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ESCUELA TELESECUNDARIA

¨GABINO BARREDA¨

Campo formativo
LENGUAJES

ANTOLOGIA DE
CUENTOS, LEYENDAS Y MITOS

Nombre de la alumna: Stephanie Ruiz García


Grado 2do Grupo “C”

Nombre del docente: Ariadna Ponce


Domínguez

ENERO 2024
1.
INDICE

Presentación…………………….....1
Índice………………………………2
Prologo……………………………..3
Cuentos, Leyendas y Mitos………...4

LEYENDAS
La carreta del diablo……………….5-6
La pascualita…………………………7

CUENTOS
Matilda……………………………8-10
El cordero mentiroso……………11-14

MITOS
La llorona…………………………15

Encuesta……………………………16

2.
PROLOGO

¿Qué es un prologo?
Es hacer un pequeño resumen o explicación sobre
las leyendas, cuentos o mitos que investigaron y
de donde son y que les gusto de realizar este
trabajo

RESUMEN

Me gusto realizar este trabajo porque nos deja


muchas enseñanzas acerca del tema de los
cuentos, leyendas y mitos, ya que aprendemos
mas.
3.

CUENTOS, LEYENDAS Y MITOS

¿Qué son los cuentos?


El cuento es una forma de narración que combina
hechos reales e imaginarios.

¿Qué son las leyendas?


Las leyendas son narraciones que se transmiten oralmente de
generación en generación. Trascienden los registros escritos,
pues son relatos que se han difundido de boca en boca,
generalmente de las generaciones mayores a las más jóvenes.

¿Qué son los mitos?


Los mitos son relatos basados en la tradición y en la leyenda,
creados para explicar el universo, el origen del mundo, los
fenómenos naturales y así como también para cualquier
suceso para el cual no haya una explicación conocida. Sin
embargo, no todos los mitos tienen por qué tener este
propósito explicativo.

4.
LA CARRETA DEL DIABLO
Cuenta la Leyenda que hace muchos años, el diablo, transformado en huaso
elegante, vestido de negro, solía pasearse en su incógnita y llamativa carreta
por la vía que unía los poblados del Cajón, hoy llamada Camino al Volcán.

Según los que le han visto, la descripción de la escena de la carreta es la


siguiente: “Los caballos que tiraban la carreta apestaban, como su
conductor, a putrefacción y azufre, y eran de color negro azabache, de
ojos rojos como la sangre y de aliento de muerte”. Cada vez que se sentía a
lo lejos el ruido de los cascos de los caballos golpeando contra la endurecida
tierra y el rechinar de las ruedas de madera en medio de la noche quieta, todos
sabían, secretamente, que el demonio había salido a buscar almas o a presagiar
alguna muerte.

También el relincho de los caballos delataba la presencia del príncipe de las


tinieblas, esos relinchos aterradores, como gritos de miles de almas encerradas
gimiendo su martirio en lo hondo y quemante del infierno. Entonces, si la
carreta se detenía frente a la propiedad de algún poblador, todos adivinaban, y
desgraciadamente nunca se equivocaban, que allí moriría en poco tiempo
alguno de sus moradores.

Fue por aquella época, bajo la influencia de esa atmósfera, que un hombre ya
olvidado (al que para mejor entendimiento de nuestros lectores le pondremos
el nombre de Pedro), dueño de una pequeña parcela en el pueblito de
Melocotón, hizo pacto con Luzbel. Pedro hizo su terrible trato durante una fría
y silenciosa noche. Esperó la carreta y encaró al maligno en persona. Una
vecina, de esas que suelen husmear lo secreto, lo vio esa noche, escondida tras
unos matorrales frondosos, y fue ella la que corrió el rumor que constituye hoy
la parte esencial del relato.

