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EL RECURSO DE CASACION: EVOLUCION EN VENEZUELA.

El recurso de casación es un recurso extraordinario que tiene por objeto


anular una sentencia judicial "que contiene una incorrecta interpretación o
aplicación de la ley" o que ha sido dictada en un procedimiento que no ha
cumplido las solemnidades legales (debido proceso), es decir por un error in
iudicando o bien error in procedendo, respectivamente. Su fallo le
corresponde al tribunal de mayor jerarquía, como la corte suprema. En
ocasiones también puede encargarse del recurso un órgano jurisdiccional
jerárquicamente superior o en su caso uno específico. En algunos estados
existe algún tipo de tribunal constitucional como organismo de última
instancia jurídica autorizado a revisar y revocar sentencias relacionadas con
los principios constitucionales, mientras que en otros es el tribunal de
máxima instancia (habitualmente llamado Supremo o Alto) quien se encarga
de estas revisiones constitucionales.

El artículo 1 de dicha ley decía:”Para mantener la unidad de la Jurisprudencia


Nacional, y de conformidad con el inciso 22, artículo 13 de la Constitución
Federal, se establece el Recurso de casación ante la Alta Corte Federal, en
la forma que va a determinarse”.

La creación del Recurso de Casación por dicha ley, se hizo necesaria porque
si bien la Constitución Federal de 1864 creó la Alta Corte Federal en su
artículo 85, sin embargo, estableció en el inciso 22 del artículo 13 el principio
federalista para la administración de justicia, según el cual, como hemos
visto:”Los Tribunales de Justicia de los Estados son independientes: las
causas en ellos iniciadas conforme a su procedimiento especial, y en asuntos
de su exclusiva competencia terminarán en los mismos Estados sin sujeción
al examen de ninguna autoridad extraña”. Esto suponía que si bien la
legislación sustantiva, era de incumbencia de los poderes de la Unión, y por
tanto, correspondía a la Legislatura Nacional dictar los códigos respectivos,
se dejaba, sin embargo, la aplicación e interpretación de ellos a la exclusiva
jurisdicción de los Estados, lo que llevó al Ministro de Relaciones Interiores,
Juan Pablo Rojas Paul, a expresar en la Exposición de Motivos del Proyecto
de dicha Ley de 13 de Junio de 1876 sobre el curso de casación, lo
siguiente:… “Según nuestra ley fundamental la Legislación sustantiva es de
la incumbencia de los Poderes de la Unión y toca, en consecuencia, a la
Legislatura Nacional dictar los Códigos respectivos: pero si se deja la
aplicación, o interpretación de ellos, a la exclusiva jurisdicción de los
Estados, muy en breve quedará nugatoria esa atribución. Cada Estado
formará su jurisdicción, que, a la postre, vendría a dominar la Legislación, y
tendríamos definitivamente, en el hecho, veinte Códigos o veinte
jurisprudencias distintas, desapareciendo completamente la unidad que se
quiso establecer… Un Tribunal nacional, del carácter y la forma del hemos
hablado, remediaría los inconvenientes anotados, procurando, por una parte,
la responsabilidad, o ejerciendo la fiscalía en los actos de los funcionarios de
los Estados, en el orden judicial, siempre que se hiciesen reos de violación
de la Constitución o de las leyes nacionales; y conseguiría, por otra, con sus
decisiones, fijando la inteligencia de la ley, la unidad de la jurisprudencia
nacional.

“En algunas naciones modernas se ha establecido, como saben los


ciudadanos Legisladores, el recurso que se conoce con el nombre de
Casación, en comendado a un solo tribunal, en cuya constitución se ha
procurado las mayores garantías de acierto; saben también que el objeto de
ese recurso es anular o casar toda sentencia en que se haya cometido
infracción de la ley expresa, devolviendo el asunto al Tribunal que ha de
conocer nuevamente de él, para pronunciar otra sentencia o corregir las
faltas del procedimiento.

