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La nueva geografía amazónica: entre la globalización y el regionalismo

La Amazonia es un conjunto de ambientes tropicales que ocupa más de 7,5 millones de km2 en
ocho países (Brasil, Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú, Venezuela, Guyana y Surinam) y un
territorio (Guayana Francesa). En esa superficie existen dos grandes cuencas hidrográficas: la
del Río Amazonas propiamente dicha, que ocupa la mayor superficie, y la del Río Tocantins,
más pequeña. Si bien el paisaje dominante corresponde a selva tropical húmeda, la región no
es homogénea y se pueden distinguir varios tipos, en los que además se intercalan otros
ecosistemas. Los altos niveles de biodiversidad y endemismo, donde las especies tienen rangos
de distribución acotados y los ecosistemas son frágiles, generan muchas limitaciones para los
usos productivos del territorio. Esta región se encuentra desigualmente dividida entre los
países amazónicos. Brasil posee aproximadamente dos tercios de la superficie total de la
cuenca (que corresponden al 59% de su territorio nacional). El resto se reparte entre los demás
países. La proporción de la superficie nacional cubierta por la Amazonia es muy alta en
Surinam (representando el 76% del territorio nacional), Guyana (74%) y Bolivia (66%).

Estrategia de desarrollo primario y subordinado

El estilo de desarrollo predominante en la Amazonia se basa en extraer recursos naturales. Si


bien en muchos casos las tecnologías son modernas, se repite un patrón que se remonta a la
época colonial: la mayor parte de los recursos son apropiados para derivarlos hacia el exterior.
En efecto, las principales actividades incluyen la minería (oro, hierro, bauxita, etc.),
hidrocarburos (petróleo, gas), madera, agricultura y ganadería, donde los principales
emprendimientos están dedicados a la exportación. En esa explotación no se perciben límites,
ya que persiste la visión de una región “vacía” y retrasada que debe ser “colonizada”, y que por
lo tanto debe recibir colonos y pioneros. Estas actividades desencadenan serios impactos
ambientales, como por ejemplo contaminación de aguas por mercurio o por hidrocarburos,
deforestación e incendios, reducción de las áreas silvestres, pérdida de especies, etc. La
deforestación persiste como un problema grave, no solamente en Brasil, sino también en las
demás naciones. Existen muchos reclamos por proteger el ambiente y reducir los impactos
ambientales, pero esos esfuerzos están muy rezagados frente a los problemas actuales.

En la actualidad la Amazonia estalla en fragmentos

Bajo estas condiciones, los países amazónicos siguen especializados en exportar recursos
naturales (bienes primarios o “commodities”) y una parte significativa de ellos provienen de la
Amazonia. En casi todas esas naciones los productos primarios representan más de la mitad
del total de las exportaciones, con situaciones extremas en Bolivia, Ecuador, Perú y Venezuela,
donde superan el 80% de las ventas totales. Esto refleja economías muy endebles, ya que unos
pocos productos tienen una muy alta participación en el total de ventas al exterior, y éstas a su
vez tienen un fuerte impacto en las economías nacionales. Eso explica las enormes presiones
que se realizan para acentuar la apropiación de esos recursos. Paradojalmente los cultivos de
coca y amapola para el tráfico en narcóticos también corresponden a una demanda
exportadora, aunque ilícita. Incluso las nuevas opciones, como los agrocombustibles, refuerzan
ese patrón de desarrollo. Este estilo de desarrollo es subordinado en el sentido en que muchos
de sus factores determinantes se originan en las demandas globales y en los flujos de capital
extranjero. Los cambios en las cotizaciones de los commodities disparan aumentos o caídas en
distintos emprendimientos productivos, donde las capacidades de regulación o amortiguación
de los gobiernos nacionales son muy limitadas. Este estilo de desarrollo no ha logrado resolver
los problemas más urgentes de calidad de vida, reducción de la pobreza y erradicación de la
violencia. Por lo tanto se generan y reproducen muchos conflictos con las comunidades
locales, las que se perciben como marginadas de los potenciales beneficios de esos
emprendimientos y debiendo cargar con los impactos sociales y ambientales. Entretanto
persisten altos niveles de pobreza, desempleo, informalidad de la economía, dificultades en el
acceso a la educación, salud y vivienda, etc., y una mala cobertura en derechos humanos, con
alta incidencia de violencia. A su vez, estos procesos están inmersos en un contexto de
debilidad de los escenarios y actores políticos. Persiste una forma de “democracia delegativa”
con ciertos síntomas de autoritarismo y populismo. Esto limita las opciones para las demandas
políticas que se generan desde los territorios amazónicos, en muchos casos se excluye la
participación ciudadana, y se debilitan de esta manera los mecanismos democráticos para
generar una renovación política. La fragmentación en la gestión territorial En la actualidad la
Amazonia estalla en fragmentos. En efecto, algunos sitios amazónicos están directamente
ligados a la globalización, generalmente como proveedores de recursos naturales, mientras
otras extensas zonas se mantienen al margen de esos procesos, y sus principales relaciones
son locales o regionales.

