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INTRODUCCIÓN:
El paso del tiempo es inevitable para todos los seres vivos, con el avance de la sociedad
y la medicina, junto con la mejora de las condiciones laborales y la educación, la
esperanza de vida ha ido aumentando, pero el proceso de envejecimiento abarca mucho
más, para muchas personas lleva consigo acontecimientos negativos como puede ser el
fallecimiento de familiares o un estado físico deteriorado lo que afecta al bienestar
subjetivo de este colectivo.
El envejecimiento es un proceso continuo, heterogéneo, universal e irreversible, que
supone una disminución de la capacidad de adaptación de un individuo en la sociedad.
Es un fenómeno que varia en el tiempo, y depende del desarrollo de la persona en la
sociedad y de su propia genética, es decir, no tiene tanto que ver con la edad de la
persona como con el desarrollo de esta en la sociedad, su crecimiento individual y los
hábitos que tenga durante el transcurso de su vida. (Alvarado; Salazar;2014) (comprobar
cita: revision1.pdf (isciii.es))
La Organización Mundial de la Salud ha evolucionado en su definición de
envejecimiento, en 1998 se centró en Aunque no solo nos encontramos con este término
anterior, sino que también existe otro concepto, que además intenta mantener el
propósito de obtener una mejor salud, es el llamado envejecimiento saludable,
propuesto por la OMS (1998), definido como la etapa que se desarrolla mucho antes de
los 60 años. Esta solo se obtiene si durante toda tu vida has mantenido buenos hábitos y
un estilo de vida saludable, previniendo la aparición de enfermedades o discapacidades.
(OMS,1998)
Desde el punto de vista biológico, puede suponer un descenso de las capacidades físicas
y mentales, un aumento del riesgo de enfermedad y finalmente la muerte, esto se debe a
la acumulación de daños moleculares y celulares durante toda la vida de un individuo
(OMS, 2015) (comprobar si las citas están bien)
El bienestar por otro lado es un concepto multidimensional, es difícil de abarcar en
cuanto a la sociedad en su conjunto, ya que las necesidades humanas son complejas y
diversas. Morales (1994) lo define como la situación en la que se encuentra una persona
cuando satisface las necesidades, y cuando espera seguir satisfaciéndolas.
Principalmente se puede clasificar en el bienestar subjetivo (Well-being), referente a la
“felicidad” y el bienestar objetivo o “Welfare”, relacionado con el “nivel de vida” de un
individuo, colectivo o sociedad. En este sentido, se encuentra dentro del marco del
Estado de bienestar (Welfare State) y las políticas que van dirigidas a ello.
En cuanto al bienestar subjetivo, a la hora de definirlo la mayoría de los autores lo
desglosan en tres componentes el componente cognitivo, el afecto positivo y el Afecto
negativo.
Aunque estas a su vez, se engloban en dos grandes dimensiones, satisfacción con la vida
y la emoción o afectividad:
Afecto Afecto
positivo negativo
Componente cognitivo
Elaboración propia
- En cuanto al componente cognitivo se relaciona con la satisfacción con la vida,
grado de cumplimiento de metas y aspiraciones.
Este se encarga de mostrar la diferencia que tienen los individuos entre las
aspiraciones u objetivos que pretenden conseguir y los logros que finalmente
consiguen, lo que puede conllevar una sensación de realización personal en el
caso de la consecución de estos, o una sensación de fracaso o frustración en el
caso de no lograr los objetivos marcados.
Las políticas sociales, por ende, dan forma a las esferas de la estructura social y pueden
aumentar o disminuir su peso y su alcance en la sociedad y en cada individuo. También
pueden afectar en mayor o menor medida a otros niveles de la estructura social.
En último lugar, es muy importante saber que dentro de estas y muy orientadas con
nuestro trabajo, nos encontramos con el Instituto de Mayores y Servicios Sociales
(Imserso), incluido en el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, siendo
esta una Entidad Gestora de la Seguridad Social a través de la cual el Gobierno de
España articula las políticas para las personas mayores, su objetivo y actuaciones tienen
como eje central al ciudadano. (mirar para citar)
2. Revisión bibliográfica:
3.1. BIENESTAR EN LA TERCERA EDAD:
Para analizar el bienestar en la tercera edad o su afección a los individuos mayores de
65 años, hay que tener en cuenta una serie de variables que se distribuyen en categorías
como la salud, las variables sociodemográficas, características individuales,
acontecimientos vitales o la satisfacción general con la vida, y que además contienen
algunas de ella indicadores que miden como afecta a este colectivo:
CITAR
1. Salud:
La salud es un factor importante para los individuos, a pesar de ello, no en todas las
edades tiene la misma importancia. Las personas con edad más avanzadas prestan más
atención a este factor que los adolescentes, ya que generalmente padecen problemas
físicos más a menudo que los individuos de menor edad (Harris, Pedersen, Stacey y
McClearn, 1992; Struthers, Chipperfield y Perry, 1993).
Además, la salud aporta muchos beneficios como pueden ser un mayor acceso a la
educación y mercado laboral, un aumento de la productividad y el patrimonio, la
disminución a nivel monetario de atención sanitaria, altas relaciones sociales y una vida
más larga.citar A continuación COMPARACIÓN: Citar
Indicador
En el análisis de la salud una de las variables que los investigadores consideran es la
esperanza de vida, para elaborar este solo se tiene en cuenta la duración de la vida de un
individuo y no su calidad. Según la OCDE() en los últimos 50 años se han apreciado
muchos avances en la esperanza de vida de los países que lo conforman. A
continuación, se ha insertado una gráfica con la esperanza de vida de cada país de la
OCDE:
Esperanza de vida en los países de la OCDE
Países Años
Alemania 81
Australia 83
Austria 82
Brasil 75
Bélgica 82
Canadá 82
Chile 80
Corea 82
Dinamarca 81
Eslovenia 81
España 83
EEUU 79
Estonia 80
Rusia 72
Finlandia 82
Francia 82
Grecia 82
Hungría 76
Irlanda 82
Islandia 82
Israel 83
Italia 83
Japón 84
Letonia 75
Luxemburgo 83
México 75
Noruega 83
Nueva Zelanda 82
Países Bajos 82
Polonia 78
Portugal 81
Reino Unido 81
Republica Checa 79
República Eslovaca 77
Sudáfrica 58
Suecia 82
Suiza 84
Turquía 78
2. Variables sociodemográficas:
Esta categoría está compuesta por variables como la edad, el género, el nivel educativo,
los ingresos y el trabajo:
- Edad:
A pesar de que hay autores que expresan que esta variable no tiene relación con el
Bienestar Subjetivo al comparar las edades comprendidas entre los 19-26 años y los 40-
65 años (Cardenal y Fierro, 2001), existen estudios que demuestran que la edad está
afectada positivamente por el componente cognitivo, pero negativamente el resto
(Andrews y McKennell, 1980). No obstante, se presume que existe una estabilidad del
bienestar subjetivo conforme pasan los años, estabilidad que puede verse afectada por
las limitaciones físicas que surgen con la edad a partir de los 65 años (Kunzmann, Little
y Smith, 2000).
Actualmente, no se encuentra recogido ningún indicador de la OCDE que mida este
factor, sin embargo, existen muchos estudios que analizan esta variable.
