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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE ZACATECAS

UNIDAD ACADÉMICA DE HISTORIA

LICENCIATURA EN HISTORIA

HISTORIA DE LOS ESTILOS ARTÍSTICOS

“VICTORIA NOSTRA: UNA ALEGORÍA DEL

ANTIGUO Y NUEVO TESTAMENTOS

DE HANS HOLBEIN”

MAESTRA SOFÍA GAMBOA DUARTE

MARCO ANTONIO MARTÍNEZ VELÁZQUEZ

ZACATECAS, ZAC., JUNIO 05 DEL 2017


Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a
los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció,
también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo,
para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a
éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó,
a éstos también glorificó. ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros,
¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó
por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién
acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que
condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además
está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos
separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o
desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos
todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas
cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual
estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades,
ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada
nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Pablo a los Romanos 8.29-39.

1
Hans Holbein
Una alegoría del Antiguo y Nuevo Testamentos
1530
Galería Nacional de Escocia
Óleo sobre madera
74.6 x 64 cm.
Arte Reformando

2
Elementos iconográficos:
Moisés recibiendo las tablas de la Ley.

La caída

La muerte

La serpiente de bronce

Moisés entregado la Ley

3
El milagro del maná

Profeta Isaías

Árbol

Hombre

Anuncio del nacimiento de Cristo a los pastores

4
Cristo crucificado

Juan Bautista

Encarnación de Cristo

Elección de los apóstoles

Cristo resucitado

El Diablo y la muerte

5
Textos:

LEX
La Ley

PECCATVM
El Pecado

MORS
La Muerte

MYSTERIVM IVSTIFICATIONIS
El Misterio de la Justificación

ESAYAS PROPHETA
ECCE VIRGO CONCIPIET ET PARIET FILIVM. ISA. 7
El profeta Isaías
He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo. Isaías 7.

HOMO
El Humano (El Hombre)

MISER EGO HOMO


QUIS ME ERIPIET EX
HOC CORPORE MORTI
OB NOXIO. RO. 7
¡Ay de mí humano miserable!
¿quién me rescatará de
este cuerpo mortal
para volar? Romanos 7

6
IOANNES BAPTISTA
ECCE AGNUS ILLE DEI, QUI TOLLIT PECCATUM MUNDI. IO.1
Juan Bautista
He aquí, aquel cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Juan.1

GRATIA
La Gracia

IVSTIFICATIO NOSTRA
Nuestra justificación

AGNVS DEI
El cordero de Dios

VICTORIA NOSTRA
Nuestra victoria

7
Historia y doctrina de la cristiandad

El cristianismo surgió en Judea provincia del Imperio Romano el siglo I como una
secta judía. Se trataba de uno más de los movimientos apocalípticos y de redención
que existían en el amplio horizonte cultural del mundo helénico. Culto extraño para
los gentiles; herejía para los judíos. En un primer momento perseguido por todos,
después, temido por los mismos.

El grupo cristiano de ascendencia judía y los primero gentiles convertidos por


el apóstol Pablo, veían a su movimiento no como uno de disrupción con la religión
hebrea. Muy al contrario, lo comprendían como su perfección, un progreso espiritual;
el cumplimiento del plan providencial anunciado desde antiguo.

Jesús mismo había dicho, “no penséis que he venido para abrogar la ley o los
profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que
hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que
todo se haya cumplido”1. Así, los cristianos primitivos pensaban que Jesús era el
mesías, el ungido por Dios, el profetizado rey de Israel.

Pero, ¿qué era lo que supuestamente estaba predicho del mesías? Según la
creencia ortodoxa judía, a raíz de la transgresión en Edén de los primeros humanos,
entre el hombre y la Divinidad se levantó una barrera infranqueable para los
humanos; por más intentos de ellos para ir a Dios, nunca podrían, en sus medios,
volver a tener una relación de comunión como la de los primero padres: los humanos
“…están destituidos de la gloria de Dios”2.

Sin embargo, Dios, por su misericordia y en un acto de soberanía tenía


estipulado un plan universal, donde los humanos tienen un papel que resalta. En este
sentido, la Divinidad no ignoraba que el Hombre se rebelaría en su contra, ni podía

1 Mateo 5.17s.
2 Romanos 3.23b.

8
ser de otra manera; cuando puso en marcha su acción creadora, ya la Hipóstasis del
Hijo estaba destinada a ser sacrificada3.

Esto había sido predicho cuando se le dice a Abraham, “…y serán benditas en
ti todas las familias de la tierra…”4. Jacob también lo anunció diciendo, “…no será
quitado el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies, hasta que venga Siloh; Y
a él se congregarán los pueblos…”5.

Sin embargo, es el episodio de la salida de Israel de Egipto, con la figura del


cordero pascual que más explícitamente se prepara la figura del Cordero de Dios. La
noche en que el ángel exterminador (símbolo de la condenación eterna) descendería
a matar a los primogénitos, el pueblo elegido es sellado con la sangre de un cordero
pascual (anuncio del sacrificio de Cristo en la cruz).

