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Sandro Botticelli

Detalle de la Adoración de los Reyes Magos de la Galería


Uffizi. Supuesto autorretrato de Botticelli.

Información personal

Nombre de
Alessandro di Mariano di Vanni Filipepi
nacimiento

Nacimiento 1 de marzo de 1445


Florencia, República de Florencia

Fallecimiento 17 de mayo de 1510 (65 años)


Florencia, Italia

Sepultura Iglesia de Ognissanti

Nacionalidad Italiana

Religión Iglesia católica

Educación

Alumno de  Fra Filippo Lippi


 Andrea de Verrocchio

Información profesional

Área Pintura

Años activo 1460-1510

Empleador Andrea de Verrocchio

Alumnos Filippino Lippi

Movimiento Primer Renacimiento y Escuela florentina

Seudónimo di Mariano Filipepi, Alessandro

Géneros Retrato, pintura de historia, pintura religiosa,


alegoría, pintura mitológica y arte sacro

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La Virgen y el Niño con la corona de espinas y tres


clavos. 1477. Temple y óleo sobre tabla. Retablo de madera tallada y punzonada con
aplicación de hoja de oro. Museo Soumaya, México
Alessandro di Mariano di Vanni Filipepi, apodado Sandro Botticelli (Florencia, 1 de
marzo de 14451-Florencia, 17 de mayo de 1510), fue un pintor del Quattrocento italiano.
Pertenece, a su vez, a la tercera generación cuatrocentista, encabezada por Lorenzo de
Médici el Magnífico y Angelo Poliziano. Procuraron la libertad de conducirse
humanamente, recogida de la antigüedad clásica.2 Giorgio Vasari narra, en su Vita de
Botticelli, desde su infancia hasta su muerte. Esta obra pertenece a Le vite de' più
eccellenti pittori, scultori e architettori. Menos de cien años después, esta etapa, bajo el
mecenazgo de Lorenzo de Médici, fue considerada por Giorgio Vasari como una «edad de
oro». Esto se debe al esplendor artístico alcanzado en la Florencia de fines del siglo XV.

La reputación póstuma del artista disminuyó notablemente en los siglos siguientes, pero
fue recuperada a finales del siglo XIX; desde entonces, su obra se ha considerado
exponente máximo de la gracia lineal de la pintura del primer Renacimiento. El nacimiento
de Venus y La primavera son, actualmente, dos de las obras maestras florentinas más
conocidas. Se expusieron por primera vez en la galería de los Uffizi, Florencia, en 1815.

Biografía y obra[editar]
Juventud[editar]
Nació en Florencia, en un barrio de trabajadores en el arrabal de Solferino. A esta misma
parroquia de Solferino o Todos los Santos pertenecieron los Vespucci, aliados de los
Médicis, y de quienes recibiría encargos.

Fue el menor de los cuatro hijos del matrimonio formado por Mariano di Vanni di Amedeo
Filipepi, de oficio curtidor, y su esposa Smeralda. Cuando nació, su hermano mayor
Giovanni tenía 25 años, y se cree que lo adoptó y lo educó. Giovanni tenía el apodo
de Botticello, sin que se sepa si recibió el apodo por su gordura o por gran bebedor; otras
fuentes indican que era su hermano Antonio el que tenía este mote. De él deriva el apodo
de Botticelli. En 1458, adquirieron una villa de campo en Careggi, puesto que el negocio de
su padre prosperaba. Allí precisamente se instauró la Academia Platónica Florentina.
Botticelli recibiría de esta posteriores influencias.

La familia entró en contacto con Giovanni di Paolo, para quien Leon Battista Alberti diseñó
el palacio Rucellai, el Santo Sepulcro en la capilla Rucellai y la fachada de la iglesia de
Santa María Novella. Debido a la importancia de Alberti, Sandro leyó su tratado De
Pictura (1436) detalladamente. En muchos casos, siguió sus recomendaciones.3 No se
convirtió en aprendiz hasta alcanzar los catorce años de edad, lo que indicaría que recibió
una educación más completa que otros artistas del Renacimiento. Según Vasari, fue
primero aprendiz de orfebre con su hermano Antonio4 en 1458. Accediendo a los deseos
del niño, el padre lo mandó al taller de Fray Filippo Lippi, en Prato (de 1464 a 1467). De
este pintor recibió Botticelli sus mayores influencias: la síntesis entre el nuevo control de
formas tridimensionales, la delicadeza expresiva en los rostros y los gestos, los detalles
decorativos (herencia del estilo del gótico tardío) y un estilo íntimo. Muchas de las primeras
obras de Botticelli se han atribuido a su maestro, y aún hoy la autoría sigue siendo incierta.
Curiosamente, años después, Botticelli acabó siendo maestro, y teniendo en su taller al
hijo de Filippo, Filippino Lippi.

