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Alexa Riley, Trailer Park Virgin
Alexa Riley, Trailer Park Virgin
Rick
Miro mientras se apresura alrededor de la cocina poniendo la comida en
los platos. Me parece que no puedo sacar mis ojos de sus cremosas, piernas
gruesas, mientras se mueve alrededor de la cocina llevando una de mis
camisas. Es algo que siempre hace en el día de lavandería.
Cuanto mayor se ha vuelto en los últimos años, más alto y más alto la cosa
parece estar golpeando en sus putos muslos. Muslos que parecen estar
ocupando cada uno de mis pensamientos últimamente. Muslos en los que
pienso a altas horas de la noche, cuando acaricio mi polla. Muslos que
quiero separar antes de devorar lo que hay entre ellos. Quiero colarme en
su habitación y saborear ese coño joven que yo sepa todavía tiene una 5
cereza. Está ahí y tiene que ser tomado.
Corriendo una mano por mi cara, trato de aliviar un poco de tensión, una
tensión que ha estado construyéndose durante meses ahora. Un hambre
como nunca he sentido. No puede ser alimentado y crecer cada día.
Debería haberlo visto venir. Cuando la madre de la pequeña Gracie se
fue de la ciudad hace cinco años, cuando Gracie tenía sólo trece años, no
hice ningún movimiento para localizarla. Me enteré un año más tarde que
murió de una sobredosis de drogas, haciéndome un viudo. La única culpa
que sentí fue por Gracie perdiendo a su madre, pero con toda sinceridad
en realidad nunca fue una.
Gracie fue parte de la razón por la que me había casado con la mujer,
para empezar. Ellas vivían por la cancha de remolque de mí y mi propio hijo,
Ty. Sentí pena por la niñita que corría alrededor, sucia y despeinada, y su
mamá no era del todo mala a la vista. Tenía hombres yendo y viniendo, y
me preocupaba por la pequeña niña que no era tan pequeña ya.
Su culo se menea mientras se mueve hacia atrás y adelante a través de
la cocina.
Su mamá y yo duramos aproximadamente un mes, como mucho. Ella se
había ido antes de que la tinta se secara en la acta de matrimonio.
Probablemente sólo contenta de que hubiera otra persona para cuidar de
Gracie. Ty y yo hemos estado haciendo eso durante los últimos cinco años,
pero cuanto mayor se hacía, cuantas más cosas empezaron a cambiar. No
la vi como la niña sucia más. Oh, yo quería hacerla sucia, pero en una
manera completamente diferente.
Como si finalmente me notara, gira su cabeza, mirando sobre su hombro.
—Está casi listo. Hice tu favorito. —Coloca un plato en la mesa antes de
hacer su camino hacia mí. Su largo-hasta-la-cintura, blanco-como-la-nieve
pelo rebota a su alrededor con cada paso, sus tetas haciendo lo mismo. Ella
es lo suficientemente mayor y consiguió suficientemente grandes tetas que
debería usar un sujetador, pero no lo hace. Parándose de puntillas, me da
un beso en la mejilla. Aprieto mi puño para detenerme de agarrar un
asimiento de ella y tirarla hacia mí. Llenando mis manos con su exuberante
culo mientras averiguo si tiene bragas debajo de mi camisa.
Debería decirle que deje de vestirse así. Que me está llevando al límite.
Que voy a tomar la misma la cosa con la que parece estar burlándose de
mí. No soy el único que parece estar notándola últimamente, tampoco. Los
ojos de Ty la siguen igual que los míos.
—¿Ty va a estar aquí pronto? —pregunta, haciendo otro plato.
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—Se quedó hasta tarde para sacar algunas horas extras. Estará en casa
en un rato. —En mis palabras ella termina de hacer el plato, luego lo pone
en el microondas. Es algo que siempre hace cuando alguno de los dos llega
tarde a casa de la fábrica. Los dos sabemos que pase lo que pase cuando
entramos por la puerta, ella tendrá la comida caliente en la mesa para
nosotros.
Si me preguntas, su permanencia después de graduarse de la escuela
secundaria va a sellar su destino. No puede andar alrededor semi-desnuda
frente a dos hombres y creer que no van a querer una probada. Vivimos en
un pequeño pueblo. La mayor parte de la población trabaja en la fábrica
de plásticos local. No es como si pudieras ir calle abajo a un bar local y
conseguir algún coño fácil —a menos que quieras follar la misma cosa que
todos los demás están follando una y otra vez. ¿Por qué querría eso cuando
tengo un dulce joven coño en casa?
Olería su coño mientras me masturbaba en un par de sus pequeñas
bragas blancas. Lamo mis labios pensando en el par que saque de su ropa
sucia anoche. Ya las había arruinado. El olor de su coño había desaparecido
de ellos, cubierto y reemplazado por mi olor. No fue suficiente. Necesito más.
Quiero probar directamente de su coño mientras tiro mi polla.