- Genero:
En esta variable presenta más sensibilidad a las medidas afectivas (sobre todo los
afectos negativos de bienestar), que a las cognitivas en cuanto a las diferencias de
género (Costa, McCrae y Zonderman, 1987). Además, incide en como se ven afectados
ambos géneros al bienestar subjetivo.
Las mujeres tienden a mostrar una mayor expresividad emocional y sensibilidad que los
hombres, esto no quiere decir que el nivel de bienestar de las mujeres sea inferior, sino
que expresan más abiertamente sus emociones (sobre todo si son negativas),
desencadenando que los hombres obtengan en general una puntuación superior en
diferencias en cuanto al género que las mujeres(Mirowsky y Ross, 1996).
En concordancia con lo anterior, aunque no existen diferencias notables, se desarrollan
efectos en la interacción de esta variable de género y sexo en las puntuaciones obtenidas
con la Escala de Satisfacción Vital de Neugarten. De modo que, mientras que las
mujeres jóvenes tienen mejor satisfacción que los hombres, en edades avanzadas cambia
este rol (Shmotkin, 1990; Turner, 1982).
En este caso no hemos obtenido datos de ningún indicador de la OCDE ya que no
contempla ningún estudio sobre esta variable.
- Nivel educativo:
El nivel educativo se ha sometido a una multitud de estudios, en los cuales se muestra
que esta variable está directamente relacionada con el Bienestar subjetivo, no obstante
no es la variable con más peso, al contrario de lo que sucede con los ingresos y el
estatus que se evidencian con un mayor efecto (Palmore, 1979, Toseland y Rasch, 1979-
1980).
A partir de aquí citar y lo anterior mirar y meter en bibliografía
Esta variable proporciona a las personas los conocimientos, capacidades y competencias
necesarias para ser partícipes en la sociedad, la economía, etc. De forma que, puede
influir en otros aspectos tales como la salud, participación ciudadana, interés público y
la felicidad. Numerosos estudios han demostrado que un buen nivel de educación lleva a
una mejor vida, siendo más participes en la sociedad y política.
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El nivel educativo no solo influye en los jóvenes, sino que en los individuos en
edades avanzadas es de suma importancia también, ya que previene enfermedades
neurodegenerativas, da una mejor calidad de vida e incluso lleva a conseguir una
mayor jubilación.
En la actualidad, los cambios son acelerados y es necesario que los individuos se
adapten rápido, de igual forma pasa con la educación ya que los conocimientos
cambian a pasos agigantados. Por ello, en promedio según la OCDE () la duración
de la educación actualmente se mantiene en 17 años para las personas de entre 5 y
39 años.
Esta variable también permanece unida al empleo y ganar el suficiente dinero para
alcanzar una óptima calidad de vida. En términos generales, las personas que
obtienen un alto nivel educativo tienden a caer menos en el desempleo y encuentran
mejores trabajos ya que su perfil profesional es mejor. Además, si nos fijamos en las
competencias que actualmente son necesarias para llevar a cabo la relación laboral
cada vez son más complejas y basadas en los conocimientos.
Por consiguiente, el indicador generalmente se va a basar en las tasas de graduación
en educación media superior, debido a que cuanto mayor sea la tasa significa que
ese país tiene a estudiantes mejor preparados para cumplir los requisitos mínimos
que se exigen en el mercado laboral.
Como media en la OCDE se ha obtenido que el 79% de los adultos que comprenden
las edades de entre 25 y 64 años de edad, han obtenido un título de educación media
superior o su equivalente, y como podemos ver a continuación en la gráfica hemos
recaudado datos de todos los países que componen la OCDE, por un lado, podemos
observar tanto los datos más inferiores en países como son: Turquía (39,00%),
Portugal (48,00%), México (38,00%) o Brasil (49,00%), y por otro lado, los países
con mayor puntuación: Canadá (91,00%), EEUU (91,00%), Rusia (94,00%), Japón
(94,60%), Polonia(92,00%), República Checa (94,00%) y República Eslovaca
(91,00%).
Con respecto a los ingresos, la felicidad (bienestar objetivo) tiene un vínculo muy
fuerte con este, no obstante, esto no quiere decir que no mantenga una relación
positiva también con el bienestar subjetivo.
Aunque, debe señalarse que el tener una aportación alta de ingresos no lleva
directamente a la felicidad, es una parte importante para alcanzarla. Como
manifiestan Myers y Diener (1995): “la escasez puede favorecer la desdicha, pero la
abundancia no garantiza la felicidad”. Además, contar con recursos económicos más
altos también puede mejorar el acceso a la educación, a los servicios de salud y a
una mejor vivienda.
En el modelo de Veenhoven (1994) sobre los determinantes de la satisfacción con la
vida, dentro de los factores encontramos las oportunidades vitales relacionadas con
los recursos económicos del sujeto conforme la sociedad en la que vive. En este
sentido, las correlaciones entre la satisfacción con la vida y la situación de ingresos
son fuertes en los países pobres y débiles o nulos en las naciones ricas.
Diener (1994) aporta cuatro posibles explicaciones de la relación entre ingresos y
bienestar subjetivo:
a) En niveles importantes de pobreza los ingresos son un factor determinante,
de forma que una vez que satisfagan las necesidades básicas alcanzan su
techo.
b) Los factores tales como el poder y el status, relacionados con los ingresos,
muestran que la relación entre ingresos y bienestar no es lineal, debido a que
el status y el poder no aumentan en la misma medida que los ingresos.
c) El impacto de los ingresos podría depender del momento en el que se
encuentre la persona en la sociedad.
d) Los ingresos también pueden llevar consigo efectos negativos.
https://revistasonline.inap.es/index.php/GAPP/article/view/10082/10547
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En el caso de los estudios llevados a cabo por la OCDE, teniendo en cuenta que es muy
complejo medir los sentimientos ya que son subjetivos, se va a evaluar la salud,
educación, los ingresos, la satisfacción personal y las condiciones sociales en términos
generales de un individuo a través de encuestas. Las encuestas son la herramienta más
utilizada para medir la satisfacción ante la vida y la felicidad.
Por ello la satisfacción ante la vida mide la manera en la que las personas evalúan su
vida en su conjunto, para ello se les pidió que midieran esta satisfacción en general en
una escala del 0 al 10, como media se obtuvo que la puntuación de los países fue de 6,5.
Tal y como vemos en el gráfico superior, los países con menos nivel de satisfacción ante
la vida son Grecia (5,40), Portugal (5,40) y Turquía (5,50), por el lado contrario con
mayor satisfacción nos encontramos a Dinamarca (7,60), Finlandia (7,60), Islandia
(7,50), Noruega (7,60) y Suiza (7,50).
Citar apartados
3.2. ESTADO DEL BIENESTAR
Una vez analizado el concepto y para poder comprender mejor el Estado del Bienestar,
es importante adentrarse en el transcurso histórico de este:
Según Bauman (2015): En los años setenta, el Estado de bienestar comenzó a ser
cuestionado como un modelo de Estado eficiente. Después de cuarenta años de
desarrollo de este modelo, con el fin de sostener el modelo del capitalismo y con la
crisis del petróleo este empieza a debilitarse como modelo “idílico”.
Los think tank neoliberales, empezaron a dudar de este modelo, que en consideración de
ellos se había convertido en un “compromiso molesto” para los gobiernos, ya que
existía para ellos una batalla entre las exigencias de liberación del mercado y las
demandas de los grupos de población más vulnerables.