El estilo de desarrollo impuesto sobre la Amazonia se basa en una apropiación de los recursos
naturales volcados a su utilización fuera de la región, y particularmente su exportación, lo que
determina una afectación desigual del territorio. Ese estilo es uno de los principales factores
que hace que la región se divida en fragmentos. En efecto, hay sitios vinculados directamente
a la globalización (por Superficie Población PBI / habitante Posición Mundial Pobreza miles
km2 millones dólares corrientes IDH % población Bolivia 1 098,6 9,3 974 115 63,9 Brasil 8
514,8 183,8 3 541 69 36,3 Colombia 1 141,8 45,6 2 176 70 46,8 Ecuador 283,6 13,4 2 322 83
48,3 Guyana 215,0 0,8 1 047 103 43,0 Perú 1 285,2 28,4 2 490 82 51,1 Surinam 163,3 0,5 2 484
89 70,0 Venezuela 916,4 27,4 8 252 72 37,1 Datos claves de los países amazónicos
Informaciones basadas en el Human Development Report 2006, y en indicadores de CEPAL
2005, 2006. Observatorio del Desarrollo En la actualidad la Amazonia estalla en fragmentos 3
ejemplo, los yacimientos de petróleo en el oriente ecuatoriano), o donde se llevan adelante
obras de infraestructura que proveen energía a centros industriales o urbanos (como es el caso
de varias represas). Asimismo, muchos de esos emprendimientos dependen de inversiones
externas, usualmente en manos de corporaciones transnacionales, y sus beneficios
económicos más sustanciosos regresan a esas empresas. Las comunidades locales en la mayor
parte de los casos no logran beneficios importantes, e incluso los aportes para los Estados-
nación son limitados. La fragmentación se refuerza porque los Estadosnación solo controlan
adecuadamente algunas áreas dentro de sus territorios amazónicos; la mayor parte de éstas
tienen que ver con sitios donde ocurren emprendimientos atados a la globalización (minería,
petróleo, etc.), o bien por su importancia en la seguridad nacional (como reacción frente al
narcotráfico o la guerrilla). En el resto del territorio la presencia estatal es débil así como la
aplicación de derechos y seguridades ciudadanas. De esta manera, la Amazonia se convierte en
una vasta región periférica donde se intercalan algunas “islas” que son eslabones primarios en
cadenas productivas globales. La demanda exportadora requiere de vías de traslado y salida de
los productos amazónicos. Esa presión es muy fuerte en el caso del petróleo y gas natural, y ha
desencadenado grandes obras como el “oleoducto de crudos pesados” en Ecuador o el
gasoducto desde Camisea a la costa peruana; pero lo mismo sucede con la nueva agricultura
de la soja y ganadería vacuna en Brasil, la que exige carreteras, puentes e hidrovías para poder
transportar los productos hasta los puertos de embarque. Esto refuerza la fragmentación
territorial, ya que la nueva generación de planes de infraestructura amazónica no ha sido
diseñada en primer lugar para satisfacer las necesidades y demandas de las poblaciones locales
sino que responde a las exigencias empresariales de vías de salida para las exportaciones. El
ejemplo más notable es la “Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional
Suramericana” (IIRSA), donde participan todos los países amazónicos. El programa nació a
partir de una iniciativa del gobierno de Brasil, y su objetivo es construir nueva infraestructura,
como puentes, caminos e hidrovías, mejorar las existentes, armonizar la gestión de esos planes
entre los países, promover proyectos conjuntos, etc. Posee la particularidad que buena parte
de su financiamiento proviene de los propios gobiernos (tales como la Corporación Andina de
Fomento y el BNDES - Banco Nacional de Desarrollo Económico Social de Brasil). La iniciativa
representa un esfuerzo para construir vías de transporte para permitir las exportaciones, en
especial granos (soja), carnes vacunas, algunos productos procesados parcialmente (hierro,
aluminio) e hidrocarburos, desde varias regiones amazónicas. En efecto, varias de las obras
principales del IIRSA involucran a la Amazonia, y entre las más conocidas y controvertidas
están las conexiones carreteras que involucran a Brasil, Perú y Bolivia. Los países de la región
defienden el IIRSA como una iniciativa que les permite lograr soberanía, pero tal como está
planteado su efecto es acentuar la dependencia de las demandas externas sobre las
exportaciones. El problema es más acentuado en Brasil, ya que sus planes en infraestructura
desencadenarán muy serios impactos ambientales y sociales (destrucción de áreas naturales,
desplazamiento de comunidades locales, impactos negativos sobre grupos indígenas, etc.),
pero no ofrecen una alternativa al estilo extractivista exportador de productos primarios. La
nueva geografía amazónica La demanda exportadora requiere de vías de traslado Principales
indicadores de las exportaciones de los países Amazónicos Elaboración en base a datos de
CEPAL, Anuario Estadístico para Latinoamérica y el Caribe, 2006. Productos Productos Primer
% primer producto Primarios % Manufacturados % producto exportado sobre el Exportación
total Exportación total exportado total exportaciones Bolivia 89,1 10,9 Gas natural 35,2 Brasil
47,3 52,7 Hierro /Soja 10,7 Colombia 65,3 34,7 Petróleo 19,0 Ecuador 91,0 9,0 Petróleo 53,4
Perú 85,3 14,7 Oro 17,1 Venezuela 90,6 9,4 Petróleo 64,6 4 La Amazonia en el marco global La
presión exportadora sobre la Amazonia es muy importante, y por lo tanto es esencial analizar
la situación de los convenios comerciales. Todos los países amazónicos son miembros de la
Organización Mundial de Comercio (OMC), desde donde se viene intentando desde hace años
ampliar el alcance del convenio a cuestiones “no-comerciales” como el flujo de capital, las
patentes sobre recursos genéticos, o los bienes y servicios “ambientales”. En cualquiera de
estos temas las implicancias de las decisiones de la OMC sobre las exportaciones de origen
amazónico son muy importantes, ya que no sólo profundizarían el estilo extractivista actual,
sino que además pueden incorporar a la fauna, flora e incluso los procesos ecológicos, como
nuevas “mercancías”. En ese caso, como en otros que se discuten más abajo, las políticas
ambientales se reducen a un mínimo al quedar supeditadas a los acuerdos comerciales. Sin
embargo, la OMC sufre una importante crisis de legitimidad, y la actual ronda de negociaciones
comerciales (Ronda de Doha) se encuentra estancada. Paralelamente, todos los países
amazónicos son miembros de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y
Desarrollo (UNCTAD). En ese marco se ha discutido la promoción comercial sur – sur, pero por
ahora con pocos resultados prácticos. Los países amazónicos son también miembros del
“Grupo de los 77”, que actualmente incluye a más de 130 países en desarrollo (más China,
como asociado), donde esa misma diversidad le ha impedido ir más allá de declaraciones
genéricas. Simultáneamente los países amazónicos han suscrito o ratificado los acuerdos
multilaterales ambientales más importantes, tales como los convenios sobre cambio climático,
conservación de la diversidad biológica, comercio internacional sobre fauna y flora, o la
protección de humedales. Bajo el amparo de estos acuerdos internacionales se han tomado
varias medidas ambientales importantes, aunque esos esfuerzos todavía no logran imponerse
sobre los convenios comerciales, los que persisten como las fuerzas estructurales más
importantes. La Amazonia en la integración regional Los países amazónicos participan en
varios acuerdos y negociaciones regionales en América del Sur. En primer lugar se debe
mencionar que todos son miembros del Tratado de Cooperación Amazónica (TCA), un acuerdo
internacional específico para la región. El tratado se firmó en 1978 con el propósito de
coordinar esfuerzos para proteger la cuenca y promover su desarrollo. El acuerdo tiene varias
particularidades. En primer lugar, vincula países para coordinar acciones sobre una región
definida ecológicamente. En segundo lugar, incorporó a Guyana y Surinam, dos naciones que
usualmente aparecen asociadas a las iniciativas caribeñas, y que bajo este tratado refuerzan
sus vínculos sudamericanos. En tercer lugar, si bien el convenio se firmó mucho antes de la
eclosión de la temática ambiental a gran escala, expresa un fuerte compromiso con la
conservación de la riqueza ecológica amazónica. En el tratado se apuesta al uso “racional” de
los ríos y la fauna, promover la cooperación científica, la integración física, asegurar la
preservación de las riquezas ecológicas, y otras medidas similares. Pero se advierte que esos
usos están exclusivamente bajo la soberanía nacional, agregándose que “tanto el desarrollo
socio-económico como la preservación del Bloques de integración en la región amazónica. La
