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Caso 3
Caso 3
• La abogada Rosas tiene el grado de autor mediato del delito, ya que es quien
realiza el hecho punible por medio de otra persona, que este caso lo hace por
intermedio de Juan; es decir que, quien realiza el tipo penal se sirve de otro, para
la ejecución de la acción típica. Como nos refiere Alonso Peña que el autor
mediato es el que admite que otra persona, de la que se sirve como instrumento,
realice para él mismo, total o parcialmente, el tipo de un hecho punible (FREYRE,
2008, pág. 90). Dicho así: la Autoría Mediata la supone la intervención de dos
sujetos: uno que ejecuta formalmente el tipo penal, sin saberlo o incurso en una
forma de inculpabilidad, y el otro que sin realizar de forma fáctica el hecho en sí
típico, tiene el dominio del hecho pues sólo de él y no del instrumento depende la
concreción típica.
• Juan, el estudiante no tiene el grado de autor directo o inmediata, que refiere a
quien realiza personalmente el hecho y como nos señalan Rodríguez, Pérez &
Zúñiga (2009) que el autor es quien dolosamente tiene el desarrollo del hecho, el
que domina éste y puede tomar decisiones sobre la ejecución e interrumpirla en
cualquier momento (258.pág). Lo que no se da con Juan porque él no sabía que
estaba cometiendo un delito, sino que su actuar fue como un favor que viene hacer
el instrumento de una autoría mediata como se ha mencionado anteriormente. Por
ello, no es autor directo que es quien realiza el tipo ni tampoco es partícipe,
quienes contribuyen de una u otra forma a la realización de hecho.
• Con respecto al juez y con su actuar en la mención de los hechos se tiene
insuficiencia de datos por lo que no podemos decir que tiene el grado de cómplice,
puesto que para ser cómplice ya sea primario o secundario se tiene que tener
conocimiento de tal hecho que se cometió. Lo que no pasa con el juez, puesto que
no nos dice si él tenía conocimiento del actuar de la abogada para darle una
clasificación de cómplice primario ni secundario, ya que no se puede dilucidar
cuál es su participación en el hecho.
2. ACCIÓN
De acuerdo al hecho previsto, se presenta acciones que deben provocar un resultado típico
porque son relevantes e interesan al derecho penal y como lo menciona Sebastian Soler
(1970) que la acción, para serlo, debe contener normatividad porque desde que el delito
es acción, toda figura delictiva debe encerrar un verbo y que si ésta falta, es lo mismo que
si le faltara voluntad, fin, exterioridad, causación, cuerpo ejecutante, tiempo, espacio o
cualquier otro de los componentes de aquella ( Soler, 1970, pág.116). En el caso en
concreto se presenta una sola acción, que es la de endosar por parte de la abogada a Juan,
quien le pidió como un favor que cobrará los dos depósitos judiciales, a lo que Juan acude
con los depósitos y endosados a su nombre al banco de La nación y cobra el dinero. Ahí,
podemos evidenciar que la acción tiene cualidades que debe revestir la acción humana
para ser penalmente relevante porque no hay acción sin conocimiento, ya que sólo
mediante el adquiere el hombre el dominio de las cosas y relaciones sin las cuales su hacer
no es posible. Asimismo este concepto de acción se le atribuye una doble función. Por
una parte, debe poder servir como fundamento común de todas las formas de
manifestación de un comportamiento jurídico-penalmente relevante (hacer, omitir; un
hecho doloso e imprudente) (función de base del concepto de acción). La otra función,
más relevante desde una perspectiva práctica, consiste en excluir aquellos
comportamientos que escapan al dominio de la voluntad y, por lo tanto, no pueden
considerarse como comportamientos propiamente humanos (función de delimitación del
concepto de acción) (Wessels, Beulke, & Satzger, 2018, pág.52).