Aquéllos que están bajo la marca divina –sin importar su estado-, no son
molestados por el exterminador. Así Cristo, como Gran Cordero Pascual vendría a
salvar de la condenación eterna a quienes se encontraran bajo la marca de su
sacrificio.

Pero los textos que más expresan el papel sacrificial del Mesías son sin duda
en David6 e Isaías7. Si bien existen más textos en los cuales se ha entendido el
anuncio del Cristo, para el caso que no ocupa es más que suficiente. El punto a
destacar es, ¿qué significa este cordero pascual humano?: Que Dios, motu proprio,
enviaría su propio sacrificio para librar a su pueblo de la condenación eterna.

Cuando se otorgó la Ley, ésta se sintetizó en el mandamiento que dice, “por


tanto, guardaréis mis estatutos y mis ordenanzas, los cuales haciendo el hombre,
vivirá en ellos. Yo Jehová”8. Ahora, ¿quién cumplió la Ley?: nadie. El obstinado

3 “…sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde
antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros…”, 1 Pedro 1.19s.
4 Génesis 12.3b.
5 Génesis 49.11s.
6 Vid., anexo I.
7 Vid., anexo II.
8 Levítico 19.5; crf., Romanos 10.5.

9
pueblo de Israel una y otra vez actuaba contra los mandamientos de Dios. Los
mismos reyes y sacerdotes eran los que primero transgredían la Ley.

En este sentido, los propios textos bíblicos señalan que si en medio del pueblo
había personas piadosas, esto no era a razón de sí mismos, sino por un poder
recibido de la gracia de Dios. “Si Jehová de los ejércitos no nos hubiese dejado un
resto pequeño, como Sodoma fuéramos, y semejantes a Gomorra”9.

Pero ¿qué le dice la divina respuesta? Me he reservado siete mil hombres, que no han
doblado la rodilla delante de Baal. Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente
escogido por gracia. Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es
gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra. ¿Qué pues? Lo
que buscaba Israel, no lo ha alcanzado; pero los escogidos sí lo han alcanzado, y los demás
fueron endurecidos; como está escrito: Dios les dio espíritu de estupor, ojos con que no vean
y oídos con que no oigan, hasta el día de hoy. Y David dice: Sea vuelto su convite en trampa y
en red, en tropezadero y en retribución; Sean oscurecidos sus ojos para que no vean, y
10
agóbiales la espalda para siempre .

Así, cuando Jesús aparece en escena, la espiritualidad judía es más una


apariencia exterior, el cumplimiento de ritos vanos, y una falsa confianza conferida
por la estructura sacerdotal11, 12. Si hay alguien a quien Jesús más detesta es a los
líderes religiosos por cuanto, “…cerráis el reino de los cielos delante de los hombres;
pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando”13.

Pero nuevamente, no se debe pensar que Jesús predica un mensaje de


armonía entre todos los humanos, como queriendo traer la paz mundial.

No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada.
Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su
madre, y a la nuera contra su suegra; y los enemigos del hombre serán los de su casa. El que
ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí,
no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. El que
halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará. El que a vosotros
recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.

Siguiendo el espíritu de la religión hebrea, es Dios, en un acto providencial de


soberanía el que determina quién sigue a Jesús y quién no. “El viento sopla de

9 Isaías 1.9.
10 Romanos 11.4-10.
11 “Entonces acercándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos se ofendieron cuando oyeron esta palabra?

Pero respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada. Dejadlos; son ciegos guías
de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo”. Mateo 15.12ss.
12 Vid., Mateo 23.
13 Mateo 23.13bc.

10
donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es
todo aquel que es nacido del Espíritu”14. “Jesús respondió y les dijo: No murmuréis
entre vosotros. Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo
le resucitaré en el día postrero… Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir
a mí, si no le fuere dado del Padre.”15.

Aun el que le entregará a las autoridades judías fue elegido para eso mismo.
“Jesús les respondió: ¿No os he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros
es diablo? Hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón; porque éste era el que le iba a
entregar, y era uno de los doce”16.

Por último Jesús da testimonio que la piedad como acto netamente humano,
esto es, sin la venia de Dios o mejor dicho, sin que él lleve la batuta, es vana. A los
religiosos que irreflexivamente confiaban en sus ritos y que creían hacer la voluntad
de Dios les dice,

…vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos
de fornicación; un padre tenemos, que es Dios. Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre
fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he
venido de mí mismo, sino que él me envió. ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no
podéis escuchar mi palabra. Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro
padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la
verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es
mentiroso, y padre de mentira. Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis. ¿Quién de
vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?
El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de
17
Dios .