línea punteada indica los límites aproximados de la Amazonia. Observatorio del Desarrollo La
OMC sufre una importante crisis de legitimidad 5 medio ambiente son responsabilidades
inherentes a la soberanía de cada Estado”. Superando los altibajos del tratado, en 1995 se crea
una Secretaría Permanente, y en 1998 se reformula el convenio creándose la Organización del
Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA). Esta cuenta con personería jurídica internacional,
se instaló su sede en Brasilia en 2003, y cuenta con un programa de trabajo ambicioso sobre
diversos aspectos en ambiente y desarrollo. La OTCA siempre ha reivindicado la soberanía
sobre la Amazonia, y ha señalado que enfocará temas espinosos como la protección del
patrimonio genético o la conservación de recursos. Se han firmado declaraciones de
entendimiento con los países de la “cuenca del Río de la Plata” tendiéndose un puente al
MERCOSUR, y con los de la Comunidad Andina, pero no está claro cómo se profundizará esa
relación. Otro tanto sucede en las relaciones con la iniciativa regional en infraestructura
(IIRSA), decidida a construir puentes y carreteras para poder extraer más rápidamente los
recursos amazónicos, mientras la OTCA parece más interesada en un manejo integrado de los
recursos hídricos. Desde el punto de vista de los grandes bloques comerciales, la Amazonia
aparece dividida entre el MERCOSUR, la Comunidad Andina (CAN) y la Comunidad del Caribe
(CARICOM). Tanto la CAN como el MERCOSUR han dado pasos importantes en la integración
pero en los dos casos hay serias tensiones. En el acuerdo andino no se ha logrado aprobar un
arancel externo común, las posturas comerciales son divergentes, y Venezuela ha abandonado
el grupo. Entretanto, el MERCOSUR acordó un arancel externo común, pero tiene una larga
lista de excepciones, convirtiéndolo en una unión aduanera imperfecta. La CAN ha dado pasos
importantes en mejorar la libre circulación de personas, y posee iniciativas regionales en lucha
contra la pobreza y biodiversidad. El MERCOSUR ha tenido mucho éxito en mantener el flujo
comercial intra-bloque, ha avanzado más en las conexiones físicas y en varias iniciativas
políticas, pero se mantienen los conflictos comerciales intermitentes que le impiden dar el
paso hacia un efectivo “mercado común”. Actualmente Venezuela está en proceso de
adhesión plena a este bloque. También existe una cierta superposición entre los dos
esquemas, dados los acuerdos de complementación económica entre varios países, y entre los
dos bloques. Surinam y Guyana “miran” especialmente hacia el Caribe antes que hacia la
Amazonia; como miembros del CARICOM se han vinculado en forma privilegiada con los demás
estados del Caribe, antes que con sus vecinos continentales. Paralelamente, todos los países
de la Amazonia han participado de las negociaciones sudamericanas, iniciadas en el año 2000,
en Brasilia, y que dieron lugar a la Comunidad Sudamericana de Naciones (Cusco, 2004), y que
recientemente fuera renombrada como UNASUR (Unión Suramericana de Naciones). Por
ahora, este proceso ha enfocado especialmente las cuestiones de integración física, apoyando
el IIRSA, y promoviendo nuevos planes en el área energética. Algunos países amazónicos
mantienen negociaciones o han logrado acuerdos comerciales relevantes en determinar las
opciones de desarrollo. Por un lado, Perú y Colombia aceptaron suscribir un Tratado de Libre
Comercio (TLC) con Estados Unidos. Ese tipo de convenio responde a una estrategia de
Washington de establecer negociaciones bilaterales o con Espacios continentales de
negociación de los países amazónicos N: país en negociación – M: miembro pleno – A:
miembro asociado – O: observador. Elaboración propia. MERCOSUR CAN CARICOM UNASUR
OTCA IIRSA ALBA Brasil M M M M Bolivia A M M M M M Colombia M M M M Ecuador M M M
M O Perú A M M M M Venezuela En adhesión M M M M Guyana M M M M Surinam M M M M
La nueva geografía amazónica La OTCA siempre ha reivindicado la soberanía sobre la Amazonia
6 grupos de países en vista del empantanamiento de la OMC. Bolivia y Ecuador se alejaron de
ese proceso negociador. Estos TLC refuerzan el comercio asimétrico extra-regional, y debilitan
las posibilidades de una mayor integración dentro del continente. Desde una postura distinta,
Venezuela ha lanzado la iniciativa de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), que
actualmente es presentada como otra apuesta para la integración continental. Bolivia se sumó
a la iniciativa, junto a Cuba, aportando la idea de los TCP (Tratados de Comercio de los
Pueblos), como alternativa a los TLC promovidos por Washington. Más recientemente,
Ecuador se ha acercado a este proceso como observador. La idea de estos acuerdos es apuntar
a condiciones más equitativas en el comercio, promover emprendimientos conjuntos, y
aceptar formas de pago en bienes y servicios. Las nuevas regionalidades El nuevo contexto
internacional, con sus altibajos y diferentes alcances, están reconfigurando las regiones
sudamericanas, lo que afecta las posibilidades de un nuevo desarrollo en la Amazonia. La
región aparece tensionada entre procesos internacionales de muy distinto tipo, que apuntan
en direcciones diferentes, y que además otorgan muy distinta atención a los aspectos
específicos de la Amazonia. En un sentido operan las instituciones como la OMC, al otorgar
ciertas reglas de comercio, tolerar los sistemas de subsidios perversos, y promover la
comercialización de la biodiversidad. Esa tendencia se acentúa con los TLCs que propone
Estados Unidos, así como con los acuerdos que se están discutiendo con la Unión Europea.
Esos tratados consolidan relaciones de comercio asimétrico, donde el sur se mantiene como
exportador de recursos naturales, pero se le exigen desmantelar las pocas protecciones que
quedan en sus mercados domésticos y medidas de promoción industrial. Sin embargo, tanto
Washington como Bruselas mantienen sus esquemas proteccionistas, especialmente en el
sector agropecuario. La disposición de Colombia y Perú hacia esos acuerdos debilita todavía
más a la CAN, y por lo tanto acentúa las competencias entre esas naciones por acceder a los
mercados de exportación, lo que hace más difícil acordar medidas comunes de protección
ambiental. En otro sentido actúan los intentos de vinculación entre los países promovidos por
Brasil y por el MERCOSUR. Ese sendero le otorga más importancia a los acuerdos políticos,
pero no ha logrado avanzar hacia estrategias productivas comunes. Esta limitación se debe en
especial a la postura brasileña de rechazar normas supranacionales, que son obligatorias para
todos los socios del bloque. Por el contrario, Brasil ha insistido en mantener su autonomía, lo
que ha desembocado en que el MERCOSUR sea un acuerdo inter-gubernamental. Esta razón
impide lograr articulaciones productivas sustantivas o políticas comunes. Esta debilidad
explica, en parte, que el MERCOSUR se expanda con un número elevado de miembros
asociados, los que se vinculan por medio de acuerdos de libre comercio. Pero ha desembocado
en la “mercosurización” de la Amazonia, ya que un poco menos del 80% de la superficie
amazónica se encuentra actualmente dentro de los socios de ese bloque. Pero el MERCOSUR
no está preparado para abordar la problemática ambiental de la selva tropical. Apenas cuenta
con un “Acuerdo Marco Ambiental” que es muy general y solamente enumera algunos
principios básicos, no se ha logrado aprobar un “Protocolo Ambiental”, y la agenda temática
ambiental está recostada en cuestiones propias de las naciones del Cono Sur. Por distintos
caminos, tanto la CAN como el MERCOSUR, se encuentran en una situación de estancamiento,
con diferentes conflictos internos, y convertidas esencialmente en un foro político, sin abordar
adecuadamente las cuestiones ambientales ni el desarrollo sostenible. A nivel sudamericano se
repite el mismo problema, en tanto la UNASUR recién está dando sus primeros pasos, y los
avances más destacados se observan en la interconexión física y energética. Pero ese camino
responde sobre todo a las necesidades exportadoras de las economías nacionales, y en
especial la de Brasil, y se expresan en iniciativas como el IIRSA. Generan, entonces, fuerzas que
operan en mantener y reproducir la desarticulación amazónica, y la inserción de algunos de
sus recursos en los mercados globales. La propuesta del ALBA (y los TCP) manifiesta un intento
de otro tipo de integración regional, pero por ahora tiene dificultades en pasar de algunos
convenios específicos a un flujo comercial más amplio, y en establecer políticas coordinadas.
De todos modos, desde el punto de vista ambiental es muy débil. Las cuestiones ambientales
