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AFECTOS,EMOCIONES,ATRIBUCIONES,EXPECTTIVAS

CREENCIAS ANSIEDAD

MAESTRO: JANET PONCE SOLANA ALUMNO: MARCO ANTONIO PEREZ GALINDO

AFECTOS,EMOCIONES,ATRIBUCIONES,EXPECTTIVAS
CREENCIAS ANSIEDAD
AFECTOS

Cuando hablamos de la palabra afecto estamos haciendo referencia a un sentimiento en el


que una persona siente simpatía por otra u otras, porque es inclinado a esa persona,
cosa o, porque siente cariño a cualquiera de ellos o a todos.
Asimismo, el afecto es definido como la acción a través de la cual una persona o ser
humano le demuestra su amor o cariño a otra o varias personas. La palabra afecto
proviene del latín “affectus” el cual traduce la frase de las pasiones del ánimo, lo que nos
lleva a entender que una persona pueda sentirse identificada plenamente con la otra debido
a que le tiene un gran afecto, que lo hace demostrar su apego, inclinación o amistad hacia
esa o esas personas.
Cuando se dice que una persona tiene afecto por otra es porque reiteradamente tiene
gestos y acciones que expresan cariño, estima, aprecio y cordialidad, pero adicionalmente es
porque la otra u otras personas también han demostrado ese sentimiento para con aquella
que siente afecto, es allí donde nacen esos sentimientos de amistad, valoración y apego
entre estas personas y las relaciones que comparten.
De esta manera, se entiende que el afecto es el resultado de un proceso, un proceso
complejo, en el que interactúan socialmente 2 o más personas, aunque también puede ser el
caso de una mascota, y que se caracteriza por el feedback entre estos, es decir, que uno
expresa su sentimiento de cariño, estima, aprecio o amistad y el otro u otros también dan
señales de tener importancia por sus compañeros.
Sin embargo, debe resaltarse que sentir afecto es diferente a amar a una persona, ya que
la primera frase hace referencia a que la persona siente un grado de cariño o amistad por
otra, mientras que la segunda tiene que ver con aquella persona que siente amor y se siente
apasionada por otra, lo que podría causar que hiciera cualquier cosa por ella.
Según el médico Neurólogo, Antonio Damásio, de origen Portugués, las emociones y las
reacciones del ser humano tienen que ver y están vinculadas con el cuerpo, mientras que los
sentimientos como es el caso del afecto tiene que ver o está más asociado con la mente. Es
por eso que explica que cuando se está en presencia de emociones, se trata de un proceso
individual, que a diferencia del afecto es un proceso de interacción en el que dos o más
personas se demuestran dichos sentimientos de amistad y cariño.

Sin embargo, existen teorías que lo contradicen como la hecha por el filósofo Neerlandés
Benedicto de Spinoza, mediante la cual explica que existen grandes vínculos entre el afecto,
las emociones, el cuerpo y la mente y que estos no se distinguen según si el proceso es
individual o colectivo.
El uso de la palabra afecto también tiene que ver con la obligación que tiene una persona
o varias de ejercer sus funciones o actividades en un sitio o lugar específico, como es
el caso de un equipo de fútbol concentrado previo a un partido, del cual se puede decir que
los jugadores afectados en la concentración no pueden pasear ni ser interrumpidos durante
su entrenamiento.
Afecto y afectar
Es importante saber que aunque la palabra afectar es derivada del vocablo afecto, estas son
completamente contrarias y opuestas. La expresión afecto hace referencia a una caricia, un
gesto, una atención, un cuidado por la persona, un beso y demostración de cariño, a su
vez, el vocablo afectar a una persona se entiende que es hacerle daño, perjudicarla,
damnificarla, lo que los hace completamente diferentes un vocablo con el otro

EMOCINES

Las emociones son estados afectivos que experimentamos, reacciones subjetivas al


ambiente que vienen acompañadas de cambios orgánicos -fisiológicos y endocrinos-
de origen innato. En el ser humano, la experiencia de una emoción generalmente
involucra un conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, que
utilizamos para valorar una situación concreta y, por tanto, influyen en el modo en el
que se percibe dicha situación.

