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LOS 7 DERRAMAMIENTOS DE LA SANGRE DE JESUS

PRIMER DERRAMAMIENTO: LA FIDELIDAD.

Cuando una mujer en trabajo de parto se esfuerza tanto para dar a luz que puede llegar a
producir la rotura de los vasos capilares de su rostro.

Algo parecido le pasó a Jesús la noche que fue apresado, en momentos que se encontraba
en el huerto llamado Getsemaní.

Su dolor al saber que lo venían a apresar para matarlo, su angustia por conocer que uno de
sus íntimos discípulos lo estaba traicionando, la indiferencia de los once ante su
sufrimiento, evidentemente hizo que Jesús pasara por un momento crucial.

Lucas 22:43, 44 dice que se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle, y estando en
agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían
hasta la tierra.

Estas gotas de sangre son el primer derramamiento de sangre que Jesús tuvo en aquél día.

Completamente solo, agonizando, se mantuvo absolutamente fiel en lo que tenía que hacer:
sufrir hasta la muerte por ti y por mí.

Por eso a este derramamiento podemos titularlo “La sangre de la fidelidad”. Jesús se
mantuvo obediente al Padre, fiel a su llamado, hasta la peor muerte, la de la cruz.

¿Por qué tuvo que sufrir Jesús tal agonía?

1) Por el pecado del hombre ante la mentira de satanás. Eva le creyó y le dio lugar al
diablo. Lo escuchó y se rebeló. Y Adán participó también de aquella rebeldía. Y por el
pecado fueron maldecidos ellos y toda la raza humana.

2) Porque era el único que podía ocupar nuestro lugar. Nadie más que Jesús podía morir por
ti. No vale la vida de otro pecador para que tú seas salvo. Se necesitaba a un cordero
perfecto, sin mancha, sin pecado. Ese era Jesús. El ocupó el lugar tuyo, para que tu agonía
termine.

¿Cómo se aplica a mi vida?


1. - La sangre derramada por Jesús en el Getsemaní nos libera por haber dado lugar a
las mentiras del diablo en nuestras vidas.
2. - Dar lugar al diablo te trajo maldición.
3. - Por su sangre tienes la posibilidad de tener la mente de Dios y no los pensamientos
y mentiras del diablo. Ezequiel 11:19, 20.
4. - Esta sangre nos libera de las palabras de maldición y mentiras que otros han dicho
a tu vida.
5. - Esta sangre te libera de las maldiciones y mentiras que tú mismo dijiste a otros.
6. - Esta sangre nos libera de las traiciones y engaños sufridos por aquellas personas en
quienes confiabas.
7. - ¿Quiénes son las personas que te han engañado y traicionado y quiénes las
personas a quienes has dañado, para perdonar a unas y pedirles perdón a las otras?

Es tu turno

1. - Reconoce que por el engaño del diablo desobedecemos a Dios y entramos en


maldición.
2. - Pide perdón a Dios por tu desobediencia y rebeldía.
3. - Pedir perdón por haber engañado y traicionado a otros
4. - Perdona a quienes te engañaron o traicionaron
5. - Aplica la sangre que Jesús derramó en el Getsemaní.
6. - Declara que aunque otros te hayan mentido y traicionado, Jesús siempre
permanecerá fiel.
7. - Declara palabras de bendición, vida y paz.

SEGUNDO DERRAMAMIENTO

LA REDENCION

La segunda ocasión en que Jesús derramó sangre fue cuando flagelaron su cuerpo con el
látigo de Roma.

El látigo de Roma era un instrumento de tortura que desgarraba la carne de la víctima.

Cuando Adán y Eva pecaron, dios cubrió su desnudez sacrificando animales inocentes. Este
fue el primer derramamiento de sangre del que nos hablan las Escrituras (Génesis 3:21).

Este derramamiento nos estaba señalando el verdadero y necesario sacrificio de Jesús para
cubrir a todos los hombres.

¿Por qué fue necesario el derramamiento de la sangre de Jesús?


1) Para ser redimidos.

Romanos 3:24 dice que hemos sido justificados gratuitamente por su gracia, mediante la
redención que es en Cristo Jesús.

