Está en la página 1de 7

Unidad 7 Semana 3 – sesión 2

EDUCACIÓN RELIGIOSA
Estimado estudiante a continuación te presentamos las fichas didácticas que contribuirán a tu
formación integral como estudiante, en especial encontrarás temas que guardan relación con valores
humanos, los mismos que fortalecerán tu identidad, acrecentará tu espiritualidad y tu sentido de
trascendencia.

*Todos los materiales como fichas de lectura y de trabajo estarán disponibles en el


Classroom, de lo contrario solicítalo a tu profesor o profesora.
*Los productos que elabores el día de hoy deberán ser compartidos en el Classroom (ejem.
con el título “SEMANA 2 - Actividad 1”).

Es por ello por lo que apelamos a tu compromiso con Dios y por ende con el prójimo para
empezar esta hermosa etapa de crecimiento y amistad con el creador.
Título de la unidad 7: Un nuevo cristiano para un mundo nuevo
Tema 1: La Iglesia en la encrucijada del mundo actual .
Tema 2. La presencia de la Iglesia en los medios de comunicación e internet .
Tema 3. La Iglesia y las nuevas ideologías
Tema 4. La solidaridad
Tema 5. Llamados a la conversión
Tema 6. Vocación a la santidad
Tema 7. Vocación cristiana del hombre en el mundo
Tema 8. El relativismo y el ateísmo
Tema 9. El individualismo y el hedonismo
Unidad 8
Tema 10. La dignidad humana
Tema 11. Ecumenismo.
Tema 12. La doctrina social de la Iglesia
Tema 13. Los derechos humanos.
Tema 14. Mi Credo

1
Unidad 7 Semana 3 – sesión 2

Ficha 6

META: Valora el llamado de Jesús a la conversión de


corazón.

TEMA 6: Vocación a la santidad

Criterios de éxito:
- Identificamos que es la santidad y como se puede alcanzar.
- Reconocemos que todos podemos alcanzar la santidad
guiados por el Espíritu Santo.
- Valoramos la intercesión de los Santos por nosotros los
pecadores.

I. EMPEZAMOS

La santidad de vida a la que Dios nos llama a todos es amar a Dios y amar al
prójimo: Amar a Dios Padre como te ama Jesús y amar a nuestros prójimos
como Jesús nos ama. Esta tarea de ser santos aunque a primera vista parezca algo
sencillo, no resulta una tarea fácil ya que son muchos los obstáculos que encontraremos
en nuestra larga lucha por conseguirlo. Quizá uno de los principales obstáculos tenga su
origen en nosotros mismos, en nuestro egoísmo. Por ello nuestra primera tarea
será convertirnos.
1. Jesús, nuestro modelo de santidad Jesús es nuestro modelo de santidad: Él no sólo fue
un predicador de la santidad, también fue su modelo, el principal de todos. Dice a
propósito la ―Lumen Gentium‖: «Nuestro Señor Jesucristo predicó la santidad de vida, de
la que Él es Maestro y Modelo, a todos y cada uno de sus discípulos, de cualquier
condición que fuesen. "Sed, pues, vosotros perfectos como vuestro Padre Celestial es
perfecto"» (Mt 5, 48) (cf Conc. Vat. II, LG 40).

2. Llamada universal a la santidad La llamada universal a la santidad ha sido


resaltada en estos últimos tiempos. Uno de los que más la han resaltado ha sido S.
Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei. Él, a lo largo de su vida, predicó
que todo hombre puede santificarse con su trabajo. Más que una invención original —que
no sería estrictamente concebible en la Iglesia Católica—, lo que Monseñor Escrivá hizo
fue extraer las consecuencias de una resuelta actitud de vuelta a las fuentes. En la más
íntima esencia del mensaje evangélico, Monseñor Escrivá descubre una llamada divina,
universal e igualitaria a la realización del ideal cristiano en la vida de cada hombre, sin
distinción de clases ni personas, modos de vida ni estados sociales.
2
Unidad 7 Semana 3 – sesión 2

En el lenguaje tradicional de la Iglesia, desde la era apostólica, a eso se le llama


vocación a la santidad. San Josemaría Escrivá de Balaguer dijo algo que después
repetiría la voz oficial de la Iglesia: Que esa llamada de Dios no era el privilegiado destino
de unos pocos, sino una invitación general y común para todos los cristianos. El mensaje
de la llamada universal a la santidad fue recogido por el Magisterio de la Iglesia en el
Concilio Vaticano II en la Constitución dogmática sobre la Iglesia, Lumen Gentium, que
dedicó el capítulo V a tratar de este tema. Sobre esta llamada universal dice que ―todos
en la Iglesia, ya pertenezcan a la jerarquía, ya pertenezcan a la grey, son llamados a la
santidad, según aquello del Apóstol: "Porque ésta es la voluntad de Dios, vuestra
santificación (1 Tes 4,3; Ef 1,4)‖ (LG n. 39).

