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BIBUOTECAS PÚBUCAS

La historia por capítulos


El uso de un recurso clásico para
mantener la asistencia de los más
pequeños a la biblioteca

No podemos dejar escapar que el fin fun­ da supera y colapsa la oferta en pocos días.
José Manuel Roás Triviño
damental de la biblioteca es acercarla al Sin embargo, las segundas, las que se reali­
Maestro de Educación Infantil
jomaroas@terra.es máximo de personas posible y convertirse zan por la tarde, se encuentran en el otro
en verdadero foco de difusión cultural. En extremo: en algunos casos corren incluso el
este sentido, las actividades culturales que riesgo de quedar desiertas.
se organizan desde nuestras bibliotecas de El porqué de esta diferencia de asistencia
distrito vienen a ser un reflejo de ese deseo, estriba en la obligatoriedad de las activida­
transformándose en escaparates de la des de mañana y la voluntariedad de las de
misma, a modo de puerta abierta a un públi­ tarde. Y no podemos dejar de preguntamos
co potencialmente usuario. cuál de las dos formas nos acerca más a los
objetivos fundamentales: generación de
usuarios y préstamos, así como el desarrollo
El usuario infantil
de actitudes tales como el aprecio por los
Desde hace algún tiempo se ha generado libros y el gusto por la lectura.
una concienciación especial hacia los más Aquí surge el dilema de por cuál de esas
pequeños, siendo una inquietud común a dos modalidades de actividad inclinamos, y
casi todas las bibliotecas. El público infantil para ello se hace necesaria una reflexión
se ha tornado en un verdadero centro de más profunda acerca de cuál de ellas nos
atención y una de las prioridades básicas en aproxima más a dichos objetivos y cuáles
la planificación de dichas actividades. son los beneficios que reportan cada una de
Los niños, qué duda cabe, representan el las ellas.
mañana, de tal manera que una biblioteca La actividad de mañana, concertada
que no los contemple entre sus objetivos desde el colegio, abre la biblioteca, en la
preferentes estará cuestionando su propio mayoría de las ocasiones por primera vez, a
futuro desde sus mismos cimientos. multitud de nuestros escolares que asisten
Ahora bien, la idea de abrirlas y acercar­ con ilusión a las mismas. Pero no nos enga­
las a los niños en tantas ocasiones nos ñemos: también asisten con ilusión a una
enfrenta más a un reto que a un objetivo. granja-escuela o a una visita a un parque
Así, cada vez son más las bibliotecas que cercano o a una fábrica. Esa ilusión, no lo
cuentan con un espacio destinado a sala olvidemos, es la de salir de la escuela, de lo
infantil, y cada vez son más las actividades cotidiano, de las obligaciones, es la de por
que se planifican para los niños, pero la res­ una mañana salir de la rutina (la motivación
puesta es claramente desigual dependiendo en este caso es extrinseca a la propia activi­
de qué actividad se trate. dad) (1). En cualquier caso, la mayoría de
En este sentido, entre las actividades des­ los niños --cientos- no volverán a la biblio­
tinadas a ellos habria que diferenciar, en teca por propia iniciativa. Eso sí, podrán lle­
principio, básicamente dos: las de mañana y varse un buen recuerdo tras haber participa­
las de tarde. Las primeras se caracterizan do en alguna actividad lúdica y agradable.
habitualmente por una aceptación masiva, Por el contrario, a la actividad de tarde
debido a que funcionan por concierto con asiste un público mucho más reducido,
los centros escolares. Lo noonal es que en pero que, sin embargo, lo hace voluntaria­
Sandokan. un personaje litera­
cuanto se anuncian, los colegios las solici­ mente (la motivación en este caso es
rio llevado con éxito a la panta­
.11a ten pronto, hasta el punto de que la deman- intrínseca a la actividad) y por tanto, con

