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LÓGICA II – FFyL - UCA

LOS CONCEPTOS LÓGICOS Y SU


NOTACIÓN EN LA LÓGICA MATEMÁTICA

1. Introducción general

Al tener como objetivo desarrollar una teoría que de cuenta de la relación de


deducción, esto es, la relación existente entre las premisas y la conclusión de los
razonamientos válidos, desde la perspectiva de la lógica actual (lógica simbólica o
matemática), una de las tareas fundamentales es determinar cuáles son los conceptos
lógicos que subyacen a cada caso de razonamiento válido y en virtud de los cuales es
que el razonamiento es válido. La determinación de los conceptos lógicos resulta de
un análisis de los casos concretos de razonamientos que se han producido en
diferentes contextos (culturas, disciplinas científicas, etc.) a lo largo de la historia.

Tradicionalmente se dice que los conceptos lógicos pertenecen al campo de las


secundae intentiones. En términos más modernos puede decirse que son conceptos
de un orden superior (conceptos que se aplican a conceptos, no a individuos). En
todos los casos, la aplicación correcta de estos conceptos da lugar a enunciados: se
los puede entender como operadores cuya aplicación tiene como resultado
enunciados complejos. Además, se dice que son conceptos formales, es decir, son
independientes de contenido. A fin de hacer más claro el contenido de estos
conceptos tal como se entienden en la lógica moderna (la lógica matemática), se
recurrirá a diagramas que exhibirán su estructura.

2. Palabras lógicas en el lenguaje ordinario

En el lenguaje ordinario (manifestado en las lenguas históricas) hay ciertas palabras o


frases que designan conceptos lógicos. Son expresiones lógicas o términos lógicos del
lenguaje oridinario, y representan lo que se llamará “constantes lógicas”. En lo que
sigue vamos a enumerar y clasificar estas expresiones lógicas del lenguaje cotidiano y
sentar las bases de una notación, esto es un sistema de signos escritos (o
“simbolismo”) para representar los conceptos lógicos, al que se lo llama a veces
“lenguaje lógico”.
Siguiendo esta idea, en el razonamiento válido (es decir, deductivo) siguiente

Todos los planetas giran alrededor del sol


Marte es un planeta
Marte gira alrededor del sol
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aparece la palabra “todos” en la primera premisa; sirve para hacer referencia a la


cuantificación universal. En este otro caso

Si la temperatura de la superficie terrestre aumenta, entonces la


precipitación pluvial aumenta y el nivel de los mares se eleva.
La temperatura de la superficie terrestre está aumentando.
El nivel de los mares se eleva.

se expresa en la primera premisa una condición con el término “si”. La segunda


premisa afirma que se da la condición indicada en la primera premisa. De aquí que se
pueda inferir lo que está condicionado. Esta frase “si ..., entonces..”, también cumple
una función lógica; es una expresión lógica para el condicional. En el razonamiento

La lengua estonia pertenece al grupo indoeuropeo o pertenece al


grupo fino-ugrio
La lengua estonia no pertenece al grupo indoeuropeo.
La lengua estonia pertenece al grupo fino-ugrio
la primera premisa se refiere a una situación en la que se presentan dos alternativas,
indicada por “o”, usándose entonces para designar la disyunción, y la segunda
premisa excluye la primera alternativa al incluir un “no”, es decir queda expresada una
negación. La palabra “o” es, así, también una expresión lógica.
Nótese que estas palabras son muy diferentes en su significado de otras que
aparecen en el lenguaje cotidiano. Piénsese en nombres como “Juan” o “Argentina”,
en expresiones como “estudiante”, “número primo”, “rojo”, “alegre”, “substancia”,
“núcleo atómico”, “planilla de asistencia”. Todas estas palabras o frases se refieren a
cosas de diferentes ámbitos de la realidad. En cambio, las palabras lógicas del párrafo
anterior no tienen esa característica.
Se puede comparar el papel que desempeñan las palabras lógicas con el de las
operaciones de suma, resta, multiplicación, etc. en aritmética. Estas operaciones son
imprescindibles para hacer cuentas en aritmética: uno suma, resta o multiplica
cantidades y las características de estas operaciones se fundan en leyes o principios
propios de la aritmética, que garantizan, en definitiva, que las cuentas sean correctas.
Así como la aritmética estudia estas operaciones, la lógica estudia aquello a lo que se
refieren las palabras lógicas de cualquier idioma, es decir, estudia los conceptos
lógicos. Frente a este hecho, uno tiende a pensar que tendrá que ocuparse de
problemas gramaticales, y en este caso de la gramática del castellano, pues se habla
de “palabras” y su función. Pues bien, esto es así, pero sólo hasta cierto punto. Es
cierto, en primer lugar, que nos ocuparemos de entidades lingüísticas, pero no de un
idioma concreto (como el castellano, el chino, el árabe, etc.), sino de lo que esas
palabras significan. En segundo lugar, tendremos que ver problemas que se pueden
considerar gramaticales, pero de una gramática en un sentido más general: una
gramática lógica, que no está ligada a ningún idioma o lengua histórica en particular.
Se distinguirá dos tipos de expresiones lógicas: las conectivas y los cuantificadores.

2. Conectivas

Tómese el ejemplo siguiente:


(*) Si Buenos Aires está en Colombia, entonces está próxima al Ecuador y no
está sobre el Río de la Plata.
Si Buenos Aires está en Brasil, entonces no está sobre el Río de la Plata.
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Buenos Aires está sobre el Río de la Plata.


No se da que Buenos Aires esté en Colombia o esté en Brasil.
Tanto en las premisas como en la conclusión de este razonamiento aparecen
expresiones lógicas que pertenecen al tipo de las conectivas. Las conectivas del
castellano que figuran aquí son: “si, ...entonces”, “y”, “no”, “no se da que”. Se las llama
“conectivas” porque conectan enunciados. Estas son palabras del castellano que
cumplen una función lógica; se refieren a operaciones lógicas. Veremos ahora cada
una de ellas.
2.1. La negación

Considérese el razonamiento

A partir de suponer que Mar del Plata está a orillas del Mediterráneo, se sigue
que Mar del Plata está en el hemisferio Norte.
Pero Mar del Plata está en el hemisferio Sur.
No es cierto que Mar del Plata esté a orillas del Mediterráneo
Su conclusión dice
No es cierto que Mar del Plata esté a orillas del Mediterráneo.
La frase “no es cierto que” está expresando la negación. Emplear la palabra “no” es la
forma estándar para negar que se dé un hecho o situación determinada. En castellano
tenemos otras formas sinónimas, tales como:
Mar del Plata no está a orillas del Mediterráneo,
No se da que Mar del Plata esté a orillas del Mediterráneo

2.2. La conjunción

Tenemos aquí otro ejemplo muy elemental de razonamiento:

Estados Unidos es un país industrial.


Estados Unidos exporta trigo.
Estados Unidos es un país industrial y Estados Unidos exporta trigo.
En la conclusión de este razonamiento se afirma una conjunción entre dos
enunciados:
Estados Unidos es un país industrial y Estados Unidos exporta trigo.

La palabra “y” expresa de manera estándar la conjunción. La conjunción sirve para


indicar que se dan conjuntamente dos hechos, es decir, brinda información conjuntiva.
Formas sinónimas, desde el punto de vista lógico, son:
Estados Unidos es un país industrial y exporta trigo.
Estados Unidos es un país industrial pero exporta trigo.
Estados Unidos es un país industrial aunque exporta trigo.
Estados Unidos tanto es un país industrial como exporta trigo.
Estados Unidos es a la vez un país industrial y exporta trigo.
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Las palabras “pero”, “no obstante”, “aunque” (y otras semejantes) expresan un matiz
adversativo: se dan conjuntamente dos hechos, pero con una cierta oposición. Sin
embargo, no tomaremos en cuenta este matiz adversativo ya que, desde el punto de
vista lógico, lo importante es que estas expresiones indican que dos hechos se dan
conjuntamente.
2.3 La disyunción

Véase el siguiente ejemplo de razonamiento:

Bolivia le vende gas a Brasil o Paraguay le vende electricidad a Brasil.


Bajo el supuesto que se dé cualquiera de estos dos casos, Brasil
soluciona su problema energético.
Brasil soluciona su problema energético
La primera premisa del razonamiento dice:
Bolivia le vende gas a Brasil o Paraguay le vende electricidad a Brasil.
Aquí tenemos una disyunción. La palabra “o” expresa de manera estándar la
disyunción. La disyunción sirve para expresar información alternativa: indicar
situaciones que pueden darse, pero no se sabe cuál de ellas sucederá (o, incluso, si
ocurrirán las dos conjuntamente, lo cual será también posible). Algunas formas
sinónimas, desde el punto de vista lógico, son:
Ya Bolivia le vende gas a Brasil, ya Paraguay le vende electricidad a Brasil.
Se da el caso de que Bolivia le vende gas a Brasil o el caso de que Paraguay le
vende electricidad a Brasil.
O bien Bolivia le vende gas a Brasil o bien Paraguay le vende electricidad a Brasil.
Bolivia le vende gas a Brasil a menos que Paraguay le venda electricidad a Brasil.

2.4. El condicional
Préstese atención al razonamiento

Si Argentina exporta software, entonces exporta tecnología informática.


Argentina exporta software.
Argentina exporta tecnología informática.

La primera premisa dice:


Si Argentina exporta software, entonces exporta tecnología informática.
La expresión “si ..., entonces” expresa de manera estándar el condicional. En un
enunciado condicional se afirma que la ocurrencia de un hecho (que Argentina exporte
tecnología informática, en este ejemplo) está condicionada o depende de que suceda
otro acontecimiento, la condición (que Argentina exporte software). Por eso, el
condicional transmite información hipotética, es decir, indica qué condiciones deben
cumplirse para que ocurra el evento condicionado. La condición se indica en el
antecedente del condicional (“Argentina exporta software”). Lo condicionado se
describe en el consecuente del condicional (“Argentina exporta tecnología
informática”).
Otras formas de expresar información condicional, además de la estándar, son:
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Suponiendo que Argentina exporte software, Argentina exporta tecnología


informática.
Argentina exporta software, sólo si Argentina exporta tecnología informática.
Argentina exporta tecnología informática, si exporta software. (Inversión de
antecedente y consecuente)
Argentina exporta tecnología informática, a condición de que exporte software.
Argentina exporta tecnología informática, en caso de que exporte software.
El hecho de que Argentina exporta software implica que exporta tecnología
informática.

2.4.1. Condiciones necesarias y suficientes

El antecedente de un condicional expresa las condiciones suficientes para que suceda


lo afirmado en el consecuente: basta que ocurra el hecho indicado en el antecedente
para que tenga lugar lo descripto en el consecuente. Así, en el ejemplo precedente,
que Argentina exporte software es condición suficiente para afirmar que exporta
tecnología informática.

El consecuente de un condicional expresa condiciones necesarias del antecedente.


Toda vez que ocurra lo indicado en el antecedente, entonces necesariamente
sucederá lo descripto en el consecuente. En el ejemplo anterior, el hecho de que
Argentina exporte tecnología informática es condición necesaria para que exporte
software.