Como se puede ver la conducta es típica y como afirma Santiago Mir Puig (2006) que
toda conducta típica debe integrarse de las dos componentes necesarias de todo
comportamiento: su parte objetiva y su parte subjetiva. Pero aquí no se trata de comprobar
los caracteres generales de todo comportamiento que puede importar al Derecho penal
(carácter externo y final), sino de examinar si, una vez confirmada la presencia de un tal
comportamiento, el mismo reúne todos los requisitos de un determinado tipo penal. La
parte objetiva y la parte subjetiva de la concreta conducta deben encajar en la parte
objetiva y en la parte subjetiva del tipo para que concurra una conducta típica. La parte
objetiva del tipo abarca el aspecto externo de la conducta. Sólo se da en determinados
tipos penales. La parte subjetiva del tipo se halla constituida siempre por la voluntad
consciente, como en el dolo, o sin conciencia suficiente de su concreta peligrosidad, como
en la imprudencia, y a veces por especiales elementos subjetivos (Puig,2016, pág.219).
De igual manera y como nos dice Gunter Stratenwerth (2000) la tipicidad es la adecuación
del comportamiento (la conducta o el hecho) a un tipo penal, esto es una determinada
descripción prevista en la ley penal, la cual es la primera parte de la estructura del delito
que está ligada originariamente a una estricta clasificación entre elementos objetivos y
subjetivos: el ilícito típico estaba caracterizado solamente por elementos objetivos,
externos; la relación subjetiva del autor con su hecho sólo interesaba desde el punto de
vista de la culpabilidad (Stratenwerth, 2000, pág.162).
4. ANTIJURICIDAD
Siguiendo con este segundo elemento que es la antijuridicidad, el cual resulta relevante y
trascendente dentro del marco legal porque hace referencia a los comportamientos ilícitos
o contrarios al ordenamiento jurídico. El hecho suscitado si es antijurídico porque según
Claus Roxin (1997) sostiene que una acción antijurídica es formalmente en la medida en
que contraviene una prohibición y mandatos del Derecho penal, en la cual en ella se
plasma una lesión de bienes jurídicos socialmente nociva y que no se puede combatir
suficientemente con medios extrapenales (Roxin, 1997, pág.558). De ahí, que la conducta
típica realizada por la abogada es antijurídica ya que ésta contraviene las normas
prohibitivas del ordenamiento jurídico; es decir la antijuricidad o ilicitud significa
contradicción entre el comportamiento y la norma.
Bajo esa misma línea, Carlos Fontan (1998) nos dice que la antijuridicidad señala la
relación de contradicción entre el acto y el orden jurídico porque es la contrariedad al
Derecho. Pero lo que al jurista interesa conocer es el contenido, la materialidad de ese
conflicto entre el hecho y el Derecho. Hoy prevalece el criterio según el cual el hecho es
antijurídico cuando, además de contradecir al orden jurídico, lesiona, pone en peligro o
tiene aptitud para poner en peligro, según la previsión legal, bienes jurídicos tutelados por
la ley penal (Fontan,1998, pág 253). En ello, podemos evidenciar que la antijuricidad no
es una característica específica de la acción delictuosa; no toda lesión o puesta en peligro
de bienes jurídicos tiene significación penal; la calidad de antijurídico es una condición
necesaria, pero no suficiente, para calificar el hecho de delito; la acción ha de ser
típicamente y antijurídica para reunir las características de un hecho punible. Esta
característica sólo se logra a través de las disposiciones de la ley penal. Decimos de la ley
penal y no de las figuras de la parte especial, porque la tipicidad resulta de las previsiones
de la ley penal considerada como un todo orgánico.