Cuenta una historia verídica que cuando un amo estaba queriendo comprar a una mujer
negra, ella lo escupió en la cara. En realidad, lo que estaba tratando de hacer aquel buen
hombre era comprarla para darle la libertad, y así lo hizo. La mujer quedó sorprendida a tal
punto que le dijo a aquel hombre: “Desde ahora tomo la decisión de servirte
incondicionalmente”.

Esto es lo que significa la palabra “redención”: pagar un precio para que un esclavo sea
libre.

“De gracia recibiste, da de gracia”. Que bueno que como aquella mujer, también vos
decidas entregarte a Jesús incondicionalmente.

2) Para presentarse como la mejor ofrenda a Dios.

Las ofrendas simbolizan muerte. Alguien tiene que morir para que yo viva.

“Por la fe Abel ofreció a Dios un más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó
testimonio de que era justo dando Dios testimonio de sus ofrendas.” Hebreos 11:4.

La ofrenda sacrificial de Abel lo redimió. Esa muerte simbolizaba la muerte de Cristo.

Jesús es el cordero de Dios que quita el pecado del hombre. Juan 1:29. Él es la ofrenda
perfecta. El supremo sacrificio.

Y como Abel, tenemos que responder a la gracia, al sacrificio de Jesús, dando nuestras
mejores ofrendas.

3) Para cubrir nuestro pecado

Cuando Dios mata los primeros animales fue para cubrir a Adán y Eva de su desnudez. No
“encubrió” su pecado. “Cubrió” su desnudez. Les dio cobertura por la sangres.

Cuando una persona está “cubierta” por la sangre de Jesús, no tiene que tener ninguna duda
que ella lo protege, tiene que saber que por el precio de esa sangre se convierte en un
cristiano victorioso.

4) Para sanarnos

La enfermedad no es obra de Dios. El pecado fue la puerta para que entre la enfermedad, la
muerte, la opresión y todo lo que mortifica al hombre.
Cuando Jesús vino, su misión era recuperar todo lo que el hombre perdió por su pecado.

Mucha gente se “amolda”, se acostumbra a la enfermedad. Otros hasta con su actitud


“atraen” a las enfermedades. Pero Cristo vino para llevarse nuestras enfermedades y
dolores. Isaías 53:4.

¿Cómo se aplica a mi vida?


- Es el momento de que por la sangre de Jesús recibas una completa redención, una total
libertad.
- En respuesta a esa libertad, desde ahora entrégate completamente a Jesucristo.
- Como Abel, da siempre tu mejor ofrenda a Dios. Dios mismo dará testimonio de tu
ofrenda y te mantendrás siempre en la bendición.
- Siéntete protegido, cubierto de toda maldición por la sangre de Jesús.
- Piensa, habla, actúa como una persona sana. No aceptes las enfermedades ni en tu vida ni
en la de tu familia.

Es tu turno
- Aplica la sangre derramada por el látigo de Roma sobre tu vida.
- Declara que eres libre de pecado, culpa y consecuencias.
- Cubre tu vida con la sangre para que estés protegido de toda obra maligna.
- Sé sano de toda enfermedad por las heridas de Jesús.

TERCER DERRAMAMIENTO

Tercer Derramamiento: La Conquista

A causa del pecado de Adán la tierra fue maldecida:

“Maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y
cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta
que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás” (Génesis
3:17-19).

La pobreza, la escasez, en cualquiera de sus dimensiones: espiritual, emocional, física, financiera,


es una maldición.

Esta herencia fue derrotada por la sangre que derramó Jesús cuando le colocaron la corona de
espinas en su cabeza.

“Pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas.” Mateo 27:29.

1) La corona significa reinado.

El diablo quiso burlarse de Jesús poniendo sobre su cabeza una corona de espinas. Se burló de la
soberanía de Jesús.
Antes lo había tentado para darle el reinado de todas las naciones. Mateo 4:8, 9.

Pero Jesús fue puesto sobre todo por su absoluta obediencia a su Padre. Filipenses 2:9.

El hombre había perdido su “gobierno” sobre la tierra. En Cristo, es recuperado.

2) La corona de espinas trae libertad

Sin darse cuenta, satanás de las espinas que producen una tierra maldecida hizo una corona para
Jesús.

Esa sangre que Jesús derramó por la corona, al caer en la tierra, rompen esa maldición. Ahora la
tierra puede producir “bendición”.

Esta libertad es para que seas productivo en todas las áreas de tu vida: en tu familia, en tus
finanzas, en tus estudios, en tu ministerio. Eres libre para conquistar.