internacionales, en cambio, aparecen nítidamente en las propuestas de varias naciones
industrializadas que consideran a la Amazonia como un “patrimonio de la humanidad”. Bajo
esa perspectiva, se asume de manera implícita o explícita, que las naciones amazónicas no son
Observatorio del Desarrollo Tanto la CAN como el MERCOSUR están estancados 7 capaces de
proteger esos ecosistemas, y por lo tanto son necesarias las ayudas económicas, presiones,
regulaciones e incluso imposiciones originadas en el exterior. En muchos casos esa postura
genera una respuesta airada desde los países amazónicos, invocándose la defensa nacional
sobre la región; en otros casos, se aprovechan esas embestidas para obtener financiamiento y
asistencia para diversos programas sociales y ambientales. Dando un paso más allá de una
evaluación superficial de esta problemática, está claro que la supuesta soberanía nacional
sobre la Amazonia es actualmente limitada por las condiciones económicas internacionales
actuales, y por la propia decisión de estos países de acentuar sus vínculos con la economía
global. De la misma manera, también debe advertirse que los llamados a la soberanía nacional
sobre la Amazonia no pueden ser una excusa para seguir destruyendo el bosque. En este
escenario de fuerzas contrapuestas, la OTCA aparece como la única iniciativa genuinamente
amazónica, y específicamente orientada a los temas ambientales, y por lo tanto con enormes
posibilidades para el desarrollo sostenible. Este breve resumen demuestra que están
ocurriendo varios procesos que tensionan una posible regionalización amazónica, y que se
distribuyen en un amplio espectro que van desde los TLC convencionales con Estados Unidos, a
las alternativas bolivarianas promovidas por Venezuela, sin dejar de olvidar el papel clave de
Brasil, por sí mismo, y desde el MERCOSUR. Estos son factores que hacen difícil una genuina
integración regional, tanto por sus diferentes características y propósitos, como por la propia
diversidad de acciones que están en marcha. El camino hacia el desarrollo sostenible En la
actualidad, la Amazonía está fragmentada en varios niveles: se encuentra dividida entre varias
naciones, y dentro de cada una de ellas aparecen zonas amazónicas desarticuladas;
paralelamente, los procesos de integración regional y la relación con el resto del mundo se
expresan en otras subdivisiones. Se invoca la imagen de unidad amazónica, pero esa cohesión
no existe, y en realidad las coordinaciones son incipientes mientras que los países mantienen
prácticas competitivas entre ellos que acentúan la división. Un primer paso hacia una
propuesta de desarrollo sostenible amazónico es enfrentar esta fragmentación y tejer una
nueva vinculación. Esa nueva regionalización no puede repetir las mismas estrategias de
desarrollo actual, con un fuerte consumo de materia y energía, alta generación de desperdicios
e impactos. Ese camino acentuará la extracción de los recursos naturales amazónicos y
agravará los problemas actuales. Por lo tanto, un segundo paso es adentrarse en una
estrategia de desarrollo sostenible tanto en cada uno de los países como en la región
amazónica. Estas estrategias hacia la sustentabilidad deben ser realizadas por conjuntos de
países, ya que resultan inviables por un país aislado. Por lo tanto, un nuevo tipo de integración
regional es indispensable para promover el desarrollo sostenible amazónico. Estos dos
aspectos son inseparables. Pueden presentarse resumidamente varios de los componentes de
esta nueva estrategia de desarrollo sostenible a escala regional en la Amazonia. En primer
lugar es necesario frenar los impactos negativos de la globalización actual que es una de las
fuerzas principales en extraer recursos amazónicos. Es necesario generar una “desvinculación”
de esas condicionantes externas para poder lograr autonomía en seguir otros caminos
productivos. Esta “desvinculación” debe ser selectiva, precisa y cuidadosa, ya que se pueden
mantener algunos vínculos útiles mientras que será necesario desacoplarse de muchos otros.
Este no es un tema menor, ya que se están sumando propuestas de conservación que postulan
que no es posible escapar a los mercados globales. Siguiendo esa posición, organizaciones
como Conservation International, caen en un fatalismo, donde apenas se podrán salvar las
áreas protegidas, y éstas deberán ser financiadas por la venta de servicios ambientales,
especialmente como sumidero de carbono, en los mercados globales. Este tipo de postura no
ofrece opciones genuinas de desarrollo en la esfera social, y reproduce una contradicción
entre sitios intocados destinados a la preservación, contra áreas de intenso uso productivo. Al
contrario de esa postura, el desarrollo sostenible busca acompasar y balancear la protección
de la Naturaleza con el uso cuidadoso de los recursos que ella alberga. Por lo tanto, un
segundo aspecto básico de un nuevo regionalismo amazónico requiere redirigir los
emprendimientos productivos en primer lugar hacia las necesidades de las poblaciones de la
propia Amazonia. En lugar de extraer recursos para exportarlos hacia fuera de la La nueva
geografía amazónica La Amazonia está fragmentada en varios niveles CLAES región, se debería
aprovechar aquello que se necesita dentro de la propia región para atender demandas como la
alimentación, la vivienda o la energía. Esto requiere establecer complementaridades
productivas entre los países amazónicos, de manera de poder compartir recursos, ajustadas a
las aptitudes ecosistémicas. Cada uno de los ambientes amazónicos ofrece distintas
oportunidades para opciones productivas que es necesario complementar entre ellas. Es obvio
que dentro de la Amazonia no se pueden generar todos los productos y servicios necesarios, y
por lo tanto esta complementación productiva también debe incluir a los ambientes no-
amazónicos de estos países. En tercer lugar, es necesario revertir el proceso de
desterritorialización, donde existen grandes zonas ajenas a la presencia estatal y al ejercicio de
la ciudadanía, para volver a controlar todo el espacio territorial amazónico. Esta recuperación
del control del territorio, va de la mano con la regulación social tanto del mercado como del
Estado. Estas iniciativas tienen como consecuencia una redefinición de los actuales programas
den interconexión, como el IIRSA, para reorientarlos hacia las necesidades regionales, antes
que servir a redes de comercialización global. Además, la integración para el desarrollo
sostenible implica que la vinculación entre los países no queda reducida al libre comercio sino
que en realidad es una construcción más compleja y esencialmente política, que apunta hacia
estrategias de desarrollo comunes y complementaCLAES Centro Latino Americano de Ecología
Social www.ambiental.net D3E Desarrollo, Economía, Ecología y Equidad América Latina
www.globalizacion.org CLAES D3E es una organización no gubernamental, independiente,
cuyos objetivos son la investigación, difusión y promoción del desarrollo sostenible en América
Latina. El presente estudio es parte del programa sobre ambiente e integración apoyado por la
Fundación C.S. Mott CLAES / D3E, Casilla de Correo 13125, Montevideo 11700, Uruguay. Telf.
(598 2) 4030854 – Correo-e; claes@adinet.com.uy rias. En estos y otros temas es indispensable
construir “políticas regionales comunes”, las que son indispensables para lograr el nuevo
posicionamiento internacional y la complementariedad productiva. En especial es urgente
establecer una política común amazónica para recursos energéticos, forestales y protección
ambiental. En este caso la OTCA ofrece varias potencialidades para desencadenar esa
discusión y acoplarla a los espacios de la CAN y el MERCOSUR. Desde la perspectiva de la
sustentabilidad es necesario destacar la urgencia de un acuerdo regional ambiental en la
región amazónica y fortalecer la OTCA. Este acuerdo debe establecer un conjunto de
condiciones ambientales básicas en toda la región, y seguidamente un programa de
conservación de áreas silvestres y manejo de recursos naturales que tome en cuenta la alta
diversidad territorial amazónica. También es importante advertir que es indispensable
incorporar una planificación territorial regional, ya que la Amazonia es muy heterogénea, y por
lo tanto se debe evaluar detalladamente dónde y cómo ubicar diferentes emprendimientos
productivos para minimizar los impactos ambientales. En ese terreno hay muchos desafíos a
enfrentar, en especial por la compleja problemática política en la región, pero también hay
opciones para avanzar, aprovechando la creciente conciencia de ciudadanía amazónica que
está generándose en la región. El desafío está en aprovechar esas opciones.