Existen diferentes tipos de emociones, como el miedo, la sorpresa, el asco, la ira, la


alegría y la tristeza. Cada uno de estos tipos de emociones tiene una función
específica y se manifiesta a través de distintos componentes de las emociones, que
pueden ser conductuales o fisiológicos.

En el vasto espectro de la experiencia humana, las emociones juegan un papel


crucial. No solo son respuestas a situaciones y eventos, sino que también son una
parte integral de nuestra interacción y comprensión del mundo. En esta sección, nos
adentraremos en ltipos de emociones humanas, desde la alegría y la tristeza hasta la
ira y el miedo, pasando por la sorpresa y el asco. Cada una de estas emociones tiene
su propia función y manifestación, y entenderlas puede enriquecer nuestra
inteligencia emocional y nuestra capacidad para manejar nuestras respuestas
emocionales de manera efectiva.

Emoción Descripción Func

Anticipación de una amenaza o peligro que produce


Miedo Tendemos hacia la prot
ansiedad, incertidumbre, inseguridad.

Sorpresa Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy Ayuda a orientarnos fre


transitoria. Puede dar una aproximación cognitiva
para saber qué pasa. situación.

Asco o Disgusto, asco, solemos alejarnos del objeto que nos Nos produce rechazo h
Aversión produce aversión. tenemos delante.

Ira Rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad. Nos induce hacia la des

Nos induce hacia la rep


Diversión, euforia, gratificación, contentos, da una
Alegría reproducir aquel suceso
sensación de bienestar, de seguridad.
bien).

Nos motiva hacia una n


Tristeza Pena, soledad, pesimismo.
personal.

ATRIBUCIONES

Analizamos la etimología del término atribución, debemos dirigirnos a la lengua latina y a su

vocablo attributio. Se denomina atribución al acto de atribuir: indicar la competencia de algo,

asignar cualidades o propiedades a una cosa o a alguien.

La idea de atribución suele emplearse respecto a las facultades que dispone una entidad de

acuerdo a las normativas que rigen su funcionamiento. Por ejemplo: “El control del

presupuesto es una atribución de esta comisión”, “La contratación directa de empleados no

es una atribución de los legisladores”, “Tengo atribución para suspenderte y hasta para

despedirte: te recomiendo que empieces a prestar atención a mis instrucciones si no quieres

tener problemas”.

Una atribución también consiste en imputar una obra o una acción a una persona,

afirmando que ésta es la responsable. Muchas veces las atribuciones se hacen de manera

equivocada y señalan erróneamente al autor en cuestión.

Supongamos que un periodista atribuye la novela “Cien años de soledad”, escrita por el

colombiano Gabriel García Márquez, al peruano Mario Vargas Llosa. Al advertir el fallo,
otra periodista le comenta: “Te has equivocado en la atribución: ‘Cien años de soledad’ es

un libro de García Márquez, no de Vargas Llosa”.

Este tipo de errores suele darse con respecto a obras antiguas, especialmente aquéllas que

fueron escritas cuando el mundo editorial no disponía de una organización sólida. De hecho,

en algunos casos no se puede señalar con seguridad al autor, sino que se deduce luego de

profundas investigaciones realizadas por especialistas que analizan tanto el estilo literario de

la obra como el contexto histórico y los datos que poseen de los escritores de la época.

En el ámbito de la psicología social, se emplea la noción de teoría de la atribución para

referirse a cómo el ser humano evalúa su comportamiento y el comportamiento de otros

individuos.

El autor principal de la teoría de la atribución fue el psicólogo Fritz Heider, y se puede

apreciar en su libro titulado «La psicología de las relaciones interpersonales«, donde la

presentó como un método útil para evaluar la percepción del comportamiento antes

mencionada.

