Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Von Wright Explicacion y Comprension
Von Wright Explicacion y Comprension
Version castellana de
Luis Vega Refion
Alianza
Editorial
I'itulo original :
Explanatian and Undersiandin.q.
La traduccion a1 castellano de esta obra ha sido autorizada por Cornell Uni-
versity k s .
* ç.. y mas profundo de lo que el dia (ha) pensado)) forrna parte de dos
significativos versos, çE mundo es profundo / y mas profundo de lo que el
dia ha pensadon, que aparecen en distintos pasajes de Ad babld Zaratustra,
e.g. en çL segunda cancion del bailen, 3, de la tercera pane, o en uLa cancion
del noctimbulo~,6 y 12, de la cuarta parte. (N. del T.)
INDICE
Prefacio ................................................. 13
DOS TRADICIONES
consiste sobre todo en ver para prever, en investigar lo que es a fin de concluir
de ello lo que sera, conforme a1 dogma general de la invariabilidad de las
leyes naturales.~
13 Mill 1843, 1. 111, c. xii, sec. 1: çS dice que un hecho individual queda
explicado serialando su causa, esto es, estableciendo la ley o las leyes causales
de las que su produccion results ins tan cia.^ Comte rechazo la busqueda de
çcausas))Asocio esta empresa a la etapa metafisica, çprepositivista~ del desarrollo
de la ciencia. E n la ciencia positivista el cometido de las causas viene asumido
por las leyes generales. Cfr. Comte 1830, Lecon I, sec. 4 y Comte 1844, P. I,
sec. 3.
14 Cfr. la cita de Mill en la nota 13 precedente. Comte 1830, Lecon I, sec. 2:
çL explicacion de 10s hechos ... ya n o es otra cosa en lo sucesivo que la
relacion establecida entre 10s distintos fenomenos particulares y ciertos hechos
generales.~
15 Mill 1843,l. VI, c. iii, sec. 2: ~ P u e d e
decirse que la ciencia de la naturaleza
humana existe en la medida en que las verdades aproximadas, que componen
un conocimiento practice del gknero humano, puedan revelarse corolarios d e
las leyes universales de la naturaleza humana en que se fundan.))
16 Cfr. Comte 1844, P. I, sec. 6.
17 Cornte, en particular, era consciente d e esta vinculacion tradicional. Cfr.
Comte 1830, Lecon I, sec. 5. Segun Comte, fue de la mano de Bacon y de
Galileo como la ciencia entro definitivamente en la etapa positiva.
Explication y comprension 23
un topic0 filos6fico desde la ipoca de Mill y Jevons por lo rnenos. Cfr. Ducasse
1925, p. 150 y sig.: ((La explicacion consiste esencialmente en la propuesta
de una hipcitesis fictica, presentando el hecho a explicar como un caso de
antecedente con respecto a un caso de consecuente de alguna ley de conexion
ya conocida~;Hobart 1930, p. 300: ~Explicarun acontecimiento es mostrar
que tenia que ocurrir como lo hizo. L o que significa poner de rnanifiesto que
resulta el efecto de una causa, en otras palabras, un caso d e aplicacion d e
una ley.)) Los ejemplos podrian rnultiplicarse ficilrnente.
313 Dray 1957, p. 1 .
37 Las principales contribuciones de Hempel a la teoria d e la explicacion,
comenzando por el trabajo de 1942 sobre las leyes generales en historia, estin
recogidas en Hempel 1965. Tambien es relevante Hempel 196211966.
38 La distincion entre una y otra variedad de modelo explicativo tuvo lugar
por vez prirnera, que yo sepa, en Hernpel 1959. Fue sometida a reelaboracion
ulterior en Hempel 1962; 196211966 y 1965, La presentacion hempeliana del
segundo modelo ha sufrido cambios que pueden estudiarse en 10s trabajos
citados. Tampoco ha sido uniforme su terminologia. Hempel califica a la explica-
cion de tip0 n o deductive de distintas maneras, çinductivançestadistica~
çproba
bilistica~y çestadistico-inductiva~
Explicacion y comprensi6n 31
59 Cfr. von Wright 1941/1957, c. Ill, sec. 4 , y von Wright 1951, c. VI,
Èec 2.