¿Cómo se aplica a mi vida?

- No eres esclavo de la tierra por el pecado. Ahora puedes gobernar, puedes señorear. No más
esclavo. Eres señor.

- No eres más esclavo de tu trabajo. No eres más esclavo del dinero. Desde ahora tienes unción
para que la tierra “produzca”. Desde ahora tienes la libertad para hacer negocios.

- ¿Cuáles son las áreas de tu vida en las que no pudiste avanzar o conquistar?

- Es el momento que te pongas metas de fe y que comiences a conquistarlas.

Es tu turno

- Renuncia a ser esclavo y recibe la dignidad de un hijo de Dios por la sangre derramada por la
corona de espinas.

- Revierte las maldiciones en bendiciones.

- Ordena que los “cardos y espinos” que haya en tu vida se transformen en preciosos frutos

- Bendice por la sangre de la corona de Jesús cada área de tu vida: intelectual, ministerial,
financiera, familiar, etc.

- Bendice tus sueños y metas que tengas.


Cuarto Derramamiento: La Identidad

La mayoría de la gente tiene problemas con su auto imagen. Se ven a sí mismos derrotados, feos,
torpes, incapaces, pobres, culpables, avergonzados, etc.

Para un hombre que le corten la barba en tiempos bíblicos era una vergüenza (2 Samuel 10:4).
Jesús pasó esta vergüenza, perdió su dignidad, para que tú la recuperes.

Y los hombres que custodiaban a Jesús se burlaban de él y le golpeaban, y vendándole los ojos, le
golpeaban el rostro y le preguntaban: “Profetiza quién es el que te golpeó”. Y decían otras muchas
cosas injuriándole. Lucas 22:64 y 65.

La sangre que brotó del rostro de Jesús, la injuria y la vergüenza que pasó, fue para lograr tu
propia aceptación, para que seas sanado de las afrentas que vos mismo sufriste.

Causas del Rechazo:

- Estado Fetal: por intentos de aborto

- Infancia: por palabras descalificadoras durante tu infancia, por violencia o violaciones

- Adolescencia: por falta de aceptación de tus amigos, compañeros

- Juventud: rechazo de la novia, de la familia de los amigos de la sociedad.

- Adultos: rechazo en el matrimonio, en el trabajo, por los hijos.

Jesús puso su mejilla para que vos alcances la aceptación, su respaldo, sientas su fuerza, adquieras
valor.

A partir del momento en que recibas el sacrificio de Jesús, desde el momento en que te das cuenta
que tu vida fue rescatada por un alto precio: Su preciosa sangre, tu vida tiene que adquirir un
nuevo valor. Eres valioso. Vales la sangre de Jesús

Nueva Identidad:

Ahora eres un hijo de Dios, recreado a Su Imagen, parecido a Él. Aceptado y amado por el Señor.
Tus fracasos, tus vergüenzas, tus pecados, han sido cubiertos por su sangre.

Aunque otros te hayan rechazado, Jesús puso su cara por ti.

¿Cómo se aplica a mi vida?

- Tienes la posibilidad de restaurar la imagen pobre que tienes de ti mismo

- Permite que por el poder del Espíritu de Jesús comiences una nueva etapa sintiéndote
adoptado por Dios como su hijo.
- Se sano por la sangre de Jesús de todo rechazo que sufriste por parte de los demás,
especialmente de tus padres.

- Comienza a mirarte a ti mismo como un hijo de Dios

- Habla de ti mismo bien. Renuncia a expresiones tales como “que torpe que soy”, “soy un
fracasado”, “soy un burro”, etc.

Es tu turno

- Perdona a aquellos que te han rechazado, violentado, avergonzado.

- Acércate a Jesús. El pone la cara por ti. Jesús no se avergüenza. Él los acepta tal como son.

- Aplica la sangre del rostro de Cristo sobre tus heridas para que la imagen de ti mismo sea
sanada.

- Reafirma tu identidad sexual dañada por rechazo, por abuso sexual, por violaciones.

- Bendice a aquellos que te han rechazado.

Quinto Derramamiento: La Productividad

Los años van pasando y la gente siente que no logra los sueños de su adolescencia, no alcanza sus
metas. Pareciera como que sus manos están “maldecidas”.