Ella tiene que estar fuera de bragas ya. Tengo la sensación de que Ty ha
estado haciendo lo mismo, por lo que entre nosotros dos, debemos de haber
pasado por todos ellos ya. ¿Eso quiere decir que no tiene nada debajo de
esa camisa mientras se mueve alrededor, sus grandes tetas rebotando con
cada paso?
—¿No tienes hambre? —pregunta, de pie junto a la pequeña mesa en la
cocina. Lame su grueso labio inferior antes de que sus dientes se hundan en
él.
—No es lo que quiero —gruño, sin hacer ningún movimiento para
acercarme a la mesa.
—Pero es tu favorito. —Ella mira hacia abajo a la mesa, luego, sus grandes,
azules, inocentes ojos encuentran los míos confundidos.
Hago mi camino hacia la mesa, sacando mi silla y sentándome. Ella hace
lo mismo, y puedo sentir sus ojos en mí mientras empiezo a comer. Realmente
me encanta su carne asada, pero hoy no tiene ningún sabor. Hundo mis
dientes en la carne jugosa, y con cada bocado mi hambre crece. Un
hambre que quiere hundir sus dientes en algo más.
Cuando he terminado, miro para ver que ni siquiera ha tomado un
bocado de su propia comida. Solo me mira como si estuviera esperando 7
algo.
—¿Quieres más? —pregunta, la misma confusión de antes coloreando su
tono.
—No es lo que quería.
—Puedo hacer algo más. —Se desliza hasta el final de su silla como si
estuviera a punto de levantarse. La acción hace que la camisa que lleva
puesta se deslice por sus muslos. Un pequeño movimiento y podría averiguar
si tiene aquellas bragas puestas o no. La agarro por la muñeca, deteniendo
sus movimientos, mis ojos bloqueados entre sus piernas.
—Muéstramelo. —Mis palabras salen espesas. No alzo la vista hacia ella.
Mantengo mis ojos bloqueados justo donde los quiero. Siento su pulso
acelerarse, pero sus dedos se mueven hacia el dobladillo de la camisa.
Su mano llega entre sus piernas mientras levanta la camisa sólo un poco,
mostrándome sus simples bragas blancas.
—Huelen como tú. Las encontré en tu habitación cuando estaba
limpiando.
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Traducido por Vickydey9330
Corregido por Griz
Rick
—¿Estás tratando de jugar juegos conmigo, Gracie? —Aparto mis ojos
de su coño para mirarla a la cara.
—No, papi Rick. —Se muerde el labio inferior, y sus mejillas se ponen
rosadas.
—Eres lo suficiente mayor como para empezar a cuidar de algunas
tareas adicionales por aquí. Eres una niña grande, y es el momento.
Ella asiente con nerviosismo hacia mí y empieza a dejar el dobladillo
de mi camisa caiga de su mano.
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—Oh no. Recoge eso. Me vas a dar un poco de atención extra y hacer
bien tu estancia aquí. Tu hermano y yo trabajamos duro para mantener un
buen lugar para ti. Te gusta esto, ¿verdad, cariño?
—Sí. —Su respuesta es rápida al igual que ella asiente con la cabeza.
—Te tratamos bien, ¿verdad? —Me apoyo un poco, queriendo estar
más cerca.
—Oh sí. Tú sabes Te quiero tanto.
—Y Te quiero, también, bebé. Es sólo tiempo para que hagas lo que
hacen las mujeres. —Chupo mis labios y miro de vuelta hacia su coño—.
¿Sabes lo que estoy queriendo?
—S-sí. —Oigo su trago, y como una respiración nerviosa le sigue.
—Vamos a continuar, y ponte de pie. Déjame ver tu coño. Tú has
estado teniendo esas tetas desde hace un tiempo, y sé que ese coño
todavía está fresco. Lo he estado oliendo desde hace semanas, y es hora
de que haga uso de él.
Poco a poco empieza a ponerse de pie, y deja caer mi mano de su
muñeca para ir hasta su cintura. Con la otra mano, empujo mi plato vacío y
la traslado de estar delante de mí a entre mis piernas.
Alcanzo debajo de su camiseta, siento su piel caliente temblar un poco
cuando mis manos se mueven de su cintura a sus bragas.
—No vas a pelear conmigo, ¿verdad?
Ella niega con la cabeza y se muerde los labios de nuevo cuando sus
mejillas se ponen rojas.
—Quieres que lo veo, ¿verdad, bebé?
Cierra los ojos, pero da una ligera inclinación de cabeza. Sonrío un
poco, pensando como probablemente es joven y caliente. Ella nunca ha
sido tocada de esta manera. Estoy seguro de que está con ganas de saber
lo que se siente.
—Voy a hacer que sea bueno para ti, Gracie. Sólo hay que poner ese
culo en el borde de la mesa y descansar para mí.
Deslizo sus bragas el resto del camino fuera de ella cuando se sienta en
el borde de la mesa. Empujo su camisa hacia arriba, dándome un vistazo
perfecto de su coño adolescente, cuando empujo sus piernas.
