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Mito, ideología e inconsciente

Orígenes perdidos de
la estructura, el sujeto y la historia
Por Carolina Collazo
UBA - IIGG - CONICET (carolina_collazo@yahoo.com.ar)

Sumario: Summary:
Lo que se propone es una lectura comparada entre el mito The proposal is an analysis comparing the Lévi-Strauss
lévistrausseano, la ideología marxista y el inconsciente del myth, the Marx ideology and the unconscious of the psy-
psicoanálisis a partir de tres categorías en las que estos tres choanalysis. Starting from these three fields, there are three
campos de inscripción teórica tan diversos podrían, no obs- categories so diverse that they may even have a shared
tante, aunar un propósito común en el intento de pensar la objective regarding thinking the subjectivity following the
subjetividad tras la irremediable muerte del sujeto moderno. unavoidable death of the modern subject. These three cat-
Esas tres categorías son: “estructura”, “sujeto” e “historia”. egories are: ‘structure’, ‘subject’ and ‘history’. The hypothesis
La hipótesis que motiva tal recorrido es que en todos los is that in all cases the relationship between the ground and
casos se anula como objeto de análisis la relación entre el its origin is denied as analysis object, since a argue is present
fundamento y su origen, por cuanto se introduce un cues- in both the statute and the articulation between the real and
tionamiento tanto al estatuto como a la articulación misma the representation.
entre lo real y la representación.

Descriptores: Describers:
Subjetividad, Verdad, Significación, Sobredeterminación, Subjectivity, Truth, Signification, Overdetermination,
Interpelación Interpellation

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Orígenes perdidos de la estructura, el sujeto y la historia”
en La Trama de la Comunicación, Volumen 15. UNR Editora, 2011
Introducción A modo de planteo general sobre el recorrido que
La separación y confrontación entre mythos y logos nos proponemos transitar, sugerimos que tanto en el
debe ser pensada, según Jean-Pierre Vernant, en mito lévistrausseano, como en la ideología marxista
“toda una serie de condiciones cuyo juego, entre los y el inconsciente del psicoanálisis, no sólo se pone
siglos VIII y IV a.C, hizo que se abrieran, en el seno del en evidencia el problema del estatuto de lo real y del
universo de los griegos, multitud de distancias, cortes estatuto de la representación, sino que se introduce
y tensiones internas”1. Pues, justamente la crítica que un cuestionamiento a la articulación misma. Para ello,
dirige Platón a los pre-socráticos puede entenderse, será entonces necesario, el abordaje de tres catego-
de manera muy simplificada, como la incapacidad de rías fundamentales si lo que se pretende es una re-
distinguir entre algo puramente del orden de la creen- flexión comparada entre los tres campos propuestos,
cia irracional y algo del orden puramente de la razón. a saber: subjetividad, historia y estructura.
La noción de mito que la tradición del pensamiento
de Occidente hereda de los antiguos griegos es en- La estructura y sus efectos
tonces aquella que lo define por oposición a la racio- Vernant señala que en la modernidad existe una
nalidad y a lo real. La obra de Lévi-Strauss nos ofrece concepción del mito similar a la de los antiguos grie-
bastos argumentos para dar cuenta que el mito, lejos gos. El mito como narración no es rechazado en pos
de poder ser considerado como algo absurdo, es por del logos, sino que constituye una especie de velo que
el contrario, aquello que estructura las prácticas so- oculta una verdad secreta; es un simbolismo inenten-
ciales. En cambio, ningún argumento se podrá encon- dible propio de la expresión alegórica de la narración
trar en sus escritos que distancie al mito de la idea de que necesita ser traducido para comprender esa
ficción, claro que esta ficción nada tendrá que ver con verdad velada. Para Vernant, tanto los griegos como
la simplificación de ser algo opuesto a lo que podría- los modernos “reconocieron al mito un valor de ense-
mos llamar lo real. ñanza, aunque de una enseñanza oscura y secreta; le
Si el mito es efectivamente una ficción en cuanto atribuyeron un valor de verdad, aunque de una verdad
relato en el registro discursivo que no se opone a lo no formulada directamente...”2.
real, no habría, en principio, demasiados inconvenien- Pero esta forma figurada de decir puede entender-
tes en entender esta ficción coma la lógica regulativa se como algo distinto a la verdad, o por lo menos a
kantiana, salvo por el hecho de que como es sabido, la aquella verdad ofrecida directamente por el logos. Es
ficción lógica en Kant requiere de una trascendentali- decir que, más allá de no adjudicarle al mito un valor
dad que ofrezca a la subjetividad, a través de la razón, enteramente rechazable y descartable, lo irreductible
una forma de aprehender lo real como representación. es la estructura dicotómica entre la separación, la
Más bien podríamos asumir la versión nietzschena de oposición radical entre mitos y logos.
ficción lógica en cuanto necesidad de seguir soste- Para este autor, el estructuralismo lévistrausseano
niendo cierta idea de subjetividad frente a la muerte subvierte la mera oposición entre simbolismo y fun-
del sujeto moderno, esa necesidad de mantener pe- cionalismo para el estudio de los mitos, es decir, un
queños fragmentos de mundo organizados, siempre abordaje de la especificidad del mito en su forma
que por ficción se entienda un error útil para la vida. Es particular de relato por un lado, y los contextos so-
decir, reconocernos en esa ficción que no podemos cioculturales en los que aquel se inscribe por otro. No
dejar de ser. habría, pues, que discriminar el sistema en el cual el