En menor medida, resultó influido por la monumentalidad de Masaccio. En 1467 Sandro


volvió a Florencia, frecuentando el taller de Andrea del Verrocchio, donde trabajó al lado
de Leonardo da Vinci. De esta época data toda una serie de Madonnas influidas por Lippi.

Primeras obras[editar]

La fortaleza (1470). Temple sobre tabla, 167 x


87 cm, Galería Uffizi, Florencia.
Para 1470 Botticelli tendría taller propio. Ya entonces su obra se caracteriza por una
concepción de la figura como vista en bajorrelieve, pintada con contornos claros, y
minimizando los fuertes contrastes de luz y sombra que indicarían formas plenamente
modeladas. Para ese mismo año realizó La Virgen con el Niño y dos ángeles. Es la
primera obra de altar que realizó que se conserva. Con esta obra crea una especie de
escenario-teatro que muestra el contexto histórico del Renacimiento.
Los Médici pronto se dieron cuenta de su talento, y de ellos, recibió numerosos encargos.
Pero su cercanía con la familia es anterior. Fue recomendado a Pedro de Cosme de
Médici, padre de Lorenzo, por Filippo Lippi.5De esta época data el Retrato de hombre con
la medalla de Cosme el Viejo (1474). Realizó en la casa de los Médici muchas obras
para Lorenzo de Médici. En los personajes de la Adoración de los Magos (1475), «están
retratados Cosme el Viejo, arrodillado ante el Niño, su hijo Pedro de Cosme de Médici
abajo en el centro, Juliano de Médici y Lorenzo de Médici en el grupo de la izquierda, a su
lado Poliziano y Pico della Mirandola y, en el extremo derecho, mirando al espectador, lo
que se considera un autorretrato de Botticelli», según Vasari en su Vita de Botticelli. Esta
obra, que pintó para la iglesia de Santa María Novella, llamó la atención de los Médicis.
Comenzó a trabajar para ellos pintando un estandarte para el torneo de Juliano de
Médici (1475), ensalzado por Poliziano en sus Stanze. Sus contactos repetidos con esta
familia fueron sin duda alguna, útiles para garantizarle protección política y crear las
condiciones ideales para la producción de sus numerosas obras maestras.

Recibió en 1470 un importante encargo: La fortaleza. Una de las pinturas sobre Virtudes
para la Sala del Tribunal de los Mercaderes, para la serie de las Virtudes ejecutadas
por Piero Pollaiuolo. Esto indica que para entonces, con unos 30 años de edad, ya debía
haber ejecutado obras destacadas. Ese mismo año recibió el encargo de pintar dos
pequeñas obras, Historias de Judit. Esta historia fue una de las más empleadas durante el
quattrocento. Giovanni Boccaccio la incluye en su Historia de las mujeres famosas.

En 1472 entró a formar parte de la Compañía de San Lucas, gremio de pintores. En los
años siguientes Botticelli se hizo muy famoso, hasta el punto de ser llamado a Pisa para
pintar un fresco en su catedral, hoy perdido.

Hacia 1474 realizó el San Sebastián, para decorar una columna de la iglesia florentina de
Santa María la Mayor.

Obras de madurez[editar]
En 1478 tuvo lugar la conjura de los Pazzi, en la que murió asesinado el hermano
de Lorenzo el Magnífico, Juliano de Médici. Sandro pintó al fresco sobre la Puerta de la
Aduana los retratos de los conjurados Jacopo, Francesco y Renato de Pazzi y del
arzobispo Salviati, ahorcados, fueron borrados en 1494. De esta época datan varios
retratos conmemorativos del fallecido Juliano de Médici. Debido a la cercana relación de
Lorenzo y Botticelli, este le encargó dos obras de tipo político. Realizó Palas y el
Centauro para conmemorar el triunfo de la facción Médici sobre la facción Pazzi. Esta
pintura es mencionada por Vasari en su vida de Botticelli. Después de estas pinturas
políticas Botticelli pasó a Roma para decorar la capilla Sixtina, entonces recién construida.
En 1481, el papa Sixto IV llamó a toda una serie de artistas
prominentes florentinos y umbríos, entre ellos a Botticelli, para que pintasen frescos en las
paredes de la capilla Sixtina.

