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Andrea Colmenares.

Sistemas educativos II

Desarrollo de la alfabetización: psicogénesis


Basada en la teoría de Piaget Ferreiro realiza un estudio que pretende entender la
evolución de los sistemas de ideas que los niños construyen sobre la naturaleza de ese
objeto social que el sistema de escritura, para conocer la competencia cognitiva de niños
en este campo. Parte de los siguientes supuestos:
- Para adquirir conocimientos de los sistemas de escrituras los niños proceden de
modo similar que en otros campos; asimilan información asimilada por el medio
ambiente y cuando esta información no la pueden asimilar la rechazan.
- Los niños construyen sistemas interpretativos en una secuencia ordenada que
son como “teorías infantiles” sobre la naturaleza y función de los sistemas de
escritura.
- Estos sistemas que los niños construyen funcionan como sistemas asimilatorios.
- Cuando la información invalidad el esquema, los niños tienen que entrar en un
difícil proceso de cambio conceptual.
Desarrollo de la alfabetización como proceso psicogenético.
Podemos distinguir tres grandes niveles de desarrollo:
Primer nivel
Los niños buscan criterios para distinguir entre los dos modos básicos de representación
gráfica: el dibujo y la escritura. Los niños reconocen que cuando escribimos estamos
fuera del dominio de lo icónico, las formas de las letras no tienen que ver con la forma
de los objetos al que las letras se están refiriendo, y su organización no tiene nada que
ver con la organización de las partes del objeto.
Con ello los niños reconocen dos características básicas de los sistemas de escritura: La
arbitrariedad de las formas de las letras y la forma lineal en la que están ordenadas.
Dado esto los niños las formas convencionales aparecen rápidamente en las
producciones de los niños, no se esfuerzan en inventar nuevas formas de letras, aceptan
las formas sociales de las letras y las adoptan. No concentran sus esfuerzos en los
elementos gráficos sino en el modo en que estos elementos se organizan.
Aparece el reconocimiento de las letras como objetos sustitutos que representan otros
objetos, está transición de las letras como objetos gráficos a letras como objeto sustituto
presenta mayores dificultades en niños que crecen con pocas experiencias de lectura y
escritura.
En este primer nivel se logran dos grandes avances:
1. Considerar las cadenas de letras como objetos sustitutos.
2. Hacer una clara distinción entre dos modos de representación gráfica: el modo
icónico (dibujo) y el modo no icónico (la escritura).
Una vez logrado esto último surge el problema de ver cómo se relacionan estos dos
sistemas de representación y se resuelven usando el siguiente principio organizador: las
letras se usan para representar las propiedades de los objetos del mundo que el dibujo no
tiene capacidad de representar: sus nombres. Así los niños comienzan a examinar de qué
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manera las letras se organizan para representar adecuadamente los nombres, cuales son
las condiciones necesarias para representar los objetos.
A partir de este momento los niños comienzan con dos tipos de problemas en dos
direcciones; cuantitativa y cualitativa. En el eje cuantitativo se preguntan ¿Cuántas
letras tienen que haber en una escritura para que sea legible? Esto lleva a la
construcción de un principio de la cantidad mínima. Los niños hispanos hablantes optan
por tres letras mínimas. También hay una condición cualitativa: las letras deben ser
diferentes y aparece el segundo principio que regula la construcción conceptual:
variaciones cualitativas internas.
Sin embargo, en este nivel los niños no están en condiciones de considerar cadenas
escritas para descubrir qué criterios son buenos para representar diferencias de
significado.

Segundo nivel:
Un control progresivo de las variaciones cualitativas y cuantitativas lleva a los niños a la
construcción de modos de diferenciación entre escrituras. Este es una los principales
logros del segundo nivel de desarrollo. A partir de este momento, los niños empiezan a
buscar en las cadenas escritas diferencias objetivas que justifiquen interpretaciones
diferentes, y se preguntan ¿cuál es la razón de esas variaciones de cantidad en las letras?
En este momento no se está preparado para analizar la pauta sonora de la palabra, sino
que están operando con el signo lingüístico en su totalidad.
También buscan un modo razonable de controlar las variaciones cuantitativas
estableciendo una cantidad mínima y una cantidad máxima de letras para cualquier
palabra escrita. Su razonamiento puede ser que si una palabra debe tener como mínimo
tres letras y un máximo de 7 letras entonces es posible crear diferenciaciones
cuantitativas dentro de un conjunto dado de producciones.
La diferenciación entre escritura también se da en el eje cualitativo, algunas soluciones
posibles son:
- Si el niño tiene un repertorio amplio de formas gráficas, puede utilizar letras
diferentes para diferentes palabras.
- Si tiene un repertorio limitado puede combinar una o dos letras para escribir una
palabra diferente, manteniendo constante las demás.
- También puede cambiar la posición de las mismas letras en orden lineal, esta es
la solución más elaborada en este nivel.
En este se agregado la construcción de un sistema de variaciones que integra los
principios anteriores pero permite un tipo de comparación inter-relacional, mientras
que las otras eran intra-relacional. Todos estos esfuerzos de diferenciación preceden
al conocimiento de la relación entre el sonido de una palabra y su representación
escritas.
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Tercer nivel:
Corresponde a la fonetización de la representación escrita, los hispano hablantes
construyen tres hipótesis bien diferenciadas en este nivel: silábica, silábica-
alfabética y alfabética.
En silábico: La importancia de este nivel es que los niños llegan a una solución
satisfactoria al problema que se enfrentaron en el nivel precedente: encontrar un
control objetivo en las variaciones de la cantidad de letra para escribir cualquier
palabra.
Desde el punto de vista cualitativo en el subnivel silábico los niños suelen buscar
letras similares para escribir segmentos sonoros similares de las palabras. La
correspondencia sonido letra no es convencional pero, por primera vez los niños
comienzan a entender que la representación escrita ligada al sistema alfabético debe
centrase casi exclusivamente en la pauta sonora de las palabras.
Sin abandonar la hipótesis silábica los niños comienzan a probar la hipótesis
silábica alfabética, donde algunas letras todavía ocupan el lugar de las sílabas,
mientras que otras ocupan el lugar de fonemas. Todo esto requiere un nuevo proceso
constructivo.
Cuando los niños llegan al subnivel de la hipótesis alfabética han entendido la
naturaleza intrínseca del sistema alfabético, pero aún no pueden manejar rasgos
ortográficos. Han comprendido que la similitud sonora implica similitud de letras, y
que las diferencias sonoras suponen letras diferentes. En consecuencia tratan de
eliminar las irregularidades de la ortografía, no pueden asumir de inmediato las
reglas ortográficas que siguen otros principios.
Implicaciones pedagógicas:
- Maestros y psicólogos pueden evaluar el avance de los niños y los signos de
evolución en sus sistemas de representación.
- Permite a los maestros rechazar el conjunto de métodos conductistas no acorde
con la evolución de la alfabetización.
- Declinar la tradición conductistas fabricadores de métodos y recursos que
intentan controlar el aprendizaje y colocar al niño en el centro del proceso de
aprendizaje y que este aprende en situaciones sociales y no en aislamiento.
- Comprender que todos son capaces de leer y escribir cada uno en su propio
nivel, incluido el maestro.
- Esto no implica permanecer estáticos esperando que aparezca el próximo nivel,
la escuela debe suministrar experiencia con los sistemas de escritura, dejar de
colocar al niño como un espectador pasivo y dejarlo experimentar con el objeto
en interacciones.
- No hay practica pedagógica neutra “toda practica educativa es siempre una
teoría del conocimiento puesta en acción” Freire.
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