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mito se hace inteligible y el valor de significación pro- De esta definición inicial se desprende el problema
pio de su especificidad. Objeto / contexto no es una de determinar las unidades constitutivas del mito que
elección plausible. resultan imposibles de aislar más allá de los ‘haces de
Siguiendo entonces el planteo de Vernant, la obra de relaciones’ que sólo a partir de la forma de sus combi-
Lévi-Strauss representa una continuidad, una ruptura naciones adquieren una función significante. Pues hay
y un nuevo punto de partida. Continuidad porque en algo en su estructura que no le permite estar estática
sintonía con M. Mauss, el mito es una estructura que por cuanto no hay tarea de desciframiento posible de
es preciso descifrar; un corte epistemológico porque un núcleo irreductible a ser develado. He aquí una pri-
aparece la lingüística estructural como modelo para mera aproximación a la idea de estructura marxista y
tal desciframiento; y, finalmente, un nuevo comienzo, al tan recurrido interrogante sobre la ideología.
en la medida que para Lévi-Strauss el mito contiene un Al hablar de ideología, nos referimos a ese espacio
doble sentido, uno ordinario y otro oculto, cada uno de problemático tan recurrido por la mayoría de los teóri-
ellos se corresponden con dos niveles de conciencia cos marxistas en relación con el famoso principio de
distintos. El primero tendría más que ver con el conte- determinación entre las bases y las superestructuras.
nido específico o narrativo de un mito; el segundo el De alguna manera esta problemática es inaugurada
que hace del mito un sistema ordenado, una estruc- por Marx cuando a partir de 1845 rompe definitiva-
tura estable más allá de la particularidad del relato mente con la tradición idealista hegeliana, como así
manifiesto. Es ese segundo nivel más profundo el que también con el materialismo esencialista y ahistórico
tendrá mayor relevancia en su análisis. de Feuerbach. En La ideología alemana, Marx y Engels
“Así se ha podido decir que en Lévi-Strauss hay como esbozan los principios para una teoría de la ideología,
dos teorías del mito superpuestas: según la primera, sobre la que Louis Althusser ha intentado tan enfá-
todo mito es analizable en dos niveles y obedece a ticamente delimitar su especificidad y despojarla de
una doble reglamentación [...] Según la otra teoría, un lecturas apresuradas y simplistas en términos de ‘fal-
mito es un discurso dispuesto de tal forma que pueden sa conciencia’. Teniendo en cuenta nuestro propósito,
aplicársele unas reglas generales de transformación, la problematización construida por Althusser en torno
siendo el conjunto de los mitos un producto del juego a la ideología, cobra protagonismo en virtud de la luci-
de estas transformaciones. Es en este sentido en el dez y la originalidad con la que este autor ha propues-
que puede decirse que no son tanto los hombres los to pensarla a la luz de algunas categorías ofrecidas
que piensan los mitos, sino más bien los mitos los que por el psicoanálisis.
se piensan entre sí”3. Desde la lectura althusseriana, la ideología expre-
Entonces, el mito es por definición una estructura sa una forma muy particular de conciencia que es
que proporciona un modelo lógico general más allá la no-conciencia. La ideología es profundamente in-
del carácter enteramente contingente de su conteni- consciente, es un sistema de representaciones que
do. Ésta es la respuesta más global con la que Lévi- “se imponen como estructuras a la inmensa mayoría
Strauss responde cómo comprender el gran parecido de los hombres sin pasar por su conciencia [...] la
de los mitos en todos los extremos de la Tierra. En ideología concierne, por lo tanto, a la relación vivida
este sentido es que “no existe versión ‘verdadera’ de de los hombres con su mundo [...] a condición de ser
la cual las otras serían solamente copias o ecos defor- inconsciente”5.
mados. Todas las versiones pertenecen al mito”4.

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Ahora, si bien la ideología conforma la instancia con cómo pensar paralelamente la estabilidad es-
superestructural no es un mero reflejo de las con- tructural del mito y sus variaciones, es decir, la forma
diciones materiales de existencia, sino que posee que las versiones anteriores de un mito determinan
una lógica y una productividad que le es propia, pero en su conjunto su estructura vigente y la influencia
siempre que por ello se entienda que la ideología del orden externo en la conformación y transforma-
no por ser activa encarnaría una función meramen- ción que los mitos sufren en sus desarrollos.
te instrumental. Al igual que el mito, la ideología se Ésa es para Lévi-Strauss una doble determinación
constituye en un velo, pero en ambos casos esto no problemática, ya que las versiones anteriores del
supone un simple mecanismo de engaño respecto de mito influyen de manera transversal, al mismo tiempo
aquello que es velado. Si la ideología vela algo, ese que la acción externa -de origen infraestructural- re-
algo no podría definirse como una realidad verdadera organiza el conjunto del sistema cuando se modifi-
e inaccesible. Lo que se oculta no está por fuera de can ciertos elementos. La disyuntiva que se presenta
ella en cuanto ente. Sin mayores problemas podemos es entonces la siguiente: “o bien la infraestructura
afirmar que la ideología es un velo que no vela nada participa de la naturaleza de las cosas que hace in-
o, en otras palabras, vela un vacío. Se pone así de tervenir y entonces, inerte y pasiva a su imagen, nada
relevancia tanto el problema de la representación puede engendrar; o bien es del orden de lo vivido y se
como el del estatuto de lo real, ya que si lo real para encuentra perpetuamente en estado de desequilibrio
Althusser mantiene en su núcleo la imposibilidad de y de tensión: en tal caso los mitos no podrán prove-
simbolización, la representación es ella misma la nir de ahí por una causalidad que enseguida se haría
expresión de una falta constitutiva que anula toda tautológica”6.
vinculación con un referente. Como puede notarse, el carácter del problema que
aquí se manifiesta es de un orden similar al que en
Podríamos también decir que la ideología se cons- párrafos más arriba intentábamos presentar a propó-
tituye en un “como si”, una representación como con- sito de la relación de la ideología y de la imposibilidad
junto de significaciones que, olvidándose que son sig- de desciframiento de un núcleo irreductible. De esta
nificaciones, ocupan el lugar de lo real. En síntesis, lo forma, desaparece el problema del origen de la es-
que vela la ideología es su propio proceso de funcio- tructura para dar paso al verdadero interrogante en
namiento mediante el cual las cosas se nos presentan cuanto a la forma y sus efectos, como así también a
como naturales cuando en virtud son el producto de la relación entre el proceso que tanto el mito como la
un proceso histórico. Tal es el efecto sobre el cual la ideología velan, y la necesidad que los constituye en
ideología funciona. Es así que la ideología debe pen- el orden de la vivencia.
sarse en cuanto tal como proceso y su análisis debe, Así como la ideología sólo es pensable sobre la base
al igual que en el estudio de los mitos, concentrarse de una contradicción constitutiva e insuperable, lo es
en la forma de esa estructura y su funcionamiento más también en el caso de los mitos, ya que aquella apa-
allá de los contenidos específicos. rente disyuntiva deja de ser tal si esa contradicción,
aunque constitutiva, se aleja de una concepción que
En el caso del mito, Lévi-Strauss también nos ofrece la ubique como originaria. Ya habíamos planteado la
una reflexión relacionada al problema de la eficacia dificultad para aislar las unidades del mito más allá de
propia de las superestructuras. Esta tiene que ver la función significante que solo puede desprenderse