Las pruebas de Moisés (1481-1482). Pintura mural,


348,5 x 558 cm. Capilla Sixtina, Ciudad del Vaticano.
Según Vasari, Botticelli se encargó de dirigir y coordinar el conjunto de pinturas al fresco
de la capilla Sixtina. El programa iconológico era la supremacía del papado. Para realizar
la obra, los pintores tuvieron que aceptar unas convenciones representativas comunes a
todos, de manera que la obra final resultara homogénea: usaban la misma escala de
dimensiones, la misma estructura rítmica y representación paisajística, una sola gama
cromática con adornos de oro que hiciera resplandecer las pinturas con la iluminación de
las antorchas y las velas. En esta obra común la contribución de Sandro fue
moderadamente exitosa, realizando tres recuadros: Castigo de Core, Datan y
Abiram, Hechos de la vida de Moisés y La tentación de Cristo (1481-1482). Pertenecen a
su taller la mayoría de las figuras de pontífices situadas en los nichos. Aunque solo son
suyas tres de las historias. Después de su estancia en Roma (1481-1482), Botticelli volvió
a Florencia, y continuó con su carrera de pintor cortesano.

Dibujo de Sandro Botticelli: Los seis gigantes


desnudos en torno al pozo, Divina Comedia, Infierno, Canto XXXI, Gabinete de
dibujos, Berlín.
Tomó afición a la lectura de Dante. «Siendo de mente sofisticada, allí escribió un
comentario sobre un pasaje de Dante e ilustró el Infierno que él mismo imprimió,
dedicándole mucho tiempo, y esta abstención al trabajo condujo a serios desórdenes en su
vida». Así hablaba Vasari del primer Dante impreso (1481) con las decoraciones de
Botticelli, no imaginándose que el nuevo arte de la impresión pudiera interesarle a un
artista. Botticelli como dibujante ofrece una interpretación personal, que transciende al
humanismo.

Los cuatro paneles de La historia de Nastagio degli Onesti (1483) fueron un encargo
de Lorenzo el Magnífico. Estos eran un regalo de boda de Lorenzo para Giannozzo Pucci,
con ocasión de su matrimonio con Lucrezia Bini. Narraban la leyenda extraída
del Decamerón de Giovanni Boccaccio.

Entre 1478 y 1486, realiza Los frescos de la Villa Lemmi. Fueron descubiertos en 1873.
Recoge ideas neoplatónicas de Ficino sobre el Amor. A mediados de los años
1480 Botticelli trabajó en un gran ciclo de frescos con Perugino, Ghirlandaio y Filippino
Lippi para la villa de Lorenzo el Magnífico cerca de Volterra; además, pintó muchos frescos
en iglesias florentinas.

En 1491 Botticelli formó parte de un comité para decidir la fachada de la catedral de


Florencia.

Las últimas obras que hasta ahora se conocen de Botticelli son Historias de
Lucrecia, Historias de Virginia y Vida de San Cenobio (1500-1504). Las dos primeras
estaban, según Giorgio Vasari, destinadas al palacio de Giovanni Vespucci.

Últimos años[editar]
La lápida en la iglesia de Ognissanti, donde figura con su
verdadero apellido: Filipepi.
Se dice que cayó en la pobreza, y que habría muerto de hambre si no hubiera sido por la
diligente ayuda de sus antiguos patrones. Lo cierto es que seguía produciendo obras, si
bien en un tono más dramático y con una consciente regresión estilística hacia modelos
antiguos, como puede verse en la serie sobre la Vida de san Cenobio y la Natividad
mística (1501), consideradas sus últimas obras.

Botticelli creó el tipo florentino de mujer. Pero no se conoce amor concreto de Botticelli, ni
alusión a excesos sentimentales; tenía «horror al matrimonio».6 No se casó nunca. Sí
parece haber tenido una estrecha relación con Simonetta Vespucci, quien aparece
retratada en varias de sus obras y parece que sirvió de inspiración para muchas de las
figuras femeninas de los cuadros del artista.

Vasari dice que fue un activo piagnone (‘llorón’; así eran llamados aquellos que se habían
entregado en cuerpo y alma al movimiento purificador de Girolamo Savonarola); sin
embargo, pese a lo que dice Vasari, pudo permanecer en Florencia y no le fue confiscado
ninguno de sus bienes tras la caída del líder religioso.

En 1502 fue anónimamente denunciado de sodomía con uno de sus ayudantes, pero los
cargos fueron más tarde desestimados. En 1502-1505 apareció como miembro del comité,
con Lorenzo di Credi, que iba a decidir la ubicación del David de Miguel Ángel.

