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Filosofía de Johann Gottlieb Fichte (Diapositiva 1)

Biografía (Diapositiva 2)
Johann Gottlieb Fichte fue un filósofo alemán del siglo XIX, nacido el 19 de mayo de 1762 en Rammenau,
Sajonia, y fallecido el 27 de enero de 1814 en Berlín. Fichte es conocido como uno de los principales exponentes
del idealismo alemán y ha dejado una influencia duradera en la filosofía y el pensamiento occidental.
Fichte nació en una familia campesina y tuvo que superar numerosos obstáculos para acceder a la educación
superior. Inicialmente estudió teología en la Universidad de Jena, pero rápidamente se sintió atraído por la
filosofía. Su encuentro con las ideas del filósofo Immanuel Kant fue decisivo en su desarrollo intelectual, y se
convirtió en su principal discípulo y defensor.
En 1794, Fichte publicó su obra más influyente, "Fundamentos de la doctrina de la ciencia" (también conocida
como "Fundamentos de la metafísica de las costumbres"), que estableció los fundamentos de su sistema
filosófico. En esta obra, Fichte buscaba desarrollar una filosofía que reconciliara la libertad individual con la
moralidad y la conciencia social. Sostenía que el ser humano es un agente moral libre que tiene la capacidad de
auto determinarse a través de la acción ética.
El concepto central en la filosofía de Fichte es el "yo trascendental" o "yo absoluto". Según Fichte, este yo
trascendental es la fuente última de toda realidad y conocimiento. Argumentaba que la conciencia de uno mismo
y la conciencia del mundo exterior son inseparables y se basan en la actividad creadora del yo trascendental.
En 1799, Fichte fue nombrado profesor de filosofía en la Universidad de Jena, donde impartió clases y desarrolló
su pensamiento durante varios años. Su estilo de enseñanza era carismático y atrajo a numerosos seguidores y
estudiantes. Sin embargo, también generó controversia debido a su postura política y sus críticas a la monarquía
prusiana. Fichte defendía un nacionalismo alemán y abogaba por una educación pública universal como medio
para promover la libertad y la igualdad.
A lo largo de su vida, Fichte escribió numerosas obras filosóficas, abordando temas que van desde la ética y la
política hasta la epistemología y la filosofía de la historia. Sus ideas influyeron en filósofos posteriores, como
Georg Wilhelm Friedrich Hegel y Friedrich Wilhelm Joseph von Schelling, y dejaron una marca duradera en el
pensamiento alemán.
Johann Gottlieb Fichte murió prematuramente a los 51 años en Berlín, pero su legado filosófico continúa siendo
objeto de estudio y debate en la actualidad. Su trabajo ha dejado una profunda huella en la tradición filosófica
occidental y su búsqueda de la libertad, la moralidad y la conciencia sigue siendo relevante en la filosofía
contemporánea.
Idealismo subjetivo (Diapositiva 3)
El idealismo subjetivo del filósofo alemán Johann Gottlieb Fichte se basa en la idea de que la conciencia
individual, o el yo, es la fuente y fundamento de toda realidad. Fichte desarrolló su filosofía idealista en la tradición
de Immanuel Kant, pero fue más allá de la noción kantiana de un mundo fenoménico y un mundo nouménico.
Según Fichte, la conciencia no solo es consciente de los objetos, sino que también los crea. El yo trascendental,
o el sujeto, es activo y autoconsciente, y es responsable de la producción de la realidad. Para Fichte, la realidad
externa es el resultado de la actividad del sujeto que proyecta sus propias ideas y representaciones sobre el
mundo.
Fichte afirmaba que la conciencia individual es autónoma y libre, y que cada individuo tiene la capacidad de
construir su propia realidad a través de su actividad cognitiva y volitiva. La libertad es un principio fundamental en
su filosofía, y consideraba que el individuo tiene la responsabilidad de actuar de acuerdo con su conciencia y sus
ideales morales.
El idealismo subjetivo de Fichte también se relaciona con su concepción de la intersubjetividad. Según él, la
realidad no se limita a la conciencia individual, sino que incluye la interacción y la comunicación entre los
individuos. La intersubjetividad es un aspecto importante de la construcción de la realidad, ya que, a través de la
interacción con otros individuos, el yo se reconoce a sí mismo y adquiere una mayor conciencia de su propia
individualidad.
El l concepto del "yo" y el "no-yo" representa una distinción fundamental en la relación entre la conciencia
individual y el mundo externo. Estos términos son clave para comprender su perspectiva del idealismo subjetivo.