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de los ‘haces de relaciones’ sobre los que aquellos mera aproximación, es el hecho de cómo el mito, la
se construyen. En este sentido, en palabras de Lévi- ideología y el inconsciente se definen cada uno con
Strauss, los mitos “constituyen más bien respuestas sus especificidades como estructuras generales y de
temporales y locales a los problemas que plantean qué forma y en cada caso, es posible identificar un
los ajustes realizables y las contradicciones imposi- aporte para pensar el problema marxista de la rela-
bles de superar, y que se dedican entonces a legiti- ción entre las bases y las superestructuras.
mar o a velar. El contenido que se da el mito no es En concordancia con esto último, el psicoanálisis en
anterior sino posterior a este impulso primero: lejos general y el caso ejemplar del análisis de los sueños,
de no derivar nunca en un contenido cualquiera, el son para Althusser un aporte irremplazable. Para
mito se le acerca, atraído por su peso específico. En Freud, el sueño reviste una particular importancia en
cada caso particular enajena a este contacto parte la teoría general del inconsciente: “El psicoanálisis se
de su libertad aparente que no es, vista desde otro basa en el análisis de los sueños; la interpretación oní-
lado, sino un forzamiento de su propia necesidad”7. rica es la labor más completa que nuestra joven cien-
cia ha llevado a cabo hasta hoy [...] Una detallada labor
¿Cómo introducir, por último, el objeto del psicoaná- nos lleva al conocimiento de las peculiaridades de lo
lisis a esta lectura comparada entre mito, ideología e inconsciente, y podemos esperar que mediante una
inconsciente y su abordaje en virtud de sus efectos? más penetrante investigación de los procesos de la
Comencemos por la justa relevancia que Althusser formación de los sueños alcanzaremos nuevos cono-
pone de manifiesto en los cruces posibles entre ideo- cimientos”9. Veremos enseguida cómo el proceso de
logía e inconsciente: “Freud nos descubre a su vez la elaboración onírica ofrece a Althusser un modelo
que el sujeto real, el individuo en su esencia singular, de explicación estructural para el materialismo históri-
no tiene la figura de un ego centrado en el ‘yo’, la ‘con- co y en particular a la problemática de la ideología.
ciencia’ o la ‘existencia’ -ya sea la existencia del para La categoría de ‘sobredeterminación’ cobra espe-
sí, del cuerpo propio o del ‘comportamiento’-; y que el cial preponderancia en algunos de los escritos que
sujeto humano está descentrado, constituido por una componen La revolución teórica en Marx que, junto a
estructura que tampoco tiene ‘centro’ más que en el Para leer el Capital conforman los dos volúmenes en
desconocimiento imaginario del ‘yo’, es decir en las los que Althusser vuelca sus tesis a partir de esta do-
formaciones ideológicas en las que se reconoce’. Con ble influencia entre el psicoanálisis y la antropología
ello, lo habrán notado, se nos abre una de las vías por estructural.
las cuales llegaremos quizá, un día, a una mejor com- Como es sabido, el término ‘sobredeterminación’
prensión de esta estructura del desconocimiento, que aparece ya en La interpretación de los sueños de Freud.
interesan en primer lugar a cualquier investigación Althusser encontró en esa forma particular de expli-
sobre la ideología”8. car la producción onírica, un proceso que bien podría
Dejaremos el desarrollo acerca de la constitución aclarar una complejidad social que la determinación
del sujeto para el próximo apartado y resaltaremos simple hegeliana (Capital-Trabajo) no alcanzaba a
ahora cómo a través de esta lectura althusseriana se expresar.
evidencia la importancia de la impronta psicoanalítica Freud nos revela que frente a un deseo inconscien-
para un estudio marxista de la ideología. Por el mo- te, reprimido, la relación entre las ideas latentes y el
mento, lo que intentamos dejar en claro en esta pri- contenido manifiesto no es otra que la de ofrecernos

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“dos versiones del mismo contenido, en dos idiomas demuestra hallarse superdeterminado y múltiplemen-
distintos, o mejor dicho [...] distinta forma expresiva [...] te representado en las ideas latentes [...] De un ele-
Las ideas latentes nos resultan perfectamente com- mento del sueño conduce el camino de asociación de
prensibles en cuanto las descubrimos. En cambio el varias ideas latentes y de una idea latente, a varios
contenido manifiesto nos es dado como un jeroglífico, elementos del sueño [...] Cualquiera sea el sueño que
para cuya solución habremos de traducir cada uno de sometemos a esta disección, confirmaremos los mis-
sus signos al lenguaje de las ideas latentes”10. mos principios; esto es, que los elementos del con-
‘Condensación’ y ‘desplazamiento’ son los dos pro- tenido manifiesto quedan constituidos a expensas de
cesos con los que Freud explica el proceso de forma- la totalidad de las ideas latentes y cada uno de ellos
ción de los sueños y a propósito de los cuales aparece se muestra múltiplemente determinado con relación a
entonces el concepto de sobredeterminación. A riesgo dichas ideas”11.
de simplificar bastante la cuestión pero a los efectos Este pasaje sintetiza de alguna manera, el proceso
del presente, podemos decir brevemente que existe que Althusser intentaba explicar acerca de la eficacia
un deseo onírico inconsciente que en tanto irresolu- propia de la superestructura ideológica, aquella bús-
ble da lugar a una deformación onírica producto de la queda en la que el autor se embarca tomando como
censura ejercida por la instancia psíquica. El resultado principio la premisa básica formulada por Marx y En-
es que el contenido manifiesto no se muestra en el gels sobre la “autonomía relativa” y la “determinación
mismo lenguaje que en las ideas latentes, de allí que en última instancia”. En este sentido, la Revolución
no pueda ser una mera reproducción. Lo que acontece Rusa es el caso ejemplar mediante el cual Althusser
en ese proceso es un desplazamiento que nace por demostró que la unidad de ruptura no respondía sim-
la influencia de la censura referida. En articulación plemente a la contradicción simple entre las fuerzas
con ello, el hecho de que el sueño aparezca como una productivas y las relaciones de producción.
masa de representaciones que, al igual que en la ideo- ¿Pero qué tienen, pues, en común los sueños y la
logía, oculta algo tras su forma prescindiendo en sí del Revolución Rusa? Que ambos ‘productos’ no pueden
contenido, supone una operación de condensación ser deducidos de un punto originario, aún cuando se
respecto a la amplia riqueza de las ideas latentes. conformen como resultados imprevistos. He ahí don-
La condensación no se da por exclusión de algunos de la sobredeterminación, en cuanto proceso, puede
elementos en pos de los elementos representados, de explicar la complejidad en los casos.
lo que no podría sacarse otra conclusión -equivoca- Al turno de la Revolución, Althusser se sirve del
da de hecho- de que no se produjo en el sueño una concepto de sobredeterminación para analizar este
fiel traducción o proyección, punto a punto, sino una acontecimiento histórico como aquel en el que estaba
reproducción harto incompleta y llena de lagunas. An- presente “una prodigiosa acumulación de ‘contradic-
tes bien, los elementos del contenido manifiesto son ciones’, de las que algunas son radicalmente hete-
“puntos de convergencia en los que se reúnen muchas rogéneas, que no todas tienen el mismo origen, ni el
de estas ideas (latentes); esto es, por entrañar con mismo sentido, ni el mismo nivel y lugar de aplicación, y
respecto a la interpretación de una multiplicidad de que, sin embargo, ‘se funden’ en una unidad de ruptura
significaciones. Expresando en forma distinta el hecho [Es decir, la formación social está] sobredeterminada
en que basamos esta explicación, podemos decir que en su principio”12.
cada uno de los elementos del contenido manifiesto Sobredeterminación, entonces, da cuenta de un do-