Si nos adentramos más en su teoría, no sólo se trata de una forma de estudiar el modo en el

cual explicamos nuestro comportamiento y el ajeno sino también los sucesos de la vida. A

esto se refiere la psicología social con el nombre proceso atributivo, y en este contexto

Heider explica que tendemos a relacionar la conducta ajena a una de dos posibles

causas: externas (el contexto, un acto de un tercer sujeto, el azar, etc.) o internas (la

inteligencia, la personalidad, una motivación, etc.).

La teoría de la atribución reconoce los siguientes elementos:

* locus interno o externo: se trata de una propiedad que Heider relaciona con nuestra

autoestima. Por ejemplo, las personas que realizan atribuciones internas a sus propios logros

ganan en autoestima y motivación, mientras que las que atribuyen sus fracasos a

cuestiones personales sufren una pérdida considerable de autoestima. El locus se considera

externo cuando el resultado no depende del sujeto, sino que se debe a factores externos;
* estabilidad: este concepto hace referencia a la valoración que hace el sujeto del estado

que el problema al cual se enfrenta presenta a lo largo del tiempo. Si atribuye su fracaso a

cuestiones que considera estables, como ser la dificultad de una materia de estudio,

desciende su motivación de logro;

* controlabilidad: en este caso no importa cuán estable sea el problema en el tiempo, sino si

el sujeto tiene la posibilidad de controlar los factores relacionados con él, si dependen o no

de su accionar. Por ejemplo, si alguien atribuye su fracaso a su supuesta mala suerte,

entonces disminuye su motivación de logro.

EXPECTATIVAS

Se conoce como expectativa (palabra derivada del latín exspectātum, que se traduce

como “mirado” o “visto”) a la esperanza, sueño o ilusión de realizar o cumplir un

determinado propósito. Por ejemplo: “Tengo la expectativa de lograr algo grande con este

muchacho”, “Quiero devolver este televisor: la verdad que no cumplió con mis expectativas”.

Además de todo lo expuesto tampoco podemos pasar por alto el que utilizamos dicho

término para construir una locución adverbial: “a la expectativa”. Con ella lo que se intenta

expresar es que una persona no va a llevar a cabo ningún tipo de acción ni va a tomar una

decisión sobre algo concreto hasta ver qué sucede.

Así, por ejemplo, alguien que quiera comprarse una casa pero piense que en su empresa le

van a destinar a un nuevo puesto fuera de la ciudad pues estará a la expectativa de ver si

finalmente le conceden dicho trabajo para adquirir una vivienda en su urbe o en el nuevo

destino donde le podrían enviar.

La expectativa se asocia a aquello que se espera.

Temas del artículo

o La expectativa como posibilidad


o Confianza, predicciones y previsiones

o Las cartas expectativas

o Árbol de temas relacionados

La expectativa como posibilidad

Cabe resaltar que, por lo general, la expectativa se asocia con la chance razonable de que

algo se concrete. Para que las expectativas puedan nacer es necesario que tengan alguna

clase de respaldo. Sino, se trataría sólo de un simple deseo que podría llegar a tener raíces

irracionales o estar impulsado por cuestiones vinculadas a la fe.

Si, por ejemplo, un número considerable de nubes grises cubren el cielo, la expectativa de la

gente será que llueva. Por eso la respuesta a dicha expectativa será salir con paraguas a la

calle para evitar mojarse en el momento que se inicien las precipitaciones.

Confianza, predicciones y previsiones

Otro detalle a tener en cuenta es que la expectativa aparece tras una incertidumbre, en

momentos en los cuales aún no se ha confirmado qué es lo que puede llegar a pasar. La

expectativa, entonces, consiste en depositar confianza en aquello que, según se considera,

es más probable que ocurra: se trata, en definitiva, de una suposición que, de acuerdo a las

circunstancias, puede ser más o menos realista. Cuando las expectativas no se ven

satisfechas, el individuo experimentará una decepción (“Pensé que este regalo te iba a

gustar, pero veo que mis expectativas estaban equivocadas”). En cambio, si se logran

superar las expectativas iniciales, el sujeto sentirá alegría ante la sorpresa experimentada

(“Este disco es maravilloso, superó todas mis expectativas”).

