mecanismos para mejorar la Participación comu-
PC en la planificación y toma de decisiones nitaria.
sobre los asuntos que afectan a la salud de la
comunidad y a la calidad de vida.
- Aconsejando a los individuos sobre sus Screenings.
hábitos de vida y sus riesgos de desarrollar
problemas.
- Programas de grupo para cambiar hábitos de Grupos de obesos
vida de riesgo. para perder peso, de
fumadores para de-
jar de fumar...
- Cambios legislativos para reducir los riesgos Legislación sobre
a la salud. cinturones de segu-
ridad, tabaco...
(Hawe, 1991)
438
metría, tabaco, mamografías, presión arterial (Protocolización,
personal adecuado).
— Menopausia.
— Ayuda para dejar de fumar (más que pensar en que el objetivo
es que dejen de fumar, el objetivo podría ser el «ayudar»). Fac-
tores que influencian a la gente para dejar de fumar, razones
por las que siguen fumando, información sobre los beneficios
de dejar de fumar, ayuda para superar la cesación del hábito y
mantenerse sin fumar.
— Nutrición sana: no sólo para obesos; para personas sanas tam-
bién.
— Estrés: el estrés es un problema humano, no médico. No medi-
calizar el estrés normal de la vida.
— Diabetes, asma bronquial, problemas cardiovasculares...
3. Ejemplos
El Centro de Salud de Peckham. Londres
439
por un MF, una enfermera y un animadora sociocultural. En las
reuniones, los monitores estimulan mediante técnicas sencillas el
análisis de su problemática psicosomática y general de salud, así
como técnicas de organización para promover actividades colecti-
vas en salud.
— Setenta mujeres participan en tres grupos.
— Ellas mismas organizan charlas con técnicos que invitan, constitu-
yen un «grupo de desarrollo de aptitudes personales», celebran la
Fiesta del Centro de Salud en coincidencia con el aniversario de la
apertura del Centro, donde preparan degustaciones de comida
sana, exponen libros de interés para el autocuidado de la salud,
informan sobre el acceso de la mujer al trabajo y educación, hacen
un debate sobre la salud..., organizan un viaje...
— Disminuyó el número de consultas médicas de este grupo en el
Centro de Salud.
(Pérez Franco, 1992)
440
— Se elaboró un documento que situaba los datos de salud en el
contexto local. Para:
• Políticos locales.
• Autoridades sanitarias.
• Consejos de salud.
• Autoridades locales.
• Grupos sociales.
• Sanitarios.
(El informe podía ser entendido por un no médico.) Estableció 12
temas prioritarios.
— Primera conferencia de PS de Mersey: se divulga información de
PS a un público masivo. 550 personas debatieron el Documento.
— Feria de la Salud: aprendizaje activo (recintos donde se daba infor-
mación sobre temas de salud; otros con actividades saludables
como yoga, aerobic, medicación, deportes, ordernador...).
250.000 visitantes.
— Un bar se transformó en «escaparate de temas de salud».
— El Club de fútbol de Liverpool cooperó saliendo en unos carteles
como «club de no fumadores» (dentro de una campaña: «los prota-
gonistas no fuman»).
Proyecto Hart. Un Centro de Salud, subvencionado por un organis-
mo estatal deportivo, contrata a un trabajador social para realizar desa-
rrollo comunitario:
— Hace una encuesta sobre participación en ejercicios.
— Hace excursiones con mujeres.
— Clases de natación.
— Excursiones para niños.
— Carreras...
441
— Edita un boletín informativo (3.000 ejemplares).
442
realizando germinación de las semillas, estudio de las zonas de
cultivo, climas y zonas de producción, vocabulario, cálculo de in-
gredientes en la fabricación y su importancia en la dieta normal y
en la del deportista, normas de higiene. Finalmente fabricaban pan
(y queso en el caso de la leche) en el propio centro escolar.
Los padres-agricultores (y abuelos) se conectaban de tal forma
que, sin ser citados, acudían por voluntad propia a participar en el
desarrollo de los talleres (a «enseñar»).
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446
13
Aspectos
de la atención
comunitaria
en medicina
de familia
1. Orientación comunitaria de la
medicina de familia
El MF está en una posición única para poder medir tanto las necesi-
dades de salud de comunidades, como responder a ellas.
Para la realización de las funciones de atención comunitaria, el MF
necesita un buen sistema de información que recoja y utilice los datos
generados por la actividad asistencial para detectar y controlar los pro-
blemas de salud fundamentales de la población asistida.
449
El MF (y el EAP) tiene que estar en continua comunicación con la
comunidad y viceversa: doble flujo informativo.
452
La cantidad y complejidad de los datos recogidos en MF está
inversamente relacionada con la exactitud y corrección de los mis-
mos.
(Huff, 1988.)
(Gervas, 1992)
454
La epidemiología ayuda al MP a medir e interpretar la información.
(Huft, 1973).
La incorporación progresiva de una gran variedad de servicios de
promoción de la salud y prevención de la enfermedad en la práctica de
la MF obliga a asumir más responsabilidades sobre poblaciones: aten-
ción comunitaria.
455
En los análisis de mortalidad de poblaciones pequeñas es necesa-
rio estudiar conjuntamente amplios periodos de tiempo para evitar la
variación aleatoria cuando se estudia un número reducido de defun-
ciones. (Éste es el caso de las zonas de salud donde el número de
defunciones es bajo: del orden de 50 defunciones anuales en zonas de
5000 habitantes) (Vila Corcoles, 1993).
Junto a la preocupación por la exactitud de la causa de defunción
en el análisis de la mortalidad por áreas geográficas pequeñas ha;
que añadir el problema de la exactitud del municipio de residencia
una parte importante de las defunciones observadas en un área pue-
den ser clasificadas erróneamente en el municipio donde ocurre el
lugar de donde, de forma habitual, residen los fallecidos («efecto Beni-
dorm») (Librero López, 1993).
Tasas de incidencia en la consulta de MF (TIMF) (Cauthen, 1994)
456
Muchos estudios epidemiológicos (¿los «verdaderos»?), están pu-
blicados en los periódicos o en ciertas novelas.
457
Niveles de población atendida por el MF:
Población de pacientes activos: todos los individuos que han con-
sultado en los dos años previos.
Comunidad atendida: todos los miembros de las familias a las que
pertenecen pacientes activos.
Población general que depende del MF.
458
5. La demanda y la necesidad
(Huff, 1973.)
Las tasas de incidencia de casi todas las enfermedades importantes
están en una situación de cambio: algunas aumentan rápidamente
(como las fracturas de fémur), mientras que otras disminuyen (como la
úlcera péptica o la EPOC). En todo caso la persistencia de tasas estables
es excepcional (Rose, 1993).
459
Aspectos del trabajo del MF en la evaluación de las necesidades de
salud:
1. Información sobre demanda y morbilidad.
2. Trabajo con grupos especiales: ancianos, niños, mujeres...
3. Trabajo con grupos de ciudadanos/consumidores.
4. Auditoria.
460
Utilización de los servicios sanitarios (De la Revilla, 1991)
1. Andersen:
Factores amortiguadores
2. Hulka: la necesidad depende del alto o bajo riesgo de enfermar y
de la accesibilidad a los servicios.