Ella tiene rizos rubios ahí abajo, pero ella es tan rosada como una rosa,
húmeda y pegajosa. Aprieto las manos en el interior de sus muslos y veo
como sus labios se extienden, y me muestra cuán mojada ella es. 9
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3
Traducido por Cjuli2516zc
Corregido por Griz
Ty
Miro fijamente a la chica que ha alimentado cada fantasía que he tenido
desde el momento que mi polla pudo ponerse dura. Observo atentamente
mientras ella lame la polla de mi padre limpiándola. Dios, ¿Cuántas veces
había pensado en ella envolviendo su boca a mí alrededor mientras
cavaba mis manos en su pelo grueso, dirigiendo sus movimientos inexpertos,
haciéndola tomarme todo el camino hasta la parte posterior de la garganta
y tragando mi semen?
Cuando se fue a vivir con nosotros, sabía que estaba en jodidos
problemas. Era un adolescente tratando de mantener mis hormonas bajo
control. Ahora en mis veintipocos años, no ha disminuido con el tiempo. No 12
con su cuerpo madurando, sus tetas tensándose en cada maldita camisa
que lleva. Había pasado demasiado tiempo con mi pene en mi mano con
pensamientos de su pequeño coño ordeñándolo. Voy a tener la cosa real
ahora.
Casi me mataría cuando trataría de arrastrarse a mi regazo o cuando
querría luchar en el suelo de la sala de estar. Es un puto milagro que no he
tomado ese coño ya.
Cuando vi su liquido sobre la mesa, tomó todo en mí no caminar hacia
ello y chupar uno de sus tetas en mi boca, pero decidí esperar. Dejar que
papá tenga su diversión, entonces yo tendría la mía. No tenía ningún
problema en compartirla. Ella es nuestra. Sé que su joven cuerpecito será
capaz de manejarnos a los dos cuando cada uno tome un turno.
Como si sintiera mis ojos en ella, gira su cabeza, sus grandes ojos azules
ampliándose, atrapado en el acto de chupársela a su propio padrastro
mientras su hermanastro mira. Froto mi polla mientras pienso en cómo va a
ser cuando finalmente le ponga las manos encima. Cuando la haga lamer
mi polla limpiándola después de que la he llenado completamente de mí.
He estado esperando por lo que se siente como por siempre para este
momento, y el bueno de papá, acaba de patear la puta puerta para mí.
Ahora voy a atravesarla directamente.
Ella salta, su cabello rubio balanceándose a su alrededor mientras su
camisa cae, ocultando los perfectos, pequeños, duros pezones de mí.
—Puse tu cena en el microondas. —Se apresura a decir mientras toda su
cara se vuelve rosa. Papá sólo se inclina hacia atrás en su silla mirando.
Parece que le gusta verla ruborizarse, también. Es tan malditamente
inocente, incluso después de todo lo que acababa de hacer.
Sí, como si fuera a comer la cena que puso en el microondas. Todos los
pensamientos de comida salieron de mi cabeza al momento en que entré
en el remolque y la vi extendida sobre la mesa del comedor. Ahora eso era
algo a lo que podría acostumbrarme, algo que quiero volver a casa cada
noche después de un turno de diez horas en la fábrica.
Papá se agacha y recoge sus bragas del suelo, haciéndola volverse aún
más roja.
—Vo-voy —tartamudea—, a ir a mi habitación. —Finalmente termina,
pasando como un rayo más allá de mí al pasillo que conduce a los
dormitorios. Papá solo la observa irse, luego asiente con la cabeza hacia
donde ella acaba de intentar escaparse, diciéndome que la persiga. No
necesito que me lo diga dos veces. Verla correrse me puso tan
malditamente duro, y ahora ella va a dejarme usar su cuerpo para conseguir
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el mío también. Ella me dio esta erección, por lo que va a ayudarme a
quitármelo.
La sigo, capturándola justo antes de que trate de escaparse en su
habitación. La fijo en la pared, su espalda presionada en mi pecho. Ella no
hace ningún esfuerzo para tratar de escapar de mí. Sólo se queda
completamente inmóvil. Cepillo su pelo de su hombro izquierdo.
Inclinándome, lamo su cuello—necesitando su sabor en mi boca— todo el
camino hasta su oído antes de que tire el lóbulo de su oreja entre mis dientes.
Su piel es la cosa más suave que he sentido alguna vez en mi vida. Sólo
puedo imaginar cómo de suave su coño va a ser cuando entre en él.
—Es mi turno. —Le digo, mordisqueando su oreja antes de volver a lamer
y chupar su cuello, queriendo dejar una pequeña marca en ella.
—Sí. Es tu turno. —Murmura, su cabeza cayendo hacia atrás, dándome un
mejor acceso mientras acepta su destino.
Alcanzo entre nosotros, liberando mi polla una vez más.