Asimismo Pablo dirá, “…así que no depende del que quiere, ni del que corre,
sino de Dios que tiene misericordia”18. Y el resto del Nuevo Testamento será enfático
cuando pone la totalidad de la obra de la salvación en los méritos del sacrificio de
Cristo19.

14 Juan 3.8.
15 Juan 6.43s, 65.
16 Juan 6.70s.
17 Juan 8.41-47.
18 Romanos 9.16.
19 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los

lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin
mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo,
según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,

11
“Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los
hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su
misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el
cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que
justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida
eterna”20.
El culto antiguo quedaba superado no habiendo cabida para otro:

Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste,


ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley), y diciendo luego: He aquí que
vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último. En esa
voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para
siempre. Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas
veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero Cristo, habiendo
ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de
Dios, de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus
pies; porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. Y nos
atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho: Este es el pacto que
haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, y
en sus mentes las escribiré, añade: y nunca más me acordaré de sus pecados y
transgresiones. Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado. Así
que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de
Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,
y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en
plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos
con agua pura. Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque
21
fiel es el que prometió .

Así pues, en el movimiento cristiano se da una transformación del culto


hebreo, y más que eso, del entendimiento de cómo es que el hombre puede hallar
paz con Dios y tener comunión con la Divinidad. La Ley enseñaba que era quien
pudiera cumplir las ordenanzas –eso para mostrar que nadie podría justificarse a sí
mismo y que se hacía necesario un salvador externo, que no es otro agente que Dios
mismo-22. El movimiento cristiano enseñará que hay una sola vía para ser justificado
frente a Dios: Jesús el Cristo y su obra salvadora.

en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo
sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad,
según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación
del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra. En él asimismo
tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio
de su voluntad, a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en
Cristo. En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo
creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la
redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria”. Efesios 1.3-14.
20 Tito 3.4-7.
21 Hebreos 10.8-23.
22 Vid., anexo III.

12
Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí
cree, no tendrá sed jamás. Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis. Todo lo
que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. Porque he descendido
del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. Y esta es la voluntad
del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo
resucite en el día postrero. Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que
23
ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero .

La revelación celestial del autor del Apocalipsis resalta cómo los redimidos
proclaman que están en ese lugar no por su propia justicia, ni porque hayan ayudado
a la gracia de Dios, ni porque hayan cooperado con él en la salvación, sino afirman,
“…digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con
tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y
nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra”24.

Por tanto, se entiende que el cristianismo era enfático en adjudicar la


salvación humana sólo a los méritos de Cristo. Asimismo produjo una transformación
de la estructura de la antigua religión judía: si bien algunos tienen ciertas funciones
(apóstoles, profetas, maestros, ancianos, etc.,), todos tienen un ministerio sacerdotal,
es decir, de la mano de Cristo tienen acceso a Dios –excluyendo cualquier otro
intermediario-; y lejos de tener parafernalia y pompas rituales procurar un culto
humilde y de corazón25.

Sin embargo, con el correr de los siglos y en especial a partir de que el Impero
Romano determina el dogma de los que llamará cristianos católicos (véase Edicto de
Tesalónica, año 380), el espíritu original de los cristianos del siglo I y II, se perderá
como si hubiera retornado a las antiguas enseñanzas de la Ley mosaica: se creó una
casta sacerdotal que a la larga disputaba el poder entre sacerdotes primados de
varios patriarcados regionales y, en caso de la Iglesia latina aún con las autoridades
civiles –ignorando totalmente aquello de “…dad, pues, a César lo que es de César, y
a Dios lo que es de Dios”26-.

Asimismo el culto comienza a ser sistematizado formando liturgias y ritos


específicos. Se comienza a echar mano de elementos que resultarían extraños para

23 Juan 6.35-40
24 Apocalipsis 5.9s. Cfr., anexo IV.
25 “Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos”. Oseas 6.6.
26 Mateo 22.21.

13
un cristiano del siglo I: enseres y ropas especiales para celebrar la cena del Señor;
ropajes distintivos y galantes para los miembros de la casta sacerdotal; objetos
rituales como cruces, listones, agua, incienso, etc., a los que se les adjudican
determinadas propiedades y sin los cuales es imposible realizar el culto.

También se da una transformación de la doctrina, primero reduciendo los


misterios de la fe a fórmulas de sofismas filosóficos; después haciéndolos
dependientes y poniendo como autoridad a los filósofos paganos; de lo que
resultarán doctrinas alejadas si no es que contrarias a lo enseñado por el
cristianismo primitivo: se hace de María una especie de semidiosa; se inventa una
forma de panteón donde un conjunto de hombres santos son puestos como
mediadores ante la divinidad; se crean doctrinas extrañas como el del limbo y el
purgatorio –punto que Lutero responderá con vehemencia-27; se reduce el misterio
de la salvación a requerimientos rituales que son proporcionados exclusivamente por
la casta sacerdotal; y quizá lo que resultaría más escandaloso, blasfemo e idolátrico
para un apóstol Pablo - por ejemplo-: el culto a los muertos, a sus restos, y a
imágenes votivas en general.

