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Los adultos, quienes utilizan estas plataformas de formas variadas, no han sido inmunes
a los posibles efectos adversos, por lo que el uso excesivo de redes sociales puede influir en
emociones y comportamientos, a menudo generando resultados negativos en el bienestar mental
(Twenge & Campbell, 2018). La diversidad en la dinámica y características de cada red social,
así como la variabilidad en los patrones de uso entre adultos, subraya que más allá de la
frecuencia, es el propósito y el contexto de uso de estas plataformas lo que podría estar
estrechamente relacionado con síntomas depresivos en la población adulta (Lin et al., 2016).
Por ende, la comprensión de estos factores es crucial para abordar y entender la complejidad del
impacto de las redes sociales en la salud mental.
2. Pregunta de investigación
3. Hipótesis
H1: Se plantea que existe correlación positiva entre el tiempo de uso de redes sociales
(Facebook, YouTube, WhatsApp, Instagram) y la prevalencia de síntomas depresivos de los
adultos.
4. Marco teórico
La historia de las redes sociales en línea puede rastrearse hasta la década de 1970 con
la creación de la primera plataforma de correo electrónico. Sin embargo, fue en los 90
cuando surgieron las primeras redes sociales dedicadas, como SixDegrees. A comienzos del
siglo XXI, con el surgimiento de plataformas como Friendster, MySpace y, posteriormente,
Facebook en 2004, el mundo vio una revolución en la forma en que las personas se conectan
y comparten información en línea (Boyd & Ellison, 2007).
Varios estudios han investigado la relación entre el uso de redes sociales y los
síntomas depresivos. Un estudio realizado por Twenge y Campbell (2019) encontró que el
uso frecuente de redes sociales estaba relacionado con un aumento en la insatisfacción con la
vida y los síntomas depresivos entre los adultos jóvenes. Woods y Scott (2016) encontraron
que el uso de redes sociales en la adolescencia está asociado con una mala calidad de sueño,
ansiedad, depresión y baja autoestima. Lin et al. (2016) observaron una asociación
significativa entre el uso de redes sociales y la depresión en adultos jóvenes en Estados
Unidos. Parry et al. (2021) realizaron una revisión sistemática y un metaanálisis que destacó
discrepancias entre el uso digital registrado y autoinformado. Kross et al. (2013)
descubrieron que el uso de Facebook predice disminuciones en el bienestar subjetivo en
adultos jóvenes. Sagioglou y Greitemeyer (2014) encontraron que el uso de Facebook
disminuye el estado de ánimo y exploraron por qué las personas continúan usándolo a pesar
de sus consecuencias emocionales negativas.
4. Metodología
5. Población y muestra
Para este estudio se ha optado por un muestreo por conveniencia y fácil acceso. Esto
significa seleccionar a los participantes en función de su accesibilidad y proximidad al
investigador. Así, la muestra comprende a aquellos adultos de Guayaquil, cuyas edades están
entre los 18 y 65 años, que utilizan las redes sociales mencionadas y que están dispuestos y
son accesibles para participar en el estudio.
El tamaño de la muestra para este estudio fue de 331 individuos, de los cuales el
34.7% fueron hombres. Dado que se ha optado por un muestreo por conveniencia, el tamaño
de la muestra se determinó en función de la accesibilidad y disposición de los participantes,
más que en la representatividad estadística respecto a la población total de Guayaquil que
supera los 2.7 millones de personas. La selección de un muestreo por conveniencia permite
acceder a una muestra de individuos dispuestos a participar en el estudio, facilitando la
recolección de datos en un contexto práctico y manejable (Gall, Borg, & Gall, 1996;
Sedgwick, 2013).
2. Personas que hayan tenido interacción digital en al menos una de las redes
sociales mencionadas (Facebook, YouTube, WhatsApp, Instagram) en el
último mes.