Era una noche fría, oscura y silenciosa. Ya todos dormían y ninguna alma
vagaba por las calles. La mujer vecina de “Pedro”, que quizás en qué virtuosos
o pecaminosos pasos andaba esa noche, sintió un sonido de cascos de caballos
y el rechinar y crujir de maderas. Dio vuelta a su cabeza, y entonces la suave
brisa trajo hasta sus narices un efluvio de azufre y pudrimiento.

5.
Luego se percató de que el ruido cesaba, de que el silencio era inmenso, y, oculta
tras unas matas, vio la silueta de una carreta que se detenía. Entonces oyó el
infernal relincho de un potro de la muerte y luego el pausado respirar del Señor
Oscuro. Sintió miedo, como si su alma fuera atraída irresistiblemente por el mal,
por el pecado, por la tentación. Sentado bajo un árbol seco y deshojado, esperaba
Pedro.

La mujer sintió que su cuerpo temblaba, que su alma se le escapaba por las
narices y que sus huesos se astillaban. Sus sentimientos eran contradictorios.
Horrorizada, miró hacia el cielo, y entonces se identificó con la luna que ahora
mostraba su fisonomía de niña enamorada de la noche y no del sol.

Bajó la vista y vio a Satanás ofreciendo a Pedro un papiro arrugado y viejo para
que firmara con su sangre su fatal destino de multimillonario con buena salud. Y
Pedro aceptó, mientras su vecina salvaba su espíritu pensando que más vale un
alma pobre y llena de vida que un potentado sin felicidad ni alma propia.

De un día para otro Pedro ya no fue Pedro, sino Don Pedro, y adquirió riquezas,
muchas tierras, prestigio y fama. Tanta reputación y popularidad, más el
incontenible avanzar del tiempo, sin embargo, hicieron que Don Pedro olvidara
su convenio con Satanás. Aunque toda la gente de esos poblados comentaba el
famoso pacto entre Don Pedro y el Diablo, este repentino millonario siempre
callaba el origen de sus posesiones. De tanto callar, terminó olvidando.

Pero lo que está escrito y firmado se cumple. Pasaron los años y Don Pedro
envejeció, hasta que treinta años después llegó la noche en que, según el trato
olvidado por uno pero no por otro, el Espíritu del Mal se presentaría para llevarse
a su nueva presa. Esa noche, Don Pedro, más olvidadizo que nunca, se sintió
atraído por la fría oscuridad y por el silencio, por la hermosa calma que todo lo
envolvía, y salió en su lujoso carruaje tirado por caballos fina sangre por las
desiertas calles de polvo.

El destino se cumplió: en esa ocasión Don Pedro desapareció. Se cuenta que


tiempo después, en lo que hoy se conoce como el sector de El Toyo, una mañana
heladísima apareció el carruaje de Don Pedro, en la que estaba sólo su chupalla
(Sombrero de paja). No había ningún rastro de su cuerpo. Se le buscó por casi
todo el valle del Maipo, pero nunca, jamás apareció.

6.