- En segundo lugar, nos encontramos con los sectores progresistas que creen que
es necesario mantener una cobertura de servicios de gestión pública, apostando
por el Estado del Bienestar.
Relacionado con lo anterior, en los años 90, se inició una “tercera vía” como sistema de
economía mixto (Giddens y Cifuentes, 2000; Pierson, 1999; Briggs, 2002), este se
convierte en un modelo más intermedio que los anteriores, basando el bienestar social
en un beneficio más individual y repartiendo mejor la asignación de los recursos más
escasos mediante la eficiencia y la equidad. (Porto, 1989)
Todo ello nos lleva a que, en el caso de España, al igual que en otros países de la
Europa mediterránea, el pilar del bienestar se ha apoyado tradicionalmente en la familia
(Esping-Andersen, 2004; Moreno, 2006).
- Autores clásicos como Esping-Andersen (2004) creen que el modelo de
bienestar español es “extraordinariamente familista” (p. 46). Gran parte de los
estudios que han llevado a cabo manifiesta el rol realizado por la familia,
muestra que el apoyo material y afectivo de las mujeres como contribuidoras del
desarrollo en cuanto a las políticas de bienestar (Campillo 2010; Tobío-Soler,
2013).
- Del intervalo que comprende desde el año 1996 al año 2004 se destaca, cómo las
medidas de conciliación de la vida familiar y laboral se elaboran a través de la
consideración de que las responsabilidades de las tareas domésticas y de cuidado
familiar son llevadas a cabo por las mujeres y no por la sociedad.
Según FLORA (1981 :3), para quien el Estado de bienestar es más bien la sanción
pública de una serie de valores presentes en las sociedades modernas, como la necesidad
de seguridad social, la igualdad de oportunidades, la garantía mínima de las
posibilidades de vida o el rechazo generalizado de ciertas formas de desigualdad.
Es importante añadir que dentro del concepto abstracto de Estado del bienestar existen
aportaciones de diversos autores que pretenden explicar el concepto desde diversos
puntos de vista, de esta partida surge incluir el conceptotérmino de “oportunidades
vitales”, . Este englobando este los 4 problemas a los que debe hacer frente el Estado de
bienestar:
1. Seguridad, con el fin de estabilizar todas las oportunidades de vida de toda la
población..
2. Igualdad, para todos los ciudadanos..
3. Libertad..
4. Integración social.
ElEste concepto fue introducido por MAX WEBER () en su análisis de estructuras de
clase, lo definiódefiniéndolo como las estructuras específicas de desigualdad de
oportunidades vitales de cada individuo con respecto a su posición en el mercado.
Además, WEBBER () añade, que Para WEBER, conforme el Estado de bienestar
influye sobre estas oportunidades de cada individuo y grupos sociales (con
independencia de su posición en el mercado), se reduce la “estructuración clasista”.
(Citar)
Por otro lado, también podemos ver que otros autores aportan estudios que se basan en
los tipos de Estados del Bienestar. Por ello, cCon el fin de obtener un mayor análisis y
tomar conciencia de los tipos de Estados de Bienestar, en el siguiente apartado vamos a
ver los modelos que pertenecen a este.
3.2.1 MODELOS DE ESTADO DEL BIENESTAR:
En cuanto a los modelos de Estado de Bienestar que existen, es importante tener en
cuenta la perspectiva que nos muestra el autor Esping-Andersen, este autor nos da a
conocer la existencia de tres modelos, dependiendo del reparto de responsabilidades
entre el Estado, el mercado y la familia (Esping-Andersen, 1993). Además, expresa que
la idea de ciudadanía social constituye el núcleo centrar del Estado del Bienestar.
Esping- Andersen expresa que nuestros esfuerzos deben ir encaminados, primero a
identificar los modelos de Estado de Bienestar y segundo, a los regímenes de este. Así,
cada modelo y régimen de bienestar incluye no sólo determinadas políticas sociales con
sus derechos y prestaciones correspondientes, sino también ciertas oportunidades
laborales y cierto grado de igualdad social.
Esto conlleva que existan estos tres modelos distintos de Estado de Bienestar que vamos
a desarrollar a continuación:
- El liberal
- El corporativo
- El socialdemócrata.
La Nueva Ley de Pobres resolvió ese problema por medio del principio de "menor
elegibilidad" al hacer casi indeseable esta situación, con lo que resultaba una opción a la
que recurrirían sólo aquellos que no contaban con ningún otro recurso (Blaug, 1963).
Este modelo surgió como reacción a la política liberal que hemos mencionado
anteriormente y a las consecuencias sociales de la economía del libre mercado. En este
caso está política sigue vigente sobre todo en los países del norte de Europa.
A diferencia de otros modelos, este tiene sus bases en la igualdad social (Sen, 1980). El
objetivo que tienen en común los socialdemócratas se mantiene en la “lucha de clases
democrática”, en la igualdad económica y la social (Korpi, 1989).
Aunque este modelo ha tenido muchas variantes, por un lado, los Socialdemócratas que
mantienen como lucha el “trabajo versus capital”, y, por otro lado, los socialdemócratas
que no luchan por la igualdad social como un fin, sino que se enfocan en una igualdad
de oportunidades para todos los individuos.
Este modelo sigue estando muy presente en países como Alemania, Austria, Bélgica,
Francia e Italia. Además, tiene su auge en el corporativismo centrado en la “cohesión
social”. No obstante, no abarca todos los aspectos de esta, sino que más bien se centra
en una clase muy específica (Hobsbawm, 1975).
El punto del que parten los corporativistas es la familia, en sus inicios fue la patriarcal
(figura predominante masculina), mediante el mantenimiento de la familia gracias a la
fuerza de trabajo, y dejando a la mujer como ama de casa y con total dependencia de su
marido (Esping-Andersen, 1996).
Por ello, el corporativismo recomienda que los grupos cooperen en la sociedad (capital
y trabajador, entre otros) para alcanzar un mayor bienestar. Esto lleva consigo que
algunas personas sean excluidas de ciertos beneficios sociales debido a:
4. LA VEJEZ:
Anteriormente, en el concepto de envejecimiento observamos que tiene connotaciones
negativas y que, además, ha suscitado en el transcurso histórico mucho interés, por lo
que en consecuencia se ha mostrado desde multitud de perspectivas: Científica, social y
cultural. (Añadir perspectivas)
Según Filardo (2011): “existen unas principales consecuencias del envejecimiento en las
que intervienen los gastos sanitarios, la discapacidad, la exclusión social y las pensiones
de jubilación, afectando de forma positiva o negativa a estos individuos. Por ello, a
continuación, vamos a ver su afección más detalladamente:
- GASTOS SANITARIOS:
El proceso de envejecimiento de la población representa un importante reto para el
sistema sanitario por varios motivos. En primer lugar, el gasto médico es más elevado,
ya que por regla general las personas incluidas en el grupo de la tercera edad suelen
demandar mayor número de atenciones médicas, y en general con un mayor grado de
especialización. En segundo lugar, hay que tener en cuenta que el gasto farmacéutico de
la Seguridad Social también ha sufrido un importante incremento en los últimos años,
ya que el importe medio de las recetas de los pensionistas es más elevado, además de
que el hecho de que estemos ante un población vieja empeora este aspecto, esto se debe
a que hay menos jóvenes que personas mayores, lo que conlleva que el montante de
dinero que se destina a la seguridad social (y que además aportan a la Seguridad Social
con su trabajando estos jóvenes) , es insuficiente para cubrir el necesitado por los
ciudadanos de mayor edad, volviéndose cada vez más insostenible esta situación.