PRINCIPALES RIOS DE LA VERTIENTE DEL AMAZONAS


1.-RIO AMAZONAS
El río Amazonas se forma debido a la confluencia de los ríos Marañón y Ucayali, al
Este de la localidad de Nauta, en Loreto. Si consideramos la longitud de su afluente más
largo, el río Ucayali, cuyo origen se encuentra en la Cordillera de Chila, en Arequipa, en
los Andes Centrales del Perú, sobre el flanco Norte del Nevado de Mismi o
Choquecorao, a 5,597 m.s.n.m. Nace con el nombre de río Hornillo, aguas abajo toma
los nombres Monigote, Apurímac, Ene, Tambo y Ucayali. Más adelante deja territorio
peruano y vierte sus aguas en el Océano Atlántico, luego de recorrer unos 6,762 Km.
En la margen izquierda del río Amazonas se encuentra la Ciudad de Iquitos, a 105
m.s.n.m. y en pleno puerto fluvial del Perú. En este punto el río Amazonas, en época de
vaciante o estiaje alcanza una altura de 10 a 12 m. y su amplitud varía entre 5 a 15 km.
La longitud del río Amazonas en el Perú, incluyendo Ucayali y al Apurímac es de 3,419
kilómetros.
PRINCIPALES AFLUENTES
I.- POR LA MARGEN IZQUIERDA
El Río Putumayo.- Este río tiene su origen en el Ecuador y sirve de límite natural entre
Perú y Colombia, desaguando en el Amazonas en territorio brasileño.
El Río Napo.- Este río tiene su origen al Sudeste de Quito, en el Ecuador. Es el río más
caudaloso de los afluentes peruanos, su creciente se inicia en Febrero y concluye en
Agosto. Se caracteriza por ser navegable a lo largo de todo su curso, en territorio
peruano. Tiene dos importantes afluentes, que son el río Curaray, por la margen derecha
y el río Aguarico, por la margen izquierda. Francisco de Orellana siguió el curso del
Napo para descubrir el Amazonas, en 1542.
El Río Nanay.- Este río que desagua al Norte de Iquitos.
II.- POR LA MARGEN DERECHA
El Río Yaraví.- Este río tiene su origen en la divisoria de aguas que existe al Sur del
Paralelo 7 ° de Latitud Sur, en la Provincia de Maynas. Tiene una longitud de 1,200 km.
y sirve de límite entre el Perú y Brasil, a lo largo de todo su curso.
El Río Yurúa.- Este río tiene su origen en territorio peruano, con el nombre de río
Torolluc. Uno de sus afluentes es el río Breu, el cual sirve de límite natural entre Perú y
Brasil.
El Río Purús.- Este río se encuentra situado en el extremo meridional de Ucayali, y sirve
de límite natural en un pequeño sector entre Perú y Brasil.
El Río Madre de Dios.- Este río se encarga de drenar todo el flanco oriental de la
Cadena Oriental de los Andes del Sur y del Centro.

