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DEFINICIÓN Y FISIOPATOLOGÍA
Durante décadas se utilizaron términos como casi ahogamiento (referido a ahogamiento con
supervivencia a las 24 horas del evento) o ahogamiento seco (referido a ahogamientos en los que
no se había producido aspiración de líquido). Estos términos fueron desechados para evitar
confusiones, no subestimar el problema y ajustar la definición al estilo Utstein
Los ahogamientos deben describirse como fatales o no fatales y los resultados se clasifican fatales
o no fatales como muerte, morbilidad o ausencia de morbilidad.
Otros términos utilizados para describir este tipo de accidentes han sido inmersión o sumersión.
Ambos tienen un significado equivalente en nuestro idioma. Sin embargo, en la literatura
anglosajona, la sumersión se refiere al evento en el que la cabeza está debajo del agua o cubierta
por agua (produciéndose inicialmente el cierre reflejo de la vía aérea superior, posteriormente la
aspiración de agua y el vómito), mientras que inmersión hace referencia a que una parte del
cuerpo queda sumergida en el agua provocando disminución de la temperatura cutánea y corporal
con shock frío, incapacidad física e hipovolemia relativa, como precursores del colapso y la
sumersión.
2. EPIDEMIOLOGÍA
La mayoría de los ahogamientos se producen en agua dulce. En los lactantes, el escenario más
habitual son las bañeras, bien por descuido o en el contexto de malos tratos5. En el grupo entre 1
y 4 años, el lugar más frecuente suelen ser las piscinas, habitualmente piscinas priva- das en casas
particulares, siendo habitual que el accidente ocurra cuando el niño queda sin supervisión incluso
en períodos tan breves como menos de 5 min6. Contrariamente a la opinión popular, la víctima no
llama para pedir ayuda, es decir, la mayor parte de lo ahogamientos en niños son silenciosos. La
postura vertical, brazos extendidos lateralmente, golpeando y palmeando el agua suelen
confundir- se con jugar y salpicar en el agua. Los adolescentes, sin embargo, se ahogan más en
ríos, lagos y canales. Aproximadamente, la mitad de los accidentes se relacionan con el uso de
drogas y alcohol. A todo ello se suma la tendencia del adolescente a realizar deportes y juegos
náuticos de riesgo.
En Colombia, según datos de la Fmariananovoa, cada 48 horas muere un niño ahogado. Las tasas
más altas de ahogamiento se dan entre los niños de 1 a 4 años, seguidos por los niños de 5 a 9
años.