7. Procedimiento de Investigación
7.1. Reclutamiento
8. Análisis de Datos
Objetivo(s) específico(s): Identificar hasta tres objetivos. Cada uno debe diseñarse para lograr un
aspecto del objetivo general: son los pasos para lograr el objetivo general; deben ser bien delimitados,
estar claramente expuestos y ser coherentes con el tema propuesto y con el objetivo general; ser
medibles en términos de logros o impactos observables y verificables durante el período de ejecución
del Trabajo de Titulación.
Evaluar el promedio de uso de las redes sociales (Facebook, YouTube, WhatsApp,
Instagram) en adultos.
Medir los niveles de síntomas depresivos en adultos utilizando el Inventario de
Depresión de Beck.
Examinar la influencia de factores demográficos, como la edad, etnia y el sexo, en la
relación entre el uso de redes sociales y los síntomas de depresión.
E. RESULTADOS
Resultados
Esta sección detalla los principales hallazgos, comenzando con la fiabilidad del Inventario de
Depresión de Beck II y su estructura factorial. Luego, se expone el uso de redes sociales y su
correlación con los síntomas depresivos mediante el coeficiente de Spearman. Se presentan
también diferencias demográficas en el uso de redes y niveles de depresión. Finalmente, se
examinan predictores de depresión, aportando evidencia para el análisis y discusiones futuras.
Consistencia Interna
El análisis de la consistencia interna para el Inventario de Depresión de Beck II en la muestra
estudiada arrojó un coeficiente alfa de Cronbach de .927, lo cual indica una alta fiabilidad del
instrumento. Este valor no solo supera el umbral de .70 sugerido por Nunnally (1978) para
indicar una buena fiabilidad, sino que también refleja la alta consistencia interna comúnmente
asociada con este instrumento, como lo reportaron Beck, Steer y Brown (1996) en sus
estudios originales.
Estructura Factorial
La adecuación de la realización del análisis factorial exploratorio se confirmó con un valor de
Kaiser-Meyer-Olkin de .946, lo que sugiere que la muestra es apta para el análisis factorial.
Además, la prueba de esfericidad de Bartlett resultó significativa [χ²(210) = 3122.174, p
< .001], indicando que las variables están correlacionadas en la población y, por tanto, es
adecuado proceder con el análisis factorial.
Contrario a la estructura bifactorial comúnmente reportada para el Inventario de Beck, el
análisis factorial en nuestra muestra identificó tres factores. Este hallazgo podría indicar una
variabilidad en la estructura de la depresión que es relevante en el contexto del uso de redes
sociales, o podría reflejar diferencias en la interpretación de los síntomas de la depresión en
nuestra muestra específica.
Análisis descriptivo de la sumatoria de los puntajes del Inventario de Depresión de Beck
(Variable dependiente).
El coeficiente de variación resultó ser del 94.5%, indicando una considerable variabilidad
relativa en los puntajes de depresión en comparación con la media. La asimetría de la
distribución fue de 1.392 (error estándar = .134), lo que indica una distribución con una
tendencia hacia los puntajes más bajos y una curtosis de 2.258 (error estándar = .267),
sugiriendo una concentración de las frecuencias en torno a la media mayor que la esperada en
una distribución normal.
Las medidas de asimetría y curtosis, junto con el histograma, sugieren una distribución no
normal de los puntajes, lo que justifica el uso de métodos estadísticos no paramétricos para
análisis posteriores. En términos de diagnóstico, la mayoría de los participantes se
clasificaron en la categoría de Mínima depresión con un 71.3%, seguida por Depresión leve
con un 15.4%, Depresión moderada con un 6.9% y Depresión grave con un 6.3%.
Análisis Descriptivo del Tiempo de Uso de Redes Sociales (Variable independiente).
Se realizó un análisis descriptivo del tiempo de uso diario de redes sociales en una muestra de
331 individuos. La media reportada fue de 491.15 minutos al día, con una mediana de 450
minutos, sugiriendo un uso generalizado. La moda fue de 120 minutos, indicando que
también hubo un uso más moderado por una porción de la muestra.