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un cierto deseo de vivir también un buen se mantenga más o menos igual. Por tanto,
rato. La diferencia con respecto a las acti­ nos encontramos con una aparente contra­
vidades de mañana es que, en este caso, al dicción, con dos necesidades aparentemente
haber asistido voluntariamente, las proba­ antagónicas a las que dar respuesta: nove­
bilidades de que vuelvan a hacerlo son dad y sistematicidad.
evidentemente mayores. Si mantenemos unas constantes, por un
Es aquí donde surge el dilema práctico de lado y conseguimos, por otro, llenar ese
decidir por qué apostamos o cuanto menos, espacio de novedades que les sorprendan,
a cuál de ambas modalidades dedicar nues­ podremos lograr involucrarlos en la activi­
tro mayor esfuerzo, nuestra preocupación y dad y habremos dado respuesta a ambas
en última instancia, en cuál de ellas volcar necesidades. De tal manera que, por una
más el presupuesto. parte, podemos mantener una temática y
estructura en las sesiones, así como un
mismo escenario, unas mismas consignas.
¿Cómo atraerlo?
Pero, por otra, cada sesión debe tener la vir­
No es empresa fácil atraer al público tud de sorprender, de ser sugerente, inespe­
infantil a la biblioteca, ya que además para rada... En las experiencias que sostienen a
ello se necesita en muchas ocasiones, y este artículo varios eran los recursos que las
dependiendo de las edades, del interés de dotaban de sistematicidad:
los padres. No obstante, la clave parece a) La temática que servía de hilo conductor
encontrarse en fonnar un núcleo de intere­ era la de los piratas. El adulto, el Capitán
sados; si esto se consigue, la mejor publici­ Barbanegra, necesitaba de una tripula­
dad no estriba en grandes gastos publicita­ ción, los asistentes. Y a éstos se les iba
rios o en llamativos carteles, sino en el dotando sesión a sesión de una serie de
"boca a boca". señas de identidad: cuál es la apariencia
Estrategias para crear ese núcleo existen, de un pirata (¡pecho fuera, barriga den­
tales como la del uso del carnet como recur­ tro, culo y puños apretados, dientes fuera,
so para atraer a los más pequeños a la nariz arrugada y ojos desorbitados!, grita
biblioteca, transmitiéndoles la idea de perte­ el Capitán), cómo viste (nadie puede
nencia a un club: el primer día de actividad asistir sin los calcetines desparejados,
se les propone la posibilidad de llevarse pues según Barbanegra es lo propio de un
cualquier volumen de todos los existentes y pirata), un mismo escenario (una isla con
se les promete el hacer ese sueño realidad si palmera y una jarapa a modo de mar).
el próximo día acuden con dos fotografias. b) Las sesiones contaban también con un
Así, como mínimo, a los que vuelven ese objeto simbólico, la espada, que va rotan­
día se les hace el carnet y ponen en práctica do: aquél que está atento a las preguntas
el préstamo, que, por sí mismo, les obliga al del capitán, aquél que mantiene su cara
menos a asistir un tercer día para efectuar la de fiero pirata va tomando el lugar de
devolución (2). Con todo, el quid aquí esta­ contramaestre, lo que les hace mantener­
ría en conseguir que esos días iniciales fue­ se en vilo: todos quieren poseerla. Poco a
sen realmente mágicos, de tal manera que poco se van viendo involucrados en las
fueran la auténtica publicidad de la activi­ historias de tal manera que se sienten
dad, actuando esos chicos, y sus padres, de protagonistas de lo relatado. No juegan a
verdaderos voceros de la misma. los piratas, son piratas.
e) A su vez, las sesiones mantenían un
mismo esquema: formación de entrada
¿Cómo mantenerlo? (bienvenida), a la isla (resumen del día
Los niños se empeñan en gran medida anterior), continuación de la historia y
por lo inmediato y se caracterizan por vol­ préstamo.
carse impetuosamente hacia aquello que les Ahora bien, todo ese andamiaje era el
llama la atención, a la vez que dispersan su sostén de una historia siempre deslum­
interés rápidamente en cuanto pasa la nove­ brante y maravillosa que ofrecía las nove­
dad. Pero, por contra, son extremadamente dades vitales imprescindibles que relata­
ritualistas, tanto más cuanto más pequeños ban las aventuras vividas por el Capitán
son: necesitan de un cierto orden y que éste Barbanegra.