Las manos pueden crear, amar (con caricias, abrazos), bendecir, transmitir el poder de Dios.
Lamentablemente las obras de nuestras manos cayeron bajo maldición producto del pecado.

Miren mis manos y mis pies, yo mismo soy. Tóquenme y vean. Lucas 24.39. Las manos de Jesús
fueron traspasadas por gruesos clavos. Su sangre brotó por ellas.

Propósito: Evidentemente que Jesús quería redimir tus propias manos, para que recuperes:

La creatividad y productividad que has perdido. Desde ahora estás libre para comenzar
actividades nuevas, para avanzar, para conquistar, para hacer riquezas con tus manos. Tienes
habilidades, talentos para comenzar a utilizar. Hazlo.

Eres libre para amar, para tocar a tus seres queridos, para expresarte.

Estás libre para bendecir a otros, con tus palabras, con tus dones. La unción del Espíritu puede
comenzar a fluir a través de tu vida. Puedes sanar a los enfermos, darle ánimo a los que están
derrotados, liberar al que está atormentado, darle buenas noticias al que está empobrecido.

¿Para qué es la unción o el poder del Espíritu Santo?

- Para amar a todos


- Para producir riquezas

- Para hacer milagros

- Para liberar a los que están endemoniados

- Para dar

Pon en funcionamiento lo que has recibido de Dios

Todos hemos recibido algo de Dios. Habilidades, bienes. Mucho o poco, todos tenemos algo.

Si quieres tener más, tienes que usar lo que has recibido.

Todo el que siembra lo que tiene, recibe más. El que guarda la semilla, no solamente no va a
multiplicar nada sino que terminará perdiendo lo poco que tiene.

Tienes que estar dispuesto a esforzarte, prepararte, tener perseverancia, disposición, disciplina.

¿Cómo aplica a mi vida?

- Renuncia a ser una persona fracasada, improductiva, incapaz de amar, de ser útil para los
demás.

- Dale gracias al Señor porque te escogió y te dio habilidades.

- Determínate a ser una persona altamente productiva en todas las áreas

- Permite que tus habilidades comiencen a florecer.

- Decídete a ponerte metas y a trabajar con disciplina y perseverancia para alcanzarlas.

Es tu turno

- Aplica la sangre de las manos de Jesús sobre tus manos.

- Ora para que recibas la capacidad de producir riquezas con tus manos.

- Ora para que recibas la capacidad sobrenatural de expresar el amor a todos.

- Ora para que con tus manos comiences a hacer milagros, sanando, liberando, consolando.

- Ora para que se multiplique lo que tienes, dando una generosa ofrenda como semilla al Señor,
bendiciendo tus finanzas.
Sexto Derramamiento: El Propósito

El Común de la gente camina para cualquier lado, deja que sus pies la lleven por cualquier senda,
lentamente van desperdiciando su vida, porque no saben que fueron creados por Dios con un
claro propósito.

Los pies de Jesús fueron traspasados para que nuestros propios pies sean libres de la esclavitud de
caminar por una senda que termina en perdición, maldición, enfermedad, pobreza, vicios,
infelicidad y muerte eterna.

Hoy tienes la oportunidad de enfocarte en el original propósito de Dios para tu vida.

Miren mis manos y mis pies, yo mismo soy. Tóquenme y vean. Lucas 24.39. Los pies de Jesús
fueron traspasados por gruesos clavos. Su sangre brotó por ellos para que tu vida cambie de
rumbo:

El Propósito de Dios para tu vida. ¿Para qué te creó Dios?

1) Para que tengas relación con el creador. El hombre se la pasa buscando a Dios sin encontrarlo.
Por eso existen tantas religiones. En Jesús Dios te busca porque quiere volver a tener relación con
vos.

2) Para que hagas producir la tierra. El propósito original no fue que trabajes para la tierra o el
negocio de otro, sino que Él quiso darte una tierra propia, un negocio propio, para que lo “labres”,
para que lo hagas producir.

3) Para guardar lo que recibís. Somos mayordomos, administradores de las riquezas del Señor.
Tienes la responsabilidad de cuidar tu persona, tu tiempo, desarrollar tu intelecto, hacer crecer a
tu familia, prosperar tus finanzas, multiplicar tu ministerio.

Para andar en el propósito de Dios tendrás que

a) Evitar estar en lugares incorrectos.