LA PASCUALITA

Desde 1930, un maniquí de aparador ha llamado fuertemente la atención


de locales y turistas gracias a su belleza hiperrealista. Se trata de La
Pascualita, una figura que, según cuentan, por las noches cobra vida en
“La Popular”, la tienda de ropa donde es exhibida. El 25 de marzo de
1930 una llegada sorprendió a los habitantes de Chihuahua. Se trataba de
La Chonita, más tarde conocida como La Pascualita, un maniquí que
parecía tan real que muchos quedaron sorprendidos, pues parecía una
mujer real, y una muy hermosa. Tenía delicados pliegues en las manos e
incluso grietas en las yemas de los dedos que parecían sus huellas
dactilares. Además, en sus ojos había algo que la hacía sentir viva,
algunos dicen que seguía a los visitantes con la mirada. Según el
registro, La Pascualita fue traída desde Francia por encargo de la señora
Pascualita Esparza Perales de Pérez quien era encargada de la tienda de
ropa. Alrededor de este maniquí se han construido diversas historias y
leyendas. Una de ellas es bastante triste. En esta se dice que aquel
maniquí era la mismísima hija de la señora Esparza. Según se cuenta, La
Pascualita tenía un futuro más que prometedor. Era hermosa, inteligente
y de buen corazón. Pero, la muerte la sorprendió, el día que iba a casarse.
La Pascualita sufrió la picadura de un alacrán que le arrebató la vida y su
futuro. Ante aquel panorama tan triste, la señora Esparza no soportó el
dolor por la pérdida y decidió embalsamar a su hija para poder verla
hasta el final de sus días (en 1967). Los rumores comenzaron a circular.
A pesar de eso y hasta la fecha, nada se ha confirmado, ni tampoco
desmentido. Con el paso del tiempo, La Popular tuvo nuevos dueños y,
gracias a La Pascualita, se convirtió en un sitio de gran tradición.
Además, se dice que aquel maniquí trae buena suerte a todas las mujeres
que están por casarse. Si desean esto, lo que deben hacer es comprar el
vestido que trae puesto el maniquí y así tendrán un matrimonio duradero
y lleno de dicha.

7.

MATILDA

Matilda Wormwood es una niña muy especial. A los tres años sabía
leer, a pesar de que los pocos libros que había en la casa eran un libro
de cocina y revistas.. Sin haber cumplido los cinco años, ya ha leído a
numerosos autores y atesora asombrosos conocimientos. Sus
mediocres padres no se preocupan por ella y la animan a mirar la
televisión negándose a comprarle libros.

Ingeniosa y resuelta, Matilda se da cuenta de que es más inteligente


que sus padres y por lo tanto no presta atención a sus ideas ridículas.
Mientras están fuera acude a leer a la biblioteca pública, de modo que
cuando comienza la escuela supera ampliamente a sus compañeros. Su
agradable maestra, la señorita Jennifer Honey (Miel), pide que pasen a
Matilda a una clase más avanzada, pero la pérfida directora, la señorita
Trunchbull, se niega.

Agatha Trunchbull (Troncha Toro en Latinoamérica) es un monstruo


malévolo. Mete a los niños en un espantoso dispositivo de tortura al
que llaman "el asfixiadero" o "la ratonera" o los lanza por el aire, a
menudo sin ninguna prueba de que hayan hecho algo malo, o
simplemente porque no le caen bien.
Para ella la intimidación es el mejor método educativo, y declara sin
rodeos que su idea de una escuela perfecta sería aquella en la que no
hubiera niños.

Mientras tanto, Matilda descubre que tiene poderes telequinéticos, un


secreto que le confía sólo a la señorita Honey. Se entera de esta
insólita habilidad cuando su mejor amiga, Lavender, pone una
salamandra en el agua de la señorita Trunchbull. Cuando ésta acusa a
Matilda de haberlo hecho, ésta se pone tan furiosa que le vuelca
encima el vaso mediante sus ojos.

8.

La señorita Honey siente duda sobre los poderes de la niña y la lleva


a merendar a su casa, en el camino pasan frente a la casa de
Trunchbull donde Matilda observa un columpio y pregunta que por
qué Trunchbull tiene un columpio en su casa.

Honey decide contarle la historia de una niña que conoció que


después de la muerte de su madre, su padre llamó a la hermanastra
de su madre. Cuando la niña tenía apenas 5 años, su padre

murió, Trunchbull la había sometido a varias torturas, la niña huye y


decide escapar a una casa de campo. Enseguida

Honey dice que ésa es su casa cuando llegan, con esta información,
Matilda formula en su mente un plan para deshacerse de Trunchbull.
Un día Matilda decide entrar, junto con la señorita Honey, a la casa
de Trunchbull; cuando ella regresa, percibe su olor e intenta atrapar
a quien estaba en su casa. Matilda y la señorita Honey logran
escapar pero Matilda tuvo que jurar nunca volver a esa casa. Esa
noche decide utilizar sus poderes para hacerle la vida imposible a
Trunchbull, Matilda atrae hacia sí la vieja muñeca de Honey y dos
chocolates. Al tratar de huir, su cinta de cabello se engancha con una
rama del jardín. Trunchbull la encuentra y sospecha de algún
alumno de Honey. Cuando Trunchbull examina la clase de la
señorita Honey, Matilda usa sus