Los pronósticos generan una expectativa.


En otras palabras, puede decirse que las expectativas están vinculadas con

las predicciones y las previsiones. A más nivel de certezas sobre el futuro, más chances

existen que se cumplan las expectativas: “Existe una expectativa muy grande por el anuncio

del presidente, ya que varios ministros señalaron que será beneficioso para la economía”.

Las cartas expectativas

De la misma forma, es importante también que subrayemos que con el concepto que nos

ocupa se forman otras palabras igualmente relevantes. Este sería el caso de las conocidas

como cartas o letras expectativas. Una denominación esta con la que se describe a todas las

misivas o documentos que se realizan por parte del Papa o Pontífice y que tienen una clara

misión.

Más exactamente, en dichas cartas lo que se expresa es que a una persona en concreto se

le otorga bien un puesto de trabajo o bien un beneficio o una dignidad en concreto. Aunque

hemos mencionado que son realizadas por la cabeza visible de la Iglesia, también este tipo

de textos pueden ser llevados a cabo por reyes o bien por los mandos supremos de una

empresa en favor de alguno de sus empleados.

CREENCIAS
Una creencia es una actitud mental que consiste en la aceptación de una experiencia, una
idea o una teoría, considerándolas verdaderas sin que medien ni hagan falta
demostraciones argumentales o empíricas. Es decir, es aquello que decidimos creer y
afirmar sin que tengamos el conocimiento o las evidencias de que sea o pueda ser
cierto.
Los seres humanos tenemos creencias de todo tipo. Están expresadas casi siempre como
proposiciones o afirmaciones lógicas sobre el mundo real o imaginario, puesto que son una
de las primeras formas de aproximación al mundo con que contó nuestra civilización en sus
inicios. Hoy aún existen, aunque contamos con otras herramientas de conocimiento más
fiables.

No toda creencia es necesariamente falsa, pero en el momento en que procedemos a


comprobarlas fáctica o científicamente, dejan de ser creencias y pasan a ser conocimientos,
leyes científicas u otro tipo de saberes. Incluso existen creencias profundas, de las que no
somos del todo conscientes, y que sin embargo juegan algún rol en la configuración de
nuestro modo de ver el mundo.

Puede servirte: Conocimiento popular

Tipos de creencias
De acuerdo a su origen, las creencias pueden ser de dos tipos:

 Externas. Cuando provienen de fuera del individuo, ya sea porque aceptamos las
de nuestro entorno social para encajar mejor, o porque recibimos
una herencia o educación informal al respecto. Es el caso de las creencias
religiosas (concernientes a Dios y a lo divino), culturales (relacionadas con la
propia tradición y la ajena), sociales (relacionadas con el trato hacia los demás) o
políticas (que tienen que ver con el ejercicio del poder).
 Internas. Cuando provienen de la propia mente del individuo, como fruto de su
experiencia directa con el mundo, o de la interpretación (errada o no) que pueda
hacerse una persona de algún evento. Es el caso de muchas creencias
personales, especialmente durante la infancia.

También existen otras formas de clasificar las creencias, distinguiendo entre opiniones (que
se sostienen sobre algún tipo de interpretación o elucubración a partir de lo real), las
ideologías (que nacen a partir del sentido mismo de identidad del grupo al que se pertenece)
o las religiones (que no poseen ningún vínculo apreciable con el conocimiento del mundo).