3. Signos especiales para las conectivas

Como se ha visto, en castellano, lo mismo que en cualquier otro idioma, existen


diferentes palabras y frases que se pueden emplear para expresar las conectivas. En
cuanto a su uso exclusivamente en razonamientos deductivos, las expresiones
sinónimas hacen referencia a la misma conectiva, entendida como una operación
lógica o una constante lógica. Esta variedad de frases y palabras puede llevar a
confusiones, pueden presentarse situaciones en que no quede claro a cuál conectiva
se está refiriendo una frase o palabra determinadas. Evitar estas situaciones es
importante, pues establecer qué conectivas aparecen en un razonamiento es un paso
imprescindible para determinar la validez de razonamientos deductivos.
Con el fin de resolver este problema se introducen signos especiales (escritos) para
las conectivas que se acaban de presentar. De este modo, queda claro cuál es la
conectiva que se emplea en cada caso.
Esto es algo usual en la historia de la ciencia y de la técnica. Un ejemplo sencillo está
dado por la numeración arábiga, tal como la empleamos en diferentes aspectos de la
vida. Los numerales “1”, “2”, “3”, etc. se refieren a números y significan
respectivamente lo mismo que las palabras “uno”, “dos”, “tres”, etc. del castellano. No
obstante, sus ventajas posicionales y composicionales son obvias. Así, con nuestro
sistema decimal, agrupar los dígitos del “0” al “9” en un orden, da lugar a nuevas
expresiones que designan otros números. Así, “256” se refiere al número que se
designa en castellano con la frase “doscientos cincuenta y seis”, y está claro que este
número es diferente de nombrado con el numeral “562”, pese a contener los mismos
dígitos.
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Piénsese ahora en los signos para las operaciones aritméticas de suma y de resta “+”
y “-”, que expresan lo mismo que las palabras “más” y “menos”, eliminando sus
ambigüedades y dándole un carácter universal: compárese la expresión numérica
“7+5” con la frase “siete más cinco”. Mientras que la segunda requiere comprender la
lengua castellana, la primera únicamente exige conocimiento de la notación aritmética,
conocimiento que posee cualquier persona que conozca aritmética,
independientemente de la lengua histórica que hable. El uso de signos especiales es
importante desde el punto de vista cognitivo: además de ofrecer claras ventajas
visuales, permite alcanzar un nivel de abstracción mayor. Fácilmente, pueden
introducirse variables para los individuos del dominio en consideración (es decir,
expresiones que sirven para referirse de manera indeterminada a cualquier elemento
de un cierto conjunto) y así expresar generalidades, como la propiedad conmutativa de
la suma: “x + y = y + x”, que es mucho más engorroso y complicado de formular en
palabras del castellano (u otra lengua histórica).
El ejemplo de los numerales y el de los signos para operaciones aritméticas muestran
lo que puede denominarse un lenguaje técnico (o, mejor, notación técnica), que
aparece en el contexto de una lengua histórica (tómese, por ejemplo, cualquier manual
de álgebra escrito en castellano). Otro caso muy conocido es el de los signos para los
elementos de la tabla periódica (“H” para el hidrógeno, “Fe” para el hierro, etc.) y la
manera de hacer referencia a otras sustancias empleando combinaciones de los
mismos (como “H2O” para el agua). Lo característico de este lenguaje técnico es que
es específico de una disciplina o un área del conocimiento y lo emplean los expertos
en ella. Estos simbolismos especiales tienen un carácter convencional, es decir
resultan de una cierta decisión o acuerdo entre los que trabajan en la disciplina
concreta (álgebra, química o lógica). Se toman decisiones acerca de los signos a
emplear y la manera de componerlos.
Se pueden resumir las ventajas de introducir signos especiales para las expresiones
específicas de una disciplina en los siguientes tres puntos:

(a) universalidad de la notación,


(b) estandarización (o unificación) de las expresiones,
(c) construcción de un método formal o un cálculo.

Se indican, a continuación, los signos correspondientes a cada conectiva

3.1. Negación:  (que se lee simplemente “no”)


La conclusión del razonamiento visto en 2.1. se representa así:

( Mar del Plata está a orillas del Mediterráneo)

Se entiende que este enunciado afirma “Mar del Plata no está a orillas del
Mediterráneo”, o cualquiera de sus expresiones sinónimas.

3.2. Conjunción:  (que se lee “y”)


La conclusión del razonamiento que figura en 2.2. se reescribe como
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(Estados Unidos es un país industrialEstados Unidos exporta trigo).

Se entiende que este enunciado dice “Estados Unidos es un país industrial y Estados
Unidos exporta trigo”, o cualquiera de sus sinónimos.

3.3. Disyunción:  (que se lee “o”)


La primera premisa del razonamiento de 2.3. se expresa del siguiente modo:

(Bolivia le vende gas a Brasil  Paraguay le vende electricidad a Brasil).

Este enunciado dice, mediante la notación lógica, lo mismo que “Bolivia le vende gas a
Brasil o Paraguay le vende electricidad a Brasil”, o cualquiera de sus sinónimos.

3.4. Condicional: → (que se lee “si ..., entonces”)


La premisa analizada en ejemplo de 2.4. se representa ahora como

(Argentina exporta software → exporta tecnología informática)

que quiere decir: “Si Argentina exporta software, entonces exporta tecnología
informática”, o cualquiera de sus sinónimos.

3.5. Lenguaje regimentado

El lenguaje que estamos usando, el castellano en este caso, queda entonces


regimentado o normalizado respecto de las conectivas: Las expresiones lógicas del
lenguaje quedan normalizadas en estos signos, que tendrán un significado específico -
como se verá más adelante-. Adviértase que, como sucede en aritmética, el signo es
independiente de cualquier idioma concreto (puede usarse en textos escritos en
diferentes idiomas). Para dar un ejemplo, en química “H2O” designa la sustancia agua,
pero tal como ésta es concebida en química, no según la idea que se tiene en la vida
cotidiana del agua.

3.6. El caso del bicondicional

Introducimos una nueva conectiva que se define por medio del condicional y la
conjunción, que es el bicondicional. Se lo expresa de manera estándar en castellano
empleando la frase “si y sólo si”. Considérese el ejemplo:

(1) Laura vive en Buenos Aires si y sólo si vive en la ciudad


capital de la República Argentina.

Resulta evidente que este enunciado puede inferirse de los dos enunciados siguientes
tomados conjuntamente:
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(1a) Si Laura vive en Buenos Aires, entonces vive en la ciudad


capital de la República Argentina.
(1b) Si Laura vive en la ciudad capital de la República Argentina,
entonces Laura vive en Buenos Aires.

Asimismo, de (1) se infieren deductivamente (1a) y (1b). El enunciado (1) dirá, por lo
tanto, lo mismo que el enunciado

(1c) Si Laura vive en Buenos Aires, entonces vive en la ciudad


capital de la República Argentina y si Laura vive en la ciudad
capital de la República Argentina, entonces Laura vive en
Buenos Aires.

El bicondicional es un condicional para ambos lados y por ello se simboliza con una
doble flecha . Así, la forma regimentada de expresar (1) será

(1d) Laura vive en Buenos Aires  Laura vive en la ciudad


capital de la República Argentina.

3.7. Tabla de resumen de las conectivas de la notación lógica

Conectiva signo expresiones en castellano


Negación ¬ no, no se da que, etc.
Conjunción  y, tanto ... como, pero, aunque, si bien, etc.
Disyunción  o, o bien ... o bien, ya ... ya, etc..
Condicional → si ..., entonces, sólo si, en caso de que, etc.
Bicondicional  si y sólo si, etc.

Estos signos no agotan todas las conectivas posibles, pero son la base del llamado
lenguaje de enunciados, o lenguaje proposicional, en el cual pueden definirse otras
conectivas sobre la base de algunas de estas.

3.8. Signos para enunciados

Se puede observar que, mientras la negación afecta a un único enunciado, las demás
conectivas vinculan dos. La negación es una conectiva unaria, mientras que las
demás, conjunción, disyunción y condicional, son binarias.
A fin de concentrar la atención en las conectivas y destacar la estructura lógica de los
enunciados, podemos introducir letras del alfabeto latino, que estarán en lugar de los
enunciados afectados por las conectivas. Tal como se ha hecho antes para la
presentación empleando diagramas, se usarán las letras A, B, C, D y E para indicar
enunciados cualesquiera. Así se ve claramente que la negación es unaria, pues si se
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representa “Mar del Plata está a orillas del Mediterráneo” con la letra A, el enunciado
“Mar del Plata no está a orillas del Mediterráneo” se reescribirá “¬ A. En cambio, si se
sustituyen “Estados Unidos es un país industrial” por la letra B, y “Estados Unidos
exporta trigo” por la C, entonces “Estados Unidos es un país industrial y Estados
Unidos exporta trigo” se representara “B  C”. Análogamente, si se reemplazan “Bolivia
le vende gas a Brasil” por la letra D y “Paraguay le vende electricidad a Brasil” por la D,
entonces “Bolivia le vende gas a Brasil o Paraguay le vende electricidad a Brasil” se
rescribirá “D  E”. Similarmente, si representamos “Argentina exporta software” con la
letra D y “Argentina exporta tecnología informática” con la C, expresaremos el
enunciado “Si Argentina exporta software, entonces exporta tecnología informática”
mediante “D → C”, etc.

3.9. Composición de enunciados.

Si se toma el razonamiento formulado al comienzo de la sección 2 y se desea


simbolizar en la notación lógica la primera premisa:
Si Buenos Aires está en Colombia, entonces está próxima al Ecuador
y no está sobre el Río de la Plata
se tiene la impresión de que hay dificultades para representar adecuadamente cómo
las conectivas afectan a los enunciados que son, a su vez, parte de este enunciado.
Por ejemplo, en esta premisa aparecen el condicional, la conjunción y la negación, así
que debe aclararse cuáles son los enunciados directamente vinculados mediante cada
una de estas conectivas. Lo que hay aquí es una composición de enunciados en un
grado creciente de complejidad, y esta complejidad debe ser analizada. La conjunción
y el condicional son conectivas binarias, así que sólo pueden conectar dos
enunciados. Queda claro que aquí la negación afecta sólo a “Buenos Aires está sobre
el Río de la Plata”. La conjunción “y” está vinculando dos enunciados “Buenos Aires
está próxima al Ecuador” y “Buenos Aires no está sobre el Río de la Plata”, que
constituyen el consecuente de un condicional. El enunciado “Buenos Aires está en
Colombia” es el antecedente de ese condicional. Vemos una complejidad creciente
que va de enunciados más simples a otros más complejos. A fin de indicar esta
complejidad creciente generada por sucesivas composiciones de enunciados
emplearemos los paréntesis “(“ y “ )”.
Así, podemos representar en lenguaje regimentado estos enunciados como
(1) (¬ Buenos Aires está sobre el Río de la Plata)

y luego
(2) (Buenos Aires está próximo al Ecuador  (¬ Buenos Aires está sobre el
Río de la Plata))

Finalmente, se tendrá
(3) (Buenos Aires está en Colombia → (Buenos Aires está próximo al
Ecuador  (¬ Buenos Aires está sobre el Río de la Plata)))

Los tres pasos muestran la manera en que los enunciados se van componiendo hasta
llegar a la premisa que se deseaba representar. El enunciado (3) refleja de manera
precisa la lectura lógica del enunciado original en castellano.
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A su vez, si representamos “Buenos Aires está en Colombia” con A, “Buenos Aires


está próximo al Ecuador” con B y “Buenos Aires está sobre el Río de la Plata” con C,
se obtiene la expresión:

(3’) ( A →( B  (¬ C) ) )

Por cuestiones prácticas, se pueden obviar los paréntesis externos, dándolos por
sobreentendidos, sin que esto cree problema alguno en su lectura e interpretación. Lo
mismo puede hacerse con los paréntesis que encierran una negación, que es una
conectiva unaria.
El esquema destaca con precisión cuál es la estructura del enunciado respecto de las
conectivas, esta será su estructura lógica. La posibilidad de representar estas
estructuras será muy importante en la unidad 3, cuando se pretenda llegar a una
definición satisfactoria de validez.

