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FISIOLOGIA DEL CELO

La fisiología del celo se refiere al estudio de los procesos biológicos y hormonales


asociados con el ciclo reproductivo de los animales. En mamíferos, como bovinos y
equinos, este ciclo incluye fases como el proestro, estro, y diestro, cada una
caracterizada por cambios hormonales y comportamentales específicos. Las
hormonas clave en este proceso incluyen estrógeno y progesterona, que desempeñan
roles cruciales en la preparación del tracto reproductivo y la regulación del
comportamiento sexual.
El celo en los bovinos aparece cuando alcanzan los 12 a 17 meses, edad donde se
logra la madurez de los órganos reproductivos, se inicia la secreción de
gonadotropinas (GnRH) desde el hipotálamo y la hormona folículo estimulante (FSH) y
la hormona luteinizante (LH), desde la hipófisis. La FSH estimula el aparato
reproductivo y el óvulo empieza a madurar dentro del ovario, una vez el óvulo ha
madurado, queda preparado para ovular y ser fertilizado, en este momento es cuando
el animal demuestra el celo.
El ciclo estral está conformado por cuatro fases continuas: proestro, estro, metaestro y
diestro, durante las cuales sucede una serie de cambios en las estructuras ováricas y
concentraciones de hormonas que interactúan para que la vaca pueda estar ciclando
Proestro

Durante el proestro, la actividad ovárica comienza con la lisis del cuerpo lúteo del ciclo
estral anterior, lo que resulta en bajos niveles de progesterona. En este período, se
produce el crecimiento de múltiples folículos antrales, pero solo uno, denominado
folículo dominante (FD), será seleccionado para la ovulación. El FD responde a las
hormonas folículo-estimulante (FSH) y luteinizante (LH), lo que aumenta la síntesis y
producción de estrógenos. Estos estrógenos son producidos por las células de la teca
y de la granulosa, las cuales trabajan en conjunto: las células de la teca ligan la LH y
producen andrógenos, y luego las células de la granulosa convierten estos
andrógenos en estrógenos, contribuyendo al crecimiento del folículo antral. En
resumen, el proestro se caracteriza por la actividad hormonal coordinada entre las
células de la teca y de la granulosa, que resulta en el desarrollo del FD y la producción
de estrógenos, preparando así al animal para la ovulación.
Estro
La producción continua de estrógenos por el folículo en desarrollo desencadena un
aumento en la liberación de LH y FSH por la glándula hipófisis. Este incremento
hormonal alcanza su punto máximo, estimulando una mayor producción de estrógenos
por el folículo. Estos niveles elevados de estrógenos son responsables de los
comportamientos y señales característicos del celo, intensificando las contracciones
del tracto reproductor femenino para favorecer la unión entre el óvulo y el
espermatozoide. Además, estimulan la producción de fluidos en oviductos, útero,
cérvix y vagina.
Durante el estro, las células de la granulosa también liberan inhibina, bloqueando la
liberación de FSH desde la hipófisis. Este mecanismo, junto con la sincronización de
los eventos endocrinos durante el proestro y el estro, facilita el crecimiento máximo del
folículo, culminando en la ovulación. La liberación del ovocito permite que la hembra
entre en celo, estando lista para la monta o la inseminación, lo que posibilita una
fertilización exitosa. En resumen, la compleja interacción hormonal regula de manera
precisa los eventos reproductivos, asegurando condiciones óptimas para la
reproducción en bovinos.
Metaestro
El periodo de tres a cuatro días siguientes al celo se conoce como metaestro, y está
condicionado por una serie de eventos endocrinos que controlan la dinámica del ovario
durante este tiempo. El pico de LH y FSH que se presenta durante el estro, genera la
ruptura del folículo alrededor de unas 30 horas después de haber comenzado la
“monta estática”, o aproximadamente entre 10 y 14 horas de haber finalizado el estro,
con la liberación del óvulo dentro del proceso conocido como “ovulación”. Las células
de la teca y de la granulosa sensibilizan el folículo colapsado a la acción de la LH para
que comience la formación del cuerpo amarillo o cuerpo lúteo (CL), que va a producir
progesterona. Esta hormona es la responsable de la preparación del útero para la
preñez y de la inhibición de la presentación de un nuevo ciclo.
Diestro
La fase del diestro, específicamente en vacas, es una etapa clave del ciclo
reproductivo que involucra una compleja interacción hormonal y cambios en el sistema
reproductivo. Durante esta fase, el cuerpo lúteo, derivado del folículo ovárico que
ovuló, se forma y comienza a secretar grandes cantidades de progesterona. Esta
hormona desempeña un papel crucial en la inhibición de la liberación de la hormona
folículo-estimulante (FSH) desde la glándula pituitaria, evitando así el desarrollo de
nuevos folículos ováricos y la ovulación. La progesterona también induce
modificaciones en la mucosa uterina, creando un ambiente óptimo para la implantación
del óvulo fertilizado. La continuidad de la producción de progesterona es esencial para
mantener el útero en un estado receptivo y sostenible para el posible embarazo. En
caso de que la fertilización ocurra y el embrión se implante con éxito, el cuerpo lúteo
persiste en su función de producción de progesterona hasta que la placenta asuma
este papel. La regulación hormonal y los cambios en el sistema reproductivo durante el
diestro son fundamentales para asegurar la preparación adecuada del útero y el
mantenimiento del embarazo.
En conclusión, la fisiología del celo en mamíferos, un proceso intrincado y altamente
regulado, desempeña un papel crucial en la reproducción y gestión veterinaria. Desde
la preparación proestrual hasta la manifestación del estro y el diestro, los cambios
hormonales y fisiológicos coordinados influyen en la receptividad sexual y la eficiencia
reproductiva. La comprensión detallada de estas dinámicas permite a los veterinarios
implementar estrategias precisas para optimizar la gestión reproductiva en diversas
especies. La aplicación de técnicas avanzadas y la integración de conocimientos
actualizados en la fisiología del celo contribuyen no solo a mejorar la eficiencia en la
reproducción, sino también a preservar la salud reproductiva y el bienestar de los
animales, consolidando así la importancia de este campo en la práctica veterinaria
contemporánea.

https://www.jica.go.jp/Resource/project/bolivia/3065022E0/04/pdf/4-3-1_11.pdf

https://www.redalyc.org/pdf/4076/407639221003.pdf

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