poderes para escribir en la pizarra. Fingiendo ser el fantasma del


padre de su maestra, la amenaza con "ocuparse de ella, como tú lo
hiciste conmigo" si no le da a mi "borreguita" su dinero y la casa de
su padre. Esto hace que la señorita Trunchbull se desmaye.

Al día siguiente, la señorita Trunchbull desaparece, abandonando la


casa de su cuñado. También aparece su testamento, y se descubre
que la señorita Honey es la heredera legítima de la propiedad.

9.

A partir de entonces, la señorita Honey se muda a la casa de su


padre y, con su tía fuera, Matilda es pasada a un grado superior, pero
pierde su telequinesis.

La señorita Honey le dice a Matilda respecto a los poderes que cree


que se debe a que ahora el cerebro de Matilda tiene que trabajar
mucho más, compitiendo con niños que la doblan en edad.

Al final de la historia, la ley atrapa al padre de Matilda, que había


estado vendiendo coches robados, por lo que él decide escaparse con
su familia a España (Guam en la película), pero Matilda les ruega
que la dejen quedarse con la señorita Honey. Sus padres están de
acuerdo, ya que es "una menos de la que ocuparse", y se marchan
para siempre.
10.

EL CORDERO ENVIDIOSO
Cada mañana, en cuanto salía el sol, las hermanas acudían al
establo para peinarlo con un cepillo especial untado en aceite
de almendras que mantenía sedosa y brillante su rizada lana.
Tras ese reconfortante tratamiento de belleza lo acomodaban
sobre un mullido cojín de seda y acariciaban su cabecita
hasta que se quedaba profundamente dormido. Si al
despertar tenía sed le ofrecían agua del manantial perfumada
con unas gotitas de limón, y si sentía frío se daban prisa por
taparlo con una amorosa manta de colores tejida por ellas
mismas.

En cuanto a su comida no era ni de lejos la misma que


recibían sus colegas, cebados a base de pienso corriente y
moliente. El afortunado cordero tenía su propio plato de
porcelana y se alimentaba de las sobras de la familia, por lo
que su dieta diaria consistía en exquisitos guisos de carne y
postres a base de cremas de chocolate que endulzaban aún
más su empalagosa vida.

Curiosamente, a pesar de tener más derechos que ninguno,


este cordero favorecido y sobrealimentado era un animal
extremadamente egoísta: en cuanto veía que los granjeros
rellenaban de pienso el comedero común, echaba a correr
pisoteando a los demás para llegar el primero y engullir la
máxima cantidad posible.

11.
Obviamente, el resto del rebaño se quedaba estupefacto
pensando que no había ser más canalla que él en todo el
planeta.
Un día la oveja jefa, la que más mandaba, le dijo en tono
muy enfadado:
– ¡Pero qué cara más dura tienes! No entiendo cómo eres
capaz de quitarle la comida a tus amigos. ¡Tú, que vives
entre algodones y lo tienes todo!… ¡Eres un sinvergüenza!
– Bueno, bueno, te estás pasando un poco… ¡Eso que
dices no es justo!
– ¡¿Qué no es justo?!…Llevas una vida de lujo y te
atiborras a diario de manjares exquisitos, dignos de un
emperador. ¿Es que no tienes suficiente con todo lo que te
dan? ¡Haz el favor de dejar el pienso para nosotros!
El cordero puso cara de circunstancias y, con la insolencia
de quien lo tiene todo, respondió demostrando muy poca
sensibilidad.
– La verdad es que como hasta reventar y este pienso está
malísimo comparado con las delicias que me dan, pero lo
siento… ¡no soporto que los demás disfruten de algo que
yo no poseo!
La oveja se quedó de piedra pómez.