3.9.1. Enunciados atómicos y moleculares

Acabamos de ver cómo se componen enunciados más complejos a partir de


enunciados más simples por medio de conectivas. En la terminología de la lógica se
llamarán “atómicos” a los enunciados que no tengan conectivas (y, en general, que no
tengan expresiones lógicas), y a los enunciados que tienen al menos una conectiva se
los llamará “moleculares”. Debe subrayarse una vez más la importancia de los
paréntesis para indicar la molecularidad del enunciado.

4. ¿Qué expresan las conectivas?

4.0 (Opciomal)¿Qué expresan las conectivas? Una primera aproximación


diagramática

4.01 Introducción

Dado el carácter puramente formal de la lógica, una elucidación diagramática parece


apropiada. Los diagramas permiten visualizar la estructura conceptual subyacente a
los signos de la notación lógica. (Los diagramas a emplear están tomados del sistema
de Gráficos Existenciales de Charles S. Peirce.)

Los diagramas cumplen una función notable en la presentación de información. Sin


pretender dar una definición precisa, puede decirse que un diagrama es un signo
complejo que consiste básicamente en líneas, puntos, formas geométricas, dibujos y
otros signos adicionales (a veces usando colores) inscriptos en una superficie de dos
dimensiones. Lo importante es que la manera en que los elementos integrantes del
diagrama están dispuestos es especialmente relevante para extraer información y, por
lo tanto, obtener conocimiento. Puede llamarse visualización a este procedimiento de
obtención de información. Piénsese en el mapa esquemático de la red de subtes de
una ciudad. Se trata de un diagrama que, por ejemplos, nos permite saber qué
combinación de líneas nos permite ir de una estación a otra. Piénsese también en un
árbol de Porfirio que nos permite saber cuáles conceptos están subsumidos en otros.
También las figuras geométricas son casos de diagramas. Entre otros ejemplos puede
mencionarse la tabla de los elementos de Mendeliev, la doble hélice del ADN, una
tabla cronológica estadística o el diagrama que aparece en la demostración de la
proposición 32 del L. I de los Elementos de Euclides. En este último puede advertirse
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como la demostración del teorema supone la manipulación de los elementos del


diagrama. (En lógica cabe mencionar los diagramas de Venn, empleados para
determinar la validez de silogismos). Como ya se señaló, Los diagramas a emplear
para la presentación de los conceptos lógicos están tomados del sistema de Gráficos
Existenciales de Charles S. Peirce. Desde una perspectiva más abstracta y
conceptual, un diagrama se puede entender básicamente como un signo inscripto en
un plano de dos dimensiones y en el que puede advertirse, por medio de la percepción
visual, una estructura. Esta estructura resulta esencial en el diagrama, puesto aquí
reside la designación o referencia del diagrama: El diagrama muestra visualmente la
estructura de la entidad que designa. Por esta razón, en la teoría de los signos se los
identifica con los íconos.

4. 0.2. Hoja de aseveración, línea de identidad y corte.

Supóngase una hoja en blanco como el espacio donde están todos los enunciados
que se pueden afirmar como verdaderos; esto queda representado en el gráfico:

Siguiendo una expresión de Charles S. Peirce, la llamaremos hoja de aseveración.


Todo lo que se escriba en ella será una afirmación a ser tomada como verdadera, lo
que se debe entender aquí como que son enunciados que reciben prima facie alguno
de los dos valores de verdad. Por ejemplo puede contener enunciados como “Sócrates
es mortal”, “Platón es filósofo” y muchísimos otros más dispersos por toda la hoja. Así,
se tiene:

Sócrates es mortal

Platón es filósofo

Aristóteles es el maestro de Alejandro Magno

De un modo esquemático pueden emplearse letras mayúsculas A, B, C, D, etc. como


esquemas de (o para) enunciados. Son meras indicaciones de que ellos están por
enunciados concretos. Así, el gráfico siguiente exhibe la aseveración del enunciado A
(o sea, “A es verdadero”).

Si en la hoja marcamos una línea cualquiera, obtenemos el gráfico

___
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Aquello que en la hoja queda representado puede expresarse como “Hay algo ”. Dicho
de otro modo, en términos lógicamente más apropiados, el universo del que habla todo
enunciado que pueda aparecer (es decir, pueda estar inscripto) en la hoja de
aseveración no es vacío. A este universo o dominio de objetos se lo llama universo de
discurso. Si además se inscribe una expresión predicativa cualquiera en uno de los
extremos de la línea de identidad, se asevera que esa expresión se aplica a algo en el
universo de discurso. Por ejemplo, dado el predicado “es filósofo”, se tiene el gráfico

___es filósofo

Con esto se está afirmando: “Algo es filósofo” o “Existe un filósofo”. Así, queda
expuesta gráficamente un concepto lógico: la cuantificación existencial.
Ahora bien, imagínese que se hace un corte, con una tijera o un cortante, en la
hoja dando lugar a un agujero en ella, tal como se ve en el gráfico siguiente:

Cualquier cosa que se “inscriba” dentro de ese corte en la hoja, no estará aseverado,
o, mejor, no está en el espacio de los enunciados verdaderos pudiéndose entender
como una representación de otro concepto lógico: la negación de un enunciado y no
podrá por ello ser verdadero. De aquí, por el principio de bivalencia, el enunciado será
falso. Así, dado un enunciado A cualquiera, se tiene el gráfico.

A
Los enunciados que están en el alcance del corte están fuera de la hoja de
aseveración. La negación de un enunciado es, claramente, un enunciado, de mayor
complejidad.

1.3. Conceptos lógicos

Finalmente, piénsese en dos enunciados cualesquiera A y B que estén sobre la


hoja de aseveración sin importar la disposición que tengan, como en los tres
siguientes casos (entre muchos posibles):

A B A B A
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Se puede concebir una operación diádica de agrupar ambos enunciados formando un


nuevo enunciado más complejo llamado conjunción.
Resultan así, hasta este punto, tres conceptos lógicos fundamentales:
cuantificación existencial, negación y conjunción. Otros conceptos lógicos pueden
formularse a partir de estos tres básicos, combinándolos. En el gráfico siguiente una
cuantificación existencial aparece dentro del alcance de un corte.

El enunciado resultante niega que exista un individuo del que se predique P. Es la


negación de una cuantificación existencial.
Si la línea de identidad se prolonga hasta el borde del corte y se inscribe otra línea
de identidad externa al corte, pegándose ambas líneas, se obtiene el gráfico siguiente:

Este gráfico expresa algo muy diferente, pues se afirma en la hoja de aseveración que
existe algo de lo cual no se predica P; es la afirmación de una cuantificación
existencial. Finalmente, si a su vez, este enunciado pasa a caer dentro de un corte,
resulta otro enunciado distinto más complejo, cuya estructura se refleja en el gráfico

Y que niega que haya algo de lo que P no se predique. En otras palabras, P se predica
de todo objeto. Esto se dice en el lenguaje ordinario como “Todo es P”. Aquí se
representa la estructura de un importante concepto lógico: la cuantificación universal.
Aseverar que no hay algo a lo que no se aplique un predicado equivale a decir que ese
predicado se aplica a todo individuo del universo de discurso. Nótese que este
concepto implica dos cortes uno dentro del otro, “encajonados”, por así decirlo.
Otro concepto lógico fundamental resulta de aplicarse a pares de enunciados; es
un concepto diádico, como la conjunción, pero con una estructura más compleja que
incluye cortes “encajonados” también. Comencemos con la siguiente idea: Si un
enunciado queda dentro de un corte, el cual está rodeado de un corte, el resultado
equivale a inscribir simplemente el enunciado. Esto quiere decir que, desde el punto
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de vista lógico, es equivalente decir “no se da que no B” y decir “B”. De este modo,
puede determinarse (sin tener todavía una demostración en sentido estricto) que los
siguientes dos diagramas exhiben una equivalencia lógica (la que, prima facie, parece
bastante razonable):

B
B

El segundo corte, que está adentro del primero, hace que el enunciado vuelva a estar
directamente sobre la hoja de aseveración; lo que queda recortado (fuera de la hoja de
aseveración) es una especie de anillo (que está vacío), y el enunciado B está sobre la
hoja de aseveración. Eliminar ese anillo no modificaría en nada la aseveración de B.
Así queda exhibido en diagramas lo que se conoce como principio de doble negación.
Ahora bien, ¿qué sucede si inscribimos en el gráfico de la izquierda (que tiene dos
cortes) un enunciado cualquiera A entre ambos cortes? Por de pronto, el gráfico
correspondiente sería el siguiente:

A B

Nótese que, de un lado, A no está aseverado en la hoja, sino que está dentro del
alcance del primer corte (está dentro del “anillo” recién mencionado). De otro lado, B
ya no es totalmente independiente, sino que está vinculado con A por las operaciones
hechas al inscribir los dos cortes. ¿Tiene algún sentido este gráfico? Basta con tener
las ideas de corte y de ver enunciados aseverados conjuntamente en la hoja para
aclarar la situación: El gráfico exhibe el enunciado compuesto por la negación de que
A se dé conjuntamente con la negación de B. En otras palabras, el gráfico muestra el
caso de que no se da conjuntamente A y no B, o sea: No se da que A y no B. Esto
equivale a A y no B no puede aseverarse conjuntamente. Por lo tanto, si se llega a dar
el caso de A, entonces se da el caso de B. El diagrama exhibe el resultado de una
operación resultante de dos cortes efectuados de un modo peculiar: Ni A ni B son
afirmados directamente sobre la hoja de aseveración; ambos quedan fuera de la hoja,
pero de una manera peculiar. Lo que queda aquí es la estructura o esquema
representado gráficamente como:

En este gráfico aparecen un corte exterior y un corte interior. Aquello que esté inscripto
en el corte exterior funcionará como una condición o supuesto y lo que está inscripto
adentro del corte interior será lo condicionado o lo que depende del supuesto. El corte
exterior abre la posibilidad de introducir supuestos en nuestro discurso, que son
15

expresados en el lenguaje ordinario mediante expresiones como “si se da el caso de


que …”, y lo que está dentro del corte interior es lo que se expresa como “entonces
bajo esos supuestos se da …”. Así, el corte exterior introduce un plano hipotético que
es imprescindible para la lógica deductiva, dado que la lógica no se interesa por la
verdad o falsedad de los enunciados no lógico.
Este plano, diagramáticamente exhibido a través del gráfico precedente, es el del
concepto lógico usualmente llamado condicional o implicación, que permite realizar
aseveraciones hipotéticas, las que se expresan típicamente mediante expresiones
como “si … , entonces …” entre muchas otras expresiones análogas del lenguaje
ordinario; el corte exterior señala el antecedente y el corte interior el consecuente del
condicional. Ejemplos sencillos de condicionales son: “Si la estafa es un delito,
entonces es punible”, “La sociología tiene teorías con capacidad predictiva, en el caso
de que sea una ciencia empírica”, “Basta con que tres sea mayor que siete, para que
sea mayor que seis”.
Hasta aquí, se tiene una primera aproximación a un bagaje importante de
conceptos lógicos como para poder determinar la naturaleza deductiva de un enorme
número de razonamientos en diferentes áreas. En suma, los conceptos lógicos
presentados son: cuantificación existencial, negación, conjunción, cuantificación
universal, condicional y disyunción. Queda por ver, cómo se expresan en el lenguaje
ordinario y cómo funcionan en los razonamientos. Resultará que se los podrá clasificar
en dos grupos distintos.