Lo anterior, de mano de una casta sacerdotal escandalosamente corrupta –al


menos en la Iglesia latina o romana-, resultó ser una receta perfecta para el desastre.

La Reforma

Octubre 31 de 1517, Martín Lutero saca a la luz las 95 tesis; esto se considera el
inicio de la Reforma. A partir de este momento Europa y sus áreas de influencia y
dominio entrarán en una vorágine de transformación cultural, la cual irá acompañada
muchas veces de violencia y represión.

Pensar que Lutero se levantó contra el papado por causa de la corrupción del
clero es ver este proceso de manera incompleta. El punto neurálgico de la Reforma

27“Que en virtud de la indulgencia salgan las almas del purgatorio es algo que ignoro y que no acabo de creer aún,
aunque algunos nuevos doctores lo afirmen; y como resulta imposible probarlo, e incluso mismo la iglesia misma
nada ha decidido al respecto, para mayor seguridad es mucho mejor, más valioso y seguro que intercedas y obres por
estas almas”, LUTERO, Tratado sobre la indulgencia y la gracia (1518), en Lutero. Obras (Teófanes Egido tr.), Salamanca,
Ediciones Sígueme, 20123, p.73.

14
fue primero teológico y después práctico. Los reformadores apuntaron sus baterías
contra el corazón de la teología de la Iglesia romana: Sola Gratia, Sola Fide, Sola
Scriptura, Solus Christus, Soli Deo Gloria, serán la síntesis de las doctrinas
reformadas.

Asimismo, pensar que el movimiento iniciado con Lutero constituye la Reforma


es también impreciso. Pedro Valdo, Juan Huss y John Wiclief, son al menos tres
antecedentes de pensamiento que con tendencias reformada -también se debe
destacar la figura de Erasmo de Róterdam que figuraba una reforma de la Iglesia
latina-. Por otro lado el papado y el clero en general no gozaban de la mejor de las
reputaciones, muy al contrario. Los papas de la Baja Edad Media y del Renacimiento
son conocidos por sus excesos, violencia y crímenes de todo tipo28.

En este sentido recordamos tanto en la Divina Comedia como en el


Decamerón que los ministros de la Iglesia son considerados hombres mundanos.
También, si se analiza la obra de El Bosco observamos que el clero es retratado de
forma poco piadosa sino más bien pecadora y viciosa29. Y ni qué decir del Príncipe
de Maquiavelo inspirado en un príncipe de la iglesia hijo del mismísimo pontífice
romano. Así, iniciado el siglo XVI el ambiente cultural era de crítica constante a la
estructura eclesiástica. Así pues, en el momento en que aparece Lutero la situación
en más que benéfica para la Reforma.

En los papas de este periodo, descubrimos los mismos rasgos que encontrábamos en los
déspotas: una gran cultura, la protección de las artes, la pasión por todo lo que fuera
magnificencia y los refinamientos de la cultura y la urbanidad alternando y no pocas veces
mezclándose con una bárbara ferocidad de carácter y con gustos rudos y hasta salvajes. De
una parte, una disolución pagana de las costumbres que habría escandalizado a los parásitos
de un Cómodo o un Nerón; de otro lado, un aparente celo por el dogma digno de un Santo
Domingo. Vemos al vicario de Cristo adorado como un dios por los príncipes que impetran de
él la absolución de sus pecados o la exención de gravosas cargas y, al mismo tiempo, lo
vemos pisoteado como soberano por los mismos potentados que se prosternan ante él. La
sensualidad sin cendales; el fraude cínico y desvergonzado; una política que marcha hacia
sus fines por la senda del asesinato, las traiciones, los bandos de excomunión y los
encarcelamientos; la venta descarada de las gracias espirituales; el tráfico comercial con los
emolumentos y los beneficios eclesiásticos; la hipocresía y la crueldad estudiadas como bellas
artes; el robo y el perjurio elevados a sistema; he aquí el espectáculo casi diario que en esta
época nos ofrece el pontificado. Y, sin embargo, el papa sigue siendo, mientras todo esto
ocurre, una criatura sagrada. Su zapatilla es besada por miles de seres. Sus bendiciones y

28 Vid., “Los escritos”, en “Introducción”, en Op. Cit., EGIDO, pp. 15-38.


29 Vid., Anexo V, VI, VII.

15
sus maldiciones reparten la vida y la muerte. Baja del lecho de una ramera para abrir o cerrar
con sus llaves las puertas del infierno y del purgatorio. En medio del crimen, él mismo se
30
considera el representante de Cristo sobre la tierra .

Uno de los puntos neurálgicos de la Reforma será la condena del culto a las
imágenes religiosas, a las reliquias y a los santos. Jesús dijo a Satanás durante la
tentación, “…al Señor tu Dios adorarás y al él solo servirás” 31, todo de que no
cumpliera con este principio lo consideraban falsa adoración, idolatría. Dentro del
afán de los reformadores de volver a los principios de la Iglesia primitiva se aceptó
que en principio la Iglesia del siglo XVI tenía dentro de su culto prácticas que no
tenían justificación.