Ejemplos de creencias
La negación del holocausto es una creencia sostenida a pesar de las evidencias opuestas.
Algunos ejemplos de creencias son:

 El colectivo terraplanista tiene la firme creencia de que el planeta Tierra es plano,


en lugar de esférico.
 En ciertas regiones de América Latina existe la creencia popular de que al barrerle
los pies a una persona, se impide que dicha persona se case. En otros lugares
se cree lo mismo, pero respecto de abrir un paraguas bajo techo.
 El credo católico defiende la creencia de que Jesús de Nazaret fue el mesías, hijo
de Dios, y que su muerte libró de sus pecados al mundo.
 Existe un movimiento negacionista en distintos países de Occidente que defiende
la creencia de que el Holocausto, o sea, el exterminio de casi 6 millones de
personas judías por parte del régimen nazi de Alemania durante la Segunda
Guerra Mundial, fue un engaño urdido por el sionismo judío para justificar la
creación del Estado de Israel.
 Algunos economistas tienen la creencia de que el mercado capitalista es
regulado una “mano invisible” que tarde o temprano equilibra siempre la oferta y
la demanda.

Función de las creencias


Las creencias son aproximaciones al mundo real que intentan complacer nuestras
necesidades, a través de algún tipo de explicación más o menos verosímil. Las creencias nos
guían a través del mundo, nos orientan respecto a quiénes somos y qué queremos, sin
por ello decirnos realmente qué son las cosas, sino quiénes somos los que las observamos.

En muchos casos, las creencias compartidas permiten una interacción social más
amable, otorgan sentido de pertenencia. Pueden incluso servir para establecer cierta idea de
la norma dentro de un colectivo, tal y como hicieron muchas religiones en las civilizaciones
antiguas.

Toda creencia es, en el fondo, un intento por calmar la angustia que nos produce vivir en un
mundo desprovisto de más sentido que aquél que nosotros mismos le otorguemos.

Creencias populares
Las creencias populares son cosas que “se dicen”, como que trae mala suerte barrer de
noche.
Se conoce como creencias populares a aquellas que pertenecen al colectivo, que se
heredan de generaciones anteriores y carecen de autores o defensores singulares, sino
que simplemente “se dicen”. Pueden deberse a restos de religiones extintas o tradiciones
culturales perdidas en el tiempo, o bien pueden ser fruto del modo que tiene el inconsciente
colectivo de encarar alguna realidad puntual.

Las leyendas urbanas son un ejemplo de creencia popular. Consisten en anécdotas


supuestamente verídicas, ocurridas siempre a alguien ajeno a nuestro círculo, y que varían
de acuerdo a cada sociedad.

Ocurre lo mismo con las creencias supersticiosas, como que barrer de noche atrae al
demonio o que abrir el refrigerador luego de planchar, cocinar o alguna actividad próxima
al calor, ocasiona pasmos o desmayos.

Creencias limitantes
Se llama creencia limitante a una percepción de uno mismo que, a pesar de no tener
mayor fundamento, nos impide llevar a cabo alguna acción que querríamos hacer, y nos
ocasiona, por ende, sufrimiento. Es decir, se trata de creencias personales que nunca nos
animamos a poner a prueba, porque estamos convencidos de su certeza.

Por ejemplo: un adolescente tiene la creencia de que su físico es desagradable y de que


nunca podría interesar románticamente a una muchacha. Ello no es cierto, puesto que se
trata de un joven promedio, ni muy guapo ni muy feo, pero que está tan convencido de su
fealdad, que nunca se atreve a aproximarse a una muchacha ni mucho menos a invitarla a
salir, lo cual eventualmente le haría darse cuenta de la verdad.

ANCIEDAD

Todos hemos sentido ansiedad en algún momento: ante un examen, una entrevista de
trabajo, una exposición en público; pero cuando ésta se instala en nuestras vidas
comenzando a limitar nuestro día a día.

Tras una ruptura, una pérdida de un ser querido o simplemente de repente, sin razón
aparente, es cuando la ansiedad comienza a preocuparnos.