4.1. Significado mediante condiciones de verdad


Antes que nada, las constantes lógicas se emplean en contextos en los que se
hacen inferencias deductivas: las usamos con la intención de permitir hacer
deducciones, extrayendo conclusiones de la información dada o encontrar una
inconsistencia en esa información. Es por eso que las constantes lógicas son útiles en
relación con la obtención de conocimiento. Así pues, un punto de partida para estudiar
el problema del significado de las constantes lógicas es buscar una respuesta a la
pregunta: ¿qué podemos deducir en forma más directa o inmediata de un enunciado
que contenga una constante lógica determinada? Esta cuestión, a su vez, sugiere la
otra pregunta: ¿en qué circunstancias (o bajo qué condiciones) podemos deducir un
enunciado con una constante lógica determinada? En lo que sigue se verá el caso de
las conectivas en particular.
Los signos especiales que se han introducido para las conectivas regimentan o
normalizan las expresiones usadas en cualquier lengua histórica para expresar ciertos
conceptos lógicos, algunos de los cuales fueron ilustrados en la presentación
diagramática. De este modo, son tratadas con total independencia del idioma en el que
se empleen. Este hecho será de particular importancia para el estudio de la lógica. Los
signos especiales introducidos para las conectivas tienen un significado que hasta
ahora estuvo implícito en nuestro uso del lenguaje cotidiano. Pero este significado
ahora debe hacerse explícito: debemos desarrollar, aunque sea aproximadamente, las
características de las conectivas.
Ahora bien, al brindar una primera idea de la noción de validez, resultó
fundamental el hecho de que en un razonamiento válido nunca puede tener premisas
verdaderas y conclusión falsa. La verdad se transmite de las premisas a la conclusión.
Esta manera de caracterizar la validez da por supuesto que una propiedad de los
enunciados es que tienen un valor de verdad: cada uno de ellos es verdadero o falso.
Las razones por las cuales un enunciado es rotulado como verdadero o falso pueden
ser, obviamente, externas a la lógica. Los motivos que nos llevan a considerar
verdaderos o falsos enunciados como, “Hay vida en alguna luna de Júpiter” o “Todos
los argentinos son hinchas de algún club de fútbol” son de diversa naturaleza y eso no
entra en cuestión aquí. Conviene reiterar que verdad y falsedad se consideran
16

propiedades de enunciados. Estas propiedades pueden verse como meras etiquetas


que se les aplica a los enunciados: desde el punto de vista de la lógica, todos los
enunciados se consideran como ya etiquetados con la verdad o la falsedad. El hecho
de que lleven una u otra etiqueta es independiente de la lógica. Pero es de suma
importancia la relación que tienen verdad y falsedad con la caracterización de validez:
en los razonamientos válidos no podrá darse que las premisas sean verdaderas y la
conclusión falsa. También debe recordarse que en un conjunto consistente de
enunciados no puede ocurrir que un enunciado aparezca una vez con el valor
verdadero y otra vez con el valor falso.
Más específicamente, se supondrá que todo enunciado es verdadero o es falso. El
principio de que para todo enunciado hay dos valores de verdad: verdadero y falso, y
todo enunciado tiene exactamente uno de ellos (o sea, no hay enunciados que
carezcan de valor de verdad) se denomina “principio de bivalencia”. Este supuesto
tienen un alto grado de idealización, pues en diversas situaciones puede darse el caso
de enunciados que carezcan de valor de verdad, pero no se tomarán en cuenta aquí
enunciados con esta característica. El principio de bivalencia conduce, así, a una
partición del conjunto de todos los enunciados en dos conjuntos: el de los que son
verdaderos y el de los que son falsos.
Los enunciados con constantes lógicas son también verdaderos o falsos. Una forma
de fijar qué entendemos por una conectiva es estableciendo las condiciones que
hacen verdaderos o falsos los enunciados en los que estas aparecen. Esta manera
refleja con bastante aproximación las ideas implícitas en el uso de las expresiones
correspondientes en el lenguaje cotidiano, al menos en un número importante de
contextos y situaciones. Se ofrece a continuación las condiciones de verdad para cada
una de las conectivas vistas.

4.2. Conjunción
El caso de la conjunción puede presentarse en los siguientes términos: el hecho de
que una conjunción sea verdadera significa que ambos miembros de la conjunción son
verdaderos. Así, “Laura estudia Administración y Damián estudia Educación” es
verdadero cuando y únicamente en el caso de que sean verdaderos los dos
enunciados “Laura estudia Administración” y “Damián estudia Educación”. En otras
palabras, A  B es verdadero si y sólo si tanto A como B son verdaderos. Si uno de los
dos es falso, la conjunción no podrá ser verdadera.

4.3. Disyunción
La disyunción puede entenderse del siguiente modo: una disyunción es verdadera
cuando y únicamente cuando alguno de los dos miembros de la disyunción es
verdadero. Nuevamente, se advierte la indeterminación que expresa la disyunción. De
aquí, si un enunciado A  B es verdadero, entonces A es verdadero o B es verdadero,
pero no puede determinarse cuál de los dos casos se da. Así, si es verdadero el
enunciado “Damián estudia Administración o estudia Educación”, es verdadero
“Damián estudia Administración” o es verdadero “Damián estudia Educación”, pero no
se sabe cuál de las dos alternativas se da (incluso podrían darse conjuntamente). Lo
que no puede ocurrir si aquella disyunción es verdadera, es que ambos miembros
sean falsos. Esta posibilidad queda excluida.

4.3.1. Nota sobre la disyunción


Obsérvese en el ejemplo precedente que, de la verdad del enunciado “Damián estudia
Administración”, se sigue el enunciado “Damián es estudiante universitario”, entre
17

otros muchos enunciados posibles. Pero también de “Damián estudia Educación” se


sigue “Damián es estudiante universitario”. Por lo tanto, resulta evidente que si es
verdadero “Damián estudia Administración” o es verdadero “Damián estudia
Educación”, entonces, en cualquiera de los dos casos, será verdadero que “Damián es
estudiante universitario”. Esto quiere decir que de una disyunción podrá deducirse todo
aquello que se deduzca de suponer ambos miembros de la disyunción. Este es un
ejemplo del tipo de casos en los que se usan enunciados disyuntivos, y está vinculado
con la idea de dilema. Una disyunción sirve para expresar dilemas.

4.4. Negación
Una negación es verdadera si y sólo si el enunciado afectado por la negación es falso.
Así, rotular el enunciado “Laura no estudia Educación” como verdadero equivale a
decir que el enunciado “Laura estudia Educación” es falso. Entonces, afirmar “¬A es
verdadero” es lo mismo que indicar “A es falso”.

4.4.1. Nota sobre negación y contradicción


Una manera de afirmar la verdad de un enunciado negado es mostrar que la
suposición del enunciado (sin la negación) conduce a una contradicción. En efecto, si
un enunciado permite deducir una contradicción, el enunciado es falso, y por lo tanto
su negación es verdadera. Un ejemplo ilustrará esta idea. Recuérdese el caso visto en
relación con el concepto de consistencia en la Unidad 1. Si se afirma que Puerto
Madryn está al sur de Río Gallegos, entonces se llega a contradicciones tales como la
expresada en “Puerto Madryn está al norte del paralelo 50 y no está al norte del
paralelo 50”. Luego, es falso que Puerto Madryn esté al sur de Río Gallegos, y por lo
tanto es verdadero que Puerto Madryn no está al sur de Río Gallegos. Otro hecho
evidente es que una contradicción (un enunciado que nunca puede ser verdadero) se
deduce de afirmar un enunciado cualquiera y su negación (ya que ambos no pueden
ser verdaderos conjuntamente). Esta relación entre negación y contradicción será de
gran importancia más adelante, al presentar el método de deducción natural.

4.5. Condicional
El condicional requiere alguna reflexión preliminar. La verdad del enunciado “Si Laura
estudia Administración, entonces Laura es estudiante universitaria” debe interpretarse
en el sentido de que nunca puede ser verdadero su antecedente “Laura estudia
administración” y falso el consecuente “Laura es estudiante universitaria”. O sea, un
condicional es falso si y sólo si el antecedente es verdadero y el consecuente falso. En
signos: A → B es falso, si A es verdadero y B falso. En los restantes casos el
condicional no será falso, de modo que, por el principio de bivalencia, A → B deberá
ser verdadero. Esto lleva a situaciones paradójicas como las siguientes:

(a) Un condicional con el antecedente falso es verdadero.


(b) Basta que el consecuente de un condicional sea verdadero
para que el condicional sea verdadero.

Así, el enunciado “Si Buenos Aires está en Colombia, entonces Buenos Aires tiene
clima templado húmedo” es, en la situación actual, verdadero. Este es el sentido usual
que tiene el condicional en lógica, llamado “condicional material”, que no cubre todos
los usos del condicional propios del lenguaje cotidiano. No obstante, debe quedar claro
18

que la interpretación básica del condicional lleva a considerar falso un condicional con
antecedente verdadero y consecuente falso. Por lo tanto, un condicional que tenga
antecedente verdadero, deberá tener consecuente también verdadero, si el
condicional es verdadero. En signos: si A → B es verdadero y A es verdadero,
entonces B es verdadero.

4.5.1. Nota sobre el condicional y la relación de deducción


Existe un paralelismo entre el condicional y la relación de deducción. Un razonamiento
es válido (según la definición provisional formulada en la Unidad 1), si siempre que
tiene premisas verdaderas, la conclusión también lo es. En el caso de un
razonamiento que tenga una única premisa, el razonamiento es válido si siempre que
esa única premisa es verdadera la conclusión también lo es (en ese caso la conclusión
se deduce de la premisa). Pero, en estas circunstancias, el condicional formado por la
premisa como antecedente y la conclusión como consecuente será verdadero. En
suma:
Un condicional (A → B) es verdadero si B se deduce de A.
Por ejemplo, la verdad del enunciado “Laura estudia Administración → Laura es
estudiante universitaria” se sigue de que “Laura es estudiante universitaria” puede
deducirse (seguramente junto con otros enunciados) de “Laura estudia
Administración”. Por lo tanto, el condicional verdadero puede verse como una manera
de expresar la relación de deducción entre dos enunciados.

4.6. Bicondicional
El bicondicional es la conjunción de dos condicionales: un condicional y la conversión
de antecedente y consecuente en el mismo. En signos: (A  B) es la conjunción de (A
→ B) y (B → A). Así pues, sus condiciones de verdad resultan de combinar las
condiciones de verdad del condicional y la conjunción. De aquí se sigue que un
bicondicional es verdadero si sus dos enunciados componentes tienen el mismo valor
de verdad.

4.7. Resumen de las condiciones de verdad para las conectivas

() Un enunciado (A  B) es verdadero si y sólo si tanto A como B son verdaderos.