El movimiento cristiano como escisión de la religió judía era de forma


vehemente iconoclasta. A lo largo de la Ley y los Profetas el culto a las imágenes o a
cualquier otro ser fuera de Dios era condenado. El rechazo a las imágenes no era
algo secundario en la religión hebrea; era parte de los Diez Mandamientos.

Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No


tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que
esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás
a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de
los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y
32
hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos .

Y a lo largo del Antiguo Testamento se encuentran textos de condenación a


Israel por cuanto ignorando la Ley de Dios, hacían para sí imágenes de culto. Lo
anterior sin contar que el pueblo de Israel constantemente violaba no sólo este
precepto sino que Dios le acusa de adulterio espiritual, esto es, practicar cosas como
la adivinación, la hechicería, el culto a los muertos, el sacrificio humano, el agüero, el
culto a los astros y a otras divinidades, etc33.

Este espíritu iconoclasta permanece durante el surgimiento del cristianismo y


por al menos dos siglos después de la predicación de Jesús. Los Apóstoles Pablo,
Juan, y el autor de Apocalipsis condenan el culto a las imágenes; para un cristiano

30 SYMONDS Jonh Addington, Los papas del Renacimiento, México, FCE, 1999, pp.6s.
31 Mateo 4.7.
32 Éxodo 20.2-6; Cfr. Deuteronomio 5.6-10; Vid., anexo VIII.
33 Vid., Deuteronomio 7; Isaías 44.9-20; Jeremías 10.1-15; 1 Corintios 10.

16
de la Iglesia apostólica es indiscutible que se trata de idolatría. No sólo eso, toda la
parafernalia de la Iglesia bajomedieval les parecería escandalosa.

Los cristianos primitivos practican una adoración espiritual, después de todo


“…el Padre tales adoradores busca…”34. Las pompas externas son obras muertas. El
culto espiritual practicado por Jesús no se realiza en el estruendo de una asamblea
tumultuosa, con grandes músicos y coros, ni adentro de un edificio ricamente
ornamentado; tampoco con un clero que vistiendo ropas finas y resplandecientes
recita formulas doxológicas ininteligibles para el común de las personas.

El culto practicado por Jesús es en lo secreto, en la intimidad, en el lugar


donde no se es visto. Más de una vez las Escrituras hablan de Jesús alejándose de
sus discípulos para buscan un lugar solitario para orar35. De igual forma afirma que
no se deben utilizar repeticiones vanas cual si fueran conjuros ni se debe exhibir ante
las personas para que estas aprueben su piedad36.

De ninguna manera esto excluye la adoración colectiva, pero no se debe


desatender la primera creyendo que la segunda es suficiente. Pablo enseña que el
culto debe ser ordenado y se sobreentiende que más allá de las reuniones de las
asambleas locales, donde se predica la palabra, se celebra la Cena del Señor, se
bautiza, así como de los demás acciones que involucran a los hermanos: visitar a los
enfermos, alimentar a los pobres, etc., Resultaría extraño, si no impío, el Ritual
romano de la Iglesia latina en el siglo XVI.

La otra gran puga con la doctrina oficial de la Iglesia latina será el del concepto
de justificación que va de la mano de la intercesión de Cristo frente a Dios. Los
cristianos primitivos habían sido tácitos cuando enseñaron que, “…nosotros, judíos
de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles, sabiendo que el hombre no es
justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también

34 Juan 4.23b.
35 Vid., Marcos 1.35; Lucas 5.16.
36 Vid., Mateo 6.5-18.

17
hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las
obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado”37.

Asimismo, ellos creían que sólo había una vía para ir a Dios: Jesucristo.
“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo
hombre”38. Un concepto como el de la intercesión de agentes externos a Cristo frente
a Dios resultaría más que escandaloso. De ahí que en el afán de volver al espíritu del
cristianismo original los reformadores atacarán de forma vehemente el culto a María
y a los santos, así como el sistema sacerdotal que se ve a sí mismo como el único
que puede acercar a las personas a Dios.

Una alegoría del Antiguo y Nuevo Testamentos

Hans Holbein el joven (1497?-1543) pertenece al grupo de la primera generación de


la Reforma, contemporáneo y compatriota de Martín Lutero. Su estilo puede ser
entendido como de parámetros clásicos, pero los temas son sin duda innovadores:
representa el mundo turbulento de la primera mitad del siglo XVI.

Cuando los reformadores condenaban el culto a las imágenes votivas


distinguían claramente lo que es un ídolo de un retrato o de una pieza ornamental.
Así, lo reformados utilizaran el arte para hacer crítica del papado y como medio
didáctico y de difusión de las ideas reformadas –en especial a través del grabado-39,
40
.