463
Un gran numero de personas expuestas a un pequeño riesgo, ge-
neran habitualmente más casos de enfermedad que un pequeño nú-
mero de individuos expuestos a alto riesgo.
Para que la prevención sea efectiva debe enfrentarse con el nivel
de riesgo de la población como un todo: estrategia poblacional de
prevención.
La frecuencia de la enfermedad, tanto definida como subclínica, no
puede entenderse excepto en el contexto de los cambios de distribu-
ción de los factores de riesgo y factores de salud en la totalidad de una
población (Rose, 1993).
465
No hay un continuo entre la prevención y lo promoción, sino que son
dos enfoques diferentes y complementarios.
466
Objetivos de la medicina preventiva
(CIBA Foundation symposium, 1985):
1. Prolongar la vida.
2. Reducir la incapacidad.
«Que la gente muera joven lo más vieja que sea posible».
El valor de la prevención
469
Esto requiere que:
1. Se le contacte con los individuos que tienen riesgo de padecer
una enfermedad determinada.
2. Se les ofrezcan unos tests diagnósticos que revelen si padecen o
no la enfermedad en su fase presintomática.
Screening
Chequeo médico
472
Comparación entre dos métodos de screening en MF:
Método
de cohorte Oportunístico
Integración de prevención y cura- No. Sí.
ción.
Citaciones especiales. Sí. Sólo ocasionalmente para
no consultantes en ries-
go.
Es necesaria la centralización de Sí No, pero útil.
las historias.
Historias personales. No. Sí.
Consultas especiales. Sí, general- No.
mente.
Se necesita personal especial. Sí, general- No, generalmente.
mente.
Costos de correo. Sí. No o mínimos.
Rápida localización de los que no Sí. A lo largo del tiempo.
acuden.
Costos totales. Altos. Bajos.
Accesibilidad para el paciente. Limitada. Buena.
Satisfacción del médico. Limitada. Buena.
Participación del EAP. Parcial. Total.
473
En los años 60 apareció un gran entusiasmo hacia los screenings,
que comenzaron a realizarse de una forma experimental. Con frecuencia
varias pruebas de screening se realizaban a la vez («screenings multifási-
cos»), y se mezclaban los objetivos de reconocer enfermedades asinto-
máticas y sintomáticas no advertidas por los pacientes.
Algunos screening introducidos en 1960:
Screening para Test
Sensibilidad y especificidad
474
Diferencias entre la sensibilidad y la especificidad en el contexto
hospitalario y de medicina de familia
Las sensibilidades y especificidades de las pruebas diagnósticas
(p. ej., pruebas serológicas para el diagnóstico de la brucelosis) no
son iguales en las áreas endémicas a las de áreas no endémicas; se
pueden encontrar títulos «positivos» de pruebas serológicas de bru-
celosis en ausencia de verdadera enfermedad (Reverte Cejudo,
1993).
Los MF y los especialistas hospitalarios deben aprender a enfren-
tarse con diferentes modelos de valores predictivos para síntomas,
signos y resultados de pruebas diagnósticas.
La interpretación de un test objetivo puede cambiar dependiendo
del contexto donde se aplica.
Recordemos la forma en que la prevalencia de la enfermedad pue-
de influenciar la interpretación de las pruebas diagnósticas: cuando la
prevalencia aumenta, el valor predictivo de cada prueba ,
aumenta; y como consecuencia habrá pocos falsos y más
falsos Cuando la prevalencia disminuye, ocurre lo contrario, es
decir, el valor predictivo de cada prueba disminuye, y habrá
más falsos y menos falsos
La prevalencia de enfermedades importantes es mayor en la po-
blación de pacientes que visitan al especialista hospitalario que en la
población de pacientes vistos por el MF. Esto significa que el valor
predictivo de un hallazgo anormal en un examen realizado por el es-
pecialista hospitalario es mayor que el valor de la misma exploración
realizada por el MF. Sin embargo, para enfermedades graves, el valor
predictivo de un resultado normal es más alto en MF. Lo contrario es
verdad en enfermedades vistas frecuentemente por el MF, pero rara-
mente por el especialista hospitalario.
475
Como las pruebas realizadas por el MF tienen un valor predictivo
alto, las del especialista (que vé pacientes preseleccionados por el
MF) tienen un valor predictivo alto.
476
4. Los problemas descubiertos son diagnosticados y tratados en los
mismos servicios, lo cual favorece el seguimiento del problema
hasta su solución.
(Salieras Sanmartí, 1986)
479
La mitad de los problemas crónicos más frecuentes no están de-
tectados, la mitad de los detectados no son tratados, y la mitad de los
tratados no son controlados: la regla de las mitades en MF (Hart,
1992).
PAPPS
En España, el Programa de Actividades Preventivas y de Promo-
ción de la Salud (PAPPS), patrocinado por la Sociedad Española de
Medicina de Familia y Comunitaria, propone una guía de medidas
preventivas y de promoción o «protocolo para el mantenimiento de
salud», a realizar en el nivel de AP, por todo el EAP e integradas en la
práctica asistencial habitual (Martín Zurro, 1991; Programa de activi-
dades preventivas y de promoción de la salud en atención primaria,
1989, 1990).
481
Puede ser practicada en la consulta del MF y en el hospital. Se la
conoce también por anticipatory care (Cuidados anticipatorios).
Ejemplos:
— Interesarse por la salud de la esposa de un parkinsoniano, cuando
acude a la consulta a por recetas.
— Proponer citología a la mujer que trae al centro a su hijo, y no se
hizo citología en los últimos 5 años.
— Prever un sistema de información para detectar a todos los ancia-
nos > 75 años que no han contactado con el médico en el último
año.
— Control y vigilancia de los pacientes en tratamiento con hipogluce-
miantes orales.
7. La normalidad
483
La distribución normal, tal como la definen los estadísticos, es útil
porque permite el cálculo de los intervalos de confianza (I.C.) y el uso de
pruebas estadísticas, pero, en la práctica, la palabra «normal» se usa en
otros sentidos:
— Definición social. Creencias y expectativas de los individuos (que
pueden variar ampliamente): el anciano que da como normal su
insuficiencia cardiaca o su sordera; la mujer joven que considera
urgente una consulta por pérdida menstrual; la forma de aterrizar
los aviones en la historia de la Hoguera de las vanidades.
— «El peso de su hijo es normal». Un significado estadístico según
las hojas de percentiles de crecimiento (en la historia clínica).
— «Su PA es normal». Significado de pronóstico; significa: «no hay
riesgo añadido de ACV».
— «Su frotis cervical es normal». Significado en cuanto a diagnóstico
y pronóstico; «usted tiene un riesgo bajo de desarrollar cáncer cer-
vical desde ahora hasta su próximo frotis dentro de tres años».
8. Riesgo
Factor de riesgo
Factor relacionado estadísticamente (o asociado) con una deter-
minada enfermedad. Generalmente obtenidos de estudios descripti-
vos. Recordar la diferencia entre asociación y causalidad.
484
Factores de riesgo ambiéntales-externos = «Asociados» con la enfer-
medad o condición.
Factores de riesgo del ambiente interno = «predictores» de una enfer-
medad.
Indicador de riesgo. Pone de manifiesto la presencia temprana o tar-
día de la enfermedad.
«Estadio del riesgo» Fuerza de la asociación: la frecuencia con que
aparece o no el factor en el caso de presencia o ausencia de enfer-
medad.