() Un enunciado (A  B) es verdadero si y sólo si A es verdadero o B es verdadero.

() Un enunciado (¬A) es verdadero si y sólo si A es falso.

(→) Un enunciado (A → B) es verdadero si y sólo si no se da que A sea verdadero y


B sea falso (es decir que, si A es verdadero, entonces B es verdadero).

() Un enunciado (A  B) es verdadero si y sólo si se da que A y B son ambos


verdaderos o A y B son ambos falsos (en suma, si A y B tienen ambos el mismo valor
de verdad)
19

4.8. Tablas de verdad

Si se representa los valores de verdad verdadero y falso con las letras v y f, se pueden
presentar las condiciones de verdad para las conectivas en la forma de una tabla o
matriz, tal como sigue

A B ( A) (AB) (AB) (A→B) (A B)

v v f v v v v

f v v f v v f

v f f f v f f

f f v f f v v

Nótense algunas de las conclusiones que pueden extraerse de la tabla.

(1) Para que una conjunción sea falsa es suficiente que uno de sus miembros
sea falso.
(2) Para que una disyunción sea verdadera basta con que uno de sus
miembros sea verdadero.
(3) Para que un condicional sea verdadero es suficiente que el antecedente sea
falso o el consecuente verdadero.

4.9. Código de simbolización

Al simbolizar usando letras mayúsculas del alfabeto el enunciado (3) de la sección


anterior, se estableció una correspondencia entre los enunciados atómicos en
castellano que integraban (3) y letras mayúsculas para enunciados. Esta
correspondencia puede indicarse así

A: Buenos Aires está en Colombia


B: Buenos Aires está próximo al Ecuador
C: Buenos Aires está sobre el Río de la Plata

Llamaremos a esta correlación o correspondencia “código de representación en el


simbolismo lógico” o “código de simbolización”.
20

4.10. Ejemplo de aplicación:

Si Tagore nació en Calcuta, entonces hablaba bengalí, pero esta lengua está
emparentada con el hindi o con el punjabí.

en lenguaje regimentado queda como

(Tagore nació en Calcuta → Tagore hablaba bengalí)  (la lengua bengalí está
emparentada con el hindi  la lengua bengalí está emparentada con el punjabí).

enemos 4 enunciados atómicos a los que les asignaremos, respectivamente, las


letras A, B, C y D, es decir, emplearemos el siguiente
Código:

A: Tagore nació en Calcuta


B: Tagore hablaba bengalí
C: la lengua bengalí está emparentada con el hindi
D: la lengua bengalí está emparentada con el punjabí

La simbolización queda como


((A → B)  (C  D))

4.11. Simbolización de razonamientos.

Si consideramos nuevamente el ejemplo formulado al comienzo de la sección 2, y se


agrega al código propuesto en 4.9. la siguiente representación

D: Buenos Aires está en Brasil

se puede simbolizar el razonamiento (*) como

(A → (B  (¬ C))
(D → (¬ C))
C
(¬ (A  D))

Esta simbolización mediante la notación lógica nos permite destacar las conectivas y
concentrarnos en la estructura lógica del razonamiento. Lo que se obtiene es la
representación lógica del razonamiento original formulado en castellano en los que se
llama lenguaje de enunciados o proposicional.

4.12. Ejemplos ulteriores de aplicación

1. Malinzin fue intérprete de Hernán Cortés, sólo si hablaba castellano y también


náhuatl o quiché. Por lo tanto, Malinzin hablaba castellano y náhuatl; pues era la
intérprete de Hernán Cortés pero no hablaba quiché.
21

Código de simbolización:
A: Malinzin era intérprete de Hernán Cortés
B: Malinzin hablaba castellano
C: Malinzin hablaba náhuatl
D: Malinzin hablaba quiché

De acuerdo con el código se obtiene la simbolización siguiente

(A → (B  (C  D)))
(A  (D))
(B  C)

2. Si el japonés está emparentado con el coreano, entonces no pertenece a la


familia lingüística del chino clásico. Pero si no pertenece a esta familia, entonces
tampoco está vinculado con el tibetano. En consecuencia, el japonés está
emparentado con el coreano, sólo si no lo está con el tibetano.

Código:
A: el japonés está emparentado con el coreano.
B: el japonés pertenece a la familia lingüística del chino clásico
C: el japonés está vinculado con el tibetano.

Simbolización
(A → (B))
((B) → (C))
(A → (C))

5. Cuantificadores

Las conectivas no capturan todas las expresiones lógicas de los razonamientos


deductivos. Piénsese en el siguiente ejemplo, que bien podría ser extraído de alguna
información sobre la organización administrativa de la Provincia de Buenos Aires.

Todas las cabeceras de partido tienen adjudicada al menos una oficina de


correos
Hay al menos una oficina de correos que Puán tiene adjudicada, si Puán es
cabecera de partido

Cuesta pensar que la estructura lógica de este razonamiento pueda analizarse


exclusivamente en términos de conectivas. En la conclusión, está claro que se habla
de Puán: se dice de Puán que si es cabecera de partido tiene adjudicada al menos
una oficina de correos. Por lo tanto, hay un condicional implícito aquí. Pero esto no es
lo único en este razonamiento; en él aparecen las palabras “todos” y “hay al menos
uno” como imprescindibles para considerar que hay una relación de deducción.
22

Las palabras “todos” (tal como sus sinónimos: “cualquier”, “cada”, etc.) y “alguno” (así
como sus sinónimos: “existe al menos uno”, “hay”, etc.) se llaman “cuantificadores” y
son expresiones lógicas, del mismo modo que las conectivas. Pero tienen
características distintas. Cuando en un enunciado se dice “todos los ...” o “algún ...” se
hace referencia a una cantidad no precisada de objetos o individuos de cierto tipo. Por
lo tanto, se presupone que hay un cierto conjunto de cosas (las de ese tipo, cualquiera
sea). En el lenguaje técnico de la lógica se denomina “universo de discurso” o
“dominio de cuantificación” a ese conjunto, e “individuos” a las cosas que lo integran.
Así, cuando nos referimos a una cantidad de entidades de un dominio sin indicar
cuántos son ni enumerarlos, sino empleando las expresiones “todos los ...” o “algún
...”, estamos cuantificando con respecto a los individuos de ese dominio o universo.
Para aclarar estas ideas, tómese el ejemplo siguiente.

Todo es perecedero

Aquí se está expresando que cualquiera sea la entidad que se considere, esa entidad
es perecedera. El enunciado hace una afirmación acerca de todo lo que hay.
Sencillamente llamamos “dominio de cuantificación” a ese conjunto universal integrado
por todo lo que hay. En cambio, mediante el enunciado

Algo es perecedero

se indica que hay alguna entidad que es perecedera. Así, el enunciado hace una
afirmación acerca de al menos un objeto del dominio de cuantificación. Una vez más,
las palabras “todo” y “algo” presuponen un conjunto de entidades (a las que llamamos
“individuos”) al cual se aplican estas expresiones lógicas.

Se parte, entonces, de un dominio de objetos (o universo de discurso), a cuyos


miembros (los individuos del dominio) se adscriben propiedades o atributos, o se los
relaciona con otras entidades. En general, se dirá que se predica de estos individuos.
Se considerarán los dos cuantificadores que se indican a continuación.

5.1. Cuantificador universal

Supóngase que, en un texto referido a países o estados nacionales del mundo,


aparece el siguiente razonamiento:

Todos tienen gobiernos autónomos

Chipre tiene un gobierno autónomo

El enunciado con el cuantificador universal es la premisa

Todos tienen gobiernos autónomos.

Este enunciado contiene la palabra “todos”, que expresa la cuantificación universal.


Hay variados recursos en castellano para expresar la cuantificación universal. Estas
son algunas expresiones que tomaremos como sinónimos (desde el punto de vista
lógico) de la premisa que estamos analizando:
23

Cada uno tiene gobierno autónomo.


Cualquiera tiene gobierno autónomo.

El razonamiento va de una afirmación referida a todos los objetos del dominio a otra
afirmación acerca de un caso particular, el de Chipre. En la premisa se está queriendo
decir: “Cualquier cosa (del dominio) tiene gobierno autónomo”. La expresión “todo”
cuantifica sobre el dominio y por ello es un cuantificador. Esas cosas o individuos del
dominio no están necesariamente especificados: no se indica cuáles son o que
características tienen, sino que se supone únicamente que son elementos del dominio
de cuantificación. Al hablar de “individuo del dominio” se hace un uso implícito de
variables para las entidades del dominio, que podemos representar (como es habitual
en matemática) mediante las letras x, y o z. Así resulta que la premisa del
razonamiento se reescribe como

Para todo objeto x (del dominio), x tiene gobierno autónomo.

Es decir, las frases lógicas son “para todo x”, “cada x”, “cualquier x”, etc.

5.2. Cuantificador existencial

Siguiendo con el mismo tema de países del mundo, tómese el ejemplo:

Holanda es una monarquía


Hay una monarquía
La cuantificación existencial está expresada en la conclusión de este razonamiento:
“Hay una monarquía”. Sinónimos, desde el punto de vista lógico, son, entre otros:
Existe una monarquía.
Algo es una monarquía.
Alguno es monarquía.
Al menos hay una monarquía.

En el razonamiento se concluye que hay al menos un individuo del dominio de


cuantificación que es una monarquía (por eso es una cuantificación existencial). Este
enunciado no afirma que sea un individuo en particular, ni que sea uno solo; podrían
ser más de uno. La cuantificación existencial expresa una indeterminación: hay al
menos uno, pero no se especifica cuál o cuáles son. También se cuantifica aquí sobre
todo el dominio, pero se dice que hay al menos un individuo del que se afirma algo (en
este caso, que es una monarquía). Para indicar que se hace referencia a los
elementos del dominio de manera indeterminada, nuevamente se puede hacer uso de
las variables x, y, z, etc., de modo que el enunciado queda como:
Existe al menos un x tal que x es monarquía.
Debe subrayarse que los cuantificadores incluyen variables de individuo, las que
pueden considerarse también como expresiones lógicas.
24

5.3. Signos especiales para los cuantificadores.

En el caso de los cuantificadores, del mismo modo que ocurría con las conectivas, se
emplearán signos especiales, que reemplazarán en la notación lógica a frases del
castellano como “para todo x”, “cualquier x” y otros sinónimos, regimentando el uso de
estas expresiones. En el caso de la cuantificación universal el signo especial será “x”
(llamado “cuantificador universal”). De este modo, la premisa del razonamiento visto
en 3.3.3 se escribirá del siguiente modo:
x ( x tiene gobierno autónomo)

Para la cuantificación existencial, usaremos el signo “x”, indicando en el simbolismo


de la lógica lo que en castellano se dice con las expresiones “hay al menos un x”, y
sus sinónimos. La conclusión del razonamiento visto en 3.3.2. se representa como
x (x es monarquía)

5.4. Tabla de resumen de los cuantificadores

Cuantificador Signo expresiones en castellano


Universal x todo, cualquiera, cada uno, todos los, los, etc.
Existencial x existe, hay al menos uno, algún, algunos, etc.

Estos cuantificadores junto con las conectivas vistas anteriormente constituyen el


llamado lenguaje de predicados o también lenguaje cuantificacional, donde con
“lenguaje” se hace referencia a un sistema de signos escritos.