- DISCAPACIDAD
Las discapacidades están muy ligadas a la edad, haciendo que los que las sufren
dependan de terceros para la realización de actividades cotidianas, incluyendo el
desempeño de las tareas más elementales que le permitan desenvolverse con un mínimo
de autonomía e independencia, tales como el cuidado personal, las actividades
domésticas básicas, la movilidad esencial, reconocer personas y objetos, orientarse,
entender y ejecutar órdenes y tareas sencillas.
(literal)
- EXCLUSIÓN SOCIAL
Ante el proceso de envejecimiento, hay que analizar un aspecto fundamental de cara a
conocer las posibles demandas y necesidades de este colectivo: la exclusión social. En
los países desarrollados, es uno de los indicadores más importantes a la hora de definir
el trabajo, de mantenerlo y de percibir beneficios por ello. Si bien el empleo
proporciona fundamentalmente una retribución económica, se trata de un gran foco de
socialización, proporcionando una serie de beneficios fundamentales para el desarrollo
humano y social de las personas, entre los que cabe destacar el prestigio o
reconocimiento social, la mejora de la autoestima, el sentimiento de permanencia a un
grupo, o la integración en la sociedad.
Por ello hay que tener muy en cuenta el aspecto psicosocial necesario para realizar el
ejercicio de un trabajo, al existir un riesgo potencial de exclusión en las personas que
permanecen al margen del mundo laboral, como es el caso de las/os jubiladas/os. Este
aspecto es fundamental a la hora de desarrollar políticas de inclusión dirigidas a la
tercera edad que eviten o mitiguen los efectos desintegradores que el cese del
desempeño laboral pueda ocasionar, y que potencien la participación social, política y
comunitaria de este colectivo.
Además del empleo, otro indicador que marca una posible exclusión social de las
personas mayores es la existencia de barreras arquitectónicas que dificulten el acceso a
servicios fundamentales, tales como servicios sociales, centros de salud o transporte
público entre otros.
(literal)
LAS PENSIONES DE JUBILACIÓN
La prestación por jubilación es uno de los pilares más importantes en un país
desarrollado, básico a la hora de entender el estado del bienestar.
Debido a dicha importancia y al hecho de que vivimos en un mundo cada vez más
cambiante, y donde las crisis se van sucediendo, es importante tener un sistema de
pensiones que sea fiable y que aporte seguridad a la población por lo que es necesario y
hasta primordial, para afrontar el futuro. Asimismo, no podemos dejar de lado el curso
de la economía del país que influirá en gran medida en la viabilidad de un sistema de
Seguridad Social justo y eficaz, ya que el empleo es el pilar fundamental para que un
país sea capaz de recaudar lo necesario y asegurar una estabilidad.
El entorno será otro factor fundamental para librar cualquier reto en lo referente a una
crisis económica. En la actualidad tanto Europa como el resto del mundo viven un
momento de incertidumbre que se debe a la pandemia del virus SARs-coV-2, que está
provocando una de las mayores crisis a nivel mundial. En este contexto, es donde
debemos asegurar unas rentas mínimas, en especial unas pensiones que sean suficientes
para alcanzar un nivel de bienestar mínimo. Además, España se enfrenta a un problema
demográfico; la generación denominada “baby boom” está a punto de jubilarse, cosa
que puede poner en jaque a un sistema únicamente público y que se basa en un pacto
generacional como es el español. (Barbillo, 2019 p.6)
Además, es importante saber que actualmente tenemos que distinguir dos tipos de
pensiones, contributivas y no contributivas. Las pensiones contributivas son aquellas
que se perciben normalmente con carácter indefinido y cuya concesión está supuesta al
cumplimiento de los requisitos puestos por la seguridad social; mientras que las no
contributivas, son prestaciones económicas cuyos beneficiarios se encuentran en
situación de necesidad. Estas prestaciones generalmente están entre las competencias de
las CCAA, y se financian a través de los presupuestos generales del estado (Ministerio
de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, 2021).
4.1 EL ENVEJECIMIENTO ACTIVO:
El envejecimiento activo es un término que hay que tener muy en cuenta y que además
es indispensable para el desarrollo de este trabajo. Como bien hemos visto, el
envejecimiento activo no se desarrolla de igual forma en épocas distintas, por ejemplo,
en la actualidad estos individuos tienen mayor dificultad para adaptarse a la sociedad
por la rapidez de cambio, que en épocas anteriores.
Algunos aspectos que marcan el mundo de los mayores, en la sociedad actual, son los
siguientes tal y como afirman Limón y Berzosa (2006):
- España es uno de los países con la población más envejecida de Europa,
experimentando el denominado envejecimiento del envejecimiento, con uno de
los índices de fecundidad más bajos del mundo y con una elevada esperanza de
vida al nacer.
- Los cambios en las formas de vida y en los valores de muchos mayores.
- Destaca el aumento de su autonomía e independencia, fruto de multitud de
factores que interrelacionan entre sí. Esto se manifiesta entre otros aspectos
significativos de cómo están muchas personas envejeciendo:
o Más lentamente, con más capacidades personales, y con más salud.
o Con un mayor grado de seguridad e independencia económica.
o Con mucho tiempo libre para disfrutarlo.
o Participando en centros, instituciones y organizaciones de diverso tipo.
o En casa, pasando sus últimos años independientes de la vida de los hijos,
pero contando con su apoyo.
Asimismo, llama la atención el alto porcentaje de mujeres con relación a los hombres,
sobre todo, en las edades más avanzadas. Esta llegada masiva de mujeres al colectivo de
mayores arrastra una serie de aspectos que es necesario señalar.
La gran mayoría de estas mujeres han realizado su proyecto vital en el ámbito familiar y
han cumplido un importante papel social de cuidadoras de padres, suegros, maridos,
hijos, nietos y familiares. Muchas de ellas llegan a edades avanzadas con pocos recursos
económicos, carencias formativas y con reducidas redes sociales. Sus oportunidades de
relación se han reducido a lo largo de su vida al ámbito privado, y no siempre sus hijos
viven cerca y les ofrecen el apoyo que desearían o necesitan. Cabe destacar que “en el
caso de las mujeres mayores, su contacto con la educación formal ha sido en muchos
casos irregular y deficitario.
Las carencias educativas derivadas de una desigualdad ante la educación propia de su
contexto generacional e histórico, ha condicionado y en muchos casos, limitado, su vida
ocupacional, dejándolas de forma casi exclusiva al ámbito doméstico con tareas
centradas básicamente en el ejercicio del cuidado” Serdio, Díaz y Torrubia (2009:66).
Hay también, un gran número de ciudadanos que envejecen con grandes dificultades y
viven en situación de vulnerabilidad, sin redes familiares ni sociales, con pocos recursos
económicos, con dificultades en la movilidad, con problemas de salud y sin acceso a
una red de servicios adecuados para ello.
También, es necesario señalar las dos concepciones de vejez que conviven en este
comienzo del nuevo siglo:
MODELOS DE VEJEZ
Es, en este contexto social, en el que surge una nueva forma de entender el
envejecimiento, un modelo que favorece a las personas de más edad, pero, también, a la
sociedad en su conjunto. Se trata del Envejecimiento Activo.
