Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CONSTRUCCIÓN
El objetivo principal de esta tesina es demostrar que, a pesar de los prejuicios que pesan sobre
las maderas provenientes de bosques tropicales, estas tienen un alto potencial para convertirse
en un material de construcción sostenible por excelencia.
A raíz de los avances alcanzados en temas de ahorro de energía y energías renovables los
estudios sobre sostenibilidad en construcción están dando más atención a los materiales
utilizados. Los análisis de ciclo de vida han demostrado ser muy útiles para comparar y tomar
decisiones respecto a los materiales a utilizar para casos específicos.
La madera ha sido materia de mucha investigación en los últimos años y ha demostrado ser de
los materiales con mejores prestaciones para la construcción de elementos estructurales y
cerramientos desde el punto de vista de la sostenibilidad.
Por sus características físicas las maderas tropicales cuentan con atributos a favor de la
sostenibilidad que podrían permitir balancear los costos energéticos de su transporte, esto sin
considerar que nivel mundial los mercados de madera ya generan grandes desplazamientos
para maderas blandas o de bosques templados.
RESUMEN.................................................................................................................................. 2
ÍNDICE ....................................................................................................................................... 3
4 CONCLUSIONES .............................................................................................................. 18
5 BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................................. 20
Para la base conceptual de esta tesina se partirá de la definición de desarrollo sostenible como
un concepto ético que implica satisfacer las necesidades de la actual generación sin sacrificar
la capacidad de futuras generaciones de satisfacer sus propias necesidades (1). Este
concepto involucra todas las actividades productivas de la sociedad e implica un proceso
evolutivo de continua solución de conflictos entre los objetivos de equidad social, crecimiento
económico o prosperidad y calidad de vida dentro de la capacidad de sustento de los sistemas
naturales del planeta.
De acuerdo con L.P. Hedeberg se pueden resumir en 4 las condiciones para alcanzar una
sociedad sostenible (2):
1. No extraer de la tierra más recursos de los que se puede recuperar. Esto significa
detener casi en su totalidad la explotación minera y el uso de combustibles fósiles.
2. No utilizar materiales fabricados por el hombre que tarden un largo tiempo en
descomponerse.
3. Mantener las condiciones para que la naturaleza conserve su producción y su
diversidad.
4. Utilizar los recursos de manera eficiente y sin desperdicio. Los recursos disponibles
deben ser divididos eficientemente y de manera justa.
Queda claro que el término sostenibilidad no sólo está referido a relaciones del hombre con el
medio ambiente sino a relaciones entre sociedades que propicien un adecuado balance de
equidad y prosperidad.
Según el Worldwatch Institute de Washington, los edificios consumen el 60% de los materiales
extraídos de la tierra y su utilización, junto a la actividad constructiva, está en el origen de la
mitad de las emisiones de CO2 vertidas a la atmósfera.
1. Elegir materiales y productos que usen los recursos eficientemente. Reducir, reutilizar
y reciclar materiales a fin de reducir el consumo de recursos y afectación de
ecosistemas resultantes de de la extracción y cosecha. La utilización de materiales
durables, reutilizables, reciclables y renovables va en beneficio de este principio así
como la reducción de las cantidades de material utilizado.
2. Elegir materiales que minimicen la energía y emisiones de carbono contenidos. El uso
de materiales locales y materiales fabricados con fuentes de energía limpia contribuyen
a este principio.
3. Evitar materiales cuyos componentes o los derivados de su producción puedan causar
daño a la salud o al medio ambiente a lo largo de su ciclo de vida, desde su extracción
hasta su desecho
4. Elegir materiales cuyas características favorezcan estrategias de diseño sostenible
como comportamiento higrotérmico, desmontaje y reutilización, etc.
Los LCA están basados en un inventario de datos recolectados divididos en datos de entrada o
INPUTS, que se refieren a los recursos energéticos y materiales que el producto requiere y
datos de salida o OUTPUTS referidos a los residuos que el producto genera durante su
fabricación, utilización y eliminación.
Dado que los LCA son muy complejos y sólo son realizables y comprobables por especialistas,
existen normativas (ISO, ASTM, etc.) para su realización y dependiendo del producto se han
desarrollado certificaciones homologadas y herramientas de comparación como las diferentes
bases de datos y programas de evaluación (ITEC, BEES, Athena Environmental Impact
Estimator, BRE, etc.). La construcción de información organizada y homologada sobre el
impacto de los materiales es un proceso que se encuentra en una etapa relativamente
temprana y hasta la fecha es incipiente en los países en desarrollo.