Hay lugares donde el ambiente espiritual es de tinieblas, de pecado, de ocultismo, idolatría,


desenfreno. Evita tales lugares y busca ambientes donde haya una atmósfera de bendición como
la iglesia, la célula.

b) Buscar el tiempo justo

Hay momento para todo. Para ponerse de novio, para comenzar un negocio, para iniciar una
familia. Hay personas que se apresuran y dañan sentimentalmente a otros, pierden su dinero. Hay
quienes nunca se deciden y se quedan solos o nunca acceden a la prosperidad económica.

Busca el tiempo de Dios. Ora preguntando al Señor si ya estás maduro para emprender una nueva
etapa en tu vida. No te quedes. No te detengas. No te apresures.
c) Juntarte con personas adecuadas

La gente te influencia. Es como que el espíritu que hay en ellos comienza a “fluir” a través de tu
vida. En lugar de que el Espíritu Santo sea el que “fluya” el que te influencie, terminan siendo los
demás. Tus formas de pensar, de hablar, de actuar, son afectadas por las personas con las cuales
te rodeas.

Si te juntas con personas negativas, sin fe, sin ánimo, te contagiarás de tal espíritu y seguramente
no tendrás metas ni las alcanzarás. Júntate con gente de fe, de acción, de propósito, que busque a
Dios.

¿Cómo aplica a mi vida?

- Es el momento de dar un giro a tu vida hacia el propósito de Dios

- Permite que la sangre de los pies de Jesús liberen tus pies para caminar hacia la vida, la
victoria, la bendición.

- Jesús es el único camino. No hay otra opción para que te vaya bien.

Es tu turno

- Ora para que recibas el grandioso propósito para tu vida.

- Ora para que comiences a andar en ese propósito.

- Ora para que renuncies a lugares y personas que te apartan del propósito de Dios.

- Ora para que decidas juntarte con amigos espirituales.

Séptimo Derramamiento: La Consagración

El hombre se ha empecinado en caminar solo, sin Dios. Quiere hacer su propia voluntad. Tiene un
corazón duro hacia Jesús. Y en este camino que podríamos llamar “ancho”, “fácil”, porque cada
uno hace lo que quiere, termina conduciéndolo hacia la perdición, hacia el desastre personal,
familiar, financiero.

Jesús quiere caminar a tu lado. Por eso derramó la sangre de su costado, para que te unas a Él en
su camino.

Cuando llegaron los soldados a Jesús le vieron ya muerto. Uno de los soldados le abrió el costado
con una lanza, y al instante salió sangre y agua. Juan 19:33, 34

Esta es una oportunidad para que te apartes del pecado y comiences a vivir consagrado a Jesús.
El Salmo 22 describe todo lo que Jesús sufrió por ti:

- El Padre lo desamparó. Salmo 22:1.

- Fue despreciado por los hombres. Salmo 22:6.

- Su corazón sufrió. Salmo 22:14.

Este dolor del corazón de Jesús, esta sangre derramada de su costado, tuvo un claro propósito de
Dios:

- Que vuelvas a caminar con Jesús, que te consagres a Él.

- Que la sangre del corazón de Jesús absorba toda rebeldía y dureza de tu propio corazón.

- Que la sangre del corazón de Jesús absorba todo sufrimiento de tu propio corazón.

Dios siempre te ha amado y busca estar a tu lado. Es tu Padre espiritual.

- Desde tu concepción. Salmo 22:10

- En tu nacimiento. Salmo 22:9

- En tu infancia. Salmo 22:10

- En momentos de dolor. Salmo 22:11

Si no lo has sentido es porque tú te alejaste de Él. Dios siempre quiso estar a tu lado.

¿Cómo aplica a mi vida?

- Es el momento de que te acerques a Jesús, que camines a su lado, que apliques la sangre de su
costado a tu vida.

- Es el momento de que la sangre del corazón de Jesús absorba tu viejo y duro corazón y recibas
un corazón nuevo, de acuerdo al corazón de Jesús.

- Es el momento en que la sangre del corazón de Jesús absorba tus sufrimientos, tus
experiencias negativas, tus dolores, tu rechazo.

- Es el momento de decidir vivir para Jesús, para alabarle, hablar bien de Él a otras personas.

Es tu turno

- Aplica la sangre del costado de Jesús sobre tu vida para que comiences a caminar con Dios
- Aplica la sangre del corazón de Jesús para que el corazón duro sea transformado por un
corazón nuevo.