“Si se logra establecer en Venezuela, un Tribunal de esa especie, habrá un


centro respetable que haga efectiva la sanción de la Constitución y de las
leyes y la unidad legislativa, sin que resulte el absurdo chocante de una ley
general para toda la República y de su aplicación aislada por los Tribunales
seccionales. En mi concepto, por tanto, como antes he indicado, es urgente
medida, para la mejora o perfeccionamiento de nuestra Administración de
Justicia, dar a la Alta Corte Federal, o a otro Tribunal Nacional, bien
constituido, las atribuciones de que acabo de hablar; es decir, la de vigilar
sobre la eficacia de las garantías de los derechos individuales, y la de anular,
por medio del recurso de casación, las sentencias en que se hayan infringido
las leyes que la Nación ha dictado, haciendo uso de las atribuciones
constitucionales, a fin de que se pronuncie nueva sentencia po0r Tribunales
seccionales”.

En opinión de Tovar Lange, esta tercera época que se inicia desde la Ley de
1876 hasta nuestros días, se caracteriza por la retrocesión paulatina, pero
constante, del sistema federal hacia el unitario y centralista, retrocesión de
fondo que ha tratado siempre de dejar incólume la forma, y que en cuanto al
orden judicial y procedimental, se ha manifestado en la ampliación de los
límites doctrinales dentro de los cuales puede la casación ejercer su facultad
de conocer y por la creciente exigencia, a la Instancia, de sumisión estricta
hacia las doctrinas sentadas por la Casación en sus decisiones. sin embargo,
paralelamente con estas tendencias, y por razones de necesidad práctica, la
misma Casación se vio en el caso de solicitar y obtener una limitación de su
facultad de conocer en relación con la categoría de los asuntos y sentencias
sometidos a su control.

Las modificaciones de la Casación en esta época fueron variadísimas: unas


tendientes a restringir o a ampliar la competencia de la casación en relación
con la cuantía de los juicios; con los contencioso o no de la actualización
judicial; con la apelabilidad o no de las sentencias; con las infracciones
cometidas durante la secuela del juicio; con la clase de sentencia dictada por
la instancia; contra el abuso por los litigantes del uso del recurso; y otras
relacionadas con la pugna entre el argumento federalista y el unitario;
modificaciones éstas que se concretaron primero en leyes ad hoc y
posteriormente en los sucesivos Códigos de Procedimiento Civil. Una lista de
dichas leyes y códigos nos la ofrece Tovar Lange así:

 Ley del 13 de junio de 1876 (Recopilación de Leyes y Decretos de


Venezuela. Tomo7, p. 298).
 Ley del 25 de junio de 1881 (R. de L y D de V. Tomo 9, p 251).
 Ley del 18 de mayo de 1882 (R. de L y D de V. Tomo 70, p.26).
 Ley del 6 de junio de 1884 (R. de L y D de V. Tomo 11, p 107).
 Ley del 30 de mayo de 1887 (R. de L. y D de V. Tomo 13, p. 287).
 Ley del 13 de junio de 1891 (R. de L y D de V. Tomo 15, p. 391).
 Ley del 5 de abril de 1895 (R. de L y D de V. Tomo 18, p. 149).
 Código de Procedimiento Civil del14 de mayo de 1897.
 Código de Procedimiento Civil del 19 de abril de 1904.
 Código de Procedimiento Civil del4 de julio de 1916.
 A esta lista hay que agregar ahora el nuevo Código de Procedimiento
Civil sancionado el 5 de diciembre de 1985, que entró en vigencia el16
de marzo de 1987.

El Código de Procedimiento Civil del 14 de mayo de 1897, que comenzó a


regir el5 de julio de dicho año, dio entrada por primera vez, en la codificación
nacional al Recurso de Casación, cuyo procedimiento reguló en detalle. Lo
mismo ocurrió con el Código de Enjuiciamiento Criminal que empezó a regir
el 20 de febrero de 1898, que reguló el Recurso de Casación en los casos
penales, quedando así separados ambos recursos, que anteriormente venían
siendo tratados conjuntamente en las distintas leyes sobre el Recurso de
Casación.