Podemos señalar que en los inicios de los años 60 nació la idea de que mantener en la
vejez los patrones de actividad en la edad adulta constituía el medio por excelencia para
envejecer óptimamente. Fue entonces cuando comienza un largo proceso para fraguar el
significado de activo. En este proceso se han ido enfatizando la importancia de diversos
aspectos: de las condiciones de salud (envejecimiento saludable), de los resultados e
intencionalidad de este (envejecimiento productivo) o de los beneficios individuales y
más íntimos de cada persona (envejecimiento satisfactorio) (Limón y Ortega, 2011).
➔ ¿Qué es y que implica el envejecimiento activo?
El término envejecimiento activo fue adoptado por la OMS a finales del siglo XX, con
la intención de transmitir un mensaje más completo que el de “envejecimiento
saludable” y reconocer los factores y ámbitos además de la mera atención sanitaria que
afectan a cómo envejecen individuos y poblaciones.
Se entiende por envejecimiento activo “el proceso de optimización de las oportunidades
de salud, participación y seguridad, con el fin de mejorar la calidad de vida a medida
que las personas envejecen. Más concretamente, indica que es el proceso que permite a
las personas obtener su potencial de bienestar físico, social y mental a lo largo de todo
su ciclo vital y participar en la sociedad de acuerdo con sus necesidades, deseos y
capacidades, mientras que les proporciona: protección, seguridad y cuidados adecuados
cuando necesitan asistencia” OMS (2002:79).
La cultura y la sociedad son también modificadas por los efectos del envejecimiento de
la población (Soldevila, 2003). Mientras los individuos ganan longevidad, la calidad de
vida conseguida durante ese período de nuestra vida se ha convertido en el centro de
atención desde el punto de vista del bienestar del individuo y de la sociedad (Pérez
Serrano, 2004; Puyol y Abellán, 2006). En principio, todas las personas mayores
pueden contribuir activamente, de un modo u otro, a su bienestar y al de quienes les
rodean.
La cultura y la sociedad son también modificadas por los efectos del envejecimiento de
la población (Soldevila, 2003). Mientras los individuos ganan longevidad, la calidad de
vida conseguida durante ese período de nuestra vida se ha convertido en el centro de
atención desde el punto de vista del bienestar del individuo y de la sociedad (Pérez
Serrano, 2004; Puyol y Abellán, 2006). En principio, todas las personas mayores
pueden contribuir activamente, de un modo u otro, a su bienestar y al de quienes les
rodean.
http://www.revistadepsicologiayeducacion.es/pdf/68.pdf
( Tengo que parafrasear)
4. POLÍTICAS SOCIALES EN LA TERCERA EDAD:
Antes de adentrarnos en las políticas sociales para la tercera edad, es necesario analizar
su vinculación con aspectos como la vejez, el envejecimiento activo (que está altamente
relacionado con las políticas), el marco legal de los individuos mayores de 65 años, los
tipos de políticas y por último el Instituto de mayores y servicios sociales que es la
entidad gestora de la seguridad social que lleva a cabo en España la mayor parte de las
políticas destinadas a las personas mayores.
Además, es importante recordar que tras la situación económica que se instauró después
de la crisis de los años 2008 y la del 2019, se presentaron incertidumbres, que exigían
devolver la estabilidad a las cuentas públicas con el fin de obtener crecimiento y de
forma más duradera. En consecuencia, el esfuerzo del Gobierno ha hecho posible
mantener como una de las prioridades las políticas de las personas mayores.
4.2 MARCO LEGAL:
El marco legal en el que nos sustentamos en España abarca varios aspectos legales,
desde la Constitución Española hasta la Ley 39/2006 de promoción de la autonomía
personal y atención a las personas en situación de dependencia, además en Europa
también existen tratados, planes, etc. Por ello a continuación desarrollamos estos
aspectos con el fin de obtener un mejor análisis del marco en el que nos tenemos que
centrar.
4.2.1 Marco legal en España:
- Artículo 50 de la Constitución Española:
Los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente
actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad.
Asimismo, y con independencia de las obligaciones familiares, promoverán su bienestar
mediante un sistema de servicios sociales que atenderán sus problemas específicos de
salud, vivienda, cultura y ocio. Citar ConstitucionCASTELLANO.pdf (boe.es)
- LEY 39/2006 DE PROMOCIÓN DE LA AUTONOMÍA PERSONAL Y
ATENCIÓN A LAS PERSONAS EN SITUACIÓN DE DEPENDENCIA:
Según la LEY 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y
Atención a las personas en situación de dependencia.: la atención a las personas en
situación de dependencia y la promoción de su autonomía personal constituye uno de
los principales retos de la política social de los países desarrollados. El reto no es otro
que atender las necesidades de aquellas personas que, por encontrarse en situación de
especial vulnerabilidad, requieren apoyos para desarrollar las actividades esenciales de
la vida diaria, alcanzar una mayor autonomía personal y poder ejercer plenamente sus
derechos de ciudadanía.
Ambas cuestiones conforman una nueva realidad de la población mayor que conlleva
problemas de dependencia en las últimas etapas de la vida para un colectivo de personas
cada vez más amplio. Asimismo, diversos estudios ponen de manifiesto la clara
correlación existente entre la edad y las situaciones de discapacidad.
A esta realidad, derivada del envejecimiento, debe añadirse la dependencia por razones
de enfermedad y otras causas de discapacidad o limitación, que se ha incrementado en
los últimos años por los cambios producidos en las tasas de supervivencia de
determinadas enfermedades crónicas y alteraciones congénitas y, también, por las
consecuencias derivadas de los índices de siniestralidad vial y laboral.
En 2007 con rango de tratado, se llevó a cabo la “carta de los Derechos Fundamentales
de la Unión Europea, esta establece que la UE debe reconocer y respetar el derecho de
las personas mayores a llevar una vida digna e independiente, además, de participar en
la vida social y cultural”.
Con respecto al año 2009, con la intención de abordar los efectos del envejecimiento, se
realizó una comunicación de la comisión, en la cual se expreso que por primera vez la
mayoría de los ciudadanos europeos pueden tener la oportunidad de llevar una vida
activa, sana y participativa a pesar de ser un ciudadano viejo.
https://revistasonline.inap.es/index.php/GAPP/article/view/10082/10547 (citar)
4.3 LA VEJEZ:
Anteriormente, en el concepto de envejecimiento observamos que tiene connotaciones
negativas y que, además, ha suscitado en el transcurso histórico mucho interés, por lo
que en consecuencia se ha mostrado desde multitud de perspectivas: Científica, social y
cultural. (Añadir perspectivas)
Según Filardo (2011): “existen unas principales consecuencias del envejecimiento en las
que intervienen los gastos sanitarios, la discapacidad, la exclusión social y las pensiones
de jubilación, afectando de forma positiva o negativa a estos individuos. Por ello, a
continuación, vamos a ver su afección más detalladamente:
- GASTOS SANITARIOS:
El proceso de envejecimiento de la población representa un importante reto para el
sistema sanitario por varios motivos. En primer lugar, el gasto médico es más elevado,
ya que por regla general las personas incluidas en el grupo de la tercera edad suelen
demandar mayor número de atenciones médicas, y en general con un mayor grado de
especialización. En segundo lugar, hay que tener en cuenta que el gasto farmacéutico de
la Seguridad Social también ha sufrido un importante incremento en los últimos años,
ya que el importe medio de las recetas de los pensionistas es más elevado, además de
que el hecho de que estemos ante un población vieja empeora este aspecto, esto se debe
a que hay menos jóvenes que personas mayores, lo que conlleva que el montante de
dinero que se destina a la seguridad social (y que además aportan a la Seguridad Social
con su trabajando estos jóvenes) , es insuficiente para cubrir el necesitado por los
ciudadanos de mayor edad, volviéndose cada vez más insostenible esta situación.