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ble gesto: que tanto el inconsciente como la ideología que el inconsciente y la ideología, como una estruc-
no operan como instancias secundarias o derivadas y tura. Bien, pero además ésta es una estructura que
que tampoco se constituyen en núcleos insoslayables mantiene con su contenido específico una doble
en lo que habría un contenido oculto e indescifrable. relación. Por un lado la estabilidad de la estructura
Si en todo caso es posible hablar de un secreto es que trasciende la variabilidad de sus contenidos especí-
tanto en el sueño como en la ideología el misterio no ficos, pero por otro lado, ambas instancias se nutren
está sino en sus respectivas formas. A esto nos refe- de manera que no es posible tampoco deslindarlas
ríamos cuando decíamos que la ideología era un velo por completo. Aunque en los tres casos el análisis
que no velaba nada. La ideología es más bien la nece- de la estructura es lo que prima, su ‘desciframiento’
sidad de una máscara como metáfora de una identidad requiere de cierto modo tener en cuenta este carác-
no resuelta. Pero esta identidad no es incompleta por- ter ambivalente que trastoca cualquier posibilidad
que se opondría a una identidad verdadera oculta e in- de pensar en términos oposicionales simples tales
accesible, sino que la falta es condición de posibilidad como forma / contenido.
de la subjetividad. La identidad es constitutivamente
fallida, por cuanto implica que, más allá del problema Entrando en una comparación más detallada, po-
del conocimiento, no hay ningún rostro sobre el cual la demos decir que se abre otra vía de indagación con
máscara podría calzarse. respecto a la relación del mito con la verdad. En una
Así como resulta inapropiado entender la ideolo- forma muy similar a lo ya trabajado con la ideología y
gía como reflejo mecánico de aquello que contiene el sueño, si el mito es un simbolismo, no por ser éste
la infraestructura sin ser ella sometida más que ese inentendible estaría velando una verdad oculta, sino
mecanismo que la determina sin fisuras, en el mismo más bien, siendo en su forma particular de narración
sentido improductivo descansaría el concebir el pro- una forma posible de expresión -‘constitución’- de esa
ducto onírico como una reproducción sobre la que la verdad que no está por fuera de él.
interpretación podría reponer el significado literal que En este sentido, la instancia de su contenido narra-
su contenido manifiesto ilustra de forma trasparente. tivo tiene un cierto carácter secundario o complemen-
Asimismo, como la ideología no expresa una falsa tario respecto de la instancia de su constitución como
conciencia que distorsiona una realidad oculta e inac- sistema de ordenamiento, es ese nivel más estable
cesible, el contenido manifiesto no oculta tras de sí un de su estructura el que proporciona un modelo lógico
deseo escondido y opacado que haya que descifrar. general.
Así llegamos a la conclusión que tanto la ideología,
¿Cuál sería ahora el lugar que ocuparía el mito en como el inconsciente y el mito sólo pueden pensarse
esta reflexión? En el mismo sentido con el que ve- a partir de sus efectos y que sus respectivos conte-
nimos desarrollando esta idea de que no habría, en nidos específicos no son más que la vía a posteriori
la ideología o en el sueño -como ejemplo de síntoma del análisis de sus formas generales o estructuras.
con el que el inconsciente se expresa- algo que exige Más aún, estas estructuras son, en todos los casos,
desciframiento más que en el enigma de su estructu- no conscientes y, sin embargo, ordenan y clasifican
ra, algo similar ya hemos adelantado con relación al los objetos del mundo, constituyen las subjetividades
mito que quizá valga volver a resaltar. y regulan las prácticas sociales.
En lo más general, el mito podría definirse, al igual Desde un abordaje focalizado en los efectos, el pro-

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blema del origen, pues, se esfuma. Trastocando todo siempre fallido, de producir un efecto de totalidad. Es
resabio moderno, desde estas perspectivas puede una relación de inversión absolutamente proporcio-
también entenderse que el sujeto como fundamento nal. En pocas palabras, la ideología sólo es pensable
originario de la significación de sí y del mundo también a partir de esa restitución irresoluble entre el todo y
se diluye en la medida que es un producto más de la la falta.
operación estructural. A esta relación entre estructura
y subjetividad nos dedicaremos en el próximo a apar- Sin pensar en homologaciones apresuradas, pode-
tado. mos, no obstante, formular que hay también algo de
irresoluble en el mito. Habíamos dicho que es una
El origen perdido del sujeto estructura cuyo origen se diluye y su ‘desciframiento’
Si pensamos en las problemáticas en las que se sólo puede llevarse a cabo a través del análisis de
inscriben las nociones de ideología e inconsciente, es sus efectos. Podríamos ahora también agregar que el
necesario entender que el proceso de subjetivación mito es una estructura que se sostiene siempre sobre
es siempre un proceso inacabado. Existe una subver- una contradicción irresoluble. Y que este carácter irre-
sión del sujeto cartesiano a partir del descubrimiento soluble de la contradicción sobre la cual la estructura
del inconsciente en Freud y del materialismo dialécti- mítica se levanta es inherente a misma constitución
co e histórico en Marx, en tanto que el sujeto de volun- del mito. ¿En qué consiste, pues, esta contradicción?
tad libre de conciencia sucumbe irremediablemente. En una misma operación de necesidad de un autor y
Si no es ya la mismidad aquella que funda, desde un de la supresión de un sujeto fundante14.
punto arquimédico verdadero por evidencia, la verdad
de todo aquello que de él derive, tanto el marxismo Lévi-Strauss asume el carácter individual de la crea-
como el psicoanálisis construyen sus objetos de estu- ción a la que, en última instancia, puede remitirse la
dios en tanto análisis de los efectos de un sujeto que gestación de un mito. Sin embargo, para que un relato
es el producto de una falta.“¿Cuál es el objeto del psi- que ha sido en algún momento imaginado y narrado
coanálisis? [...] los ‘efectos’ prolongados en el adulto por un individuo pase al estado de mito, es necesaria
sobreviviente, de la extraordinaria aventura que, del una instancia social en cuya transmisión oral, al con-
nacimiento a la liquidación del Edipo, transforma un formarse en una tradición colectiva, pierda lo esencial
pequeño animal engendrado por un hombre y una mu- de su comienzo respecto a la imaginación y experien-
jer en pequeño niño humano. Uno de los ‘efectos’ del cia personal de su autor. “Las obras individuales son
volverse humano del pequeño ser biológico originario todas mitos en potencia, más es su adopción en el
en el aparto humano: he aquí, en su lugar, el objeto del modo colectivo lo que actualiza, llegado el caso, su
psicoanálisis que lleva el nombre del inconsciente”13. ‘mitisismo’”15.
En este sentido, el psicoanálisis, en tanto ciencia Así, se llega a la conclusión que los mitos, en cuanto
conjetural del sujeto, ha sabido servir muy bien a una tales, carecen de autor “desde el instante en que son
concepción del sujeto ideológico, ya que si la resti- percibidos como mitos, sea cual haya sido su origen
tución sintomática de la represión que provoca la vi- real, no existen más que encarnados en una tradi-
sualización de su falta constitutiva se da siempre, tan ción. Al contar un mito, oyentes individuales reciben
ineficaz es la represión como eficaz es la operación un mensaje que no viene, por hablar propiamente, de
ideológica como intento necesario, aunque precario y ningún sitio...”16.