—Levanta la camisa para mí. Justo como lo hiciste para papá. —Siento su
camisa deslizarse hacia arriba mientras mi pene desnudo entra en contacto
con su culo desnudo. Me acomodo en la grieta de su culo, estableciendo
la cabeza de mi pene contra su puerta trasera. Ella jadea mientras empujo
tan sólo un poco, justo antes de penetrarla.
Agarro su cadera antes de que deslice mi mano por su cuerpo,
disfrutando de la sensación de sus curvas hasta que consigo una teta
completa en la mano. Comienzo a masturbar mi polla contra su culo,
acariciándome a mí mismo mientras ella mantiene su camisa levantada
para mí.
—Voy a marcar tu culo porque yo seré el primero allí. Ya vi la forma en
que papá estaba mirando a tu coñito. Él quiere esa cereza.
En mis palabras, ella empuja hacia atrás en mi polla—un acuerdo
silencioso. Un gemido cae de sus labios. Me acaricio más duro, sintiendo mis
bolas prepararse, listo para explotar.
—Pero conseguiré ese culo. —Muerdo su cuello mientras me corro en su
ano, mi cuerpo entero sacudiéndose contra ella mientras aprieto su teta
más apretado en mi mano, los duros pezones presionándose en mi palma.
Mi polla se vacía en ella, marcando lo que será mío.
Cuando cada gota sale de mi polla, me desplomo, mi espalda
golpeando la pared opuesta mientras ella se queda donde la tenía fijada.
Miro mi semen filtrarse de ella y bajar por sus muslos, mi polla volviendo a la
vida.
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—Ve a lavarte y metete en la cama, Gracie. —Oigo decir a mi papá. Miro
hacia arriba para verlo de pie al final del pasillo, mirándola.
Ella salta, corriendo a su habitación y cerrando la puerta detrás de ella.
Me meto a mí mismo de nuevo en mis pantalones, y mi padre me da una
inclinación de cabeza antes de hacer su camino a su habitación.
Parece que los dos estamos en la misma página.
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Traducido por Vickydey9330
Corregido por Griz
Rick
Le doy a Gracie un poco de tiempo para limpiarse, esperando mi
momento y paseándome en el pasillo frente a su puerta antes de que
finalmente ceder y entrar en su habitación. Está muy oscuro ahora, pero
estoy seguro de que todavía está despierta. Ella es una chica inteligente, y
sabe lo que quiero. Y si no lo hace, ella sabrá cuando me baje en su
pequeño cuerpo.
Entro y cierro la puerta detrás de mí. Su habitación es pequeña, y la cama
esta contra la pared que ella y Ty comparten. Probablemente va a escuchar
todo lo que hago con ella. Follandola a ella y esos pequeños pantalones y
sus gemidos llegaran a través de las delgadas paredes del remolque. Él va 15
a escuchar los sonidos de mí rompiéndola a ella. No tengo ninguna duda de
que va a estar aquí poco después de que yo lo consiga para que él también
lo tenga. Pequeño coño dulce como este no se queda vacío durante
mucho tiempo una vez que se consiga esa cereza reventada. Tener su coño
todo caliente y dispuesto, pidiendo ser follada.
La veo sentarse en la cama, y la colcha de color rosa cae alrededor de
su cintura, revelando que ella todavía lleva mi camiseta. Probablemente
todavía no tiene nada debajo de ella. Mi pene está todavía duro después
de que ella utilizó su boca para limpiarlo, y estoy listo para darle un buen uso.
—Quítate eso y ve atrás. —Ella sabe lo que viene. Ella ni siquiera vacila a
mi mando. Ella esta tan dispuesta y lista. Esto me hace preguntarme si ella
ha estado afilando esto durante un tiempo. Que tal vez todos esos trajes
diminutos no eran por casualidad. Más para tentarnos. Quebrarnos para
tomarla. Ella está a punto de conseguir lo que ha estado pidiendo.
Ella se agacha y agarra el extremo de la camisa, tirando de él hacia su
cuerpo lentamente y dejándolo caer al suelo. Sus tetas rebotan mientras se
desliza por debajo de las mantas y se encuentra de espaldas, ofreciéndose
a mí.
Me acerco lentamente, quitándome la camisa y la arrojó al suelo, y luego
me deshago de mis vaqueros cuando miro hacia ella. Estoy finalmente
llegando a ver lo que quiero. Algo que he pasado muchas noches
pensando mientras me acariciaba para mi liberación. Ella es incluso mejor
de lo que podría haber imaginado. Que he hecho todo este tiempo sin
entrar en su habitación y joderla es un puto milagro.
—Tira de la manta lejos y muéstrame tu coño, —le digo mientras mis ojos
vagan por su cuerpo.
Poco a poco se quita la manta de encima y me muestra lo que quiero
ver: su cuerpo desnudo tendido en el colchón, listo para mí para subir en la
parte superior de ella.
—Abre las piernas, Gracie. Quiero verlo.