485
Transformar las medidas del riesgo relativo en medidas tales como el
número de pacientes que necesitan ser tratados para prevenir un evento
final puede dar una información más clara al MF para entender el resul-
tado de ensayos clínicos y valorar mejor los beneficios y riesgos indivi-
duales (por ejemplo: respecto a la prevención en masa: hipercolesterole-
mia, HTA, Sida...). «El tratamiento de pacientes con bajo riesgo puede
ser una estrategia de alto riesgo.»
(Smith, 1994)
9. La significación y la importancia
Si una prueba estadística muestra que una diferencia entre dos
mediciones es significativa al nivel del 5 por 100 (p < 0.05), significa
que hay un 95 por 100 de posibilidades de que la diferencia encontrada
sea verdadera y sólo hay un 5 por 100 de posibilidades de que la dife-
rencia sea debida al azar (al error del muestreo).
Pero la significación estadística no siempre implica significación clíni-
ca (o de salud) o importancia, y, vicevesa, un resultado no estadística-
mente significativo puede ser considerado de importancia en salud.
486
Considerar el «poder» de un estudio es muy importante, pero en oca-
siones puede sentirse que se publican fácilmente estudios peregrinos
justificados por una muestra que logra un buen «poder estadístico»,
mientras que no lo hacen con otros trabajos imaginativos que aceptan
algunos «riesgos metodológicos».
Pruebas estadísticas
— No deben aplicarse a menos que la validez y fiabilidad de los
datos hayan sido demostradas.
— Los gráficos pueden presentar gran cantidad de información de
forma clara.
¿Qué son?
Son fórmulas matemáticas que pueden aplicarse a números para
estimar las probabilidades de que los hallazgos sean por azar o no. Es
decir:
— Si las diferencias entre los resultados observados y esperados
son probablemente debidos al azar o no.
— Si las asociaciones que vemos entre variables son probable-
mente debidas al azar o no (se deben a relaciones reales entre
esas variables).
Para aplicarlas se postula la «hipótesis nula»: que no hay diferen-
cias reales entre los resultados; las diferencias que vemos se deben al
azar. El objeto de las pruebas estadísticas de significación es evaluar
la probabilidad de que la «hipótesis nula» sea rechazada (hay diferen-
cias reales): La p; p < 0,05 o significativa (la probabilidad de equivo-
carnos al rechazar la «hipótesis nula» es de 5 veces de cada 100:
suficientemente pequeña).
487
10. La medición de la calidad en
medicina de familia
Tanto los factores del paciente como los del MF son determinantes
igualmente importantes del resultado: la perspectiva del paciente sobre
sus problemas, las necesidades individuales versus comunitarias, la pro-
moción de salud y la satisfacción del paciente/grupos son determinantes
que hay que estudiar en los resultados de salud.
489
¿Qué es calidad?
La mayoría de las definiciones relacionan calidad con consumido-
res y con la resolución de sus necesidades.
Podrían distinguirse en MF dos tipos de consumidores: consumido-
res externos (los pacientes), y consumidores internos (el departamen-
to de radiología a donde el MF envía los pacientes que se transforman
en consumidores del departamento); por esto, el conjunto de la orga-
nización debe estar involucrada en el logro de la calidad: la calidad
debe ser total.
490
Áreas a auditar en MF (Grundy, 1991)
Hay cuatro grandes áreas sobre las que se han centrado hasta ahora
los estudios de auditorías:
492
Tres entidades clínicas importantes desde el punto de vista epide-
miológico:
a) La diarrea del viajero.
b) La toxiinfección alimentaria.
c) Virus.
Estrategias de control sanitario:
A) Comunidad o persona enferma:
— Notificación obligatoria.
— Aislamiento entérico.
— Desinfección concurrente.
— Tratamiento específico.
— Seguimiento del caso.
— Promoción y EpS.
B) Comunidad o grupos sanos («en riesgo»):
1. Familia:
— Control higiénico del medio ambiente.
— Desinfección concurrente.
— Investigación epidemiológica de contactos.
— Medidas preventivas frente a la exposición.
— Promoción y EpS.
2. Grupos de la comunidad:
— Control higiénico del ambiente.
— Promoción y EpS.
— Apoyo, coordinación y/o intersectorialidad.
Importancia relativa del papel del EAP ante el problema:
Enfermera Médico T. Social Vet/Far.
Notificación O +++ O O
Atención según
demanda + +++ + O
Registro de
actividades +++ +++ +++ +++
Control y
seguimiento de
contactos +++ +++ + ++
Intervención en
el medio ++ + +++ +++
Promoción y EpS +++ +++ +++ +++
Apoyo, coordi-
sectorialidad
++ ++ +++ ++
493
Accidentes
494
Los accidentes de tráfico suponen un grave problema de salud pú-
blica.
— Entre 1964 y 1990, el número de accidentes de tráfico se ha ido
incrementando en más de un 150 por 100. Sólo entre 1974-
1975 (coincidiendo con la obligatoriedad del uso del cinturón
de seguridad y con la crisis del petróleo), y en 1980-1982, se
produjo una ligera inflexión de la tendencia. En 1990 se redujo
algo así como en 1992.
— Anualmente mueren por accidentes de tráfico entre 160 000 y
170.000 personas, y otras 9.000 muertes en los 30 días siguien-
tes al accidente. Suponen el 2 por 100 de todas las causas de
muerte, y la principal causa de muerte entre los 15-24 años,
especialmente en hombres.
— Contribuyen especialmente a la mortalidad prematura: del 12 al
8 por 100 del total de años perdidos.
— El 9 por 100 de las camas de los hospitales están ocupadas por
heridos en accidentes de tráfico.
— Suponen la mitad de los ingresos en UVI.
— La incidencia anual está ≈ 1 por 100 habitantes.
— Del 15 por 100 de las incapacidades que se deben a accidentes,
la mitad es consecuencia de accidentes de tráfico (1 billón de
pesetas en 1990, de coste).
Respecto a la mortalidad, en varones supuso en 1988 el 6,8 por
100 del total de causas de muerte (después de aparato circulatorio,
tumores y aparato respiratorio), aumentando desde 1975.
En mujeres, en 1988, supuso el 2,2 por 100 del total de causas de
muerte (después de aparato circulatorio, tumores, aparato respirato-
rio, aparato digestivo, endocrino, signos y síntomas mal definidos, y
genitourinario), disminuyendo desde 1975.
Grupos de la comunidad
• Promoción y Eps:
— Cambios en el ambiente físico: promover:
Mejora del diseño de los coches.
Inspección de vehículos, legislación.
Mejores carreteras.
Viviendas sanas y seguras (cocinas..., alarmas...).
— Cambios en el ambiente social:
Cambios de comportamiento: alcohol, cinturones de seguri-
dad, cascos, multas a los infractores (aceptación social), le-
gislación sobre potencia de coches y motos, tabaco..., corte-
sía y respeto a los demás.
— Enseñanza de primeros auxilios a la población.
— EpS en la escuela.
• Prevención en grupos de riesgo:
— Grupos con factores de riesgo para accidentes.
— Examen de conducir: determinación de las condiciones físicas
de los conductores, detectando precozmente trastornos peli-
grosos (diabetes, cardiopatías, epilepsia, trastornos mentales
y defectos motores, neurológicos y sensoriales). Adiestra-
miento de los conductores.