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En este paso al discurso colectivo, hay que analizar, La creencia más bien es un lugar de confluencia que,
por un lado, la relación entre mito y creencia y, por en términos de significación, encarna siempre su pro-
otro, la relación entre la transformación al anonimato pia transformación, reactualización y resignificación
del discurso colectivo y el lugar que ocupa la concien- constantes.
cia, porque es justamente en la intersección de estos Esta breve síntesis acerca del sentido específico de
dos ejes problemáticos donde el cruce entre mito, la noción de creencia es simplemente un argumento
ideología e inconsciente, a nuestro entender, se torna que nos sirve para introducir la relación entre la ins-
más estrecho. tancia colectiva inherente a la constitución del mito y
Una definición habitual y corriente de ‘creencia’ es cómo a partir de allí, podría relacionarse con las no-
la de ser una suerte de conformidad a alguna cosa ciones de inconsciente e ideología en lo que refiere a
o un firme sentimiento en algo que no está probado la estructuración de las prácticas sociales y cuál sería
o demostrado. Sin embargo, desde una lectura que la concepción de sujeto que opera en tales prácticas.
contemple un cruce entre materialismo y psicoanáli-
sis como podría ser la de S. Žižek, una creencia se Al comienzo esbozamos una aproximación general al
distancia radicalmente de cualquier interpretación vin- mito lévistrausseano como una ficción que, sin defi-
culada a los sentimientos o sensaciones que estarían nirse como opuesto a lo real, estructura las prácticas
ocultos en el enigma sustancial de los sujetos, dado sociales. También, que el mito, al igual que el incons-
que esto llevaría a la inevitable búsqueda de la demos- ciente y la ideología, eran conceptos a través de los
tración del origen del sentido o la cosa en la que se cuales, cada uno desde sus particulares ámbitos de
cree. La creencia, por el contrario, es una instancia inserción teórica, disparaban una serie de cuestio-
enteramente social. namientos tanto al problema de la representación
La definición que propone Žižek a propósito de su como al problema del estatuto de lo real. Más aún, las
lectura de Lacan es la que supone que una “creencia, problemáticas condensadas en estos tres conceptos
lejos de ser un estado ‘intimo’, puramente mental, se trastocaban de raíz la estructura dicotómica de la
materializa siempre en nuestra actividad social efec- oposición entre realidad y representación, es decir,
tiva: la creencia sostiene la fantasía que regula la rea- la articulación misma.
lidad social”17. Dos consideraciones: una, respecto de
la materialización, otra respecto de la regulación. Que Lo que en ningún caso aparece como central es un
una creencia se materializa como actividad social -re- supuesto problema de ‘traducción’ o ‘desciframiento’,
afirmando su carácter no individual-, implica que ésta por cuanto el trastocamiento al que hemos hecho re-
circule permanentemente, es decir, que se mueve y se ferencia conlleva asimismo, una reconceptualización
escurre en el orden de las coyunturas concretas. Y si de la idea tradicional de ‘conciencia’ y del lugar que
bien es incapaz de fijarse de una vez y para siempre, ésta ocupaba en las tradiciones que precedieron al
regula la realidad social, es decir, que su inscripción en nacimiento de los planteos que inauguraron el quiebre
el proceso históricosocial asume, aunque temporal- definitivo con la concepción moderna del sujeto.
mente, un lugar común de decir / hacer social. Lévi-Strauss advierte que tanto la filosofía como las
Sin embargo, este “lugar común” no debe ser inter- ciencias humanas han insistido tanto en hacer de la
pretado como un cierre, es decir, como un sentido conciencia su objeto de estudio, que terminaron por
anclado al que todos concurren y todos comparten. quedar prisioneras del círculo que conlleva a una ‘im-

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potencia práctica’. Lévi-Strauss entiende que fue el vadora, conformista, reformista o revolucionaria), una
estructuralismo el que ha sabido resolver esta encru- esperanza o una nostalgia, que la descripción de una
cijada despojándose de la conciencia como objeto pri- realidad”20.
mordial sin recurrir al extremo opuesto de suprimirla De la misma forma que un mito en cuanto ficción no
sin más, “Lo que el estructuralismo trata de realizar, es algo diferente a verdad, sino que es el intento por
a la zaga de Rousseau, Marx, Durkheim, Saussure y resolver en el plano imaginario aquello no se resuelve
Freud, es manifestar a la conciencia un objeto otro”18. en el plano de lo real, podemos concluir que tanto el
Lejos de ser estéril, la conciencia no puede sucum- mito como la ideología llevan a pensar, utilizando una
bir simplemente ante una crítica que necesariamente frase de Lacan, que “La verdad tiene estructura de fic-
conduzca a renunciar al pensamiento conciente, pues ción”. La verdad sólo puede expresarse en el registro
esto sería equivalente, diría Lévi-Strauss, a renunciar discursivo en el que la ficción tiene un lugar inevitable.
a la labor de conocimiento o lo que es lo mismo, ‘ad- Y a propósito de esta afirmación, es pertinente dar
quirir conciencia’. Lo que sí resulta estéril es ubicar cuenta ahora de la recepción althusseriana de la no-
al sujeto conciente como fundante de sí mismo y de ción lacaniana de sujeto y la forma en que lo simbólico
las prácticas sociales que resultarían derivadas de tal atraviesa la instancia imaginaria.
punto originario y esencial. Claramente, acá vuelve a La tesis principal que Althusser desarrolla en Ideo-
cobrar sentido lo que hace un rato decíamos a propó- logía y aparatos ideológicos de Estado es la que afirma
sito de pensar el análisis del inconsciente, la ideología “La ideología interpela a los individuos como sujetos”.
y el mito desde sus efectos, pero también hemos in- El funcionamiento ideológico implica una estructu-
troducido lo que creemos es el punto más álgido del ra objetiva en la que los individuos son interpelados
problema puesto en cuestión. por la ideología que los recluta como sujetos y cuyo
Cuando Lévi-Strauss afirma que “voluntariamente efecto es el de haber sido desde ya siempre sujetos.
retirado para dejar libre el campo a este discurso anó- “Esta ‘evidencia’ de que ustedes y yo somos sujetos -y
nimo, el sujeto no renuncia a adquirir de él concien- el que esto no constituya un problema- es un efecto
cia, o, mejor, a que cobre conciencia a través suyo”19, ideológico, el efecto ideológico en general. En efecto,
no está reflexionando sobre algo distinto a lo que en es propio de la ideología imponer (sin parecerlo, dado
Althusser podemos sintetizar bajo el problema de la que son ‘evidencias’) la evidencia como evidencias
interpelación ideológica y la matriz reconocimiento/ que no podemos dejar de reconocer”21.
desconocimiento. Cuando Althusser dice “por eso marchamos solos”,
Si en la ideología, lo real no es lo “distorsionado”, sino está diciendo que en la libre sujeción al mandato ideo-
lo imposible de simbolizar por fuera de una relación lógico sólo tenemos conciencia de nuestra práctica
vivida de los hombres con su mundo, “en la ideología de reconocimiento, pero desconocemos –necesa-
los hombres expresan, en efecto, no su relación con riamente- su proceso o sus mecanismos. Vale decir,
sus condiciones de existencia, sino la manera en que la eficacia ideológica reside centralmente en esta
viven su relación con sus condiciones de existencia: doble operación de reconocimiento-desconocimiento.
lo que supone a la vez una relación real y una relación “Por eso aquellos que están en la ideología se creen
‘vivida’, ‘imaginaria’ [...] En la ideología, la relación real por definición fuera de ella; uno de los efectos de la
está inevitablemente investida en la relación imagina- ideología es la negación práctica por la ideología: la
ria: relación que expresa más una voluntad (conser- ideología no dice nunca ‘soy ideológica’ ”22.

