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ORACION DE FE CRISTIANA

Oración del pecador

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Oración del pecador, o también llamada: Oración de fe, es un término
usado en las Iglesias evangélicas para referirse a la oración realizada por un
creyente al momento de su conversión al cristianismo con la intención de
iniciar una relación personal con Dios a través de su hijo Jesucristo, según la
doctrina cristiana evangélica de la salvación. No consiste en la recitación de
un determinado credo sino en una oración (normalmente improvisada y
guiada por un predicador) en la que el creyente se confiesa pecador y pide
el perdón divino por medio del sacrificio de Jesucristo. Puede ser tanto una
profesión de fe inicial de un nuevo creyente como una reafirmación
posterior.

Aunque no tiene una fórmula específica, la oración normalmente incluye


algunos elementos como: la confesión de lo que el creyente considera una
vida pecaminosa, el reconocimiento de su necesidad de salvación y
redención a través de Jesucristo, y un compromiso de recibir a Cristo como
salvador personal. Normalmente es una oración breve, simple y directa
guiada por un predicador que pronuncia la oración en voz alta haciendo una
pausa tras cada frase para que el nuevo creyente pueda repetirla.

Aunque no se considera importante el uso de palabras específicas, si se


considera crucial la actitud y la intención de quien la realiza. Quienes
defienden esta práctica ven un ejemplo bíblico de esto en el contraste entre
la oración del fariseo (que se considera a sí mismo como una persona
moralmente superior) y la del publicano (sinceramente humillado delante
de Dios):
Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano.
El fariseo, de pie, oraba en su interior de esta manera: "¡Oh Dios! Te doy
gracias porque no soy como los demás hombres, rapaces, injustos,
adúlteros, ni tampoco como este publicano.Ayuno dos veces por semana,
doy el diezmo de todas mis ganancias." En cambio el publicano,
manteniéndose a distancia, no se atrevía ni a alzar los ojos al cielo, sino que
se golpeaba el pecho, diciendo:¡Oh Dios!¡Ten compasión de mí, que soy
pecador!. Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro;
porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será
enaltecido.
Jesucristo, según el Evangelio de Lucas 18:10-14 (Versión Reina Valera
1960)
En ocasiones, la oración del pecador es realizada por cristianos ya
convertidos con el propósito de buscar redención o reafirmar su fe en Cristo
durante un momento de crisis en el que la muerte es inminente.

La práctica de la oración del pecador es común entre varias


denominaciones cristianas evangélicas incluyendo bautistas,
fundamentalistas y pentecostales, aunque generalmente no es practicado
por Iglesia católica, Iglesia Anglicana, Iglesia Ortodoxa, Iglesia Luterana y
otras tradiciones cristianas antiguas.

Orígenes
El uso de la oración del pecador por parte de conocidos evangelistas
estadounidenses como Billy Graham, y de organizaciones como Campus
Crusade for Christ hizo que durante el siglo XX esta práctica se extendiera
entre diversos grupos evangélicos a nivel mundial. Actualmente la mayoría
de los teleevangelistas invitan a los televidentes a realizar la oración del
pecador para convertirse en cristianos. También los tratados evangelísticos
suelen incluir alguna especie de oración del pecador y es frecuente que en
los servicios religiosos de las iglesias evangélicas los sermones concluyan
con el predicador invitando a los no convertidos a orar una oración del
pecador como parte de un llamado al altar.

Aunque no es posible encontrar ejemplos de este tipo de oración en la


Biblia, sus defensores afirman que su práctica está respaldada por pasajes
como Romanos 10:9-10, Lucas 18:13-14 y Mateo 7:7.

Ejemplo
'Padre celestial, se que he pecado contra ti y que mis pecados me separan
de ti. Me arrepiento sinceramente. Te pido me perdones y me ayudes a no
pecar de nuevo. Creo que tu Hijo Jesucristo murió por mis pecados, que fue
levantado de del pecador» muertos, que vive y oye mi oración. Invito a
Jesús a ser mi salvador y el Señor de mi vida, a gobernar y reinar en mi
corazón desde este día en adelante. Ruego que envíes tu Espíritu Santo
para ayudarme a obedecerte y redargüirme cuando peque. Prometo crecer
en gracia y en conocerte. Mi mayor propósito en la vida es seguir tu
ejemplo y hacer tu voluntad por el resto de mi vida. En Jesús oro, Amén.
Sitio Web Sinner's Prayer1
Críticos
Los críticos afirman que muchos de los supuestos convertidos mediante la
oración del pecador no llegan a madurar como cristianos. Un artículo de
David Gushee en la publicación Christianity Today afirma que la
"mediocridad y la hipocresía caracterizan la vida de muchos declarados
cristianos":
Cualquiera puede (y la mayoría de los estadounidenses lo hace) "creer" en
Jesús más que en otro tipo de salvador. Cualquiera puede (y la mayoría de
los estadounidenses lo hace) orar una oración pidiendo a Jesús que los
salve. Pero no muchos se embarcan en una vida completamente
consagrada al amor a Dios, al amor al prójimo, a la práctica moral de la
voluntad de Dios y al discipulado radical.
David P. Gushee2
Gushee anima a los creyentes a ir más allá de la oración del pecador y
"embarcarse en una vida completamente consagrada al amor a Dios, al
amor al prójimo, a la práctica moral de la voluntad de Dios y a un
discipulado radical".

El único pasaje del Nuevo Testamento en que se llama a alguien a alcanzar


salvación como resultado inmediato de una oración individual y de un
estado personal delante de Dios, está en el libro de los Hechos de los
apóstoles, que narra que el apóstol Pedro reprendió a Simón el Mago
diciéndole que debía arrepentirse y orar pidiendo perdón (pese a que
Simón ya había sido bautizado).3

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