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Un recurso tan clásico como válido ha Segunda sesión: De cómo el Tigre. San-
sido de inestimable ayuda durante toda mi dokán. termina en el fortín del jefe de los
andadura como cuentacuentos: la historia ingleses y se enamora de su hija (adapta­
por capítulos. La sistemática es tan sencilla ción de los capítulos IV-VIII).
como acertada: bastaba con ir adaptando En desigual lucha, los paraos (4) ponen
distintas historias, tales como La Isla del sus proas, en un alarde de heroísmo, rumbo
Tesoro o El Conde de Montecristo, que se al gigantesco crucero fabulosamente anna­
ofrecían como vividas por el Capitán Barba­ do. Pero en el enfrentamiento, los paraos
negra. Los relatos resultan hundidos y el
no eran para nada Tigre malherido.
fieles a los textos �19 Al despertar, se
originales, más bien ��
e c entra en .I� mis-
servían de pura ins­
EIIIlIO S.AI.GHI,�.-r'"
4!!:.
mlslma manslOn del
piración. La virtud �.... " ",,,
... jefe inglés donde se
fundamental estriba- �:(' �
hará pasar por un pesca-
ba en que cada sesión doro Allí conocerá y se
concluía en algún enamorará de su hija
punto álgido de la historia, en algún proble- Mariana, quien corresponde a sus senti­
ma por resolver, de fonna que si se quería mientos, a pesar de revelarle su verdadera
conocer la respuesta, los niños quedaban identidad.
emplazados a la sesión siguiente. Invitado por su anfitrión a una cacería,
son sorprendidos por un tigre que se les

j
E emplificación de la echa encima. Sandokán, sin dudarlo, lanza
un colosal salto y con su espada raja en dos
historia por capítulos
al temible animal. La hazaña provoca la
Sandokán y Los Tigres de
admiración de todos. Pero el padre de
Mompracem
Mariana sospecha de su identidad y comien­
Llegados a este punto merece la pena za a hacerle preguntas sobre su pasado.
exponer cómo se ha llevado a la práctica ¿Será descubierto?
uno de estos ciclos: el de Sandokán y Los Tercera sesión: Sandokán es descubier­
Tigres de Mompracem (3). Por eso, a conti­ to y se ve obligado a huir (adaptación de los
nuación, se ofrece un esbozo de la historia capítulos IX-X).
de las diferentes sesiones y cómo se con­ Definitivamente Sandokán es descubier­
cluía cada una de ellas. to por el inglés, pero, puesto en aviso por
Primera sesión: El capitán Barbanegra Mariana, escapa como un felino a través de
se encuentra con un tal Yáñez en una taber­ una ventana, abriéndose paso de cuantos le
na de la Isla de la Tortuga (adaptación de salen a su encuentro.
los capítulos 1-111). En la selva sufrirá y arriesgados lances:
Barbanegra, refugiado en la Isla de la persecución con perros, encuentro con solda­
Tortuga, se encuentra con un extraño tipo en dos... Finalmente se ve rodeado, aunque no
la Taberna del Tuerto. Éste le relata los ava­ descubierto, en un escondrijo en la copa de un
tares vividos hasta llegar allí. Yáñez, que asi gigantesco árbol. ¿Lo descubrirán y atrapa­
se llamaba, se presenta como el contramaes­ rán? ¿Conseguirá huir a Mompracem, su isla?
tre del más grande de los piratas malayos: El ¿Volverá por Mariana?
Tigre de Malasia. Cuarta sesión: La caza del unicornio
El Tigre es el defensor del pueblo mala­ (adaptación del capítulo XI).
yo contra el colonialismo inglés y decide En esta ocasión, Sandokán tenninará por
realizar un ataque a una de sus islas: encontrarse con Yáñez y escucharán los
Labuán. Él, junto con Yáñez, resuelven comentarios de unos soldados que portan
hacer una internada de reconocimiento en la malas noticias: Mariana ha enfennado mor­
isla. Se masca la tensión, cuando... ¡Boom! talmente y el único remedio es una pócima
Se oyen las estremecedoras andanadas de hecha a base de polvo de cuerno de unicor­
cañones en la bahía. Sin lugar a dudas, sus nio.
barcos han sido descubiertos. ¿Escaparán Ni cortos ni perezosos arribarán en la Isla
del temible crucero inglés? de los Animales Fabulosos, donde, tras múl-