3. El fiel cristiano ha de seguir a Cristo Sacerdote, Profeta y Rey


Los fieles cristianos también participan de las tres funciones –también conocida como
“Tria munera” de Cristo: Sacerdote, Profeta, Rey.
a. Los fieles cristianos participan en la misión sacerdotal de Cristo cuando ofrecen como
sacrificio espiritual ―agradable a Dios por mediación de Jesucristo‖ (1Pe 2, 5), sobre todo
en la Eucaristía, la propia vida con todas las obras, oraciones e iniciativas apostólicas, la
vida familiar y el trabajo diario, las molestias de la vida sobre llevadas con paciencia, así
como los descansos físicos y consuelos espirituales. De esta manera, también los laicos,
dedicados a Cristo y consagrados por el Espíritu Santo, ofrecen a Dios el mundo mismo
(cf Comp. del CCE n. 189; CCE nn. 901 - 903).
b. Los laicos participan en la misión profética de Cristo cuando acogen cada vez mejor en
la fe la Palabra de Cristo, y la anuncian al mundo con el testimonio de vida y de la
palabra, mediante la evangelización y la catequesis. Este apostolado ―adquiere una
eficacia particular porque se realiza en las condiciones generales de nuestro mundo‖ (cf
Vat. II, LG. n. 35) (cf Comp. del CCE n. 190; CCE nn. 904 - 907, 942).
c. Los laicos participan en la misión regia de Cristo porque reciben de Él el poder de
vencer el pecado en sí mismo y en el mundo, por medio de la abnegación y la santidad de
la propia vida. Los laicos ejercen diversos ministerios al servicio de la comunidad, e
impregnan de valores morales las actividades temporales del hombre y las instituciones
de la sociedad (cf Comp. del CCE n. 191; CCE nn. 908 - 913, 943).
4. Medios para llegar a la santidad
Los medios con que cuenta el cristiano para santificarse se pueden resumir en dos ideas:
primero, vivir la propia vida como don de Dios, y, segundo, según la voluntad de Dios.
Antes de continuar hay que hacer unas puntualizaciones sobre los medios de
santificación.

3
Unidad 7 Semana 3 – sesión 2

a. La idea de medio de santificación debe estar despojada de toda interpretación que


considere que exista como «una técnica de la santidad».
b. No se puede olvidar que durante el transcurso de su existencia terrena, el cristiano está
en el régimen de anticipación de lo prometido, de incoación de lo que en su día será
pleno. Y ese régimen supone la existencia de tensiones, más aún, la existencia de la
exterioridad. Esto nos conduce a que hay una necesidad de ascesis y de unos medios de
santificación. La necesidad de ejercitarse en el uso de unos medios concretos que
ordenen a la santidad nace precisamente de la aún no plena realización de la
transformación del
ser humano y la no plena impresión en él de la imagen de Dios. Ahora damos a
continuación un cuadro sinóptico de los diversos medios ascéticos o ejercicios de
perfección:
c. Actos en los que consiste la misma santidad (pueden calificarse de medios en cuanto
que en su repetición está el crecimiento del ser sobrenatural):
La unión con Dios, a través del trato personal con Él, la identificación e imitación de
Jesucristo, y la devoción a la Virgen y a los santos.
La lucha contra el pecado y la práctica de las virtudes, y las voces correspondientes a las
diversas virtudes.
El apostolado o cumplimiento de la misión divina con respecto a quienes nos rodean.
d. Medios que suponen situar al hombre en la estructura de la economía salvadora, tal y
como ha sido querida por Dios:
Los sacramentos, especialmente la confesión y la Eucaristía.
La lectura y meditación de la Sagrada Escritura.
La práctica metódica de la vida de oración.
La liturgia.
La participación en la vida eclesial y en asociaciones apostólicas o de
piedad.
e. Medios estrictamente personales o psicológicos:
La dirección espiritual.
Ejercicios para fomentar la presencia de Dios.
Ejercicios de mortificación.
Exámenes de conciencia y revisiones de vida.
Días de retiro, conferencias o círculos de formación, lectura de libros
religiosos, etc.
Plan de vida.