Los bosques de monocultivo (en su mayoría son de especies coníferas) inducen altos niveles
de acidez en la tierra, reducen el PH de los ríos, generan altos niveles de erosión y se pueden
Se hace mucha referencia al comportamiento de la madera ante la acción del fuego. Las
estadísticas demuestran que la mayoría de los incendios se inician en objetos combustibles
contenidos en la habitación siniestrada (muebles, alfombras, cortinas, papeles, sustancias
inflamables, etc.) o por cortocircuitos. Una vez iniciado el incendio, tiene importancia relativa si
algún elemento es poco o muy inflamable. Lo que sí tiene importancia es la existencia de
elementos de construcción que al quemarse despidan gases tóxicos. La madera, si bien es
combustible, no es inflamable. Debido a su estructura celular y muy baja conductividad del
calor, resiste el desarrollo del fuego; la posibilidad de que arda depende de su distancia
respecto al foco de fuego y de que sea alcanzada directamente por las llamas. No ocurre lo
mismo con el hierro, el cual, por efecto del calor, colapsa. Lo mismo sucede con el hormigón,
superados los 500°C. Por ejemplo, en una construcción de paredes de mampostería y techo
de madera, éste arderá por lo general recién cuando todo el local esté en llamas. La estructura
de madera, al encenderse, pierde de medio a un milímetro por minuto de espesor o altura,
dependiendo del tipo de madera, por carbonización de las caras expuestas al fuego. Sólo basta
recordar lo que dura un leño en carbonizarse en una fogata. El calor comienza a evaporar la
humedad intercelular de la madera y, mientras ello ocurre, aumenta su resistencia,
contribuyendo a compensar la reducción de la sección. Este proceso de carbonización genera,
además, cenizas que retardan la acción del fuego. Cuando la temperatura alcanza de 400°C a
500°C, la madera arde sin dejar de carbonizarse. Es común que al concluir el incendio, la
estructura de madera carbonizada quede en pie, debiendo ser demolida. Otro aspecto por
considerar es que la madera posee un coeficiente de dilatación térmica muy bajo (0,000004
mm/°C), por lo cual los empujes por calentamiento en apoyos y empotramientos son mínimos,
evitándose los colapsos por esta razón.
También existen agentes ignífugos de distinto tipo (por acción superficial; por intumescencia;
por evaporación de agua; por interferencia de la combustión) que no representan problemas
para la salud ni emiten gases tóxicos durante el siniestro. La madera tratada con retardantes
para fuego puede soportar cargas de diseño por un largo periodo de tiempo, permitiendo el
abandono de los ocupantes y brindando tiempo adicional para combatir el incendio. Los
químicos impregnados reaccionan a temperaturas ligeramente por debajo del punto de ignición
de la madera, emitiendo vapores no combustibles y produciendo un carbón sobre la superficie
de la madera que sirve de aislante. Este carbón inhibe la ignición y reduce la expansión de las
llamas, la cantidad de humo y los vapores tóxicos que son emitidos por el fuego (8).
FSC - Forest Stewardship Council: Con 28% del área certificada a nivel mundial, tiene
mayor presencia en EEUU y en bosques tropicales a nivel mundial.
PEFC - Programme for the Endorsement of Forest Certification, anteriormente conocida
como Pan European Forest Certification System – cuenta con el 23% del área
certificada a nivel mundial, aunque al ser una etiqueta sombrilla autoriza a los bosques
con otras certificaciones como CSA o SFI a utilizar sus siglas. Tiene presencia
principalmente en Europa (Sólo el 1% de los bosques tropicales certificados).
CSA - Canadian Standards Association: cuenta con el 26% del área certificada.
SFI - The Sustainable Forestry Initiative: cuenta con el 20% del área certificada.
Logotipo de la FSC
Con la adopción a nivel mundial de los sistemas de certificación las áreas forestales manejadas
con criterio sostenible se están incrementando. La FAO ha calculado el área forestal
certificada en aproximadamente 121 millones de hectáreas a en el año 2002 (9), sin embargo
este dato incluye todo tipo de certificaciones (de diferente aceptación) y se encuentran diversas
contradicciones en la información disponible al respecto. La FSC lleva un registro detallado de
los bosques que certifica y el crecimiento a nivel mundial.