- Aplica la sangre del corazón de Jesús para que absorba todo dolor que haya en tu corazón.

- Con un nuevo corazón perdona y bendice a los que te han dañado.

- Con un nuevo corazón decide amar y obedecer a Dios.

- Con un nuevo corazón decide compartir a otros acerca del amor y la sangre de Jesús.

Linaje escogido por su Sangre

1 Pedro 2:9, 10.

Ustedes son un linaje escogido, reyes y sacerdotes, una nación santa, un pueblo comprado por
Dios, para que anuncien las virtudes de Aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.
Ustedes que en otro tiempo no eran pueblo, pero que ahora son pueblo de Dios; que en otro
tiempo no habían alcanzado misericordia, pero ahora han alcanzado misericordia.

Las características que tú tienes están determinadas por lo que científicamente se llama tu ADN.
Allí está almacenado tus rasgos físicos, tu temperamento y hasta enfermedades que puedes
padecer. Algunos dicen que aún se transmiten rasgos espirituales, una herencia espiritual.

La mayoría de la gente no alcanza a experimentar la vida sobreabundante de Dios porque ese viejo
ADN lo condiciona, lo esclaviza, lo ata, lo detiene, lo derriba, lo mata.

Si quieres ser del linaje de Dios, si deseas desarrollar todo el potencial que tienes como rey y como
sacerdote, tendrás que permitir que la sangre de Jesús absorba, anule y reemplace tu viejo ADN
por el de Jesús.

1) El primer hombre es alma viviente. 1 Corintios 15:45.

- El viejo hombre es almático, carnal, se deja arrastrar por sus emociones.

- Tiene el ADN de Adán.

- Tiene comportamientos “animales”. 15:46.

- Tiene pensamientos terrenales. 15:47

- Está hecho a imagen de hombre. 15:49.

- Tiene una herencia natural. No hereda de Dios. 15:50.

2) El postrer Adán (Jesús) es Espíritu vivificante. 15:45

- El nuevo hombre es espiritual.


- Tiene un nuevo ADN, el de Jesús.

- Permite que el Espíritu maneje su vida. 15:46

- Tiene pensamientos sobrenaturales, del cielo. 15:47

- Está hecho a imagen de Dios. 15:49

- Puede heredar del Padre Celestial. 15:50

Es el momento en que tienes que decidir cambiar de herencia genética. Tu viejo ADN tiene que ser
absorbido, anulado y reemplazado por el ADN de la sangre de Jesús.

Este cambio de ADN espiritual tiene claros beneficios para tu vida:

1) Te redime, te libera de las maldiciones que heredaste.

2) Te mantiene limpio, libre del pecado que produce tu viejo ADN.

3) Produce una vida íntegra, completa.

4) Te introduce al Reino de Dios. El viejo hombre no puede entrar.

5) Permite que Dios te adopte como su hijo. Participas de su sangre.

6) Te hace rey y sacerdote. Recibís un linaje real. Tienes una unción para gobernar y ministrar.

7) Te permite tener una comunión verdadera con el Señor.

¿Cómo aplica a mi vida?

- ¿Cuáles son las áreas de tu vida donde necesitas un cambio de naturaleza, de ADN?

Pecados, vicios

Problemas familiares, divorcio.

Pobreza

Soledad

Enfermedades

Falta de comunión con Dios

Ausencia de un ministerio

- Es el momento en que tienes que abrir tu corazón para que haya un cambio de ADN.
Es tu turno

- Reconoce tus pecados y tu herencia humana

- Renuncia a la imagen terrenal

- Recibe la imagen de Dios

- Que la sangre de Jesús absorba, anule y reemplace el viejo ADN, el viejo hombre.

- Siente que una nueva sangre, un nuevo ADN, una nueva naturaleza, corre por tus venas.

- Siente que eres hijos de Dios.

- Confiesa que eres linaje escogido, rey y sacerdote, gobernante y ministro de Dios.

- Recibe unción de gobierno para generar con tus manos riquezas (unción de gobernar sobre su
tierra, sobre tus bienes, sobre el dinero).

- Que la unción ministerial viene sobre ti (para comenzar a hablar y orar a otros).

- Ofrenda con un nuevo ADN, con la unción de gobierno.

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