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Anaximandro de Mileto
Anaximandro de Mileto
3 El adjetivo άπειρον está formado sobre el nombre πέρας, precedido de la partícula privativa
a-. Creemos conveniente hacer una breve presentación comparativa de los términos griegos π έpas y
τέλος, pues ambos adquieren marcada relevancia —ya visible en estos textos presocráticos, cf. infra, Par
ménides: άτέλεστον, άτελεύτητον, τετελεσμένον— en la expresión filosófica de las nociones vincula
das al <dímite». Πέρας (relacionado con περάω: «pasar de un lado a otro», πέρα: «al otro lado» y περαίνω:
«terminar») significa «término», «extremo», «frontera», en suma, límite de una extensión. Τέλος — co
rrelativo al verbo τελέω: «llevar a cabo completamente»— mienta primordialmente la idea de «cumpli
miento», «consumación», «realización plena», sentido sobre el que reposan sus significados frecuentes
de: (a) «punto culminante», «perfección»; (b) «acabamiento», «final», «término»; (c) «fin», «meta»,
«para qué». Obsérvese que, si ambos términos comportan claramente una idea de «límite», sin embargo
cada uno de ellos sitúa esta idea en coordenadas bien distintas. En πέραβ se señala, como hemos dicho,
el fin de una extensión, es decir, aquel límite que se da justamente cuando deja de darse lo limitado por
él. El fin expresado por τέλος, en cambio, no es relativo a ninguna infinitud (extensa): puesto que refie
re al cumplimiento de una acción, no puede tener su medida en una delimitación cuantitativa, sino sólo
en la plenitud propia de esa acción, esto es, en último término, en su bien. Las pistas que guarda esta
comparación semántica de πέρας y τέλος forman un puzzle completo cuando acudimos a la diferencia
ción aristotélica (Met. IX 6, 1048b) entre movimientos (κινήσεις) y acciones (ένέργειαι). Πέρας y τέ
λος se presentan entonces como dos modos de límite nítidamente diferenciados —y correspondientes a
sendos modos de ser— : el límite (πέρας) de los movimientos, su cumplimiento y su término, coincide con
su cese, y supone igualmente el fin de la posibilidad de continuar ese movimiento; pero el límite (τέλος)
de las acciones no-cinéticas, su cumplimiento perfecto, no se agota con la duración, sino que, del mismo
modo que tales acciones no necesitan de una extensión procesual para alcanzar su plenitud, tampoco de
ben cesar cuando su buen fin está colmado. Una exposición pormenorizada de esta cuestión — que aquí
sólo hemos podido esbozar— puede leerse en: T. OÑATE y ZUBIA, «Proximidad y distancia del Aris
tóteles dialéctico», Actas del Congreso «En torno a Aristóteles. Homenaje al profesor Pierre Aubenque»,
Universidad de Santiago de Compostela, 1998, pp. 95-117.
4 Véase la nota correspondiente a este punto del texto griego.
5 Marcamos con cursiva lo que habitualmente se enuncia como la «sentencia de Anaximandro»,
si bien sólo podemos atribuir indudablemente a Anaximandro desde «τό χρεών» hasta «τάξιν».
170 TERESA OÑATE Y ZUBIA
Pseudo-Plutarco, Strom. 2
DK 12 A 10 [a]
ούτος [sc. ’Α ναξίμανδρος] άρχήν έφη τών όντων φύσιν τινά τού
άπείρου, έξ ής γίνεσθαι τούς ούρανούς καί τούς έν αύτοίς κόσμους3, ταύτην
δ' άίδιον είνα ι καί άγήρω, ήν καί π άντας π εριέχειν τούς κόσμους,
λ έγει δέ χρόνον ώς ώρισμένης καί τής γενέσεω ς καί τής ούσία ς καί
τής φθοράς, ούτος μέν ά ρχή ν καί σ το ιχεΐο ν εΐρηκεν τών όντων τό
άπειρον, πρώτος τούνομα κ α λέσ α ς τής άρχής. πρός δέ τούτω κίνησιν
άίδιον είναι, έν ή συμβαίνει γίνεσθαι τούς ούρανούς.
Pseudo-Plutarco, Strom. 2
DK 12 A 10 [a]
Anaximandro, compañero de Tales, dice que lo ilimitado es toda la causa de cada na
cimiento y destrucción, y que a partir de ello se han separado los cielos y, en general, to
dos los mundos, que son ilimitados [infinitos en número]. Declaró que la destrucción y mu
cho antes el nacimiento acontecen desde un tiempo ilimitado, todos ellos cíclicamente.
Éste [se. Anaximandro] dijo que el principio de los entes es alguna naturaleza de
lo ilimitado, de la que nacen los cielos y los mundos que hay en ellos. Esta [se. natu
raleza] es eterna y no envejece y rodea todos los mundos. Habla del tiempo como si
el nacimiento, la entidad y la destrucción estuvieran delimitados. Dijo que el princi
pio y elemento de los entes es lo ilimitado, habiendo sido el primero en dar este nom
bre al primer principio. Además de esto, dijo que hay un movimiento eterno en el que
resulta que nacen los cielos.