El Código de 1897, si bien eliminó la Casación de Instancia en su


Art.422,según el cual: “En el fallo del recurso, la Corte de Casación se
limitará a considerar las infracciones alegadas en el escrito de formalización
y decidirá sobre ellas, sin extenderse al fondo de la controversia ni al
establecimiento o apreciación de los hechos por parte de los jueces
sentenciadores”, estableció, sin embargo, en el mismo Art.422, una
excepción para el caso de que “se alegare infracción de regla legal expresa
para valorar el mérito de la prueba, pues entonces deberá decidir sobre la
infracción alegada”. Esta excepción fue consagrada también en el Art. 422
del Código de Procedimiento Civil que comenzó a regir el19 de abril de 1904;
por el que le sucedió de fecha 4 de julio de 1916 que entró en vigencia el 19
de diciembre del mismo año, en su Art.435; y por el nuevo Código de
Procedimiento Civil sancionado el 5de diciembre de 1985, que entró en
vigencia el16 de marzo de 1987, el cual adoptó en su Art. 320, una expresión
diferente a la del derogado Código de 1916.

La nueva disposición dice así: “En su sentencia del recurso de casación, la


Corte Suprema de Justicia, se pronunciará sobre las infracciones
denunciadas, sin extenderse al fondo de la controversia, ni al establecimiento
ni apreciación de los hechos que hayan efectuado los tribunales de instancia,
salvo que en el escrito de formalización se haya denunciado la infracción de
una norma jurídica expresa que regule el establecimiento o valoración de los
hechos, o de las pruebas, o que la parte dispositiva del fallo sea
consecuencia de una suposición falsa del juez, que atribuyó a instrumentos o
actas del expediente menciones que no contiene, o dio por demostrado un
hecho con pruebas que no aparecen en autos cuya inexactitud resulta de
actas o instrumentos del expediente mismo. Podrá también la Corte
Suprema de Justicia extender su examen al establecimiento o valoración de
los hechos, cuando tratándose de pruebas no contempladas expresamente
en la ley, el juez las haya admitido o evacuado sin atenerse a la analogía a
que se refiere el Art. 395 de este Código, o no las haya apreciado según las
reglas de la sana crítica a que se refiere el Art. 507 ejusdem”.

Como se ve, mantuvo la eliminación de la Casación de Instancia en el


Código de Procedimiento Civil de 1897 y en los sucesivos hasta el vigente;
se mantiene en este último código la prohibición de extenderse la Corte al
fondo de la controversia ni al establecimiento o apreciación de los hechos
que hayan efectuado los Tribunales de instancia; pero ahora se expresa en
forma diferente la excepción que permite a la Corte revisar el establecimiento
o apreciación de los hechos por parte de los jueces sentenciadores, dándole
una regulación más técnica y compresiva de los casos en que opera la
salvedad relativa a la infracción de una norma jurídica expresa que regule el
establecimiento o valoración de los hechos, o de las pruebas, o cuando la
parte dispositiva del fallo sea consecuencia de una suposición falsa por parte
del juez.

Extracto:

“OBITER DICTUM

En resguardo de los derechos constitucionales al debido proceso, a la


defensa, a la igualdad, a la tutela judicial efectiva y al acceso a la justicia,
enalteciendo conjuntamente con consagrados en la Carta Magna, esta Sala
en aras de garantizar la supremacía y efectividad de normas y principios
constitucionales, así como su uniforme interpretación y aplicación, estima
necesaria realizar las siguientes consideraciones:

Los postulados de tutela judicial efectiva y el proceso como instrumento para


la realización de la justicia, consagrados en los artículos 26 y 257 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, ampliamente
desarrollados a través de la jurisprudencia de la Sala Constitucional y de
esta Sala de Casación Civil, conjuntamente con la promulgación de
Venezuela como un Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia, a
tenor del artículo 2 eiusdem.

Con el desarrollo de la interpretación normativa desde la constitución, sobre


lo cual se profundizo en la República Bolivariana de Venezuela, a partir del
año 1999, que determinó la revisión de normas preconstitucionales a fin de
su aplicabilidad o no en el ordenamiento jurídico patrio vigente.

Así se tiene, que es una realidad el uso de los medios tecnológicos en el


proceso, con la finalidad de ir garantizando un mayor acceso a las partes,
sobre todos a aquellas que viven más allá de un radio de 100 kilómetros de
la ciudad de Caracas, que se ven afectadas en su traslado sobre todo por la
guerra económica, al dificultársele hacerse presente ante la sede de
este Tribunal Supremo.