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La centralidad que Lacan pone de manifiesto en el social consiste pues, en la libre sujeción del individuo
descubrimiento de Freud es la de sujeto descentrado; a su mandato como sujeto. En la ideología, se asigna
es el rechazo de la identidad entre el yo y el sujeto, a los sujetos una determinada función social que no
y es exactamente esta temática que Lacan pone en pueden dejar de reconocer como suya, es decir, como
juego en el estadio del espejo para dar cuenta de la producto espontáneo de su libre determinación. Tal es
oposición radical del sujeto del psicoanálisis y el su- la relación entre estructura y subjetividad.
jeto cartesiano. Si como dice Lacan, lo que caracteriza a toda es-
El ‘yo’ deja de ser el fundamento moderno de la auto- tructura es su función de desconocimiento, la estruc-
nomía del sujeto para constituirse en una construcción tura mítica es también una estructura inconsciente
imaginaria que cumple la función de desconocimiento: que, sin embargo y como ya hemos insistido bastante,
“nos aparta de concebir el yo como centrado sobre el regula las prácticas sociales. De allí que el sujeto no
sistema percepción-conciencia, como organizado por anteceda al discurso colectivo, sino que cobra con-
el ‘principio de realidad’ en que se formula el prejui- ciencia a través suyo.
cio científico más opuesto a la dialéctica del conoci- También para Lévi-Strauss, la constitución del sujeto
miento, para indicarnos que partamos de la función es deudora de la función estructural: “Si hay un tiem-
de desconocimiento que lo caracteriza en todas las po en que el yo pueda reaparecer, será sólo cuando,
estructuras...”23. habiendo concluido la obra que lo excluía de punto a
El sujeto es entonces el efecto de unidad de un ‘yo’ cabo (ya que, a la inversa de lo que pudiera creerse,
constitutivamente fragmentado y es a partir de la era su autor menos de lo que la obra misma, mien-
imagen del otro que esa subjetividad se constituye, tras era escrita, se hacía autora de un ejecutante que
y se constituye además como escindida. Que el ‘yo’ no vivía sino por ella), pueda y deba contemplarla en
necesite creerse sujeto es el paralelismo con el que conjunto, como harán quienes la lean sin hallarse en
Althusser entiende que en el reclutamiento ideológico el arriesgado trance de haberse visto impulsados a
de los individuos en sujetos, el individuo no existe y el escribirla”24.
sujeto es justamente ese efecto de unidad necesaria. El ejemplo más claro para evidenciar la estrecha cer-
El yo puede objetivarse en la medida que se reco- canía entre la función ideológica de reconocimiento /
noce identitariamente con el otro para decirse a sí desconocimiento y la función mítica, son los paralelis-
mismo. Esta es la imagen especular del espejo, y a mos que Lévi-Strauss encuentra entre las estructuras
través de lo cual la identidad del sujeto se da por fuera del mito y del lenguaje por un lado, y el mito y la música
de sí. En síntesis, el ‘yo’ ocuparía el lugar de esa falta por otro.
constitutiva de toda subjetividad. Y dado que la falta Tanto en el mito como en el lenguaje, la aplicación
es constitutiva de toda subjetividad, el sujeto no es requiere que las propiedades de ambas estructuras
otra cosa que una totalidad ilusoria. Diría Althusser, el se mantengan ocultas, lo que se asemeja a la afirma-
sujeto es por excelencia el efecto ideológico. ción del desconocimiento de sus reglas para que en
Aparece así una paradoja: hay un sujeto que no virtud sean efectivas, “en caso contrario se caería
puede ser pensado más que como efecto ideológico en la posición del mitólogo que no puede creer en los
pero que a la vez, incluso siendo un efecto, tiene la mitos puesto que se dedica a demostrarlos [...] Así
evidencia de una subjetividad autónoma. La efectivi- que no pretendemos mostrar cómo piensan los hom-
dad ideológica para la reproducción de la estructura bres en los mitos, sino cómo los mitos se piensan en

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los hombres, sin que ellos los noten”25. tórico y la ahistoricidad de la estructura permanente
Con relación a la música, nos dice Lévi-Strauss que del mito bien puede relacionarse a la distinción que
el mito puede ser pensado como el director de una trabaja Althusser entre la ideología en general y las
orquesta ejecutada silenciosamente por sus oyentes, ideologías particulares.
paradoja por la cual no es posible preguntarse por el Althusser toma la fórmula que aparece en la Ideolo-
núcleo real de la obra interpretada. En esta imposi- gía alemana “la ideología no tiene historia”, con la que
bilidad de determinar su origen “la música y la mito- Marx se refería a la metafísica, cuya única historia era
logía enfrentan al hombre a objetos virtuales de los la historia de la moral. Pero Althusser entiende que
cuales sólo la sombra es actual, a aproximaciones el contexto en que esta frase aparece es netamente
conscientes (una partitura de música y un mito no positivista y se encuentra investida de un sentido pu-
pueden ser otra cosa) de verdades ineluctablemente ramente negativo, ya que la realidad de la ideología
inconscientes y que le son consecutivas”26. estaba puesta por fuera de ella.
Ahora bien, si el mito es una estructura lógica no En este marco, todavía no se podía -salvo algunos
conciente que sirve para ordenar / clasificar los ob- indicios que apenas empezaban a esbozarse-, pensar
jetos del mundo, en cuyas operaciones formales son en la ideología como algo opuesto a la verdad. Esto
los contenidos y no la estructura misma los que pue- es así, porque desde la perspectiva althusseriana
den variar, estas estructuras deben necesariamente no es posible una lectura del Marx de este momento,
ser atemporales. En el próximo y último apartado, en el que la ideología fuera concebida de una forma
nos resta entonces dar cuenta de por qué es posible que trascendiera una idea de construcción imagina-
afirmar que tanto el mito, como el inconsciente y la ria, “cuyo estatuto es exactamente similar al estatuto
ideología no tienen historia, y aun así no excluyen la teórico del sueño en los autores anteriores a Freud.
posibilidad de concebirla. Para estos autores, el sueño era el resultado pura-
mente imaginario, es decir nulo, de residuos diurnos,
Una historia sin origen y sin destino presentados bajo una composición y un orden arbi-
Siguiendo con el paralelismo que Lévi-Strauss en- trarios...”28.
cuentra entre la estructura del mito y la estructura del El carácter negativo de la formulación en la Ideo-
lenguaje, el autor nos dice que el mito está a la vez en logía alemana, reside en que la ideología no es más
el lenguaje y fuera de él, lo que hace que su estructura que sueño y carece de historia en el sentido que no
sea al mismo tiempo histórica y ahistórica. Histórica tiene historia propia. Tomando esta doble formulación,
porque el valor del mito es inseparable de los acon- Althusser propone apartarse de la primera premisa y
tecimientos sucedidos en algún momento del tiempo, redefinir la segunda, homologando esta idea de que la
pero ahistórica porque asimismo requiere de una ideología no tiene historia a la tan citada afirmación
forma de estructura permanente. O, en términos más de Freud “el inconsciente es eterno”.
contundentes, el mito suprime el tiempo, pero como Pero si la historia, al igual que en el caso del mito,
afirmábamos anteriormente, esto no excluye por sí a no puede suprimirse sin más, uno de los argumentos
la historia, más bien el mito “supera la antinomia de sobre los que Althusser construye su tesis es que
un tiempo histórico y consumado y de una estructura hay una diferencia entre la ideología en general y las
permanente”27. ideologías particulares. Discutiendo con la Ideología
Esta supresión de la antinomia entre el tiempo his- alemana, Althusser propone que la historia no está