(Diapositiva 4) El "yo" se refiere a la conciencia individual, a la persona misma que piensa, percibe y actúa en el
mundo. Es la parte activa de la experiencia, donde se origina la actividad mental y la toma de decisiones. El "yo"
es autónomo y consciente de sí mismo, siendo el sujeto que construye su propia realidad.
(Diapositiva 5) Por otro lado, el "no-yo" se refiere al mundo externo, a los objetos, eventos y fenómenos que
existen fuera de la conciencia individual. El "no-yo" es todo aquello que el sujeto percibe, ya sea a través de los
sentidos o de la reflexión. Es el conjunto de elementos que conforman la realidad objetiva, independiente de la
conciencia individual.
Sin embargo, en el idealismo subjetivo de Fichte, la distinción entre el "yo" y el "no-yo" no es absoluta ni
ontológica. Según Fichte, el "no-yo" es generado por la actividad del "yo". Es decir, la realidad externa es
construida y proyectada por la conciencia individual. El "no-yo" es una manifestación de la actividad cognitiva y
volitiva del "yo".
(Diapositiva 6) En el sentido del conocimiento, él NO-YO es la representación que se da en el YO. La
representación es producto de una actividad del NO-YO sobre el YO, pero no hay que olvidar que él NO-YO ha
sido puesto por el YO, por lo tanto, la representación es una actividad reflejada de retorno del NO-YO al YO.
Cuando se produce el conocimiento, la representación es decir el NO-YO determina al YO que en ese momento
es pasivo, se limita y se fija como real y así intuye. Así se inicia la cadena de conocimiento teórico que establece
Fichte de la sensación a la intuición, de ésta la imaginación, de ésta al entendimiento, del entendimiento a la
facultad de juzgar y de aquí a la razón.
(Diapositiva 7) Por otra parte, la actividad del YO sobre él NO-YO constituye la acción moral. Recordemos que el
YO es actividad y es en la acción moral donde Fichte cree que se encuentra el verdadero motivo de la aparición
del NO-YO. El YO es un impulso y necesita al obstáculo del NO-YO. Así se esfuerza por realizarse venciendo la
resistencia del objeto del NO-YO. La motivación del YO es ante todo la realización de su deber moral y aquí
además es donde debe reconocer la existencia de otros YO independientes a sí mismo que se encuentran a su
mismo nivel otras auto conciencias. Fichte tratará de derivar el contenido de ese deber del hecho de que
debemos actuar moralmente. Es la actividad moral o ética la que hace necesaria la existencia del mundo y
también las existencias de los otros YO y por eso tenemos la obligación de no impedir de forma alguna que esos
otros YO puedan realizar también su deber moral. El estado debe existir precisamente para salvaguardar la
libertad de todos los hombres.
(Diapositiva 8) El núcleo del idealismo de Fichte queda resumido en su frase:
“Todo lo que es, sólo es en tanto que está en el YO, y fuera del YO no es nada”
En este sentido, el "yo" es la fuente y el fundamento de la realidad. La conciencia individual no solo percibe
pasivamente el mundo, sino que también lo crea y da forma a través de su actividad mental. El "no-yo" no existe
independientemente de la actividad del "yo"; es una construcción subjetiva que surge de la interacción entre el
sujeto y su entorno.
La cosa en sí (Diapositiva 9)
Se refiere a una noción desarrollada por Immanuel Kant en su filosofía crítica. La "cosa en sí" es aquello que
existe independientemente de nuestra experiencia y percepción. Según Kant, no podemos conocer directamente
la "cosa en sí", sino solo las representaciones que se forman en nuestra conciencia a través de la interacción
entre nuestros sentidos y el mundo externo.
Sin embargo, es importante señalar que Fichte fue crítico con la idea de la "cosa en sí" de Kant. Para Fichte, la
realidad externa, incluyendo la llamada "cosa en sí", es una construcción subjetiva del sujeto, es decir, del "yo".
Según su perspectiva del idealismo subjetivo, el sujeto activo crea y proyecta su propia realidad a través de su
actividad cognitiva y volitiva.
Desde esta perspectiva, Fichte argumenta que no hay un acceso directo o independiente a la "cosa en sí" más
allá de la actividad del sujeto. La "cosa en sí" es una construcción conceptual dentro del marco de referencia del
sujeto, y no puede ser conocida o experimentada sin la mediación de la conciencia individual.
Continuando con el concepto de la "cosa en sí" en la filosofía de Johann Gottlieb Fichte, es importante señalar
que su crítica a esta noción se basa en su énfasis en el papel central de la conciencia individual en la
construcción de la realidad. Para Fichte, la "cosa en sí" se convierte en una abstracción innecesaria e
inalcanzable, ya que toda nuestra experiencia y conocimiento se basa en la actividad de la conciencia.