De 1502 es su famoso escrito relativo a la realización de una especie de periódico


conocido como beceri, de carácter satírico, destinado en su mayor parte a alegrar la
lectura de los nobles de la sociedad renacentista. Tal proyecto, sin embargo, quedó en
eso, no siendo nunca llevado a término.

Murió el 17 de mayo de 1510 y fue sepultado en su parroquia, la iglesia de Ognissanti, en


Florencia, para la que había realizado en 1480 una de sus grandes obras, el fresco de San
Agustín. A su muerte, el único heredero verdadero de su arte fue Filippino Lippi, que
comparte con él la inquietud presente en sus últimas obras.

Obras maestras[editar]

La primavera (1481-1482). Temple


sobre tabla, 203 × 314 cm, Uffizi, Florencia: icono de la renovación primaveral del
Renacimiento florentino. El nacimiento
de Venus (1484). Temple sobre lienzo, 172,5 × 278,5 cm, Uffizi, Florencia.

Retrato de hombre con la medalla de Cosme el


Viejo (1475).
Basó los temas de sus cuadros alegóricos en el idealismo neoplatonismo de los Médici. Un
ejemplo es La primavera, obra de madurez realizada hacia 1478 para la casa de Lorenzo
di Pierfrancesco de Médici, discípulo de Poliziano y Marsilio Ficino, en la ciudad
de Florencia. Tiene inspiración clásica. Pero los personajes presentan la reinterpretación
propia del pensamiento renacentista.

Unos de sus cuadros más famosos es El nacimiento de Venus, (1484) de tema mitológico,
que forma parte de la misma serie realizada para los Médici, junto con La
primavera y Palas y el Centauro. En esta obra, Botticelli consigue poner fin al problema de
cómo distribuir las figuras. Este problema se debe al concepto de hacer del cuadro un
espejo de la realidad. Botticelli lo resuelve tomándose libertades con la Naturaleza, para
dotar de belleza y armonía a la obra. Esto se aprecia en el tamaño antinatural del cuello
de Venus, en la pronunciada caída de sus hombros y en el extraño modo en que cuelga su
brazo izquierdo.7 Así pues, el arte de Botticelli alcanza la plenitud con El nacimiento de
Venus.

La primavera y El nacimiento de Venus dieron a Botticelli prestigio como artista. Pero las
obras más rentables fueron sus madonas. Obtuvo grandes riquezas gracias a su obra.

Religión[editar]
A finales del siglo XV, el ambiente florentino cambió. Savonarola es la mejor personificación
de este cambio en el ambiente de la época. Este predicador, que en una estancia anterior
no había hecho mella en los florentinos, regresó a la ciudad en 1490, y esta vez sus
tremendas predicaciones sobre el Juicio Final tuvieron éxito debido a una serie de
circunstancias, como la pérdida de poder que sufrieron los Médicis debido a las guerras
franco-italianas, la expansión de la sífilis, llamado «mal francés», y el ambiente
de milenarismo conforme se aproximaba el año 1500. Savonarola, partiendo de Florencia
como Nueva Jerusalén, propugnaba lograr una humanidad sin pecado, que influyó en los
pintores florentinos. Debido a sus ataques contra el paganismo, desapareció
prácticamente el tema mitológico.

En 1492 murió Lorenzo de Médici el Magnífico. El rey Carlos VIII de Francia invadió
Florencia en 1494, expulsando a Pedro de Médici. Savonarola se hizo el líder de la ciudad,
estableciendo una República que abominaba de todo aquello que representaban
los Médicis como los objetos de lujo y los cuadros pintados por Botticelli. Sandro era
intensamente religioso. En estos últimos años de su vida su producción se caracteriza por
la «inquietud». Giorgio Vasari afirma que Botticelli fue un piagnone ('llorón' o 'lloraduelos'),
nombre con el que se designaba a los seguidores de Savonarola, y que por ello abandonó
la pintura como vanidad terrenal. Hoy en día esta afirmación se pone muy en duda,
considerando que no fue un verdadero seguidor de Savonarola, a diferencia de su
hermano Simone, con quien vivía el pintor. Lo que sí puede afirmarse es que en las
últimas obras de Botticelli se siente la influencia del clima de crisis política y religiosa.