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tiples avatares contra cíclopes, escorpiones Los piratas se deciden a acompañar a su


gigantescos, centauros... consiguen cazar a capitán y se hacen a la mar. Pero cuando se
un huidizo unicornio. van acercando a la isla inglesa les sorprende
De vuelta a Labuán, el Tigre se presenta una tremenda tempestad que impide avanzar
en el fortín con el precioso polvo curativo. a las dos embarcaciones so riesgo de estre­
¿Se curará Mariana? ¿Perdonará su padre a llarse contra las rocas.
Sandokán por su gesto de valor dejándolo Sandokán no se arredra y junto con su
escapar? inseparable Y áñez se tirán al mar para
Quinta sesión: De cómo Sandokán es seguir a nado. Alcanzan la costa y se infil­
liberado por Yáñez y consiguen huir a tran de nuevo en el magnífico fortín inglés.
Esperanza Vallejo. Yo. Mónica y
Mompracem (adaptación de los capítulos Aquí comprueban que la vigilancia de la
el Monstruo. Orlando Rodrí­
XII-XIV). casa de Mariana se ha doblado y se han guez. Colina. 1994
Como era de esperar, el malvado padre enrejado todas las ventanas. A Sandokán
de Mariana lo apresa y lo condena a muerte. solo se le ocurre dejarle un mensaje en el
Liberado in extremis por Yáñez, se hacen invernadero que Mariana visita cada maña­
con una embarcación con la que llegan a na, para advertirle de su presencia. ¿Encon­
Mompracem. trará el mensaje la joven? o ¿serán descu­
El Tigre no obstante está empeñado en biertos por los soldados?
volver a la isla de los ingleses para raptar a Séptima sesión: La trampa (adaptación
Mariana. Se trata de una empresa dificil y de los capítulos XVIII-XXIII).
arriesgada. ¿Permitirán sus tigrecillos que Mariana custodiada y prácticamente pri­
arriesgue su vida? ¿Lo acompañarán? ¿lo sionera por su padre no pudo realizar su
retendrán hasta que se le pase su locura? paseo matutino y, por tanto, no leyó la nota.
Sexta sesión: La expedición a Labuán Entonces Yáñez idea una celada: atrapar a
(adaptación de los capítulos XV-XVII). un soldado e infiltrarse como mensajero en

