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-ENTREVISTADOR: Buenos días, “X”. Gracias por aceptar nuestra invitación. Nosotros
somos un grupo de compañeros de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos
Aires, y estamos cursando la materia “Metodología de la Investigación Social”, del
Departamento de Ciencias Sociales. Como condición de aprobación para la materia tenemos
que hacer un proyecto de investigación. Nuestra investigación versa sobre la ciberludopartía
en adolescentes.
-ENTREVISTADOR: Bueno… como te contamos recién, este proyecto tiene como temática
la ciberludopatía, especialmente, en adolescentes. Decidimos abarcar este tema, en principio,
por la cercanía que tenemos con algunos casos. Además de ver que, en este último tiempo, es
una cuestión que está emergiendo y nos pareció novedosa. Para vos, ¿existe algún indicio de
que los estudiantes estén pasando mucho tiempo en juegos en línea o mostrando un interés
excesivo en las apuestas?
-ENTREVISTADOR: Yo justo estaba pensando en que no solo están jugando dentro del
aula sino apostando dinero, también…
-ENTREVISTADA: Si, claro. Yo no podía creer que eso estuviera pasando en el contexto
escolar.
-ENTREVISTADA: Si, por supuesto. Ojo, todavía hay mucha ingenuidad de parte de los
docentes. Hablo desde mi experiencia como docente en un colegio en un pueblo de la
Provincia de Buenos Aires, eso que no estoy hablando de la CABA o de grandes ciudades,
donde seguramente esto es mayor. Para nosotros esto es relativamente nuevo, igual que la
inteligencia artificial. Esto es algo que puedo marcar como que empezó a pasar este año, de
hecho, me enteré de que existe CHAT GPT hace poco por mi sobrino. Osea, quiero destacar
que hay bastante desinformación por parte de los docentes. Por lo tanto, hay varios síntomas
o consecuencias que suceden en el aula y en los chicos pero que no todos tenemos en claro a
qué se debe. Nos falta a nosotros poder capacitarnos y trabajar y tener herramientas como
para poder abordar estas temáticas en el aula. Pero sí, uno lo que puede observar ahora es que
son lógicas diferentes las que manejamos entre docentes y alumnos, sobre todo a nivel
educación, porque los docentes vamos por un lado y ellos por el otro. Principalmente, el
cambio que se puede notar es en la atención que nos brindan en la clase. Ahí nos encontramos
en el conflicto.
Creo que hay una deuda muy clara en este momento, en relación al Estado y a la educación,
que es en poder capacitarnos a nosotros, los docentes. Esta deuda es histórica; hablo de
pensar en cómo aggiornar la educación y pensar en otros programas y en otros contenidos,
pero también hay que pensar que lo que está creciendo abismalmente son estas nuevas
cuestiones, que tienen que ver con el uso de la tecnología y en las que “hacemos agua”.
Volviendo a la pregunta que me hicieron, puedo destacar que hay un gran déficit de atención,
ésta cae totalmente. Podemos ver la capacidad que tienen los adolescentes de escucharte (a
veces) y de usar una o varias pantalla a la vez, porque están con el celular, al tiempo ven un
power point y te escuchan lo que decís. Pero después, en los resultados, vemos que la
atención cae, y uno como docente se frustra mucho. Es una competencia constante. Le tenes
que competir al celular. Necesitas crear una estrategia para que te presten atención pero
también para que dejen el dispositivo. El desafío es grande.
-ENTREVISTADOR: Claro, tenes que buscar la manera de ofrecer una estimulación que
sea mayor a la que le ofrece el juego.
No digo que esto esté pasando con todos los alumnos de todo el grado, porque también tengo
alumnas de segundo año que saben de la existencia de esto pero no juegan. En otras escuelas
me pasa que es algó sistemático. También empieza a haber problemas entre ellos. Por un lado
está el juego online, digamos la puesta online donde apostás dinero en una aplicación pero,
por otro lado, hay apuestas artesanales donde se organizan campeonatos y se envían el dinero
entre los chicos y también juegan de forma virtual, pero no es una aplicación de apuestas. Me
costó llegar a esta información porque no lo cuentan fácilmente. Por ejemplo, en un curso de
uno de los colegios donde trabajo (no un curso mío), hay un chico que juntaba el dinero y
después no lo pudo devolver. Fue un lío. Otra cosa que está pasando es que los alumnos le
piden plata a los profes. Esto surgió en una reunión de docentes y algunos empezaron a darse
cuenta por qué había alumnos que les pedían dinero; capaz, en forma de chiste, pero si
sucede, sucede.
-ENTREVISTADOR: Eso también está bueno remarcar, porque nosotros dábamos por
hecho que los resultados negativos están siempre, digamos, como efecto del contacto con los
juegos en línea y las apuestas.