La Calumnia de Apeles (1495). Pintura al temple


sobre tabla, 62 cm × 91 cm, Galería Uffizi, Florencia.
En plena época de la República se data su obra La calumnia de Apeles (1495), un cuadro
alegórico extraído de Luciano en el De Calumnia y mencionado en el tratado de Alberti. Se
ha relacionado la obra con predicaciones de Savonarola. No muestra una composición
perteneciente al modelo clásico, ya que es más característica del pasado medieval. La
calumnia de Apeles muestra la crisis presente en la República de Savonarola. Esto
provocó que cambiara su orientación en la que recreaba elementos del expresionismo
gótico. Un ejemplo de ello es la Natividad mística. Esta obra es la única firmada y fechada
por Botticelli. Menciona en la inscripción que se inspiró en el capítulo XI del Apocalipsis.
También se muestra el cambio de estilo que experimentó en la Anunciación de
Cestello (1489). Obra encargada por Francesco Guardi. El 7 de
febrero de 1497 Savonarola y sus seguidores llevaron a cabo la más célebre Hoguera de
las vanidades (Falò delle vanità): reunieron objetos que representaban la relajación moral
con el fin de hacerlos arder en la plaza de la Señoría. En esta hoguera ardieron unas
cuantas obras de Botticelli. El 4 de mayo de ese mismo año, el ejército papal acabó con el
dominio de Savonarola, quien murió el día 23 en la hoguera, entregado por gran parte de
los ciudadanos de Florencia. Sin embargo, el ambiente intelectual había cambiado
irremediablemente.

El biógrafo de Botticelli Ernst Steinman investigó el desarrollo psicológico del artista a


través de sus numerosas Vírgenes. En la «profundización del entendimiento y expresión
en la interpretación de la fisonomía de María», Steinman cree ver una prueba de la
influencia de Savonarola sobre Botticelli. Esto significa que el biógrafo necesitaba alterar
las fechas de una serie de Vírgenes para apoyar su teoría; específicamente, las data en
fechas muy posteriores a las que tradicionalmente se consideran. Steinman se muestra en
desacuerdo con la afirmación de Vasari de que Botticelli no produjo nada después de caer
bajo la influencia de Savonarola. Cree que las Vírgenes espirituales y emocionales
representadas por Sandro provienen directamente de las predicaciones del fraile dominico.
Vasari atribuye a Botticelli una pintura herética de carácter gnóstico por encargo de Matteo
Palmieri en una capilla en San Pedro Mayor. Es un error de Vasari, pues dicha pintura,
ahora parte de la Galería Nacional en Londres, es del artista Botticini, un error del propio
Vasari que confundió los nombres de dos pintores similares en apellido.

Reconocimiento posterior[editar]
Se convirtió en el máximo intérprete del neoplatonismo de la época, con su fusión de
temas cristianos y paganos y su elevación del esteticismo como un elemento trascendental
en el arte. Para dar forma a esta nueva visión del mundo, Botticelli opta por la gracia; esto
es, la elegancia intelectual y exquisita representación de los sentimientos. En estas obras
la influencia del realismo gótico está atemperada por el estudio que Botticelli hace de la
Antigüedad. Pero aunque pueda comprenderse desde el punto de vista pictórico, los temas
en sí siguen siendo fascinantes por su ambigüedad. Los complejos significados de estas
pinturas siguen recibiendo atención de los eruditos, centrándose principalmente en la
poesía y la filosofía de los humanistas contemporáneos del artista. Las obras no ilustran un
texto en particular; más bien, cada una de ellas se basa en varios textos para su
significado. Sobre su belleza, caracterizada por Vasari como ejemplificadora de la «gracia»
y por John Ruskin como poseedora de ritmo lineal, no puede haber dudas. Ruskin (1890)
considera que Botticelli es un claro exponente del romanticismo cristiano.

Es mencionado por Ugolino Verino (1503) en dos de sus poemas que tratan sobre los
florentinos más ilustres. Aparte de Botticelli, también son mencionados Leonardo da
Vinci, Filippino Lippi, Giotto y Antonio Pollaiuolo.

Fue olvidado durante tres siglos, o recordado como un artista de segunda categoría, por lo
que apenas tuvo influencia. Sin embargo, a mediados del siglo XIX, los
llamados prerrafaelitas reconocieron su obra. Comenzó a obtener gran aceptación y fue
reconocido como artista excepcional; inferior a Leonardo en profundidad de sentimiento,
pero no en intensidad de expresión. Algunos críticos del siglo XIX sintieron también gran
admiración por el redescubierto Botticelli, como Walter Pater, que afirma que Botticelli
«sobrepasó los límites de su generación al pintar como un visionario», Edward Burne-
Jones o Bernard Berenson, entre otros.

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