60 La rnayoria de 10s representantes del convencionalismo han guardado
filos6ficarnente afinidad con el positivisrno. Esto n o es rnenos cierto de 10s
convencionalistas radicales. Cfr. Ajdukiewicz 1934, Cornelius 1931, Dingier
1931 y 1953.
42 Georg Henrik von Wright
67 Hempel 1965, pp. 469-487, ofrece una meridiana exposicion con una habil
defensa del planteamiento en tkrminos de la teoria de la subsuncion de explicacio-
nes disposicionales de acciones en base a razones motivadoras.
ExplicaciOn y comprension 45
77 Anscombe 1957, sec. 33. Este punto ha sido controvertido. Kenny 1966
defiende el caracter sui generis del razonamiento prictico. Jarvis 1962 arguye
en contra. Una posicion intermedia es la asumuda por Wallace 1969.
78 Este planteamiento n o sera admitido, naturalmente, por quienes asuman
lo que mas adelante, en el c. Ill, sec. 4, es calificado como planteamiento
çcausalistade la validez de 10s argumentos practices.
79 Melden 1961, Kenny 1963, d'Arcy 1963 y Brown 1968, por mencionar
deO10s
D ~ ~ U ~ S mas importantes.
50 Georg Henrik von Wright
93 Klaus 1961 y Kirschenmann 1969 son fuentes para el estudio del impact0
de la cibernitica sobre el materialismo dialectic0 marxista.
94 Cfr. Klaus 1961, pp. 290-324; Lange 1962.
95 Cfr. Krajewski 1963 y Skolimowski 1965.
98 Skilomowski 1965, p. 245.
97 El nombre parece haber sido sugerido, por vez primera, por Adam Schaff
en Schaff 1961. Los planteamientos agrupados bajo este rotulo constituyen un
buen batiburrillo, siendo unos mas çortodoxos y otros a su vez mas çrevisionis
taw. Viase la colecci6n de ensayos Fromm (ed.) 1965. Asi mismo Markovik 1969:
çEmarxismo es hoy, en realidad, un racimo de orientaciones y tendencias opues-
tam (p. 608).
98 Las obras de Lukacs sobre el joven Hegel y sobre el joven Marx (Lukacs
948 y 1955) han revestido considerable importancia para la reorientacion hegeliana
de la filosofia marxista. Lukacs 1948 polemiza violentamente con la obra de Dilt-
hey de 1905 en torno a1 joven Hegel, que fue crucial para el primer despertar del
inter& por Hegel en este siglo.
99 La escuela de Frankfurt (Horkheimtr, Adorno, Fromm, Marcuse, Haber-
mas) ocupa, puede decirse, una posicion situada en la interseccion de la filosofia
hermenkutica y del marxismo humanista.
Marx y Hegelloo. Su filosofia de la ciencia resulta en ocasiones
una defensa de las ciencias del hombre contra las pretensiones
monistas de un pensamiento moldeado por el impact0 del progreso
de la ciencia natural y de la tecnologia.
3 Para una panorimica de 10s esfuerzos por resolver ((el problema de Humen
vkase von Wright 194111957.
4 La expresion es de C. D. Broad en Broad 1926.
5 Esto han mantenido fil6sofos de posturas generales tan diversas como
Comte (cfr. c. I, sec. 2) y Collingwood. Comte 1844, P. I, sec. 3 : ((La revolution
fundamental que caracteriza el vigor de nuestra inteligencia consiste esencial-
mente en sustituir por doquier la inaccesible determinacion de causas propiamen-
te dichas por la mera investigacion de /eyes, es decir, de relaciones constantes
existentes entre 10s fenomenos observados.~Comte 1851, Introduction. Colling-
wood 1940. p. 327. Cfr. tambiin Donagan 1962, p. 145.
8 Russell 1912/1913, p. 171.
Explication y comprension 59
7 Ib.,p. 184.
8 Nagel 1965, p. 12.
9 Suppes 1970, p. 5.
60 Georg Henrik von Wright
- -
-
podemos definir çnunca)mediante el si'mbolo compuesto A y çalgun vezÃ
mediante A . Afiadiendo A -a1 vocabulario del cilculo T, podemos traducir
a nuestro lenguaje logico asertos tales como çcuandoquier que p sea el caso,
sera a continuacion el caso de que 9.)) La expresion simbolica correspondiente
es A (p -> (t>Tq)). La axiomitica y la metalogica (cuestiones de completud, decidi-
bilidad, etc.) de esta logica cuantificada del tiempo discreto no necesitan set
discutidas aqui21.
El ingrediente conceptual que afiadimos a continuacion, y por ultimo, a
nuestro formalismo es un operador M. Representa la nocion de posibilidad.
Podemos definir la imposibilidad mediante - M y la necesidad mediante -M-.
La axiomitizacion de la l6gica modal requerida deberia ser al menos tan fuerte
como el sistema constituido por PL, la regla de Extensionalidad y 10s axiomas
siguientes :
Fig. I
'Este sistema ha cubierto realmente cinco etapas, de a a el.
Consideremos su estado final el. Queremos investigar las çcausas>
del origen y composicih de este estado final en particular. Nos
preguntamos, por ejemplo, si el paso del sistema a travks de
dl, en su cuarta etapa, fue una condicion suficiente para acabar en
el estado el. La respuesta es obviamente negativa. Porque, despuks
de dl, el estado final tambien podria haber side e2. (De nuestras
convenciones de presentacion se sigue que el y e, resultan diferen-
tes estados totales del sistema. V h s e arriba, pig. 48.)
Preguntamos a continuaci6n si el paso del sistema por dl en
su cuarta etapa de desarrollo fue una condicion necesaria para
acabar en el estado el. Para responder a esta cuestion hemos de
considerar la composition de todos 10s demas estados penultimos
posibles del sistema y la de 10s posibles estados finales subsiguien-
tes. Si un estado final idintico a el solo tiene lugar despues de un
cstado identico a dl, entonces la respuesta a la pregunta es afirmati-
va; en otro caso, negativa.
N o estaria de mas advertir que el significado cabal de la cues-
ti6n acerca de si dl es una especie particular de condicion con rela-
ci6n a1 estado final el del sistema viene a ser el siguiente: ,-Se
da el caso de que el sistema en su cuarta etapa, hallandose en un
74 Georg Henrik von Wright
Fig. I1
Fig. Ill
r
Fig. IV
Fig.V
Guards cierto parecido con la figura IV del caso Hi. Una diferencia
importante reside en que el explanandum ocupa una posicion relativa
distinta en uno y otro esquema.
Llamare cuasi-teleologica a una implicaci6n del tip0 iv.
Explicaciones de 10s tipos i y ii responden a preguntas del
genero de par pi algo fue o lleg6 a producirse necesariamente;
las explicaciones de 10s tipos Hi y iv muestran por su parte c h o
es que algo fue o result6 posible. En explicaciones del ginero
@or qui ocurrib necesariamente ? Son decisivas las condiciones suficien-
tes ; en explicaciones del genero 2 C6mo es que fie posible ?, las condi-
clones necesarias 30.
30 Creo que corresponde a William Dray el mirito de haber sido el primer0
en resaltar la importancia de las explicaciones que responden a cuestiones del
genero cimo fue posibie esto a lo otro. Explicaciones de este ginero son çn
82 Georg Henrik von Wright
I N T E N C I O N A L I D A D Y EXPLICACION
TELEOLOGICA
Cfr. Collingwood 1946, p. 213, donde se describe un act0 como *la uni-
dad de la cara externa y de la cara interna de un acontecimientoo.
112 Georg Henrik von Wright
9 Puede ser util seiialar una distincion entre las consecuencias lbgicas y las
causales. Cuando hablamos de las consecuencias de una opinion, de un enunciado
o de una proposition significamos de ordinario consecuencias logicas. Pero,
usado en el context0 de la accion, el tkrmino se refiere casi siempre a consecuen-
cias causales.
10 Considkrese el ejemplo del bombeador en Anscombe 1957, sec. 23-26.
114 Georg Henrik von Wright
16 Asi, por ejernplo, en Melden 1961, segun consta por la cita anterior
de la nota 14, en Daveney 1966 o White 1967. Cfr. tarnbiin Wittgenstein
1967a, sec. 53.60.
17 Cfr. Stoutland 1970, p . 125. El seiiala muy acertadamente que el plantea-
rniento que considers a ((10s objetos de las intenciones parte de la estructura
interna de las intenciones~en modo alguno contradice la posibilidad (asercion)
de que çhayuna relacion contingente entre las intenciones y la efectiva ocurrencia
de aquello que las consuma*.
120 Georg Henrik von Wright
de las premisas consistia en una norma, Ç debe hacer a)). Uno y otro tipos difie-
ren, por otra parte, de las formas de razonamiento prictico, u uortoprictico~,ob-
jeto de examen en Castaiieda 1960/1961 y Rescher 1966. Todos estos tipos se ha-
llan emparentados, per0 es dudoso que tengan en comun alguna especie de for-
ma canonica genkrica. Vkanse tambikn la sec. 9 del c. I y von Wright 1968b.
22 Es una peculiaridad l6gica de las inferencias pricticas la de presentar en
sus premisas y conclusi6n la caracteritica conocida por çopacida referencial~.
Ello significa que no es posible, sin restricciones, sustituir las descripciones de
10s estados de cosas y resultados de la acci6n que figuran en ellas por otras descrip-
ciones de exactamente el misrno estado o resultado. Una action, intencional
a tenor de su descripcion de su resultado, no necesariamente lo es a tenor de
otra descripcion del mismo y un medio con vistas a un fin, considerado imprescin-
dible a tenor de una descripcion, puede no resultar necesario a tenor de otra.
Explication y comprension 123
Claro que esto es solo otra forma, bien que mis abstrusa,
de decir que A pulso el boton. Volvamos a1 punto de partida.
Lo que viene a resultar en ultimo termino de la argumentacion
es lo siguiente : la correction formal de la inferencia prictica requie-
LA EXPLICACION E N HISTORIA Y E N
CIENCIAS SOCIALES
3 Esta à § l e ycuyo
~ funcionamiento es un tema principal de la doctrina hegelia-
na del ser en la primera parte de la Logik, puede tomarse por una idea general
antirreduccionista. Los ejemplos preferidos proceden habitualmente de la quimi-
ca. (Cfr. Engels 1878, P. I, c. XII, y Engels, Dialektik, p. 8.) Su naturaleza
es, sin embargo, muy diferente de la de 10s ejemplos, presuntamente de la
misma ley, entresacados de la v ~ d asocial. Son tales ejernplos la transformacion
del dinero en capital, analizado por Marx en su 186711894, o la transformacion
de la democracia burguesa en democracia proletaria, perfilada en Lenin 1918,
c. V, sec. 4. La ley de la transmutacion de la cantidad en cualidad me parece
un buen ejemplo de la tendencia de Hegel y de 10s escritores que se mantienen
en su tradition a amontonar bajo una misma etiqueta buen numero de cosas
sumamente dispares en lo que concierne a su indole conceptual. (Cfr. Winch
1958, pp. 72-73.) Esta tendencia es responsable en parte de las numerosas ambi-
giiedades inherentes a1 pensamiento hegeliano y, en no poca medida, a1 mar-
xista. Tarnbien cabria contemplar sobre este trasfondo la tension existente entre
una interpretacion considerada ortodoxa y diversas formas de çrevisionismo~
Explicacion y comprensi~n 161
explanans
^ explanandurn
(antecedente causal) (resultado de
Fig. VIII explication causal
Podemos entonces proceder a explicar como esas acciones,
una vez que tenemos constancia de que han sido posibles, se
relacionan con otros logros de 10s mismos agentes. Claro que
con esto hemos abandonado el imbito de la explicacion en tkrminos
de conexiones nomicas y de causalidad humeana.
Abel, Th. 1948, ((The Operation called 'Verstehen'a. American Journal of Sociology
54. Hay traduccion castellana de N. Bugallo, en I. L. Horowitz (dir.), Historia
y elementos dc la sociologia del conocimiento. Buenos Aires, EUDEBA, 1968;
t. I.
Ashby, W. Ross. 1952, Design for a Brain: The Origin of Adaptive Behaviour.
Hay traduccion de V. Sanchez de Zavala. Madrid, Tecnos, 1965.
- 1956, A n Introduction to Cybernetics. Hay traduccion de J. Santos. Buenos
Aires, Nueva Vision, 1960.
Berlin, I. 1954, Historical Inevitability. Hay traduccion de N. Lerner. Buenos
Aires, Galatea-Nueva Vision, 1957.
Braithwaite, R. B. 1953, Scientific Explanation. Hay traduccion de V. Sanchez
de Zavala. Madrid, Tecnos, 1965.
196 Georg Henrik von Wright