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por fuera de la ideología, existiendo únicamente allí unidad del mito no es sino de tendencia proyectiva,
donde residen los individuos concretos. En virtud, son jamás refleja un estado o un momento del mito...”31.
las ideologías (en plural) las que detentan una historia La imposibilidad de remontarse hasta su fuente, hace
propia, aún cuando están determinadas en última ins- que los mitos sean in-terminables y en términos de su
tancia por la lucha de clases. Es, por el contrario, la análisis “el expediente no se cierra nunca”32.
ideología en general la que no tiene historia. Y estas De cualquier forma, lo insuperable de este obstáculo
dos afirmaciones, sostiene Althusser, no son contra- metodológico, no encuentra en Lévi-Strauss motivo
dictorias sino necesariamente vinculantes. Este es el para el pesimismo, ya que en definitiva “Este estado
sentido positivo que el autor le atribuye a la fórmula de cosas no tiene nada de desanimador, pues no di-
“la ideología no tiene historia”. De allí, entonces, la fiere tanto del que conocen los físicos entregados al
relación inherente a los contenidos particulares de estudio de las formas más estables y mejor organiza-
las ideologías y carácter permanente de la estructura das de la materia”33.
ideológica. Más aún, y a los efectos del objeto del presente, la
Althusser insiste en que la relación directa entre la relación entre el origen perdido de la estructura, en
premisa “la ideología no tiene historia” y la proposición virtud de su carácter permanente y omnihistórico, y
freudiana “el inconsciente es eterno” no es arbitraria, la aniquilación del sujeto como fuente del sentido,
sino teóricamente necesaria, puesto que esa relación cobran aquí su estrechez más evidente: “Dado que
es absolutamente orgánica. Y si a esto sumamos la ideología es eterna, debemos suprimir la forma de
ahora la premisa lévistrausseana “el mito suprime el temporalidad con la que hemos representado el fun-
tiempo”, llegamos así a la conclusión que tanto el mito, cionamiento de la ideología y decir: la ideología ha
como la ideología y el inconsciente no tienen histo- siempre-ya interpelado a los individuos como suje-
ria, pero siempre que por ello se entienda, como dice tos... los individuos son siempre-ya su-jetos”34.
Althusser, que “eterno no quiere decir trascendente Algo similar podemos decir en referencia a la re-
a toda historia (temporal), sino omnipresente, trans- lación del inconsciente como estructura eterna y el
histórico y, por lo tanto, inmutable a su forma en todo sujeto que, como producto de ella, es constitutiva-
transcurso de la historia...”29. mente escindido, haciendo del proceso de subjeti-
Al trasladar este asunto al análisis de los mitos, Lévi- vación un proceso siempre -aunque necesariamen-
Strauss encuentra una dificultad metodológica, ya que te- inacabado. Llegado el turno del mito, basta con
en cuanto “vehículo de la significación”30, los mitos sólo volver a la afirmación de Lévi-Strauss los hombres
pueden captarse en su devenir. Por ser su estructura no piensan los mitos sino que los mitos se piensan
transhistórica, no puede el mito remitirse a un origen ni en los hombres.
diseccionar sus partes al modo de un principio carte-
siano y, por lo tanto, “no existe término verdadero del Reflexiones finales
análisis mítico, ni unidad secreta por asir al final del A lo largo de estas páginas intentamos vincular las
trabajo de descomposición. Los temas se desdoblan nociones de ‘mito’, ‘ideología’ e ‘inconsciente’ a partir
hacia el infinito. Cuando se cree haberlos desenmara- de una serie de afirmaciones que le son comunes a los
ñado y tenerlos separados, simplemente se aprecia campos problemáticos en los que cada uno de esos
que vuelven a ligarse respondiendo a las solicitacio- conceptos se inscribe, a saber: que son ficciones en
nes de afinidades imprevistas. Por consiguiente la cuanto relatos en el registro discursivo que no se opo-