Esta Sala de Casación Civil, sin ánimo de invadir la esfera de la reserva


legal, mientras el Poder Legislativo dicte un nuevo Código de Procedimiento
Civil, mediante la interpretación judicial, atemperando criterios exigidos en
relación con la formalización e impugnación del recurso de casación, para lo
cual permitió el uso de los medios tecnológicos (sentencia N° 125 del 27 de
agosto de 2020); por lo que en búsqueda de ir haciendo más certero el uso
de dichos medios, se hace necesario establecer nuevas pautas; por lo que:

El anuncio del recurso de casación ha de hacerse en el plazo establecido por


la ley ante la sede del tribunal que dictó la sentencia que se recurre, su
formalización ha de ser presentada ante la sede de la Secretaría de esta
Sala de Casación Civil y de manera extraordinaria ante la sede del juzgado
contra la cual se recurrió y por motivo de fuerza mayor, caso fortuito o
imposibilidad material ante un órgano jurisdiccional de la misma materia y
circunscripción judicial distinto al que dictara el fallo que se recurre, estando
obligados, los secretarios y jueces de esos tribunales a informar de
inmediato a la Secretaría de esta Sala de Casación Civil sobre la
presentación del escrito de formalización, a los números telefónicos que
serán informados a los jueces rectores y coordinadores, así como remitir el
escrito de inmediato a esta Sala de Casación Civil.
No es dable presentar el escrito de formalización del recurso de casación
ante notarías, registros o autoridades extranjeras, como tampoco ante
tribunales que no sean de la misma materia y Circunscripción Judicial del
que dictara la sentencia que se recurre. De igual manera, el escrito de
formalización ha de ser presentado antes del vencimiento de los 40 días
previstos en la ley para ello, más el término de la distancia de ser aplicable.

En los casos que el recurrente quiera hacer uso de los medios tecnológicos
para presentar su escrito de formalización, se hace pertinente acotar que
solamente podrán hacer uso de este medio las partes que se encuentren
fuera de la Gran Caracas (constituida por el Distrito Capital, estado
Bolivariano de Miranda y estado La Guaira). Al efecto, el recurrente deberá
enviar una diligencia suscrita a través del correo
electrónico secretaria.salacivil@tsj.gob.ve, indicando que se acoge a la
formalización electrónica y requerir se fije fecha y hora para suscribir el
escrito de formalización, debiendo dejar los siguientes datos: número
telefónico para localización, número de expediente, partes involucradas en el
proceso, tribunal contra el cual se recurrió y fecha de admisión del anuncio
del recurso de casación.

La diligencia señalada ha de ser enviada a esta Sala electrónicamente a más


tardar al día 30 de los 40 más el término de la distancia que se dan en la ley
para formalizar, dentro del horario de 8:30 a.m. a 3:00 p.m., de lunes a
viernes, la diligencia remitida electrónicamente fuera de ese horario y de el
día 30 no se procesará. Esto con la finalidad de asegurar el cumplimiento de
los lapsos procesales y el equilibrio entre las partes.

Recibida la diligencia en la cual se acoge el recurrente a la formalización


electrónica, antes de procesarla, se verificará por Secretaría ante el tribunal
que dictara la sentencia que se ataca, el cual fuera identificado en la
solicitud, si el recurso de casación anunciado fue admitido o no. De haber
sido admitido, se fijará fecha y hora para la audiencia telemática, para lo
cual se le notificará al solicitante. De no haber sido admitido el anuncio no se
procesará la solicitud.

Fijada la fecha y hora, notificada la parte requirente de la misma, en la


audiencia telemática, el recurrente suscribirá ante la cámara el recurso de
formalización, dejando constancia de ellos el Secretario o Secretaria de la
Sala de Casación Civil, debiendo el formalizante enviar a través de
encomienda certificada a la Sala de Casación Civil, ubicada en final avenida
Baralt, sentido sur norte, esquina de Dos Pilitas, Foro Libertador, edificio
Tribunal Supremo de Justicia, piso 2, parroquia Altagracia, municipio
Bolivariano Libertador del Distrito Capital, Caracas, el mismo día de la
audiencia telemática, más tardar al día siguiente.