5.5. Composición de cuantificadores

En un enunciado puede aparecer más de un cuantificador. Un caso típico, en un


contexto que trata de seres humanos, es:
(1) Todos aman a alguien.

En este enunciado figuran dos palabras que expresan cuantificación, de carácter


universal la primera y de índole existencial la segunda, así que debe interpretarse del
siguiente modo:
(1a) Para todo x (del dominio), existe un y (del dominio), tal que x ama a y,

Usando los signos lógicos respectivos, se puede representar este enunciado como
(1b) x y ( x ama a y )

La situación aquí descripta es la siguiente: imagínese el dominio como un conjunto. Se


dice de cualquiera que se tome de ese conjunto, que para ese cualquiera hay al
25

menos un elemento del conjunto (puede ser él mismo, puede ser otro, o muchos otros)
tal que aquel (el cualquiera, cada uno) ama a este (alguno).
Un ejemplo adicional, referido a un dominio mucho más general es:
(2) Algo es causa de todo

que debe entenderse como


(2a) Existe un x (del dominio) tal que, para todo y (del dominio), x es causa de y.

Usando los signos para cuantificadores, el enunciado se reescribe así:


(2b) x y (x es causa de y)

Se advierte que en ambos ejemplos se usan diferentes variables. Cada variable está
ligada a un cuantificador distinto, y es para evitar confusiones que se emplean
diferentes letras para las variables de individuo. Esto es lo que se llama “cuantificación
múltiple”.
Si empleamos los signos para cuantificadores, el razonamiento

Todos aman a alguien


Laura ama a alguien

se representa así
x y ( x ama a y )
y ( Laura ama a y )

Nótese las diferencias con la formulación en castellano, sobre todo en el orden de las
palabras

6. Predicados y constantes de individuo

Los cuantificadores, tal como se acaba de decir, presuponen un dominio de


cuantificación, integrado por los individuos sobre los que se cuantifica. Cuando no se
hace especificación alguna, este dominio está integrado por entidades de cualquier
tipo (el tipo de entidad no es relevante desde el punto de vista lógico). Más aún, el
dominio estará integrado por todo lo que haya o se pueda tomar en consideración; es
el universo entero, en el sentido más general. Al dominio de cuantificación se lo llama,
entonces, “universo de discurso”.
Ahora bien, en el análisis de los enunciados en los que se detectan cuantificadores
debe quedar claro que está implícita la referencia a un dominio de cuantificación, a
cuyos elementos son los individuos. Los cuantificadores cuantifican respecto del
dominio. Pero además, en estos enunciados se atribuyen ciertas propiedades a esos
individuos, o se indica que mantienen determinadas relaciones entre sí.
En los ejemplos dados en 3.2.1. y 3.2.2. aparecen enunciados como (a) “Puán es
cabecera de partido”, (b) “Chipre tiene gobierno autónomo” y (c) “Holanda es una
monarquía”. En cada caso, “Puán”, “Chipre” y “Holanda” son palabras que se usan
26

para referirse a elementos del dominio: funcionan como nombres. (En la gramática del
castellano, los tres integran la categoría de sustantivos propios, pero eso no es
importante aquí, sino más bien cada uno de ellos designa algún individuo del dominio).
La forma que tienen de referirse a un individuo está determinada, es siempre la misma
(nombran siempre al mismo individuo), es constante. Por eso, estas palabras son
casos en castellano de lo que llamaremos “constantes de individuo”. En el enunciado
(a) se atribuye a Puán ser cabecera de partido, en (b) a Chipre tener un gobierno
autónomo, y en (c) se atribuye a Holanda ser una monarquía. En otros términos, en (a)
se afirma de la ciudad que “Puán” nombra, que es cabecera de partido: en (b) se dice
del país que “Chipre” designa, que tiene un gobierno autónomo; finalmente, en (c) se
asevera del país al que la palabra “Holanda” se refiere, que es una monarquía. Una
forma equivalente es decir que en (a) ser cabecera de partido se predica de Puán, en
(b) tener un gobierno autónomo se predica de Chipre, y en (c) ser monarquía se
predica de Holanda.
Así, se dirá, en general, en la terminología técnica de la lógica, que de los individuos
se predica algo. Hay expresiones que sirven para predicar de los individuos, como “es
una monarquía”, “tener gobierno autónomo”, “ser cabecera de partido”, “ser oficina de
correos de”. Otros ejemplos de predicados son “ser argentino”, “ser mujer”, “ser
número primo”, “ser más alto que”, etc. Por este motivo se habla de un lenguaje de
predicados cuando se incluyen cuantificadores
Obsérvese que la introducción de los cuantificadores como constantes lógicas nos ha
conducido a un análisis de los enunciados que considerábamos atómicos. En el caso
de las conectivas, no importaba cómo era un enunciado atómico; era, justamente, la
unidad última a partir de la cual se construían los enunciados con conectivas
(enunciados moleculares). Ahora la situación es distinta. Para expresar
adecuadamente enunciados que incluyen cuantificadores, debemos distinguir en el
enunciado qué es individuo y qué es un predicado.

6.1. Grado de predicados

Ahora bien, los predicados “es una monarquía”, “es argentino”, “es metal” se atribuyen
a sólo un individuo por vez. Así, se predica “es una monarquía” de España, “es
argentino” de Diego Maradona y “es metal” del hierro. Una situación diferente es la de
predicados como “ama a”, “está al sur de”, “es estudiante de”, “es más extenso que”,
etc. En estos casos, asignamos el predicado a dos individuos (o a un par de
individuos) en cada oportunidad. El predicado “ama a” se atribuye, por ejemplo, a
Laura y Damián, obteniéndose el enunciado “Laura ama a Damián”; el predicado “está
al sur de” se aplica a La Plata y Buenos Aires, para formular el enunciado “La Plata
está al sur de Buenos Aires”; el predicado “ser estudiante de” se predica de Laura y la
Carrera de Comunicación, dando lugar al enunciado “Laura es estudiante de la
Carrera de Comunicación”; el predicado “es más extenso que” vincula a Brasil y
Uruguay, diciéndose entonces “Brasil es más extenso que Uruguay”. En el grupo de
ejemplos, empleamos predicados de grado uno o monádicos; en el segundo usamos
predicados de grado dos o diádicos.
Continuando esta idea, tómese el predicado “está entre ... y ...”, y piénsese en un
contexto en el que se habla de las edades de la historia, por ejemplo, La Edad
Antigua, La Edad Media y La Edad Moderna. Puede formularse, entonces, el
enunciado “La Edad Media está entre La Edad Antigua y La Edad Moderna. Otro caso
es el de “regala ... a ..”, con el que es posible construir el enunciado “Laura regala el
último CD de Robby Williams a Damián”. Análogamente, el predicado “traduce a ...
al...”, que permite formar el enunciado “Damián traduce a Shakespeare al castellano”.
En estos tres ejemplos empleamos predicados de grado tres o triádicos. Por supuesto,
27

puede encontrarse predicados de grado incluso mayor, que se denominan, en general,


“predicados poliádicos”.
Para indicar de manera explícita y sin ambigüedades el grado de un predicado puede
recurrirse a las variables de individuo, simplemente como indicadores del grado. Por
ejemplo, “x es un estado autónomo”, “z es cabecera de departamento” son predicados
de grado 1, “x ama a y”, “z es más extenso que x” son predicados de grado 2, “y está
entre z y x”, “x traduce y al z” son predicados de grado 3. El número de variables
diferentes en el predicado determina el grado.
En síntesis se tiene

• PREDICADOS DE GRADO 1 (PREDICADOS MONÁDICOS)


• PREDICADOS DE GRADO MAYOR QUE 1 (PREDICADOS
POLIÁDICOS)

6.2. Signos para predicados y constantes de individuo

Del mismo modo que sucedía en el caso de las conectivas, se pueden simbolizar
predicados y constantes de individuo. Se logra, así, destacar la estructura puramente
lógica de un enunciado, un conjunto de enunciados o un razonamiento, por medio de
letras para predicados y constantes de individuo. Para los predicados vamos a usar las
letras mayúsculas P, Q, R, S, T, etc., y para las constantes de individuo las letras
minúsculas, a, b, c, d, e, etc. Nótese que, para simbolizar predicados empleamos
letras mayúsculas del alfabeto latino diferentes de las usadas para simbolizar
enunciados. Las letras para constantes de individuos pueden considerarse como
meras etiquetas para indicar individuos del dominio. Ambos tipos de signos sirven para
representar los aspectos de los enunciados que no son lógicos, y por ello no son
signos lógicos, sino signos descriptivos. Su uso se entenderá mejor al ver ejemplos
concretos. Veamos cómo se representan los razonamientos de las secciones 3.1. y
siguientes.

Todos tienen gobiernos autónomos


Chipre tiene un gobierno autónomo

Aquí el predicado es “x tiene gobierno autónomo”, que puede simbolizarse como “Px”,
y al nombre “Chipre” le asignaremos la constante de individuo “c”. Siguiendo la idea
vista en la sección 2.4.1 en relación con las conectivas, conviene establecer aquí
también un código de simbolización, pero ahora relativa a predicados y constantes de
individuo, que en este caso sería:
Px: x tiene gobierno autónomo
c: Chipre
El razonamiento queda simbolizado así:

x Px
Pc

El segundo caso era


28

Holanda es una monarquía


Hay una monarquía

Aquí, el predicado es “x es una monarquía”, que puede simbolizarse como “Qx”, y


podemos referirnos a Holanda con la constante de individuo “a”. El código resultante
es:
Qx: x es monarquía
a: Holanda

De este modo, obtenemos

Qa
z Qz

Finalmente, en el tercer ejemplo

Todos aman a alguien


Laura ama a alguien

figura el predicado “x ama a y” que podemos simbolizar como “Rxy”. Designando a


Laura con la constante de individuo “b”, el código será:
Rxy: x ama a y
b: Laura

Así, se obtiene la simbolización

xy Rxy

y Rby

7. ¿Qué expresan los cuantificadores?

7.1. Introducción
El problema general de caracterizar las constantes lógicas se aplica también al caso
de los cuantificadores. Como las conectivas, los cuantificadores se emplean en
contextos en los que se hacen inferencias deductivas. Los usamos cuando queremos
hacer deducciones, extraer conclusiones, encontrar una inconsistencia. Los signos
especiales que se han introducido para los cuantificadores regimentan o normalizan
las expresiones que se usan en cualquier lengua histórica para expresar ciertos
conceptos lógicos. De este modo, son tratados, tal como sucedía con las conectivas,
con total independencia del idioma en el que se están usando. Los signos especiales
29

introducidos para los cuantificadores tienen un significado implícito en nuestro uso del
lenguaje cotidiano, que ahora debe hacerse explícito: debemos desarrollar, aunque
sea aproximadamente, las características de los cuantificadores, que hemos
destacado por medio de los signos especiales.
Este análisis se hará sobre la misma base que en el caso ya visto de las conectivas.
Se tendrá, así, que una forma de fijar qué entendemos por un cuantificador consiste en
determinar las condiciones que hacen verdaderos o falsos enunciados en los que
estos aparecen. A diferencia del caso de las conectivas, será necesario considerar,
además, la idea de un dominio de cuantificación. También haremos otra suposición
vinculada con el principio de bivalencia: en los ejemplos que vamos a considerar,
todas las constantes de individuo se refieren a un individuo o entidad en particular.
Asumiremos, además, que para todo individuo del dominio de cuantificación hay una
constante que sirve para nombrarlo. Se ofrece a continuación las condiciones de
verdad para cada uno de los cuantificadores.