Todo esto requiere apoyo-coordinación e intersectorialidad: Tráfi-
co-Guardia Civil, Servicios de urgencias, Cruz Roja, Ministerio de
Transportes, Viviendas, Servicios Sociales, fabricantes automóviles,
etc.
496
Importancia relativa de los profesionales del EAP en las tareas rela-
cionadas con el manejo de los accidentes.
Enfermera Médico T. social Far/vet
Notificación al Juez O +++ O O
Atención según
demanda
(l.os auxilios) ++ +++ + +
Estudio y
seguimiento
posterior
del paciente ++ +++ +++ O
Registro de
actividades +++ +++ +++ o
Rehabilitación +++ + ++ o
Intervención en
el medio
Promoción y EpS +++ ++ +++ +
(intersecto-
rialidad)
+++ ++ +++ +
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501
14
La educación
y la
investigación
en medicina
de familia y
comunitaria
1. La educación en MFyC
La educación médica está totalmente en crisis, con, al menos, tres
elementos distintos e interrelacionados (Rozman, 1993; Iliffe, 1992):
1. Métodos educativos trasnochados que son inadecuados para la
tarea de lograr médicos competentes.
Se desarrollan actitudes de aprendizaje basadas en la adquisi-
ción pasiva de conocimientos; se desatienden muchos aspectos
de promoción de salud.
2. Lugares de educación inapropiados.
Los métodos educativos usados en el hospital favorecen el
razonamiento inductivo tradicional, aun cuando se sabe que este
método de razonamiento clínico es más inusual en el trabajo dia-
rio.
3. Cambio en las relaciones entre medicina y sociedad.
Los cambios en las relaciones entre medicina y sociedad hace
que nos enfrentemos con temas nuevos: costes, satisfacción del
usuario, balance entre tecnología y AP, evaluación de la práctica
médica (efectividad, eficacia). Hay un divorcio entre formación y
necesidades de la gente.
505
Principios de la enseñanza en MF:
1. Servir a la solución de las necesidades. El aprendizaje se orien-
tará hacia las «necesidades» del paciente y comunidad.
2. Prestar atención a la teoría (y a la ideología). «No hay nada
más práctico que una buena teoría».
3. Ligar la teoría a la práctica, practicando la integración del es-
tudio, trabajo e investigación científica.
4. Apoyarse en las propias fuerzas, con tenacidad, laboriosidad y
ahorro.
5. Constituir un proceso bidireccional, contribuyendo con los co-
nocimientos adquiridos al aprendizaje de otros.
506
La formación del MF
La formación del MF
507
Se necesitan nuevos métodos que permitan adiestrar al MF en su
desempeño profesional en el escenario actual de la AP y el futuro de
APS.
El profesional necesita cambios en sus actitudes y comportamientos,
que deberían incluir una gran dosis de buena voluntad para admitir
abiertamente las limitaciones del enfoque medicalista individual, y valo-
rar las ventajas de los acercamientos alternativos, el deseo de cooperar
con otros, incluido el público, en base de igualdad.
La evidencia sugiere que hay un hiato entre las expectativas profesio-
nales, los conocimientos y habilidades de los profesionales sanitarios
que trabajan en AP, y el tipo de problemas con que se enfrentan cada
día.
La formación debería ir acompañada de una reorientación de los ser-
vicios, desde el énfasis actual en que «no se paren», hacia el énfasis en
su papel de agentes de cambio, coordinadores o catalizadores.
508
En AP el MF no lo es todo; no es un compendio de conocimientos y
servicios en una realidad plana y simétrica.
El MF es un profesional que integra saberes fragmentados, traba-
jando en una realidad múltiple, compleja y asimétrica.
509
Componentes de la competencia clínica del MF
1. Juicio clínico.
2. Conocimiento médico.
3. Habilidades clínicas.
• Saber hacer la historia.
• Examen físico.
• Habilidades para elegir las pruebas complementarias.
4. Cualidades humanísticas y de comunicación.
5. Comportamiento ético y moral.
510
Un elemento clave para ser un buen MF es ser un buen educador,
particularmente en estos momentos en que los pacientes desean tener
una gran autonomía.
Elementos en los que hay que poner énfasis en la enseñanza del MF:
— Experiencia en asistencia ambulatoria.
— Enfermedades crónicas —rehabilitación, reinserción.
— Temas relacionados con incapacidad, muerte y desarraigo.
— Asistencia —control— del anciano.
— Medicina preventiva.
— Consulta con otros especialistas.
— Proceso de toma de decisiones.
512
— Acceso y uso de la información médica.
— Aspectos económicas de los cuidados médicos.
— Autoevaluación y control o auditorias por compañeros de forma
sistemática.
— Promoción de la salud, educación para la salud, participación co-
munitaria.
— Habilidades de consulta.
— Atención comunitaria.
— Atención a la familia.
— General.
— Clínica. Atención Primaria de Salud
— Medicina de familia.
— Medicina Comunitaria.
Tareas del MF
514
Ejemplo de la estructura docente en Toledo
515
Personal:
— Coordinador.
— Técnicos de salud pública.
— Coordinadores de los C. S. docentes.
— Tutor hospitalario.
— Tutores de especialidades hospitalarias.
— Tutores extrahospitalarios.
— Profesores extraordinarios.
— Personal de enfermería y trabajadores sociales.
— Personal administrativo.
Evaluación del programa docente en MFyC
2. Universidad-MFyC
La universidad deberá modificar, en breve, sus curricula para que los
alumnos que salgan de sus aulas sean aptos para el ejercicio profesio-
nal, o al menos para iniciar una especialidad (Gene Badia, 1990).
Hasta el momento actual la especialidad de MFyC y sus profesionales
no tienen un grado importante de implantación en el ámbito universita-
rio. Aunque la Ley de la Reforma universitaria establece que cada uni-
versidad ha de contar con un mínimo de tres Centros de Salud como
instituciones participantes en la docencia de alumnos de las facultades
del ámbito de las ciencias de la salud, la realidad es que son minoría las
516
universidades que se han decidido a introducir enseñanzas teóricas del
campo de la MFyC, y que cuenten con profesorado de esta procedencia.
Para que la formación específica en MFyC sea la adecuada y pueda
aprovecharse de una forma óptima el tiempo dedicado a ella, los licen-
ciados en medicina deberían tener un potencial de conocimientos bási-
cos que les permitiera afrontar, de forma eficiente, la etapa de formación
de postgrado y especializada (Vázquez Díaz, 1992).
La situación actual de los programas docentes universitarios no es la
más adecuada para la consecución de ese objetivo. Áreas temáticas casi
ausentes en la mayoría de las Facultades de Medicina deberán ser intro-
ducidas gradualmente y formar parte de los curricula, y los MF actuales
deberán profundizar en su formación para asumir el papel de formadores
de los futuros MF (Vázquez Díaz, 1992).
517
Conocimientos imprescindibles para impartir en el pregrado sobre AP
(Saura Llamas, 1992):
1. La relación médico/paciente.
2. Promoción de salud y educación para la salud.
3. Programas integrados de salud.
4. Prevención de la enfermedad.
5. Atención a grupos de riesgo.
6. El proceso salud-enfermedad.
7. Introducción a la MFyC.
1. Entrevista clínica.
2. Realización de la historia clínica en AP.
3. Detección de factores de riesgo en AP.
4. Realización de exploración física.
5. Orientación de los problemas de salud individuales conociendo
los límites de la AP.