La contraparte puede acogerse al mismo procedimiento para presentar la


impugnación a la formalización del recurso casación, para ello deberá
solicitar la audiencia telemática a más tardar el décimo día del lapso para
impugnación, debiendo detallar en su diligencia digital la identificación de la
causa.

El uso electrónico es solamente para la presentación de la formalización del


recurso de casación y para la impugnación del mismo. Los demás recursos y
las aclaratorias han de realizarse conforme a lo dictaminado en el Código de
Procedimiento Civil.

Se abandonan los demás criterios establecido por esta Sala en lo que


respecta al uso de los medios electrónicos que colidan con el presente.

La aplicación de lo aquí señalado se hará a partir de la publicación de la


presente sentencia.

Notifíquese a los jueces rectores y coordinadores civiles de este obiter


dictum, indicándoles los números telefónicos a los cuales habrá llamar para
notificar el mismo día en que reciban los escritos de formalización. Así se
establece.”
El dictamen sobre el fondo de la litis declaró la nulidad del conjunto de actas
de asambleas de accionistas objetadas por la parte demandante, los actos
contenidos en las mismas y los derivados de ellos, debido a que las
respectivas convocatorias se hicieron en contravención a lo previsto en los
estatutos sociales de la compañía involucrada; ya que fueron suscritas
únicamente por el presidente de la sociedad, en lugar de su junta
administrativa.

Ahora bien, la decisión supra descrita presenta resulta relevante porque


pretende atemperar los criterios exigidos para la formalización e impugnación
a la formalización del recurso casación, mediante el uso de “medios
tecnológicos”, a través de interpretación jurisprudencial y el establecimiento
de nuevas pautas. Para ello aludió al derecho al acceso a la justicia, amén
de la “guerra económica” que impide a los litigantes del interior del país
trasladarse a la secretaría de la Sala de Casación Civil para formalizar e
impugnar esa formalización del recurso de casación.

Al respecto, entre otros aspectos, en las nuevas pautas señaladas, como


puede observarse en el obiter dictum transcrito, se pretende garantizar un
mayor acceso a las partes, sobre todos a aquellas que viven más allá de un
radio de 100 kilómetros de la ciudad de Caracas, que se ven afectadas en su
traslado, lo cual dificulta la presentación ante la sede del Tribunal Supremo
de Justicia, estableciendo una serie de limitaciones y condiciones entre las
cuales se dispone que “En los casos que el recurrente quiera hacer uso de
los medios tecnológicos para presentar su escrito de formalización, se hace
pertinente acotar que solamente podrán hacer uso de este medio las partes
que se encuentren fuera de la Gran Caracas (constituida por el Distrito
Capital, estado Bolivariano de Miranda y estado La Guaira).”

Aunque estas nuevas pautas revisten particular importancia, en su


dispositiva no se ordena la publicación de la sentencia en -al menos- uno de
los tres (3) medios habituales de divulgación de dictámenes con contenidos
de interés general, a saber: el sitio web oficial del Tribunal Supremo de
Justicia; la Gaceta Judicial y la Gaceta Oficial; solo en el último párrafo del
referido obiter dictum se expresa: “Notifíquese a los jueces rectores y
coordinadores civiles de este obiter dictum, indicándoles los números
telefónicos a los cuales habrá llamar para notificar el mismo día en que
reciban los escritos de formalización. Así se establece.”

No puede soslayarse que la propia Sala Civil reconoce que se trata de una
solución temporal puesto que no tiene “…ánimo de invadir la esfera de la
reserva legal, mientras el Poder Legislativo dicte un nuevo Código de
Procedimiento Civil”, lo que en realidad no es cierto, en la medida en que
esta decisión legisla al reformar las formas establecidas en la ley para hacer
efectivo la interposición de un recurso de casación. De modo que, aunque
pretenda no serlo, en realidad estamos en presencia de una reforma del
Código de Procedimiento Civil, sin que la Asamblea Nacional haga nada para
defender el ejercicio de sus potestades constitucionales.

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