7.2. Cuantificador universal

¿Bajo qué condiciones un enunciado que tiene un cuantificador universal será


verdadero? Tómese, por ejemplo, “Todos son profesionales”, representable en el
simbolismo lógico como “x Px”. Debería ser evidente que la condición para que este
enunciado sea verdadero es que todos los individuos del dominio cumplan con el
predicado “x es profesional”. (No basta con que sean algunos, un número grande,
muchos o casi todos los elementos del dominio los que tengan la propiedad de ser
estudiantes, todos tienen que serlo). De este modo, “x Px” será verdadero, a
condición de que el predicado “Px” se atribuya a todo individuo del dominio. Si esto es
así, entonces será verdadero todo enunciado “Pc”, donde “c” es una constante que
designa un individuo cualquiera del dominio (recordemos que se ha supuesto que
todas las constantes nombran al menos un individuo). Asimismo, si “Px” se predica de
todo individuo, entonces “Pc” será verdadero, para cualquier constante “c”, y “xPx”
será un enunciado verdadero.

7.3. Cuantificador existencial


Un enunciado “x Px” será verdadero, a condición de que “Px” se predique de algún
individuo del dominio de cuantificación (aunque queda indeterminado de cuál individuo
se trata). Y si “x Px” es verdadero, entonces sucederá igualmente que “Px” se predica
de algún individuo del dominio. Así, “Hay un millonario” es verdadero si y sólo si de
algún individuo puedo afirmar que es millonario. Por eso, decir que un enunciado “x
Px“ es verdadero, es lo mismo que aseverar que “Pc” es verdadero para alguna
constante de individuo “c” (quedando indeterminado para cuál).

7.4. Resumen de las condiciones de verdad para los cuantificadores

(x) Un enunciado “x Px” es verdadero si y sólo si al reemplazar “x” en “Px”


por cualquier constante de individuo se obtiene un enunciado verdadero (es
decir, “Pa”, “Pb”, “Pc”, “Pd”, etc. son todos enunciados verdaderos).

(x) Un enunciado “x Px” es verdadero si y sólo si al reemplazar “x” en “Px”


30

por alguna constante de individuo se obtiene un enunciado verdadero (es


decir, al menos uno de los enunciados “Pa”, “Pb”, “Pc”, “Pd”, etc. será
verdadero).

7.5. Nota. Cuantificadores como conectivas generalizadas:


De las condiciones de verdad para los cuantificadores se sigue:

Si “x Px” es verdadero, entonces “Pa” es verdadero y “Pb” es verdadero y “Pc”


es verdadero (y así siguiendo).

Si x Px es verdadero, entonces Pa es verdadero o Pb es verdadero o Pc es


verdadero (y así siguiendo).

Estas afirmaciones sugieren la idea de ver el cuantificador universal como una


conjunción generalizada (con un número indeterminado, e incluso infinito, de
miembros) y el cuantificador existencial como una disyunción generalizada (con un
número indeterminado, e incluso infinito, de miembros). Sobre esta base la
cuantificación universal

x Px

puede leerse como una abreviatura de la cadena de conjunciones

Pa  Pb  Pc  ...

y, a su vez, la cuantificación existencial

x Px

puede interpretarse como

Pa  Pb  Pc  ...

Claro que, como estas cadenas pueden ser infinitas, es imposible tratarlas
análogamente a la conjunción y disyunción tales como las hemos presentado. Así, por
ejemplo, no es podemos elaborar tablas para los cuantificadores similares a las
empleadas en el caso de las conectivas.

8. Representación en la notación lógica


31

8.1. Resumen: La notación lógica

negación: ¬
conjunción: 
CONECTIVAS: disyunción: 
condicional: →
PARA bicondicional: 
CONSTANTES
LÓGICAS: universal: x
SIGNOS CUANTIFICADORES: existencial: x
LÓGICOS

PARA
VARIABLES DE INDIVIDUO: x, y, z, etc.
.

PARA
PREDICADOS: P, Q, R, S, T, etc.
SIGNOS
NO LÓGICOS PARA
CONSTANTES DE INDIVIDUO: a, b, c, etc.

PARÉNTESIS: (, )

8.2. Casos con conectivas y cuantificadores

Hasta ahora conectivas y cuantificadores se han presentado de manera separada,


pero ambos tipos de signos lógicos aparecen entremezclados en enunciados y
razonamientos del lenguaje cotidiano. Véase el caso siguiente.

23 es mayor que 17 y ambos son números primos


Existe un número primo mayor que 17

Como predicados tenemos: “x es número primo” (de grado uno o monádico) y “x es


mayor que y” (de grado dos o diádico). La premisa contiene conjunciones, de modo
que, regimentándola con signos lógicos, queda como:

(23 es mayor que 17  (23 es número primo  17 es número primo))


32

y la conclusión es:

x (x es primo  x es mayor que 17 ).

Nótese que en esta simbolización de la conclusión hay una conjunción que no está
expresada de manera explícita en su formulación en castellano.
Véase el siguiente ejemplo de razonamiento, que suele aparecer en todos los
manuales de lógica:

Todos los seres humanos son mortales


Sócrates es un ser humano
Sócrates es mortal

Su validez salta a la vista: de la verdad de las premisas se sigue forzosamente la


verdad de la conclusión. Los predicados en cuestión son “x es ser humano”, “x es
mortal”, y “Sócrates” es la única constante de individuo. La primera premisa es el único
enunciado donde aparece al menos un signo lógico: “todos”. Sin embargo, ¿cómo
debe interpretarse? El enunciado no está diciendo “Todo es mortal”, sino “Todo lo que
cumple con la condición de ser humano, es mortal”, o, en otras palabras, “Cualquier
cosa es mortal a condición de que sea ser humano”. Así pues, la forma regimentada
de este enunciado con signos lógicos dice:

x (x es ser humano → x es mortal).

Así, la estructura lógica del enunciado “Todos los hombres son mortales” contiene no
sólo el cuantificador universal, sino también un condicional.
Si se emplean letras para predicados y constantes de individuo, se puede formular el
código:

Qx: x es ser humano


Px: x es mortal
a: Sócrates

y el razonamiento se representa en la notación lógica como

x (Qx→ Px)
Qa
Pa

Veamos cómo puede simbolizarse el razonamiento visto al comienzo de la sección 3.


Este caso es más complejo e incluye predicados de grado dos.
33

Todas las cabeceras de partido tienen adjudicada al menos una oficina de


correos
Hay al menos una oficina de correos que tiene adjudicada Puán, si Puán es
cabecera de partido

Si empleamos el código:

Px: x es cabecera de partido


Txy: x tiene adjudicado y
Sx: x es oficina de correos
a: Puán

la representación del razonamiento en la notación lógica es

z (Pz → y (Tzy  Sy))


(Pa → x (Tax  Sx))

Obsérvese el empleo de los paréntesis tanto para agrupar enunciados con conectivas
como para indicar el alcance de los cuantificadores.
Estos dos razonamientos formulados en la notación lógica son ejemplos del lenguaje
de predicados o cuantificacional.

8.2.1. Nota. Variables y aparición de variables


Dentro de un enunciado formulado en el simbolismo lógico, una variable puede
aparecer repetidas veces. Por ejemplo, en el enunciado “x (Qx→ Px)” la variable x
aparece tres veces, una con el cuantificador y las dos restantes dentro de los
paréntesis. La variable es siempre la misma (es decir, “x”), pero tiene tres apariciones.
En el enunciado “z (Pz → y (Tzy  Sy))”, las variables “z” e “y” aparecen tres veces.
Cuando se habla de la variable en un enunciado no importan las apariciones, pero si
se habla de sus apariciones debe indicarse cuál específicamente. Por ejemplo, puede
decirse en el caso del segundo enunciado que la variable “y” aparece en el
consecuente del condicional, pero no en el antecedente.

8.2.2. Alcance de los cuantificadores

Los paréntesis sirven para indicar también el alcance del cuantificador, es decir, hasta
dónde, en el enunciado, abarca el cuantificador. Todas las veces que figure dentro de
los paréntesis la misma variable de individuo que aparece en el cuantificador se
considerará que ésta está dentro del alcance del cuantificador. Esto está ligado con la
aparición de variables y requiere una mayor aclaración posterior a través de los
ejemplos. En el esquema de enunciado

z (Pz → y (Tzy  Sy) )


34

el paréntesis que precede a “Pz” y el que está al final de la expresión no sólo


componen el condicional, sino que indican el alcance del cuantificador universal “z”.
Si se los eliminara, se obtendría

z Pz → y (Tzy  Sy)

y no quedaría claro que “z” está afectando a todas la apariciones de la variable z en


la expresión dada. Por lo demás, esta expresión recibiría una interpretación totalmente
distinta y no sería una representación correcta en el simbolismo lógico del enunciado
original:
Todas las cabeceras de partido tienen adjudicada al menos una
oficina de correos.

8.2.3. Nota. Condicional y cuantificación universal.

En el contexto de cuantificaciones universales, el condicional sirve para expresar


regularidades que se dan en ámbitos de la realidad, y que reciben el nombre de leyes
o enunciados legaliformes. Por ejemplo, los enunciados “Todos los metales conducen
el calor”, “Todos los hombres son mortales” expresan una regularidad, y se simbolizan
asI:
x (Px → Qx)

Este enunciado es verdadero si nunca puede darse que “Pa” sea verdadero y “Qa”
falso, “Pb” sea verdadero y “Qb” falso, “Pc” sea verdadero y “Qc” falso, y así siguiendo
con todas las constantes de individuo.

8.3. Ejemplos ulteriores de aplicación

Código: Px: evoluciona. Qx: x es sociedad Rx: x se transforma

1.
Todo evoluciona Algo evoluciona
x (x evoluciona) x Px x (x evoluciona) x Px

Toda sociedad evoluciona Algunas sociedades evolucionan


Las sociedades evolucionan Hay sociedades que evolucionan
Cualquier sociedad evoluciona Existe una sociedad que evoluciona
x (x es sociedad → x evoluciona) x (x es sociedad  x evoluciona)
x (Qx →Px) x (Qx  Px )

Algunas sociedades evolucionan y se


Toda sociedad evoluciona y se transforma
transforman
x (x es sociedad → (x evoluciona  x se
x (x es sociedad  (x evoluciona  x se
transforma) )
transforma) ) x ( Qx  (Px  Rx) )
x (Qx →(Px  Rx) )
35

2.
Nada evoluciona Algo no evoluciona
x ((x evoluciona) ) x (Px) x (x evoluciona) x (Px)

Ninguna sociedad evoluciona Algunas sociedades no evolucionan


x (x es sociedad → ( x evoluciona)) Hay sociedades que no evolucionan
x (Qx → ( Px)) x (Qx  ( Px))

Ninguna sociedad evoluciona y se transforma Hay sociedades que no evolucionan ni se


x (x es sociedad → ( (x evoluciona  x se transforman
transforma) )) x (x es sociedad  ( x evoluciona   x se
x (Qx → ( (Px  Rx) )) transforma) ) x (Qx  (( Px)  ( Rx)) )

3.
Si Cuauhtémoc era azteca, entonces no todos los aztecas eran cobardes o supersticiosos.

en lenguaje regimentado

Cuauhtémoc era azteca → x (x es azteca → ( x es cobarde  x es supersticioso))

Código:
Px: x es azteca
Qx x es cobarde
Rx: x es supersticioso
a: Cuauhtémoc

Simbolización:
Pa → x (Px → ( Qx  Rx) )

4.
Ningún azteca era cobarde; sin embargo algunos de ellos eran supersticiosos y
Moctezuma era supersticioso.

z (z es azteca →  z es cobarde )  ( z (z es azteca  z es supersticioso)  Moctezuma


era supersticioso) )

Código:
Px: x es azteca
Qx x es cobarde
Rx: x es supersticioso
a: Moctezuma
z (Pz → Qz)  ( z ( Pz  Rz )  Ra )

5. Los alanos y los cimbrios eran germanos. En consecuencia, los cimbrios no eran
musulmanes y los alanos tampoco; pues ningún germano era musulmán.