- DISCAPACIDAD
Las discapacidades están muy ligadas a la edad, haciendo que los que las sufren
dependan de terceros para la realización de actividades cotidianas, incluyendo el
desempeño de las tareas más elementales que le permitan desenvolverse con un mínimo
de autonomía e independencia, tales como el cuidado personal, las actividades
domésticas básicas, la movilidad esencial, reconocer personas y objetos, orientarse,
entender y ejecutar órdenes y tareas sencillas.
(literal)
- EXCLUSIÓN SOCIAL
Ante el proceso de envejecimiento, hay que analizar un aspecto fundamental de cara a
conocer las posibles demandas y necesidades de este colectivo: la exclusión social. En
los países desarrollados, es uno de los indicadores más importantes a la hora de definir
el trabajo, de mantenerlo y de percibir beneficios por ello. Si bien el empleo
proporciona fundamentalmente una retribución económica, se trata de un gran foco de
socialización, proporcionando una serie de beneficios fundamentales para el desarrollo
humano y social de las personas, entre los que cabe destacar el prestigio o
reconocimiento social, la mejora de la autoestima, el sentimiento de permanencia a un
grupo, o la integración en la sociedad.
Por ello hay que tener muy en cuenta el aspecto psicosocial necesario para realizar el
ejercicio de un trabajo, al existir un riesgo potencial de exclusión en las personas que
permanecen al margen del mundo laboral, como es el caso de las/os jubiladas/os. Este
aspecto es fundamental a la hora de desarrollar políticas de inclusión dirigidas a la
tercera edad que eviten o mitiguen los efectos desintegradores que el cese del
desempeño laboral pueda ocasionar, y que potencien la participación social, política y
comunitaria de este colectivo.
Además del empleo, otro indicador que marca una posible exclusión social de las
personas mayores es la existencia de barreras arquitectónicas que dificulten el acceso a
servicios fundamentales, tales como servicios sociales, centros de salud o transporte
público entre otros.
(literal)
LAS PENSIONES DE JUBILACIÓN
La prestación por jubilación es uno de los pilares más importantes en un país
desarrollado, básico a la hora de entender el estado del bienestar.
Debido a dicha importancia y al hecho de que vivimos en un mundo cada vez más
cambiante, y donde las crisis se van sucediendo, es importante tener un sistema de
pensiones que sea fiable y que aporte seguridad a la población por lo que es necesario y
hasta primordial, para afrontar el futuro. Asimismo, no podemos dejar de lado el curso
de la economía del país que influirá en gran medida en la viabilidad de un sistema de
Seguridad Social justo y eficaz, ya que el empleo es el pilar fundamental para que un
país sea capaz de recaudar lo necesario y asegurar una estabilidad.
El entorno será otro factor fundamental para librar cualquier reto en lo referente a una
crisis económica. En la actualidad tanto Europa como el resto del mundo viven un
momento de incertidumbre que se debe a la pandemia del virus SARs-coV-2, que está
provocando una de las mayores crisis a nivel mundial. En este contexto, es donde
debemos asegurar unas rentas mínimas, en especial unas pensiones que sean suficientes
para alcanzar un nivel de bienestar mínimo. Además, España se enfrenta a un problema
demográfico; la generación denominada “baby boom” está a punto de jubilarse, cosa
que puede poner en jaque a un sistema únicamente público y que se basa en un pacto
generacional como es el español. (Barbillo, 2019 p.6)
Además, es importante saber que actualmente tenemos que distinguir dos tipos de
pensiones, contributivas y no contributivas. Las pensiones contributivas son aquellas
que se perciben normalmente con carácter indefinido y cuya concesión está supuesta al
cumplimiento de los requisitos puestos por la seguridad social; mientras que las no
contributivas, son prestaciones económicas cuyos beneficiarios se encuentran en
situación de necesidad. Estas prestaciones generalmente están entre las competencias de
las CCAA, y se financian a través de los presupuestos generales del estado (Ministerio
de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, 2021).
4.3.1 EL ENVEJECIMIENTO ACTIVO:
El envejecimiento activo es un término que hay que tener muy en cuenta y que además
es indispensable para el desarrollo de este trabajo. Como bien hemos visto, el
envejecimiento activo no se desarrolla de igual forma en épocas distintas, por ejemplo,
en la actualidad estos individuos tienen mayor dificultad para adaptarse a la sociedad
por la rapidez de cambio, que en épocas anteriores.
Algunos aspectos que marcan el mundo de los mayores, en la sociedad actual, son los
siguientes tal y como afirman Limón y Berzosa (2006):
- España es uno de los países con la población más envejecida de Europa,
experimentando el denominado envejecimiento del envejecimiento, con uno de
los índices de fecundidad más bajos del mundo y con una elevada esperanza de
vida al nacer.
- Los cambios en las formas de vida y en los valores de muchos mayores.
- Destaca el aumento de su autonomía e independencia, fruto de multitud de
factores que interrelacionan entre sí. Esto se manifiesta entre otros aspectos
significativos de cómo están muchas personas envejeciendo:
o Más lentamente, con más capacidades personales, y con más salud.
o Con un mayor grado de seguridad e independencia económica.
o Con mucho tiempo libre para disfrutarlo.
o Participando en centros, instituciones y organizaciones de diverso tipo.
o En casa, pasando sus últimos años independientes de la vida de los hijos,
pero contando con su apoyo.
Asimismo, llama la atención el alto porcentaje de mujeres con relación a los hombres,
sobre todo, en las edades más avanzadas. Esta llegada masiva de mujeres al colectivo de
mayores arrastra una serie de aspectos que es necesario señalar.
La gran mayoría de estas mujeres han realizado su proyecto vital en el ámbito familiar y
han cumplido un importante papel social de cuidadoras de padres, suegros, maridos,
hijos, nietos y familiares. Muchas de ellas llegan a edades avanzadas con pocos recursos
económicos, carencias formativas y con reducidas redes sociales. Sus oportunidades de
relación se han reducido a lo largo de su vida al ámbito privado, y no siempre sus hijos
viven cerca y les ofrecen el apoyo que desearían o necesitan. Cabe destacar que “en el
caso de las mujeres mayores, su contacto con la educación formal ha sido en muchos
casos irregular y deficitario”.
Las carencias educativas derivadas de una desigualdad ante la educación propia de su
contexto generacional e histórico, ha condicionado y en muchos casos, limitado, su vida
ocupacional, dejándolas de forma casi exclusiva al ámbito doméstico con tareas
centradas básicamente en el ejercicio del cuidado” Serdio, Díaz y Torrubia (2009:66).
Hay también, un gran número de ciudadanos que envejecen con grandes dificultades y
viven en situación de vulnerabilidad, sin redes familiares ni sociales, con pocos recursos
económicos, con dificultades en la movilidad, con problemas de salud y sin acceso a
una red de servicios adecuados para ello.