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Más información

Ahora bien... ¿qué es la ansiedad y de qué manera nos afecta? Veámoslo a lo largo de
ete artículo, en el que veremos un resumen de las características de este fenómeno
psicológico de tipo emocional y que a veces puede llegar a producir psicopatologías y en
otras ocasiones es parte de una herramienta psicológica adaptativa y útil.

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es un conjunto de procesos psicológicos y fisiológicos que aparecen cuando se


perciben peligros reales o percibidos, y que nos predispone a reaccionar rápidamente a la
menor señal de que hay que hacerlo. Hace que el sistema nervioso permanezca en un
estado de alta activación, de manera que se vuelve más sensible a los estímulos imprevistos.
Se trata de una respuesta adaptativa del ser humano, siempre que esta sea proporcionada al
estímulo que la desencadena. Es una señal de alarma que si se prolonga en el tiempo sin
motivo aparente, nos está avisando de que tenemos algo que revisar en nuestra vida.

Otro aspecto positivo de la ansiedad es su relación con el rendimiento, descrita en la


Ley de Yertes-Dobson en 1908; esta ley expone que ante una situación estrés, como por
ejemplo presentarse a un examen, la ansiedad aumenta, pero también hay un aumento de la
eficacia, atención y rendimiento en la respuesta, siempre que no se pase de unos límites. Si
sobrepasamos esa línea, entonces desciende el rendimiento y se bloquean los procesos de
recuperación de la información.

La ansiedad comienza a preocuparnos cuando aparece de repente, de forma injustificada y


sin motivo aparente. Si los síntomas físicos son muy elevados, además nos
asustaremos. Taquicardia, dificultad para respirar, mareo, tensión muscular, etc, son
algunos de los síntomas característicos de la ansiedad. Cuando su aparición se mantiene en
el tiempo, de forma elevada y ante estímulos que no suponen una amenaza real, es cuando
hablamos de una ansiedad desadaptativa.

Cuando la ansiedad se manifiesta sin aviso previo o razón aparente, puede generar una
merma de la autoestima y el “miedo a volverse loco” típico de la ansiedad; esto a su vez
genera una bajada del ánimo y un sentimiento de indefensión.

En ocasiones, el estrés, la aparición de problemas o dificultades concretas, algún suceso


traumático o la pérdida de un ser querido, son algunas de las causas que se encuentran tras
la ansiedad.

 Quizás te interese: "Cómo controlar la ansiedad, en 6 pasos"

Ejemplos de trastornos de ansiedad

Esta ansiedad desproporcionada da lugar a las distintas manifestaciones o cuadros de


ansiedad que llegan a adoptar la forma de una psicopatología. Se trata de fenómenos
psicológicos de relevancia clínica y en los que la ansiedad genera muchos más problemas de
los que permite evitar, y a veces incluso da paso a complicaciones de salud física o incluso
hace que las probabilidades de desarrollar otras psicopatologías.
Los principales trastornos de ansiedad son los siguientes:

 Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG).


 Crisis de Ansiedad.
 Crisis de pánico.
 Agorafobia.

Síntomas principales

A continuación veremos los síntomas físicos, es decir, las reacciones fisiológicas sobre
nuestro cuerpo; los síntomas cognitivos, relacionados con las cogniciones, pensamientos y
efectos sobre el procesamiento de la información; y los síntomas relacionados con la
conducta y cómo la ansiedad influye sobre ésta.

Síntomas físicos de la ansiedad

Estos son los principales síntomas físicos de la ansiedad.

 Taquicardia.

 Sensación de presión en el pecho y de que falta la respiración.


 Tensión muscular y temblores.
 Sudores fríos.
 Hormigueo en extremidades, sensaciones de piel acorchada.
 Dificultad para conciliar el sueño o despertarse sobresaltado en mitad de la noche.
 Falta de apetito o comer en exceso y sin hambre.
 Tensión o nudo en el estómago.
 Sensación de mareo, etc

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