Su alegoría refleja el centro de la discusión de la Reforma con el papado:


¿cómo es que el hombre se salva? La respuesta de la iglesia tradicional era que a
través de los auxilio de la Institución sacerdotal, esto es, el misterio de la salvación
se reducía al cumplimiento de los mandamientos y ritos establecidos.

37 Gálatas 2.15s.
38 1 Timoteo 2.5.
39 Vid., “Lutero, la imprenta y la opinión”, en “Introducción”, en Op. Cit., EGIDO, pp. 11-15.
40 Juan Calvino, aunque de la segunda generación de reformadores, rechazará el uso de las imágenes votivas

consideradas “…los libros de los ignorantes…”, porque so pretexto de ayuda para la espiritualidad –en el culto
romano-, en la realidad se esconde una flagrante idolatría. Vid., Calvino Juan, Libro I, Capítulo XI “Es una
abominación atribuir a dios forma alguna visible, y todos cuantos erigen imágenes o ídolos se apartan del verdadero
dios” 7. Los abusos de los papistas, en CALVINO Juan, Institución de la religión cristiana (Cipriano de Valera tr.), 1597,
reeditada por Luis de Lisoz y Río, 1858, quinta edición inalterada, 1999 (dos tomos), Madrid, Fundación Editorial de
Literatura Reformada. p. 54.

18
Aquí conviene agregar que el espíritu del Humanismo era especialmente
optimista en cuanto a la condición humana. Erasmo, con su Diatriba, un escrito sin
pies ni cabeza, contradictorio y fundamentado en la falacia autoridad, procurará
demostrar que “…hay cierto poder del libre albedrío…” que coopera con Dios en el
proceso de justificación –la respuesta que marcó el abismo infranqueable entre unos
y otros-41. Más aún, el humanista del renacimiento pensaba el Hombre que, si quiere,
“… puede ser semejante… ¿porque no? a un dios…”42.

Además, el comercio de gracias e indulgencias estaba a lo orden de día; en


pocas palabras, con el obispo de Roma, si se tenía el dinero suficiente, era posible
adquirir un terrenito en el cielo. Los reformados veían en esto como un retroceso al
antiguo orden levítico, más aún, una suplantación demoniaca de obra redentora de
Cristo en la cruz43.

El tema de la Ley y la Gracia44, o en nombre de Holbein del Antiguo y Nuevo


Testamentos pretende mostrar en una sola escena toda la enseñanza cristiana: al
centro aparece un humano desnudo y un árbol, que simbolizan el conjunto de la
humanidad. El humano se lamenta y dice: “¡Miserable de mí! ¿quién me librará de
este cuerpo de muerte?”45. Aquí el autor centra toda la tensión de la humanidad. El
humano en sí es digno de lástima.

No obstante, la Escritura enseña dos caminos para procurar la salvación: el de


la Ley (orden levítico) y el de la Gracia (la fe en Jesucristo). El árbol seco de un lado,
frondoso del otro representa el resultado de ambas; como se ha dicho por las obras
de la Ley nadie será justificado, por cuanto es imposible cumplirla. El árbol frondoso
es la justificación recibida por la fe en Cristo Jesús.

La entrega de la Ley es lo mismo que la encarnación de Cristo. La historia del


pueblo de Israel es la síntesis de la vida humana sin la salvación de Dios, aunque en

41 ERASMO, “Prefacio”, en Discusión sobre el libre albedrío. Respuesta a Martín Lutero (Ezequiel Rivas tr.), Buenos Aires,
El Cuenco de Plata, 2012, p. 27.
42 VILLORO Luis, El pensamiento moderno. Filosofía del Renacimiento, México, El Colegio Nacional y FCE, 1992. p. 25.
43 Vid., “Las ideas conductoras”, en “Introducción”, en Op. Cit., EGIDO, pp. 38-53.
44 Vid., anexo IX .
45 Romanos 7.24.

19
realidad se trata de una preparación. La Ley fue dada para mostrar a los
descendientes de Adán y Eva que no tenían medios para ser justos. Y los milagros
como la lluvia del maná y la curación por la serpiente de bronce, era para simbolizar
que se deben esperar las cosas de Dios. Es decir, la salvación viene del Cielo.

Mas ya se ha dicho que la venida del Mesías estaba anunciada: el Profeta


Isaías apunta a Jesús descendiendo de los cielos con la cruz y dice, “…he aquí que
la virgen concebirá, y dará a luz un hijo…”46; lo que será después confirmado por
Juan Bautista quién toca al hombre, apunta a Jesús cuando inicia su ministerio y le
anuncia, “…he aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”47.

Ambos personajes animan al humano a que haga a un lado la inquietud y


ponga su confianza en Cristo. Después de todo, Cristo murió y más aún, resucitó de
entre los muertos, y más todavía, está sentado a diestra del Padre: ¿qué puede
temer? Los reformados enseñan que la sola confianza en el sacrificio de Cristo da la
seguridad y la paz que todos los ritos hechos por el clero no pueden conferir.