12.
– ¿Me estás diciendo que te comes nuestra humilde
comida por envidia?

El cordero se encogió de hombros y puso cara de


indiferencia.
– Si quieres llamarlo envidia, me parece bien.
Ahora sí, la oveja entró en cólera.
– ¡Muy bien, pues tú te lo has buscado¡ Sin decir nada más
pegó un silbido que resonó en toda la granja. Segundos
después, treinta y tres ovejas y nueve carneros acudieron a
su llamada. Entre todos rodearon al desconsiderado
cordero.
– ¡Escuchadme atentamente! Como ya sabéis, este cordero
repeinado e inflado a pasteles se come todos los días parte
de nuestro pienso, pero lo peor de todo es que no lo hace
por hambre, no… ¡lo hace por envidia! ¿No es
abominable?
El malestar empezó a palparse entre la audiencia y la oveja
continuó con su alegato.
– En un rebaño no se permiten ni la codicia ni el abuso de
poder, así que, en mi opinión, ya no hay sitio para él en
esta granja. ¡Que levante la pata quien esté de acuerdo con
que se largue de aquí para siempre!

13.
No hizo falta hacer recuento: todos sin excepción alzaron
sus pezuñas. Ante un resultado tan aplastante, la jefa del
clan determinó su expulsión.
– Amigo, esto te lo has ganado tú solito por tu mal
comportamiento. ¡Coge tus pertenencias y vete!

Eran todos contra uno, así que el cordero no se atrevió a


rechistar. Se llevó su cojín de seda oriental como único
recuerdo de la opulenta vida que dejaba atrás y atravesó la
campiña a toda velocidad. Hay que decir que una vez más
la fortuna le acompañó, pues antes del anochecer llegó a
un enorme rancho que a partir de ese día se convirtió en su
nuevo hogar. Eso sí, en ese lugar no encontró niñas que le
cepillaran el pelo, le dieran agua con limón o le regalaran
las sobras del asado. Allí fue, simplemente, uno más en el
establo.
Moraleja: Sentimos envidia cuando nos da rabia que
alguien tenga suerte o disfrute de cosas que nosotros no
tenemos. Si lo piensas te darás cuenta de que la envidia es
un sentimiento negativo que nos produce tristeza e
insatisfacción. Alegrarse por todo lo bueno que sucede a la
gente que nos rodea no solo hace que nos sintamos felices,
sino que pone en valor nuestra generosidad y nobleza de
corazón.
14.
La llorona
Era una mujer que caminaba por las calles, es el
alma en pena de esta mujer que mato a sus hijos
por la noche y arrepentida de lo sucedido los
busca por las noches.
Cuenta la leyenda que tambien es una mujer
muy bella vestida de blanco. Donde su llanto y
sus gritos decian:
¡¡Hay mis hijooos¡¡
Ademas se dice que la llorona se manifiesta en
ls cercanias de cuerpos de agua, como rios y
lagos de todo el pais.

15.

ENCUESTA
Pagina 73 Lengua Materna. Español

a) Entrevisten a personas mayores que les puedan contar


leyendas de se comunidad o de otras comunidades que
conozcan.
b) Si es posible, graben las entrevistas; si no, tomen notas.
Cuando cada informacion termine de contarles la
narracion, no olviden preguntarle:

· ¿Cómo supo de esa leyenda?


Me la conto mi abuelita

· ¿Qué enseñanza nos deja?


La enseñanza que deja esta leyenda es que todas las
personas deben amar y valorar a su familia, especialmente a
los hijos.

· ¿Por qué seria interesante o importante contar leyendas


a las personas mas jovenes de la comunidad?
Para que conozcan la cultura mexicana.

· ¿ Que pasa si se pierde esta constumbre?


Que ya no existe conocimiento sobre las creencias y la
vision del mundo de los antepasados

16.

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