-ENTREVISTADA: Ósea, seguramente pase. Si yo me tomo el trabajo de hacer un
comparativo de cómo era el rendimiento del alumno y cómo es ahora, seguro me arroje un
resultado negativo. Lo que sí les digo es que la dinámica de la clase cambió mucho. Hay
chicos que se enganchaban mucho y participaban en clase pero que ahora están desesperados
por estar con el celular con este fin de jugar. Desengancharlos es nuestro desafío.
-ENTREVISTADOR: Hace un momento, cuando nos contaste la anécdota, nos dijiste que
llamaste al director del colegio para que atienda la situación que estaba pasando en el aula, lo
que nos da pie a preguntar… ¿Cómo aborda la escuela los riesgos de esta adicción al juego
online? Además de preguntarte qué medidas toman los colegios.
-ENTREVISTADA: Yo creo que no hay todavía un marco o herramientas que nos ayuden a
sobrellevar esto. Trabajamos más con nuestra intuición como docentes. No está establecida
como una problemática la adicción al juego. No tenemos marcos teóricos a los cuales
recurrir o como un programa guía, digamos. Si nos pasó con un curso, donde los chicos
apuestan mucho y hubo varios conflictos, donde se estableció que por una semana no podían
llevar el celular.
-ENTREVISTADA: No, la escuela. Por diferentes temas: por el juego, por los conflictos que
las apuestas y las pérdidas generan entre ellos, por la interrupción del proceso de aprendizaje,
el uso excesivo del celular en clase. El director tomó esta medida y se les comunicó esta
decisión a las familias. Las familias estuvieron de acuerdo. Los chicos estuvieron sin celular
por esa semana, y si alguno lo llevaba, lo tenía que dejar en dirección. Ahí sí, los profesores
vimos cambios: se conectaban entre ellos, se conectaron con la materia, con nosotros como
docentes. Esa semana fue muy productiva.
-ENTREVISTADA: En realidad, lo que sucede es que sí se puede usar el celular pero solo
con fines pedagógicos. Considero que hay un vacío legal muy grande. Primero que hay un
vacío legal respecto de la ciberludopatía en adolescentes, además de un vacío pedagógico
porque nosotros tampoco sabemos cómo actuar en estos casos. El celu viene siendo un
problema grave para la educación argentina. A vos te dicen que podes manejar y medir el uso
del celular porque si se necesita con un fin pedagógico, está perfecto usarlo. Si no es así, lo
tienen que guardar ellos o dejarlo en una caja en el aula. Ahora, cuando el celular no se
necesita para ninguna actividad, los ves que lo están usando y les planteas que lo deben
guardar o dejarlo en la caja de guardado…no hay manera. Capaz un chico de 11 años, por
una cuestión de respeto, lo hace, pero uno de 16 años… ¡Ni loco lo deja! Lo guardan en el
bolsillo y en cualquier momento de la clase lo vuelven a usar. Tampoco se los podes sacar
vos. Es muy difícil. Si las medidas no “vienen de arriba” es algo que vamos a seguir
sufriendo y solo va a ser un trabajo artesanal de cada profe y en su aula. Establecer sus
propias medidas, digamos. Y no una regulación para todas las escuelas.
-ENTREVISTADOR: ¿Qué colaboración existe entre la escuela y los padres para abordar
este problema en los niños?
-ENTREVISTADA: Bueno, esa vez que propusimos que por una semana los chicos no
vayan con celular, todos estuvieron de acuerdo. En otros colegios, hubo reuniones de padres
donde estos pedían que no dejemos que los chicos usen el celular en clase porque muchos les
estaban sacando dinero de sus cuentas. Algo similar pasó en el colegio donde trabaja una
colega que es amiga. Los padres se están dando cuenta que los chicos están usando el dinero
que les transfieren para otros gastos en las apuestas, o que los chicos mismos se transfieren
sin decir nada a sus papás. El tema de tener acceso a las billeteras virtuales (cuenta DNI o
mercado pago) les facilita mucho apostar. Usan la plata para el kiosco, la plata de los apuntes
o del transporte para apostar. Es algo muy complejo porque son chicos muy jóvenes.
-ENTREVISTADOR: ¿Qué consejos o recursos, como docente, sugeriría a los padres que
estén preocupados por el posible desarrollo de la ciberludopatía en sus hijos adolescentes?
Volviendo a su pregunta… les diría que estén atentos a las conductas de sus hijos, a los
cambios de hábitos y a que trabajemos en conjunto.
-ENTREVISTADOR: Esto que dijiste, también tiene una conexión con lo que mencionaste
al principio, con que no hay capacitaciones para los docentes. Por eso también es difícil dar
una respuesta. Además, por el rol que cumple un docente en la vida de un chico. Si tuvieran
ustedes otras herramientas, como profesionales de la educación, pdrían dar otras respuestas y
actuar de otra manera. A ustedes les pasa como educadores pero a nosotros, como estudiantes
de abogacía (y por lo que consideramos es novedosa esta temática), nos sorprende la poca o
nula regulación sobre esta cuestión.