6. Capacidad para el trabajo en equipo.
7. Técnicas de educación para la salud.
520
Hasta hace poco, la percepción predominante era que la investiga-
ción es una actividad ajena a la MF/AP/APS. Sin embargo, desde hace
unos años esta situación ha cambiado radicalmente: hay actualmente
una actividad investigadora creciente en MF, que va ganando presencia
en los circuitos tradicionales de la producción científica (Gómez de la
Cámara, 1992).
Los antecedentes de la investigación en la AP se remontan a Edwar
Jenner, quien descubrió la vacunación contra la viruela y, desde enton-
ces hasta nuestros días, numerosos MF han brindado con sus investiga-
ciones un aporte sustancial al desarrollo de la medicina (Díaz Novas,
1991).
La investigación biomédica moderna es una maravilla; pero hay hue-
cos en nuestros conocimientos como resultado del dominio en la investi-
gación de aquella desarrollada en centros de asistencia terciaria (Hag-
gerty, 1992).
Es fundamental que el MF tenga la oportunidad de pensar sobre pro-
blemas y probar hipótesis que surgen del trabajo diario, así como contri-
buir con sus datos en estudios multicéntricos (Wright, 1991).
No hay un «método científico» universal igualmente aplicable a la
física, química, biología, economía, sociología o psicología (Richards,
1985).
Los resultados de muchos de los nuevos ensayos clínicos randomiza-
dos, que evalúan una intervención específica sobre una población alta-
mente seleccionada de pacientes, son frustrantes para los MF: no apor-
tan información relevante para la heterogénea población atendida por
los MF. Los MF necesitan obtener más información sobre la atención a
personas de todas las edades, con co-problemas de salud, y con cumpli-
miento terapéutico variable (Nutting, 1992).
La «investigación» clínica cuidadosa de pacientes individuales es casi
siempre de valor educativo para el MF, pero en sí misma no es necesa-
riamente investigación.
521
Descubrir la vista desde la cima.
Cuantitativo Cualitativo
— Deductivo. — Inductivo.
— Orientado a la verificación — Orientado al descubrimiento
y el resultado. y el proceso.
— Medidas objetivas. — Medidas subjetivas.
— La tecnología como — El investigador como
instrumento. instrumento.
— El evaluador está lejos — El evaluador está cerca
de los datos. de los datos.
— Generalizable. — No generalizable.
— Perspectiva externa. — Perspectiva interna.
— Orientado a la población. — Orientado al caso.
527
Datos blandos: los que se refieren a los aspectos más específica-
mente humanos de la salud/enfermedad (Corral Corral, 1993).
La investigación participativa en la MF
La investigación descriptiva
— Donde el texto que lo describe puede ser «mágico», arrastrar al
lector; como cuando Melville o Conrad describen el mar; como en
los versos de Wordsworth.
— Donde el autor presenta conclusiones que significan un intento de
síntesis de las observaciones de muchos años.
— Donde el autor presenta un conjunto de observaciones, mostrando
su respuesta personal al fenómeno.
Pensamiento divergente/convergente
Pensamiento convergente es cuando al estudiante se le pide encon-
trar una sola solución correcta para cada problema: su pensamiento se
centra o converge sobre la respuesta correcta.
Pensamiento divergente se refiere a la capacidad de generar respues-
tas, de inventarlas, de explorar y expandir nuevas ideas. Este tipo de
pensamiento se mide por test abiertos: «¿cuántos usos puedes encontrar
para un barril, un clip, una lata, una manta...?»
«Escribe todos los significados que puedas encontrar para las si-
guientes palabras: poco, pato, feria... (De Bono, 1990.)
Perspectivas de la investigación en MF
Los MF perciben que son las tareas administrativas las que más inter-
fieren con la investigación (Perkoff, 1985).
La investigación no es únicamente un proceso técnico, sino que refle-
ja la personalidad del investigador y la del ambiente y comunidad donde
trabaja. La investigación aporta ventajas para los pacientes: haciendo
investigación se promueve el desarrollo personal del MF, ampliando su
experiencia, mejorando las habilidades de resolución de problemas,
aumentando su visión clínica y la satisfacción con el trabajo (Wright,
1991).
533
Tres grandes áreas que requieren actividades de investigación
en AP:
1. Estudio de las necesidades/problemas de salud de la pobla-
ción en el área de salud (frecuencia-prevalencia, incidencia-
gravedad-mortalidad, letalidad).
2. Medida del impacto sobre la salud de las intervenciones sanita-
rias practicadas por la AP.
3. Reflexión sobre el papel de la AP en el contexto del sistema de
salud.
(Segura Benedicto, 1992)
La investigación en MF y AP
535
Los temas más frecuentes de investigación en AP según
las publicaciones científicas (López-Miras, 1993):
Hipertensión arterial.
Diabetes mellitus.
Obesidad.
Urgencias.
Enfermedades infecciosas.
Prescripción de fármacos.
Técnicas de comunicación (entrevista clínica).
Control de calidad.
Actividades preventivas.
Organización asistencial.
Atención domiciliaria programada.
Tres dimensiones
1. Áreas temáticas prioritarias:
— Problemas clínicos.
— Atención sanitaria.
537
— Promoción de salud.
— La familia en AP.
2. Ejes prioritarios para desarrollar la investigación:
— Sobre tecnología apropiada.
— Favoreciendo investigación a gran escala, multicéntrica,
nacional e internacional, de base comunitaria y prospectiva
(también colaborativa o multisectorial).
— Favoreciendo investigación cualitativa concreta o local, con
métodos cualitativos (investigación participante, casos úni-
cos...).
3. Núcleos donde prioritariamente debería enfocarse la investiga-
ción.
Cardiocirculatorio, respiratorio, osteomuscular, mental y
cáncer; en ancianos, madres-mujeres, niños-jóvenes, mino-
rías, personas dependientes, incapacitados, enfermos cróni-
cos; en zonas rurales, poco pobladas y poco desarrolladas; en
relación con alcohol, tabaco, obesidad y accidentes...
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541
15
Algunas
perspectivas
y retos
de la medicina
de familia y
comunitaria
«El que no aplicare nuevos remedios debe esperar nuevos males;
el tiempo es el innovador más grandes» (Francis Bacon, S. XVIII).
«El futuro es una carrera entre la educación y la catástrofe» (H. G.
Wells).
1. Tendencias internacionales
de la atención a la salud
1. Expansión acelerada de la ciencia y la tecnología en la medi-
cina.
2. Presión progresiva para que el MF «demuestre» la efectividad de
sus tareas.
3. La revolución de los consumidores; más gente desea decir más
cosas sobre su salud y los servicios sanitarios; el mejor servicio;
las posibilidades de elección.
4. Énfasis en la perspectiva economicista-empresarial: la gestión;
separación financiación/provisión; «racionalización» de servicios
cartera de servicios; competencia; eficiencia frente a equidad;
expansión de la sanidad privada.
5. Necesidad de trabajo armonioso en el equipo de salud y dentro
de la red de cuidados sanitarios.