La desviación estándar fue de 272.53 minutos y la varianza de 74,272.617, mostrando una
amplia variabilidad. El coeficiente de variación resultó ser del 55.5%, denotando una
variabilidad significativa en relación con la media. La distribución del tiempo de uso presentó
una asimetría de .736 y una curtosis de .016, revelando una leve asimetría y una forma
similar a la distribución normal.
Puesta a Prueba de la Hipótesis de Investigación
Aunque el histograma del tiempo de uso de redes sociales sugiere una distribución que se
acerca a la normalidad, la elección de una prueba no paramétrica se hizo por precaución y
para mantener la consistencia metodológica, considerando la posible no normalidad en la
distribución de los puntajes del Inventario de Beck y la adecuación de la correlación de
Spearman para relaciones no lineales.
Resultados Obtenidos
La correlación de Spearman reveló un coeficiente de .103 con un valor de p de .062, lo cual
no es estadísticamente significativo según el criterio convencional de p < .05. Esto indica
que, aunque hay una relación positiva leve entre el tiempo de uso de redes sociales y los
síntomas depresivos, no es suficientemente fuerte como para ser considerada significativa en
esta muestra. Este resultado sugiere que no hay suficiente evidencia para confirmar la
hipótesis propuesta y subraya la necesidad de un análisis más detallado que podría incluir la
exploración de otras variables que puedan afectar la relación entre el uso de redes sociales y
la depresión.
Descripción de la Muestra
La muestra incluyó 331 adultos, 34.7% hombres y 65.3% mujeres. La etnicidad predominante
fue mestiza (81.6%), seguida de blanca (8.2%), afroecuatoriana (3.9%), indígena (1.2%),
montubia (3.0%) y otras (2.4%). La educación más común fue el tercer nivel (68.0%),
seguida por la secundaria (22.7%), cuarto nivel (18.1%) y primaria (1.8%). La mayoría eran
empleados (68.0%), con desempleados (18.1%), estudiantes (11.5%) y jubilados (2.4%) en
menor medida. Respecto a los síntomas depresivos, el 71.3% presentó síntomas mínimos, y
los niveles leves, moderados y graves fueron del 15.4%, 6.9% y 6.3%, respectivamente.
Para facilitar un examen detallado de los datos, se incluye a continuación una tabla que
resume los coeficientes de correlación correspondientes.
La regresión lineal múltiple reveló que la edad estaba inversamente relacionada con los
síntomas depresivos. El género fue un predictor significativo, con el análisis mostrando que
las mujeres presentaban mayores síntomas depresivos en comparación con los hombres. Sin
embargo, la etnia y el tiempo dedicado en redes sociales no se destacaron como predictores
significativos de los síntomas depresivos en la muestra. Estos resultados resaltan la relevancia
de factores sociodemográficos específicos, particularmente la edad y el género, en la
manifestación de la depresión, mientras que sugieren que la etnia y el uso de redes sociales
no están directamente asociados con la variabilidad de los síntomas depresivos observados.
Discusión:
La relación entre el uso de redes sociales y la prevalencia de síntomas depresivos sigue
siendo un área activa y compleja de investigación en la psicología contemporánea. Aunque
existe una creciente preocupación sobre cómo el tiempo frente a la pantalla podría contribuir
a la depresión, los hallazgos de nuestro estudio no proporcionan evidencia suficiente para
establecer una conexión directa y significativa. Este resultado está en línea con las
investigaciones de Primack et al. (2017), que también cuestionan la relación directa entre el
uso de redes sociales y la depresión, y Seabrook et al. (2016), quienes sugieren que la
relación no es tan directa como a veces se presenta.
F. REFERENCIAS
Las referencias deben reflejar que la revisión de la literatura que se ha realizado es: (a) adecuada, en el sentido de que
las fuentes consultadas están directamente relacionadas con el problema y las variables de estudio y (b) exhaustiva, en
el sentido de que es suficiente para la correcta fundamentación del estudio, las hipótesis planteadas, así como el
método propuesto.
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