Me deslizo fuera de mis vaqueros cuando ella abre sus piernas y su vagina
se abre para mí. Lamo mis labios mientras lo miro, pensando en lo dulce que
sabía antes.
Una vez que estoy desnudo, me arrastro a la cama con ella y me muevo
entre sus piernas. Meto mis dedos hacia abajo para ponerla a prueba y sentir
que ella está empapada. Ella quiere esto. Ella tiene la idea de mi follandola.
—Ese pequeño coño debe necesitar algún pene, ¿Sí?
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Sus mejillas arden con su rubor, que se extiende hacia abajo a su pecho,
y ella se muerde el labio.
Agarrando mi pene, me froto la punta de su humedad antes de
trasladarme a su entrada virgen, apenas poniendo la punta de mi polla
dentro de ella. —Joder, estoy a punto de venirme sólo de pensar en
conseguir este dulce coño. Lame tus dedos y frota tu clítoris, bebé. Voy a
montarte duro.
Ella lleva dos dedos a su boca, chupa de ellos. La visión me recuerda a
cuando ella lamió mi pene, y hace que semen se fugue de mí en su agujero
virgen. Ella lleva los dedos entre nosotros y comienza a acariciarse a sí misma.
Su coño se aprieta alrededor de la cabeza de mi pene y me meto de lleno
en ella, rompiendo su cereza, dándole lo que ella estaba pidiendo, sintiendo
su dulce coño apretarse en mi polla. Ella grita, y me inclino hacia abajo y
beso sus labios para tratar de aliviar un poco el dolor. Sus labios carnosos se
ablandan como mis barridos de lengua dentro de su boca, saboreando su
beso y ayudándola a calmarla.
Sosteniéndome todavía dentro de ella, le doy tiempo para adaptarse a
mi pene. Después de un segundo, rompo el beso y muevo los labios a su
oreja.
—Shhh. Sólo te hará daño por esta vez, bebé. Después de esto, tú serás
capaz de abrirte y tomarme cuando quiera. —Ella también lo estará. No
hay vuelta atrás ahora. La sensación de su coño cerrándose alrededor de
mí es lo más grande que he sentido, y no hay manera de que se pueda
renunciar a ella. Me importa una mierda lo que piensen los demás. Ella es
mía, y yo la estoy conservando. Tuvo su oportunidad de salir de aquí cuando
cumplió los dieciocho años y no lo hizo. Dejarme tomar su coño virgen la
estanca, simplemente sellado su destino, ya que va a estar tomando mi
polla todos los días hasta que tome mi último aliento.
Ningún coño jamás podría estar a la altura de esto, y yo ni siquiera voy a
tratar de averiguarlo si pudiera. Porque sé cómo la mierda que no podría.
Comienzo a moverme un poco, dando empujones poco profundos, pero
después de unos segundos no puedo aguantar más. Salgo casi todo el
camino antes de empujar de nuevo en su totalidad, formando surcos a
distancia.
Un fuerte gemido escapa de su garganta, poniendo mi mano sobre su
boca, sosteniéndola para que escuche lo que tengo que decir.
—Ty probablemente está en su habitación masturbándose contigo al ser
jodida aquí. Pensando en el recubrimiento de sangre virginal en mi pene en
bruto, a la espera de su turno. 17
Ty
Miro a mi padre ajustarse a sí mismo antes de dirigirse por el pasillo hacia
su propio dormitorio. Siento un sonrisa formarse en mi cara. Siempre había
sido sólo mi padre y yo hasta que Gracie entró en nuestras vidas. Ahora va
a pertenecernos realmente.
—Tú me hiciste esto. ¿Sabes qué? Tú has hecho que varias cosas se
pongan muy duras por aquí contigo caminando alrededor tentándome. —
. Le doy un jalón a mi pene, y sus ojos se dirigen a él al igual que ella lame
sus labios.
Veo que su mano se desliza hacia abajo entre sus piernas, y eso hace que
me corra un poco más. Ella baja a chupar la polla de su hermano.
—¿Te gusta esto? ¿Te gusta que papá y yo vengamos aquí y te usemos?
Parece que has estado preguntando por eso desde hace un tiempo. Debes
estar feliz de que por fin estamos dándote lo que suplicaste.
—Frótate a la misma velocidad que yo, Gracie. Quiero que nos corramos
juntos, hermano y hermana, al mismo tiempo.
Ella gime mis palabras, y se escapa más semen en su lengua. Veo su brazo
moviéndose al mismo tiempo que la mía, y observo que su cuerpo se tensa,
pequeños gemidos procedentes de ella. Ella esta tan cerca como yo, así
que dejo de tratar de aguantar más, y me corro en su boca.
—Joder. —Ronco cuando brotes de semen salen de mi pene dentro de
su boca. Ella se corre al mismo tiempo, dejando escapar un fuerte grito y
luego traga. Sus labios se aprietan alrededor de la punta de mi pene, y luego
chupa el último semen de mí. La sensación es tan jodidamente buena que
quiero correrme de nuevo. Su pequeña lengua sale y va dentro de mi
agujero, como buscando las gotas pequeñas restantes. Estoy duro de nuevo
pensando en cómo de codiciosa es mi hermana sobre mí.