6. La obtención de la calidad como un derecho.
7. El desequilibrio de la balanza hacia la promoción de salud.
8. Del hospital a la comunidad, y de la enfermedad a la salud.
9. La restauración de la responsabilidad personal de la población
en su salud.
10. Desaparición del principio de orden y jerarquía: redes, diversi-
dad, creatividad, consenso, negociación, dinámica social, sub-
sidiariedad...; orden y desorden coexistiendo, complementán-
dose.
11. Cambios en los programas de formación médica y de capacita-
ción de personal sanitario, para darles un carácter más holísti-
co, interdisciplinario e intersectorial.
12. Mayor participación del sector privado, ONG, y grupos sociales
y asociaciones de autoayuda en el desarrollo planificado de la
salud.
13. Mayor cooperación internacional en materia de salud.
544
14. Orientación de los recursos hacia los sectores de población me-
nos necesitados (en relación con la experimentación de diver-
sos sistemas de financiación, ahorro del gasto público, amplia-
ción de servicios curativos y expansión del sector privado con
objetivos de lucro "y no de equidad).
545
9.
Libre elección de médico estímulo para ganarse la confianza
del cliente.
10. Crear nuevas prestaciones en el marco de la AP con coordina-
ción funcional. El EAP no lo es todo.
11. Formación continuada e incentivos.
12. La MF debe colaborar en el paso de AP hacia APS.
Retos de la AP:
1. Lograr que el cliente tenga confianza en el médico y que éste
esté estimulado para ganarse esta confianza.
2. Crear nuevas prestaciones en el marco de la AP.
3. Recordar que todos los actos médicos son acciones sociales.
4. Transformarse en APS.
5. Cooperación versus competencia.
6. Promoción de salud versus perspectiva economista-empresa-
rial.
546
Los aspectos sociales son las grandes fuerzas que están empujando
en la actualidad al conjunto de las sociedades europeas y con ellas a sus
sistemas sanitarios.
Esta tendencia pasa necesariamente por unos servicios orientados al
consumidor, con diversificación de la oferta y flexibilización para adap-
tarse a más variados deseos en salud.
Cada vez será más importante la relación médico-paciente, que se
transformará en médico-ciudadano/consumidor adulto-comunidad-or-
ganización sanitaria.
547
La MF ha empezado ya a mostrar sus buenos resultados, y es de
esperar que en el año 2000 el número de médicos y otros sanitarios
que se integren en equipos de salud sea grande (Segovia de Arana,
1993).
4. El futuro
La situación de compartimentos estancos de la ciencia y la tecnolo-
gía se romperá: los problemas planteados en unas áreas, o bien pueden
ser resueltos por otras o estimulan a éstas para que lo hagan.
La medicina, epidemiología, economía, sociología, tecnología, antro-
pología..., no serán consideradas segmentos separados, sino parte de un
mismo cuerpo global, en el que nada es ajeno al resto.
Campos dispares de conocimiento podrán ser estudiados con herra-
mientas conceptuales muy semejantes. ¿No podría, por ejemplo, estu-
diarse la incertidumbre del proceso de atención de MF, o la planficación
abierta de la promoción de salud, o la salud positiva (creativa) mediante
la teoría de la complejidad (geometría fractal...)?: habrá herramientas
que podrán ser aplicadas de forma muy similar a fenómenos biológicos
y a cambios climáticos, a la organización de grupos humanos y al estu-
dio de materiales.
En el futuro se encontrará la cura para muchas enfermedades graves.
Se crearán nuevos tipos de animales y plantas; y flores nunca vistas
brotarán sobre la tierra.
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553
Índice analítico
Accesibilidad, 54, 59, 78, 119, 164, 453, servicios que comprende, 15
550 Atención Primaria de Salud, 15, 18
Accidentes, 494 actividades, 21
Aceptabilidad, 68, 78 antecedentes, 16
Actitudes, 398 características, 18
características, 398 concepto, 16, 20
dificultad del cambio de, 403 contenidos, 21
formación de las, 399 meta y estrategia, 16
Administración, 286 paso de cuidados primarios a aten-
sanitaria, 7 ción primaria de salud, 19
Aislamiento del Médico de Familia, 67 principios de organización, 21
Almá-Atá, 15, 19 Atención primaria orientada hacia la co-
Amplitud, 7 munidad, 26
Anamnesis, 203 Atención sanitaria
Archivo, 144 modalidades, 310
Área de Salud, 240, 272, 275, 535 Atención sanitaria orientada a la familia,
Armonía, 212 76, 118, 214, 217
Asistencia a domicilio, 175, 311, 331 Atención secundaria, 231
Atención apropiada, 78 Auditoría, 68, 308, 337, 490, 491
Atención clínica del Médico de Familia, áreas, 491
61, 510 criterios, 491
atención anticipatoria/oportunista, estándares, 491
178, 482 pasos, 491
Atención comunitaria, 77, 92, 310, 455, Autocuidados, 55,181, 237, 381, 384, 463
510, 511 autoayuda, 237, 384
Atención Primaria, 9 automedicación, 385
aspectos, 12 Autonomía del paciente, 97
características, 15
concepto, 9
Base geográfica, 453, 455, 457, 458
criterios, 11
Bienestar, 358, 390
definición, 231
desarrollo, 33
disciplinas que se aplican en, 426 Calidad, 310, 488, 490
elementos, 12 componentes, 490
logros, 12 «Case-finding», 470
médico de atención primaria, 6 Centro de Salud, 262
modelos, 13, 238 arquitectura, 549
«oculto», 6 Centro de salud Lisson Grove (Lon-
origen y confusión, 3 dres), 277
Centro de salud de Peckham (Lon- visitas/consultas, 451
dres), 268 Consultas telefónicas, 161
Centro de salud del Polígono Indus- Consumidores, 490
trial (Toledo), 269, 321 Contextos de vida saludable, 379, 406,
Centro de Salud Lawton (La Haba- 413, 414
na), 280 Continuidad, 63, 379, 526
delimitación geográfica, 321 atención continuada, 212, 311
ejemplos en relación a promoción, 439 elementos prácticos para facilitarla, 66
estrategia de desarrollo, 282 e historia clínica, 122
estructura de personal en Finlandia, tipos, 65
280 Coordinación, 68, 71
informatización, 549 Coordinador, 324, 332
organigrama, 317 Creatividad, 77, 529, 548
primeros años en funcionamiento, 269 Creencias, 383
un equipo de salud típico en Gran Cuidado de pacientes, 61
Bretaña, 279 Cuidados anticipatorios, 178, 482
Centro Internacional para la Medicina Curación, 60
Familiar (CIMF), 105 Curanderos, 381
CIÉ, 451
Ciencia médica, 379 Chequeo, 470
Círculo familiar, 150
Citas, 166, 213, 550 Declaración de Edimburgo, 518