También, es necesario destacar las dos concepciones de vejez que conviven en este
comienzo del nuevo siglo y que afectan a todos los aspectos que hemos mencionado:
MODELOS DE VEJEZ
Es, en este contexto social, en el que surge una nueva forma de entender el
envejecimiento, un modelo que favorece a las personas de más edad, pero, también, a la
sociedad en su conjunto. Se trata del Envejecimiento Activo.
Podemos señalar que en los inicios de los años 60 nació la idea de que mantener en la
vejez los patrones de actividad que en la edad adulta constituía el medio por excelencia
para envejecer óptimamente. Fue entonces cuando comienza un largo proceso para
fraguar el significado de activo. En este proceso se han ido enfatizando la importancia
de diversos aspectos: de las condiciones de salud (envejecimiento saludable), de los
resultados e intencionalidad de este (envejecimiento productivo) o de los beneficios
individuales y más íntimos de cada persona (envejecimiento satisfactorio) (Limón y
Ortega, 2011).
➔ ¿Qué es y que implica el envejecimiento activo?
El término envejecimiento activo fue adoptado por la OMS a finales del siglo XX, con
la intención de transmitir un mensaje más completo que el de “envejecimiento
saludable” con el fin de reconocer los factores y ámbitos además de la mera atención
sanitaria que afectan a cómo envejecen individuos y poblaciones.
Se entiende por envejecimiento activo “el proceso de optimización de las oportunidades
de salud, participación y seguridad, con el fin de mejorar la calidad de vida a medida
que las personas envejecen. Más concretamente, indica que es el proceso que permite a
las personas obtener su potencial de bienestar físico, social y mental a lo largo de todo
su ciclo vital y participar en la sociedad de acuerdo con sus necesidades, deseos y
capacidades, mientras que les proporciona: protección, seguridad y cuidados adecuados
cuando necesitan asistencia” OMS (2002:79).
La cultura y la sociedad son también modificadas por los efectos del envejecimiento de
la población (Soldevila, 2003). Mientras los individuos ganan longevidad, la calidad de
vida conseguida durante ese período de nuestra vida se ha convertido en el centro de
atención desde el punto de vista del bienestar del individuo y de la sociedad (Pérez
Serrano, 2004; Puyol y Abellán, 2006). En principio, todas las personas mayores
pueden contribuir activamente, de un modo u otro, a su bienestar y al de quienes les
rodean.
La cultura y la sociedad son también modificadas por los efectos del envejecimiento de
la población (Soldevila, 2003). Mientras los individuos ganan longevidad, la calidad de
vida conseguida durante ese período de nuestra vida se ha convertido en el centro de
atención desde el punto de vista del bienestar del individuo y de la sociedad (Pérez
Serrano, 2004; Puyol y Abellán, 2006). En principio, todas las personas mayores
pueden contribuir activamente, de un modo u otro, a su bienestar y al de quienes les
rodean.
http://www.revistadepsicologiayeducacion.es/pdf/68.pdf
( Tengo que parafrasear)
De igual forma, tal y como hemos mencionado anteriormente de forma más genérica
sobre las políticas dirigidas a la atención de personas mayores, podemos verlo de forma
más específica diferenciando los distintos tipos de políticas:
Política fiscal:
Esta política está dirigida a conseguir la combinación entre los ingresos y los gastos,
con el fin de favorecer el crecimiento y mantenimiento del sistema de protección social
y luchar contra las desigualdades.
Por ello, se llevó a cabo la reforma fiscal, para conseguir reducir la brecha fiscal en las
rentas del trabajo, aumentar el consumo y la inversión. Citar : La Moncloa. 14/02/2017.
Política Fiscal [España/Ediciones de "España Hoy"/Política Fiscal]
En la actualidad, con la llegada del Covid-19 se presenta un marco más inestable, aun
así, los países siguen conservando la esperanza de seguir manteniendo la mejora del
bienestar social. España como respuesta ante esta situación han empleado medidas
fiscales más leves que el resto de los países con economías más avanzadas.
http://blognewdeal.com/gonzalo-garcia-andres/la-revolucion-de-la-politica-
fiscal-ii-el-caso-de-espana/
Como bien hemos mencionado anteriormente, cada vez hay más población con más de
65 años y este cambio demográfico afecta de forma directa en la política fiscal, de igual
forma, el gasto en sanidad y cuidados de larga duración aumenta conforme la persona
va creciendo.
El gasto en pensiones también es un factor a tener en cuenta, este también se mantiene
al alza, ya sea por el aumento de la tasa de dependencia o por las tasas de participación
por edad.
El envejecimiento plantea una serie de retos para la mayoría de las economías,
incluyendo la española. El sistema reclama su intención de cambiar convirtiéndose en
un sistema más viable financieramente, con una renta más sostenible y equitativa
conforme a la edad, por ello la política fiscal tiene en cuenta la nueva realidad social y
propone una mayor consolidación fiscal. También, propone herramientas para mejorar
el empleo y la productividad gracias a una mayor conciliación y participación laboral.
https://www.bde.es/f/webbde/GAP/Secciones/SalaPrensa/IntervencionesPublicas/
DirectoresGenerales/economia/arce290519.pdfTodo ello proviene de los condicionantes
de la Política Fiscal que son:
- La evolución de la deuda pública.
- Cambios en la composición de los ingresos tributarios.
- Envejecimiento y gasto público.
- Sistema sanitario y dependencia.
- Pensiones.
- Consecuencias macroeconómicas del envejecimiento.
- Multiplicadores fiscales.
- La conducción de la política monetaria.
- La adopción de reformas estructurales.
- El crecimiento potencial.
- https://www.bde.es/f/webbde/GAP/Secciones/SalaPrensa/
IntervencionesPublicas/DirectoresGenerales/economia/arce290519.pdf
https://www.imserso.es/InterPresent1/groups/imserso/documents/binario/
11003economiapersmay.pdf
No encuentro nada más
Política de vivienda:
Frente al incremento poblacional nos encontramos con un contexto poco esperanzador
con respecto a las políticas de vivienda, como bien conocemos, el perfil de las personas
mayores actual es muy distinto al de épocas anteriores (nivel educativo superior,
pensiones más elevadas y mayor conciencia de sus derechos entre otros).
2019_viviendas_personas_mayores_europa.pdf (carm.es)
Se trata de un documento técnico que se apoya en los datos obtenidos de dos encuestas:
una que refleja las opiniones de las personas mayores sobre sí mismas y sobre su
situación en la sociedad; y otra sobre la opinión general de la población acerca de las
personas mayores.
En consecuencia, se llevaron a cabo una serie de reformas de las cuales las más
recientes son las llevadas a cabo en 2011 y 2013, por lo que instauraron entre otras
medidas, el retraso de la edad de jubilación, el incremento del período de cálculo de la
base reguladora, la introducción de un factor de sostenibilidad que liga la pensión inicial
a la esperanza de vida y la aprobación de un mecanismo de revalorización, estas
reformas supusieron un avance muy considerable a la hora de garantizar la
sostenibilidad financiera del sistema de pensiones.