Ella extiende sus piernas un poco, y llego hasta donde sus dedos están. — 22
Hermanita, estás empapada. Esto debería ser suficiente.
Yo juego con su coño por un segundo, sólo para sentirla. Ella es caliente,
y su orgasmo es caliente mientras está goteando fuera de ella.
—Vete a la cama y tira de tus rodillas hacia arriba. Quiero tomar tu culo
por la parte delantera para que pueda ver tus tetas.
Como froto su clítoris un poco más, se relaja el resto del camino, y yo soy
capaz de deslizar mi pene lubricado en su apretado culo.
—Oh, Dios. —Es todo lo que puedo decir mientras ruedo los ojos a la parte
posterior de la cabeza, y casi me desmayo de la sensación. El
imposiblemente apretado culo toma más de mi pene, y siento que mi semen
sale de la cabeza mientras pulgadas de mi entran en ella.
—Ty. —Susurra, y abro mis ojos para mirar hacia abajo para ver a Gracie
perdida en el placer. Tiene los ojos cerrados, y veo que su brazo moverse. Es
entonces cuando noto que ella puso su mano sobre la mía en su coño y está
moviendo mis dedos en su clítoris. Ella me está usando para llegar a su
orgasmo y eso es caliente como la mierda.
Me muevo en empujes bajos, dentro y fuera de su culo hasta que sea una
marcha suave. Una vez que ha tomado todo de mí y puedo deslizarme
dentro y fuera de ella, empiezo a coger su culo como siempre lo he querido. 23
24
6
Traducido por Sahara
Corregido por Griz
Gracie
Todo mi cuerpo se siente muy amado, probablemente porque lo es.
Cuando Ty me llevó a la ducha y me lavo, no dejo un lugar sin tocar, había
conseguido un vistazo de mí misma en el espejo y vi la evidencia de lo que
había hecho. Luzco diferente. Tenía los labios hinchados por los muchos
besos que me dieron. Mi cuello y senos mostraban pequeñas marcas y
manchas rojas por su pelo facial cuando lo habían frotado contra mi piel
suave. Nunca me había sentido más hermosa que en este momento.
Ty había dicho lo mismo, mientras estaba detrás de mí, mirándome por el
25
espejo. Me dijo que era así como se suponía que debía lucir. Que yo era de
ellos y se asegurarían de que siempre me viera así. Muy querida por ellos dos.
Ahora los brazos de Ty se envuelven alrededor de mí con fuerza,
cuchareando en la cama mientras entierra su cara en mi pelo. Su cálido
aliento en mi cuello me hace sonreír. Nunca pensé que conseguiría esto.
Durante el año pasado, mis sentimientos por Papi y Ty habían crecido hasta
convertirse en algo diferente.
Siempre los había querido, pero comencé a cambiar. Empecé a sentir
cosas que nunca había sentido antes. Quería que fuéramos una familia de
verdad, pero me daba miedo que me rechazaran, o peor, a escoger entre
ellos, algo que nunca podría hacer. Los quería tanto a los dos, necesitaba a
los dos. Ni siquiera estaba segura si me querían de esa manera. Si yo no era
más que una chica que tenían que cuidar.
Entonces había encontrado mi ropa interior en la habitación de Papi.
Cuando lo atraje a mi nariz, sabía que él los había utilizado para
masturbarse. Podría haber sido una virgen, pero no era tan ingenua. ¿Cómo
podría serlo? Diablos, estaba deseando a mi medio hermano y padrastro.
Me puse en eso una camisa de Papi. Quería un cebo. Para ver si podía
conseguir que haga un movimiento. Era un riesgo, pero tenía que intentarlo.
Fue muy duro estar aquí y no ser capaz de tocarlos como quería. Para
mostrarles cuánto los amaba. Cuando reacciono, se sentía como si todo
estaba empezando a tener sentido. Estaba recibiendo algo que siempre
había querido. Pero cuando Ty entró y vino hacia mí, también, todo hizo clic
firmemente en su lugar.
No he tenido que elegir. Yo era de ellos. Todo mi cuerpo estaba agoto
después de todo lo que hemos hecho, pero las bombas de excitación a
través de mí me hacen incapaz de dormir. Todo lo que puedo pensar es en
el mañana. Con ganas de vivir cada día como lo hicimos hoy.
Una mano de Ty se mueve, sujetando mi pecho desnudo mientras la otra
mano se desliza entre mis piernas. Él comienza frotando con los dedos sobre
mi clítoris, y me sonríe.
—¿Estás despierta, bebé? —La voz somnolienta de Ty pregunta. Sólo
puedo gemir mi respuesta—. Parece que no te hice venir lo suficiente. Lo
siento, sis. Lo haré por ti.