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Notas el fortín. Dicho y hecho. Así, se las ve a 2. Para ello, hay que escoger, en contra de
caballo llevando un supuesto mensaje acer­ 10 que hacemos habitualmente, una histo­
(1) AUSUBEL. NOVAK y HANE­
SIAN. Psicología educativa. Méxi­ ca de que Sandokán y sus secuaces han sido ria lo suficientemente dilatada y variada.
co: Trillas. 1995. Los autores se hechos prisioneros, por lo que Mariana y su 3. Sesión a sesión los niños van siendo cada
inclinan por una motivación intrio­
seca en cualquier actividad. advir­ padre pueden trasladarse a un lugar más vez más partícipes, viviéndola como pro­
tiendo de los riesgos del uso de seguro_ pia, como auténticos protagonistas de la
motivaciones extrinsecas.
El padre de Mariana no sospechaba lo historia: tan pronto son la tripulación de
(2) ROÁS. J. M. El carne\: un recurso
para atrller a los más pequeilos a la que le esperaba cuando hizo caso al mensa­ Barbanegra como los tigrecillos de San­
biblioteca. EDUC.iCJÓN r BJB/./OTE­
jero que los condujo hacia la emboscada en dokán_ Así, casi sin darse cuenta, van for­
e•. febrero 2001. n' 120. p.22-23.
(3) Se utilizaron las siguientes edicio- la que son vencidos y Mariana raptada al fin taleciendo sus lazos con la biblioteca, y
nes:
por Sandokán_ Pero aún les esperaba un últi­ convirtiéndose en usuarios y formándose
SALGARJ, E. Siutdoká". Madrid:
Edaf, 1999. mo peligro, el crucero inglés de la bahía. como tales al hacer uso del servicio de
SALGARI, E. Los tigres de Mom­ ¿Conseguirán zafarse de su vigilancia y lle­ préstamo, animados por el cuentacuen­
pracem. Barcelona: Plaza &. Janés,
2000. gar a Mompracem o por el contrario serán tos.
(4) Embarcación filipina de cierto cala­ vencidos de nuevo? 4. Con todo, van conociendo el espacio de
do pero muy ligera.
Octava sesión: Huida y naufragio la biblioteca, apropiándose del mismo:
(adaptación del capítulo XXIV y final de la van aprendiendo dónde se encuentran los
historia para enlazar con Barbanegra). volúmenes y las colecciones más apro­
Como era de esperar. a pesar de todas las piadas para su edad, así como los códigos
precauciones, son descubiertos y se ven de los tejuelos (diferenciados por colores
obligados a verse las caras con la temible según las edades)_
nave enemiga. En un terrible intercambio de 5. Los niños acompañan la narración dra­
cañonazos consiguen inutilizarla. pero a su matizándola con gestos y expresiones de
vez los paraos quedan tan maltrechos que todo tipo que van conformando todo un
terminan por hundirse en altamar. Desviado repertorio que refuerza la identidad del
por fuertes corrientes, Yáñez queda solo en grupo. Terminan por hacerse amigos
las aguas malayas y es convertido en mer­ unos de otros: surge un nuevo aliciente
cancía por el barco de negociantes de escla­ para acudir a la biblioteca.
vos que lo rescata. 6. El hecho de mantener la misma historia
El barco se dirige al Caribe donde piensa (en nuestro caso, la de Sandokán) hace
realizar la suculenta venta_ No obstante, que el hilo conductor de las sesiones sea
yáñez, a base de restregar los grilletes, con­ doble: relatar una sola historia y además
sigue escaparse lanzándose al mar durante incluirla como parte de otras (el capitán
la noche. Y así es como llegó hasta la Isla de Barbanegra que es quien recorre, ora las
la Tortuga y a la Taberna del Tuerto, donde páginas de La Isla del Tesoro, ora las de
relata toda esta historia al Capitán Barbane­ El Conde de Montecristo, ora las de San ­
grao Éste, viendo su valor, no duda en con­ dok¿m, en boca de Yáñez).
tratarlo como contramaestre para su embar­ 7. La apuesta por las actividades de tarde,
cación. tal como se plantea en estas páginas,
parece más que acertada, por cuanto
posibilita y propicia, a la vista de los
Conclusiones resultados, la generación de usuarios de
Pautas transferibles a otros contextos,
la biblioteca.
a otros públicos, a otras bibliotecas
8. Todo lo expuesto no sería posible sin la
1. Yendo más allá de la mera anécdota, sea realización de actividades de larga dura­

cual sea el relato que sirva de soporte, ción que de forma sistemática se desarro­

hay que reconocer que la historia por llasen en un arco de tiempo más o menos

capitulos consigue el efecto deseado: el largo y sin el apoyo de los directores y

suscitar en los niños el interés por asistir auxiliares de las bibliotecas en los que se

a la sesión siguiente para descubrir el ha llevado a cabo esta experiencia. Mi


desenlace de tumo. Se trata de interrum­ agradecimiento más sincero a Pablo, José

pir la narración en uno de los momentos María. Carmen, Reme y Paco, sin cuya

culminantes de la misma. colaboración todas estas experiencias


habrían sido inútiles. 11

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