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Se les llama hepáticas con cuernos porque su fase de esporofito tiene una llamativa forma de cuerno.
Son del grupo de los briófitos, y como tal son los embriófitos menos evolucionados, con dominio del
gametofito entre generaciones y sin haces vasculares
Gametofito:
Como ya hemos estudiado anteriormente, las antocerotas forman parte de la división de los briófitos, por
tanto, el gametofito es la fase dominante en su ciclo de vida.
Desarrollo y morfología:
El gametofito se desarrolla a partir de una espora haploide liberada por el esporofito. Esta espora al crecer
suele pasar por una fase juvenil o protonema antes de llegar a ser completamente adulto, pero en las
antocerotas esta fase es muy reducida e incluso nula, de manera que la espora se desarrolla en un
gametofito taloso directamente.
El gametofito tiene forma de lámina redonda y verde, muy parecida al gametofito de cualquier hepática. En
la parte inferior cuenta con unos rizoides unicelulares con los que se ancla al sustrato y unos poros no
estomáticos en cuyo interior a veces viven algunas algas Nostoc.
Tienen un solo cloroplasto por célula y son las únicas plantas terrestres que cuentan con pirenoides.
Reproducción:
En cuanto a la reproducción sexual el gametofito cuenta con dos estructuras reproductoras, una masculina y
otra femenina:
Esporofito:
El esporofito es muy característico y es el que le da el nombre a este grupo de “heaticas con cuernos”
porque tiene forma de cuerno.
Crecimiento:
Como hemos estudiado en este grupo de briófitos, ambas generaciones son dependientes entre sí, es decir,
que no viven aisladas, de manera que el esporofito vive sobre el gametofito.
El embrión se desarrolla en el interior del cuerpo del
gametofito, en el arquegonio, y se ancla a él a través de un
pie. Encima de este pie tenemos el meristemo que es el
tejido característico de las plantas y que les hace crecer. El
esporofito crece hacia arriba, pero para salir al exterior
tiene que romper una parte del talo del gametofito, y lo
hace de la siguiente manera. La fase juvenil del esporofito,
al que vamos a llamar esporogonio, ejerce presión hacia
arriba, sobre la pared del gametofito, invaginándola, hasta
que la presión es demasiada y se rompe un pequeño orificio
e el extremo superior por el cual emerge el esporogonio. A
esta cubierta gametofítica que envuelve la base del
esporofito se le llama involucro.
Morfología:
Reproducción:
Cada célula madre esporógena, por meiosis va a dar lugar a cuatro meiosporas o haplósporas, que se
liberarán al exterior a través de un poro apical del esporofito.
Cada célula estéril, por mitosis, va a dar lugar a numerosas células diploides llamadas pseudoeláteres cuya
función es asociarse a las meiósporas y contribuir en su nutrición cuando están en proceso de desarrollo y en
su dispersión cuando están en un periodo de madurez. Los pseudoeláteres tienen las paredes lisas y son
parecidos, pero no iguales a los llamados eláteres que estudairemos más adelante, que presentan ciertos
engrosamientos.
Ecología:
Necesitan un hábitat húmedo, por eso viven sobre todo en regiones tropicales y templadas. En la Península
Ibérica existen sólo seis especies.