Dos caminos: con Cristo o sin él; en la resurrección del Mesías o en la muerte
eterna; justificados o en la condenación; en la Gracia o en la Ley. ¿Sería el humano
necio para no entender su situación? Recuerden que todo estaba anunciado. Al
tiempo que los Reformadores proclaman: ¡vayan a Cristo!, el sumo pontífice romano
rebate: ¡vengan a mí!

A diferencia del ridículo arte barroco que pretende promover el miedo y el


terror entre los creyentes con imágenes grotescas del purgatorio y del infierno, el arte
reformado promueve la confianza plena en el amor de Dios. Ante la imagen de Cristo
pisando a la muerte y al diablo no queda lugar al temor de tal forma que se necesiten
otros intermediarios, sino un deseo de acercase a Jesús sin tapujos.

46 Isaías 7.14.
47 Juan 1.29.

20
Así, Una alegoría del Antiguo y Nuevo Testamentos de Hans Holbein, queda
como la muestra más sublime de la doctrina reformada: la confianza que ha
derrotado al temor. “No temas, cree solamente”48.

48 Marcos 5.36b.

21
ANEXO
I
Salmo 22
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?
Dios mío, clamo de día, y no respondes;
Y de noche, y no hay para mí reposo.
Pero tú eres santo,
Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.
En ti esperaron nuestros padres;
Esperaron, y tú los libraste.
Clamaron a ti, y fueron librados;
Confiaron en ti, y no fueron avergonzados.
Mas yo soy gusano, y no hombre;
Oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.
Todos los que me ven me escarnecen;
Estiran la boca, menean la cabeza, diciendo:
Se encomendó a Jehová; líbrele él;
Sálvele, puesto que en él se complacía.
Pero tú eres el que me sacó del vientre;
El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre.
Sobre ti fui echado desde antes de nacer;
Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
No te alejes de mí, porque la angustia está cerca;
Porque no hay quien ayude.
Me han rodeado muchos toros;
Fuertes toros de Basán me han cercado.
Abrieron sobre mí su boca
Como león rapaz y rugiente.
He sido derramado como aguas,
Y todos mis huesos se descoyuntaron;
Mi corazón fue como cera,
Derritiéndose en medio de mis entrañas.
Como un tiesto se secó mi vigor,
Y mi lengua se pegó a mi paladar,
Y me has puesto en el polvo de la muerte.
Porque perros me han rodeado;
Me ha cercado cuadrilla de malignos;
Horadaron mis manos y mis pies.
Contar puedo todos mis huesos;
Entre tanto, ellos me miran y me observan.
Repartieron entre sí mis vestidos,
Y sobre mi ropa echaron suertes.
Mas tú, Jehová, no te alejes;

22
Fortaleza mía, apresúrate a socorrerme.
Libra de la espada mi alma,
Del poder del perro mi vida.
Sálvame de la boca del león,
Y líbrame de los cuernos de los búfalos.
Anunciaré tu nombre a mis hermanos;
En medio de la congregación te alabaré.
Los que teméis a Jehová, alabadle;
Glorificadle, descendencia toda de Jacob,
Y temedle vosotros, descendencia toda de Israel.
Porque no menospreció ni abominó la aflicción del afligido,
Ni de él escondió su rostro;
Sino que cuando clamó a él, le oyó.
De ti será mi alabanza en la gran congregación;
Mis votos pagaré delante de los que le temen.
Comerán los humildes, y serán saciados;
Alabarán a Jehová los que le buscan;
Vivirá vuestro corazón para siempre.
Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra,
Y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti.
Porque de Jehová es el reino,
Y él regirá las naciones.
Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra;
Se postrarán delante de él todos los que descienden al polvo,
Aun el que no puede conservar la vida a su propia alma.
La posteridad le servirá;
Esto será contado de Jehová hasta la postrera generación.
Vendrán, y anunciarán su justicia;
A pueblo no nacido aún, anunciarán que él hizo esto.
II
Isaías 52.14; 53.
Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su
parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres, así asombrará él a
muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les
fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído. ¿Quién ha creído a nuestro
anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? Subirá cual renuevo
delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le
veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. Despreciado y desechado entre
los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que
escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó
él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por
azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones,
molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga
fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual

23
se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y
como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. Por cárcel
y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la
tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. Y se dispuso con los
impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad,
ni hubo engaño en su boca. Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a
padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje,
vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. Verá el
fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará
mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. Por tanto, yo le daré
parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su
vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado
de muchos, y orado por los transgresores.
III
Salmo 130
De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo.
Señor, oye mi voz;
Estén atentos tus oídos
A la voz de mi súplica.
JAH, si mirares a los pecados,
¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?
Pero en ti hay perdón,
Para que seas reverenciado.
Esperé yo a Jehová, esperó mi alma;
En su palabra he esperado.
Mi alma espera a Jehová
Más que los centinelas a la mañana,
Más que los vigilantes a la mañana.
Espere Israel a Jehová,
Porque en Jehová hay misericordia,
Y abundante redención con él;
Y él redimirá a Israel
De todos sus pecados.
IV
Apocalipsis 7.7-19.
Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de
todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la
presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; y
clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está
sentado en el trono, y al Cordero. Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del
trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus

24
rostros delante del trono, y adoraron a Dios, diciendo: Amén. La bendición y la gloria
y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a
nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén. Entonces uno de los ancianos habló,
diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde
han venido? Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido
de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre
del Cordero. Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su
templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos. Ya
no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno; porque
el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de
aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos
V

El BOSCO, “El Infierno” (detalles), en El Jardín de las Delicias, Madrid, Museo del
Prado, óleo sobre madera, circa 1503, 220 x 389 cm.
VI

El BOSCO, “Tabla central” (detalles), en El Carro de Heno, Madrid, Museo del Prado,
óleo sobre madera, circa 1510, 135 x 100 cm.

25
VII

El BOSCO, El Juicio Final (detalles), circa 1510, colección particular, óleo sobre
lienzo.
VIII
Salmo 115
No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros,
Sino a tu nombre da gloria,
Por tu misericordia, por tu verdad.
¿Por qué han de decir las gentes:
¿Dónde está ahora su Dios?
Nuestro Dios está en los cielos;
Todo lo que quiso ha hecho.
Los ídolos de ellos son plata y oro,
Obra de manos de hombres.
Tienen boca, mas no hablan;
Tienen ojos, mas no ven;
Orejas tienen, mas no oyen;
Tienen narices, mas no huelen;
Manos tienen, mas no palpan;
Tienen pies, mas no andan;
No hablan con su garganta.
Semejantes a ellos son los que los hacen,
Y cualquiera que confía en ellos.
Oh Israel, confía en Jehová;
El es tu ayuda y tu escudo.
Casa de Aarón, confiad en Jehová;
El es vuestra ayuda y vuestro escudo.
Los que teméis a Jehová, confiad en Jehová;
El es vuestra ayuda y vuestro escudo.
Jehová se acordó de nosotros; nos bendecirá;
Bendecirá a la casa de Israel;
Bendecirá a la casa de Aarón.
Bendecirá a los que temen a Jehová,
A pequeños y a grandes.
Aumentará Jehová bendición sobre vosotros;

26
Sobre vosotros y sobre vuestros hijos.
Benditos vosotros de Jehová,
Que hizo los cielos y la tierra.
Los cielos son los cielos de Jehová;
Y ha dado la tierra a los hijos de los hombres.
No alabarán los muertos a JAH,
Ni cuantos descienden al silencio;
Pero nosotros bendeciremos a JAH
Desde ahora y para siempre.
Aleluya.

IX
CRANACH Lucas, La Ley y el Evangelio. Condenación y salvación, Praga, Galería
Nacional de Praga, 1529, óleo sobre madera, 72 x 88.5 cm.

27
Fuentes

Bibliográficas

CALVINO Juan, Institución de la religión cristiana (Cipriano de Valera tr.),


1597, reeditada por Luis de Lisoz y Río, 1858, quinta edición inalterada, 1999 (dos
tomos), Madrid, Fundación Editorial de Literatura Reformada, 1999.

DE REINA Casiodoro y Cipriano de Valera, Santa Biblia (Revisión de 1960),


Nueva York, Sociedad Bíblica Americana, 1964.

ERASMO, Discusión sobre el libre albedrío. Respuesta a Martín Lutero


(Ezequiel Rivas tr.), Buenos Aires, El Cuenco de Plata, 2012.

LUTERO, Tratado sobre la indulgencia y la gracia (1518), en Lutero. Obras


(Teófanes Egido tr.), Salamanca, Ediciones Sígueme, 20123.

SYMONDS Jonh Addington, Los papas del Renacimiento, México, FCE, 1999.

VILLORO, Luis, El pensamiento moderno. Filosofía del Renacimiento, México,


El Colegio Nacional y FCE, 1992.

Pictográficas
CRANACH Lucas, La Ley y el Evangelio. Condenación y salvación, Praga,
Galería Nacional de Praga, 1529, óleo sobre madera, 72 x 88.5 cm.
El BOSCO, El Carro de Heno, Madrid, Museo del Prado, óleo sobre madera,
circa 1510, 135 x 100 cm.
__________ El Jardín de las Delicias, Madrid, Museo del Prado, óleo sobre
madera, circa 1503, 220 x 389 cm.
__________ El Juicio Final, circa 1510, colección particular, óleo sobre lienzo.
HOLBEIN Hans, Una alegoría del Antiguo y Nuevo Testamentos, 1530,
Galería Nacional de Escocia, Óleo sobre madera, 74.6 x 64 cm.

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