2.-RIO MARAÑON
El río Marañon tiene su origen al Noroeste del Nudo de Pasco, en el flanco septentrional
del Nevado de Raura, en la Cordillera de Huayhuash, a más de 5,800 m. de altitud.
Recibe en sus origenes los desagües de las lagunas Niñococha, Santa Ana y Lauricocha,
en Huánuco, además de los deshielos del Nevado Matador. En el río Marañón podemos
distinguir dos partes:
a.- EL ALTO MARAÑON.- El Alto Marañón, es la parte del río que está comprendida
entre su naciente, en el Nevado de Raura, y el Pongo de Manseriche. Este río se
caracteriza por presentar un cauce estrecho y profundo, con un declive muy acentuado,
y un caudal turbulento, especialmente en época de creciente.
El Alto Marañón tiene un curso orientado de Sudeste a Noroeste, entre las Cadenas
Occidental y Central de los Andes del Norte, hasta el pongo de Rentema. Al cruzar este
pongo, su curso discurre entre las Cadenas Central y Oriental de los Andes del Norte, en
dirección Noreste, hasta el Pongo de Manseriche. A lo largo de este curso podemos
encontrar numerosos pongos y cañones que dificultan la navegación.
El Pongo de Manseriche es el más importante de todos cuanto existen en el curso del
Alto Marañón. Este pongo tiene una longitud aproximada de 12 km., de los cuales 4,500
m. corresponden a la parte más estrecha, allí es donde el cauce se reduce a 60 u 80 m. y
está limitado por paredes casi verticales. Las aguas del río se tornan turbulentas, al
chocar contra las paredes laterales de su cauce, formando remolinos peligrosos y
correntadas que dificultan la navegación. En esta zona se encuentran los malos pasos de
Huaccanqui, Sajino y Anahuaccanqui.
b.- EL BAJO MARAÑON.- Recibe el nombre de Bajo Marañón la parte del río la cual
está comprendida entre el Pongo de Manseriche y el punto de su confluencia con el río
Ucayali, para formar el Amazonas. El Bajo Marañón tiene un curso orientado de Oeste a
Este, a través de la Llanura Amazónica, presentando un cauce meándrico, carente de
rocas y cubierto de arena.
Durante la época de creciente, la cual se inicia en Noviembre, inunda extensas áreas de
la Selva Baja, abandona con frecuencia su antiguo cauce, abriendo otro nuevo. Los
cauces abandonados forman las cochas o tipishcas, que por la forma que presentan,
reciben el nombre de lagos en la herradura. Tiene abundante caudal, lo que garantiza la
navegación en el transcurso del año.
El Bajo Marañón cuenta con una abundante fauna fluvial. En la margen izquierda de
este río se encuentran las ciudades de Nauta, capital de la Provincia de Loreto, y Borjas,
los más importantes de esta margen.
PRINCIPALES AFLUENTES
I.- AFLUENTES DEL ALTO MARAÑON.- Los principales afluentes del Alto
Marañón por su margen izquierda son los siguientes:
1. Los Ríos Puccha y Pomabamba.- Estos ríos se encuentran al Este de Ancash y reciben
los deshielos de la Cordillera Blanca.
2. El Río Chusgón.- Este río se encuentra en la región andina de La Libertad.
3. El Río Crisnejas.- Este río se encuentra al Sudeste de Cajamarca, formado por la
confluencia de los río Condebamba y Cajamarca, que forman fértiles valles donde se
asientan las ciudades de Cajabamba y Cajamarca, respectivamente,
4. El Río Llaucano.- Este río se encuentra al norte de Cajamarca y forma el valle de
Bambamarca.
5. El Río Chamaya.- Este río tiene su origen en el Ecuador y se desplaza al Noreste de
Cajamarca. Se encuentra formado a su vez por los ríos Hunacabamba, que procede de la
región andina de Piura, y Chotano.
6. El Río Cenepa.- Este río tiene su origen en el flanco oriental de la Cordillera del
Cóndor, cuya cumbre sirve como límite natural entre Perú y Ecuador y recorre de Norte
a Sur.
7. El Río Santiago.- Este río tiene su origen en el Ecuador, en donde toma el nombre de río
Zamora. El río Santiago es peruano desde la boca del río Yaupi, desaguando aguas
arriba del Pongo de Manseriche, en el río Marañón.
Los principales afluentes del Alto Marañón por su margen derecha son:
1. El Río Utcubamba.- Este río tiene su cuenca colectora en las provincias de
Chachapoyas, Luya y Utcubamba. El río Utcubamba, forma en su curso superior un
extenso valle interandino, el Valle de Bagua, donde se emplaza la Ciudad de Bagua.
Este valle es importante por su gran producción agrícola, destacando el arroz, y
ganaderia, en base del cruce del Cebú con vacas de raza Brown Swiss.
2. Los Ríos Chiriaco o Imaza y Nieva.- Estos ríos tienen su curso en las provincias
selváticas de Bongará, Bagua y Condorcanqui. El río Imaza o Chiriaco forma un valle
interandino, donde se emplaza la Villa de Jumbilla y desagua en el Marañón a la altura
de la localidad de Nazareth.
II.-AFLUENTES DEL BAJO MARAÑON.- En el Bajo Marañón son importantes los
siguientes afluentes: río Huallaga, por la margen derecha y los ríos Morona, Pastaza y
Tigre, por la margen izquierda.