Clasificaciones en AP, 452 Demanda, 131, 213, 385, 456, 457, 458,
Clasificación Internacional de Proble- 459
mas de Salud en Atención Primaria Demografía, 299
(CIPSAP), 451 Derivación, La, 70, 159, 163, 174
Clasificación Internacional del Proceso Desarrollo de la especialidad, 44
en Atención Primaria, (CIPAP), 451 Desarrollo económico, 378
Clasificación Internacional en Aten- Determinantes de salud, 381, 388, 403,
ción Primaria (CIAP), 451 405, 409, 412, 414, 423
reglas Organización Mundial de la sistema hombre-sociedad-naturaleza,
Salud (OMS), 452 407
Cliente, 266 Diagnóstico de salud, 285, 292, 389, 448
satisfacción, 12, 339 indicadores, 294, 295, 302
Comunidad, 411,448 objetivos, 294
Competencia clínica, 112, 153, 510 situación de salud, 294, 298
Comunicación interpersonal, 69, 119, Diagnóstico precoz, 453, 456, 470
309 Diagnósticos, 57, 110, 116, 153, 154, 158
Concordancia médico-paciente de pro- proceso, 113
blemas de salud, 452 Diarrea del viajero, 493
Conocimiento médico, 112 Dirección, 251, 252, 256
Consulta, La, 70, 165, 202, 331 estilos, 252, 340
acontecimientos que la caracterizan, por objetivos, 253
450 resolución de problemas, 257
como viaje, 211 tareas, 255
consulta de urgencias típica, 188 Dispensarización, 471
consulta típica, 170
cuarto-despacho, 165 Educación para la salud, 403, 418, 419
potencial, 178 Bandura, 399
sistema de citas, 166, 213 consejos a las familias y niños, 182
tiempo, 166 consulta, en la, 180, 181
tipologías, 207, 209 culpabilizar a la víctima, 390
556
Fishbein y Ajzen, 399, 463 Especificidad, 474
herramienta de promoción de salud, Estadística, 8, 455
401 Estilos de vida/comportamientos, 390,
implicaciones prácticas, 420 393
modelos de Educación para la Salud cadena epidemiológica, 392, 407, 408,
(EpS), 398 412
normas generales, 181 cambio de, 394, 400, 403
para dejar de fumar, 183 de un grupo social, 394
para el cambio social, 420 determinantes de, 396, 409
Eficacia, 486, 488, 490 factores asociados, 395, 408
Efectividad, 78, 486, 488, 490 intervenciones, 402, 411
Eficiencia, 78, 490, 492 raíz social, 393
Elección del cliente, 400, 427 variables de los, 395
Empatia, 212 EuroCentre-PHC, 537
Enfermedad, 354, 356, 375, 379 Evaluación, 72
modelos, 377 sistemas, 235
Enfermedades, 154, 157, 159 ' de la Atención Primaria, 488
Enfermedades crónicas, 160, 453, 462 Expectativa de vida, 379
Enfermedades infecciosas intestinales, Expectativas del paciente, 201, 202
492 «agendas», 205
Enfermería, papel y tareas, 325, 338, 341, Exploración, 158, 163
343 cuándo hacerla, 164
Enfermos, tipos de, 203
Epidemiología, 8, 375, 454 Familia, 214, 216
implicaciones en Medicina de Familia, funcionamiento, 217
453, 456 Familias con problemas crónicos, 63
Equidad, 12, 78 Fases de una reunión, 257
Equipo de atención primaria, 282, 508 Formación, 5, 319, 320, 504, 507
desarrollo, 318, 548 áreas, 511
caso-estudio, 340 clínica, 510, 511
derechos, 335 comunitaria, 511, 512
función administrativa, 283, 532 elementos principales, 512
función de atención directa, 282, 310, en el equipo de atención primaria, 509
331, 337 evaluación, 516
función evaluadora, 308, 310, 337 métodos de enseñanza, 508, 531
función formativa o docente, 337, 508, papel de las consultas de Medicina de
509 Familia, 505, 508
función investigadora, 283, 322, 522, papel del hospital, 504
531 pregrado, 518
funcionamiento, 330 principios de la enseñanza en Medici-
funciones, 285, 322, 337 na de Familia, 506
horario, 270, 278, 311, 333 programa docente, 514, 516
modelos, 340 retos, 545, 548
opinión de la gente, 339 tiempo de formación, 512
organización, 317, 324 universidad, 516
programas básicos, 62, 304 universitaria en España, 45, 517
responsable del trabajo clínico, 339 visión biologicista, 411, 504
reuniones, 333, 339 Frecuentación, 458
servicios mínimos, 305
tareas de administrativos, 338 Gastos sanitarios, 12, 239, 251, 408
tareas de enfermería, 338 Generalista, 77
Especialización horizontal, 505 Genograma, 147
557
Gestión, 251 participativa, 528
instrumentos, 252 perspectivas, 531
perspectivas, 549 prioridades, 534
Gráficos, 487 significados, 522
sistémica, 529
Habilidades de consulta, 59, 198 subjetiva, 535
incorporación a una consulta, 214 tecnologías, 527
Hábitos de vida, 299 temas en Atención Primaria, 533
Higiene pública, 8 temas en Medicina de Familia y Co-
Hiperutilizadores, 461 munitaria, 533
Historia clínica, 119 temas más publicados en Unidades
acceso del paciente a su historia, 146 Docentes de Medicina de Familia y
características, 124 Comunitaria, 536
elementos, 121
historia clínica manual ideal, la, 143 Línea familiar, 151
historia en ordenador, la, 145 Longitudinalidad, 67
hitoria familiar, 146
interrogatorio, 203 Maastrich, 99
lista de problemas, 125 Mapas familiares, 147, 215
«rompecabezas», 130 Medicina
tipos de historia, 123 bases conceptuales, 371
utilidad, 121 objetivo, 372
Historia natural de la enfermedad, 64, Medicina alternativa, 381
67, 468 Medicina Comunitaria, 7
áreas, 8
Incertidumbre en Medicina de Familia, debilidades, 9
58, 112 Medicina de Familia
Indicadores de resultados, 534 como narración, 75
Informe Abril, 247, 248 definición, 45
Integralidad, 68, 72, 78 desarrollo, 548
Inteligibilidad, 78 diferencias con la hospitalaria, 46
Intersectorialidad, 15, 378 es femenino, 75
Intervención en la salud, 402, 411 funciones, 448
niveles, 409, 410 habilidad para resolver problemas,
Investigación, 283, 320, 520, 521, 535 288
«alas que hacen volar», 534 la Unión Europea y la Medicina de
áreas, 532, 533, 534 Familia, 99
campos, 524 medicina alternativa, 383
casos individuales, 525 metodología, 41
comunitaria, 526 objetivo, 74
cualitativa, 525, 526 origen, 3, 6, 382
descriptiva, 528 papel en la Salud para Todos, 548
divergente, 529 papel en los sistemas sanitarios, 237
en el centro de salud, 522 perspectivas, 545, 548
en promoción de salud, 530 resultados, 548
hospitalaria, 522 retos, 545, 548
las «puertas» de la Medicina de Fa- servicios de Medicina de Familia, 78
milia, 526 situación en Europa, 98
método científico, 521 tareas, 41, 514
métodos, 524 términos, 40
narrativa, 528 Medicina de Familia y Comunitaria, 39,
paradoja, 531 40
558
accesibilidad, 54 tipos, 203
características/atributos, 448, 511 Médico general, 3, 5
desarrollo, 33 Megatendencias sociales, 361
