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Monfort, I. (2009).

Comunicación y lenguaje: bidireccionalidad en la intervención en


niños con trastorno de espectro autista. Revista Neurol, 48(2), 53-56.

Resumen.

Las habilidades del lenguaje y sociales están alteradas de forma específica en personas con
TEA, en una dimensión muy diferente de otras patologías que también tienen estas
alteraciones en su adquisición. En niños con TEA no basta con una referencia al desarrollo
normal, es necesario establecer modelos alternativos que ayuden a la adquisición de lenguaje,
tomando en cuenta las peculiaridades de su perfil cognitivo, perceptivo y social.

Introducción

Los trastornos de espectro autista constituyen el grupo de alteraciones que más


investigaciones, publicaciones y modelos de intervención ha suscitado en los últimos años,
además proceden de diversos ámbitos profesionales.

Este interés se debe a que la intervención en niños con TEA es un reto muy complejo de
abordar para los profesionales y difícil. La observación e intervención en niños con TEA
obliga a replantear muchas cuestiones de modelos de desarrollo en general.

La comunicación es uno de los tres ejes que definen el cuadro autista junto a las habilidades
pragmáticas. registrándose una gran variabilidad en los niveles lingüístico estructurales.

Lenguaje y comunicación: Desarrollo y alteraciones.

Los trabajos de investigación han encontrado pruebas que validan el desarrollo de


componentes como la interacción, lenguaje y otras funciones como comunicacion y
cognicion

La referencia a modelos de desarrollo no patológico puede ayudar para interpretar


evaluaciones, predecir consecuencias de distintas patologías y establecer objetivos. También
son necesarios modelos que expliquen las posibilidades de ̈compensación ̈. Se deben
construir modelos del desarrollo alternativos que respondan a regularidades y permitan
predecir y diseñar intervenciones más adecuadas.

Es posible que en algunos procesos atípicos de adquisición se pueda invertir la dinámica, el


código se aprende por motivos internos aprovechando de percepción, memoria y tratamiento
cognitivo. Las relaciones de dependencia del lenguaje y, por ejemplo, las habilidades de
teoría de la mente, se pueden convertir en ventajas a la hora de intervenir.

Hablar para comunicar


Los niños con TEA pueden beneficiarse de una intervención de lenguaje formal estructurada
que, a pesar de estar fuera del contexto situacional, no está fuera del contexto comunicativo.

En algunos casos se cree que cierta acumulación de entrenamiento y habilidades lingüísticas


puede darnos una mejora real en el terreno funcional. En otros casos su uso seguirá siendo
restringido, aunque puede mejorar las relaciones con los demás, dando una mejor calidad de
vida. Las funciones comunicativas se definen en función de la intención: pedir, regular,
preguntar, etc.

Ciertos aspectos de la perspectiva sociocultural pueden ser accesibles a los niños con autismo
cumpliendo las siguientes condiciones:
-Cuando se pueden explicar de forma explícita.
-Cuando son predecibles.
-Cuando están acompañadas con alguna clave visual.

Los trabajos de Kremer Sadlik muestran que los niños con TEA son capaces de interpretar de
manera adecuada las intenciones de los demás en situaciones cotidianas con su familia.

Conclusiones

La intervención de lenguaje a los niños con TEA no puede derivarse de modelos generales
aplicados a otras alteraciones del lenguaje.

El entrenamiento en el usos de contenidos lingüísticos específicos aprovechando las


capacidades cognitivas, puede ser un camino alternativo para llegar a diferentes y mejores
condiciones de vida de niños con TEA y su entorno.

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