3.-RIO HUALLAGA
Este río Huallaga tiene su origen al Norte del Nudo de Pasco, a más de 4,500 m.s.n.m.
El río Huallaga es el principal afluente del Bajo Marañón, por su margen derecha. Las
aguas de este río descienden a través de un cauce estrecho y rocoso, formando los valles
interandinos de Ambo y Huánuco, importantes por las vastas plantaciones de caña de
azúcar. Asimismo encontramos los extensos valles de Tingo María y Huallaga Central,
en la Selva Alta de Huánuco y San Martín.
Entre la Cadena Central y la Cadena Oriental de los Andes del Norte, se encuentra su
curso medio, siguiendo la dirección de Sureste a Noreste. Al Noroeste de San Martín
corta la Cadena Oriental en el Pongo de Aguirre, dirigiéndose luego en dirección Norte,
hasta desguar en el río Marañón. Después del Pongo de Aguirre incursiona en la
Llanura Amazónica. A su orilla izquierda se localiza el Puerto de Yurimaguas. El río
Huallaga forma un extenso valle de Selva Alta, entre Huánuco y San Martín, el cual
tiene un gran desarrollo agrícola.
AFLUENTES
Los principales afluentes del río Huallaga, por la margen izquierda, son: el río Monzón,
que desagua frente a Tingo María; el río Chontayacu, el río Tocache, el río
Huallabamba, el río Saposoa, el río Sisa y el río Mayo, los cuales forman extensos e
importantes valles. El río Mayo, el más importante de todos ellos, tiene una longitud
aproximada de 230 km. y en su curso se emplazan las ciudades de Rioja, Moyobamba y
Tarapoto.
El río Huallaga por su margen derecha, cuenta un afluente importante, el río Biabo, que
recorre paralelo al Huallaga, en una longitud aproximada de 180 km. y al río Tulumayo,
al norte de Tingo María.

4.-RIO UCAYALI
El río Ucayali es uno de los grandes formadores del río Amazonas. Tiene su origen en la
confluencia de los ríos Urubamba y Tambo, en Atalaya, ubicada en el extremo sur de
Loreto. A lo largo del curso del Ucayali se pueden distinguir dos partes:
a.- EL ALTO UCAYALI.- El Alto Ucayali, se extiende desde su origen en Atalaya y la
desembocadura del río Pachitea. Este río hace su recorrido sobre la Llanura Amazónica
o Selva Baja, a través de un cauce meándrico, el cual se encuentra expuesto a cambios
repentinos y constantes, por lo que el cauce anterior queda abandonado, formando las
cochas o tipishcas, conectadas con el cauce actual a través de canales estrechos
llamados sacaritas o caños.
Grandes extensiones de fertiles tierras, se pueden apreciar en sus orillas durante las
épocas de vaciante o estiaje, las cuales son utilizadas para sembrar arroz o maní. Con la
creciente se inundan, cubriéndose de una capa delgada de limo fértil. Todo el curso
inferior está cubierto de arena, sobre la que depositan sus huevos la “charapa” o tortuga
fluvial.
b.- EL BAJO UCAYALI.- El Bajo Ucayali se extiende entre la boca del Pachitea y su
confluencia con el Marañón para formar el río Amazonas. En este río se encuentran
ubicados los puertos de Pucallpa, considerado como el segundo puerto fluvial del Perú y
terminal de la Carretera Central, Cotamana y Requena, emplazados todos ellos en áreas
elevadas en relación con el resto de la Llanura Amazónica, denominados altos.
Al norte del paralelo 6° de latitud Sur, el río se bifurca. El Canal de la izquierda se
llama Puinahua, por donde pasan las embarcaciones volviendo a juntarse al Sur del
paralelo 5° de latitud Sur.
AFLUENTES DEL UCAYALI
Los principales afluentes con los que cuenta el Alto Ucayali son los ríos Pachitea,
Aguaytía, Urubamba, Tambo, Perené, Ene, Mantaro y Apurímac.
Los principales afluentes del río Ucayali por su margen izquierda son los siguientes:
1. El Río Pachitea.- Este río tiene su origen al Este del Nudo de Pasco, en los deshielos de
la Cordillera de Huachón, con el nombre de río Huancabamba. Luego al Este de
Huánuco toma el nombre de río Pozuzo. Aguas abajo recibe las aguas de sus afluentes
el río Pichis, desde donde toma el nombre del río Pachitea, que discurre sobre las vastas
sabanas del Gran Pajonal y el río Palcazu. En su curso inferior se localiza la zona
petrolífera de Aguas Calientes.
2. El Río Aguaytía.- Este río tiene su origen en la Cordillera Azul, al Este de Tingo María,
con el nombre de río Yuracyacu. Este río ha erosionado sobre la Cordillera Azul un
cauce estrecho y profundo, de paredes casi verticales, conocido con el nombre de
Boquerón del Padre Abad, por donde pasa la carretera de Tingo María a Pucallpa. Los
flancos de este Boquerón forman un impresionante paisaje de cascadas en época de
lluvias, al precipitarse las aguas en el cauce del río.
3. Más allá del Boquerón del Padre Abad, el río incursiona en las Pampas del Sacramento,
discurre a través de un cauce meándrico. En el Aguaytía, se ha construido el puente más
largo del Perú, de más de 700 m. de longitud, por donde pasa la Carretera Central con
destino a Pucallpa.
4. Otros ríos afluentes de importancia son: el río Pisqui, que desagua al Sur de la ciudad de
Contamana; el Cushabatay, que desagua al Norte de Contamana; el Pacaya de enorme
riqueza ictiológica, razón por la cual se ha construido en su curso una estación de
piscicultura para la crianza del paiche.
Los principales afluentes del río Ucayali por su margen derecha son los siguientes:
1. El río Sheshea, en el Alto Ucayali y los ríos Tamaya, el cual vierte sus aguas al Sur de
Pucallpa y Tapiche, el cual vierte sus aguas en el Ucayali a la altura de la ciudad de
Requena formando en su curso un valle de gran importancia.

5.-RIO URUBAMBA
El Río Urubamba tiene su origen en el Nudo de Vilcanota, desde donde recorre gran
parte del territorio Cusqueño con el nombre de río Vilcanota, el cual forma un
importante valle interandino. Más adelante, al cruzar la ciudad de Urubamba, recibe el
nombre de río Urubamba. Esto sucede en el Valle Sagrado de los Incas, gran productor
de maíz.
Luego aguas abajo de Ollantaytambo, el cauce del río Urubamba se va estrechando y se
profundiza formando los cañones de Torontoy y Machu-Picchu. Al Norte del Valle de
Quillabamba forma con la Cadena Oriental el Pongo o Cañón de Mainique, a partir del
cual se denomina Bajo Urubamba, hasta su confluencia con el Tambo, donde forman el
río Ucayali.
Los principales afluentes del río Urubamba son:
1. El Río Yanatille, el cual forma el valle de Lares.
2. El río Yavero o Paucartambo, el cual tiene su origen en los deshielos de la Cordillera
del Ausangate, formando en su trayecto un dilatado valle interandino, el Valle de
Paucartambo, para luego desaguar aguas arriba del Pongo de Mainique.
3. El río Mishagua, que se extiende entre Loreto y Cusco, y el cual forma con el Manú el
Itsmo de Fitzcarrald.
4. Otros afluentes de menor importancia son el Sepahua y el Inuya.