Por ello, España sufrió un gran descenso en relación con el resto de los países de la UE
en la tasa de beneficio, alcanzando el décimo puesto (habiendo tenido un cuarto puesto),
por lo que en favor de lo anterior, la edad efectiva de jubilación ha experimentado una
tendencia al alza durante los últimos años, desde los 63,5 años en 2006 hasta los 66 años
en 2021. Esta evolución es el resultado de dos efectos contrapuestos. Por un lado, un
aumento neto de la edad de jubilación dentro de cada modalidad de jubilación y, por
otro, una contribución negativa de la evolución del peso de las distintas modalidades de
jubilación. (Hernandez, 2021)
https://repositorio.bde.es/bitstream/123456789/14804/1/do2106.pdf
(Parafraseado)
Del mismo modo, se han mantenido también los programas de envejecimiento activo
para mejorar la calidad de vida y la promoción de la salud de las personas mayores, y se
ha fomentado el mundo asociativo de las personas mayores.
Con el fin de profundizar más en este ámbito es necesario ver funcionamiento del actual
sistema para poder llegar a analizarlo más exhaustivamente, este sistema se fundamenta
en 5 principios:
1. Principio de reparto: Las pensiones existentes en este momento se financian con
las cotizaciones de los actuales trabajadores.
2. Principio de proporcionalidad contributiva: Las cuantías a percibir deben
guardar relación con las cantidades aportadas y con el periodo de cotización.
3. Principio de universalidad: Las personas que no puedan acceder a dichas
prestaciones deberán acceder al sistema de prestaciones no contributivas con el
fin de cubrir sus necesidades más básicas.
4. Principio de gestión pública: El sistema debe ser gestionado por la
administración pública.
5. Principio de suficiencia de prestaciones: La prestación debe ser suficiente para
salvaguardar las necesidades.
En España, y a diferencia de lo que ocurre en otros países, las aportaciones de los
trabajadores se realizan a un fondo común (Tesorería de la seguridad social) y no a un
plan privado. De dicho fondo se saca el dinero para pagar las pensiones. (BBVA, 2017).
Según el Índice Global de Pensiones de Melbourne, se analiza la sostenibilidad, la
eficiencia y la buena gestión de los países en su sistema de pensiones públicas.
Los países que se encuentran a la cabeza de este índice son Holanda, Dinamarca y
Australia respectivamente. Tienen un índice global y de sostenibilidad entorno al 80.
España se encuentra en el lugar 24 con un índice global del 54 y de sostenibilidad del
29.(Mercer, 2019) (Actualizar).
POSICI PAÍS ÍNDIC ÍNDICE DE ÍNDICE DE ÍNDICE
ÓN E ADECUACI SOSTENIBILI DE
GLOB ÓN DAD INTEGRID
AL AD
1. HOLANDA 81 78.5 78.3 88.9
2. DINAMAR 80.3 77.5 82 82.2
CA
3. AUSTRALI 75.3 70.3 73.5 85.7
A
24. ESPAÑA 54.7 70 26.6 69.1
ME He quedado aquí
A su vez, otra cuestión fundamental a tener en cuenta es la esperanza de vida, siendo
esta el número medio de años que esperaría seguir viviendo una persona de una
determinada edad en caso de mantenerse el patrón de mortalidad por edad (tasas de
mortalidad a cada edad) actualmente observado.
En España, la esperanza de vida en cuanto a la diferencia en años de la mujer se
mantuvo estable o creció levemente hasta mediados de los años noventa, en cambio, la
masculina era más baja debido a factores biológicos, estilos de vida y conductas de
riesgo. (Instituto Nacional de Estadística, 2020)
Sin embargo, Según afirma el INE (2020): por factores diversos esta diferencia a favor
de la mujer se ha disminuido en las dos últimas décadas:
- En el año 1999, tenemos una cifra de 6.9 años de diferencia a favor de la mujer.
- En el 2009, vemos como hay una leve bajada de la cifra a 6.0 años.
- En el año 2019, nos encontramos con 5.4 años a favor de la mujer, siendo aún
menor que la anterior.
EVOLUCIÓN DE LA ESPERANZA DE VIDA AL NACIMIENTO
POR PERIODO
86.285.885.785.8
88 85.485.685.585.185.1 85
84.784.384.184.2
86 83.583.6 83 83.183.1
82.782.3
84
80.9 80.580.4
82 80.379.980.179.9
79.479.3 79 78.6
80 78.2 77.8
77.7 77 77
78 76.476.476.375.9
75.4
76
74
72
70
19 18 17 16 15 14 13 12 11 10 09 08 07 06 05 04 03 02 01 00 99
20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 19
http://blognewdeal.com/gonzalo-garcia-andres/la-revolucion-de-la-politica-fiscal-ii-el-
caso-de-espana/
Paralelamente, y con la llegada de la comunicación que hemos mencionado
anteriormente que se llevó a cabo en el año 2006, en la cual se dictó una a través de la
Comisión Europea se propició:
- Una Europa que favorece la renovación demográfica. Los Estados miembros de
la UE pueden prevenir
Una Europa que favorece la renovación demográfica. Los Estados miembros
de la Unión Europea pueden prevenir el declive demográfico o reaccionar ante la
disminución de la natalidad, que en algunos de ellos ha llegado a un nivel
preocupante. Estas reacciones son al mismo tiempo necesarias y realistas
Una Europa que valora el trabajo: más empleo y una vida activa más larga y
de calidad. El envejecimiento demográfico invita a conceder una importancia
estratégica al incremento de la tasa de participación de las mujeres y de los
hombres mayores de 55 años. Para ello serán necesarias reformas de
envergadura para suprimir los estímulos a la salida precoz del mercado laboral y
fomentar el empleo de los mayores. También hay que velar para que sea
realmente posible trabajar más tiempo y para que todas las políticas públicas
amplíen las posibilidades de empleo de los trabajadores de edad avanzada.
Una Europa más productiva y eficiente. El envejecimiento de la población
puede incluso constituir una gran oportunidad para incrementar la
competitividad de la economía europea. Un primer paso en esa dirección sería
animar a los agentes económicos a incluir el fenómeno del envejecimiento en sus
estrategias de innovación. Esto afecta a numerosos ámbitos, como las
tecnologías de la información y de la comunicación, los servicios financieros, las
infraestructuras de transporte, de energía y turísticas, y los servicios de
proximidad, en particular los servicios de asistencia de larga duración.
Una Europa organizada para recibir e integrar a los inmigrantes. Es preciso
ser claros: en los próximos quince a veinte años, Europa seguirá recibiendo una
emigración neta importante. Primero, ésta colmará las necesidades del mercado
de trabajo europeo, que atraerá a una mano de obra exterior cualificada. Las
necesidades de mano de obra externa no cualificada también serán muy
importantes. Tampoco hay que olvidar el atractivo del territorio europeo, debido
a su prosperidad relativa, a su estabilidad política y a las solicitudes de
reunificación familiar por parte de los inmigrantes.
Una Europa con unas finanzas públicas viables, garante de una protección
social adecuada y de la equidad entre las generaciones. Pueden ser necesarias
reformas adicionales en algunos países, en particular para evitar salidas precoces
del mercado laboral, incrementar la edad de cese definitivo de actividad, ofrecer
a las personas mayores estímulos financieros para que permanezcan en el
mercado laboral y hacer posible que las personas completen sus pensiones de
jubilación con pensiones complementarias, garantizando al mismo tiempo un
mejor equilibrio entre las prestaciones y las cotizaciones de una persona.
Conclusiones: