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RESUMEN DE DEMOGRAFÍA – PRIMER PARCIAL

La demografía puede pensar a la población desde dos aspectos, su dimensión y su composición. En el primero el
recuento estadístico se hace sin tener en cuenta las diferencias entre individuos. En cambio, el segundo sí da cuenta
de las diferencias entre individuos creando subpoblaciones dentro de una misma población. Cada uno de estos dos
aspectos desde su estado (sincrónico) o desde su dinámica (diacrónico). La demografía en realidad comienza con el
segundo. Es el análisis del movimiento de la población y la comprensión de sus mecanismos lo que ha dado origen a
un cuerpo metodológico específico, diferenciado de la estadística descriptiva. Los elementos de análisis demográfico
se desarrollan sobre la base de un proceso de entradas (nacimientos) y salidas (muertes). La edad, en este sentido,
cobra un carácter importante al estudiar el crecimiento y desarrollo de las poblaciones humanas.
El crecimiento global se puede medir con la fórmula TCD = Pt + Pt+h. La misma indica la diferencia entre una
población en un momento dado y la misma población medida en otro momento. Por otra parte, el crecimiento
relativo utiliza como fórmula TCDR = (Pt + Pt+h) : Pt. La población mantiene dos tipos de entradas y dos tipos de
salidas: nacimientos e inmigraciones, defunciones y emigraciones. La población P crece en virtud de dos cantidades
de (N-D) e (I-E). Se denomina crecimiento natural a la basada en componentes naturales (N-D), e inmigración neta o
saldo migratorio a la segunda (I-E). La demografía se construye sobre todo en función del primero, el segundo es sólo
accesorio (debido a la dificultad de acceder a registros de ellas).
Para medir la importancia de estos cuatros flujos se calculan las tasas brutas de natalidad, mortalidad, inmigración y
emigración, relacionando estos flujos con la población. La diferencia entre la tasa bruta de natalidad y la tasa bruta
de mortalidad da la tasa de crecimiento natural; mientras que la diferencias entre las tasas brutas de inmigración y de
emigración dan la tasa de inmigración neta.

PIRÁMIDE POBLACIONAL
La pirámide poblacional es un instrumento de gran ayuda para visualizar la estructura de la población. En ella se
presentan dos histogramas adosados: a la izquierda, la población masculina distribuida por edades; a la derecha la
femenina, también por edades. En este esquema se observa de inmediato y en forma simultánea el lugar relativo que
ocupa en la población cada grupo de edades y el equilibrio entre los sexos.

Perfiles poblacionales básicos Las pirámides poblacionales pueden adoptar numerosas formas según el
comportamiento de los factores demográficos.

● Pirámide progresiva: En el caso de poblaciones jóvenes, presentan base ancha con vértice afilado y lados
cóncavos, significando que la proporción de gente joven es alta y cada grupo es más numeroso que el
siguiente. Son poblaciones con niveles altos de fecundidad. Su cima es angosta, lo que refleja un porcentaje
bajo de población de 65 años y una alta tasa de mortalidad. Se presenta este tipo de gráfico en parte de
países Latinoamericanos, Asia y África.
● Pirámide regresiva: son las pirámides representativas de poblaciones envejecidas presentan una base
angosta determinada por la baja natalidad y un paulatino ensanchamiento que culmina con un vértice

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notorio (indicativo de regiones con altos valores de Esperanza de Vida y bajas tasas de mortalidad). Son
características de países con bajos porcentajes de poblaciones jóvenes como por ejemplo: Suiza, Alemania,
Italia.
● Pirámide estacionaria: En situaciones de poblaciones intermedias (o pequeñas), las pirámides comienzan a
disminuir sus bases (TN) en relación con las representativas de poblaciones jóvenes y los lados dejan de ser
cóncavos para pasar a tomar forma triangular. La TM también es reducida. Ejemplos: Argentina, Uruguay,
Canadá, Estados Unidos.
● Pirámides irregulares : En el caso de poblaciones afectadas por eventos especiales como guerras, las
pirámides suelen ser irregulares presentando escotaduras debido a pérdidas que afectan principalmente a la
población masculina entre 18 y 40 años; disminución de la natalidad en los tiempos de guerra, factor que
repercute indistintamente en los rectángulos de ambos sexos provenientes de los nacimientos producidos
por esas generaciones; proporción menor de nacimientos correspondientes a las generaciones nacidas en
años de guerra; además se dan en poblaciones pequeñas, con muchas migraciones.

La disminución de la mortalidad determina la ganancia de vidas humanas en todos los grupos de edad, podemos
mencionar por ejemplo el efecto sobre los grupos infantiles y en especial en los menores de un año (disminución de
la mortalidad infantil).
La disminución de la mortalidad posibilita llegar a edades avanzadas con el consecuente aumento de la Esperanza de
Vida, favoreciendo a todos los grupos etarios, mientras que la disminución de la fecundidad determina una menor
proporción de la población joven (comenzando por la base), dando lugar a una pirámide con perfil poblacional
envejecido. En las regiones en las que la mortalidad está en descenso, pero la tasa de fecundidad se mantiene alta,
las pirámides corresponden a perfiles poblacionales jóvenes; en ellas las posibilidades de producir nacimientos son
mayores por existir una mayor proporción de mujeres en edad fértil.
El tercer componente, que es el migratorio, generalmente está constituido por poblaciones jóvenes (en edades
económicamente activas) determinando así el envejecimiento de la población de origen y el rejuvenecimiento de la
de destino.

DINÁMICA POBLACIONAL
¿Cómo se mide el crecimiento de la población?

Tasa de crecimiento anual: Se agregan por año x n° de personas más”. “Hay 1,2 individuos más por año cada 100
habitantes”. Sirve para medir el ritmo de crecimiento de la población; para hacer proyecciones de la población en
localidades pequeñas; permite calcular las poblaciones en momentos intercensales.

Ecuación fundamental: TN – TM + TI + TMI

Tasa de crecimiento natural: bx nacidos – bx muertos

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Nacimientos:
Natalidad El estudio de la misma y su evolución permiten evaluar el impacto y el efecto de este factor sobre los
cambios poblacionales. El enfoque se efectúa generalmente a través de la fecundidad, relacionando los nacimientos
con la población femenina en edad fértil (15 a 49 años). Es necesario diferenciar los conceptos de fertilidad y
fecundidad significando el primero, la capacidad de procrear y el segundo, la efectivización de la misma. Dentro de
este campo, la clasificación de los nacidos vivos según edad de la madre que posibilita el cálculo de las tasas
específicas por edad, resulta importante para la orientación de los programas maternos infantiles.
Los indicadores que ya se mencionaron (en estadística metodológica) para la medición de este hecho son:
● Tasa bruta de natalidad: De acuerdo a Welti, la tasa bruta de natalidad “representa el número de
nacimientos que ocurren en una población dada por cada mil habitantes en un periodo dado” (1997: 106). Es
la relación por cociente entre el número de nacimientos ocurridos en una población dada durante un tiempo
determinado y la población total de la misma en la mitad de dicho lapso de tiempo (si se toma como medida
los nacimientos en un año calendario, sería el 30 de julio de dicho año en estudio). Por los datos a partir de
los que se construye, su obtención resulta sumamente factible y es de uso generalizado. No obstante, el
problema con este indicador es que se ve afectado por la estructura poblacional por sexo y edad, lo que
dificulta las comparaciones de fecundidad entre distintas regiones.
● Tasa bruta de fecundidad: Frecuencia con la que ocurren los nacimientos entre mujeres de 15-49 años. Este
indicador relaciona los nacidos vivos con la población femenina en edad fértil (factor de amplificación: 1000).
En comparación con la tasa bruta de natalidad es más preciso, pues relaciona los nacidos vivos con la
población específica de mujeres en edad de procrear. No obstante sigue estando afectado por la estructura
etaria de la población femenina.
● Tasas específicas de fecundidad por edad (fi): Frecuencia con la que ocurren los nacimientos dentro de
cierta edad. Se calculan las tasas para cada grupo de edad relacionando los nacidos vivos de madres de cada
grupo, con la población femenina correspondiente al mismo (utilizando 1000, como factor de amplificación).
Los grupos de clase más comúnmente utilizados son los quinquenales (5 años). Estas tasas sirven para
estudios comparativos de fecundidad según edad dentro y entre áreas geográficas.
● Tasa total o global de fecundidad (fG): Este indicador representa el número de hijos nacidos vivos que
tendría una cohorte de mujeres a lo largo de toda su vida reproductiva, sobre los supuestos de que las tasas
específicas se ajustan al comportamiento de las correspondientes al período de estudio. La tasa se obtiene
sumando las tasas específicas multiplicando el resultado por la amplitud modular (en este caso 5) y
dividiendo por el factor de amplificación (1000). El resultado se interpreta como el número promedio de hijos
nacidos vivos por mujer al final de su vida reproductiva (h/m). Constituye un indicador muy utilizado por su
fácil interpretación. Si la TGF= 2,1 esa población está en el remplazo. Si la TGF = +2,1 crece la población. Si la
TGF= -2,1 no llega al remplazo.
● Índice de reproducción bruta: a la tasa de fecundidad se le agrega un cociente que es ½,05= 0,48 (significa el
valor de mujeres sobre el de hombres). La población tiende a reproducirse, nacen más mujeres que hombres.
Si IR = 1, el reemplazo está asegurado. Si IR= +1: hay superávit de mujeres. Si IR= -1, la corte va a ser más

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pequeña porque hay menos mujeres para reproducir. Al IR se le debería aplicar la mortalidad específica de
las mujeres en cada grupo de edad para sacar la Tasa Neta del IR.

Mortalidad:
Las estadísticas de mortalidad son de utilidad en las actividades de planificación, evaluación y toma de decisiones. La
mortalidad se estudia en relación a diversas variables, siendo las más elementales la edad y el sexo; ya en un lugar
más específico, causa, lugar de residencia y aquellas relacionadas con el nivel de vida, etc. Las cifras relacionadas con
este hecho sirven para evaluar la calidad de los servicios de atención de la salud, las formas y estilos de vida, los
niveles de urbanización, etc. Existen distintos métodos e indicadores para medir la mortalidad.
Los datos básicos requeridos y a tener en cuenta para la construcción de los indicadores son: la población expuesta
al riesgo; el área geográfica; el período de tiempo (generalmente un año calendario); el número de muertes
ocurridas en la población de referencia en el área geográfica y período de tiempo establecidos en el estudio.
Indicadores
● Tasa bruta de mortalidad: Frecuencia con la que ocurren las defunciones en año determinado y en una
población dada. Las tasas de mortalidad miden el riesgo de morir en una población dada. La misma relaciona
las defunciones con el total poblacional, utilizando el factor de amplificación 1000. El problema con este
indicador es que se ve afectado por la estructura poblacional por sexo y edad, lo que dificulta las
comparaciones entre distintas regiones. La tasa bruta de mortalidad general no es de gran utilidad para fines
comparativos en cuanto a la situación de salud entre distintas regiones, por estar afectada por la estructura
etaria. Los valores de las tasas de mortalidad por sexo y edad, indican que el riesgo de morir es diferente en
los distintos grupos. Las tasas comienzan siendo altas en el primer año de vida, posteriormente descienden
tomando sus valores mínimos entre los 5 y 10 años, luego comienzan una tendencia ascendente, suave en los
primeros tramos correspondientes a grupos jóvenes y observando una mayor intensidad en los grupos de
edades avanzadas. Generalmente (como este caso) los valores de las tasas correspondientes al sexo
masculino son mayores que las correspondiente al sexo femenino.
● Crecimiento vegetativo (TBN – TBM): La diferencia entre la tasa bruta de natalidad y la tasa bruta de
mortalidad da la tasa de crecimiento natural.
● Esperanza de vida: mientras que la tasa de mortalidad por edad nos da el riesgo que corre un individuo de
una edad dada en morir dentro de un año calendario, la esperanza de vida nos permite conocer la
probabilidad de que un individuo de x-edad muera antes de su cumpleaños siguiente. Esta edad media al
morir se denomina esperanza de vida.
● Tasa de mortalidad infantil: Comprende el estudio de las defunciones de menores de un año. La tasa de
mortalidad infantil que relaciona las defunciones de menores de un año con los nacidos vivos del mismo
período y lugar, utilizando el factor de amplificación 1000, expresa el riesgo de morir de los menores de 1
año. Este indicador sirve enormemente para reflejar los niveles de vida y desarrollo económico de una región
ya que observan marcadas diferencias en sus valores según el alcance de los mencionados niveles.

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● Tasa de mortalidad neonatal: Cantidad de defunciones de niños menores a un mes (0-28 días) de vida en
una población y un período dado.
● Tasa de mortalidad post-neonatal (TMIPN): toma las defunciones de 28 días hasta 1 año de edad (28 días
hasta 11 meses y 29 días). Son los niños que nacieron bien pero por cuestiones exógenas no sobreviven. Más
del 90% de las muertes neonatales son por enfermedades gestacionales. En cambio, las muertes
postneonatales están más vinculadas a cuestiones externas, ambientales: la TMP-N es más fácil de controlar.
● Tasa de mortalidad materna: Cantidad de muertes de madres que dieron a luz.

TRANSICIÓN DEMOGRÁFICA
La teoría de la transición demográfica establece que las sociedades experimentaron un proceso de modernización
evolucionan desde un régimen pre-moderno de alta fecundidad y alta mortalidad, hacia un estado post-moderno en
el cual ambos hechos demográficos se presentan con valores bajos (Dudley Kirk). Demeny la reconoce como “la
preocupación central de la demografía moderna”. Para otros, no es una teoría y debería ser calificada sólo como una
no probada generalización, no merecedora de mayor discusión.
La denominada teoría de la transición demográfica, formulado a mediados de siglo XX, sostiene que, como
consecuencia del desarrollo económico, las poblaciones de los diferentes países y regiones, y eventualmente la del
planeta en su conjunto, experimentan una evolución que las conduce desde un régimen demográfico presidido por
altas tasas de mortalidad y natalidad a otro en el que ambas tasas son bajas. Entre el punto de partida (el equilibrio
demográfico por la alta) y el punto de llegada (el equilibrio por la baja) se constituye la transición en cuestión: se da
lugar a un desequilibrio en el que la población crece deprisa, debido a que la mortalidad declina décadas antes que la
natalidad, lo que se traduce en un crecimiento exponencial, mucho más rápido que la historia de la humanidad había
registrado. Tras un períodos de distinta longitud para cada región del planeta, la natalidad decrece hasta restaurar el
equilibrio, ahora en niveles bajos de mortalidad y natalidad.
Cuatro períodos:
1. En el primero, en el que la M y la N son muy elevadas, el factor decisivo es la alta mortalidad, que aparece en
gran medida ajeno al control humano, derivado de las malas condiciones de vida, el escaso desarrollo

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científico, tecnológico, las hambrunas, plagas, guerras, etc. Aquí se da un sistema homeostático,
autorregulado: cualquier descenso prolongado de la mortalidad deparaba en un aumento de la mortalidad
extraordinaria, ya fuera por el equilibrio precario entre la población y los recursos, por factores
epidemiológicos, conflictos bélicos por tierras y recursos, etc.
2. El segundo comienza con el descenso de la mortalidad mientras la natalidad continúa elevada. El cambio se
inició a finales del s. XVII o comienzos del s. XVIII en algunas zonas privilegiadas del cuadrante noroeste del
continente europeo. Los progresos de la agricultura, de los transportes, del comercio de granos, la
desaparición de la peste tuvieron gran importancia en dar lugar a este proceso. Más tarde llegaron avances
en la higiene y la salud pública, como el agua potable. A su vez que las mejoras médicas, que llegaron ya muy
tardíamente, pero ayudaría a terminar de dar gala a tal proceso.
3. El tercero se da cuando, tras unos decenios, la natalidad también comienza a caer. El impacto de las
transformaciones socioeconómicas dio lugar a un descenso secular de la fecundidad, iniciado recién a inicios
del siglo XIX en Francia y a mediados del mismo siglo en el resto de los países de la región. Anteriormente, la
fecundidad, a lo largo de la Historia, fue un fenómeno incapaz de controlar; la humanidad procreaba en
demasía y con grandes pérdidas, con una fecundidad media de seis o siete hijos por mujer y un 50% de
mortalidad infantil. Se dio en esta tercera etapa una reducción considerable de la mortalidad infantil,
facilitada por los cambios tras la Revolución Francesa: sobre todo la industrialización, la urbanización, el
invento del caucho como profiláctico y la escolarización dieron lugar a un cambio en el sentido económico de
concebir y criar hijos.
4. En el cuarto ambas tasas se estabilizan en niveles bajos, la distancia entre ellas se hace estrecha y el
crecimiento se atenúa. En este estadío, el factor decisivo pasa a ser la natalidad más que la mortalidad. Aquí
es necesario mencionar las disparidades entre regiones post-transicionales y las regiones en transición.
Mientras que las poblaciones en transición todavía están llegando al último estadio (o llegaron
aceleradamente y de maneras diferentes a las de la experiencia occidental), la mayoría de las regiones
post-transicionales alcanzaron el último estadio a mediados del s. XX. En todo este proceso, y en una
continuidad aún vigente, se logra evidenciar un profundo cambio en las formas de familia, las estructuras de
hogar, los patrones de convivencia, etc. Las características de estas poblaciones post-transicionales son: el
lento crecimiento de la población o inclusive tasas negativas en algunos países; la baja mortalidad o alta
esperanza de vida, debido al gran control de las antiguas causas de mortalidad (lo que dio surgimiento a
nuevas mortalidad relacionadas a lo senil, a accidentes o suicidios); el evejecimiento de la población, lo que
trae considerables consecuencias económicas y sociales, sobre todo con las pensiones y la proporción de PEA
y PEI; y por último, la baja fecundidad y nupcialidad, debido al retraso de la maternidad, la alta actividad
laboral feminina, el declive de la institución de la familia asociada a sociedades industriales y auge de un
individualismo secular, así como el alto costo de crias hijos.
Tal argumento no compone estrictamente una teoría sino que es una gran generalización histórica derivada de la
experiencia europea y norteamericana tras la industrialización y la formación de los Estados modernos, que se ajusta
en mayor o menor medida, y con sus debidos ajustes, a la experiencia de las demás regiones globales.

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La teoría cultural
Una teoría más específicamente cultural que la de Caldwell ha sido propuesta por Lesthaeghe, quien argumenta que
las diferencias en la conducta sobre fecundidad está primariamente relacionada a diferencias culturales. Afirma que
las diferencias en los niveles de fecundidad y en su velocidad de cambio están relacionadas con diferencias en
creencias y prácticas religiosas y en el grado de laicismo, materialismo e individuación.
Lesthaeghe agrega una teoría de las “necesidades del más alto orden” a la teoría clásica de la utilidad económica,
relacionada con los cambios dirigidos hacia el individualismo y los conceptos de autorrealización. De esta manera,
considera al descenso de la F como parte de un proceso de emancipación más amplio.

Perspectiva histórica
Para Charles Tilly la cuestión es cómo y porqué poblaciones básicamente agrarias se transformaron primero en un
proletariado industrial urbano, y más tarde en una sociedad burguesa. El primer cambio conduce a una continuada, si
no en aumento, alta fecundidad; el segundo cambio conduce al descenso de la misma. Esta transformación estuvo
relacionada con el cambio del papel de los niños como contribuyentes económicos, y con el creciente costo de los
niños, que fue la consecuencia de tres procesos:
1. Intervención del Estado fijando una edad mínima legal para el matrimonio, escolaridad obligatoria, una edad
legal mínima para trabajar, y políticas sociales orientadas a la justicia redistributiva;
2. Transformaciones en el mercado laboral, tales como el incremento en el número de puestos en servicios
adecuados para las mujeres;
3. Una redefinición cultural de las responsabilidades familiares hacia los niños, lo cual resultó primero en un
flujo de responsabilidad desde los niños hacia los padres, y más tarde desde los padres hacia los hijos. Hubo
una redefinición del concepto de maternidad, de procrear a criar.

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En su libro, Chesnais identifica y pone a prueba tres proposiciones centrales de la teoría de la transición:
1) La consecuencia cronológica de la M descendiendo en primer término, seguida por la declinación en F.
Considera que las excepciones no son verdaderas.
2) Presenta un modelo de transición reproductiva en dos fases: restricción del matrimonio seguido por
limitación de los nacimientos. Esto no estaba incluido en las primeras versiones de la teoría, y es una
apropiada modificación de la transición en Europa.
3) La influencia de la modernización en el comienzo del descenso de la F. las versiones originales de la teoría
veían el desarrollo socio-económico como un ingrediente esencial pero fallaban al predecir la diversidad de
las condiciones demográficas y socio-económicas durante la transición. Pero, a pesar de la multiplicidad de
contextos históricos, geográficos e institucionales, continúa siendo válida la idea de que la transición fue
promovida por mecanismos similares.
Otro aspecto es que las primeras versiones de la teoría (y muchas de las últimas) fallaron al no contemplar la
importancia de los crecientes movimientos internacionales, y que los creadores de la teoría subestimaron la
importancia de la innovación y la difusión. El rápido avance de la planificación familiar en un área cultural o
lingüística no fue prevista por ellos.

TEORÍAS DE LA POBLACIÓN
Evolución del pensamiento sobre la población
Antigüedad: si bien no existían teorías demográficas, si existían preocupaciones y pensamientos en torno al tamaño
óptimo de la población. Se pensaba en la población para buscar el equilibrio entre población y recursos (en contexto
de producción y tecnologías no expansivas). Aquí surgen dos de los principales puntos de vista en torno a la
fecundidad: el natalismo, de mayor difusión en Europa Occidental (Grecia y Roma); y el antinatalista, con mayor
difusión del pensamiento de Confucio. Para el filósofo chino, las hambrunas venían generadas por la sobrepoblación.
Confucio propuso dilatar el matrimonio, para evitar la formación temprana de parejas y evitar una mayor mortalidad
infantil.
Edad Media y Moderna: hubo un mayor desarrollo del pensamiento pre-demográfico. Entre los aportes de mayor
relevancia se encuentran: Giovanni Botero (1588), estudia el envejecimiento de la población en las ciudades
italianas, a su vez que proponía que había propuesto la idea que el hombre tenía una capacidad ilimitada de
reproducirse mientras que sus medios de subsistencia eran limitados (antecedente malthusiano). Graunt (1662).
Político inglés. Estudia leyes y regularidades en mortalidad. A su vez, se dan las primeras lecturas economicistas en
torno a la población, sobre todo con el mercantilismo y los fisiócratas. Ibn Khaldoun (1377) es quizá sea uno de los
precursores más interesantes de la sociología y la demografía, al tratarse de un pensador africano de considerable
desarrollo teórico siglos anteriores a las grandes revoluciones de la Razón Occidental. Su principal aporte fue que a
mayor población, mayor división del trabajo y, por ende, mayor productividad.

La teoría malthusiana

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Thomas Robert Malthus, clérigo y profesor universitario desarrolló sus ideas en Essay on the principle of population
publicado por primera vez en 1798. En este primer ensayo critica a las opiniones más optimistas acerca del
crecimiento de la población (Rosseau y Condorcet). En la segunda edición de su ensayo, Malthus desarrolla su teoría
sobre el papel de la población como principal causa de pobreza: Las hipótesis: 1) la población está limitada por los
medios de subsistencia. 2) la población aumenta invariablemente cuando aumentan los medios de subsistencia, a
menos que lo impidan frenos muy poderosos y evidentes. 3) dichos frenos pueden expresarse todos en términos de
restricción moral, vicio y miseria.
Después de afirmar que hay grandes obstáculos al crecimiento demográfico en acción continua, formula sus dos
hipótesis fundamentales:
● La población tiende a duplicarse cada 25 años (aumenta en progresión geométrica).
● La producción agrícola aumenta cada 25 años en una cantidad igual (progresión aritmética).
Malthus suponía el rendimiento decreciente de la tierra y, si bien el freno último a la población es la falta de
alimentos, encuentra otros fenómenos que mantienen a la población al nivel de los medios de subsistencia,
clasificándolos en dos grupos: frenos preventivos y frenos positivos.

Antimalthusianismo
La teoría de Malthus fue contestada por Boserup, que observa que el crecimiento de la población es un factor de
innovación tecnológica y de progreso científico. Su tesis relativiza la teoría malthusiana dado que la intemporalidad y
la universalidad pueden ponerla en duda. Entre fines de las décadas del 60 y principio del 70 aparecieron dos libros
que volvieron a poner en escena la mirada malthusiana: The population Bomb de Paul Ehlich, y The limits to growth
de Denis y Donela Meadows. El primero resume el problema en su libro a través de 3 constantes simples: muchos
hombres, pocos alimentos y un planeta que muere. Su tono es catastrófico, la solución es una regulación consiente
de la población. Los países son invitados a usar su poder político para convertir la regulación consiente en otros
países.
Economistas clásicos
No aprobaron la tesis catastrófica. La prueba empírica sobre la tendencia de la población y los alimentos no siguieron
las cifras de Malthus. Tomaron la idea de Malthus mediante la hipótesis del salario de subsistencia de la mano
obrera. Existiría una tendencia al equilibrio en torno al volumen de la fuerza de trabajo en relación al salario de
subsistencia. Cada vez que el salario real fuera mayor que el de subsistencia la población tendería a aumentar y en un
cierto plazo se igualarían ambos salarios.

Demografía moderna
Quetelet dio especial énfasis al fundamento matemático de la hipótesis de Malthus. Que los obstáculos que se
ciernen sobre el incremento de la población aumentan de manera proporcional al cuadrado de la velocidad con que
se expanden. De esta manera el crecimiento poblacional siempre tiende a desacelerarse luego de pasar ciertos
límites.

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Pearl elaboró una función donde la población se mantiene con un número de personas que aumenta lentamente, en
algún momento el crecimiento aumente donde se produce un alto aumento de individuos pasado cierto punto el
crecimiento se acelera. A esto llamó la curva logística.
Spencer señaló un principio de homeostasis de la población, basado en el principio de individuación (poder de
conservar la vida) y la génesis (poder de propagar la vida). Esta última presenta una relación inversa con el desarrollo
del sistema nervioso. Ello explicaría la alta capacidad de procreación y mayor mortalidad de las “razas inferiores”.
Dumont tesis de la capilaridad social, sostiene que la movilidad social ascendente tiende a disminuir las aspiraciones
reproductivas de los individuos.

Teoría marxista
Marx y Engels no formularon una teoría demográfica en sí, sino una serie de principios fundamentales, y las
cuestiones económicas y sociales. Marx sostenía que no podía existir una ley demográfica natural y universal sino
que las condiciones sociales y económicas predominantes en las diversas sociedades determinan la población. A cada
modo de producción predominante corresponde una ley de población particular históricamente válida dentro de sus
límites. Marx sostenía que la superpoblación malthusiana podía atribuirse al modo de producción capitalista y a la
apropiación por parte de la burguesía del producto excedente del trabajo más que a la supuesta inclinación biológica
del hombre. La superpoblación sería el resultado de la acumulación de capital por el cual el capital variable: fuente
de demanda de mano de obra, aumenta con menos rapidez que el capital constante: fuente de financiación de los
bienes de capital. En el curso de la expansión capitalista el crecimiento de la población no puede satisfacer por sí solo
la demanda de mano de obra, pero la acumulación de capital, al sustituir al trabajo generará excedente de población
necesario para el funcionamiento del sistema. Una “reserva de trabajadores industriales” sería indispensable para
reprimir las pretensiones de los trabajadores, mantener bajos salarios y conservar una alta tasa de valor excedente.

POBREZA
POBREZA (P): habitualmente se la define como la situación más o menos permanente de los hogares cuya
insuficiencia de ingresos redunda en carencias críticas en la satisfacción de las necesidades básicas (NB). Existe una
gran variedad de interpretaciones de que son objeto algunos elementos de la definición. Uno de tales elementos es
la duración de la situación de carencias críticas provocada por la insuficiencia de ingresos. Mientras no se defina esta
variable, la pobreza abarcará situaciones muy disímiles.
La noción de pobreza se basa en un juicio de valor acerca de los niveles de bienestar mínimos, necesidades
indispensables, con referencia a una norma sobre las necesidades básicas y su satisfacción, etc. El contenido de
pobreza varía con la norma.
Pobreza relativa: la norma empleada en la definición se vincula con un contexto determinado y una escala de
valores, propia de un estilo de vida. Hay otros dos conceptos que se confunden con éste, el de desigualdad y el de
privación, pero que no son sinónimos, aunque están relacionados, y ninguno de los conceptos subsume a otros.
Pobreza absoluta: Se propone una recuperación del enfoque biológico (que alude a una pobreza primaria, que
refiere a necesidades del mantenimiento de la eficiencia física), dado que la desnutrición capta un aspecto

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importante de la idea de pobreza (cuya importancia está aún por estudiarse), y dado que es un núcleo irreductible de
privación absoluta que aparece en los informes sobre hambre y desnutrición, siendo que el enfoque de pobreza
relativa es complementario a este de pobreza absoluta.

Contenido y alcance de la pobreza.


La insatisfacción de las NB puede ser una forma específica y operativa de definir la pobreza. El concepto de NB, en su
acepción más amplia, incluye tanto necesidades psicológicas y políticas como materiales, remitiendo a una
concepción del ser humano. Más allá de las definiciones que se realicen, la pobreza alude a un cuadro
situacional-estructural en que se encuentran determinadas personas, producto de su inserción en la estructura
socioproductiva, la cual determina la posibilidad de acceso a bienes y servicios, situación que debe ser medida.
Círculo vicioso de la pobreza: el carácter permanente de la situación de pobreza puede ser fruto de la forma de
organización étnica o cultural y de la internalización, en distintas esferas de la vida, de valores y actitudes que van
reforzando esta tendencia. La existencia de estos mecanismos plantea uno de los desafíos más serios y complejos
desde el punto de vista del diseño de políticas dirigidas a la erradicación de la pobreza.
También la discusión del tema de la insuficiencia de los ingresos para satisfacer las NB es fundamental para clarificar
el significado del término P. El mayor esfuerzo se concentra en la determinación de la línea de pobreza, ingreso
mínimo requerido para que los hogares logren asegurar el desarrollo psicofisiológico y la integración social de sus
miembros. La estimación de dicha línea es posible a través de las Encuestas Permanentes de Hogares (EPH), como
instrumentos para la recolección sistemática de datos sobre los ingresos de los hogares. Sin embargo, las mediciones
obtenidas con este método no permiten distinguir la P coyuntural de aquella otra que deriva de las estructuras
económicas, o sociocultural, o de una combinación de ambas. El conjunto de hogares que se sitúa por debajo de la
línea de P incluye tanto pobres crónicos como pobres recientes.
De esta manera, el texto se propone diferenciar las categorías de hogares en situación deficitaria, aquellos que
presentan carencias en la satisfacción de las NB o insuficiencias de ingresos o ambas situaciones, un subconjunto de
los cuales varios hogares son pobres. Tales categorías permiten seguir la evolución de tales categorías mediante el
examen de la información contenida en las EPH.

NBI - Índice de necesidades básicas insatisfechas


Este método consiste en establecer un conjunto de necesidades que una sociedad considera deben ser satisfechas
por los hogares (necesidades básicas), el umbral mínimo de satisfacción y confrontar la situación de los hogares
analizados respecto de ellas. Esta confrontación que permite identificar de manera efectiva la satisfacción o no actual
de la necesidad definida como básica o cuál es la privación presente y en qué grado lo está, es la que permite que
algunos autores lo denominen también “método o enfoque directo”. El método requiere definir a priori cuáles serán
consideradas las necesidades básicas, además del modo o grado en que deben ser satisfechas.

NBI: hogares que NO logran atender el total de las necesidades consideradas:


● Alojamiento: hogares con menos de tres personas por habitación;
● Equipamiento doméstico mínimo adecuado y no precario para el hogar;
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● Infraestructura que garantice estándares mínimos sanitarios (retrete);
● Acceso a servicio de educación (miembros de 6 a 12 años de edad que asistan a la escuela);
● Capacidad de subsistencia del hogar: menos cuatro personas por miembro ocupado y jefe de hogar
escolarizado con más de dos años de nivel primario).
El índice tiende a reflejar situaciones de pobreza estructural, aspectos de las condiciones de vida del hogar que son
más permanentes que los que refleja el ingreso en las EPH. El Índice de necesidad básicas insatisfechas sólo
reacciona ante deterioros muy severos del ingreso de los hogares y con un rezago considerable. De este modo,
cuando una crisis económica causa la pauperización de muchos hogares, un gran porcentaje de ellos registrará
ingresos por debajo de la línea de pobreza, pero sin mostrar carencias críticas en las dimensiones de NB incorporadas
en el índice.

El INBI contempla una franja muy limitada del espectro de necesidades que son atendidas por el contenido de una
canasta básica de consumo: por consiguiente, el pasaje a uno y otro lado de la línea de pobreza no tiene porqué
traducirse en cambios en los satisfactores cubiertos por el INBI.
Es muy probable que, en el corto plazo, los indicadores de NBI relacionados con la vivienda muestren una trayectoria
en apariencias independiente de las variaciones en el ingreso por habitante cuando el hogar cae por debajo de la
línea de pobreza. Ella implica que los efectos de la nueva situación económica se manifiestan con algún desfase sobre
las condiciones habitacionales, las cuales responden a la influencia combinada de factores sociales y culturales.
También los otros dos indicadores que componen el índice –asistencia a la escuela y capacidad de subsistencia-
muestran una relativa independencia ante un deterioro en la situación económica que arrastre al hogar por debajo
de la frontera de pobreza.
Cabe afirmar que las carencias críticas incorporadas en el INBI no operan, al menos en el corto plazo, como variable
de ajuste ante la reducción forzosa de gastos que deben sufrir los hogares que atraviesan hacia abajo la Línea
Pobreza. Sin duda, éstos van a tener que soportar déficit en la cobertura de algunas necesidades básicas de los
miembros del hogar. Pero van a ser otras necesidades, y no las que satisfacen los indicadores seleccionados, las
primeras afectadas en el ineludible proceso de reducción de gastos.
Limitaciones del NBI
● No hay una jerarquización de indicadores.
● No reconoce a la población afectada por procesos de pauperización ocurrido en las últimas décadas.
● Se trata a la pobreza como un fenómeno único y homogéneo.
● Los indicadores utilizados tienen una mayor adecuación para las áreas urbanas.
● Tiene en cuenta características que pueden no presentarse en la totalidad de los hogares

EPH - Línea de pobreza e indigencia


La Encuesta Permanente de Hogares es un tipo de encuesta de diseño muestral tipo panel, lo que permite el
seguimiento de los mismos hogares durante cuatro ondas (dos años, dos por año, una en mayo y otra en octubre). El
área de cobertura incluye a 31 aglomerados, de los cuales solo en un caso (Neuquén-Plottier) son exclusivamente

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relevamiento urbano. La EPH registra la población de derecho, o sea la residencia habitual de las personas. Las
unidades de observación de la EPH son tres: la vivienda, el hogar y el individuo.
La línea de pobreza refiere al monto mínimo de ingresos del que debe disponer una familia u hogar para poder
satisfacer de manera adecuada sus necesidades básicas. La comparación de los ingresos de cada hogar con el valor
de dicha línea de ingresos mínimos permite clasificar a los hogares como pobres o no pobres.
El método de las líneas de pobreza e indigencia
Se parte de la línea de indigencia, que se establece primero con la valoración monetaria de una canasta básica de
alimentos. Para su determinación se requiere de varios “insumos”. En primer lugar se deben delimitar las
necesidades energéticas y nutricionales mínimas a ser satisfechas por una población dada (cultural y regionalmente
dada), y definir la unidad de consumo a la que esas necesidades se refieren. Luego hay que establecer una
“población de referencia” y conocer su estructura de consumo alimentario, y a partir de ella, establecer los
productos, y sus cantidades. Es decir, los componentes de la canasta básica alimentaria. Finalmente, calcular el valor
monetario de la misma. Este monto necesario para cubrir las necesidades alimentarias definirá la línea de indigencia.
Una vez determinada la línea de indigencia, debe establecerse el valor de los otros satisfactores que se refieren a
otras necesidades consideradas básicas o esenciales que van más allá de las alimentarias: la canasta básica total
(CBT). El monto requerido para su satisfacción, determinará la línea de pobreza.
Esta línea de pobreza comprende el valor que supone la compra de bienes y servicios que permitan satisfacer al
conjunto de las necesidades alimentarias y también las no alimentarias (educación, salud, vestimenta, transporte,
entre otras), que se consideran esenciales. Para obtener el valor de esta canasta total (CBT) se considera la relación
entre los gastos alimentarios y los gastos totales (Coeficiente de Engel).
La estabilidad del ingreso de los hogares
Para determinar si un hogar se encuentra o no en situación de pobreza, se compara el ingreso mensual por
integrante del hogar con el valor, a precios de mercado, de las necesidades mensuales por persona, tal como lo
establece la línea de pobreza. Los ingresos considerados para definir la ubicación del hogar frente a la línea de
pobreza corresponden al mes anterior al momento de la entrevista. Por lo tanto, la condición de pobreza o no
pobreza del hogar de que se trate se define sólo con respecto a ese lapso.
En resumen, los ingresos de los hogares utilizados aquí, son sensibles a las variaciones coyunturales de la economía y
del mercado laboral por lo que no permiten discernir si la insuficiencia de recursos que experimentan los hogares es
de carácter permanente o transitorio.
Problemas y limitaciones de la línea de pobreza
La mayoría derivados de clasificar todos los hogares sólo atendiendo al ingreso corriente en efectivo, sin contemplar
situaciones diferentes:
● El método supone que las necesidades se satisfacen con el ingreso privado, sin considerar el derecho de
acceso a servicios gubernamentales, la propiedad de un patrimonio acumulado y la posesión de otros activos
no básicos, el tiempo disponible para la educación, recreación, descanso.
● La estrategia de cálculo de una línea de pobreza a partir de una canasta de alimentos, el grupo cuyo consumo
alimentario cumple con los requisitos

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● El ingreso es el monetario mensualizado, y la inestabilidad de los sectores pobres no aconsejan la
mensualización de los ingresos en un momento dado, sin considerar además ingresos de otro tipo no
monetario que pueden tener.
● No se atiende al origen del ingreso: no son iguales los “costos de obtención del ingreso” cuando trabajan una
o más personas, y por tanto, no son iguales los ingresos netos que se derivan. Asimismo, los costos de
obtención serán distintos según el miembro del hogar que trabaje, y la composición del hogar mismo
(piénsese una madre que debe trabajar, dejando a sus hijos en guardería).
● Cuando el primer grupo cuyo consumo alimentario cumple con los requisitos normativos de calorías y
proteínas es tomado como referencia para construir la canasta, se realiza una doble suposición: que tal grupo
por satisfacer las normas alimentarias también satisface otras necesidades y por lo tanto, no es pobre; el
supuesto termina determinando lo que debe ser resultado de la aplicación del método.
● El método no contempla el carácter de la situación laboral (precariedad por ej.), y los beneficios que pueden
derivarse de la misma (obra social), con la satisfacción de necesidades dispares aún cuando los ingresos sean
equivalentes.

Definiciones conceptuales de categorías presentes en la EPH - INDEC


La línea de indigencia procura establecer si los hogares cuentan con ingresos suficientes como para cubrir una
canasta de alimentos capaz de satisfacer un umbral mínimo de necesidades alimenticias. De esta manera, los hogares
que no superan ese umbral o línea son considerados indigentes. El procedimiento parte de utilizar una canasta básica
de alimentos de costo mínimo (CBA) determinada en función de los hábitos de consumo de la población definida
como población de referencia con base en los resultados de la Encuesta de Gastos e Ingresos de los Hogares
(ENGHo). Dado que los requerimientos nutricionales son diferentes según la edad, el sexo y la actividad de las
personas, es necesario hacer una adecuación que refleje las características de cada individuo en relación con esas
variables, para lo cual se toma como unidad de referencia al varón adulto de 30 a 60 años, con actividad moderada. A
esta unidad de referencia se la denomina “adulto equivalente” y se le asigna un valor igual a uno (1).

La línea de pobreza consiste en establecer, a partir de los ingresos de los hogares, si estos tienen capacidad de
satisfacer –por medio de la compra de bienes y servicios– un conjunto de necesidades alimentarias y no alimentarias
consideradas esenciales. Para calcular la línea de pobreza es necesario contar con el valor de la CBA y ampliarlo con la
inclusión de bienes y servicios no alimentarios (vestimenta, transporte, educación, salud, etc.), con el fin de obtener
el valor de la CBT. Para ampliar o expandir el valor de la CBA se utiliza el coeficiente de Engel (CdE), definido como la
relación entre los gastos alimentarios y los gastos totales observados en la población de referencia.

Por otra parte, en términos de la EPH, un hogar se define como una persona o grupo de personas, parientes o no,
que habitan bajo un mismo techo en un régimen de tipo familiar; es decir, comparten sus gastos en alimentación u
otros esenciales para vivir. En cuanto a las características sociodemográficas, a las variables tradicionalmente
captadas: sexo, edad, relación de parentesco, situación conyugal y educación, se incorporó la existencia de cobertura

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médica para el conjunto de la población. En cuanto a migración, se utiliza las preguntas por lugar de nacimiento y
lugar de residencia hace 5 años.

Medición del mercado de trabajo (EPH-INDEC)

En cuanto a la categoría ocupacional, se considera: a) asalariado a toda persona que trabaja en relación de
dependencia, es decir que las formas y condiciones organizativas de la producción le son dadas y también los
instrumentos, instalaciones o maquinarias, aportando ellos su trabajo personal; b) patrones, aquellos que trabajan
sin relación de dependencia, es decir que siendo únicos dueños o socios activos de una empresa, establecen las
condiciones y formas organizativas del proceso de producción y emplean como mínimo una persona asalariada; c)
trabajadores por cuenta propia a aquellos que desarrollan su actividad utilizando para ello sólo su propio trabajo
personal, es decir que, no emplean personal asalariado y usan sus propias maquinarias, instalaciones o instrumental;
d) trabajadores familiares sin remuneración, personas ocupadas en un establecimiento económico dirigido por una
persona de su familia que puede vivir o no en el mismo hogar y que no reciben pago en dinero o en especie por su
trabajo.

PEA: En la EPH puntual se consideraban ocupados quienes desarrollaban, en un período de referencia dado, una
actividad laboral. Es decir, es el conjunto de personas que: trabajaron, por lo menos, una hora en la semana de
referencia en forma remunerada; o trabajaron habitualmente 15 horas o más semanales sin pago; o no trabajaron en
la semana pero mantienen el empleo; o los suspendidos por menos de un mes y a los de 1 a 3 meses que no hayan
buscado activamente trabajo en la semana de referencia. El criterio de horas trabajadas, además de preservar la
comparabilidad con otros países, permite captar las múltiples ocupaciones informales y/o de baja intensidad que
realiza la población (subocupación), pudiendo ser caracterizadas en base al conjunto de indicadores establecidos. Por
último, los desocupados se refiere a la desocupación abierta, aquel conjunto de personas que no tienen una
ocupación, buscan activamente trabajo y están disponibles para trabajar en la semana de referencia.

PEI: población: a) menor de 14 años o jubilada que no está en condiciones de facultar su fuerza de trabajo; b)
personas adultas que no tienen ni están buscando conseguir trabajo. Se considera inactivos marginales a las
personas que se han retirado de la búsqueda activa por desánimo o falta de visualización de oportunidades pero
están disponibles para trabajar. Son inactivos típicos quienes no trabajan, no buscan activamente ni están
disponibles para trabajar.

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BLEND: Clasificación tentativa de los hogares según sus ingresos y carencias críticas
En esta sección el autor analiza las categorías que resultan del cruce entre ingresos y presencia de carencias críticas,
así como los resultados de su aplicación a los datos de la EPH (para Montevideo).
1. Hogares en condiciones de integración social: hogares cuyos ingresos per cápita superan los requeridos para
cubrir los costos de una canasta básica de consumo y que no presentan carencias críticas en las dimensiones de
necesidades consideradas. Estos hogares se distinguen claramente del resto por la mayor edad de sus jefes y el
mayor peso de la jefatura femenina. Presentan, además, una proporción mayor de patrones, empresarios y un
asimismo menor de formas marginales de inserción en el mercado de trabajo, como suele ser la de los
trabajadores por cuenta propia que no tienen local. El porcentaje de formas marginales de unión y de ocupación
de las viviendas es mucho menor que en las categorías restantes y hay también una clara diferencia en la
proporción de jefes con educación primaria incompleta.
2. Hogares con carencias inerciales: hogares que muestran una o más carencias críticas en las dimensiones
consideradas, pese a declarar un ingreso por integrante que los ubica por encima de la línea de pobreza. Cabe
agregar que la presencia de carencias críticas en estos hogares es un rezago de una situación de pobreza anterior,
la cual se prolongó por tiempo suficiente como para asentar un estilo de vida marcado por tal déficit.
Las carencias que sufre este grupo podrían ser interpretadas en términos del tiempo requerido para ajustar la
asignación de los mayores recursos del hogar a los patrones generales de consumo. Sin embargo, también es
válido asumir una visión más pesimista de las posibilidades de un eventual ajuste entre ingresos y carencias,
partiendo del supuesto de la persistencia de ciertos residuos de una “cultura de la pobreza” que no adopta las
prioridades del patrón dominante y por ende no asigna carácter crítico a las necesidades incorporadas en el
índice. No obstante, los ingresos medios por integrante de los hogares de esta categoría casi triplican los de los
“pobres crónicos” y más que duplican los de los “pobres recientes”. Esto descarta la existencia de un problema
de medición de los ingresos.
3. Hogares en situación de pobreza reciente: hogares con ingresos por persona por debajo de la línea de pobreza,
pero que no revelan carencias en las dimensiones de necesidades básicas consideradas. Los indicadores de
satisfacción de NB incorporados al índice muestran cierta inflexibilidad ante los cambios en la situación económica
de los hogares, y en tal sentido proporcionan una información importante acerca de las condiciones previas de
vida de éstos. El desajuste entre ingresos insuficientes y ausencia de carencias críticas, que es característico de
esta categoría, revelaría un proceso de movilidad descendente.
Cuando está cercana en el tiempo, la caída del ingreso no llegaría a traducirse en un deterioro visible de las
dimensiones de las condiciones de vida del hogar consideradas en el índice, las que tendrían una relativa baja
prioridad y/o mayor mediatas en los procesos de restructuración de los patrones de consumo forzados por las
nuevas privaciones económicas.
Si bien este grupo comparte con los “crónicos” indicadores que revelan una inserción precaria en el mercado de
trabajo, exhibe claramente un perfil propio en los indicadores de marginalidad social. El análisis del perfil de los
“pobres recientes” es congruente con la hipótesis de movilidad descendente. A diferencia de los “pobres
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crónicos” estos hogares parecen alejados de los engranajes de perpetuación de la pobreza y, por ende, se hallan
mejor preparados para mejorar su situación ante el advenimiento de condiciones económicas generales más
favorables.
4. Hogares en situación de pobreza crónica: hogares que se ubican por debajo de la línea de pobreza y que
presentan una o más carencias críticas. Estos hogares constituyen el núcleo de la pobreza. Una característica
básica de esta categoría es la presencia de condiciones propicias para la activación de mecanismos que perpetúan
la pobreza. Se trata de contenidos mentales de los miembros del hogar que tienen que ver con los valores,
expectativas y actividades asociados al fatalismo, el desaliento, la apatía y la falta de confianza en que los
esfuerzos serán recompensados con logros significativos. Estos elementos son transmitidos de generación en
generación a través de las prácticas socializadoras de las familias y son continuamente reforzados por la
experiencia a lo largo del ciclo vital de los miembros del hogar, en un proceso perverso que debilita
progresivamente las posibilidades de zafarse de la pobreza.
Cuando los hogares con NBI se clasifican según tipo de carencias, los pobres crónicos aparecen
sobrerrepresentados en carencias que se presentan en aquellas etapas del ciclo vital de las familias que deberían
estar dominadas por la función de reproducción social. Las mencionadas carencias ponen justamente de relieve la
incapacidad socializadora de estos hogares, lo que se traduce en una inadecuada preparación de las nuevas
generaciones para una participación efectiva y una positiva integración en la sociedad. Los hogares sumidos en
situación de pobreza crónica destacan por sus indicadores de precariedad laboral y particularmente de
marginalidad social.

IPMH - Índice de Privación Material de los Hogares


Se plantea con el propósito de superar las limitaciones que presenta el procedimiento NBI: captar la diversidad de la
pobreza mediante la distinción de categorías basadas en la disponibilidad de recursos materiales según dos
dimensiones: recursos corrientes y patrimonial. Permite identificar los hogares con privación de: 1) recursos
corrientes (coyuntural); 2) patrimonial (condiciones materiales de vida); 3) convergente (pobreza estructural).

CENSOS
I- Principales Características
El objetivo del censo es relevar las principales características de las personas, hogares y viviendas de toda la
población de un país en un momento determinado, para evidenciar un desarrollo de la población en cierta
periodicidad de tiempo.

La dinámica demográfica de un país produce efectos de vital importancia sobre la estructura económica y social del
mismo, y de ahí la importancia de este instrumento. El estudio de la dinámica demográfica de un país, a través del
Censo Nacional de Población, Hogares y Vivienda, es una herramienta valiosa en el diseño de políticas dirigidas a
mejorar el bienestar de la población, pues el conocimiento de la dinámica actual es un pilar fundamental para
estimar su evolución futura. La continua toma de decisiones en ámbitos públicos y privados requiere un insumo
fundamental: información confiable. Y es por eso, que en el terreno de la demanda de información estadística, tanto

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desde el ámbito público como privado, un 50% de lo que se demanda está relacionado con variables captadas en los
censos de población.

En términos generales, sus resultados son insumos básicos para formular políticas y administrar programas en esferas
tales como la educación, la alfabetización, el empleo y los recursos humanos; para la planificación de la familia, de la
vivienda, del desarrollo urbano y rural, del transporte, de la red vial y del bienestar social.
Permiten asimismo conocer la magnitud de la población según condiciones de vida diferenciales, obtener muestras
representativas para analizar la evolución demográfica, social y económica de la población durante los diez años
siguientes a la realización del censo y constituye la base a partir de la cual se realizan las proyecciones de población.
Por otra parte, los totales de población de cada jurisdicción política, territorial y administrativa permiten establecer el
número de diputados que corresponde a cada provincia, según lo establece la Constitución Nacional así como
también el número de representantes en cada jurisdicción provincial ante sus legislaturas.
El Censo también tiene aplicaciones importantes para los particulares y las instituciones comerciales, industriales y
laborales. Para lograr estimaciones de la demanda de bienes y servicios es preciso contar con información acerca de
la magnitud de la población en diversas zonas y su distribución por sexo y edad. Conocer, además, las características
de la mano de obra en el ámbito local, resulta importante cuando se ha de decidir el emplazamiento y la organización
de las empresas.
En el ámbito científico, los datos censales permiten fundamentar líneas de investigación sobre la evolución por sexo y
edad de la estructura de la población; la estructura económico-social de la Argentina, la composición de la población;
el crecimiento pasado y futuro; cambios en la distribución de la población urbana y rural; las diferencias de la
fecundidad, las características de las migraciones, etcétera.
A su vez, los censos tiene importancia internacional: la designación del año censal tiene como objetivo garantizar la
comparabilidad internacional, requerida por la Comisión de Estadística de las Naciones Unidas, y cumplir con lo
dispuesto en el decreto 3110/70, reglamentario de la ley 17622/68, por el cual se estipula que los censos nacionales
de población, familias y viviendas deben llevarse a cabo en nuestro país en los años terminados en cero.

Aspectos metodológicos
Con respecto a la historia misma de los Censos Nacionales de Población, en la Argentina se han llevado a cabo diez
Censos Nacionales: 1869, 1895, 1914, 1947, 1960, 1970, 1980, 1991, 2001 y 2010.
El Censo 2001 fue un censo de hecho, tradicionalmente realizado en nuestro país. Eso quiere decir que se censa a
las personas en el hogar en el que pasaron la noche de referencia del censo (la del 16 al 17 de noviembre), fueran o
no residentes habituales de aquél. Los datos se recolectan mediante la metodología de entrevista directa, es decir,
cada hogar fue visitado por un censista a quien se debían proporcionar las respuestas al cuestionario censal. A
diferencia de los Censos de 1980 y 1991, el del 2001 no aplicó muestra en el relevamiento, de modo que se
formularon las mismas preguntas a toda la población, sin excepción, mediante la aplicación de un cuestionario único.
En materia de contenidos hay varios cambios respecto del Censo de 1991: en primer término se incorporan las
temáticas de discapacidad, reconocimiento de pertenencia a pueblos indígenas, equipamiento de los hogares y
características del hábitat. Algunos de los temas del censo dan pie a encuestas complementarias específicas para
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estudios en profundidad como las correspondientes a personas con discapacidad, pueblos indígenas y migraciones
internacionales. También se acordaron contenidos comunes con el resto de los países del Mercosur, en pos de contar
con datos estadísticos comparables para la región.
Las unidades de empadronamiento del Censo 2001 son la población, los hogares y las instituciones colectivas. El
censo además relevó datos sobre las características de las viviendas en la que residen los hogares. El hogar se define
como la persona o grupo de personas que viven bajo el mismo techo y comparten los gastos de alimentación.
Una institución colectiva es el lugar destinado a alojar personas que viven bajo un régimen no familiar regulado por
normas de convivencia de carácter administrativo, militar, religioso, de salud, de castigo, trabajo, etc. El
empadronamiento de hogares y de las instituciones colectivas se realizó mediante dos operativos simultáneos.
La cartografía censal se compone de mapas, planos y croquis en los que se representa todo el territorio nacional lo
que permite planificar, organizar y ejecutar el relevamiento, y luego, analizar los resultados desde la perspectiva de
su distribución espacial. El objetivo es que todas las áreas del país deben estar cubiertas y homogéneamente
subdivididas.
Respecto del procesamiento de los datos, la captura se basó en técnicas de reconocimiento inteligente tanto de
marcas como de caracteres. Ello hizo necesario que el diseño gráfico de los cuestionarios se adaptara a los
requerimientos técnicos pertinentes, respetando los tamaños mínimos de las burbujas para las preguntas cerradas y
de las "cajas" previstas para registrar números y textos.

Territorio: distribución y clasificación de la población

El estudio de la distribución y clasificación de la población comprende el de la localización de la población y el de la


estructura de la población. Toda población vive en un determinado territorio y la forma en que se halla distribuida en
ese territorio suele estudiarse bajo la denominación de distribución territorial o distribución geográfica o distribución
espacial. El territorio en que vive una población puede ser fraccionado en divisiones territoriales siguiendo diversos
criterios. Las estadísticas demográficas se recopilan frecuentemente por divisiones administrativas o unidades
administrativas; pero también suele estudiarse la población por regiones y zonas, definidas según criterios
geográficos, económicos, agronómicos o sociales.

En la organización de los censos y encuestas demográficas o sobre temas especiales, se recurre frecuentemente a
subdivisiones de las unidades administrativas. Todo conjunto de casas habitables agrupadas se llama aglomeración
de población, cualquiera sea su tamaño. A su vez, las subdivisiones para su relevamiento y análisis se pueden dividir
en fracciones (5000 viviendas) y radios (300 viviendas), unidades censales definidas por un espacio territorial con
límites geográficos y una determinada cantidad de unidades de viviendas a relevar. Corresponden a distintos niveles
de la estructura censal y determinar cargas equilibradas para cada uno de ellos asegura un mejor control de la
cobertura territorial, facilita la distribución y recuperación de los materiales censales y determina en gran parte la
calidad y el buen desarrollo del operativo.

Una localidad, puede ser simple (comprende una sola jurisdicción) o compuesta (se extiende sobre dos o más áreas
político-administrativas). A su vez, existen localidades compuestas, interprovinciales, interdepartamentales e
intermunicipales. Ahora bien, la clasificación obedece el siguiente orden:

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1. La palabra comuna se usa para designar aglomeraciones de poco tamaño o lugares geográficos.
2. El caserío es una aglomeración rural formada por un pequeño grupo de casas;
3. La aldea o pueblo constituye una aglomeración rural algo más importante que la anterior, con alguna
diferenciación económica.
4. Ciudad a una aglomeración en cuya vida económica no predomina la actividad agrícola. La aplicación de este
criterio a las aglomeraciones permite establecer una distinción entre aglomeraciones rurales y
aglomeraciones urbanas.
5. La ciudad donde tienen sus sedes de orgánicos de gobierno y administración de un Estado se llama Capital
(provincial o nacional). La aglomeración principal de una división territorial se llama capital de la provincia,
capital departamental, núcleo principal o cabecera.
6. La división de las grandes ciudades en barrios establecida con frecuencia por vía administrativa, recibe
denominaciones diversas: distrito, circunscripción, sección o comuna.

La densidad de ocupación del territorio a menudo se mide por un índice que se calcula dividiendo su número de
habitantes por la superficie del área respectiva. La dispersión de la población depende de la forma de hábitat o
asentamiento, asentamiento agrupado o asentamiento disperso, de la importancia de las aglomeraciones y de las
distancias entre unas y otras.

Para estudiar la distribución por sexos de la población, se relaciona el número de personas de un sexo con el número
de personas del otro sexo, o con el total de ambos sexos.

En demografía tiene un interés especial el estudio de la edad, llamada a veces edad cronológica, para el
conocimiento de la estructura de la población. La edad se expresa generalmente en años, o en años y meses, excepto
para los niños pequeños, cuyas edades se indican en meses, ene meses y días, en días o también en años y fracciones
decimales del año. Se llama edad media de una población al promedio de las edades de los individuos que la
componen; y edad mediana a la edad que divide a esa población en dos grupos de igual número de personal.

Los individuos nacidos en un cierto país se llaman originarios o nativos de ese país. Los que viven en un territorio que
ha estado habitado por sus antepasados desde tiempos muy lejanos se llaman autóctonos, indígenas o aborígenes.

La población se clasifica a menudo según su grado de instrucción. Las personas que a una cierta edad saben leer y
escribir forman el grupo de los alfabetos; las restantes personas se consideran analfabetos.

Las estadísticas demográficas distinguen la población económicamente activa, de la población no activa o población
no económicamente activa. En principio, la población activa está constituida por las personas que ejercen
habitualmente una actividad profesional o buscas hacerlo. Con la expresión tasa de actividad o tasa de participación
en la actividad económica, se indica la proporción de individuos o miembros de un grupo determinado que forman
parte de la población activa. Generalmente se distribuyen los trabajadores que constituyen la población
económicamente activa en trabajadores con empleo o desocupados, según cual sea su situación respecto al empleo.

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