-ENTREVISTADA: Claro. Porque al sancionarse una ley o una disposición, uno puede
interiorizar la norma y, en principio, saber qué se puede hacer y que no. Nosotros tenemos
incorporado que, si uno pasa el semáforo en rojo, va a haber una multa; pero acá no. Lo que
en los colegios existe son los “AIC”, que son los “Acuerdos Institucionales de Convivencia”
(esto es a nivel Provincia de Buenos Aires). Entonces, a principio de año, se arma entre
alumnos, profesores y directivos, una reunión y se pacta qué cosas se pueden hacer en la
escuela y que cosas no y las sanciones. Al momento de armar estos acuerdos y plantear
sanciones, todos estamos de acuerdo en regular el uso del celular. Cuando hablamos de
sanciones, están todos de acuerdo en que sean sanciones “duras”, pero… ¡son sanciones que
carecen de valor! No podés, por ejemplo, echar a un alumno del colegio aunque sean
reiteradas estas conductas. Solo cuando este se pone en riesgo o pone en riesgo a terceros.
Entonces, los propios alumnos piden sanciones (que son relevamientos de actas) pero aunque
estas se acumulen y se acumulen, después queda en la nada. No hay nada regulado.
Digamos que “desde lo legal” los chicos pueden usar los celulares en clase pero controlar lo
que hacen con él es muy complicado. Tampoco la solución es el extremo de la prohibición
del celular en el colegio, porque hoy, la desigualdad entre alumnos todavía existe. Les tenes
que enseñar a algunos sobre las nuevas tecnologías, sobre aplicaciones; por otro lado, hay
chicos que necesitan usarlo para comunicarse con los padres, para pedir un auto o por tener
dinero para almorzar ahí. Lo que hay que pensar es en otras soluciones. No tenemos nada
regulado por parte del Ministerio, bueno, pensemos en lockers para que guarden los celulares,
porque cuando yo paso con la “cajita de guardado”, nadie los entrega.
-ENTREVISTADA: No, sobre esta temática no. Realmente si tenían que buscar un tema
novedoso sobre el cual investigar, eligieron el correcto. Por ejemplo, de ESI nos llegó y nos
llega un montón de información. Hoy, por más que sea muy importante trabajarlo, hay otras
problemáticas más para sumarle y trabajarlo con los chicos, por ejemplo, la ciberludopatía.
Sin embargo, no está en agenda. Uno necesita un marco legal para trabajar pero también hay
cuestiones más profundas. Es saber qué pasa detrás de las apuestas. Uno puede apostar para
ganar plata pero siempre es más la plata que perdés que la que ganás, y los chicos no saben
distinguirlo porque son chicos. Ellos piensan que es ganar plata fácil, más con la situación
económica que vive este país. Conozco a un chico, que él si es mayor de edad, que piensa en
dejar su trabajo formal porque vendiendo fichas para las apuestas virtuales gana más que el
sueldo que cobra por su trabajo actual, y eso los jóvenes lo ven. A veces hay chicos que
tienen mucho tiempo libre, otros que son apáticos, otros que nada los atraviesa y encima ven
que se puede ganar dinero fácil, más fácil se encganchan.
Hace unos día hablé con un alumno que apuesta y yo me sorprendía de cada cosa me contaba.
Le pregunté cuánto apuesta aproximadamente y me dijo que $5.000 o más, pero que hoy esa
plata no es nada. Y les estoy hablando de chicos que no tienen un gran poder adquisitivo.
Claro, lo que pasa es que en casa escuchan que con $5000 hoy no se compra nada pero el
problema es que no dimensionan lo que cuesta ganar esa suma. Capaz, para alguien que
limpia casas significan horas de trabajo, mismo para alguien que trabaja en un MCDonalds.
Según ellos, no pasa nada si los ganan o si los pierden. Este mismo alumno me contó que a
fines del año pasado pudo irse de vacaciones porque ganó en el casino virtual, de otra forma
nunca hubiese podido irse. Es súper profundo.
-ENTREVISTADOR: Y es un trabajo que debe ser interdisciplinario entre docentes,
gabinetes escolares si hay, o psicologos y psicopedagogas, y padres.
-ENTREVISTADA: Si, tiene que ser un conjunto. Necesitas una ley que te acompañe,
capacitaciones para los docentes y trabajar con las familias y otros profesionales. Tenemos
que entender qué es lo que está pasando con los chicos. Hoy hay mucho marketing puesto en
los juegos y apuestas online, con influencers que te invitan por stories de Instagram a jugar.
Eso tiene mucha llegada.
-ENTREVISTADOR: Si, imaginate que es hasta perjudicial para adultos que son adictos.
Antes tenías que ir personalmente al casino para apostar…
-ENTREVISTADO: Bueno, por nuestra parte, ya no tenemos más preguntas. Gracias por tu
tiempo, por la información y por compartir tu experiencia.
-ENTREVISTADA: Gracias a ustedes por invitarme. Estoy muy contenta de que haya
jóvenes estudiantes interesados en esta problemática. ¡Mucha suerte!