disciplina y especialidad, 42, 523 Metodología de trabajo en Atención
en España, 41, 513 Primaria, 285, 508
lo importante de, 428 Modelo de Azjen y Fishbein, 399, 463
niveles de intervención, 409 Modelo de creencias de salud, 462
tareas, 41 Modelo médico, 375, 376, 404
Medicina personalizada, 74 limitaciones, 377, 404
Medicina Preventiva, 9 Monitorización, 490
Medicina Social, 8 Morbilidad, 299, 366, 401, 454, 458, 459,
Médico de cabecera, 89, 548 475
Médico de familia cambio de la, 459
acciones del médico de familia, 91 Mortalidad, 299, 408, 480
«agendas», 205 Motivación, 254, 255
agente de cambio social, 74 Motivos de consulta, 54, 56, 57, 58, 111,
agente de salud, 95 118,201, 384,451,461,463
asesor, 74 Movilidad de la población, 67
buenos y malos, 199 Muestras de pacientes, 459, 460
cambio de actitudes, 403 Multidisciplinario, 15, 378, 509, 532
catalizador, 429, 432
centro del sistema, 545 Necesidad de salud, 293, 363, 456, 459,
como profesor, 506 461
como verdadero médico hospitalario, medición, 459, 460
73 tipos, 460
definiciones, 84, 85 Normalidad, 456, 482
diferencias con el médico de cabecera, Nueva Salud Pública, 380
89
dimensiones del trabajo, 86, 88 Objetivos
educador, 511 objetivos dirección, 255
el «arte» del médico de familia, 449 objetivos cuidados sanitarios, 365
encerrado en un círculo vicioso, 428
espacios para la promoción de la sa- Pacientes, 213, 268, 451
lud, 400,411 Países industrializados, 23
espíritu pionero, 73 Países pobres, 24
funciones 47, 511 Países subdesarrollados, 23
habilidades y metodología para la Paradigmas, 374, 378, 388
promoción de la salud, 434 Participación comunitaria, 12, 267, 268,
médicas de familia, 200 284
metodología de trabajo, 48, 508, 509 Planificación, 8, 78, 286, 298, 361
objetivo, 423, 508 evaluación, 78, 303, 338, 414
papel en la Atención Primaria, 285 objetivos, 300
papel en la promoción de salud, 421, tendencias, 549
430 Pensamiento divergente, 529
papel en los sistemas de salud, 237, Población/atendida, 458
248 Población/servicios, 454
productores de servicios sanitarios, Poder estadístico, 487
238 Presentaciones en Medicina de Familia,
rol, 47, 85, 235 57, 116, 152
«supermédico», 97 Presión asistencial, 458
tareas a nivel de la comunidad, 432, Presupuesto sanitario, 239
448, 450 Prevención, 9, 176, 463, 465
559
efectos, 469, 473 Pruebas complementarias, 173
en Atención Primaria, 476 sensibilidad y especificidad, 174
evaluación, 486 valor predictivo, 475
intervenciones, 468 Pruebas estadísticas, 487
medidas para incrementarla, 178
objetivos, 467 Recepcionistas/administrativos (tareas),
oportunidades, 465 328, 338
protocolos, 480 Red de médicos centinelas, 536
valor, 467 Relación médico-doctor, 199
Prevención primaria, 301, 468 Relación médico-paciente, 59, 153, 180,
Prevención secundaria, 301, 469, 473, 187, 198, 362
474 Relación médico-paciente-organización,
frecuencias, 477 199
guia de programas de screening, 479 Registros, 120
obstáculos, 479 características, 120
organización, 478 Regla de las mitades, 480
requerimientos, 478 Rendimiento, 251
screenings aconsejados, 477 Rentabilidad, 252, 492
Prevención terciaría, 481 Resultados, 112, 489
Problemas de salud, 451, 461 Resultados de salud, 414
Problemas de salud crónicos, 61, 118, Revistas científicas de Medicina de Fa-
160, 183 milia y Comunitaria, 523
Problemas de salud en Medicina de Fa- Revolución Industrial, 393
milia, 110, 123, 159, 268, 364, 390, Revolución Neolítica, 393
401, 410 Revolución Tecnológica, 393
Proceso de atención, 451 Riesgo, 391, 484
Proceso de consultar al Médico de Fa- comunitarios, 401
milia, 55 factores de riesgo, 484
Programas de actividades preventivas, indicadores de riesgo, 484
143, 481 tipos de riesgo, 485
Programas de salud, 275, 300, 303, 304, relativos, 485
323 Riga (conferencia de), 25
Promoción de salud (PAPPS), 360, 370, Roles, 377
418, 457, 465
acciones, 420 Salud, 418
áreas, 419 buena, 392
bases ideológicas, 362 crisis de la salud, 5, 370, 371
características, 419 dimensiones, 371
conceptos, 362 orígenes, 371
ejemplos, 438 definiciones, 348
espacios de, 388, 400 determinantes, 418
investigación, 530 elementos básicos, 351
metas, técnicas, tareas, 362, 434 Mándala de la, 413
niveles de apoyo en Medicina de Fa- modelo social, 426
milia, 434 nivel, 379
paradigma, 374, 378 políticas de, 379
posición del Médico de Familia, 426 salud familiar, 350
presupuesto, 239 salud positiva, 358, 360
ventajas, 436 Salud para todos en el año 2000, 16,
visión general, 360 21, 102
Pronóstico, 175 Salud Pública, 7
Protocolos, 307, 480 Saludismo, 356, 376
560
Sensibilidad, 475 Tecnología apropiada, 12
Servicios para ancianos, 482 Tendencias de la Atención a la Salud, 544
Servicios Regionales de Salud, 246 Tiempo de espera, 167
Significación, 486 Toxiinfección alimentaria, 493
Síndromes comunitarios, 530 Trabajo en equipo, 12, 67, 253, 319, 323
Síntomas presentación de 152 el equipo de atención primaria (EAP),
alteraciones del equilibrio, 156 269, 315, 316, 318, 319
alteraciones de la función gastrointes- manifiesto, 321
tinal, 155 preguntas sobre el trabajo en equipo,
alteraciones respiratorias, 156 336
artralgia, 160 principios educativos, 319, 320
cambio de la energía y cansancio, 156 puntos importantes del equipo de
cefalea, 156 atención primaria (EAP), 318
dolor abdominal, 155 reglamento interno, 321
dolor de espalda, 155 requisitos, 320
dolor de garganta, 155 tratamiento, 183
dolor torácico, 155 no tratamiento, 186
piel, 155 perspectivas, 549
tos, 154 recetas, 186
Síntomas de enfermedad, 54, 153, 154 repetidos, 187
Síntomas de falta de bienestar, 111, 118
Sistema, 228 Unidad Docente, 515, 516
Sistema de información, 119, 449 Urgencias
cantidad de información, 453 atención de urgencia, 188, 310, 311,
Sistemas de salud, 228, 424 332
actividades, 228 servicios de urgencias, 239
componentes, 231, 233 Utilidad medidas sanitarias, 453
Español, 239, 243, 246 Utilización servicios, 461
fines, 228, 235 curativos, 462
modelos, 228 preventivos, 462
participación social, 249
reformas, 247, 248 Valoración de medidas sanitarias, 485
retos, 249 Valores predictivos, 475
y salud, 249
Sistemas locales de salud, 28 WONCA, 4, 103
Sociedad Española de Medicina de Fa-
milia y Comunitaria, 520 Zona de Salud, 241, 275
ERRNVPHGLFRVRUJ
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