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nen a una verdad; que son estructuras inconscientes y miento mítico y en el pensamiento científico opera la
sin historia; que únicamente pueden pensarse a partir misma lógica, y que el hombre ha pensado siempre
de sus efectos y que finalmente, todos estos niveles igualmente bien”36
reflexivos permiten problematizar el vínculo estructu-
ral entre la subjetividad y las prácticas sociales sobre “Romper el determinismo natural, aunque sea en un
la premisa común del origen perdido de la estructura, solo punto, trastornaría toda la concepción científica
la historia y el sujeto. del mundo”37
La pregunta, más ambiciosa quizá, sea aquella que
indagase sobre la relación entre subjetividad y signifi-
cación, ¿cómo pensar el proceso de significación con
relación a una subjetividad distanciada de una instan-
cia fundante a la vez que no revista en cierto automa-
tismo sobre el que nada podría decirse? Es claro que
ésta es una pregunta por la política que excede los
alcances de este trabajo.
De todas formas, lo que se ha intentado en esta mo-
desta reflexión es rescatar el carácter profundamente
problemático de tales cuestiones y revalorizar los
aportes que la antropología estructural, el marxismo
y el psicoanálisis han ofrecido para que estos proble-
mas comenzaran a ser pensables desde el momento Notas
en que sus críticas hicieron tambalear todo aquello 1. VERNANT, Jean Pierre, Mito y sociedad en la Grecia anti-
que hasta ese entonces nos brindaba seguridad en gua, Madrid, Siglo XXI, 1994, p.171
2. Ibíd., p. 185
cuanto a nuestra identidad como fundamento y garan-
3. Ibíd., pp. 212-213
tía de certezas. Y si fue la autoridad de cierta idea de 4. LÉVI-STRAUSS, Claude, Antropología estructural, Buenos
ciencia la que ha encarnado el acceso a esa garantía, Aires, Eudeba, 1961, p. 199
quizá valga dejar resonando las siguientes provoca- 5. ALTHUSSER, Louis, La revolución teórica en Marx, Buenos
ciones: Aires, Siglo XXI, 1967, p.193
6. LÉVI-STRAUSS, Claude, El hombre desnudo, México, Siglo
“Se comprende también que la ciencia no pueda, en XXI, 1997, p. 568
su función social, reemplazar a la ideología, como lo 7. Ídem.
8. ALTHUSSER, Louis, “Freud y Lacan” en Posiciones, Gri-
creían los filósofos de la Ilustración, quienes no veían
jalbo, 1977, p.47
en la ideología más que ilusión o error sin ver en ella 9. FREUD, Sigmund, Algunas observaciones sobre el concep-
la alusión a lo real, sin ver en ella la función social to de lo inconsciente en el psicoanálisis, 1912, (ed. digital)
de esta unión -a primera vista desconcertante, pero 10. FREUD, Sigmund, “La interpretación de los sueños” en
esencial de la ilusión y de la alusión, del reconoci- Obras Completas, Buenos Aires, Biblioteca Nueva, 1981(b),
miento y del desconocimiento”35 p. 515
11. Ibíd., p. 520
“Tal vez algún día descubramos que en el pensa- 12. ALTHUSSER, Louis (1967), ob.cit. pp. 80-81
13. Ibíd., pp. 35-36

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14. Esta problemática es tratada de una manera muy clara 37. FREUD, Sigmund, “Lecciones introductorias al psicoaná-
en la conferencia que Derrida ofreció en la Universidad John lisis” en Obras completas, Buenos Aires, Biblioteca Nueva,
Hopkins en 1967, titulada “El signo, la estructura y el juego en 1981(a), p. 2133
ciencias sociales”, que luego conformó la edición La escri-
tura y la diferencia (entre otras ediciones, Anthropos-1989). Bibliografía
Allí se pone de manifiesto la crítica sostenida por el autor a la • ALTHUSSER, Louis, “Freud y Lacan” en Posiciones,
determinación del ser como presencia y el proceso decons- Grijalbo, 1977
tructivo que, desde la propia metafísica, se evidencia sobre • .................................., La filosofía como arma de la
la idea de un sujeto como centro organizador de la estructura revolución, México, Siglo XXI, 1974
de una época -en este caso la moderna - a partir de la noción • .................................., Ideología y aparatos ideológicos de
de “estructura sin centro”. Precisamente en esta conferencia, Estado, Buenos Aires, Nueva Visión, 1970
Derrida hace una mención explícita de Lévi-Strauss a propó- • .................................., La revolución teórica en Marx, Buenos
sito de las fisuras que presentan las estructuras dicotómicas Aires, Siglo XXI, 1967
que se hacen presentes, por ejemplo, en la prohibición del • FREUD, Sigmund, “Lecciones introductorias al psicoanálisis”
incesto y en la figura del bricoleur. en Obras completas, Buenos Aires, Biblioteca Nueva,
15. LÉVI-STRAUSS, Claude (1997), ob. cit., p. 566 1981(a) ............................., “La interpretación de los sueños”
16. LÉVI-STRAUSS, Claude, Lo crudo y lo cocido, México, en Obras Completas, Buenos Aires, Biblioteca Nueva,
FCE, 1968, p.27 1981(b)
17. ŽIŽEK, Slavoj, El sublime objeto de la ideología, MÉXI- • ............................., Algunas observaciones sobre el
CO, Siglo XXI, 1992, p.64 concepto de lo inconsciente en el psicoanálisis, 1912, ed.
18. LÉVI-STRAUSS, Claude (1997), ob. cit., p. 569 digital
19. Idem. • LACAN, Jacques, “El estadio del espejo como formador
20. ALTHUSSER, Louis (1967), ob.cit., p. 194 de la función del yo (Je) tal como se nos revela en la
21. ALTHUSSER, Louis, Ideología y aparatos ideológicos de experiencia psicoanalítica”, en Escritos 1, México, Siglo
Estado, Buenos Aires, Nueva Visión, 1970, p. 66 XXI, 1988
22. Ibíd., p. 70 • Lévi-Strauss, Claude, El hombre desnudo, México, Siglo
23. LACAN, Jacques, “El estadio del espejo como formador XXI, 1997
de la función del yo (Je) tal como se nos revela en la expe- • ........................................., Lo crudo y lo cocido, Fondo de
riencia psicoanalítica”, en Escritos 1, México, Siglo XXI, Cultura Económica, México, 1968
1988, p. 92 • ........................................., Antropología estructural, Buenos
24. LÉVI-STRAUSS, Claude (1997), ob. cit., p. 569 Aires, Eudeba, 1961
25. LÉVI-STRAUSS, Claude (1968), ob. cit. p. 21 • VERNANT, Jean Pierre, 1994, Mito y sociedad en la Grecia
26. Ibid., p. 27 antigua, Madrid, Siglo XXI, 1994
27. Ibid., p. 25 • ŽIŽEK, Slavoj, El sublime objeto de la ideología, MÉXICO,
28. ALTHUSSER, Louis (1970), ob. cit., p. 49 Siglo XXI, 1992
29. Ibid., p. 51
30. LÉVI-STRAUSS, Claude (1997), ob. cit., p. 585
31. LÉVI-STRAUSS, Claude (1968), ob. cit. p. 15
32. Ibid., p. 14
33. LÉVI-STRAUSS, Claude (1997), ob. cit., p. 573
34. ALTHUSSER, Louis (1970), ob. cit., p. 71
35. ALTHUSSER, Louis, La filosofía como arma de la revolu-
ción, México, Siglo XXI, 1974, p. 57
36. LÉVI-STRAUSS, Claude (1961), ob. cit., p. 210

Página 44 / Mito, ideología e inconsciente. Orígenes perdidos de la estructura, el sujeto y la historia - Carolina Collazo
Registro Bibliográfico
Collazo, Carolina
“Mito, ideología e inconsciente. Orígenes perdidos de la es-
tructura, el sujeto y la historia” en La Trama de la Comunica-
ción, Volumen 15, Anuario del Departamento de Ciencias de
la Comunicación. Facultad de Ciencia Política y Relaciones
Internacionales, Universidad Nacional de Rosario. Rosario,
Argentina. UNR Editora, 2011.

RECIBIDO: 24/07/2010
ACEPTADO: 13/08/2010

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