Se mueve por encima de mi cuerpo cuando comienza a deslizarse hacia
abajo entre mis piernas, mis muslos se amplían para él, sus dedos clavándose
en mí cuando su aliento cálido hormiguea en contra mi coño.
—No voy a parar hasta que pase esta vez —dice antes de que mueva su 26
lengua a través de mi clítoris.
Y él no se detiene hasta que finalmente me desmayo.
7
Traducido por Macaslomb
Corregido por Griz
Rick
Me despierto estirándome, sintiendo un dolor dulce a través de mi cuerpo.
Mi pene esta duro y hace una tienda de campaña en las sabanas, así que
voy por debajo y lo tomo en mis manos. Doy un par de golpes mientras
pienso en lo mismo que siempre hago cuando me vengo. Mi pequeña y
dulce Gracie. Es entonces que el día anterior regresa a mí y me doy cuenta
que no tengo que hacerlo yo mismo. Gracie es nuestra ahora. Puedo tenerla
siempre que quiera.
Sintiendo el tirón de una sonrisa traviesa en mi cara, digo en voz alta para
ella.
27
―¡Gracie! ¡Ven aquí, bebé!
Espero un segundo, no la llamo de nuevo porque sé que va a venir,
escucho la puerta de la habitación abierta, y miro. Está desnuda, con su
largo cabello rubio salvaje como ella, ha sido bien utilizada, y veo un rubor
en sus mejillas. Me pone putamente duro verla así. Sabiendo que puedo
tenerla siempre que malditamente quiero. Todo lo que tengo que hacer es
llamarla por su nombre y esas piernas dulces se extenderán para mí.
Empujando la colcha, le muestro mi pene que sobresalía; pidiendo
atención. Juro que esta cosa sólo se pone dura para ella. Si ella supiera lo
mucho que me posee.
―Ven y sube en tu papi, bebé.
Se muerde el labio y se acerca a la cama, con las caderas anchas en
vaivén, sus pechos pesados, llenos rebotan con cada paso. Ella se sube
lentamente en la cama y trata de poner su pierna por encima de mi cintura.
Me agarra las caderas y tengo que ayudarla constantemente mientras se
extiende a ambos lados de mi cuerpo. Me agacho y mantengo mi pene a
su apertura mientras baja en la misma. Puedo ver ella ya está mojada por
ello.
―Joder, eso es todo, niña. ―Su cálida humedad interior está en mi pene,
y me empujó hacia arriba, no quería esperar más para estar
completamente asentado dentro de su muy apretado coñito.
Una vez que ha envuelto su vagina alrededor de mi pene, ella se sienta
allí, sin dejar de mirarme como si ella no supiera qué hacer. Sonrío hacia ella.
La inocencia en su expresión causa que salga semen de la cabeza de mi
pene.
―Muévete hacia arriba y hacia abajo, Gracie. Acaricia mi polla con tu
coño. ―La animo a ella.
Ella coloca sus manos en mi pecho y comienza a moverse hacia arriba y
hacia abajo. Su apretado coño se desliza fácilmente hacia arriba y abajo
de mi grosor ella me hace perderme, inclina su cabeza hacia atrás, su pelo
hace cosquillas en mis bolas. Me dan ganas de correrme ya, pero me
muerdo de nuevo, con ganas de verla venirse primero.
Un golpe en la puerta, y miro a Ty pie en la puerta de mi dormitorio. Gracie
para de mover las caderas hacia atrás y adelante en mi polla y mira por
encima del hombro hacia él.
Está desnudo y su pene esta duro, así que supongo que quiere un pedazo
de este pastel dulce, también.
28
―Papá lo siento. Tengo que ir a la fábrica muy temprano hoy. ¿Te importa
si yo voy primero, así no llego tarde?
―Por supuesto. Igual pero que sea rápido.
Ty se acerca a ella y la levanta de mi polla. Ella gime mientras me deslizo
libre de su coño. Miro mientras Ty la inclina sobre el lado de la cama. Ella
extiende sus piernas, mientras Ty se empuja desde atrás.
Ambos gimen cuando sus ojos se cierran. Me siento allí y veo sus tetas
como se balancean cuando se la folla con fuerza durante unos minutos. Sus
embestidas mueven la cama. Me pregunto cuánto más su coño puede
tomar. Ella perdió su cereza hace horas.
―Maldita sea. ―Gruñe, mientras él toma lo que necesita de su sexo, y ella
gime en el colchón.
Justo antes de que se corra, se saca y se masturba la polla fuera sobre el
culo. Sus dedos se mueven por entre las piernas y se frota su coño,
acabando juntos mientras él eyacula sobre su espalda y se corre en su
mano.
Una vez que los dos están terminados, Ty se agacha y recoge una
camiseta de la piso, usándola para limpiar su espalda antes de poner un
beso en el centro de su columna vertebral.