Código:
Px: x es alano
Qx: x es cimbrio
Rx: x es germano
36

Sx: x es musulmán

Dos maneras de simbolizar el razonamiento son las siguientes:

x ( (Px  Qx ) → Rx ) x ( (Px  Qx ) → Rx )
x (Rx → ( Sx) ) x (Rx → ( Sx ))
x (Qx → ( Sx))  x (Px → ( Sx)) x ( (Px  Qx ) → ( Sx))

También podríamos simbolizar este mismo razonamiento empleando otras variables,


por ejemplo:

z ( (Pz  Qz ) → Rz ) x ( (Px  Qx ) → Rx )
y (Ry → ( Sy) ) x (Rx → ( Sx) )
x (Qx → ( Sx))  x (Px → ( Sx)) z ( (Pz  Qz ) → ( Sz))

6. Hay funcionarios que no son honestos. Ya que no todos los jueces son
imparciales. Sin embargo, cualquiera de ellos es un funcionario. Además, ningún
juez que no sea imparcial es honesto.

Código:
Px: x es juez
Qx: x es imparcial
Rx: x es funcionario
Sx: x es honesto

Simbolización
 x (Px → Qx)
y (Py → Ry)
x ( (Px   Qx) → ( Sx))
z (Rz  ( Sz))

8.4. Sobre la semántica de los signos no lógicos. Individuos, propiedades y


relaciones

Supóngase, tal como sucedía en casos anteriores, que se está hablando de los países
del mundo y considérese los siguientes enunciados:

1. Suiza es montañosa.
2. Finlandia es boscosa.
3. Suiza está al sur de Finlandia y Finlandia no está al sur de Portugal.
4. Si Suiza es montañosa, entonces algo (del dominio considerado) es montañoso.

Un posible código es:


37

a: Suiza Px: x es montañoso


b: Finlandia Qx: x es boscoso
c: Portugal Rxy: x está al sur de y

los enunciados quedarían representados en el simbolismo así:

1. Pa
2. Qb
3. Rab  ¬Rbc
4. Pa → x Px

Como en los casos de las secciones precedentes, se advierte que los signos no
lógicos, predicados y constantes de individuo, cumplen también una función
semántica. Ellos marcan categorías semánticas que son presupuestas en la lógica y
que hace que los enunciados atómicos posean una estructura, en términos de
individuos del dominio y de lo que se predica de ellos.
Una primera idea intuitiva es que los predicados monádicos expresan propiedades de
objetos del dominio y los poliádicos expresan relaciones entre ellos. Esto merece
alguna aclaración. En el contexto de nuestra representación, decimos cosas acerca de
las entidades del dominio; esto es, predicamos acerca de ellas, y al hacerlo, puede
decirse, les adscribimos determinadas propiedades y afirmamos que entre ellas
median determinadas relaciones.
Tómese nuevamente, a título de ilustración, los países del mundo como el dominio de
objetos al que nos referimos. Estos países pueden ser montañosos, boscosos, pueden
tener salida al mar, etc. (es decir, pueden tener propiedades). También puede darse
que un país tenga más habitantes que otro, sea más pequeño que otro, se encuentre
al norte de otro (relaciones entre dos países), o dados tres países puede darse que
uno de ellos limite con los otros dos (relaciones entre tres países), etc.
De este modo, la representación se organiza en torno de objetos (individuos),
propiedades, relaciones. A los individuos se hará referencia mediante las constantes
de individuo y todo lo que se diga de los individuos se expresará mediante predicados.
Esto se puede resumir en el siguiente cuadro:

constantes de individuo ---- expresan ----- objetos (individuos)


predicados monádicos ---- expresan ---- propiedades de objetos
predicados poliádicos ---- expresan ---- relaciones entre objetos

8.5. Nota. Predicación y designación


El cuadro que se acaba de ofrecer debe tomarse con sumo cuidado y solamente como
una primera aproximación, pues lleva a suponer que propiedades y relaciones son
entidades. Este es un supuesto ontológico fuerte, que no se sigue de la presentación
precedente del lenguaje lógico. Como ya se mencionó, hay un universo de entidades,
38

el dominio de cuantificación, y se predica sobre ellos. Aquello que se predica se


expresa a través de los predicados. Se puede decir que las constantes de individuo
representan objetos, mientras que los predicados representan conceptos. El problema
es, entonces, la naturaleza ontológica de los conceptos; si son entidades del dominio
de cuantificación o no.
La predicación es una tema importante desde Aristóteles, y que está ligado con el
problema de los universales. En el desarrollo de la lógica matemática desde la
segunda mitad del siglo XIX este tema ha sido vuelto a considerar, ampliando la idea
de predicación para incluir predicados poliádicos.
La relación de predicación es distinta a la designación, referencia o denotación. Un
nombre o constante de individuo designa, refiere o denota un objeto del dominio, en el
sentido de que está en lugar del objeto. De este modo, la referencia es una relación
entre el nombre o constante de individuo y un objeto. La predicación es también una
relación, pero entre predicados y los objetos (individuos) del dominio. Se dice que el
objeto satisface al predicado cuando la predicación da lugar a un enunciado
verdadero. Por ejemplo, el predicado “x es planeta” satisface al objeto que es la Tierra,
puesto que el enunciado “La Tierra es un planeta” es verdadero. El predicado “x tiene
más volumen que y” satisface al par de objetos que son Júpiter y Venus, pues el
enunciado “Júpiter tiene más volumen que Venus” es verdadero.
Esta situación puede presentarse diagramáticamente en el siguiente cuadro

NOMBRE PREDICADO
│ /
DESIGNACION │ / PREDICACION
│ /
│ /
│ /
INDIVIDUO

8.6. Nota. Problemas de riqueza expresiva: lenguaje de predicados y lenguaje de


enunciados

El razonamiento (*) formulado al comenzar la sección 2, acerca de la ubicación de


Buenos Aires, también puede simbolizarse analizando los enunciados en términos de
predicados y constantes de individuo, y esto pese a no contener cuantificadores. Si
establecemos el código:
Px: x está en Colombia
Qx: x está próximo al Ecuador
Rx: x está sobre el Río de la Plata
Sx: x está en Brasil
b: Buenos Aires
39

el ejemplo (*) se puede expresar simbólicamente así:

(Pb → (Qb  (¬ Rb)))


(Sb → (¬ Rb))
Rb
(¬ (Pb  Sb))

Como este razonamiento contiene únicamente conectivas, en realidad no hay


variaciones en su estructura lógica. Como se verá en la unidad 4, su validez podrá
determinarse siguiendo cualquiera de las dos simbolizaciones. Sin embargo, esta
última representación, al analizar el interior de los enunciados en términos de
predicados e individuos, muestra más estructura que la anterior. Por eso se dice de
esta simbolización que tiene una mayor riqueza expresiva.
Más aun, también podría pensarse en una simbolización con predicados de grado dos,
como “x está en y”, “x está próximo a y”, “x está sobre y”, y en la cual se distinguen
“Colombia”, “el Ecuador”, “Río de la Plata”, “Brasil” como constantes de individuo. Es
decir, empleando el código:
Pxy: x está en y
Qxy: x está próximo a y
Rx: x está sobre y
a: Colombia
b: Buenos Aires
c: el Ecuador
d: el Río de la Plata
e: Brasil
la representación del razonamiento (*) es:

(Pba → (Qbc  (¬ Rbd ))


(Pbe → (¬ Rbd))
Rbd
(¬ (Pba  Pbe))

Esta simbolización es más rica y compleja en cuanto a su contenido extra lógico, pero
los signos lógicos que aparecen son los mismos que en las anteriores simbolizaciones,
y están combinados del mismo modo. Por eso, las tres representaciones de este
razonamiento tienen idéntica estructura o forma lógica.
40

8.7. Ejemplos ulteriores de aplicación:

1. Código: Pxy: x contamina y Grado de P= 2

Todo contamina algo Algo contamina todo Nada contamina todo

x y (x contamina y) x y (x contamina y) x  y (x contamina y)


x y Pxy x y Pxy x y Pxy

Todo contamina todo Algo contamina algo Nada contamina nada

x y (x contamina y) x y (x contamina y) x y  (x contamina y)


x y Pxy x y Pxy x y Pxy

2. Código: Px: x es fábrica Qxy: x contamina y Rx: x es río


Grado de P= 1; Grado de Q= 2; Grado de R: 1

Toda fábrica contamina algo Algunas fábricas contaminan todo

x(x es fábrica → y x contamina y) x(x es fábrica  y(x contamina y))


x ( Px → y Qxy) x (Px  y Qxy)

o bien: o bien:

xy(x es fábrica → x contamina y) x y (x es fábrica  x contamina y)


x y ( Px → Qxy) x y (Px  Qxy)

Ninguna fábrica contamina todo Algunas fábricas contaminan algunos ríos

x(x es fábrica→y(x contamina y)) x(x es fábrica  y(y es río  x contamina y))
x (Px → y (Qxy) ) x ( Px  y( Ry  Qxy) )

o bien: o bien

xy(x es fábrica → x contamina y) xy(x es fábrica  (y es río  x contamina y))


x y (Px → Qxy) x y ( Px  ( Ry  Qxy) )

3.
Toda fábrica contamina algún río

x (x es fábrica → y (y es río  x contamina y) )


x ( Px → y ( Ry  Qxy) )
41

4.
Hay fábricas que contaminan todos los ríos

x (x es fábrica  y (y es río → x contaminan y) )


x ( Px  y ( Ry → Qxy) ).

5.
Ninguna fábrica contamina todos los ríos

z(z es fábrica → y( y es río → z contamina y) )


z ( Pz → y ( Ry →Qzy) )

6.
Todo ciudadano elige diputados y senadores.

x (x es ciudadano → ( y (x elige como diputado a y)  z (x elige como senador a z) )


)

Código:

Px: x es ciudadano (grado 1)


Qxy: x elige como diputado a y (grado 2)
Rxy: x elige como senador a y (grado 2)

x ( Px → ( y Qxy  z Rxz) )

8.
El Rig Veda fue escrito en la lengua sánscrito. De modo que el sánscrito es una
lengua sagrada. Pues la lengua en que está escrito cualquier texto sagrado es
sagrada; y el Rig Veda es un texto sagrado.

Código:
Pxy: x está escrito en lengua y
Qx: x es texto sagrado
Rx: x es lengua sagrada
a: el Rig Veda
b: el sánscrito

El razonamiento es simbolizado como


Pab
x y( ( Qx  Pxy) → Ry ) )
Qa
Rb

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