6.-RIO TAMBO
Este río se origina gracias a la confluencia de los rios Perené y Ene, en la localidad de
Puerto Prado, siguiendo una dirección de Oeste a Este, en un principio, para luego
seguir una dirección de Sur a Norte. Este río forma junto con la Cadena Oriental de los
Andes Centrales, el Pongo de Tambo. Tiene un cauce casi rectilíneo, por estar
delimitado entre relieves altos y rocosos en la Selva Alta de Junín.

7.-RIO PERENE
Este río se forma de la confluencia de los ríos Chanchamayo y Paucartambo, en Junín.
La naciente del río Chanchamayo se encuentra en los deshielos de la Cordillera de
Huaytapallana, al Este de Huancayo, con el nombre de río Tulumayo. A las orillas de
este río se encuentra situada la ciudad de La Merced. El río Paucartambo tiene su origen
en el flanco oriental del Nudo de Pasco, debido a los deshielos de la Cordillera de
Huachón, en Pasco.
El principal afluente del río Perené es el Pangoa llamado aguas arriba, Río Satipo, que
forma también un amplio valle de Selva Alta. El río Perené forma un amplio valle de
Selva Alta conocido más con el nombre de Chanchamayo, considerado como el
principal centro cafetalero y frutícola de la Selva peruana.

8.-RIO ENE
Este río se forma por la confluencia de los ríos Mantaro y Apurímac. Se extiende sobre
la parte oriental de la Provincia de Satipo, siguiendo su curso una dirección de Sur a
Norte, en la Selva Alta de Junín. Su valle es objeto de lento poblamiento. Recibe
muchos pequeños afluentes, de corto recorrido, pero de fuerte gradiente o declive.

9.-RIO MANTARO
Este río tiene su origen en el Nudo de Pasco, en la Laguna de Acacocha, con el nombre
de río San Juan. Recibe las aguas de las lagunas Acacocha, Punrún, Chinchaycocha y
Hurón, entre las Cadenas Central y Occidental de los Andes Centrales. Hace su
recorrido sobre la vasta meseta de Bombón, en dirección Sudeste, formando un
importante valle aluvial llamado Valle del Mantaro, de gran producción agrícola, donde
se localizan importantes ciudades como La Oroya, Jauja, Concepción y Huancayo.
Al Norte de Huancavelica, el río Mantaro corta a la Cadena Central, formando un
gigantesco meandro, de cauce estrecho y profundo, dando origen de esta manera al
Pongo del Mantaro, de 290 km. de longitud, el cual ha permitido la construcción de las
mayores Centrales Hidroeléctricas del Perú Santiago Antúnez de Mayolo y Restitución.
Estas centrales hidroeléctricas abastecen de energía eléctrica a Lima, Ica y gran parte
del Norte del Perú.
Su principal afluente es el Río Huarpa, en Ayacucho, en cuyo valle se emplazan las
ciudades de Ayacucho y Huanta. En su curso superior recibe el nombre de río Cachi.

10.- RIO APURIMAC


Este río tiene su origen en los deshielos del Nevado de Mismi, en la Cordillera de Chila.
Nace con el nombre de río Hornillo y que, aguas abajo toma el nombre de río
Monigote. Es considerado como la naciente del río Amazonas, extendiéndose sobre la
Alta Meseta Andina, siguiendo una dirección de Sur a Norte, asimismo recibe el
desagüe de la Laguna de Vilafro.
Su cauce se profundiza y se estrecha a medida que avanza en dirección Noroeste. Corta
a la Cadena Central de los Andes en el Pongo del Apurímac, con vertientes casi
verticales, en los cuales se pueden apreciar los diversos pisos altitudinales del paisaje
peruano, desde los cálidos valles de la yunga fluvial, en el fondo del cauce, pasando por
los paisajes templados de la Quechua y frío de la Puna, hasta los glaciales de la alta
Cordillera.
Más adelante incursiona en la Selva Alta, formando el Valle del Apurímac. Los
afluentes del Apurímac son:
1. El Río Valille.- Este tiene su origen en la Cordillera de Chila.
2. El Río Santo Tomás, que tiene su origen en la Cordillera de Huanzo.
3. Los Ríos Vilcabamba u Oropesa y Pachachaca.- Estos ríos tienen su origen en la
Cordillera de Huanzo.
4. El Río Pampas.- Este río es el más importante de todos ellos, y tiene su origen en las
lagunas de Choclococha y Orococha, en la Meseta de Castrovirreyna, en Huancavelica.

OTROS RIOS AMAZONICOS DEL PERU


RIO MADRE DE DIOS
1. El río Madre de Dios.- Conocido también con el nombre de Amaru Mayo, tiene su
origen en la Provincia de Paucartambo, en Cusco, con el nombre de Picopata, y luego
vierte sus aguas en el Amazonas, en territorio brasileño, con el nombre de río Madeira.
Recibe varios afluentes que forman importantes valles de Selva Alta, como los
Cosñipata, Tono, Piñipini y Pantiacolla. Luego de recibir las aguas del río Manú,
incursiona en la Selva Baja, formando un valle poco habitado. Por su margen izquierda
sus afluentes son: el Tacuatimanú o de las Piedras, que desagua frente a Puerto
Maldonado, el principal puerto fluvial del Madre de Dios. Por su margen derecha: los
ríos Inambari y Tambopata, que forman importantes valles de Selva Alta. Uno de los
afluentes del Inambari es el Marcapata, en el Cusco, que forma un valle densamente
poblado.
2. El Purús.- Este río se ubica en el extremo meridional de Loreto y sirve en un pequeño
sector de límite entre Perú y Brasil.
3. El río Acre.- Este río tiene su origen en la frontera con Brasil, desde donde sirve de
límite con este país hasta la boca del río Yaverija.
4. El río Yurúa.- Este río tiene su origen en el extremo meridional de Loreto y desagua en
el Amazonas, en territorio brasileño.

De norte a Sur, los principales ríos que salen del Ecuador hacia el este son: San Miguel,
Aguarico, Napo, Curaray, Tigre, Corrientes, Pastaza, Morona, Santiago y Chinchipe.
Los principales ríos de la región amazónica de Colombia son el Amazonas, el Caquetá,
el Apaporis, el Putumayo, el Guainía, el Guaviare y el Vaupés. En general son ríos muy
navegables y relevantes para las actividades económicas de la zona.

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