Me agacho y la tomo, poniéndola sobre su espalda en la cama para que
pueda volver a meter mi maldito pene. Estoy duro como el infierno
esperando mi turno, y yo estoy listo para venirme.
Ty aparece junto a la cama y la besa en los labios de Gracie
verdaderamente dulces, mientras la reduzco en mi pene.
―Adiós, hermanita. Nos vemos cuando llegue a casa esta noche.
La veo deslizar su lengua en la boca de Ty antes de que tire hacia atrás,
y él sale de la habitación para ir a prepararse para el trabajo.
―Tu turno, papá, ―dice alegremente, mirando hacia mí mientras ella
empieza a montar mi polla de nuevo.
Su dulce coñito me chupa directamente al interior, y tengo que frenarme
para no venirme tan rápido.
―Maldición, se siente apretado. Eres una buena chica. Haz tu tarea de
la mañana al igual como te lo dije.
Ella frota su coño sobre mí, frotando su clítoris duro cuando está llegando 29
a la base de mi pene. Siento que se encoge a mí alrededor, y la tomo de las
caderas más duro, ayudándola a bajar mientras estoy en ella.
―Eso es. Baja sobre mí, bebé.
Siento mi pene enterrado profundamente en ella, y no puedo aguantar
más. Comienzo a correrme dentro de su coño fresco, llenando ese pequeño
coñito con todo de mí. Su boca cae en la mía mientras que la bombeo
dentro de ella, mis impulsos desencadenan su propio orgasmo.
Cuando su dulce lengua sale, le lambo a cambio, queriendo que ella
sepa que estoy muy orgulloso de ella.
Yo la mantengo sobre mi pene, ya que me he corrido por todas partes,
mi propio semen está bajando por entre nosotros. Quiero que ella al menos
una vez más llegue antes de tener que levantarme y prepararme para el
trabajo.
―Esta vez quiero que des la vuelta y te sientes sobre mí. Bebe, Quiero ver
tu culo mientras me montas.
8
Ty
Traducido por Macaslomb
Corregido por Mawii
Me inclino junto a su oído muy cerca, sin querer que Gracie oiga lo que
voy a decir mientras intenta quitar mi mano de su garganta. Solo hundo más
profundo mis dedos, sabiendo que va a ser un lindo jodido hematoma para
que todo el mundo por aquí lo vea.
Le das un jodido vistazo a ella y me aseguraré de que nadie te vea de
nuevo. Hay un montón de bosque por aquí, y puedo excavar un
maldito agujero sin ningún problema y ponerte allí.
Él solo sigue asfixiándose por mis palabras, tratando de obtener oxígeno.
Asiente con la cabeza si me entendiste.
Y vas a cuidar de ella cada vez que te lo diga, ¿verdad? Déjate caer
sobre tus rodillas y chúpame, o inclínate y déjame ver ese coñito hasta que
consiga lo que quiero. Hasta que estés goteando conmigo.
Ella llega a la presilla del cierre de mis vaqueros, pero tomo sus manos
para detenerla. Una mirada suplicante golpea su cara. Puedo decir que
está necesitada por ello.
Voy a follarte en este piso, y vas a gritar mi nombre una y otra vez hasta
perder la voz y yo finalmente me desharé de esta erección que he tenido
todo el día, pensando en volver a casa para ti. Entonces todo el mundo en
este puto barrio sabrá que el coño de Gracie pertenece a los McCains y 32
mantenerse de una puta vez lejos de esto.
33
9
Rick
Traducido por Macaslomb
Corregido por Mawii
Sonrío a mí mismo con los ojos cerrados, me estiro para agarrar el pelo de
Gracie, sujetándola a mi polla y hacerla tragar a mí alrededor.
Ella se desliza por mi pene, tomándolo todo con facilidad, y mi mano sube
a frotar en su gran panza de embarazada.
Lo desperté, también. Se sonroja, y siento su pequeño coño
necesitado apretado alrededor de mi pene.
Ella se sienta y sonríe hacia mí, monta mi pene una vez más. Escucho la
puerta de la habitación abrirse y Ty está de pie allí, medio dormido
frotándose los ojos. Esta duró como yo, y sé que va a estar feliz de que él
este también así.
Ella inclina la cabeza hacia atrás, sus grandes tetas hinchadas rebotando
mientras me monta. Veo un par de gotas de leche goteando por debajo de
ellas, y no puedo evitar inclinarme hacia arriba y chupar su gordo pezón en
mi boca. El dulce sabor de la leche golpea mi lengua y me corro con fuerza
dentro de ella. Joder, es rápido y feroz, pero no pude contenerme. Sus
manos me agarran cerca de ella mientras late a mí alrededor y se corre en
mi pene.
Quito mi boca de su pezón y caigo en la cama. Jesucristo, esa leche es
tan jodidamente dulce. Llego arriba y robo con mi pulgar otra gota y la
meto en la boca. Adelante y cuida de Ty, bebé. Eres una buena chica.
EL FIN.
Traducido, corregido
y diseñado en
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