4
Unidad 7 Semana 3 – sesión 2

5. Los santos
Veneración de los santos.

La Iglesia católica denomina santos‖ a aquellas personas que han practicado las virtudes
cristianas de un modo heroico y cuya santidad de vida a sido proclamada solemnemente
por la Iglesia. Los primeros santos venerados fueron los discípulos de Jesús y los
mártires (los que murieron por Cristo). Más tarde también se incluyó a los confesores (se
les llama así porque con su vida «confesaron» su fe), las vírgenes y otros cristianos que
demostraron amor y fidelidad a Cristo y a su Iglesia y vivieron con virtud heroica.
Con el tiempo creció el número de los reconocidos como santos y se dieron abusos y
exageraciones, por lo que la Iglesia instituyó un proceso para estudiar cuidadosamente la
santidad. Este proceso culmina con la «canonización».
La devoción a los santos es una expresión de la doctrina de la Comunión de los Santos
que enseña que la muerte no rompe los lazos que unen a los cristianos en Cristo.

Intercesión de los santos.


Los santos pueden interceder por nosotros en virtud de que están en Cristo y gozan de
sus bienes espirituales. Esta intercesión nunca reemplaza la oración directa a Dios, quien
puede conceder nuestros ruegos sin la mediación de los santos. Pero, como Padre, se
complace en que sus hijos se ayuden y así participen de su amor.

ACTIVIDAD 1

1. ¿En qué documento ha quedado recogido el mensaje de la llamada universal a la


santidad?

El mensaje de la llamada universal a la santidad fue recogido por el Magisterio de la


Iglesia en el Concilio Vaticano II en la Constitución dogmática sobre la Iglesia, Lumen
Gentium, que dedicó el capítulo V a tratar de este tema.

2. ¿Cómo participan los fieles cristianos en la misión sacerdotal de Cristo?

Los fieles cristianos también participan de las tres funciones –también conocida como
“Tria munera” de Cristo: Sacerdote, Profeta, Rey que es la misión que recibimos con el
bautismo.

5
Unidad 7 Semana 3 – sesión 2

3. ¿Quiénes son los santos?

La Iglesia católica denomina santos‖ a aquellas personas que han practicado las
virtudes cristianas de un modo heroico y cuya santidad de vida a sido proclamada
solemnemente por la Iglesia.

4. ¿Por qué los santos pueden interceder por nosotros?

Los santos pueden interceder por nosotros en virtud de que están en Cristo y gozan de
sus bienes espirituales.

II. LA PALABRA DE DIOS

Lumen gentium N° 41

Una misma es la santidad que cultivan en cualquier clase

de vida y de profesión los que son guiados por el espíritu

de Dios y, obedeciendo a la voz del Padre, adorando a

Dios y al Padre en espíritu y verdad, siguen a Cristo pobre, humilde y cargado con la

cruz, para merecer la participación de su gloria. Según eso, cada uno según los

propios dones y las gracias recibidas, debe caminar sin vacilación por el camino de la

fe viva, que excita la esperanza y obra por la caridad.

Según el texto: ¿Cuál es la principal característica de las personas que alcanzan la

santidad?

¿Quienes podrían alcanzar la santidad?

6
Unidad 7 Semana 3 – sesión 2

III. NOS EVALUAMOS

Si/NO Evidencias Autorregulación: ¿Qué


Criterios de éxito ¿Cómo lo sé? puedo hacer para mejorar?

Identificamos que es la santidad y


como se puede alcanzar.
Reconocemos que todos podemos
alcanzar la santidad guiados por el
Espíritu Santo.
Valoramos la intercesión de los
Santos por nosotros los pecadores.

IV. MI COMPROMISO
A qué me invita Jesús con su llamado a la conversión ¿qué debo cambiar que me impide seguirlo? ¿qué
debo cambiar con mi familia , con mis compañeros?

También podría gustarte