5. CULPABILIDAD
Asimismo, nos dicen Villegas & León (2017) que en la culpabilidad se establece si el
agente debe o no soportar las consecuencias que tal hecho acarrea, siendo responsable por
su actuar. La culpabilidad se realiza a partir de una actitud reprobable del sujeto que
determina una actitud interna jurídicamente deficiente del autor a partir de la cual se
determinó la decisión de cometer el delito.culpabilidad debe entenderse como una
actuación injusta a pesar de que el mandato normativo era asequible al sujeto, esto es "...
estaba disponible en el momento del hecho para la llamada de la norma según su estado
mental y anímico (...). Cuando la posibilidad psíquica de control que existe en el adulto
sano en la mayoría de las situaciones existe en el caso concreto”(Villegas &
León,2017,pág.222-226). Aquí podemos evidenciar que la abogada está en la capacidad
de comportarse conforme al mandato de la norma y sin embargo no adopta ninguna de
las alternativas de conducta que le son asequibles y no son contrarias a la norma.
PENALIDAD
Por otro lado, no se presentan circunstancias agravantes que es un factor que, según la
ley, aumenta la gravedad de un delito o falta. Estos factores pueden incluir la violencia
extrema utilizada, la premeditación del delito, la reincidencia, el abuso de poder o la
vulnerabilidad de la víctima.En cuanto a Juan, no hay agravantes ni atenuantes porque el
no cometio ningun delito porque como se ha mencionada anteriormente el no no
cometido ningún delito. A ello, se agrega que las circunstancias agravantes y las
atenuantes que se determinan en el delito no se tornan en cuenta a favor ni en contra del
reo. Con el mismo criterio se ponen a su cargo y a su favor las agravantes y atenuantes
aunque no las hubiera conocido ( Cornejo, 2015, pág.252).
Por otra parte, tampoco hay causas que extingan la acción penal que están tipificadas en
el artículo 78 del Código Penal, en las que no procedería procesar penalmente a una
persona. Hay que señalar, sin embargo, que estos supuestos se sustentan igualmente en
la falta de necesidad de imponer una pena, por lo que se expresan materialmente como
causas de exclusión de la punibilidad, tal como sucede, por ejemplo, con la prescripción
(Cavero, 2019, pág. 940). Lo que no pasa en este caso porque la abogada es juzgada. No
obstante, nuestro Código Penal les da un tenor procesal al regularlas como causas de
extinción de la acción penal. Las causas de extinción de la acción penal que impiden el
inicio o la prosecución de un proceso penal son la muerte del imputado, la prescripción,
la amnistía, el derecho de gracia, la cosa juzgada y, en el caso de los delitos de acción
privada, el desistimiento y la transacción.
En este punto vamos a determinar la penalidad de Rosa y teniendo en cuenta que fue
delito de librando y cobro indebido, el cual la pena oscila entre 1 y 5 años, encontrándose
solo el atenuante de no tener antecedentes penales en su haber, y como lo determina el
artículo 45-A, se debería de ubicar su pena en el tercio inferior.
Donde:
Hallar:
X = Extremos de cada tercio en meses
( 5 - 1) x 12 meses = 16 meses
3
Después de haber previsto la pena, veremos la suspensión de la pena que está establecido
en el artículo 57° del código penal el juez puede suspender la ejecución de la pena
siempre que se reúnan los requisitos (.......) . Esto no lo podemos ver en la pena que se
estableció para Rosa, ya que en ello no se puede suspender la pena , la cual refiere y
como dice Sergio Garcia (2007) la suspensión condicional de la ejecución de la pena es
uno de los más eficaces sustitutos de las penas privativas de libertad. Si este es el
objetivo final, su aplicación debe ser la ocasión para tratar de rehabilitar socialmente al
condenado. Esta tarea requiere ejercer, mediante las reglas y durante el periodo de
prueba, un control eficaz sobre el condenado (Garcia, 138). De ahí, que la suspensión
está dada a todo reincidente; ahora, sólo se aplica a quien no haya reincidido en delito
doloso perseguible de oficio o cuya condena no se refiera a alguno de los delitos
señalados en la fracción del artículo fija otras condiciones y requisitos.