Según Fichte, la conciencia individual no solo es pasiva frente a la realidad externa, sino que desempeña un
papel activo en la creación y proyección de esa realidad. La actividad del "yo" determina cómo percibimos y
comprendemos el mundo, y no podemos separar la experiencia subjetiva de la realidad objetiva.
En lugar de buscar una "cosa en sí" independiente de la conciencia, Fichte sostiene que debemos centrarnos en
el sujeto y en su capacidad para crear y dar forma a la realidad a través de su actividad cognitiva y volitiva. La
realidad es el resultado de la interacción entre el sujeto y el mundo externo, donde el sujeto proyecta sus propias
ideas, representaciones y significados sobre los objetos y fenómenos que percibe.
Desde esta perspectiva, el énfasis de Fichte en el idealismo subjetivo implica que no hay una realidad objetiva
que exista independientemente de la actividad del sujeto. La "cosa en sí" se disuelve en la construcción subjetiva
de la realidad, y el enfoque se desplaza hacia la capacidad creativa y autónoma del sujeto para construir su
propia experiencia.
Relación con Kant (Diapositiva 10)
La relación entre Johann Gottlieb Fichte y Immanuel Kant es fundamental en el desarrollo de la filosofía idealista.
Fichte fue inicialmente un seguidor entusiasta de las ideas de Kant y se basó en gran medida en su filosofía
crítica. Sin embargo, a medida que Fichte desarrolló su propio sistema filosófico, comenzó a divergir de las ideas
de Kant en ciertos aspectos. Johann Gottlieb Fichte se relacionó con Immanuel Kant principalmente a través de
su filosofía idealista y su diálogo intelectual. A continuación, se presentan algunas de las principales relaciones y
puntos de contacto entre Fichte y Kant:
 Recepción crítica: Fichte fue uno de los seguidores más prominentes de Kant y estudió profundamente su
filosofía crítica. Adoptó muchos de los conceptos fundamentales de Kant, como la distinción entre fenómeno y
noúmeno, y la importancia de la razón práctica y la autonomía moral.
 Desarrollo del idealismo: Fichte tomó la base filosófica de Kant y desarrolló una forma de idealismo
trascendental en su obra "Fundamentos de la totalidad de la ciencia" (1794). En esta obra, Fichte intentó
superar las limitaciones del idealismo transcendental kantiano al enfocarse en el papel activo del sujeto en la
construcción de la realidad.
 Crítica de la cosa en sí: Una de las principales divergencias de Fichte con Kant radica en su rechazo de la
noción de la "cosa en sí". Fichte argumentaba que la "cosa en sí" era inaccesible y que el sujeto construye la
realidad a través de su actividad cognitiva y volitiva. Para Fichte, el enfoque debe estar en el sujeto y su
capacidad de crear y dar forma a la experiencia.
 Ética y autonomía: Tanto Kant como Fichte destacaron la importancia de la autonomía moral y la voluntad
libre. Ambos filósofos consideraron que la moralidad se basa en la capacidad del individuo para actuar de
acuerdo con la razón práctica y obedecer principios universales. Fichte profundizó en estas ideas en su obra
"Fundamentos del derecho natural según los principios de la doctrina de la ciencia" (1796).
 Influencia mutua: Aunque Fichte se alejó en ciertos aspectos de las ideas de Kant, consideró su filosofía
como una continuación y desarrollo del idealismo kantiano. La obra de Fichte fue objeto de discusión y crítica
por parte de Kant, y ambos filósofos mantuvieron un intercambio intelectual significativo durante sus vidas.
En general, la relación entre Fichte y Kant puede describirse como una combinación de influencia, desarrollo y
crítica mutua. Fichte construyó su propia filosofía a partir de los cimientos kantianos, pero también planteó nuevas
perspectivas y cuestionó ciertos aspectos de la filosofía de Kant.
Conclusión (Diapositiva 11)
Puedo concluir que el sujeto humano y su actividad cognitiva son fundamentales para la construcción de la
realidad y el conocimiento. La realidad es subjetiva en el sentido de que se constituye a través de la interacción
del sujeto con el mundo. No podemos conocer una realidad independiente de la experiencia y la conciencia
humana, y la noción de una realidad trascendental es cuestionada por Fichte. Sus ideas plantearon importantes
cuestionamientos sobre la naturaleza del conocimiento y la relación entre el sujeto y el mundo.

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