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1.

DEFINICIÓN Y FISIOPATOLOGÍA

Se denomina ahogamiento al “proceso de sufrir insuficiencia respiratoria tras un episodio de


sumersión o inmersión en un medio líquido”. Esta definición fue consensuada por un comité de
expertos reunidos en Ámsterdam en junio de 2002, en el primer Congreso Mundial de
Ahogamientos (World Congress on Drowning).

Durante décadas se utilizaron términos como casi ahogamiento (referido a ahogamiento con
supervivencia a las 24 horas del evento) o ahogamiento seco (referido a ahogamientos en los que
no se había producido aspiración de líquido). Estos términos fueron desechados para evitar
confusiones, no subestimar el problema y ajustar la definición al estilo Utstein

Los ahogamientos deben describirse como fatales o no fatales y los resultados se clasifican fatales
o no fatales como muerte, morbilidad o ausencia de morbilidad.

Otros términos utilizados para describir este tipo de accidentes han sido inmersión o sumersión.
Ambos tienen un significado equivalente en nuestro idioma. Sin embargo, en la literatura
anglosajona, la sumersión se refiere al evento en el que la cabeza está debajo del agua o cubierta
por agua (produciéndose inicialmente el cierre reflejo de la vía aérea superior, posteriormente la
aspiración de agua y el vómito), mientras que inmersión hace referencia a que una parte del
cuerpo queda sumergida en el agua provocando disminución de la temperatura cutánea y corporal
con shock frío, incapacidad física e hipovolemia relativa, como precursores del colapso y la
sumersión.

2. EPIDEMIOLOGÍA

Los accidentes debidos a ahogamiento continúan siendo una causa importante de


morbimortalidad en niños. En el mundo se producen 500.000 muertes/año, el 40% de estas
muertes se produce en niños por debajo de los 5 años. Las estadísticas estadounidenses señalan
que es la segunda causa de muerte por accidentes no intencionados en niños entre 1 y 14
años3.En España, la incidencia se estima en 1,5 casos/100.000 habitantes/año. Hay menos in-
formación sobre la morbilidad, pero se considera que por cada muerte por ahogamiento puede
haber de 1 a 4 casi-ahogados que re- quieren hospitalización.

La mayoría de los ahogamientos se producen en agua dulce. En los lactantes, el escenario más
habitual son las bañeras, bien por descuido o en el contexto de malos tratos5. En el grupo entre 1
y 4 años, el lugar más frecuente suelen ser las piscinas, habitualmente piscinas priva- das en casas
particulares, siendo habitual que el accidente ocurra cuando el niño queda sin supervisión incluso
en períodos tan breves como menos de 5 min6. Contrariamente a la opinión popular, la víctima no
llama para pedir ayuda, es decir, la mayor parte de lo ahogamientos en niños son silenciosos. La
postura vertical, brazos extendidos lateralmente, golpeando y palmeando el agua suelen
confundir- se con jugar y salpicar en el agua. Los adolescentes, sin embargo, se ahogan más en
ríos, lagos y canales. Aproximadamente, la mitad de los accidentes se relacionan con el uso de
drogas y alcohol. A todo ello se suma la tendencia del adolescente a realizar deportes y juegos
náuticos de riesgo.
En Colombia, según datos de la Fmariananovoa, cada 48 horas muere un niño ahogado. Las tasas
más altas de ahogamiento se dan entre los niños de 1 a 4 años, seguidos por los niños de 5 a 9
años.

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