Los mercados se pueden dividir por grupos de especies o por productos. Así se reconocen los
mercados de trozas, de maderas aserradas, de tableros, de pastas celulósicas, de muebles y
partes de muebles y de aberturas, entre otros. Otra forma muy difundida, en especial entre los
anglosajones, es dividir a los mercados en, “de maderas de coníferas (softwoods)” y “de
maderas de latifoliadas (hardwoods)”. De esta división surge un primer error para aquellos que
no están familiarizados con esta forma de identificar a los mercados y productos: se asimila el
término hardwood a una madera dura cuando en realidad se hace mención a una madera de
1. Maderas de coníferas:
Maderas de coníferas de alta calidad, compuesto principalmente por las
especies de crecimiento más lento de las zonas frías, como son los abetos,
piceas y cedros, característicos de Escandinavia, Europa central, Canadá y la
costa norte del pacífico de Estados Unidos cuyos usos más destacados son
para pastas celulósicas de alta calidad (tienen fibras muy largas), madera de
uso estructural para construcción, molduras, aberturas, carpintería y muebles.
Pinos tropicales de rápido crecimiento, compuesto por los denominados pinos
amarillos del sur de EE.UU. de Mexico y el Caribe, a los que se puede asimilar
el P. radiata de Chile y Nueva Zelanda, entre otros. Tradicionalmente, las
maderas de estos pinos fueron consideradas de menor calidad, destinándose a
pastas celulósicas, tableros de fibra y aglomerado, aserrados para embalaje,
pallets y tarimas y solo en menor medida para usos como construcción,
molduras y partes de muebles. No obstante, con los avances en mercado hacia
estas maderas está cambiando y se las destina crecientemente para los
mismos usos que las otras coníferas.
Maderas duras (hardwoods): este mercado presenta un mayor número de
subdivisiones que el anterior porque está más influenciado por el concepto de
especie. Así hay un mercado de la teka o de las maderas tropicales para
ebanistería o de las maderas claras de Europa, etc. No obstante, podemos
señalar algunas subdivisiones principales:
o Maderas tropicales oscuras de alta calidad, utilizadas para chapas
decorativas, mueblería, carpintería fina y ebanistería. Este mercado
estuvo dominado tradicionalmente por las especies asiáticas y en
menor medida de África como por ejemplo teca, meranti, ramin,
okume; aunque reconoce especies de la región amazónica y del
Caribe, como el palo brasil, la caoba, el cocobolo, los cedros, etc.
o Maderas claras de alta calidad, integradas predominantemente por
especies características de zonas templadas, entre las que
encontramos los robles, hayas y olmos europeos y los fresnos, cerezos
y el liquidambar entre otras maderas de Estados Unidos.
Generalmente son originarias de Europa central y el sur de Estados
Unidos.
o Maderas de uso industrial, aptas para triturado (pastas, tableros),
envases, pallets, tarimas y carpintería en general como las salicáceas
y los eucaliptos entre las maderas de cultivo y ciertas especies de
menor valor de bosques nativos ( por ej. lauan en Asia, algunas virolas
en Brasil, abedules en Europa y álamos en Estados Unidos).
En Europa y especialmente en los países como Reino Unido, los Países bajos y Alemania, las
ONGs Ambientalistas fueron bastante activas en subrayar la gravedad del problema y las
consecuencias resultantes para la humanidad y el planeta tierra. La amplia publicidad en los
medios y los fuertes intereses políticos alineados a la causa del “movimiento verde”, han
convertido al aspecto ambiental en un tema muy cargado en los debates públicos y políticos
que se centran alrededor de la necesidad de tomar medidas remediales urgentes.
En los ochenta y al principio de los noventa, las presiones ambientales se sintieron en los
gobiernos para boicotear y prohibir el uso de las maderas tropicales. La presión se ejerció en
los mercados mayoristas y minoristas en contra de la venta de productos de maderas tropicales
mientras que los constructores, contratistas y arquitectos se les aconsejó reemplazar las
maderas tropicales por maderas templadas y otros materiales importantes. Las ONGs utilizaron
la campaña en contra de las maderas tropicales como una plataforma para obtener fondos
mientras que aumentaba el interés y preocupación del público sobre los riesgos de utilizar las
maderas tropicales. Por tanto, ONGs como “Greenpeace”, “Friends of the Earth (FOE) y el
Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) cuentan con fondos importantes para financiar us
campañas a gran escala y de forma efectiva (12).
4 Conclusiones
1. Existe una tendencia al aumento de la importancia de los materiales como parte de los
aspectos a tener en cuenta en la construcción sostenible. El uso de materiales
renovables, de baja energía incorporada y que cierren sus ciclos de vida son los
principales atributos a valorar.
5. Las ideas en contra del uso de maderas tropicales para construcción en países
europeos o en EEUU responden a criterios desinformados o desactualizados y la
investigación y difusión revertirá su efecto en los siguientes años.